-Maldición…-
-¿Te has convertido en un nuevo fan?- La divertida voz de DaeHyun hizo rodar la mirada de YoungJae quién sólo se limitó a enfocar su cámara; no iba a admitir de ninguna manera que le gustaba demasiado como el mayor lucía en esos pantalones ajustados.
Aunque…ese hombre con ropa ajustada debería ser ilegal.
-Cállate y posa ¿Quieres?-
-¿Cómo?- YoungJae rodó la mirada; se suponía que era un idol, los idols sabían cómo posar ¿No? Nunca antes había trabajado con uno, pero le parecía lógico. -¿Por qué me miras así? ¿Quieres que te despida?- El tono bromista pero demandante en DaeHyun logró sacar una risa divertida en YoungJae
-Tengo mucho trabajo, no necesito fotografiarte para comer- La ceja alzada del menor logró hacer bufar al idol, quien al instante dejó su actitud anterior para posar frente a la cámara. El ruido del obturador indicó que debía hacer una pose distinta y el profesionalismo con el que su primo apuntaba la cámara hacia él de alguna manera le estaba enamorando un poco más.
YoungJae siempre había sido muy entregado con las cosas que le gustaban.
-Mira hacia acá- Habló el de cabello oscuro, captando la atención de DaeHyun. Esa mirada… joder, YoungJae estaba seguro de que DaeHyun lo miraba de esa manera a propósito.El mayor se mordió el labio, logrando hacer tragar en seco al otro y en cuanto terminó la fotografía, rápidamente miró hacia abajo, tratando de cambiar el filtro de la cámara a la vez que ignoraba su propio sonrojo. Estaba en problemas y lo sabía.
Giró nuevamente el rostro, llevando la mirada hasta Kang, quien hablaba por teléfono muy animadamente y un carraspeo le hizo regresar su atención al frente.
-Tu modelo está justo aquí-
-Cállate, tú no me pagas- a pesar de la mueca de desagrado que ahora adornaban los atractivos rasgos de DaeHyun, YoungJae se permitió reír, apuntando nuevamente la cámara y sacando una foto. –Esta es para mí-
-¡Hey! No estaba listo-
-Sí, eso es lo divertido. Anda, posa rápido para que pueda irme- Posicionó la cámara en el ángulo adecuado para enfocar al mayor y al mismo tiempo que éste hacia una pose distinta, escuchó claramente su voz llamarle.
-YoungJae- Una foto nueva.
-¿Mnh?- Una más.
-¿Tienes algo que hacer luego de esto?- Unas dos más de la misma pose y luego cambió de vuelta el filtro, regresando a su trabajo; le gustaba esto, estaba haciendo muchos experimentos con diferentes materiales y aunque no lo admitiera en voz alta, DaeHyun era un excelente modelo.
-No realmente. Planeaba tal vez dar una vuelta por el río antes de regresar a casa- Respondió como si nada, sacando un par de fotografías más.
-¿Te puedo acompañar?- La simple pregunta logró descolocar por completo al menor, quién trató de cubrir su evidente sonrojo con el objeto entre sus manos.
-… Sí, no veo porque no-
YoungJae captó la sonrisa más bonita del mundo justo luego de eso, y decidió que aquella fotografía también sería exclusiva de su colección privada.
…
Eran cerca de las 7 de la tarde y comenzaba a helar fuera del lugar. YoungJae frotó sus manos, intentando darse algo de calor justo en el momento en que vio que DaeHyun salía del recinto con ambas manos en los bolsillos.
Se sonrieron al instante y YoungJae no supo porque desvió la mirada hacia el suelo, ya que le encantaba ver esa sonrisa.
-Lo lamento, Kang debía darme unas indicaciones-
-Está bien. Este es mi horario común de salida de todas formas- se encogió de hombros, sacando luego su celular para confirmar la hora y al notar que DaeHyun pasaba al lado de él, se apresuró a seguirlo-
-¿Tienes auto o algo así?- Cuestionó el mayor tratando de romper el silencio; el recuerdo de los labios de Jae sobre los suyos estaba tan presente que debía distraerse de algún modo.
-No. Nunca me ha gustado lidiar con el tráfico- Admitió acomodando mejor su gorra sobre su cabeza.
