-¿Y qué piensas hacer ahora?-
-¿Qué debería hacer? ¿Entregarme a la policía?-
-No hombre, no es para tanto-
-¿Qué no es para tanto? Lo violé, Goto, lo violé- le dije sentado frente a él en un restaurante cercano a la oficina.
-No hables tan fuerte Daisuke, aquí las paredes escuchan-
-Me importa un carajo eso- me quejé –Nunca podré perdonármelo-
-Todos cometemos errores en nuestra vida, hay personas que hacen peores cosas. No puedes sentenciarte a morir por esto-
-Le arruiné la vida a Chika, Goto- le dije mirándolo como si él no me hubiera puesto atención a todo lo que le había contado en la última hora -¿No entiendes la gravedad de eso?-
-Lo entiendo tanto como si hubiera sido yo, pero lo que tú no entiendes es que también el alcohol tuvo que ver en todo eso-
-No lo sé- respondí apoyando mi mentón sobre mis nudillos –Cuando recordé eso creí haber estado consciente de lo que hacía-
-Explícate-
-Sí, es decir, recuerdo que en ese momento de verdad quería… hacerlo- le dije sin saber cómo explicarme –Me refiero a que yo quería hacerlo con él-
-¿Querías tener sexo con Chika?-
-Suena estúpido, pero sí-
Goto suspiro –Te estás confundiendo Daisuke, te sientes culpable por lo que le hiciste y tratas de componer tu error de una manera lógica, o al menos convincente para ti. Es normal que suceda eso, pero no puedes confundir la realidad con tu sugestión…-
-No, esto no es así- respondí –Goto, de verdad, estoy seguro que de haber querido irme pude haberlo hecho, pero decidí quedarme; sabía que en ese momento yo podría llegar a algo más y por eso me quedé-
-Si todo fue solo por sexo por qué no…-
-No, no fue solo por sexo- lo interrumpí –Sí quería, pero quería que fuera con él, con Chika específicamente-
-¿Con un hombre?- preguntó algo sorprendido -¿Y tú esposa?-
-No he tenido relaciones con ella desde hace dos meses… el trabajo no me deja relajarme lo necesario-
-Bueno, eso explica algunas cosas- contestó –Pero Daisuke ¿Estás seguro de lo que dices?-
-Casi seguro- contesté –No fue solo lujuria repentina-
-Entonces debo entender que tuviste relaciones sexuales con Chika porque querías hacerlo, muy dentro de ti, y el hecho de haberte embriagado te dio el valor (o la oportunidad) de hacerlo aun cuando tenía casi 20 años que no se veían ¿Es eso?-
-Básicamente-
-Amigo, todo eso no suena nada bien. No tiene sentido-
-Lo sé, pero mira, sí lo tiene- le dije tratando de convencerlo -¿Si no por qué lo hubiera hecho? Estoy casado, si quisiera sexo solo hubiera llegado a casa o me hubiera ido a un prostíbulo fuera del pueblo, pero no, quería hacerlo con Chika, quería que fuera con él-
-Pero eso no quita el hecho de que lo agredieras sexualmente- me dijo recargándose en su silla –Y que él ya no quiere saber nada de ti-
-Si hay algo que me remuerda más la consciencia que eso, es que no quiera verme de nuevo-
-¿Y qué piensas hacer?-
-No lo sé, no espero que me perdone-
-¿Entonces?-
-Quizá lo mejor será hacer lo que quiere y ya no verlo más- contesté no muy convencido –Si eso le ayudará a superar esto estoy dispuesto a hacerlo-
Goto se quedó pensando un momento –Daisuke, todo esto, lo que me contaste que pasó en el bar, lo que recordaste, esto que estamos hablando justo ahora… no puedo evitar preguntarte ¿Tú que sientes por Chika?-
-¿Qué siento?-
-Por lo que me contaste que él te dijo está claro que se enamoró de ti. Por eso dejó que le hicieras eso, porque él muy en el fondo lo quería también. Claro, no funcionó como hubiera imaginado, pero no solo te quedes pensando que fue para no causarte problemas… él también debió haber entrado en conflicto moral por eso. Digo, no es sencillo tener relaciones solo así porque sí- me dijo con una seriedad increíble –Entonces solo debo preguntarte a ti ¿Qué es lo que sientes?-
Lo pensé un momento ¿Cómo llamar a ese sentimiento? Esa mezcla de dolor y preocupación, de cariño, de frustración, de impotencia, ese arrepentimiento por lo que le había hecho ¿No podría confundirme con sentirme culpable?
-La verdad no lo sé-
-Entonces, primero debes solucionar eso, ya después sabrás que hacer-
Eso solo me dejó pensando ¿Qué tanta razón tenía Goto en eso? ¿Podría ser que Chika me interesaba de una manera diferente a la que yo creía? ¿Sí? ¿No? ¿Cómo podría saberlo?
Me mantuve con esa duda por dos semanas.
De mi parte hice caso a la petición de Chika y no me acerqué al bar ni a la tienda. Hice mi mayor esfuerzo para que no me viera en ninguna parte y creo que lo cumplí bien, porque al menos de mi parte no lo vi en todo ese tiempo.
Sin embargo, temía que estuviera llegando a mi límite.
Cada día que pasaba me sentía peor, no había momento en el que no me acordara de él, en que no cruzara por mi mente la duda de si estaba bien, si su día fuera bueno, si tuvo que atender a muchas personas, a pocas personas, si había llegado mercancía nueva, si se había retrasado, si no tenía problemas con el bar, con alguien más, todo ese tipo de cosas me mantenían en duda.
