Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Segunda oportunidad. por DanTamMu13

[Reviews - 43]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Chicos, les dejo el capítulo que me tocaba subir mañana ya que por un viaje de último minuto no podré estar aquí unos días.

 

Los meses que siguieron a ese fueron fantásticos, ya no escondíamos nada de nadie, podía verlo en el colegio y besarlo si me apetecía, claro que lo primero que había hecho había sido ahuyentar a los imbécil y las malditas que se le acercaban, intentando que se fijara en ellos. Naruto no me decía nada de aquello, por el contrario, se reía cuando tenía una muestra de celos, y más se reía cuando los celos me provocaban ser demasiado cariñoso con él, sólo para dejar claro que ese chico era mío, y mío solamente.

 

Me sentía cómodo, feliz, y Sai lo había notado, seguíamos visitándolo, al menos hasta que lo dieron de alta y tuvo que volver a casa de mi madre, donde tenía que escabullirse y salir para vernos. Mi madre e Itachi seguían en un plan de no dirigirme la palabra, cosa que me importaba muy poco, y más ahora que Sai se llevaba tan bien con Naruto también.

 

-        Vas muy en serio con él, ¿verdad? – me preguntó un día Sai, estábamos en el parque, aprovechando que mi madre e Itachi habían salido y Naruto había ido a buscar algo de golosinas.

-        Sí, mucho. Lo quiero. – le dije a Sai sonriendo con dulzura, como sólo sonreía por el rubio que tanto me encantaba.

-        ¿Lo has pensado? – preguntó sin dar detalles, sabía bien a lo que se refería, y también sabíamos que era muy pronto para preguntar, al menos pronto en la relación; pero yo ya tenía mi respuesta.

-        A veces. – admití sonriéndole a la nada.

-        ¿De verdad crees que es él? – cuestionó sonriéndome, viendo ya a lo lejos a Naruto, al igual que yo.

-        No lo sé, ¿tú qué dices? – pregunté sonriéndole a Naruto en la lejanía.

-        Es posible, hermano, es posible. – admitió alegre.

-        ¿Tiene tu aprobación? – era la única opinión que me interesaba, la del resto del mundo podía irse al carajo.

-        Completamente. – aseguró justo cuando Naruto nos alcanzó.

-        ¡Miren! ¡Conseguí chocolates! – decía el rubio alegre.

 

Naruto era mucho más infantil que mi hermano menor, cosa que nos causaba gracia a ambos, aunque tenía que admitir que eso era algo que me encantaba, me divertía ver sus actitudes y me hacían reír muchas de sus respuestas. Naruto era alguien diferente a como yo me imaginaba a esa persona, ya saben, la persona con la que imaginas tu vida entera; pero no me importaba. Quizá Naruto no era lo que alguna vez había esperado tener; pero lo superaba con creces, era mil veces mejor que la versión de pareja que anhelaba tener antes de conocerlo.

 

Sí, había pensado ocasionalmente en un futuro a su lado, en cómo sería vivir a su lado, en lo que podríamos tener juntos, quizá, incluso, en si pudiéramos tener familia, o no. Nunca habíamos hablado de familia, jamás, y me aterraba intentarlo.

Llevábamos unos cuántos meses apenas y sentía que, si lo preguntaba, lo asustaría, sabía que era muy pronto; pero Naruto hacía que eso naciera dentro de mí, no lograba entender por qué; pero sentía que podía pasar el resto de mi vida a su lado, y no me opondría.

 

Estuvimos juntos otro rato más, hasta que, finalmente, decidimos que era hora de regresar a Sai a casa, pues si volvían y él no estaba habría problemas.

Caminamos juntos de regreso, dejándolo en el umbral de la que antes fue mi casa también, nos despedimos efusivamente bajo la promesa de vernos la semana siguiente, pues ese mismo día Naruto y yo iríamos a mi casa, como cualquier fin de semana común.

Sai entró con normalidad a la casa y Naruto y yo nos alejamos de ahí, a paso lento, hacía tiempo me había percatado de lo mucho que Sai y Naruto se apreciaban, tampoco era fácil para el rubio despedirse de mi hermano, lo tenía claro; pero no podíamos hacer mucho.

 

-        ¡Sasuke! – escuché el grito de Sai atrás de nosotros.

-        ¿Qué pasa? – pregunté dándome la vuelta de inmediato mientras Naruto me imitaba.

-        Itachi quiere hablar contigo. – explicó señalando la puerta.

 

Tuvimos que volver, yo me esperaba lo peor, quizá gritos y una pelea intensa por haber visto a Sai, no lo sabía. Entré a la casa como si fuera completamente ajena a mí, así me sentía, sentía que no pertenecía ahí, ¿y cómo no sentirlo si no era bienvenido?

Naruto entró atrás de mí, con la misma sensación que yo tenía, escuché a Itachi susurrar mi nombre desde la cocina, cosa que me sorprendió, ¿por qué susurraba? Digo, Sai me había gritado en la calle, todos sabrían que estaba presente.

