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Anima vitale vinculum por Karura

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Notas del capitulo:

Hola, aquí estoy de nuevo subiendo un nuevo capítulo, espero que sea de su agrado, a mi realmente se me hizo emotivo escribirlo, espero que para ustedes sea tambien leerlo.

si les gustó me dejan comentarios, abrazos miles!!

Disclaimer: Este fanfiction está basado en los libros de Harry Potter de la autora J.K Rowling, no representa en ningún caso robos del derecho de autor ni violación del mismo, es solo un y si hubiera... En las miles de posibilidades existentes.


 


Capítulo 13: “Una mágica bienvenida”


 


Ambos jóvenes se encontraban en aquella inusual versión de la estación nueve y tres cuartos, tomados de la mano frente a las personas que se habían bajado del tren.


 


-Hijo.-dijo el hombre de anteojos al que Harry reconoció como su padre, él le sonreía de forma pura y emotiva.


 


-Harry.-musitó su madre mirándolo con ternura.


 


-papá, mamá.-Los ojos de Harry estaban anegados en lágrimas, sus padres estaban tan cerca que parecía mentira que hubiesen muerto.


 


De pronto, sintió que Draco le soltaba la mano y confundido se giró a mirarlo, mas no hicieron falta las palabras; con solo un gesto de su rostro comprendió que, lo que pretendía hacer era darle espacio para que estuviera con su familia.


 


-ven conmigo.-pidió Harry, pero su Dragón movió negativamente la cabeza mirándolo con gesto suplicante, esperando que no pidiera explicaciones y Harry respetó su decisión, aunque de verdad deseaba que conociera a sus padres… al final le sonrió y él le correspondió de la misma manera.


 


Harry se dirigió hacia su familia presuroso y al llegar no hizo más que abrazarlos fuertemente como nunca lo había hecho en su vida, atesorando ese momento en su memoria como uno de sus más preciados recuerdos.


 


Draco desde donde estaba, contemplaba como Harry era acogido en los brazos de sus padres y como todos comenzaban a unirse al festejo.


 


-Bien hecho, has sido muy valiente.-dijo Nymphadora Lúpin pasando por su lado mientras le sonreía contenta y le daba unas palmaditas sobre el hombro, sinceramente se asombró por aquél gesto amable, pensó que sería excluido por ser quien era, pero no fue así, vio a los demás invitándolo a unirse.


 


-es bueno ver que has madurado Jovencito.-dijo Resmus Lúpin sonriéndole.


 


-bueno… yo…-Draco no sabía que decir, se sentía extraño y ajeno sintiendo el cariño de esas almas.


 


-Oye Malfoy, no te aísles, ¡vamos a celebrar, cuñado!.-el comentario alegre de Fred Weasley, lo hizo abochornar.


 


Lily Potter, se separó del abrazo de su hijo y le dedicó una mirada cariñosa al joven rubio invitándolo a venir con un gesto de su mano, el aludido no podía creer que eso estuviera ocurriendo, esa persona tan hermosa y gentil era la madre de Harry, a la que tantas veces había denigrado en malos comentarios, de pronto se sintió de lo peor, incapaz de ser merecedor de tan buen trato… Harry al ver lo que pasaba caminó hasta su novio y cogió su mano temblorosa.


 


-vamos Dragoncito, mis padres quieren conocerte, todo estará bien.-le dijo amoroso, Draco muy nervioso, con pasos vacilantes finalmente accedió.


 


-Gracias por salvarlo…-le dijo Lily con sinceridad cuando lo tuvo frente a frente, Draco no supo que decir, miró a su león que le sonreía divertidamente, al parecer disfrutaba de la bochornosa situación en la que estaba metido.


 


-yo, … en realidad…-titubeó nervioso.


 


-no tienes por qué sentirte cohibido chico, lo salvaste y si no lo hubieses hecho a tiempo, las cosas habrían acabado muy mal… incluso tú hubieras terminado atrapado en aquella dimensión.-habló James Potter con seriedad, el rubio se estremeció ante la posibilidad de que no hubiera logrado alcanzar la mano de Harry.


 


-Señor, Señora Potter… la única razón por la que me esforcé en salvarlo fue porque no quería perderlo, yo… de verdad amo a su hijo.-confesó el muchacho sacando aplomo a pesar de ser el foco de todas las miradas presentes.


 


-lo sabemos y lo aceptamos.-dijo Lily sonriéndole amablemente, sus ojos tan verdes como los de Harry parecían sonreír también.


 


-yo… les pido disculpas, estoy muy arrepentido por el daño que le causé a Harry, no entendía en ese entonces…


 


-no hace falta que te disculpes hijo, no tenemos ningún rencor hacia ti, solo cuida de Harry, cuídense los dos ¿de acuerdo?.-dijo James tocando los hombros de ambos chicos como si fueran sus hijos.


 


-de acuerdo.-asintieron los dos jóvenes estrechando aún más fuerte sus manos, transmitiéndose todo el amor y el alivio que sentían.


 


-chicos, tengo que advertirles, “El profeta” ya está escribiendo su jugosa historia y van a comenzar a hablar, pero no deben darle importancia.-dijo Fred aconsejándoles, ellos hicieron una mueca de disgusto recordando a la metida de Rita Skeeter.


 


-ya nos lo esperábamos, con todos los rumores circulando por la escuela, era obvio que iba a suceder.-dijo Draco sintiendo un nudo en el estomago al recordar que tenía que hablar con sus padres.


 


-hablando de rumores, disculpame Harry, pero yo ya le conté a George que terminaste con Ginny.-dijo el gemelo Weasley con un gesto de haber metido la pata.


