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La Inocencia Miedosa. por Sakura Taisho

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Notas del capitulo:

Bueeenaaas!! VOLVI ! yes, desp de mucho tiempo de ausencia les traigo al adorable Chuncito de nuevo.

Perdón. No tengo palabras para disculparme por la espera asi que... u.u'

Espero les guste!!! 

(acepto piedrazos por el retraso)

 

Bueno, los dejo leer

Luego de que Kanda tuviese que quedarse en el agua para poder terminar de bañar al menor, salió a secarse y esperar a que Allen ayudase a Chun a lavar sus propias zonas íntimas, una vez listo Chun salió del baño envuelto en una gran toalla como un niño pequeño.

—Ven aquí enano. —dijo Kanda señalando la cama.

Chun salto a la cama e intentó abrazarse a Kanda que estaba a un lado de ella.

—¡QUIETO! —ordenó el mayor, haciendo que el menor se sentara sujetando sus propias rodillas. —Más te vale quedarte así, secaré tu horrible cabeza... —dicho eso Crown Clown enloqueció y comenzó a hacer movimientos extraños tratando de demostrar su enojo.

—Vocecita dice BaKanda, BaKanda, BaKan...

—¡CIERRA LA BOCA MOYASHI! —dijo restregando fuerte la toalla en su cabeza.

.....

Cayó la noche y era hora de mandar al pequeño Chun a dormir, aunque este no tuviese sueño.

—¿Un poquito más?

—¡NO! Ya duérmete mocoso.

—Pero no cansado, Chun no cansado...nee-chan tampoco. —dijo mirando la garra que jugaba con unas cartas sobre la cama.

—¡Deja eso Moyashi! —dijo arrojando lejos las cartas. —Y tú, te daré a Mugen si te vas a la cama.

—¡Siiii! —se emocionó el menor colocándose bajo las sábanas.

—¡PERO EN TU CAMA ENANO! —se enojó Kanda al verlo meterse en su cama. —¡LARGO! —dijo tironeando las sabanas para quitárselas de encima.

—Noooo —se quejó el albino haciendo pucheros sin soltar las sábanas. —Chun aquí, Chun aquí.

—¡MALDITA SEA ENANO!

Luego de casi una hora de discusión con el albino, Kanda debió de ceder y dejar que Chun durmiese en su cama. Era eso o sufrir una pequeña tormenta en el cuarto, porque el menor asomaba sus lágrimas de cocodrilo cada vez que Kanda intentaba sacarlo. Pero, lo peor no era el tener que ceder su cama, Chun no quería la cama del pelilargo exactamente, lo que él quería era dormir al lado de Kanda.

Kanda ya hastiado, debió de recostarse a su lado, al menos hasta que se durmiera, así luego cambiaria de cama sin tener que lidiar con sus berrinches.

Era pasada la media noche y al parecer, Chun se había dormido, así que Kanda decidió cambiar de cama para poder dormir cómodamente. Pero cuando el japonés intentó levantarse notó que Chun lo estaba sujetando de la camisa, intentó liberarse sin despertarlo pero su puño estaba muy bien sujeto.

—Diablos. —se quejó Kanda al ver que no podía sacar la mano del menor sin tentar con la idea de que se podría despertar.

El mayor resignado se recostó nuevamente en la cama, si Chun no lo soltaba, iba a tener que dormir allí. Pero un extraño movimiento y una ligera vocecita llamaron su atención.

—Kan...da...

—¿Estas despierto mocoso? —preguntó Kanda con enojo. Seguramente Chun se habría despertado por sus movimientos y volvería a molestar de nuevo al mayor.

—Kanda... —repitió nuevamente. —Soy Allen.

—¿Moyashi? —dijo sorprendido Kanda mirando al menor aun con los ojos cerrados. —¿Hablas dormido?

—Eso parece...Es más fácil... con el pequeño dormido. —dijo susurrando pausadamente y moviendo un poco a Crown Clown.

—¿Pequeño? ¿No te has visto en un espejo? —dijo burlándose. —Oye, has que me suelte.

