Disclaimer: Este fanfiction está basado en los libros de Harry Potter de la autora J.K Rowling, no representa en ningún caso robos del derecho de autor ni violación del mismo, es solo un y si hubiera... en las miles de posibilidades existentes.
Capítulo quinto: “Volando juntos”
Caminaron la mayor parte del trayecto tomados de la mano, pero Harry tuvo que detenerse al ver como cada cierto tiempo su orgulloso compañero fruncía el ceño en un gesto de molestia… obviamente sabía a lo que se debía, aunque él jamás lo reconocería.
-vamos a descansar por aquí un momento.
-mientras más demoremos peor será para nosotros-le rebatió Draco.
-no puedes caminar y sabes a lo que me refiero-contraatacó Harry dejándolo sin palabras.
-¡Oh cállate!-refunfuñó.
-eres tan terco que pareces de Gryffindor.
-¿ha?-Draco lo miró como si le hubiera salido otra cabeza.
-¿sabes? Esa noche cuando el sombrero seleccionador nos dijo cuales serían nuestras casas... por un momento... quise que vinieras a Gryffindor, puede parecer muy arrogante de mi parte, pero no quería que fueras a Slytherin, era como... si algo me hubiera advertido para ayudarte, como... un aviso... ya cuando te vi con la túnica verde, supe que no habría forma de alejarte de lo peligrosas que se iban a poner las cosas-confesó Harry nervioso, pero se sorprendió mucho cuando el otro joven rubio dejó escapar una risita de alivio y se acercaba mirándolo profundamente con una ternura indescriptible.
-te voy a confesar algo... aquél día mis padres se enfadaron conmigo porque les dije que quería convertirme en amigo del niño que vivió.
-¡¿que?!-preguntó atónito aun con una sonrisa enorme en la cara.
-si, se lo tomaron tan mal que me gritaron diciendo que eso sería imposible, me enfade contestándoles que me convertiría en un Gryffindor solo para poder ser tu amigo, soltaron una carcajada rallándome con el cuento de la casta familiar y de que ningún Malfoy ha sido antes un Gryffindor, pero en el camino de ingreso a Hogwarts me encontré a mi padrino que se había enterado ya de todo el alboroto, él también me había regañado y estaba furioso conmigo, entonces de la nada apareció Albus Dumbledor que nos había escuchado y comentó para mi interés, que el sombrero seleccionador pondría en Gryffindor a quien quisiera pertenecer a su casa a pesar de tener un carácter muy Slytherin... yo estaba ilusionado, hasta que ocurrió, me rechazaste, estaba tan dolido que mandé todo a la mierda, sería un Slytherin justo como querían mis padres y justo como yo deseaba solo para poder hacerte la vida imposible…
-¿así que fue mi culpa?-Harry estaba cómicamente horrorizado, reacción que hizo a Draco soltar una carcajada.
-pues sí, pero también fue culpa de mis... celos...-confesó sonrojado y nervioso.
-¿estabas celoso de... Ron? ¡no puedo creerlo!-exclamó Harry divertidamente.
-de Weasley y de todo el mundo... lo estuve por todos estos siete años-dijo casi en un hilo de voz.
-me pregunto-habló Harry de pronto.-si hubieras podido llevar el peso de lo que significa ser un Gryffindor, ¿habrías podido aguantar meterte en problemas por entrar a las zonas prohibidas? ¿soportar el peligro de criaturas espeluznantes? ¿la cara enfadada de Hermione cuando nos equivocábamos en algo? ¿o aguantar las estupideces de Ron?-imaginar eso le hizo tanta gracia que dejó escapar una risita burlona que pasó a convertirse en un mar de divertidas carcajadas, las cuales contagiaron a su compañero.
-no creo que hayas podido con todo eso jajajaja
-¿me estas desafiando? Ajjaja
-la verdad, para serte sincero… me costaba mucho aguantarme la risa cada vez que Ron abría la boca jajaja.
Ahora estaban los dos sosteniéndose del estómago intentando parar de reír, cuando por fin se detuvieron, otro silencio incomodo se instaló entre ellos.
-¿te gustaría ser un Gryffindor?