 


-¡¿qué?! Pero cómo....-exclamó Harry incrédulo y horrorizado.


 


-veras Harry, estar muerto trae sus beneficios, puedes comunicarte en sueños.-comentó Fred guiñándole un ojo.


 


-¿co… cómo se lo tomó?.-preguntó Harry con cautela, Fred levantó el pulgar sonriendo ampliamente.


 


-te apoya Harry, hablamos y en realidad no nos importa lo que decidas, es tú vida después de todo, Ginny tendrá que comprenderlo, además todavía es joven para encontrar a otro chico que la quiera.


 


-Gracias por tu apoyo Fred.


 


-de nada Harry… solo… ten algo de paciencia con Ron, sabes lo cabezota que es.


 


-lo sé, le llevará tiempo aceptarlo… tal vez ni lo haga.-suspiró el moreno algo desalentado.


 


-cariño, todo se solucionará no te deprimas.-le decía Lily acariciando su espalda a modo de consuelo.


 


-mira ahijado, no puedes complacer a todo el mundo ¿sabes?, tu condición sexual o lo que se rumoree sobre ti por estar con quien amas es irrelevante, lo que de verdad importa es lo que tú sientes, tus padres te apoyan, yo te apoyo y tus amigos verdaderos también lo harán sin importar que.-le dijo Sirius calmándolo.


 


-pero… pensé que… como Draco es de Slytherin y tú detestas a los Slytherin… pues.


 


-Harry, después de ver las garras y el heroísmo oculto de este chico no me quedan deseos de negarme, Harry sé feliz con él y ya.


 


-te hecho de menos Sirius.-Dijo Harry abrazando a su padrino.


 


-lo sé, pero recuerda que siempre estaremos contigo, en los momentos más difíciles y en los momentos más felices.-Harry asintió realmente agradecido.


 


Draco contempló la emotiva escena, pensando en lo distinta que iba a ser la situación con sus padres… sintió un poco de celos.


 


-Dobby recuerda la cara del amito Malfoy cuando estaba triste y solitario, sentado en el columpio del manzano.-dijo la criatura, junto a los pies de Draco contemplando el semblante de su rostro melancólico.


 


Draco bajó la mirada acuosa encontrándose con los ojos grandes y expresivos del elfo.


 


-no tengo ganas de hablar.-cortó el muchacho desviando la mirada con resentimiento.


 


-mmmm… la magia ancestral me dice otra cosa… Dobby escuchará, no se burlará, no le dirá a nadie.-Draco se asombró por lo dicho.


 


Harry al ver la situación, con un gesto lo alentó a que conversaran a solas.


 


-ve con él dragón, creo que tienen bastante de que hablar.-dijo Harry a su oído y Draco asintió resignado.


 


Mago y elfo se distanciaron del grupo, sentándose en una de las bancas de la estación.


 


-¿puede contarle a Dobby lo que le preocupa?.-preguntó amigable, el joven reticente calló sin saber por donde empezar, al final habló casi en susurros.


 


-mis padres, no me apoyarán de la misma manera que sus padres… son… muy diferentes-confesó viendo a la feliz familia y a sus amigos.


 


-¡oh! ya veo, quiere el joven una familia como la de Harry Potter.-dijo comprensivo el elfo.


 


-sí, sería maravilloso.-dejó ir las palabras con una mezcla entre añoranza y amargura.


 


-pero, si ya la tiene.-le sonrió feliz la criatura.


 


-es imposible que mis padres sean así de flexibles en asuntos como este, así que explícate.-exigió mal humorado el ojiplata.


 


-el lazo que le une a Harry Potter se ha sellado, están unidos eternamente y con ello ha ganado un nuevo padre, una nueva madre, amigos y habrá muchos más adelante, así que no debe sentirse triste porque sus padres de sangre le den la espalda, incluso si son ellos los que le impiden ser feliz, entonces no merecen llamarse padres ¿no lo cree?.


 


Draco se quedó en silencio apreciando las sabias palabras de Dobby, en medio de su ensimismamiento, rememoró la sensación de cambios que habrían de venir… tal vez ese era el momento de romper las antiguas cadenas oxidadas que infundaban miedo en su corazón.


 


-si madre y padre me rechazaran, sin duda sería algo doloroso, ya que todo hijo busca ser aceptado por quienes lo engendraron, pero todo ese tormento valdría la pena solo por el hecho de tener a Harry a mi lado, porque por más que me obliguen no pienso separarme de él.-confesó Draco decidido.


 


-nada puede separarlo de Harry Potter, están sellados por la magia más antigua.


 


-¿puedes explicarme acerca de eso?


 


-lamentablemente Dobby no sabe lo suficiente, muchos conocimientos ancestrales se perdieron a través del tiempo y las generaciones.-se disculpó con pesar.


 


-pero quiero saber, hay mucho misterio en torno a nuestra relación.-miró al elfo con la duda carcomiendole.-¿seguro que no sabes algo?


 


-el joven Malfoy siempre ha sido curioso desde que era un pequeño bebé, Dobby recuerda la cantidad de problemas que tuvo que pasar para protegerlo.-rió Dobby, en eso motivado por la risa de su amigo Harry caminó hacia ellos.


 


-¿de qué hablan?-preguntó Harry curioso acercándose.


 


-de cosas.-le dijo Draco y lo abrazó con fuerza sintiéndose más feliz que nunca.


 


-¿como cuales?


 


-como que ahora tu familia, es la mía también.-dijo el Dragón y el muchacho de ojos verdes le rodeó la cintura con los brazos.