—No puedo... solo controlo... mi brazo izquierdo. —dijo moviendo sus dedos.

—Enano inútil, nunca eres de ayuda cuando te necesito. —se quejó Kanda. —¿Entonces cómo diablos puedes hablar con el mocoso dormido?

—¡No soy inútil! Parece que perdió fuerzas...sobre mi cuerpo... desde que muevo la Inocencia. Más aun...cuando me alteré... —susurro ligeramente el albino.

—¿Alteraste? ¿Eso cuando diablos pasó?

—En el baño, cuando te herí.... y... —se quedó en silencio repentinamente.

—¿Y? ¡Habla Moyashi! —dijo exasperado por el silencio del menor.

—Cuando... Chun...y tú se besaron...

Kanda se arrepintió inmediatamente de preguntar, ¿Allen estaba presente en ese instante? ¿Y se había alterado por eso? ¿El Moyashi...había despertado con un beso?

Mientras el japonés se perdía en sus pensamientos, un pequeño albino se comenzaba a remover a su lado en la cama.

—¿Kan...da...nii? —susurró Chun abriendo sus ojos.

Kanda se percató de su voz y se giró para mirarlo a la cara. —Duérmete enano, aun no amanece.

—Bueno... —Chun miró somnoliento a Kanda, se abrazó aún más a él y recostó su cabeza sobre su pecho para retomar su sueño.

Kanda se regañó a sí mismo por no haberse dado cuenta antes de que podría haberse liberado del agarre de Chun, ahora estaba más apegado a él que antes.

—Perdón...le pedí que te soltara pero no me escuchó. —susurró el albino. —Se durmió...rápido.

—No fui yo. —interrumpió Kanda al menor. —No fui yo quien te besó, fue la molestia que tienes alojada en el cuerpo.

—Tra...Tranquilo... sé que fue Chun. —dijo suavemente, mientras sus mejillas se teñían ligeramente de un lindo tono rojo.

Kanda notó aquel tímido sonrojo y no pudo evitar pensar que se veía...extraño, era la primera vez que veía esa faceta del albino además, cada pequeño susurro que Allen emitía en su intento de hablar a través de su cuerpo dormido, le provocaba a Kanda una pequeña sensación de tibieza y cosquillas en su pecho. A pesar de que Kanda no acostumbraba a compartir su cama, esa cercanía con el albino semi-consiente no le molestaba, pero aun había algo que lo perturbaba.

—No sé de qué te preocupas tanto. No es como si fuese algo de otro mundo.

—¿Q...Qué? ¿Cómo que no debo...preocuparme? Era...un beso ¡Un beso! —comenzaba a susurrar alterado. —¿Cómo puedes...tomarlo a la ligera?

—Ya te lo dije, no es la gran cosa. ¿Qué? ¿Me dirás que fue tu primera vez? —dijo burlonamente.

—Si...

Kanda se sorprendió de sobremanera al oír la confesión del menor, ¿su primer beso? ¿Él era su primer beso? Ahora no solo se sentía extraño junto a él por la acción de Chun sino que también se sentía enojado. Pero... ¿Enojado de qué? ¿Qué le molestaba a Kanda?

.....

A la mañana siguiente, Kanda despertó, como era de esperarse, en su cama junto al menor abrazado a él. No había podido moverse en toda la noche sin despertar a Chun para cambiar de cama, aunque tampoco se esforzó demasiado luego de hablar con Allen y enterarse de tal noticia. Luego  de eso ambos cayeron en brazos de Morfeo sin notarlo.

—¡Despierta enano! —le decía Kanda a Chun mientras lo movía.

Chun aún permanecía abrazado a Kanda y al parecer, sin ánimos a soltarse...o de despertar.

—¡MOCOSO! —le dijo dándole un golpe en la cabeza.

El menor despertó por el golpe y se soltó de Kanda para tocar su cabeza, él pareció dudar un momento y unos segundos después...comenzó a llorar.

