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UNDERTIME por Spa G

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Notas del capitulo:

Un sueño que termina...

Zero seguía dormido flotando en el hoyo de gusano. Su sueño era de lo más grato. Pero eso estaba a punto cambiar.

 

Ha pasado algún tiempo desde que Zero llegó. Su estancia ha sido agradable en la casa de Sans y Papyrus.

Desde que llegó, Zero ha estado pensando en ese sentimiento que sintió hacia Sans la primera noche. Ha ido a la biblioteca a leer un poco sobre el tema, pero sigue siendo muy confuso para él.

Un día se levantó temprano para ir a la biblioteca para leer el último libro disponible que había. Ahí se narraba una historia escrita por Alphys sobre una poderosa guerrera que protegía a los reyes del Subsuelo y como rescataba a su amor de las manos de un ruin robot asesino.

Zero leyó con mucha atención el libro. Cuando lo terminó se levantó de la mesa para dejar el libro en su lugar. Pero al dar la vuelta se encontró con Sans:

-Viejo – susurrando - ¿qué haces aquí?

-Solo leía un poco - le respondió Zero.

-¿Y qué libro estabas leyendo?

Sans intentó ver el libro pero Zero lo cubrió con sus brazos.

-Vamos, déjame ver - insistió Sans.

Zero sin soltarlo solo se sonrojó.

-Bien, no me digas. Pero solo venía a verte para saber si querías pasar el rato en Grillby.

-Suena bien. Sólo dejo el libro y nos vamos. Espérame en la entrada.

Sans, con desagrado, lo esperó en la entrada de la biblioteca. Mientras Zero fue a dejar el libro, lo revolvió con otros libros que estaban ahí, con la esperanza de que Sans no lo viera.

En el camino a Grillby's, Sans le hizo una pregunta muy interesante para Zero:

-Zero, en el tiempo que llevas aquí, ¿te "gusta" alguien?

El pobre chico solo recibió esa pregunta como una cubetada de agua fría y ocasionó que se ruborizara.

Sans, al verlo avergonzado por la pregunta, añadió:

-Creo que se me fue la mano con esa pregunta.

Zero, pensando en un modo de salir de ese tema solo respondió:

-¿Y qué hay de ti? - ahora Zero a la ofensiva.

-¿Yo? - Sans sonrojándose - este... bueno... yo...

Sin saber que decir, Sans solo balbuceó por unos segundos hasta que:

-¡Oh, mira que tarde es! Se supone que debería estar trabajando.

Y en un instante Sans ya no estaba. Zero al darse cuenta, se recriminó el no poder responderle. Entonces comenzó a recordar el libro y se dirigió con Alphys.

Una vez en el laboratorio:

-Alphys, ¿estas aquí?

-¿Quién la busca? - respondió Mettaton - ¡Oh, querido! Alphys no está. Dijo que iba con el rey a reportar sus avances.

-¿Crees que tarde mucho en regresar? - preguntó algo desanimado.

-(riéndose disimuladamente) Si reporta su informe como el mes pasado, sí. Pero dime corazón, ¿qué se te ofrecía?

-(nervioso) ¿Puedo preguntarte algo personal, Met?

-Claro, calabacita.

-¿Qué es el amor?

Zero estaba muy sonrojado y nervioso. Sus manos sudaban bastante.

Mettaton, al verlo tan nervioso por la pregunta le dijo:

-Cariño, antes de responder, quiero que te tranquilices. Estamos en confianza. Nada de lo que se diga aquí verá la luz, a menos que quieras, ¿entendido?

Zero asintió muy aliviado. Respiró hondo y se sentó a escuchar la respuesta de Mettaton.

-Mira, cariño, el amor es un sentimiento especial que alguien siente por alguien más. Es esa sensación de estar junto a ese alguien especial. Si lo sientes por alguien y eres correspondido, te da extrema felicidad porque puede pases el resto de tu vida él o ella.

-¿Y cómo sabes que le gustas a él o ella? - preguntaba Zero emocionado y lleno de esperanza.

-Bueno, eso es un poco más complicado. Para empezar debes de pasar tiempo junto a él o ella. Deben conocerse a la perfección.

-¿Y luego?

-Luego, en un momento y lugar románticos uno de los dos debe de dar el primer paso, es decir, declarársele.

-¿A qué te refieres? - preguntó Zero un poco confuso.

-Por ejemplo, tú estás enamorado de mí y yo de ti, pero ninguno lo sabe. Entonces nosotros vamos a una cita muy romántica, y ya ahí, ya seas tú o yo le revela al otro su amor. Y como dije antes si eres correspondido los dos serán muy felices.