Entré a la cocina, no sin notar que antes de eso, Sai jalaba a Naruto, evitando que pasara conmigo a esa habitación donde sólo encontré a mi hermano con la mirada.

 

-        ¿Qué quieres, Itachi? – hablé con voz dura, casi molesto.

-        Hablar. – dijo en voz baja, casi susurrante.

-        ¿De qué? – cuestioné inseguro.

-        ¿Cómo sobreviviste? – preguntó, aquello me dejó helado, ¿a qué se refería? ¿Podría estar hablando de mi… incidente?

-        ¿Qué? – cuestioné con la voz quebrada.

-        Me refiero a Gaara, ¿cómo lo hiciste? – preguntó sin levantar la mirada todavía.

-        ¿Qué ocurre? ¿Está todo bien? – no sabía por qué hablaba de mi exnovio, no lo entendía, y olvidando los meses anteriores, me inundó la preocupación.

-        Sasori… - fue lo único que alcanzó a articular.

 

¿Sasori y él habían terminado? Llevaban algo de tiempo ya, siempre que los veía, se veían felices, se veían bien, ¿por qué? ¿qué sería motivo suficiente para que terminara algo bueno? Una parte de mí se alegró un poco, no por la tristeza de mi hermano, sino porque, nuevamente, nos contábamos algo, o al menos compartía algo conmigo; pero, por otro lado, me sentía mal por él.

 

-        ¿Qué sucedió? – pregunté sentándome a su lado.

-        Sólo me dijo que ya era todo, que no quería nada más conmigo. – admitió.

-        ¿Sabes? Es un idiota. – aseguré, sí, no podía negar que había sido la mejor pareja de mi hermano hasta ahora, e incluso le había cogido cariño; pero no le diría eso a mi hermano, no ahora que se notaba mal por él. – Te mereces alguien mejor. – anuncié de inmediato.

-        Sasuke, no he conseguido estar bien con nadie, con él ha sido con quien mejor me he entendido, si no es con él, ¿con quién? – preguntó desesperado, ahora sí mirándome, dejándome ver sus ojos rojos, hinchados, había estado llorando.

-        Así me sentía yo. – confesé. – Justo eso pensé, si no era Gaara, seguramente terminaría solo, o eso creía; pero mírame ahora, encontré alguien con quien pasar el tiempo de manera agradable, con quien no peleo porque no tiene tiempo para mí, encontré a alguien con quién es sencillo, con quién las cosas funcionan como deberían. – le dije refiriéndome a Naruto.

-        Y yo encontraré a alguien, ¿no? – preguntó con sorna. – Sasuke, lo he buscado, créeme que lo he hecho; pero no he encontrado nada más que a Sasori. Me sentía bien con él, sonreía a su lado, ¿cómo se supone que haga eso con alguien más? – cuestionó dolido.

 

Itachi era más insensible que eso, él no solía llorar cuando terminaba con sus parejas, él siempre se mostraba impasible, por eso siempre había sido él mi apoyo cuando lo necesitaba, y ahora, ¿qué se suponía que le dijera? ¿Qué podía decirle para elevarle el ánimo a alguien que no me hablaba desde hacía meses? Claro que me dolía recordar que la buena relación que teníamos se había terminado cuando había cometido mi estupidez; pero no podía dejarlo solo, y menos ahora.

 

-        ¿Recuerdas lo que me dijiste antes de terminar con Gaara? – le pregunté mientras hacía memoria.

-        No. – confesó mirándome fijamente.

-        Deja de herirte, Itachi, él no puede tener este poder sobre ti, me pediste que dejara de herirme, que dejara de rogarle a alguien que no quería estar conmigo. Sigue tu propio consejo. Deja de seguirlo, deja de pensar que él era todo en tu vida. – le dije seguro, era lo único que se me ocurría decirle.

-        No es fácil. – atajó derramando una lágrima más.

-        Hagamos algo, hoy llora todo lo que necesites; pero mañana, más te vale estar bien. Y te conozco, Itachi, me daré cuenta si me contestas llorando, porque sí, te llamaré para saberlo. – declaré sin esperar a saber si esto significaba que estaríamos bien.

-        Lamento haberme alejado. – dijo evitando mi mirada.

-        No, no hablemos de eso ahora. – le dije intentando ser comprensivo.

-        Sasuke, te disculpaste con Sai, con mamá, incluso con Sasori; pero ¿por qué conmigo no? También me lastimaste a mí, ¿puedes entender lo que sentí? Acababa de perder a papá, suficientemente mal me sentía; pero estuvimos a punto de perderte también el mismo día, sé que nunca te digo nada de lo que siento; pero no soy así. Hoy lo diré y no pienso repetirlo, Sasuke, eres mi hermanito, y sí, claro que Sai también; pero la diferencia de edad entre él y yo es demasiada, todavía no encontramos nada que nos una como éramos de unidos tú y yo, me preocupé y me asusté ese día como nunca lo había estado, tenía tanto miedo de perderte, no podía imaginar el regresar a una casa sola, una casa donde no me llevaba con nadie de la familia, estuviste por dejarme solo. Me sorprende que no comprendas lo mucho que te amo, lo mucho que te ama Sai, y ese día lo olvidaste por completo, sé que no habías pasado por los mejores meses de tu vida; pero en un solo día nos hiciste vivir un infierno. – la voz rota de Itachi me había hecho un nudo en la boca del estómago.