—¡Espera! —dijo Kanda preocupado pero ya era demasiado tarde. Había comenzado a llover.

El pobre japonés veía como la pequeña tormenta en la habitación se hacía más y más grande mojando todo en el lugar. Si Chun continuaba llorando la lluvia arruinaría todo incluido los muebles con sus pertenencias.

—¡DEJA DE LLORAR! ¡OYE, MIRA! —dijo entregándole a Mugen.

Chun miró unos segundos la espada pero siguió llorando. Kanda se estaba desesperando, un pequeño charco comenzaba a cubrir el suelo, si eso continuaba terminarían empapados y con agua hasta el cuello.

—¡HAS QUE SE CALME MOYASHI! —dijo tomando a Crown Clown, pero esta no reaccionó.

—Me dueleee... me dueleee... —se quejaba Chun. —Kanda-nii... a Chun duele...

—¡SUFICIENTE PARA DE LLORAR! —Kanda tomó a Chun de los hombros y lo sacudió. —¡Si sigue llorando no ahogaremos aquí dentro!

El albino simplemente continuo llorando ignorando a Kanda, la lluvia parecía caer con más intensidad y Kanda ya se estaba quedando sin paciencia, por lo que optó por una solución... muy poco ortodoxa. El mayor tomó al albino entre sus brazos y... unió sus labios con los de Chun.

El pequeño Chun estaba sorprendido ante la acción del japonés pero, gracias a eso, la lluvia disminuía su intensidad y las nubes se empezaban a disipar de la habitación. Aunque Kanda se alegraba de que la tormenta se alejaba, había un problema más...Chun no se soltaba de él. El pelilargo intentó alejarse al sentir que Chun se había calmado al igual que la tormenta pero al intentarlo el menor se abrazó a él sin separar sus labios...lo más extraño, era que Crown Clown se estaba aferrando a sus ropas fuertemente también.

“Kanda” —dijo en forma de dúo. —“Kanda...” —el albino estaba sonrojado hasta las orejas.

—¿Moyashi? —dijo Kanda apartando bruscamente los mechones de cabellos de la cara del menor y observó su ojo derecho notando como la pequeña manzana dibujada en su ojo parecía estar desvaneciéndose. —Así que...si te alteras, la Inocencia pierde fuerzas... —dijo tomando su mentón. —Bueno, veamos que tanto puedo alterarte.

Kanda sujetó la cara del albino con ambas manos y lo besó nuevamente. Aunque intentaba devorar la boca del albino éste se lo impedía por sus torpes movimientos, al parecer Allen no mentía cuando le confesó que jamás había besado a nadie. Kanda mordisqueaba ligeramente los labios del menor e intentaba que este abriera más su boca pero claramente estaba muy nervioso.

—Abre la boca Moyashi. —le susurró Kanda al oído, para luego pasar su lengua.

Ante esta acción, el menor se estremeció, cosa que Kanda notó, e intentó apartarse de él.

—¿Qué sucede? ¿Tienes miedo ahora? —dijo burlonamente. —Si quieres librarte de la Inocencia, debes alterarte ¿recuerdas? —Kanda sujetó al menor de su brazo con la Inocencia e hizo que lo mirara directo a los ojos.

El albino miró embelesado al mayor por unos segundos, y luego sonrió. —“Kanda” —susurró cerrando sus ojos.

Kanda estaba por besarlo nuevamente pero una voz desde el pasillo llamó su atención.

—¡WUO! ¿De dónde viene toda esta agua?

—¡VIENE DEL CUARTO DE ALLEN-KUN!

Eran las voces de Lavi y Lenalee, que se acercaban peligrosamente. Kanda soltó al albino bruscamente y se paró rápidamente de la cama para... ¿para qué? Se suponía que nadie sabía lo que estaban haciendo allí dentro solo él y el albino... o Chun ¿A quién había besado exactamente?

—O...Oye, cambia esa cara ¡Ahora! —le dijo al menor tomando agua del suelo y lavando su rostro.