-Bueno. Menos mal que yo seré quién tendrá que lidiar con eso- Se paró justo al lado de su auto, el cual YoungJae no supo identificar inmediatamente; a decir verdad, ni siquiera era bueno reconociendo marcas de autos. A pesar de eso, se esforzó por reconocer aquel.
-Esto es un….-
-Un Audi- Le interrumpió Dae, quitando los seguros para que el otro entrase- Kang me riñó diciendo que estaba malgastando el dinero. Aun así no me arrepiento-
-Vaya… no soy mucho de autos, realmente- Se excusó a la par que entraba, colocándose luego el cinturón de seguridad –Mi madre ha dicho que debo comprar uno pero… la verdad no le veo caso-
-Es que todo este tiempo has estado esperando a que tu príncipe llegue montado en su Audi y te lleve a todas partes- Comentó riendo, haciendo al otro sonrojarse y a la vez infundir en él el deseo de que la tierra se lo tragase; ¿Por qué seguía perdiendo el control de sus propias emociones de esa manera?
-No seas ridículo- Estuvo a punto de darle un golpe en el hombro, pero DaeHyun fue mucho más rápido y alcanzó a tomar su mano.
-Sabes que si lo soy… - su voz se suavizó, alertando los sentidos de YoungJae. Mientras tanto, el mayor se mantuvo admirando la mano de su acompañante, sonriendo ante la textura suave que nada tenía que ver con la forma masculina que tenía. –Esto es como una cita ¿Sabes?- susurró de pronto, haciéndole temblar y apartar rápidamente su mano.
-¿Una cita? Yo sólo te dejé acompañarme y…- se quedó callado al ver la forma en que el otro le observaba. DaeHyun se acercó y fue entonces que YoungJae cerró los ojos, esperando con ansias recibir los labios adversos.
-¿Ves? Es una cita. Si no fuera una, no querrías un beso- La cercanía le estaba matando, tanto que bufó desesperado y él mismo quiso romper de una vez por todas los escasos dos centímetros que les separaban.
DaeHyun rió, separándose de golpe y luego encendiendo el motor y con ello, la ira en YoungJae quién ahora se sentía humillado.
-¡Ya no quiero que me lleves a ninguna parte!-
-¡Shh! De hecho te llevaré a un lugar muy divertido-
-¿El río es divertido?...- El mayor no respondió y por su rostro, YoungJae deducía que estaba bastante feliz.
De hecho, aunque no lo admitiera, él también lo estaba.
…
-¡Odio los bares!- Se quejó, plantando sus pies firmemente fuera del lugar y haciendo que el mayor soltara una carcajada.
-¡YoungJae! Anda, será divertido-
-¿Divertido? La última vez que estuve en uno, me agarraron el trasero- Dijo con evidente molestia, logrando que DaeHyun riera y a la vez sintiera cierta molestia en la boca del estómago.
¿Celos tal vez?
No le tomó importancia y se colocó detrás de él, empujándole ante la mirada atenta de todos los que por ahí pasaban; YoungJae debía admitir que sentía vergüenza ya que era el centro de atención, pero aun así no planeaba ceder.
Sus gritos y constantes “no” lograban sacar una sonrisa en más de uno, pero a Dae aquello ya comenzaba a fastidiarle.
-¡No seas un niño, Jae!- Bufó el mayor, harto de luchar.
-No soy un niño, tú eres un niño ¿Por qué diablos quieres llevarme a la fuerza? – El más chico en edad corrió directamente a un poste cercano, abrazándolo con ganas; hacía tiempo que no se permitía hacer un berrinche de aquellos -¡No voy a entrar!-
-Es sólo un bar ¿Te molesta que te toquen? Vas a estar conmigo ¿Crees que dejaría que alguien te tocara?... –Suspiró, echando un mechón de su cabello hacia atrás después, intentando controlarse- Además, te portas como una chica- se cruzó de brazos, notando como YoungJae se tensaba ante la mención del género femenino.
-¿Una chica yo?-
-Sí. Actúas como si no fueras lo suficientemente hombre como para defenderte-
-¡Puedo defenderme!- Sus brazos soltaron aquel objeto y rápidamente se acercó dando fuertes pisadas hacia su acompañante. –Sólo no tengo las ganas de estar peleando con gente incompetente-
-Claaaro- El mayor alzó una ceja, mirándole con superioridad.