 


-estas olvidando algo muy importante Dragón.-le recordó Harry mirándolo enternecido.


 


-que cosa.-preguntó aturdido Draco.


 


-que ahora tú y yo somos una familia.-le dijo mostrándole la argolla en su mano, Draco se quedó sin palabras, atinó a sonreír con la emoción desbordándose y sin más lo abrazó fuertemente, en respuesta el otro joven buscó sus labios y lo besó...


 


Dobby sonrió al verlos tan felices.


 


-¡ya es suficiente! no sé como pueden estar tan tranquilos después del susto que nos hicieron pasar, de Draco lo entiendo estaba indefenso, pero tu hijo James, debería ser reprochado por tal locura…-dijo Severus Snape, que hasta entonces había permanecido cerca de Albus Dumbledor en absoluto silencio observando, todos le dirigieron la mirada.


 


El padre de la familia Potter sonrió pensativo… y luego le contestó.


 


-Severus… tal vez no fue una locura, era una cadena de protección, de las mismas que protegieron al joven Malfoy impidiendo que la oscuridad se lo llevara… Harry iba a buscar justamente… esa cadena.-Severus lo miró intensamente y luego suspiró derrotado.


 


-Severus han pasado por mucho, no los regañes.-dijo Lily amablemente.


 


-está bien Lily, pero aún así, fue temerario y absurdo…-terminó diciendo un poco más calmado Severus.


 


-coincido con eso.-dijo Draco asintiendo.-¡Outch!-se quejó de pronto el muchacho, pues se había ganado un codazo de Harry, se escucharon risas.


 


-tu tampoco te escaparas de ésta ahijado, ponerte a pelear a lo Muggle en ese pasillo y en condiciones deplorables, debería darte vergüenza… si no es por mi retrato no me entero.-volvió a la carga Snape.


 


-pero padrino, no fue mi culpa de pronto McLaggen se volvió como loco y comenzó a golpearme.-se defendió Draco.


 


-porque le dijiste algo que lo provocó, te conozco desde pequeño, nunca callas cuando debes.


 


-coincido con eso.-dijo Harry esta vez, Draco no dudó en devolverle el codazo que había recibido antes.


 


-¡Outch!-se quejó Harry, los presentes volvieron a echarse a reír.


 


-muy bien escuchen todos, ya habrá tiempo para charlas futuras, ahora tenemos temas mucho más urgentes que tratar.


 


-El Señor Dumbledor tiene razón, no tenemos mucho tiempo y queremos explicarles algunas cosas acerca de su condición.-habló Resmus consiguiendo que el par de chicos volviera a sonrojarse.


 


-El enlace que ustedes tienen estaba destinado a pasar, según una profecía ustedes debían completar un ritual espontaneo.-dijo Albus.


 


-¿ritual… espontaneo?


 


-si Harry, en el mundo de la magia hay rituales que se efectúan sin que ninguno de los involucrados sea consciente de que se está realizando, esto suele ocurrir cuando hay de por medio una profecía con clausula de protección.-Explicó Resmus.


 


-mientras más restringida es la profecía, más complejo es su contenido.-decía Severus al ver la cara interrogante de varios de los presentes.


 


-entonces… mi profecía referente a la destrucción de Voldemort ¿no tuvo relevancia?


 


-no se trata de eso Harry, de hecho es muy probable de que esa profecía sea solo una pequeña parte de esta gran profecía.-confesó Dumbledor con seriedad ante los rostros atónitos de todos.


 


-eso es abrumante.-dijo Nymphadora casi sin aliento ante el panorama que se veía venir.


 


-¿por qué justamente nosotros? ¿qué tenemos de especial?-preguntaba Draco inquisitivo.


 


-al igual que la varita elige al mago, la magia elige a sus elegidos, ustedes cumplen los requisitos para llevar a cabo una importante tarea que deberán ir descubriendo en el camino cuando hayan escuchado su profecía.


 


-déjenme ver si lo entiendo: fuimos elegidos por la magia suprema, para llevar a cabo una desconocida misión, la cual solo averiguaremos cuando nos sea revelada una profecía con clausula de protección, que se desbloqueó cuando efectuamos un ritual espontaneo, que de paso nos enlazó eternamente ¿correcto?


 


-usted lo ha dicho Joven Malfoy.


 


-y… que también desbloqueó nuevas habilidades ¿no es así? Como por ejemplo… hablar con hadas y con el espíritu del bosque.-continuó Harry.


 


-así es…-dijo Dumbledor asintiendo.


 


-eso se oye genial.-dijo Fred asombrado.


 


-y puede que no sean las únicas habilidades que tengan en el futuro.-dijo Snape con la mirada clavada en su ahijado, que le esquivó descaradamente.


 


-bien ahora, tengo otra pregunta… ¿qué era ese lugar oscuro donde Harry y yo estábamos atrapados?


 


-no podríamos estar seguros Draco, nosotros solo podemos viajar en direcciones limitadas cuando estamos muertos… este lugar fue creado por ambos en su mente y nosotros aprovechamos la brecha para conectarnos a ustedes.-explicó Phora.


 


-aún así, pudimos verlos a través de una barrera que no podíamos atravesar.-habló James.


 


-esa barrera ¿que era?.-preguntó Draco nervioso, sintiendo el apretón de la mano de Harry con mas fuerza sobre la suya.


 


-probablemente magia oscura muy avanzada.-dijo el anciano pensativo y muy serio.


 


-quiere decir que… ¿en esa dimensión algo o alguien tenía planeado separarnos, debilitarnos e incluso asesinarnos para impedir que accediéramos a la profecía?