El menor se dejó limpiar la cara sin reclamo alguno, cuando Kanda terminó la puerta se abrió estrepitosamente.

—¿¡Allen-kun!? ¿¡Kanda!? ¿¡Se encuentran bien!? —dijo Lenalee ingresando asustada.

—Lenalee, no te olvides de Chibi-Chun. —dijo Lavi asomándose a la puerta. —¿Qué pasó Yuu?

—Cierra la boca BakaUsagui. El enano se alteró eso es todo.

—¿Se alteró? ¿Cómo sucedió? —preguntó Lenalee secando el rostro del albino con un pañuelo.

—Kanda-nii... molesto. —respondió el menor. —Chun dormido.

—¡Kanda! ¿Despertaste bruscamente a Chun? —dijo Lenalee regañando a Kanda. —Deberías ser más amable con el pequeñín.

—No molestes. —dijo Kanda desviando su mirada de la china. —Si quieren ayudar tráiganme ropa seca y algo con que limpiar este desastre que el enano hizo.

Mientras Lenalee y Lavi se fueron en busca de la ropa y unos trapeadores, Kanda se encargó de sacar todo lo que se encontraba empapado, lo cual era básicamente todo lo que estaba dentro.

“Kanda” —dijo nuevamente en dúo el menor. —“¿Por qué lo hiciste?”

—No molestes y ayúdame a sacar todas tus cosas Moyashi.

“¿Puedo preguntarte algo antes?”

—¿Qué demonios quieres? ¡Ponte a limpiar! —dijo lanzándole las sábanas mojadas.

¿“Fue a mí? O ¿Fue a la Inocencia?”

—¿De qué hablas?

“¿Solo calmabas a Chun?” —hablaba tristemente el menor. —“¿No eras a mí... a quien veías?”

—¡KANDA, CHUN! Les conseguí ropa nueva. —gritaba la china mientras corría en dirección de sus amigos.

—¡Es...Espera! ¡Lena...ayu...daaaaaaaaa! —dijo el pelirrojo cayendo al suelo por perder el equilibrio con todos los artículos de limpieza que había estado cargando. —¡WAAA ASCO! ¡La escoba me tocó la boca! —se quejaba debajo de la montaña de cosas.

 —¡DEJATE DE TONTERIAS USAGUI Y TRAE LAS ESTÚPIDAS TOALLAS! —se quejó Kanda.

—Lavi levántate y ayúdame a cambiar a Allen. —dijo la china tomando una toalla del suelo.

—Chun. —dijo instintivamente ante el nombre de “Allen”

—Ah, sí. Perdón. A veces lo olvido ¿Me dejas tocarte? —preguntó cariñosamente una vez sentada frente al menor. —Solo voy a secarte un poco. ¿Nee?

Ante la petición de Lenalee el pequeño Chun miró por sobre el hombro de la chica al azabache secándose el cabello por sí mismo, por unos segundos se le quedó observando, ignorando a la chica frente suyo hasta que notó que cierto pelirrojo movía su mano frente a sus ojos para despertarlo.

—¡Oooee! Chuncito ¿podemos secarte? —dijo el pelirrojo chasqueado sus dedos.

—¡NO! —dijo el albino empujado la mano de Lavi y corriendo rumbo a la dirección de Kanda.

—¡MOCOSO! —gritó Kanda al sentir los fríos y aun empapados brazos del albino rodeando su cintura. Lo peor de todo, era que Kanda ya había cambiado sus ropas superiores por las secas que le había consiguió la china. —¡Suéltame! Sigues mojado maldita sea. —dijo Kanda tirando del menor para quitárselo de encima pero sin resultados.

—¡NO NO! ¡KANLA LIMPIAR CHUN! —se quejaba el menor.

—Ya te dije mil veces que es “Kanda” y no me fastidies. ¡Deja que ellos te cambien! Debo limpiar el maldito desastre que armaste.

—Chun no quiere... —dijo comenzando a lagrimear. —¡CHUN NO QUIERE!

