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Adivina Quién: Objetivo por Kurosed

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Notas del capitulo:

Hola Chicos, Buenas.  Aproveché el día de hoy (un día bastante bonito y claro al menos en donde vivo) para subir el capítulo. Espero les guste.

Fecha de publicación: 3/07/16

Adivina Quien: Encuentros

Esa mañana, levantarse había sido más fácil que los otros días. Ya con la cabeza fría, sabía que era exactamente lo que debía hacer para poder volver a hablar con Ryuzaki. Primero que nada, necesitaba inspeccionarle, en las lejanías, pasar un tiempo como estudiante regular de la universidad, inspeccionando en qué lugares lograría verlo sin alterar su “rutina”.

− ¿Ya te has despertado? – preguntó Masako tocando la puerta de su habitación. Él ya llevaba un tiempo levantado, había aprovechado la mañana para recortar su cabello, de forma en que quedase un poco más corto de lo que lo llevaba antes, y evitando que tocase con su cuello.

− Hace un rato, − comenzó a revisar los papeles que debería presentar en la universidad – ahora mismo me marcho – tomó el abrigo de la entrada y se dispuso a abrir la puerta.

− ¿A dónde crees que vas niño? – preguntó apoyando el brazo en la puerta, impidiendo así, que la abriera.

− A clase, y si me demoras con tus tonterías, llegaré tarde.

− Higuchi no nos permite que te dejemos ir solo – respondió tomando su abrigo con expresión cansina – desde hoy, hasta que termines el trabajo, te llevaré y traeré.

− ¡¿Es que acaso buscas mandar todos mis planes por el caño?! – estaba histérico, ningún estudiante común tenía un automóvil para ir a clases, así, nunca pasaría desapercibido − ¿Pretenden mantenerme como un preso o algo similar?

− No se trata de eso, tienes que entender que el jefe no puede permitir que andes por las calles como si nada – sacó un celular de tu bolsillo – algo podría llegar a pasarte.

− Ni que fuera un asesino muy especial, hay miles más que podrían contratar…

− No eres especial, pero tampoco eres muy común. Es cierto que tenemos a cualquier asesino dispuesto a hacer este trabajo − le entregó el celular– pero tú eres el perfecto para este crimen. Te comunicarás con nosotros a través de ese teléfono.

Masako y él bajaron hasta el estacionamiento, hasta que el hombre entró en un familiar auto color plateado e indudablemente, Light entró en el también. El camino fue corto y silencioso, Light se limitaba a observar el celular en sus manos y hojear el contenido e información que tenía; parecía ser uno de esos teléfonos último modelo, más problemas en su propósito. Cuando entró a la lista de contactos, se sorprendió al ver que esta estaba llena de nombres desconocidos.

− ¿Quiénes son estos? – preguntó a sabiendas de que el otro no le vería por estar conduciendo.

− Los números como “tío” y “prima” son claves, el primero es del jefe, y el segundo es de su secretaria, ambos saben cómo deben de responder en caso de que alguien tome tu teléfono y les llame – habían llegado a un semáforo, faltaban pocos metros para la universidad – los nombres que no reconoces, son de tus amigos en la universidad, los conocerás a penas llegues, hay uno en tu curso, otro en el de tu objetivo, y el resto están esparcidos por todo el campus.

− Me cuesta creer cuán lejos ha llegado esto de la vigilancia – entendía en parte el por qué había uno en su clase y otro en la de Ryuzaki, sin embargo, habían alrededor de 15 contactos más, restándole los ya mencionados. Habría al menos uno de ellos a cada lugar que visitase − ¿Cómo explicas el que, siendo tan nuevo, ya tenga tantos amigos?

− Al menos 5 de ellos han sido transferidos el año pasado, cuando inició todo esto del plan – estaban en la entrada de la universidad, de allí, sería trabajo de los demás vigilar lo que hacía. Al menos ya podría despedirse de aquel hombre – ya sabrás qué hacer en cuanto llegue el momento.

− De acuerdo – se bajó del carro y pudo notar la mirada intrigada de muchos de los estudiantes – adiós, padre. Cuídate, que te vaya bien en el trabajo.

Comenzó a caminar rumbo a la parte administrativa de la universidad, por fortuna el camino estaba lo bastante marcado como para no perderse. El nombre de cada edificio, relucía brillante en cada pared, la universidad era lo bastante grande como para dar casi todas las carreras con mayor demanda. Decidió no hablar con nadie por el momento, ya luego sería tiempo para socializar y hablar con las demás.