 


-si Harry, pero la magia de ambos fue más fuerte y pudieron romper la maldición, ahora que la tercera parte del ritual ha concluido es urgente que conozcan y puedan descifrar su profecía a tiempo… antes de que el enemigo intente otro movimiento.-habló Dumbledor advirtiéndoles del peligro.


 


-quien trata de impedirlo es… el nuevo líder de los mortífagos ¿verdad? La profecía debe tratarse de algo muy noble como para que alguien tan siniestro quiera acabar con nuestras vidas.-dijo Draco con el ceño fruncido en seriedad.


 


-me temo muchacho que tus deducciones son correctas, tendrán que estar alerta y aprender a defenderse mutuamente, de momento estarán a salvo en Hogwarts, protéjanse.-dijo Sirius.


 


-pero Sirius, no tenemos varita ¿cómo diablos vamos a defendernos?.-rebatió Harry entrando en desesperación.


 


-hablen con Olivander, él podría darles algunas respuestas.-Dijo el padre de Harry calmando a su hijo.


 


-creo mis estimados que ya es hora de irnos, nos queda muy poco tiempo.-dijo Albus.


 


Todos se miraron unos a otros, la reunión estaba llegando a su fin.


 


-intentaremos avisarles del peligro tanto como sea posible, recuerden que las criaturas del bosque están a su favor y también tienen a sus amigos.-decía Lily abrazando a Harry.


 


-Gracias mamá, los quiero tanto.-dijo él moreno sin ganas de que se fueran.


 


-nosotros también cariño, sé fuerte, no te amedrentes por la oscuridad, sólo sigue a tu corazón.


 


-sí, lo haré.


 


-no importa cuan terrible y duras se pongan las cosas, intenten ser lo más felices que les sea posible, avancen hacia adelante y no se detengan por nada.- ella depositó un beso en su frente y también sobre la de Draco.


 


-Muchacho por favor, cuida de Harry y siempre recuerda que eres bienvenido como miembro de nuestra familia.-dijo James Potter acariciando los hombros de Draco en gesto paternal.


 


-Gracias señor Potter.-dijo el joven tímidamente y casi se quedó sin aliento cuando sintió como lo abrazaba… no sabía como reaccionar a eso… ¿cuando fue la última vez que recibió un abrazo como ese de su propio padre? Recordó con tristeza que fue cuando se unió a las filas de Voldemort.


 


 


-Adiós Harry, pase lo que pase nunca pierdas la esperanza, tú tampoco lo hagas, cuídense mucho.-les dijo Lily a ambos chicos.


 


-Adiós mamá…


 


-siempre te querremos hijo, adiós a ambos.


 


-Adiós papá.


 


-Adiós.-les dijo Draco, viendo con Harry como se subían a aquél blanco tren.


 


De pronto se acercaron Resmus y su esposa con gesto preocupado.


 


-Harry, antes de irnos tenemos que hablar contigo sobre Teddy.-dijo ella.


 


-¿cual es el problema? Seguiré cuidando de él cuando salga de Hogwarts, soy su padrino y lo seguiré siendo, no te preocupes por él.


 


-no Harry, no tendrás tiempo de hacer eso… esta profecía es de suma importancia, podemos delegar su cuidado a Fleur y a Bill, ellos cuidarán bien de él.


 


-pero…


 


-no lo discutas por favor, ya lo hemos decidido, no podrás cuidar de Teddy y llevar a cabo la profecía al mismo tiempo, no queremos que nuestro hijo sea una carga para ti.-le dijo Resmus con firmeza, Harry se sintió mal de no poder ejercer su cometido como padrino.


 


-lo hacemos por tu bien, solo enfocate en lo que debes hacer ¿de acuerdo?.


 


-¿podré seguir visitándolo?


 


-por supuesto que si, pero ahora tu prioridad… es él…-dijo ella señalando a Draco que se despedía de Severus.


 


En tanto…


 


-entonces… apruebas nuestra relación ¿padrino?.-preguntó el muchacho con una sonrisa ladina.


 


-por los pelos.-dijo Snape con voz áspera y suspiró, Draco sonrió.


 


-¿podrías darme la mano por un momento?-pidió el joven Malfoy.


 


-¿que?…


 


-quiero comprobar algo.-suplicó el muchacho con taciturna calma, él lo miró desconfiado dudando.


 


Cuando sus manos hicieron contacto Draco sintió un cosquilleo agradable y una pila de sentimientos gratos, cuando los hubo identificado volvió a hablar en susurros.


 


-yo también te voy a extrañar padrino, no te preocupes, voy a proteger bien a Harry… estaremos bien.-Snape sonrió con orgullo.


 


-Don de la empatía, habilidad adquirida del ritual espontáneo “Anima Vitale Vinculum” (Vinculo vital del alma), ejercido por legendarios magos arcanos tras completar el ritual… recuerda investigar acerca de eso en la zona prohibida y no se lo digas a Potter todavía hasta que él mismo haya descubierto su propia habilidad.


 


-s… si, lo haré, Gracias padrino.-dijo eufórico el muchacho sintiendo una alegría difícil de explicar.


 


-es hora de irme.


 


-¿que puedo hacer con madre y padre?


 


-creo que ya eres lo suficientemente inteligente como para saberlo, pero si todavía quieres una pista… “haz lo que desees, no lo que ellos desean”


 


-lo tomaré en cuenta… adiós.


 


-adiós y cuida a Potter.


 


-lo haré.


 


-¡espera, Severus!-dijo Harry deteniéndolo antes de que se fuera.


