Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Anima vitale vinculum por Karura

[Reviews - 172]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, lo prometido es deuda, aquí está la segunda parte, desde ya les doy gracias a todos por sus comentarios y la buena acogida que está teniendo este fic, sin más que decir, espero que les guste.


 


 


Disclaimer: Este fanfiction está basado en los libros de Harry Potter de la autora J.K Rowling, no representa en ningún caso robos del derecho de autor ni violación del mismo, es solo un y si hubiera... en las miles de posibilidades existentes.


 

Capítulo octavo: “De cacareos, hadas luminosas y pasión adolescente” parte 2


 


En tanto entre las serpientes…


 


-¡fyuu! parece que alguien se enfadó con Potter por allí.-silbó Parkinson viendo la escena de Ginny.


 


-ahora si que los rumores entre Potter y tú se van a disparar-dijo Blaise a modo de broma, pero el semblante serio en la cara de Draco le hizo sentir escalofríos.


 


-Theo… necesito pedirte un par de favores.


 


-¿qué tipo de favores?-preguntó suspicaz.


 


-uno es académico… el otro es… algo un poco… personal-dijo el rubio platinado sin dejar de ver el lugar por donde se había marchado la furiosa muchacha Weasley.


 


-partamos con el académico-dijo Nott mirando alternadamente a Pansy y a Blaise que parecían interesados en la conversación.


 


-vallamos a la biblioteca, necesito con urgencia un libro sobre hechizos avanzados sin varita y quiero que me los enseñes-casi ordenó Draco.


 


-va a ser difícil, no creas que soy un experto en eso.


 


-pues vas a tener que enseñarme pronto y como sea ¿no te haces llamar mi amigo?-cuestionó con dramatismo exagerado.


 


-la culpa es tuya por romper tu varita, asume tus consecuencias-le rebatió serio Theodore mirándolo con cierto desdén…


 


-mira Theo necesito aprender algunos hechizos que… oigan ¿y ustedes piensan seguirnos a la biblioteca también?-preguntó el rubio irritado, volteándose a mirar a Zabini y a Parkinson que venían caminando sigilosamente tras sus pasos.


 


-¡¿nos estas excluyendo?!-chilló Pansy horrorizada.


 


-de momento no les he pedido ningún favor-aclaró Draco cruzándose de brazos con gesto altanero.


 


-ya sé por qué no quieres que los acompañemos ¿van a hablar de Potter cierto? ¿cierto?-mordió con astucia Pansy llegando al meollo del asunto, provocando un ligero temblor en el rubio.


 


-¿es eso verdad?-quiso saber Blaise, sintiéndose nuevamente traicionado por que Draco no confiaba en él.


 


-¿y qué si voy a hablar de él?, Theo ¿podrías hacer un hechizo ensordecedor mientras te cuento “ciertos detalles” que estos pudorosos no soportarían escuchar?-habló con sorna.


 


-pues yo no estoy muy interesado en conocer esos... “detalles”-replicó haciendo una mueca asqueada.


 


-pero nosotros sí, anda Draco cuéntanos ¿que paso anoche entre Potter y tu? ¿son ciertos los rumores que circulan por la escuela?-preguntaba la morena jalando la túnica de un mal humorado rubio.


 


-Draco no me digas que Potter te gust…-balbuceó Zabini aturdido sin alcanzar a completar la frase.


 


-¡por Salazar! ¡Theo, has el bendito hechizo de una condenada vez, si no quieres que añada uno de tus dientes a mi colección!-amenazó Draco con ira mal contenida, agarrándolo de la túnica.


 


-mufliatto…-dijo resignado el chico haciendo un movimiento con su varita y añadió-¿contento?


 


-lo siento si fui rudo, pero necesito hablar contigo de esto que me está pasando, lo de los hechizos sin varita puedo averiguarlo por mi mismo, solo era una excusa.


 


-ellos te van a odiar ¿sabes?-dijo señalando al resto de sus amigos que enfadados les gritaban improperios y los seguían hacia la biblioteca.


 


-si realmente son mis amigos respetarán mis decisiones y lo mismo va para ti… ¿puedes también añadir un hechizo de protección? No quiero que alguien rompa el encantamiento mientras hablamos.