En la administración, los trámites y papeleos fueron más simples de lo esperado, las mujeres se dedicaban simplemente a hacerle preguntas y solicitar sus documentos, sin tomarse realmente el tiempo de confirmarlos. En menos de lo que pensaba, ya estaba dirigiéndose a su clase. Observando su pensum, visualizo las materias que se incluirían ese año, ciencias forenses, ciencias criminalísticas, practicas, derechos humanos… todo parecía indicar que tendría muchas probabilidades de encontrarse a Ryuzaki más pronto de lo que quería.

Revisó su primera clase, ciencias forenses. Por suerte, esa no era una de las materias que su objetivo tomaría en ese momento de su carrera en criminología. Sin embargo, más tarde tendría clases de ciencias criminalísticas.

− Buenas tardes – saludó tocando la puerta del salón – soy el estudiante transferido desde Osaka, de la región de Kansai.

− Pasa por favor – el profesor revisó su identificación y la carta de transmisión – bien, todo está en orden, puedes pasar y presentarte en tu clase.

− De acuerdo – caminó hasta la mitad del salón tipo auditorio – Buenos días, mi nombre es Yami Kurose, vengo de la Región de Kansai y soy estudiante de Medicina forense en mi segundo año. Espero llevarme bien con ustedes – hizo una leve reverencia y se dedicó a observar el salón, para ver donde se sentaría.

− ¡Yami! – saldó uno de los chicos moviendo su mano agitadamente – nos conocimos ayer en el metro ¿no me recuerdas? ¡Soy Akira!

Con que ese era otro de los empleados de Higuchi. El chico era unos centímetros más alto que él, de piel clara y ojos grises indudablemente extranjeros; con un cabello claramente teñido de rubio. Con alguien como él de amigo, nunca pasaría desapercibido.

− No me esperaba que estudiaras aquí Akira – saludó caminando hacia el asiento libre al lado – ¿Lograste llegar ayer? – haría preguntas comunes, con respuestas abiertas buscando así que la conversación cogiese cualquiera de los rumbos posibles. Toda la clase estaba atenta a lo que hacía el nuevo estudiante junto con Akira

− Por supuesto, Takada casi me mata por llegar tan tarde – le guiño el ojo, para muchos, en señal de complicidad, pero ambos sabían que era la clave, Akira estaba preparado para cualquier cosa que dijese el castaño, tenía preparadas sus coartadas – sabes cómo son las chicas – Light rio un poco.

− Entiendo.

La clase no tuvo más problemas ni contemplaciones, luego de eso, el profesor se limitó a dar su clase con completa normalidad, mostrando las imágenes más importantes de los cuerpos en las pantallas, preguntándole a los estudiantes acerca de cada posible causa. Para su suerte, el profesor hacía preguntas personalizadas, por lo que no era algo en lo que un alumno ganase popularidad solo por un comentario adelantado.

Solo le preguntó dos veces durante toda la clase, por lo que Light la mayor parte de esta, se dedicó a tomar apuntes y observaciones. Recordó por un momento, un nombre, alguien a quien había conocido en prisión: Beyond Birthday, más conocido como BB. Beyond era un criminal muy parecido a él, solía torturar y despedazar a sus víctimas, tanto física como psicológicamente. Nunca había sido atrapado y nunca lo fue; se entregó a la policía.

Cada vez que alguno de ellos le preguntaba, Beyond respondía con simpleza «La vida fuera de este lugar, es cara, aquí al menos, solo tengo que pagarles a los guardias porque me traigan frascos nuevos de mermelada de fresa» él y Light habían sido compañeros de celda un tiempo, antes de que Higuchi le sacase de ese lugar.

− Bueno clase, recojan sus cosas y dejen arreglado el salón, los veo la próxima semana. No olviden hacer sus deberes – el profesor salió del salón y todos se abalanzaron sobre Light.

− ¿Cómo es Kansai, Kurose-kun? Siempre he querido ir allí – dijo una de las chicas inclinándose sobre la mesa, dejando ver todos sus atributos por completo.

− ¿De qué parte de Kansai eres? – preguntó otra sonriéndole animadamente – tengo familia en gran parte de allá, sin embargo, no hablas como una persona de esa región.

