*Narra Kai*
Toda mi vida fui llamado el hijo de Kim Hye Jin, mi madre era una famosa actriz principal de dramas e incluso tuvo papeles importantes en películas internacionales.
Desde que recuerdo, siempre trabajaba muchas horas y yo me quedaba con las niñeras, mi padre es un empresario de la moda que tiene su propia marca de ropa para mujer llamada W Fashion Kim, así que tampoco tenía tiempo para mí.
Las únicas ocasiones en las que pasábamos tiempo juntos era cuando jugábamos a ser la familia perfecta en fiestas donde iban personalidades de televisión, empresarios grandes, políticos y otras personas influyentes. Supongo que ahí mejoré mis habilidades de actuación al pretender que era el hijo perfecto y bien educado que todo matrimonio quisiera tener.
Pero la realidad era otra, yo no existía a los ojos de mis papás, siempre sentí que no les importaba; mi padre siempre le pedía a mi madre que se retirara de su carrera y mi madre siempre le pedía tiempo para ella.
Cuando tenía aproximadamente 12 años decidí que quería ser actor, para mí era la única forma de sentirme más cerca de mi madre y quería lograr que mi padre se sintiera orgulloso de mi si lo hacía bien pues en la escuela me iba mal y no era difícil imaginar que la empresa la heredaría mi hermano 4 años mayor, Junmyeon.
Junmyeon siempre estuvo alejado del drama familiar porque era un niño genio y mi padre decidió enviarlo a estudiar a diferentes escuelas en distintos países desde USA hasta Viena, a los 20 años ya había terminado su carrera de economía y a los 22 volvió a casa con una maestría en finanzas y una especialidad en marketing y publicidad.
Él era todo lo que mi padre esperaba de un hijo, así que pronto lo puso a trabajar en la empresa para prepararlo para ser el futuro presidente.
Yo por otro lado, después de dejar mis preciadas clases de ballet clásico para entrar a actuación no estaba ni cerca de estar a su altura como escuché decir a mi padre una vez.
Tomé varios cursos, a todos lados a los que iba las personas solo reconocían el nombre de mi madre como si lo tuviera tatuado en la frente.
Poco a poco comencé a desarrollar mejor mis habilidades pero siempre era lo mismo, los mismos comentarios en todas partes.
“Es hijo de Kim Hye Jin”
“Heredó su talento de su madre Kim Hye Jin”
“Será un actor reconocido por ser hijo de Kim Hye Jin”
Debo admitir que al principio me sentía mal cuando escuchaba a las personas expresarse así de mi, pero después decidí que eso era un punto a mi favor, tal vez el nombre de mi madre me elevaría al grado de ayudarme a conseguir mi objetivo, tal vez no era tan malo dejar que las personas que admiraran por ser hijo de quien era.
Pero mis planes casi se vieron frustrados el día que mi madre decidió retirarse, es demasiado joven, opinaban algunas personas, aún le queda una carrera larga decían.
Lo que ellos no sabían era que en el momento que se retiró, Junmyeon fue nombrado el presidente de la empresa de mi padre, ellos dos tomaron sus maletas y tuvieron una segunda luna de miel.
Cuando una persona es como yo, famoso o hijo de una persona pública, todo el mundo sabe de ti y de lo que haces, a veces incluso pareciera que saben lo que piensas hacer antes de que tú mismo lo sepas.
A nadie sorprendió que fuera admitido en la mejor universidad de artes del país, y a nadie sorprendió que siguiera los pasos de mi madre, es una suerte que el hijo menor de Kim Hye Jin quiera ser actor, leí en un artículo una vez, me hacían sentir que era mejor que mi hermano.
Desde el primer día que entré al edificio, algunas personas me miraron, algunos por mi apariencia, algunos porque me reconocieron de las fotos con mis padres.
Y entonces lo conocí, un chico alto de piel pálida y sin expresión en el rostro.
Yo jamás había tenido amigos pues la mitad de personas que se me acercaban lo hacían por interés y la otra mitad no se me acercaban porque me odiaban.
Con Oh Sehun, el chico inexpresivo, fue como una conexión inmediata, el no sabía quién era Kim Hye Jin y mucho menos sabía quién era yo, era perfecto porque con él nada se sentía falso, según me dijo, sus padres lo mandaron desde que tenía 12 años a un internado en América y no veía producciones de otros países.
Desde el primer día supe que sería mi primer amigo, y sé que él pensó lo mismo aunque no lo haya dicho.
Después del discurso de bienvenida nos informaron que un grupo mayor que nosotros harían una pequeña presentación preparada especialmente para nosotros.
No recuerdo de qué iba la obra, lo que sí recuerdo es al chico que hizo el papel principal.
¿Cómo podría describirlo? Él era lindo, bastante si puedo ser sincero, era pequeño, con una piel perfecta y blanca, cabello oscuro bien peinado, ojos grandes y bastante expresivos, nariz graciosa y una linda boca en forma de corazón, además que su voz era clara y limpia pero lo suficientemente fuerte como para ser notada, y su actuación por supuesto me dejó bastante impresionado, en resumen, era una amenaza.
Si yo quería resaltar entre los estudiantes, no podía permitirme dejar que alguien más, y que encima se graduaría antes que yo, llamara más la atención así que aproveche que el profesor me conocía y era gran fan de mi madre para dar mi humilde opinión negativa sobre el chico bonito.
El profesor no perdió tiempo en hablar de mi madre y de mí, lo que hizo que mis compañeros me miraran con asombro y envidia mezclados.
Cuando miré al chico lindo, pude ver claramente como me mataba con su mirada, muy bien, pensé, logré traer la atención de todos, poco a poco lo haría a un lado y él no sería competencia para mí.
Sabía que serían unos años interesantes en esa escuela, pero no esperaba que ese chico no se rindiera y prácticamente me declarara la guerra, no esperaba tener que trabajar junto a Do Kyungsoo.