 


Caminaron en silencio hacia la biblioteca seguido de los dos curiosos amigos que intentaban averiguar que se traían entre manos.


 


-¿porque has decidido contarme tus secretos a mi y no a ellos? ¿dudas de su lealtad?-cuestionó Nott mientras se sentaba con Draco en unas de las sillas de la biblioteca, metros más allá Blaise y Pansy estaban en otra mesa tratando de leer sus labios.


 


-no es por eso, es solo que el instinto me dice que… te mostrarás más tolerante que ellos cuando te cuente mi secreto.


 


-¿es tan terrible?-preguntó Nott con gesto curioso y preocupado.


 


-si se enteran mis padres me los cargo de la impresión, con eso te digo todo-decía Draco con cautela, mirando nervioso hacia todos lados… ¿de pronto se preguntaba porqué que habían elegido una biblioteca en primer lugar? No era para nada cómodo aunque estuvieran con el encantamiento Mufliatto.


 


-¿tiene relación con él?…-el rubio se limitó a mover la cabeza con un gesto afirmativo.


 


-¿Que hiciste Draco?-preguntó Nott incómodo al ver sus vidriosos ojos mirándolo con nerviosismo.


 


-Theo… creo que anoche… él y yo como que… nuestros núcleos… se enlazaron.


 


-¿Qu… que dijiste?-casi escupió el joven abriendo los ojos de par en par…


 


-si, lo que escuchaste… pasó mientras… mientras lo hacíamos…-se sinceró Malfoy mirando la mesa en la que apoyaba sus codos, como si fuera lo único en el mundo.


 


-oye… ¿estas consciente de la locura que me estas contando?


 


-sí sé que es una locura, que no tiene sentido y que debería olvidar cada uno de los momentos que compartí con él desde que llegué este año a Hogwarts, especialmente lo que ocurrió anoche, pero… es que no puedo… Theo, siento… que lo amo.


 


-¿amor? Ya me estás preocupando Draco, puede que estés ilusionado y eso sea todo… además, ¿como estas seguro de que no es amortentia?-dijo viendo la curiosidad y el temor en el rostro del rubio, luego añadió-¿quieres que haga un hechizo de diagnóstico?


 


-¿desde cuando puedes hacerlo?-preguntó asombrado.


 


-desde que asumí que soy un ratón de biblioteca y que quiero ser medimago.-sonrió Theodore, Draco le devolvió la sonrisa.


 


-hazlo, pero estoy seguro de que no estoy bajo un hechizo.


 


-pues, verifiquémoslo.-el joven Slytherin recitó unos hechizos haciendo unos movimientos con su varita sobre el cuerpo de Malfoy, después de unos segundos comenzó a escanearlo desde la cabeza hasta los pies.


 


-¿y bien?-dijo el Dragón con ceja alzada al ver la cara asombrada del otro.


 


-no hay nada.


 


-te lo dije.


 


-pero tu núcleo…-Theo lo miró con expresión sombría.


 


-¿qué sucede con él?


 


-lo que haya pasado entre ustedes anoche, hizo que se modificara… creo que tenías razón cuando dijiste que tenías la sospecha de que te habías enlazado con el núcleo de Potter.


 


-eso explica porqué su elfo domestico me llamó amo… me considera como de su familia, no solamente porque sea pariente de los Black, si no porque estoy enlazado por la magia directamente con Harry.-explicaba Draco maravillado mientras Nott lo contemplaba todavía incrédulo.


 


-¿sabes lo que implica un enlace mágico? Es para siempre ¿estás dispuesto a romper tus tradiciones familiares solo porque te enlazaste a él en una noche de pasión?


 


-¿así es como lo ves? ¿una noche de pasión? Para mi fue mucho más que eso, mi mundo dio un giro completo, incluso anoche aprendí bastante más de mi mismo de lo que hubiera sabido en años, una de esas cosas fue que por mucho que ame a mi familia, no puedo privarme el derecho de ser, mi vida ellos me la dieron y es lo único que me pertenece… no la fortuna, no el prestigio, mi vida ¿entiendes Theo?


 


-…


 


-Seguro que no lo entiendes, ya hemos hablado lo suficiente me largo-dijo Draco sintiéndose dolido al no verse apoyado, se levantó secamente y cuando estaba a punto de irse, Nott lo jaló del brazo.