− ¿Cierto? – interrumpió Akira, sonriendo ladino – ¡le dije que parecía como alguien que hubiese estado alejado de Japón mucho tiempo!

− He vivido gran parte de mi vida entre traslados, al principio, porque estuve en un orfanato en la región de Kanto, donde me adoptó mi padre – dar una historia bien larga y exponer muchos detalles de ti mismo, era la mejor forma en pasar desapercibido, si todos conocían tu historia, nadie se haría preguntas innecesarias.

− ¿El hombre que te trajo esta mañana? – preguntó otra entrometida muchacha – Con razón, ¡no se veía para nada mayor! Tienes un padre bastante atractivo Kurose-kun.

− Es bastante sobreprotector conmigo, no le gusta que salga solo – forzó una carcajada sacudiéndole animadamente el cabello a Akira – El encontrarme con él, fue toda una suerte, me había escapado y había terminado perdido en Tokio.

− ¡Ah, Akira-kun! ¡Eres un héroe! – se burló uno de los chicos acercándoseles por detrás – señoritas, será que pueden dejar su derroche de hormonas en esta habitación y dejar al pobre chico nuevo en paz.

− Teru-san siempre tan aburrido – suspiraron las chicas alejándose de la silla de Light.

− Teru Mikami – se presentó aquel desconocido, tendiéndole la mano a Light, quien sin pensárselo mucho, estrecho – soy miembro del rectorado estudiantil, amigo de este idiota que ves aquí – tocó la cabeza de Akira.

− Mucho gusto, Kurose Yami – analizó lentamente el rostro de Teru, aquel nombre no estaba registrado en su lista de contactos, lo recordaría a la perfección. “¿Algún error con los kanjis?” se preguntó, había ocasiones en las que la pronunciación de los nombres, cambiaba por cada quién.

− Discúlpanos, Teru, pero debo presentarle a Takada – ambos recogieron sus bolsos y se levantaron de sus sillas – esa mujer está que enloquece desde que le hablé de Yami.

 

 

Mikami Teru era una persona interesante. Eso era lo que pensaba Light, incluso a horas de haberle conocido. Ya había revisado por cuarta vez los nombres en su directorio y preguntado a Akira, sin embargo, no existía ninguna conexión entre ambos. En el primer descanso, Light había tenido la oportunidad de conocer a casi todos los amigos del rubio, incluso aquel que asistía exactamente a las mismas clases que Ryuzaki.

Takada y Misa, eran dos muchachas bastante ¿intensas? A su parecer, la segunda mucho más que la primera. Ambas habían atacado con indiscreción, preguntándole respecto a sus crímenes pasados. Por fortuna, un chico llamado Namikawa las había contenido. Habían sido dos horas demasiado largas para su gusto, estaba ansioso, no podía esperar a ver qué pasaría cuando Ryuzaki le viese.

Las primeras semanas de su estadía en prisión, se había mantenido aislado. Usualmente los guardias tenían que arrastrarlo al patio o castigarlo por su desobediencia. Recordaba el escozor de las heridas causadas por la fuerza del metal en su espalda. Las reglas eran claras, el único problema estaba en que él no se sentía casi nunca de ánimo para salir; no fue sino al mes después de esto, que un hombre con aproximadamente la misma edad que él, se le había acercado. No podía perdonar a Ryuzaki, ni a Near, ni a Mello… no podría perdonarlos nunca por lo mucho que había pasado después de eso.

En la prisión, debes de aprender a defenderte, y casi la única forma de entender que debes hacerlo, es luego de que te hacen daño.

− «Es un niño mimado» – había dicho uno jalándolo del brazo.

− «¿No le ves la cara?» – comenzó a tocarle el cabello y a acariciarle las mejillas – «con el largo de su cabello, fácilmente podrías pensar que es una linda niña».

− «Esos niños ricos y sus cosas» – otro había comenzado a bajarle los pantalones – «apuesto a que esta niña está aquí por un delito menor, capaz de que la encontraron asaltando un bar luego de que la tarjeta de su papi no le funcionase».

En ese momento, Light, no quería defenderse. A pesar de haber sido un asesino muy temido, seguía sin superar la traición que habían dejado las palabras de Ryuzaki en su cabeza. Él lo amaba, su cuerpo siempre le había pertenecido, todo él era de Ryuzaki, su cuerpo, su alma. Ahora que sabía que todo había sido falso, no era capaz de sentir valor por su propio cuerpo, no cuando ya lo había entregado.