-tal vez… no lo sé… -dudó Draco, sintiéndose tentado por el lado aventurero del moreno-¿y a ti un Slytherin?-preguntó curioso.
-creo que no estaría tan mal… hay personas maravillosas allí-comentó Harry.
-¿estas tratando de adularme?-Draco levantó una ceja divertidamente.
-pretencioso… no solo hablo de ti, esta Snape… incluso tus amigos.
-yo no tengo amigos en esa casa, todos son unos lame botas cobardes, si las cosas se ponen feas, te dejan botado y no dudaran de clavarte un puñal por la espalda para salvarse ellos mismos.
-¿hablas así de los que me enviaron un patronus para que fuera tras de ti?
-¿cómo dijiste?-la cara de Draco era un retrato al shock.
-Fueron ellos los que me avisaron que escaparías… de no haber sido por ellos… tu estarías camino a Azkaban, nunca hubieras sabido si tu madre se encontraba bien… y… nosotros… si no nos hubiéramos encontrado, nunca habríamos podido…
-esos infelices ¿que se habrán creído? ¿que les voy a pagar una deuda mágica?-soltó enardecido de furia.
-pues deberías ¿es que acaso lo que ocurrió ayer no lo vale?-El chico de la cicatriz se sintió un poco dolido.
-……….por supuesto que lo vale, es solo que… odio sentirme humillado-confesó para arreglar el mal entendido.
-no te humillarán, son tus amigos, les preocupas, aún te ven como su líder y harían lo que fuera por ti-intentó animarle su compañero.
-¿crees que Blaise me perdone? Creo que le rompí un diente…
-outch…-gesticuló Harry como diciéndole “vaya si que metiste la pata”
-eso no ayuda ¿sabes?-se sulfuró nervioso.
-jajaja lo siento es solo que no…-y hasta allí pudo hablar el moreno… que enmudeció de repente abriendo sus ojos de par en par.
-que… ¿Harry qué pasa?-le preguntó preocupado.
-Draco, gira a ver tras de ti, muy... lentamente y prometeme... que vas a mantener la calma.
-ya me estas asustando ¿que diablos sucede? ¿Harry?
-……………..girate, por merlín girate… lento y por favor no grites… o se lo tomará como una ofensa… y eso… no es nada bueno-suplicaba en susurros y con cautela.
-esta bien…-Draco giró con lentitud hacia atrás y sus orbes celestes se abrieron de par en par al ver a un hipogrifo majestuoso que avanzaba hacia ellos.
-………...no grites… inclinate lentamente en una reverencia…-le susurró Harry al oído, Draco no sabía por qué había obedecido, si había sido por puro miedo o por el aliento cálido de él en su oreja.
Esperó pacientemente lo que parecía una eternidad, hasta que vio con asombro como el hipogrifo también le respondía con una reverencia…
-¿quieres saber lo que se siente montar un hipogrifo? Pues ya puedes averiguarlo, vamos…-dijo Harry muy feliz de ver que la criatura había aceptado a su compañero.-no te quedes allí parado, vamos a dar una vuelta.
-¡¿me estas jodiendo?!
-¡que no, vamos, vamos!-invitó entusiasmado el chico de la cicatriz.
Harry corrió por el sendero jalando de la mano a un miedoso Draco que intentaba por todos los medios resistirse al encuentro.
-¡no, suéltame!-casi chilló graciosamente.
-pero si fuiste aceptado por el hipogrifo, no te hará daño.
-¡no… no voy a subir a esa cosa!-dijo en un hilo de voz tratando de zafarse del agarre de Harry.
-mira Draco, además podrías tomarlo como reto personal, es una excelente oportunidad para vencer tu miedo… a menos… a menos que seas un gallina-se arriesgó a decir el moreno, sabía que había sido un golpe bajo, pero tenía que confiar en sus instintos… que le decían que eso lo haría reaccionar, y si que lo había logrado, Draco abrió la boca consternado y furioso.
-¡no soy un gallina!-bramó.
-demuéstralo…-desafió Harry divertidamente… el muy maldito debería haber sido un Slytherin, sin duda.