 


-¡Draco espera!


 


-¡¿que quieres?!-casi le gritó.


 


-¿se te está pegando lo Gryffindor? dejame al menos darte una respuesta ¡por Slytherin!-regañó el joven.


 


-pues habla…


 


-mira, yo no soy quien para decirte como debes vivir tu vida y tienes razón tus padres tampoco, pero ten cuidado, es demasiado pronto para que determines si es amor o no… ¿porqué tanta prisa? ¿de qué tienes miedo?


 


-tuvimos un enfrentamiento, nos gritamos de todo, salieron a flote varias verdades que dolieron y fue desgarrador para ambos, tanto que nos nos quebramos en llanto abrazados el uno del otro… buscando consuelo, nos dimos un beso… y después, no pudimos parar-habló Draco casi en susurros conteniendo el nudo que le obstruía la garganta, al tener muda respuesta continuó- anoche fui suyo y no me arrepiento de eso, porque en todo momento me hizo sentir especial,fue tan cuidadoso… yo sé que esto es amor Theo, también sé que soy correspondido, incluso en este momento en el que te estoy contando esto, siento su magia fluir por mis venas, puedo sentir sus emociones como si fueran las mías y no puedo evitar… enamorarme a cada instante, si solo pudieras experimentarlo… tal vez podrías entender mis ansias y mi felicidad.


 


-de hecho... estoy sintiendo… cosas raras… ahora mismo-decía el muchacho absorto llevándose una mano al pecho donde su corazón latía desbocado, su mirada se desvió al brazo de Draco el cual estaba sosteniendo y notaba como una luz purpura viajaba a través de ellos.


 


-¿qué estás sintiendo?-preguntó el muchacho rubio anonadado mirando la misma luz purpurea.


 


-es abrumante… nunca había sentido algo parecido, mi pecho duele… se siente como nostalgia, melancolía, ansias… y al mismo tiempo, cariño, ternura… algo cálido… no sé como explicarlo está todo revuelto-dijo con las mejillas rojas y algo nervioso.


 


-ahora sabes como me siento cuando lo echo de menos…


 


-parece como si fuera una forma avanzada de legeremancia… ¿funciona al revés? ¿puedes saber lo que estoy sintiendo?


 


-si… es por eso que confié en ti… no tienes que preocuparte de más Theo estaré bien, trataré de buscar información a esta situación increíble que nos está pasando y si puedes ayudarme… eso sería reconfortante.


 


-no dudes de que lo haré, investigaré respecto a esto Draco.


 


-gracias... amigo-Le dijo Draco sonriendo tímidamente, el joven correspondió la sonrisa, pese a la sensación de incertidumbre que comenzó a invadirlo una vez que soltó el brazo del rubio…


 


En una esquina Pansy y Blaise cuchicheaban curiosos.


 


-¿por qué luce tan serio Theo?-preguntó Pansy.


 


-¿había magia viajando entre ellos? ¿lo viste?


 


-Pero si Draco no tiene varita, será mejor que vayamos a ver que pasó.


 


En tanto…


 


-Blaise y Pansy vienen para acá, no les digas nada de lo que hablamos-ordenó Draco.


 


-de acuerdo, no lo haré… ¿cual era el otro favor que querías pedirme?


 


-ha si, vigila a la chica comadreja, si notas algo extraño házmelo saber.


 


-¿celoso?


 


-cierra la boca Theo, o vas a escuchar cada uno de los detalles de mi próximo encuentro y voy a ser muy explicito.


 


-si, si, ya vete por lo que más quieras-suplicó preparándose para evadir preguntas.


 


Draco salió por la puerta de la biblioteca lo más rápido que pudo dejando atrás a Nott que enfrentaba las molestas preguntas de sus amigos. Se dirigió por los pasillos esquivando las miradas asqueadas de alumnos de otras casas, que habían escuchado rumores absurdos sobre su “clandestina” relación.


 


Le quedaba tiempo libre hasta que llegara la hora del almuerzo, pero estaba ansioso y de alguna manera sabía que él también lo estaba, su corazón no dejaba de latir a lo loco y no sabía si sentarse o caminar en círculos para calmarse; necesitaba verlo, tocarlo, besarlo, escucharlo gemir en su oído.