 

Era cierto, Itachi nunca hablaba de sus sentimientos, como tampoco lo hacía yo, intenté recordar una y otra vez las breves conversaciones que habíamos tenido mi hermano y yo, y tenía razón, nunca me había disculpado con él, había asumido que todo estaría bien; pero jamás me detuve a pensar en lo que podía haber sentido él cuando intenté herirme meses atrás, ¿cómo no me di cuenta? ¿cómo olvidé algo tan importante?

 

-        Lo siento, lamento haber hecho lo que hice, y lamento aún más el nunca haberme tomado el tiempo de pedirte perdón, de nunca haber visto lo que habías sentido. – dije honesto bajando la mirada, sabía que amaba a mi hermano, no me quedaba duda de eso, amaba a mis hermanos, a ambos, y con Sai me había disculpado desde el primer segundo que lo miré; pero había dejado a Itachi de lado, como si, por ser el mayor, fuera a entender mi idiotez.

-        Fuiste un imbécil, Sasuke. – atajó dejando de lado su sentimentalismo.

-        Yo tampoco lo repetiré, Itachi, así que más te vale grabarlo o algo. – avisé fingiendo un tono serio. – Los amo, a ti y a Sai, créeme que lo hago, y no ha pasado un día en que no me arrepienta de lo que hice, no ha pasado un solo día en que no me sienta culpable por los meses de terapia de Sai, y no ha habido un minuto que no me doliera lo mucho que nos apartamos tú y yo. Lamento no decirlo antes; pero ahí lo tienes. Ambos son sumamente importantes en mi vida, desde siempre, y, aunque dejes de hablarme de nuevo alguna vez, nunca dejarás de serlo, idiota. – le dije fingiendo el mismo tono insensible, claro, un tono tan forzado que el mismo Itachi se había burlado por lo bajo.

-        Ya, lo siento, te quité tiempo con tu novio, es sólo que necesitaba hablar contigo. – dijo honesto mientras se limpiaba los rastros de lágrimas.

-        Es lo de menos, lo tengo conmigo siempre, unos minutos separados no nos matarán. – le dije casi jugando.

-        ¿Qué te parece si vamos con ellos? En un rato llegará nuestra madre, ella realmente no hablaba contigo por… uhm, mi culpa, perdón por eso. – dijo de manera sincera.

-        Lo supuse, ella estaba más tranquila cuando hablé con ella en el hospital. – dije recordando la pequeña conversación con ella en la habitación de Sai. – Vamos, quizá ahora pueda presentarte a Naruto sin que lo trates como un intruso. – dije en broma, dejando claro que jugaba con el tono que usé.

-        Tal vez, lo pensaré en el camino a allá. – dijo jugando también.

 

Salimos juntos, me sentía mucho más tranquilo al haber hablado con Itachi, finalmente. Había hablado con Naruto un par de ocasiones de mi hermano, no las suficientes, quizá, y él siempre insistía con que debíamos hablar, claro, no era que yo no estuviera dispuesto, sino que necesitaba eso, esperar a que él lo estuviera.

 

Llegamos a la sala y encontramos a Sai charlando con Naruto, mi propio hermano le enseñaba a Naruto lo más básico del braille, recordé mi promesa a Naruto cuando recién lo conocía y me apené, yo lo había olvidado, aunque él tampoco me recordaba que yo había prometido enseñarle el idioma.

Itachi me miró confundido, seguramente no entendía el motivo por el cual Naruto quería aprender a leer braille, y claro, era evidente, Naruto tenía una vista perfecta, a decir verdad, yo tampoco entendía el motivo real, sólo sabía que el rubio me había pedido aprenderlo varios meses atrás.

 

-        Él está cumpliendo tu promesa, Sasuke-idiota. – me dijo Naruto de la manera más juguetona y menos cariñosa, misma que siempre empleaba cuando me molestaba.

-        Lo lamento, la había olvidado.

-        ¿Todo bien? – preguntó cuándo miró a Itachi, seguramente notando sus ojos también, siempre tan empático mi rubio.

-        Sí, Naruto, oficialmente te presento a mi hermano, Itachi, y no al profesor imbécil que tenemos en el colegio. – le dije en tono de broma, sólo para que Naruto no hiciera más preguntas.

-        ¡Sasuke! Ahora me costará recordar no llamarlo idiota en el colegio. – atajó Naruto jugando, claro, él era más obvio cuando bromeaba porque de inmediato se reía.

-        Si lo haces te reprobaré. – amenazó sonriendo de lado, como cualquier Uchiha.

Notas finales:

Espero honestamente que les haya gustado el capítulo, saben que les quiero mucho a todos los que me siguen leyendo, y más a los hermosos que me han dicho cosas tan maravillosas de mis historias, en verdad, son mi luz para seguir escribiendo.

 

Buenas a todos, un beso enorme.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).