-Te borraré esa estúpida sonrisa del rostro-
-Quiero ver que lo intentes…-
-Estás siendo muy machista y eso es asqueroso. Las mujeres también pueden defenderse- Advirtió lleno de molestia, logrando solamente que DaeHyun negara repetidas veces.
-Anda. Entremos y si estando ahí no te gusta… regresamos sin problema- El mayor alzó una mano, prometiendo aquello y el otro no pudo hacer más que sólo asentir.
-Bien… pero estoy seguro de que no me gustará-
-Te gustará. Yo me encargo de eso- Esas palabras interrumpieron su caminar, el cual ya le guiaba al interior del recinto. YoungJae trató con todas sus fuerzas de ignorar el escalofrío que paulatinamente subió desde su espalda hasta su nuca y avanzó tan normalmente como pudo.
La música era demasiado fuerte para su gusto y el olor del cigarro fue algo que le aturdió al instante. Tosió un par de veces y giró el rostro hacia DaeHyun, dándole a entender que eso definitivamente no le estaba gustando; su garganta picaba a horrores. El mayor colocó uno de sus dedos sobre la boca adversa, invitándole a “esperar” un poco más y guardar silencio a lo que el otro sólo se sonrojó y rodó la mirada.
Avanzaron un par de mesas más al fondo, lejos de la zona de fumadores y apenas se sentaron, el mayor pidió a uno de los meseros que se acercara para pedir su orden; YoungJae suspiró, el mesero era guapo, pero no le llegaba a Dae ni a los talones.
¿Por qué siempre DaeHyun venía a su mente en estos casos? Estúpida sonrisa hermosa, cuerpo perfecto y ojos preciosos.
-Es guapo ¿Verdad?- La voz del cantante logró hacer caer en cuenta al fotógrafo de lo mucho que había mantenido la mirada sobre el mencionado. Carraspeó suavemente y al final se encogió de hombros.
-Tal vez… no sé, no lo vi bien-
-¿No lo viste bien?... Vaya, entonces debes estar ciego. No le quitabas los ojos de encima- La voz furiosa de DaeHyun envió una alarma al sistema de YoungJae, logrando que éste se incorporara mejor sobre su asiento y negara un par de veces.
-No, yo sólo… - intentó explicarse, pero rápidamente cayó en cuenta de que la explicación le era más difícil de dar que sólo soportar el ataque repentino del mayor.
-Ni siquiera respondiste cuando te pidió la orden-
-¿Me pidió la orden?...-
-Joder, YoungJae- Murmuró desviando la mirada hacia otro lado; estaba furioso y de verdad que trataba de controlarse; ahora su cita resultaba estar más interesado en un mesero que en él.
-Estaba pensando en otra cosa, no en él- Soltó de pronto, sintiéndose por dentro demasiado desesperado aunque por fuera sonaba bastante normal. DaeHyun alzó una ceja y luego desvió la mirada hacia el chico que descansaba sentado frente a él.
-¿En qué?- YoungJae tragó duro, mirando hacia todos lados con la intención de salir corriendo en caso de que fuera necesario, pero los finos dedos del mayor haciendo contacto con su rodilla le hicieron estremecer por completo, desviando nuevamente sus ojos directo a los del contrario.
-En… - Murmuró sintiendo el ambiente pesado. Las bebidas para ambos (un par de cervezas que DaeHyun había ordenado) fueron colocadas sobre la mesa, más sin embargo nadie les prestó atención.
-¿En?- Cuestionó acercándose un poco más, notando como la respiración de YoungJae se volvía más errática.
-En… ti- Concluyó cerrando los ojos para evitar sentir más vergüenza y de paso, darle permiso al mayor de iniciar un beso.
Sus labios hicieron primero un leve contacto, permitiéndole a DaeHyun suspirar de pura expectación. Por su lado, YoungJae sintió sus piernas temblar y juró que si hubiese estado de pie, habría tenido que ser sostenido por los fuertes brazos del mayor para no caerse. El rubio giró el rostro, dejando que ambos pares de labios encajaran a la perfección y justo en el momento en que ambas lenguas se tocaron, pudo sentir el cielo en la tierra.
Mientras se besaban, juró que estaba olvidando algo importante…