 


“si tan solo supiera en que salón esta, podría esperarlo a la entrada y raptarlo, por las serpientes, esto es insoportable ” pensaba Draco sintiendo como si tuviera un manojo de lombrices moviéndose dentro de su estomago.


 


De pronto escuchó una voz en su cabeza… era de la misma hada que le había hablado en el salón de clases.


 


“queréis verlo, os llevaré a él… porque vuestro es el deseo”-le dijo la voz dulce y apareció ante él como una luciérnaga luminosa.


 


-de acuerdo, guíame-casi le suplicó y después la siguió por los pasillos del castillo, subieron escaleras arriba hasta que llegaron a una sala, la de historia de la magia.


 


“es aquí”


 


-gracias-le dijo en un susurro sonriendo, el Hada desapareció y él se quedó allí sin saber que hacer.


 


Harry había pasado toda la clase con desasosiego, removiéndose incómodo en su silla, su corazón latía como si hubiera corrido en una maratón y sentía un calor desesperante, especialmente en sus partes bajas, estaba a punto de pedir permiso para ir al tocador, cuando para su suerte la clase terminó, Hermione y Ron estaban preocupados, hace rato que lo miraban y se preguntaban que le pasaba.


 


Draco todavía estaba parado frente a la puerta, pensando en qué excusa inventar para poder verle, cuando de pronto, ésta se abrió dejando pasar a todos los alumnos del interior que se sorprendieron al ver a Draco Malfoy en la entrada… “seguro que está esperando a Potter” “parece que los rumores son ciertos” pensaban varios que miraban al rubio como bicho raro. Harry y sus amigos al fin salieron del salón encontrándose con él.


 


-y este ¿que hace aquí?-farfulló Ron enfadado.


 


-Draco…-susurró Harry sintiendo que el ritmo de su corazón se le iba a las nubes.


 


-vine… vine a… tenemos que… cumplir el castigo-balbuceaba intentando controlar sus emociones en vano.


 


-¿castigo?-Ron y Hermione se giraron hacia su amigo pidiendo explicaciones.


 


-a… si… olvide decirles que McGanogal nos castigó… tenemos que limpiar... salones-dijo Harry algo aturdido, como si su mente estuviera atrapada en esos ojos de plata.


 


-Ron ¿por qué no nos adelantamos y vamos a almorzar? Nos vemos después Harry.-se despidió Hermione notando ciertos detalles, llevándose a un iracundo Ron que no tenía gana alguna de irse.


 


-nos vemos mione.


 


Los estudiantes transitaban rumoreando por los pasillos, pero para los dos parecía como si el resto del mundo hubiera desaparecido… después de un par de minutos extremadamente largos en los que no se despegaban la mirada y en los que no sabían ni como dirigirse la palabra, finalmente entablaron un intento de dialogo.


 


-viniste a buscarme para limpiar… ¿salones?-soltó curioso, aunque sabía la verdadera razón por la que él estaba allí y pensar en eso lo ponía en extremo nervioso.


 


-no exactamente.-murmuró el rubio enfocando su vista sobre los labios del joven que venció.


 


Harry casualmente se humedeció los labios con la punta de la lengua mandándole sin querer un mensaje bastante sexy al nervioso rubio.


 


-¿caminamos?-preguntó el castaño.


 


-claro-contestó el otro joven.


 


Uno al lado del otro en silencio, se dirigieron en sentido contrario al que transitaban los alumnos… mientras se dirigían un piso más arriba, a media escalera y viendo que no había estudiantes merodeando, Draco agarró de la túnica a Harry tirando de él hasta hacerse desesperado con su boca… él le correspondió con la misma necesidad pasando sus brazos por su cuello, acercando sus cuerpos que se estremecían al contacto.


 


-aquí no…-se separó Draco y lo tomó de la mano guiándolo por aquél pasillo, unos instantes después ambos escucharon un “por aquí” en sus cabezas, y vieron un punto luminoso que se dirigía a una de las puertas.


 


-un hada luminiscente-notó Harry.


 


-vamos-le dijo Draco mientras lo jalaba de la mano con prisa.