El rubio trató de normalizar su agitada respiración y comenzó a estirar el brazo lentamente hacia el cuello de la criatura… su mano temblaba ante el recuerdo de la mordida del hipogrifo en la clase de criaturas mágicas de Hagrid.
-relájate, no hay nada que temer, no eres su enemigo, ni él el tuyo, eso es… eso es…-Harry sonrió emocionado cuando las manos blancas tocaron las plumas al fin.
-son… muy suaves-dijo acariciando asombrado el cuello del hipogrifo.
-claro que son suaves… mira como te busca, creo que le agradas.-dijo Harry viendo como la cabeza de la bestia se restregaba contra el pecho de Draco y graznaba de gusto, el joven correspondió acariciando su cabeza emplumada…
-bien, vamos a subir…-El hipogrifo se inclinó lo suficiente como para que pudieran subirse, primero lo hizo Harry, el cual ofreció una mano al pasmado rubio para ayudarlo a montarse delante suyo.
-¿preparado?-preguntó Harry pasando los brazos por su cintura, cerrando la distancia entre su espalda y su pecho.
-¿como diablos vamos a sostenernos? ¿estas seguro de lo que haces?
-sí, solo trata de no tirar de sus plumas demasiado fuerte… ese fue el consejo que Hagrid me dio la vez pasada y funcionó.
Ambos sintieron un remecimiento al notar como las alas eran batidas alejándose del suelo cada vez más alto, Draco estaba con el corazón a mil intentando por todos los medios no mirar hacia abajo, pero se tranquilizó completamente cuando encontró los labios del Gryffindor, ambos se besaron deliciosamente mientras la criatura volaba por encima del bosque, luego se separaron para contemplar la hermosa vista nevada de montañas, praderas y lagos.
-¿lo ves? No fue tan difícil… al fin superaste tu miedo-dijo un sonriente Harry.
-si, aunque me cueste admitirlo, tenía miedo de montar uno después de aquella vez, fui muy imprudente.
-bueno, pero lo pasado, pasado ahora estas aquí, arriba de un hipogrifo conmigo, disfrutando de un vuelo increíble… este recuerdo Draco, atesoralo.
-lo haré con mucho gusto-dijo el joven rubio y entonces volvieron a besarse, abrazándose aún más, el viento agitaba sus cabellos y sus capas, la temporada de invierno había comenzado oficialmente, los copos de nieve caían desde el cielo.
El hipogrifo bajó casi a ras del lago negro, para beber un poco de agua, luego volvió a subir y dio una vuelta por el castillo… el viaje estaba llegando a su fin.
Draco y Harry se lo habían pasado increíble, montar un hipogrifo con él había sido mejor de lo que esperaba.
Ambos se bajaron del lomo y Harry hizo una reverencia, Draco algo perdido lo imitó, en respuesta recibió el mismo gesto de la criatura y pudieron ver como se despedía al vuelo.
-aquí nos separamos, tu a las mazmorras y yo a la torre-dijo Harry sin ganas de desentrelazar su mano de la suya.
-no alcanzaremos a llegar al desayuno, veámonos en el almuerzo, donde siempre en la torre de astronomía.
-de acuerdo… si te acosan… llama a Kreacher, le dejaré la orden de que te proteja mientras reparamos las varitas.
-Harry…
-¿que?
-vamos a estar un largo tiempo separados… sin besarnos, sin tocarnos… no se si voy a poder resistirlo.
-¿quieres un beso de despedida?
-mmh… si-musitó Draco sensualmente en su oído para después notar como Harry le robaba un beso tan caliente como los que le había dado la noche anterior.
Cuando de pronto…
-ETJUM, ETJUM!-el par de chicos se separó abruptamente quedándose paralizados con quien tenían al frente.
-Señor Malfoy, Señor Potter salieron a madrugar tan temprano, pero que responsables.
-Directora Mcganogal…-Harry y Draco estaban pálidos como una hoja de papel… ¡los habían pillado besándose! Y no cualquiera ¡era Mcganogal!
-Quiero verlos ahora mismo en la dirección.-ordenó con autoridad frente al par de chicos que se miraban preocupados entre si.
Continuará.