 


-¿cómo te atreves a tutearme? ¡Ten un poco de respeto!-dijo Snape con mala leche, Draco no aguantó más y se echó a reír con Fred que estaba justo a su lado.


 


-lo siento… solo quería decirle… que lo admiro, todas las cosas que hizo por mis padres y por mi… gracias, sin usted… no hubiera podido vencer a Voldemort.-dijo el muchacho a nada de soltar las lágrimas, el semblante del mayor se relajó y lo miró con nostalgia.


 


-no hay nada que agradecer, solo hice lo que tenía que hacer, adiós muchacho… cuida de Draco.-Harry asintió y sin pensarlo mucho lo envolvió en un abrazo ante la atónita mirada de todos, haciendo que el aludido se sintiera bastante incómodo.


 


-ya… ya… es hora... de que vuelvan.-balbuceó nervioso Snape luchando contra las ganas de devolverle el abrazo, pero solo pudo darle unas tímidas palmadas a su espalda para calmarlo.


 


Draco sintió las emociones de Harry y paró la diversión, se acercó a él reconfortándolo y al tocarlo, no pudo evitar hacer lo mismo que él con Snape… se unió a Harry, ahora el incómodo hombre lo estaba aun más, por tener a dos adolescentes emocionados abrazándolo con afecto.


 


-¡serpientes y leones! ¡¿a que hora parte el maldito tren?!.-masculló Severus mientras Fred se carcajeaba con Dumbledor.


 


-déjalos que expresen el cariño que te tienen Severus, debes estar muy feliz ¿me equivoco?-dijo el anciano con tono divertido mientras Severus seguía rezongando.


 


El sonido de la partida del tren comenzaba a sonar.


 


Al final ambos chicos se despidieron de Severus, Dobby, Fred y Dumbledor, ellos prometieron que siempre estarían en sus corazones.


 


-¿y ahora que…?


 


-hay que esperar.-dijo Harry viendo al tren marcharse.


 


-no sé como vamos a afrontar esto, pero siento que todo estará bien si estoy contigo.


 


-yo también lo creo… así que… cuando regresemos ¿podemos hacer publico lo nuestro?


 


-por supuesto que sí, nada me haría más feliz León.-dijo Draco estrechándolo entre sus brazos. Harry se inclinó para besarlo y cuando sus labios se unieron una luz cegadora los envolvió.


 


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En medio de la quietud de aquella habitación que era iluminada por la luz de la luna, dos jóvenes comenzaron a recobrar la conciencia, abriendo lentamente sus ojos, plata y esmeralda se encontraron…


 


Se quedaron contemplando mutuamente por quien sabe cuanto tiempo, admirando la belleza de los vivos colores en sus pupilas y los campos áuricos que los hacía ver como criaturas fuera de este mundo… con un nudo de mariposas en el estómago ambos sentían que volvían a enamorarse el uno del otro.


 


Estaban recostados sobre las camas de la enfermería, frente a frente separados por una distancia muy pequeña… aún sin verlo, notaron que sus manos estaban unidas por una cadena de plata que relucía y sus manos estaban entrelazadas, sintiendo pasar entre ellas todos sus sentimientos.


 


Suspiraron silenciosamente a la vez y se decidieron a mirar a su alrededor… efectivamente estaban en la enfermería, vieron en otras camillas descansando apilados a sus amigos y esbozaron una sonrisa incrédula… a Harry le causó gracia ver a Ron apoyado en el hombro de Blaise, a Neville sirviéndole de cabecera a Theodore Nott, a Luna, Pansy Parkinson y Hermione compartiendo la misma almohada tapadas con una manta… mientras que Ginny estaba dormida en otra camilla junto a la Directora que parecía haber estado consolándola durante la noche.


 


-¿qué habrá pasado mientras estuvimos allí?-susurró Draco en voz baja.


 


-no lo sé, pero obviamente debieron preocuparse por nosotros.-le contestó de igual forma.


 


-Slytherin y Gryffindor… ¿juntos?… que sorpresa.


 


-tan juntos como lo estamos tú y yo.-musitó Harry sonriendo de lado.


 


-¿una alianza?-ofreció Draco secreteando divertido.


 


-no suena nada mal.


 


Ambos se volvieron a quedar callados, contemplándose… hasta que Draco rompió el silencio.


 


-tengo frío.


 


-¿por qué… no conjuras un aestus…?


 


-tal insignificante hechizo no se compara con el calor de... tu cuerpo.-susurró el rubio ansioso por estar más cerca suyo.


 


Harry sonrió con aire seductor al ver la súplica en sus ojos platinados y abriendo como pudo las cobijas de su cama le dio una muda invitación que Draco no pudo rechazar.


 


El joven sofocado por esa sexy mirada esmeralda, se desplazó intentando hacer el más mínimo ruido y se cobijó entre los brazos de su chico, que lo estrechó fuertemente por debajo de las mantas.


 


Sentían que el corazón les explotaría de latir tan fuerte, el sonrojo cubrió sus mejillas y sin esperar más se besaron intentando con eso aquietar la ansiedad de sus corazones desbocados.


 


-no sabes cuanto te amo.


 


-si lo sé… me amas toda la eternidad.-le contestó Harry y volvió a besarlo bajo la luz de la luna que los bañaba a ambos… luego de eso se acurrucaron para dormir abrazados como hace tiempo habían añorado.


 


A lo lejos Hermione, Pansy y Luna intentaban contener un suspiro ante lo que habían presenciado y oído, se habían hecho las dormidas para contemplar el momento en que despertarían, pero no imaginaban que sus amigos lo harían con tanta miel.


