La habitación estaba en silencio y solo se podía escuchar el sonido de nuestras bocas al besarnos. Había sido un día terriblemente pesado y lo único que deseaba en verdad era abrazarme a Chika por toda la noche… eso después de escucharlo gemir mi nombre, claro.
-D-Daisuke, espera…- pidió separándome un poco de su rostro.
-No me pidas eso- respondí lamiendo con cariño su cuello –Quiero besarte-
-Déjame hablar… tú ¿Estás seguro de lo que dijiste allá?-
-No podría ser una mentira- respondí –Minami y yo… no habíamos tenido relaciones desde hacía varios meses, las semanas que lleva de embarazo no cuadran con esas fechas-
-Ella aún es tu esposa- me dijo enderezándose, obligándome a que me quitara de encima -¿No te molesta ni un poco?-
-Sí, me molesta mucho- contesté serio –Pero es algo sobre lo que no puedo hacer nada y no quiero lamentarme por eso. El orgullo de un hombre casado es muy sensible ¿Sabes? Se daña muy fácilmente, pero eso es algo que se oculta para no perder la apariencia de ser fuerte-
-¿Qué piensas hacer entonces?-
-Divorciarme- respondí sin dudar –Dejaré pasar un par de días y comenzaré con los trámites. Le pediré ayuda a Goto para acelerar las cosas, él es bueno en este tipo de cosas- agregué -No puedo seguir casado con ella. Le daré lo que pida, que será probablemente la casa que tenemos en la ciudad o cualquier otra cosa que pida-
-Pero no puede ser así de fácil…-
-Lo es, aunque no lo creas- respondí sentándome frente a él mientras tomaba sus manos y las besaba –Pero ahora, lo más importante para mí es que tú estés bien y que pueda estar a tu lado-
-Daisuke…-
-La razón principal para separarme de Minami eres tú Chika, solo tú- le dije –Si ese bebé fuera mío créeme que aunque me doliera, yo cumpliría mi papel de padre y amaría a ese niño con todo mi corazón, pero como no lo es no puedo resistir el deseo de estar contigo-
Él me miró confundido.
-Entiendo que estés preocupado por eso, pero si es necesario haremos una prueba de paternidad para que no te quede duda…-
-Te creo Daisuke- me interrumpió –Es solo que… no puedo creer todavía que sea así, que esta sea la realidad de ahora-
Sonreí. Realmente era muy lindo. Me acerqué a su rostro y lo besé –Haré esto las veces que sean necesarias para que te des cuenta de que en verdad es la realidad-
-Daisuke, yo…-
-Yo sé que tengo que compensar muchas cosas- lo interrumpí sujetando su rostro con cariño –Sé que te he herido mucho y daré todo de mí para compensarlo, porque te amo Chika, te amo en verdad-
Cuando le dije eso creí notar minúsculas lágrimas que se formaron en sus ojos. Aquellas palabras no pensaba decirlas, pero en el momento me nacieron de pronto y no pude callarlas. ¿Eso quería decir que en verdad era sincero lo que sentía? ¿Por eso lo hice? Por supuesto que sí, por eso me sentía tan bien en ese momento.
-¿Me escuchaste? Te amo Chika, te amo, te amo-
-Yo también te amo…- me dijo en voz baja mientras trataba de ocultar su rostro completamente apenado.
Solté sus manos y lo abracé con fuerza, con cariño. Su cuerpo era cálido y me hacía sentir seguro. Eso hizo que me preguntara si en verdad existía el amor a primera vista, un amor que fuera verdadero y puro, uno que trascendiera por los años hasta tornarse casi eterno. Sobre si era así como se sentía el querer a alguien sinceramente, de manera mutua, sabiendo que era correspondido, que era algo que podía manejar y de estar seguro de jamás rendirme, de luchar cada día, de seguir a mi corazón.
Lo más probable era que fuera cierto, y había sido él quien me lo enseñó.
~FIN