-¿Y qué pasa si no hay correspondencia?

-Pues, si no se es correspondido, dolerá mucho. Es decir, como si te dieran un golpe aquí - señalando el pecho de Zero - y ese dolor tardará mucho en desaparecer. Además, si bien les va, aun pueden ser amigos pero si les va mal...

Zero, imaginando primero que la confesión fuese "positiva", puso una expresión radiante. Pero, cuando imaginó lo contrario, aterrado, solo se desmayó.

Mettaton, al verlo desvanecerse lo recostó en el suelo, sobre una sábana, poniendo un cojín en su cabeza y tapándolo con otra sábana.

Pasaron unas horas y Zero volvía en sí.

-¿Estas bien, corazón? - le preguntaba Mettaton.

-Sí, perdón por haberme desmayado.

-No hay cuidado. ¿Por qué te desmayaste?

-Porque me imaginé el peor escenario posible de mi declaración de amor.

-¡Oh, perdóname cariño! Creo que exageré un poco. Pero preferí decírtelo antes para que estés preparado en caso de que no seas correspondido.

-Bueno, con lo que me dijiste, creo que sí cubro lo básico: paso tiempo con él, nos conocemos muy bien y somos grandes amigos. Pero dónde no estoy seguro es en lo que él sienta por mí.

-¡Oh, ya! - entendiendo el porque del desmayo de Zero - ¿Y quién es el dueño de tu corazón?

-¿EH?

-¿De quién te enamoraste?

-¡Aaaa! Me... - podía sentir que su corazón latía rápido - enamoré... - sentía que cada palabra era sofocante - de... - comenzó a sudar - S-A-N-S...

-Oh, cariño, me alegro por ti.

-Gracias. Y es que desde que llegué a aquí, me siento muy a gusto cuando estoy cerca de él. Con él me puedo abrir fácilmente. Y siento que entiende mis problemas.

-Deberías decírselo.

-Pero no quiero que se aleje de mí en caso de que no...

-Mejor afronta la realidad. Es mejor que vivir una fantasía creada que a la larga te dolerá más.

-Tienes razón Met. Gracias. Tu sí que eres un amigo excepcional.

-De nada cariño. Suerte.

-Gracias.

Zero, lleno de esperanza, se levantó y se fue corriendo a Snowdin a buscar a Sans.

Fue a Grillby's pero no estaba ahí. Buscó por todos lados pero no lo encontró. Así que decidió volver a casa.

Una vez ahí, pensó que tal vez estaría en su cuarto. Fue a ver, pero no lo encontró.

Pensando en las palabras de Mettaton, decidió esperarlo en su cuarto. Pasaron unos minutos y Sans no regresaba. Todavía esperándolo comenzó a caminar en círculos hasta que vio algo debajo de la cama.

-Es una de sus camperas - decía mientras la tomaba - y huele a él.

Ese olor a su amado comenzó a excitarlo.

Pronto se encontró sobre la cama de Sans, oliendo cada centímetro de la campera. Inmediatamente tuvo el deseo de transferir ese olor a su cuerpo, así que se la puso.

Con la campera puesta, sentía la esencia de Sans sobre él. Eso lo hizo excitarse más de lo que ya estaba.

Poco a poco fue sintiendo la parte superior de su cuerpo con suma delicadeza. Prosiguió con el abdomen. Todo era tan exquisito que no dudó en abrir su pantalón para tomar su miembro.

El calor que sentía al imaginarse estar así con Sans fue demasiado que el pene de Zero estaba firme.

No pasó mucho antes de que decidiera masturbarse. Él solo pensaba en su confesión:

"Sans, te amo. Desde el primer día que te vi, sentí una muy fuerte conexión contigo. Quiero que seamos felices los dos juntos."

Mientras tanto Sans entraba a la casa algo cansado por su jornada de trabajo. Así que solo se dirigió a la cocina por un vaso de kétchup. De pronto, escucho un débil chirrido que venía de su habitación. Bebió el kétchup tan rápido como pudo y fue corriendo a ver quién o que era. Al acercarse a la puerta solo escuchaba gemidos. Intentó abrir despacio la puerta para ver cuando se sorprendió al ver quien era.

Sin saber que hacer o decir, abrió la puerta y entró al cuarto. Zero tenía los ojos cerrados para imaginarse mejor a Sans cuando exclamó:

-¡Sans, te amo!