− ¡Yami! – una voz logró sacarlo de sus pensamientos. Akira le observaba suspicaz – es hora de Ciencias criminalísticas, Taylor – el chico que veía clases siempre con Ryuzaki – tiene esa clase ahora, así que él va a estar allí ¿estás listo? De esto dependerá todo.

− Claro que estoy listo – sus recuerdos le habían dado un poco más de seguridad en lo que hacía. No era el mismo Light Yagami de esos tiempos, Ryuzaki era su objetivo, nada más era eso. Sin sentimentalismos ni emociones, esas ya habían muerto.

El aula les quedaba un tanto lejos, en otro de los edificios anexos al que habían visitado esa mañana. El número de alumnos era mayor a la anterior clase, además de que Light debía quedarse fuera esperando al profesor de la clase para que anotase el cambio en la lista de curso.

− Muy buenas tardes ¿Profesora Irie? – preguntó observando a la mujer joven que llevaba un montón de papeles amontonados en los brazos. Ella asintió – soy el nuevo alumno de su clase, Kurose Yami, de Kansai.

− Buenas tardes Kurose-kun ¡Yo también soy de Kansai! – Light tomó algunos de los papeles de los brazos de la mujer – ¡gracias! ¡era de esperarse de alguien que viene de mi región! Ahora cuando pase y te anuncie, podrás pasar a la clase y presentarte.

− Muchas gracias.

La mujer entró todos los papeles y comenzó a hablar de lo extraña que era un traslado tiempo después del inicio de año, y de lo difíciles que debieron de ser las pruebas para el joven Kurose, además de que quería que fuese bien recibido por ser un nativo de su región.

− Puedes pasar – indicó llamándolo con la mano.

− Buenas tardes para los que me conocen, y los que no – comenzó a recorrer el aula con la mirada, para su desgracia, el salón era distinto al anterior, este tenía mesas por parejas y estaban una tras la otra. Ubicó con dificultad a Taylor y a Akira – Mi nombre es Kurose Yami, soy estudiante de medicina forense, específicamente del segundo año. Vengo, como ya lo dijo la profesora, de la región de Kansai, de Osaka. Espero llevarme bien con todos ustedes. Gracias – empezaban a hartarle las presentaciones, por lo que ahora, buscaba un lugar en donde sentarse, ya que, por lo visto, todos los asientos estaban ocupados.

− Puedes sentarte por hoy junto a Ryuzaki-kun – su corazón se aceleró de repente, y tuvo ganas de sacar su cuchillo y atacar en ese mismo momento – está sentado casi al final. Lo siento Ryuzaki-kun, por hoy no hay más asientos.

Light comenzó a caminar con lentitud hacia donde le había dicho la profesora. Cada paso se hacía tan eterno a pesar de la corta distancia, el mundo se había detenido, en lo que Ryuzaki volteaba para observar la razón de su llamado. No había prestado mucha atención a la presentación, siempre era lo mismo, personas huecas, con historias huecas. Hasta que sus ojos se encontraron, y fue como un abismo, lento y profundo se abalanzase sobre ellos, cuatro años se vinieron de repente, con la fuerza de un huracán, y la lentitud de una vida. Sus pupilas se contrajeron, y repentinamente, el mundo volvió a correr.

“Juraste amarme en alma y cuerpo. ¿Dónde está todo ese amor que me profesabas? ¿Acaso ha muerto con la facilidad con la que se rompe un corazón?”

− «¿Alguna vez me olvidaras?» – preguntó la última vez que le vio − «¿tanto me odias?»

− «Nunca saldrás de mi cabeza» – susurró inaudiblemente – «te reconocería, aunque estuviese ciego».

“Tan fácil has calado en mi alma, y de forma tan sencilla has acabado conmigo ¿Qué me has hecho? ¿Por qué siento que lo único difícil será dejar de amarte?”

Notas finales:

Espero que les haya gusado el capítulo, a pesar de que el largo es mayor que el del anterior; deseo no les haya resultado cansino ni nada similar.

Si les gustó, o tienen alguna sugerencia, deseo o petición, pueden dejarla aqui abajo en los reviews. Además de que les pregunto si ¿quieren que algun capítulo sea narrado viendo la vida de Ryuzaki?, o simplemente se queda así, todo desde la vida de Light.


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