 


Ambos entraron atropelladamente a la sala vacía, nada más darse cuenta de esto, se buscaron el uno al otro besándose como si el mundo se les fuera a acabar, sus labios parecían derretirse como mantequilla al roce, quemaban y ardían al igual que sus cuerpos.


 


-¿me extrañaste?-preguntó risueño Harry.


 


-mucho y tu también por lo que veo-le contestó el Slytherin frotando con su mano la despierta tienda de campaña en los pantalones del chico.


 


-no ha pasado ni un solo día… ¡por merlín!, estamos locos-gimió Harry aferrándose a ese cuerpo que irradiaba un incendio a través de las ropas.


 


-si, estoy loco por ti-la boca del Gryffindor fue atrapada de nuevo con más pasión que antes, sus lenguas se encontraron rosándose en una batalla por el control de una sobre la otra y gotas de saliva se les escurría por la comisura de sus labios.


 


Sus manos se desplazaban por debajo de la ropa acariciando con infinito cariño la piel acalorada de sus pechos y los músculos en tensión, el cosquilleo en la parte baja de sus estómagos los hacía respirar erráticos y soltar suspiros placenteros en la boca del otro… en esos momentos en los que podían estar juntos, nada más importaba, ni el estatus, ni los problemas, ni los rumores, solo amarse.


 


Draco se separó de su boca con la respiración agitada, al ver a la víctima de su devoción atrapada entre su anatomía y una mesa sonrió divertido, poco a poco con movimientos sensuales comenzó a cerrar el espacio de modo que Harry tuvo que prácticamente recostarse de espaldas contra la superficie de madera quedando a merced del otro.


 


Si Harry podía procesar algo en su mente en ese instante, era lo mucho que le gustaba sentir esa suave boca caliente besándole el cuello, su aliento en su oído o escuchar esos gemidos tímidos que se le escapaban por la garganta, no pudo evitar recordar la otra versión de esos gemidos… donde Draco mandaba la timidez hasta el último confín del mundo y deliraba… como amaba eso por merlín, pensar puntualmente en ello llevó su excitación a tope, levantó las caderas para buscar más roce, su amante le correspondió frotándose duro contra él, mientras metía ambas manos dentro de sus pantalones ya desabrochados (a saber en que momento), buscando apretar con ellas la piel de sus nalgas…


 


-Haaa.-gimió el moreno abriendo sus piernas para sentir más contacto.


 


-shhhh no tenemos mufliatto Harry… gime dentro de mi boca-le dijo y lo besó con hambre, continuando el ardiente masaje en sus zonas bajas.


 


Mientras sentía la piel de su trasero enrojecer, las manos de Harry se metieron bajo la camisa del albo, buscando las aureolas de su pecho y cuando las encontró, acarició con sus dedos insistentemente sus pezones, presionándolos de vez en cuando, obteniendo de su boca pesados jadeos que se mezclaban con los suyos… unos instantes después llevó sus manos ansiosas hacia abajo, hallando la elástica tela de sus calzoncillos que fue desplazando hasta liberar aquél miembro sensible y duro.


 


Ambos se estremecieron cuando sintieron el contacto de sus húmedos miembros frotándose, sus cuerpos comenzaron a moverse con desespero sobre aquella mesa que chirriaba, provocándoles de paso un disparo enorme de adrenalina por el temor de ser oídos y encontrados.


 


-parece que alguien viene…-interrumpió Draco agitado.


 


-demonios-bramó Harry intentando subirse los pantalones.


 


-ven, rápido bajo el escritorio-dijo Draco entre susurros y besos, escondiéndose con él bajo el mueble.


 


A la sala entraron dos personas…


 


-aquí tampoco están directora ¿por qué razón los está buscando?-era la voz del profesor Steewart.


 


-porque lo que ocurrió en el salón de clases fue muy grave profesor Steewart, ese jovencito McLaggen es sobrino de alguien con un cargo importante en el ministerio.


 


-¿y eso que tiene que ver con el Señor Potter y el Señor Malfoy? Ellos no estaban involucrados en el asunto, fueron las Hadas las que hicieron la broma.