Sans, incrédulo de esas palabras solo gritó con semblante serio:

-Zero, ¿pero qué haces?

Al escuchar a Sans, Zero abrió los ojos y lo vio parado a su lado, sonrojado y con una cara de WTF...

-Hola, Sans - lo saludo sorprendido y nervioso de lo que Sans hiciera o dijera.

-Sans, puedo explicarlo. - y comenzó con la explicación - Yo te amo. Te amo desde que te vi por primera vez. *llorando* Me siento muy feliz a tu lado. Espero que no te moleste...

-Shhhh - le dijo Sans mientras acercaba su cara a la de Zero.

Cuando estaba muy cerca le confesó:

-Yo también te amo y mucho.

Cuando acabó de hablar, se abalanzó sobre Zero para besarlo apasionadamente.

Cuando terminó ese beso, Sans bajo una de sus manos hacia el miembro de Zero. Comenzó a tocarlo muy lentamente para luego masturbarlo.

Zero solo sintió la cálida mano de Sans en su miembro. Además de que éste ya le había quitado la ropa a Zero. Eso lo volvía loco.

-Sans, estoy a punto de... ¡¡NNGAHHH...!!

No pudo terminar la frase porque se corrió en su mano.

Sans al sentir la semilla de Zero en la mano la llevó a su boca. Saboreándola no quitaba los ojos de su amado, quien tampoco le perdía la vista. Cuando terminó prosiguieron con más besos pasionales. Cada uno tocando y gozando cada centímetro del cuerpo del otro.

Cuando Sans se sintió listo, se quitó su ropa, dejando, así, ver su cuerpo cubierto de ectoplasma, simulando una auténtica piel. En la zona genital se había formado un pene erecto y brillante.

Zero, al verlo, no se pudo contener y se apresuró a saborear ese paquete que brillaba frente a él. A pesar de ser un miembro de ectoplasma, Zero lo sentía como uno "genuino" y la cara de satisfacción que ponía su Sansy no decía lo contrario.

Unos movimientos de cadera por parte de Sans hacían disfrutar a los dos por igual.

Pronto llegaría el momento de decidir quien sería el uke. Ambos querían tener dentro al otro. No fue hasta que Zero terminó de saborear ese pene tan delicioso que acostó rápidamente a Sans sobre la cama. Sin aviso Zero yacía sobre Sans.

Éste, cuidando de no lastimarlo, comenzaba a entrar lentamente en Zero. Al principio fue un poco doloroso para Zero pero poco a poco ese dolor se transformaba en placer.

Los dos poseídos por el amor mutuo, se movían exquisitamente que dejaban salir gemidos. Al no estar Papyrus, no les importaba ser escandalosos. Esos movimientos de cadera por parte de Zero hacían sentir a Sans en el cielo.

Sans, al sentir que los dos estaban que no cabían en sí de tanta lujuria que sentían, sintió cerca el final y acto seguido se corrió dentro de Zero. Éste sintió la cálida esencia de su amado, quien salía de él.

-Ahora es mi turno - le murmuró Sans a Zero en el oído.

Así que el tomó en sus manos el pene de Zero. Lo estimuló tan bien, que éste se erguía nuevamente. Cuando ya estaba erecto, Sans se acostó sobre su espalda con las piernas abiertas y Zero se ponía enfrente de él. Preparado para entrar, vio una capa de ectoplasma que simulaba un sublime trasero. Puso su pene en la entrada de Sans y lo dejó ir dentro muy lentamente.

Sans solo soltó un gemido que desbordaba placer. Mismo que fue aumentando con los movimientos de cadera de su amado.

Varias estocadas después, ambos se sentían tan bien que comenzaban a perder contacto con la realidad. A punto de terminar, ambos soltaron un "TE AMO" antes de quedar abrazados. Ambos, con la esencia del otro, sintieron que compartían algo mágico.

-Sansy, ¿y Papyrus? Llegará pronto y nos va a ver desnudos.

-Tranquilo. Me encontré a mi hermano en la calle y me dijo que iba a pasar la noche con Mettaton. Dijo algo de un maratón de spaghetti...

-Mettaton, gracias - susurró Zero

Al escuchar el agradecimiento Sans le preguntó porqué le agradecía a Mettaton, a lo que respondió:

-No, por nada, huesitos de amor... ¡Buenas noches!

Y quedaron profundamente dormidos, abrazados, pero felices porque el amor que sentían por el otro era correspondido.

Notas finales:

Problemas con DevianArt. Zero tedrá que esperar un poco más.


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