 


-será mejor que volvamos a dormir.-dijo Hermione sonrojada en un susurro ahogado, Pansy sonrió con sorna, divertida por la reacción de la castaña.


 


-pero debes admitir que son adorables.-dijo Luna suspirando bajito.


 


-adorables y calientes.-susurró Parkinson con gesto lascivo.


 


-dios, duérmanse de una vez.-cuchicheó una sonrojada Hermione sin poder evitar recordar el beso que Harry se había dado con Draco.


 


Lo que ellas no sabían, era que todos los presentes se habían hecho los dormidos presenciando la romántica escena, definitivamente unos iban a conciliar mejor el sueño que otros esa noche.


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Muy temprano por la mañana, Madame Pomfrey encontró a ambos chicos durmiendo abrazados con una expresión angelical en sus rostros, suspiró debatiéndose entre si despertarlos o dejarlos dormir un poco más, al final la segunda opción fue la que ganó y conjurando una cortina insonora se fue a despertar al resto de los “invitados”


 


Con unas pequeñas palmaditas, varios remezones y un par de gritos, los demás jóvenes despertaron desorientados y magullados por dormirse en mala posición, la directora conjuró un glamour en si misma vistiéndose adecuadamente para recibir un nuevo día.


 


-Madame Pomfrey cuando el Señor Malfoy y el Señor Potter despierten, dígales que necesito verlos en la dirección después de la primera clase.


 


-sí Directora.-respondió Pomfrey mientras Minerva salía de la enfermería con una sonrisa cansada… la tensión y la preocupación por sus alumnos la tenía agotada, de camino a su despacho contempló a Firenze acompañado de Bane y otros centauros… ambos sonrieron y fueron al encuentro del otro.


 


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-jóvenes vayan a desayunar para reponer energías.-aconsejó la enfermera una vez que volvió a entrar en la habitación.


 


-OUTCH! Mi cuello.-se quejó Zabini.


 


-Madame Pomfrey ¿cómo está Harry?.-se apresuró a preguntar Hermione.


 


-¿ya despertó?.-quiso saber Ron sobándose el cuello mientras luchaba por despegar sus pestañas.


 


-no, todavía no ha despertado.-dijo la enfermera caminando de allá para acá con las mantas y ordenando las camillas.


 


-¿y Draco?.-preguntaron los tres Slytherin.


 


-aún no, ¡por merlín! ¡que chiquillos! Apresúrense para desayunar, ellos los alcanzaran más tarde, todavía tengo que examinarlos por última vez y con ustedes revoloteando será imposible.-exclamó molesta Pomfrey haciendo salir a los chicos por la enorme puerta.


 


-¡qué carácter…!.-bramó Pansy indignada.


 


 


-bueno, me despido, le explicaré a mi prefecto que pasé la noche en la enfermería por cólicos… gracias por consolarme Zabini.-dijo Luna sonriente.


 


-no fue nada, es solo que también me había encariñado con esa Hada, conserva bien esos polvos dorados, pueden traer buena suerte.


 


-no va a ser necesario… creo que de hecho la veremos muy pronto.-dijo la muchacha abriendo un pañuelo blanco con una semilla adentro.-los ojos de Blaise se abrieron de par en par.


 


-creo que fue la magia cegadora que envolvió a Draco y Harry anoche.-dijo Hermione observando la curiosa semilla.


 


-asombroso.-dijo Nott contemplando como brillaba.


 


-¿habrá que plantarla?-preguntó Neville fascinado.


 


-esperaré a preguntarle a los chicos, ellos sabrán que hacer… después de todo, el vínculo que los une a ella es imposible de entender por magos como nosotros… están a otro nivel.-dijo Luna y todos asintieron resignados.


 


Slytherin y Gryffindor se encaminaron hacia el Gran comedor en absoluto silencio, justo antes de entrar Hermione se giró hacia Theodore Nott y le ofreció la mano.


 


-creo que después de lo de anoche no vale la pena fijarnos en nuestras diferencias, propongo un tratado de paz.-dijo la castaña diplomáticamente, dejando estupefacto incluso a Ron, Longbottom y Ginny.


 


Los chicos de Slytherin se miraron entre ellos con sorpresa, no lo esperaban… ¿una alianza con los leones? Desconcertados se les vino a la memoria la insignia en la pulsera plateada que habían creado, la cual comenzaba a tener significado en sus mentes despiertas: un león y una serpiente, ambos alados, era una señal, era como si estuviera destinado a pasar.


 


-Potter y Draco deberían estar presentes en este preciso momento ¿sabes?.-aconsejó Theo, Hermione lo miró de manera determinante sin bajar la cabeza.


-no estaba pensando en un tratado de paz enfocado en nuestros grupos, si no de mago a mago, de persona a persona, propongo: no más burlas dañinas.


 


-ni peleas.-añadió Theo.


 


-ni rencores pasados.-Se unió Blaise.


 


-ni apodos horribles.-agregó Ron entusiasmado con la idea.


 


-ni traición.-dijo Pansy.


 


-ni manipulación.-Neville se hizo presente también y cuando llegó el turno de Ginny… hubo un sepulcral silencio.


 


-yo no… no voy a participar de esto… omito.-dijo ella con la mirada gacha.


 


-¿te duele que ellos hayan decidido amarse para siempre verdad? ¡Eres una egoísta!.-lanzó Pansy casi echando espuma por la boca.