 


-precisamente por eso… creo que ellos no se están llevando bien con el joven McLaggen, como están las cosas podrían mal interpretarlos, mire, es probable que el departamento responsable del control de criaturas mágicas venga a Hogwarts y sinceramente no tengo ganas de lidiar con un comité que no entiende nada de los derechos que estas tienen.


 


-entiendo… con respecto a las varitas ¿ya habló con Olivander?


 


-se las llevó, pero no tendré noticias hasta la semana entrante-dijo McGanogall.


 


Draco y Harry escuchaban atentos la conversación, aunque el bulto que tenían entre las piernas les impedía concentrarse.


 


Con astucia el rubio decidió continuar las cosas donde las había dejado, avanzó a gatas sobre un aterrado Harry que intentaba detenerlo, pero no lo consiguió y mordiéndose los labios aguantó la placentera sensación de la lengua ajena lamiendo la punta de su endurecida erección. La cabeza de Draco subía y bajaba lamiendo sin mucha experiencia la extensión de Harry, éste se vio obligado a tragarse cada uno de sus gemidos y para ello mordía su propia corbata… el muchacho Slytherin levantó la vista para ver la expresión de puro éxtasis en el rostro de su chico… sonrió lujurioso al saber que lo estaba disfrutando… aunque bien sabía que dolorosamente.


 


La conversación continuaba y continuaba, mientras la pareja bajo el escritorio casi rayaba en la desesperación…


 


Draco llevó las cosas un nivel más allá, metió el miembro hinchado y venoso de Harry hasta donde pudo caber dentro de su boca, nunca le había hecho una mamada a nadie en su vida, aunque a él si se la habían hecho chicas en el pasado y poco las había disfrutado a decir verdad, se preguntaba como sería que Harry le hiciera una a él… con ese pensamiento y aunque sentía arcadas lo metió más profundo respirando a compasadamente para no ahogarse.


 


Harry temblaba, sudaba y sus ojos se nublaban de placer mientras gemía en silencio, sus manos acariciaban la cabeza con cabellos de oro que subía y bajaba rítmicamente, sentía la presión de su ardiente lengua frotándose cada vez más duro contra las venas de su glande, cuantas ganas tenía de compensar todo ese placer que le estaba brindando, con cuidado alejó al chico de su miembro, éste le miró con un gesto interrogante… Harry llevó sensualmente un par de dedos a su boca ensalivada y luego apuntó con mirada incitante hacia la desatendida hombría del albo.


 


Draco sonrió algo avergonzado y asintió, segundos después era él quien estaba luchando por no mandar todo al diablo y ponerse a gemir como condenado… se sentía tan delicioso que dolía, la boca de Harry era maravillosa, apretada, mojada y osada igual que sus palabras… pasó sus dedos por sus cabellos oscuros y los bajó hasta sus hombros, donde se apoyó para contener su estremecimiento.


 


El moreno comprendió que no era tan fácil como parecía y eso le hizo entender cuanto se había esforzado el rubio por complacerlo, fijarse en esos detalles le hacían sentir tanto regocijo, tanto amor que no pudo evitar poner todo de su parte para que pudiese disfrutar tanto como él. Su cabeza bajó más profundo, subió hasta sacarlo por completo y con ímpetu volvió a bajar, cuando subía rodeó con sus dientes suavemente el erguido miembro del rubio, el mencionado sentía ganas de mover sus caderas para aliviar el fuego que lo estaba quemando, pero si se movían harían ruido… sus ojos lagrimearon… ¡dios, que se vayan esos dos! Pensaban los pobres chicos muriendo de placer bajo el escritorio.


 


De pronto, para su alivio escucharon como la puerta del salón se cerraba, ambos se detuvieron para mirar por encima de la mesa y notar que estaban a solas nuevamente, suspiraron aliviados… sus ojos volvieron a encontrarse con deseo y sin hacerse esperar más se volcaron en el suelo comiéndose a besos.


 


Harry se sentó de rodillas en el suelo con Draco montado sobre sus caderas, ambos moviéndose en contra del otro buscando un orgasmo que ya no tardaba en venir.


 


-no tenemos mucho tiempo y no quiero dañarte…-suspiró ronco contra su oído el moreno.


 


 


-lo que sea… hasta con una paja mutua me conformo-lloriqueó el rubio aferrándose a su cuello como si fuera un ancla de salvación.