Y ante el grito del menor, de alguna manera la tormenta había regresado en un parpadeo como si nunca se hubiese alejado del lugar. Los sollozos del menor no eran tan fuertes como para general tal catástrofe de viento y agua por lo que preocupó a Kanda, solo fue cuestión de segundos para que empezaran a aparecer truenos y rayos.

—¡KANDA! —se escuchó la voz de Lenalee a los lejos, que estaba siendo sujetada por Lavi para no salir volando. —¿Qué ocurre? —preguntó claramente asustada.

—¡SOSTENTE LENALEE! —se oía los gritos de junior.

—¡LENALEE! ¡LAVI! —dijo Kanda al notar como eran impulsados por las ráfagas lejos de ellos. —¡MOCOSO CALMATE! —intentó gritar pero su voz era llevaba por el viento evitando que Chun pudiese oírlo.

El viento aumentaba al igual que la cantidad de lluvia, a pesar de estar uno al lado del otro le era muy difícil verle la cara con claridad. El azabache hizo su mejor esfuerzo por agacharse y ponerse a la altura del menor para poder hablar con él sin salir volando en el intento, pero un estruendoso ruido como un rayo en dirección de sus compañeros lo distrajo haciéndolo resbalar, al momento de intentar sujetarse de algo solo se encontró con el cuerpo del albino como apoyo, pero al sostenerse de él pudo notar algo diferente, algo no se sentía como antes. Abrió sus ojos por la sorpresa y pudo notar que una de sus manos estaba sujetando la inocencia de Allen, pero solo era eso, una inocencia. Crown Clown no estaba activada.

—¡MOYASHI! ¡DESPIERTA, MOCOSO! —decía el mayor moviendo su brazo pero sin resultados. Incluso luego de intentar un par de veces más pudo notar que algo más no andaba bien, el pequeño no reaccionaba tampoco. —¿Chun? —susurró Kanda. —No estoy para bromas enano ¡DESPIER..! —antes de poder terminar su frase otro trueno seguido por un rayo resonó en los pasillos, pero esta vez acompañado de un grito por parte de Lavi.

La situación era desesperante, Allen y Chun parecían totalmente inconscientes, el panorama era de un caos total, Kanda apenas podía ver su nariz y sus compañeros exorcistas estaban siendo atacados por la tormenta sin piedad alguna.

“¿Kanda?” —Se oyó a lo lejos.

—¿Moyashi? —murmuró confundido el mayor. ¿De dónde provenía la voz? Si se suponía que estaba a su lado... inconsciente. —Moyashi... —dijo nuevamente esta vez mirando el cuerpo inerte en sus brazos.

“Kanda... ¿Dónde estás? ¡KANDA! —se oyó su voz resonar entre la espesa tormenta.

—¿Dónde estás tú imbécil? —respondió enojado hacia la nada. —Te tengo en mis brazos Moyashi. ¿De dónde proviene tu fastidiosa voz?

“¿Tus brazos? ¡ESTOY EN MEDIO DE UNA TEMPESTAD BAKANDA! —respondió el albino.

—*¿En medio?* —pensó el azabache. —¡PUES SIGUE EL SONIDO DE MI VOZ, YO NO PUEDO MOVERME! *Si él está en la tormenta... ¿Quién está aquí?* —pensó mirando el cuerpo del albino durmiente e ignorante de lo que ocurría.

“¿Kanda? ¡No te veo! —se oía la voz del albino mas cerca.

—¡POR AQUÍ! —gritó Kanda. —¡ESTOY EN EL SUELO, MIRA HACIA ABAJO!

“AH, TE VEO... ¡KANDA TE VEO! —resonó la voz contraria casi enfrente del azabache.

—Moya...shi... —susurró sorprendido Kanda al levantar la mirada y encontrarse con aquella imagen del joven exorcista. —Que... ¿Por qué? —murmuro casi inaudiblemente.

Notas finales:

;3 ¿qué les pareció? espero que no los haya decepcionado >_<

recuerden dejen sus reviews con sus quejas y sugerencias XD

Bye bye!


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