Fue unos días después cuando en verdad comencé a cuestionarme muchas cosas. Era un martes en la mañana. Se me había hecho tarde para ir a trabajar así que salí con mucha prisa. Comenzaba a creer que era mejor no pelear más con Minami por no despertarme, así que salí algo molesto… o más bien, reprimido.
Pasé enfrente de la tienda ya que no tenía otra opción para llegar temprano y sin querer me encontré con Chika, acompañado de otro sujeto que yo no conocía.
Mi curiosidad fue mayor que mi prudencia y me quedé observándolo desde lo lejos. Trataba de recordar a ese muchacho que lo acompañaba, pero por más que me esforzaba no lograba encontrarle parecido.
Chika parecía demasiado feliz con ese otro chico, demasiado. Eso me molestó mucho. ¿Por qué sonreía de esa manera? ¿Esa expresión suya se debía a ese chico? ¿Quién era? ¿Acaso eran pareja?
Cuando pensé eso me asusté. ¿No se suponía él estaba enamorado de mí?
Llegué realmente tarde por estar espiando a Chika: lo perdí de vista cuando él y el otro chico entraron a la tienda y gracias a eso estuve todo el día con pensamientos paranoicos.
Se suponía que Chika estaba enamorado de mí, él mismo me lo había dicho, pero entonces ¿Por qué parecía estar tan a gusto con ese otro chico? ¿Quién era? ¿De dónde lo conocía? ¿Era algún amigo? ¿Tenía algo con él? Bueno, de ser así no debía afectarme porque ya había prometido dejarlo en paz. Además ¿No era lo que yo quería? ¿Qué me olvidara y me superara? Entonces ¿Por qué me molestaba tanto?
Goto entró a la oficina y me provocó un susto ridículo.
-¿En qué pensabas?- se burló
-Nada en especial-
-Pues parece que sí lo era… te asustaste mucho-
-Déjame tranquilo- me quejé
-¿Qué te tiene de tan mal humor? ¿Eh?-
-No es nada- contesté serio –Tengo trabajo, eso es todo-
-Bueno- me dijo mientras sarcásticamente comenzaba a jugar con uno de mis lapiceros –Creí que estabas de mal humor porque Chika te cambió…-
-¿Qué?-
-No, nada- me dijo –Tengo trabajo, debo irme-
-¡Espera!- lo llamé para detenerlo -¿Qué fue lo que dijiste?-
-Que tengo trabajo…-
-¡No juegues conmigo! Me refiero a Chika-
Él sonrió.
-Siéntate- le dije dándome por vencido -¿Qué sabes tú de ese muchacho que esta con Chika?-
-Pues no mucho ¿Por qué quieres saberlo?-
-Porque me interesa-
-¿A sí?-
-¡Sí, me interesa!-
-En ese caso te diré que no sé mucho-
-Goto…- lo llamé molesto
-Es verdad, ese muchacho no es de por aquí, nunca antes lo había visto, solo desde hace unos días-
Me quedé pensando un momento –Tú crees que… ¿Sea su pareja? Digo, después de todo Chika es… bueno, a él le gustan los hombres-
-Realmente no sé qué relación tenga con ese chico, pero lo he visto muy cercano a él-
-¿A qué te refieres?-
-Bueno, ya han estado juntos desde hace unos… tres días-
-¿De verdad?-
-Sí, eso te ayuda ¿No? Así Chika se olvidará de ti más fácilmente-
Agaché mi cabeza mientras suspiraba. No tenía caso ocultarlo –Eso me molesta-
-¿Qué te molesta?- preguntó Goto queriendo confirmar lo que yo trataba de decir.
-Que me molesta que ese sujeto este con Chika-
Él se rio –Daisuke, no me digas que estas celoso-
-Y si lo estuviera ¿Qué?-
-¿Y todavía lo preguntas? Me sorprende que alguien como tú no preste atención a lo que hace-
-No te entiendo- respondí algo confundido.
-En ese caso trataré de explicártelo de la manera más certera y simple que pueda- me dijo mientras se acomodaba en la silla –Te enamoraste de Chika-
-¿Qué? ¡Por supuesto que no!-
-¡Es obvio!- me dijo –Ahora que vez a Chika con otro muchacho te da celos, no quieres que nadie más este cerca de él. No estoy ciego, sé que has estado inquieto desde que decidiste alejarte y no dudo que hayas pensado en lo que podría estar haciendo. Tratas de no pensar en él pero al mismo tiempo lo recuerdas al tratar de no hacerlo y ahora, llega un muchacho que nadie conoce, que no es del pueblo y de la nada esta con Chika y tú estás molesto por eso. Él te interesa, te preocupa, no quieres que este con alguien más… es obvio que estas interesado de otra manera ¿Te das cuenta?-
-¡Qué tontería!-
-Piensa lo que quieras, pero solo te engañas a ti mismo. Desde esa ocasión en el restaurante has actuado de manera completamente opuesta a todo lo que me dijiste y reprochaste- me dijo con una sonrisa –Pero si ese otro chico está interesado en él no perderá tiempo y cuando menos te des cuenta, Chika te habrá superado-
-Eso es lo que quiero-
-Dímelo cuando los veas besándose en la tienda y no sientas rabia- me dijo mientras se ponía en pie y salía de mi oficina.