 


-no te preocupes, incluso si es de esa manera te haré ver el firmamento otra vez-musitó sensual junto a su boca roja.


 


-¿a si?...pues más vale que cumplas-contestó retador.


 


Harry volvió a besarlo mientras sus manos recorrían su cuerpo por completo con intensidad y maestría, sin una cuota de vergüenza o nerviosismo, totalmente seguro de si mismo. Draco en tanto sentía que se deshacía en esas caricias, el corazón le latía descontrolado y la excitación de su miembro ya no daba para más, tomó una de las manos de Harry y formaron juntos una especie de anillo con sus dedos por donde hicieron pasar sus erecciones palpitantes, ambos gimieron sorpresivamente ante la deliciosa sensación…


 


-hagamoslo al tiempo-dijo el rubio jadeando de placer, sincronizando sus movimientos con los del moreno…


 


-hmm…-gruñó Harry excitado, sintiendo la piel del joven friccionando rudo contra la suya en cada sube y baja, con la mano que tenía libre presionó su cadera y asió el contorno de su esbelto trasero pellizcándolo y haciéndole marcas con sus uñas.


 


Draco delirando, metió su cabeza por debajo de la camisa de Harry, aspirando su aroma a sudor y a perfume varonil amaderado… en ese mismo momento decidió que iba a quedarse con esa camisa a como diera lugar, para después olerla cuando no estuvieran juntos.


 


Mientras lamía entre besos su pecho atlético, se sintió llamado por unos pezones rodeados de aureolas tostadas, los cuales succionó arrancándole un gimoteo de placer al chico que venció.


 


Draco jadeó estremeciéndose y supo que ya estaba cerca, dejó de fastidiar sus pezoncillos besándolo en la boca con desespero mientras los movimientos de sus manos cada vez se hicieron más rápidos y certeros, no podían dejar de gemir en la boca del otro… estaban tan cerca… un poco más...


 


Ambos rompieron el beso juntando sus frentes sudorosas y dejaron salir quejidos de placer mientras sus cuerpos se estremecían por el intenso orgasmo que estaban sufriendo, dejando salir chorros de semen de sus miembros convulsionados.


 


-dios…ha...-jadeó agotado Draco viendo galaxias y astros por debajo de sus ojos fuertemente cerrados… tal como Harry prometió.


 


-¿lo… viste? ...ha...ha-le preguntó respirando a bocanadas, Draco tardó unos segundos en darse cuenta a que se refería.


 


-si… presumido… -se rió a duras penas, metiendo la mayor cantidad de aire dentro de sus pulmones, en eso sintió unos besos tibios en sus mejillas y en su frente perlada.


 


-como te amo Dragón-le susurró sonriente Harry, mientras sus narices se rosaban cariñosamente, el rubio se sintió cohibido de pronto notando como se le enrojecían las mejillas.


 


-yo también te amo, pero me parece que sonaría muy mal si te digo “León”… suena mejor “leoncito”-habló Draco haciendo énfasis en el “cito” mientras Harry parpadeaba divertido mirándolo con incredulidad.


 


-¿como que leoncito? Suena como… como un peluche-rió Harry.


 


-no seas exagerado no suena tan mal… “leoncito”-dijo Draco queriendo robarle un beso, pero se le escabullía.


 


-claro que si suena mal, si tu eres mi Dragón, yo soy tu León y ya está, no seas injusto-le regañó con unas ganas terribles de reírse.


 


-¿sabes? Me pregunto si es normal que acabemos hablando tantas sandeces después de que hacemos el amor, estoy comenzando a preocuparme-dijo divertido.


 


Ambos comenzaron a reírse el uno del otro, se hacían cosquillas de vez en cuando jugando como un par de niños… eso hasta que sus estómagos les recordó que no habían almorzado todavía, se arreglaron las ropas escondiendo el desorden con sus capas de invierno y salieron rumbo a las cocinas para ver si Kreacher les podía preparar algo.


 


Fin de la parte 2...


Continuará...


 

Notas finales:

¿como hará este par para discimular la fuerza de lo que sienten cuando incluso la magia está de su parte?  espero sus comentarios, nos leemos en el próximo capítulo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).