 


-sí, soy una egoísta y me duele ¿a quién no le dolería sentirse engañada? ¿a quién no le dolería ver a la persona que amas suspirando por otra que no eres tú? Aunque Harry haya terminado conmigo eso no quita que voy a estar de acuerdo con esto o con su relación ¿les quedó claro? Me largo…-dijo ella aguantando las lágrimas mientras se alejaba rumbo a la torre de Gryffindor, Ron preocupado quiso seguirla pero se contuvo, Hermione suspiró de angustia… esperaba en el fondo de su corazón que el nuevo amor de Ginny no tardara tanto en aparecer.


 


-no sé si la extraña magia de Potter y Dragón me está afectando, pero siento lástima por la chica.-musitó Pansy viendo el lugar por el que se había ido corriendo.


 


 


-no eres la única.- comentó Blaise.


 


-por mi parte entiendo que su situación sea lamentable, pero debería dejarlo ir… atarse solo la seguirá hiriendo y fomentará el rencor que siente contra Draco, escúchenme bien, el punto es que no permitiré que ella se interponga entre ellos.-advirtió Nott con seguridad y firmeza.


 


-comprendo lo que dices, pero hay que darle tiempo, es imposible que supere esto de la noche a la mañana.


 


-esta bien Granger, pero si intenta algo va a tener que pasar sobre nosotros primero.-declaró Pansy.


 


-¿sería capaz? ¿Ginny?


 


-mira pelirrojo, no sabes lo que una mujer despechada puede llegar a hacer por amor.


 


-detesto tener que darle la razón.-cuchicheó Hermione a su novio haciendo que este chillara incrédulo.


 


-¡¿bromeas?!.-cuando el Weasley vio que todos estaban serios y muy tensos supo que su novia no estaba jugando.


 


-entonces, dejando ese tema de lado… ¿va el acuerdo de paz?.-preguntó Blaise titubeante.


 


-sí, estamos de acuerdo.-dijeron al unísono los leones.


 


-también nosotros.-dijeron las serpientes ofreciéndoles la mano y ellos la aceptaron gustosamente.


 


 


 


En tanto en la enfermería…


 


-muchachos es hora de despertarse… arriba.-pidió la enfermera con energía.


 


Ambos jóvenes se revolvieron entre bostezos y manotazos bajo las mantas, Harry se incorporó primero mirando a su novio aparentemente dormido con una sonrisa decorándole la cara.


 


-Buenos días joven Potter.


 


-Buenos días Madam Pomfrey.-se talló los ojos tratando de espabilarse.


 


-haga el favor de despertar a su novio para poder examinarlos.-ante lo dicho Harry se ruborizó y suspiró divertido.


 


-eso va a ser un poco difícil… tiene el sueño muy pesado.


 


-entonces conjuraré un aguamenti y será más efectivo ¿no lo cree?


 


-no querrá intentarlo, también tiene muy mal despertar.-decía el muchacho sonriendo nervioso.


 


-voy a buscar sus ropas, en lo que vuelva si no se despierta tendré que conjurar un hechizo despertador ¿le quedó claro?


 


-si Madame Pomfrey.


 


Una vez que ella estuvo lejos, Harry se acercó a él susurrándole al oído.


 


-Dragón, es hora de levantarse, sé que no estas dormido…


 


-umm… solo cinco minutos más…-musitó con flojera, Harry sonrió enternecido.


 


-no tenemos cinco minutos cariño, venga vamos a dejar que nos examine para desayunar.


 


-esta bien, pero tendrás que compensarme de otras maneras cuando acaben las clases, esposo mio.-dijo en medio de un bostezo.


 


-te compensaré Dragoncito, lo prometo.-susurró cariñoso besando su frente.


 


-¿y bien?


 


-ya estoy despierto Madame Pomfrey, no es necesario que me arroje agua o me torture los oídos con un despertador.


 


-buen chico.-sonrió ella.-ahora quédense los dos quietos, voy a hacer un último hechizo de diagnóstico para ver si ya puedo darlos de alta.


 


-Madame Pomfrey… ¿qué ocurrió con nosotros anoche? usted y los demás… ¿no notaron nada extraño en nosotros mientras dormíamos?


 


-Señor Potter, no estoy autorizada para responder esa pregunta, esa información la tendrán de la directora McGanogall, cuando hablen con ella en su despacho después de la primera clase.


 


Ambos chicos se mostraron decepcionados con lo dicho por la enfermera, sin más, se dejaron examinar hasta que ella dio un visto bueno a sus bitácoras.


 


Correctamente vestidos y aseados se despidieron de la ocupada bruja, salieron al pasillo tomados de la mano contemplándose mutuamente, la hora de la verdad en la que dejarían de esconder sus sentimientos había llegado, después de lo que habían pasado ya no les importaba ser el blanco de insultos y habladurías, el asunto les parecía tan insignificante que si Skeeter venía a entrevistarlos le darían una plana completa si quería.


 


Ellos también sabían que las cosas iban a ponerse difíciles en relación con la profecía, pero si estaban juntos, lograrían sobrellevar cualquier obstáculo que se les pusiera por delante… ambos pensaban que aquél vaticinio era sumamente importante para evitar una nueva guerra contra aquél que intentaba sustituir a Voldemort, algo dentro de ellos les decía que lo que les sería revelado tenía que ver más con esperanza que con destrucción y caos… esperaban estar en lo correcto por su bienestar propio y el de los demás.


 


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-Ron ¿podrías dejar de comerte todos los waffles tú solo? ¡La bandeja ha sido llenada dos veces!.-regañó Hermione viéndolo comer como un bárbaro.


 


-no puedo evitarlo, ayer ni cenamos y muero de hambre.-se quejó con la boca llena.


 


-tienes razón, pero al menos podrías moderarte un poco.-masculló molesta.


 


-¿como está Harry? Supimos por unos alumnos de tercero que cayó en el lago congelado ¿está a salvo?-preguntó Dean con preocupación.


 


-sí, logramos sacarlo a tiempo y lo llevamos a la enfermería por hipotermia, pero la enfermera Pomfrey dijo que hoy le daría de alta.


 


-que buena noticia, ¿saben? ayer ocurrieron incidentes sospechosos.-comentó el muchacho de piel morena.


 


-¡¡cof, cof!! ¿cómo cuales?.-preguntó Ron casi atorándose.


 


-pues, como que Harry cayera al lago negro, el cual se congeló en solo unos pocos minutos, que después Draco Malfoy apareciera tirado en la entrada de nuestra casa, nos enteramos por la señora gorda que buscaba a Harry y que McLaggen le dio una terrible paliza… Sus amigos de Slytherin vinieron a buscarlo y temblaba en fiebre ¿no les parece extraño?


 


-bueno, Malfoy y Harry se han estado llevando bien últimamente, quizá solo estaba preocupado y enfermo cuando fue a buscarlo.-dijo Neville al ver que nadie de sus más cercanos se atrevía a hablar.


 


-¿como está él?.


 


-él está bien, pero no creo que sus amigos se queden de brazos cruzados.-dijo Hermione lanzando una fugaz mirada a la mesa de las serpientes.


 


-lo sé, ya fuimos advertidos…


 


-ese estúpido de McLaggen le ha buscado pelea a los de Slytherin desde que llegó.-dijo Finnigan metiéndose a la conversación.


 


-¿no lo saben? El mejor amigo de McLaggen, Michael, fue herido de gravedad cuando Malfoy dejó entrar a los mortífagos en la escuela… lo llevaron a San Mungo… no alcanzó a sobrevivir.-dijo un joven a su lado.


 


-oh cielos…-susurró Hermione alarmada, los demás se quedaron callados sin saber que decir.


 


-De todas formas, sabemos que Malfoy lo hizo obligado con temor de perder a sus padres, aveces hay cosas de las que uno no se puede escapar tan fácil-dijo Neville, todos los que escuchaban la conversación asintieron.


 


-espero que algún día pueda entenderlo Nev… que las situaciones y las personas cambian y que…-Hermione de pronto se quedó callada observando un pétalo que había caído sobre la mesa, lo tomó con cuidado apreciando su belleza, nunca había visto uno como aquél, Longbottom también hizo lo mismo tratando de recordar sus libros de herbología, pero no tuvo mucho tiempo para eso, los pétalos seguían cayendo desde el cielo haciendo que todos miraran hacia arriba.


 


-¿será un especie de hechizo?-preguntaba un joven de la casa Ravenclaw maravillado.


 


-no lo sé, pero huele delicioso-decía su compañera percibiendo el agradable aroma silvestre.


 


-¡miren…!.-dijo un chico de Hufflepuf contemplando como ruiseñores, gorriones y palomas blancas revoloteaban por encima de la cúpula mágica.


 


A continuación, comenzaron a llegar Hadas luminiscentes, llenando la estancia de destellos dorados que opacaban a las velas flotantes, mientras las paredes rocosas del lugar se tejían con enredaderas de madre selvas y rosas blancas, sin duda, la naturaleza parecía estar festejando algo que desconocían, excepto cierto grupo de serpientes, cierto grupo de leones, una Ravenclaw, la profesora Trewlaney y la directora de Hogwarts.


 


Las puertas del gran comedor se abrieron creando una corriente de pétalos que danzaban en el aire mágicamente, todos se giraron a ver a los recién llegados.


 


Harry y Draco se sobresaltaron al ver como todos le dirigían la mirada, el corazón les latía bajo el pecho como si hubieran corrido una maratón, estaban asustados, pero recordar la oscuridad les dio valor para caminar por el pasillo tomados de la mano… las hadas comenzaron a revolotear en torno a ellos y un par de ruiseñores bajaron posándose en sus hombros con tranquilidad.


 


-tienes un ruiseñor parado en tu hombro.-cuchicheó divertido el león, contemplando como el avecilla se refregaba de gusto contra la capa de Draco.


 


-tu también y el salón está lleno de pétalos y hadas luminiscentes, parece nuestra boda.-susurró Draco nervioso viendo las caras pasmadas de todos sobre él. Harry se rió del comentario y le tomó la mano con más fuerza.


 


-eres increíble, aún en esta situación tienes algo ingeniosamente gracioso que decir.


 


-no pude evitar pensar en ello, mira el condenado salón, hasta las paredes están tapizadas en flores.-ahora Draco soltó una risita divertida contagiando a su novio.


 


De pronto una voz se escuchó en sus mentes.


 


-”Bienvenidos, estábamos esperándoles con ansias… el ritual se ha completado y ahora sus núcleos se han sellado, nuevas puertas a magia no explorada se abrirá para ustedes hijos de la sagrada magia, nuevas experiencias les esperan también… no temáis, nosotros los hijos del bosque les protegeremos cuando haga falta, todo estará bien”


 


Ambos chicos se contemplaron con complicidad, apreciando las palabras del hada, luego sus miradas recorrieron a los alumnos que tenían la boca abierta de la impresión al ver sus auras doradas brillando en torno a sus cuerpos, y es que ya no parecían magos ordinarios en absoluto, parecían como de otro mundo.


 


Continuará…


 

Notas finales:

espero que les haya gustado, esperen el proximo capítulo para leer escenas lemonosas y la reacción de sus amigos! abrazos!!


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