Shitagi despertó temprano. Aclaró su vista e intento estirarse, pero fracaso al sentir un poderoso brazo abrazándolo. Se giró lentamente y observó al guerrero que dormía a su lado. La duda se hizo clara en su rostro, pero antes de que pudiera hacer algo más sintió como él comenzaba a despertar, obligándolo a cerrar sus ojos fingiendo seguir dormido.
El guerrero se enderezó casi de inmediato, sentándose en la orilla de la cama. Bastaron apenas un par de pestañeos para que se diera cuenta del lugar en el que estaba y recordar lo que había sucedido la noche anterior. Alborotó su cabello negro y se puso en pie para entrar al baño.
Shitagi escuchó la puerta cerrándose y se giró para reposar su espalda sobre la cama, pero un intenso dolor lo hizo detenerse en seco. La punzada en su cadera era demasiado para él. Irremediablemente se dejó caer sobre el colchón para reposar y relajarse un poco más mientras se cuestionaba lo que había sucedido la noche anterior.
El haber hecho eso con Vegeta fue porque en verdad lo quería ¿No? De no haberlo deseado pudo quitárselo de encima o al menos arremeter contra él aunque sus primeros intentos fuesen inútiles. Sin embargo lo que había sucedido fue algo muy diferente: en verdad había gozado mucho estar con él y a pesar de que no fue el mejor inicio de todos pudo darse cuenta de que en verdad lo deseaba.
Quizá si se lo preguntaba, Vegeta podría decirle que sintió algo parecido.
Por su lado, el saiyajin revisaba su herida: había cerrado por completo y ahora solo quedaba una marca que desaparecería en un par de días. Al ver a Shitagi a su lado se dio cuenta de que quizá no había sido tan malo lo que había hecho. Después de todo él era un chico especial, la única persona de la que en verdad podía preocuparse, alguien que desde un principio le había ofrecido su ayuda sin esperar recibir algo a cambio, la única que en verdad lo quería, incluso podía creer que lo amaba y él… él sencillamente no lo merecía.
No podría lastimarlo, jamás lo podría obligar a cargar culpas que no eran de él, responsabilidades que no lo involucraban de ninguna manera, cosas tan horribles que no podía compartirlas con él. El tener pareja era algo bastante serio, incluso para él, y ese poco sentimiento de aparente cariño que le tenía le decía que no debía lastimarlo.
Salió del baño y se sentó de nuevo en la orilla de la cama, pensando, convencido de lo que tenía que hacer. No espero mucho hasta que sintió como Shitagi se movía a sus espaldas. Tomó su playera y comenzó a colocársela, evitando verlo.
-¿Acaso no pensabas levantarte?- preguntó serio.
-Vegeta, acabo de despertar- mintió Shitagi.
-Quiero mi desayuno en una hora ¿Oíste?-
-No tienes que decirlo de esa manera- le respondió con voz temerosa sin poder moverse aún.
-¿Y por qué debería ser amable? No quiero que empieces a creer que siento algo por tu insignificante ser- contestó colocándose un apretado short azul.
Shitagi se confundió en ese momento, logrando enderezarse un poco –Espera ¿Qué dices?-
-Solo fue sexo, solo eso, utilice tu cuerpo para liberar al mío, no te lo tomes tan en serio-
-No puedes estar hablando en serio- dijo algo molesto por el tono tan indiferente del saiyajin.
-¡Por supuesto!- respondió volteándose para verlo –Ambos encontramos satisfacernos ¿O no? Siéntete afortunado de haber estado conmigo-
El chico no podía aceptar lo que estaba escuchando –Vegeta, cómo pudiste…-
-¿Cómo pudiste tú creer que yo, un príncipe, me rebajaría tanto como para tomarle cariño a un humano como tú- contestó con una malvada sonrisa –¿O acaso creíste que todo lo que te he dicho es por afecto? ¡Vaya que eres ingenuo! Además, si no mal recuerdo fuiste tú el que se sentía como una escoria ¿O no? Dijiste que hubiera sido mejor si fueras mujer… bueno, te hice sentir como una: tú lo pediste-
-¿Sabes qué?- dijo Shitagi molesto con lágrimas brotando de sus ojos –Eres un hombre despreciable Vegeta ¡No tienes ni idea de cómo tratar a otra persona! ¡Jugaste con mis sentimientos! ¡Me hiciste creer que en verdad le importaba a alguien de nuevo!- gruñó con dolor –Y lo peor de todo, es que fui tan estúpido que llegue a creer que… que podías cambiar, que cambiarias por mí, que… que yo, que después de todos mis intentos para agradarte, tu sentías algo por mí. Pero sin duda, mi mayor error fue creer que podría enamorarme de un asesino como tú- dijo sin poder contener las lágrimas que bajaban por su rostro, levantándose con dirección al baño, azotando la puerta tras de sí a pesar del terrible dolor físico que invadía todo su cuerpo.
Vegeta se quedó ahí unos segundos, logrando escuchar el doloroso llanto del chico tras la puerta. Nunca antes lo había escuchado llorar de esa forma: podía sentir un inmenso dolor en él y una profunda tristeza. Pero sabía que había sido lo mejor.
No tenía planeado entrenar, no quería hacerlo pero supuso que eso le ayudaría a sentirse mejor y olvidar todo lo que había sucedido. Todo el día lo paso en la cámara de gravedad; no tenía ánimos para nada más. No desayunó ni comió, solo sentía un terrible vacío en su interior. Lo que Shitagi le había dicho lo desanimo mucho, en especial el hecho de que por primera vez lo había llamado “asesino”. Él nunca había utilizado algo parecido para referirse a él, ni siquiera cuando lo hacía enojar.
-Te dije que no podrías ayudarme- dijo serio, intentando inútilmente sentirse mejor.
Era extraño. Sabía que desde un principio sus intenciones no habían sido buenas: cuando lo defendió ante Yamcha, sí, quería deshacerse de él para que dejara de molestar, pero también lo había hecho por Shitagi… no le gustaba verlo tan triste, y ahora él mismo había provocado esa tristeza. Irónicamente había planeado aprovecharse de él sexualmente para arreglar sus enredados pensamientos, pero no había podido evitar sentirse bien cuando lo hizo, cuando finalmente lo tuvo entre sus brazos.
Seguía inmerso en sus pensamientos cuando de pronto sintió un KI en la casa.
No había duda, era Yamcha.
Pensó en salir y echarlo pero justo antes de que llegara a la puerta se detuvo. No podía hacerlo, no tenía ningún derecho, pero el hecho de pensar que Shitagi, por dolor o por venganza lo aceptara de nuevo, era demasiado.
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-Por favor Yamcha, no estoy de humor para esto- dijo él al verlo.
-Hola Shitagi, no te preocupes solo quiero platicar contigo- respondió apenado.
-Creo que todo ha quedado claro-
-No tengo intensiones de molestarte, de verdad- le dijo –¿Puedo pasar?-
Él lo observo, ahora lo que más quería era olvidar lo que había sucedido con Vegeta –Pasa, platicaremos en la sala-
Ambos entraron y se sentaron en el sofá mientras un robot llevaba una bandeja con comida –Te escucho- dijo Shitagi.
-Bueno pues, primero que nada me quiero disculpar por lo que paso ayer… creo que fui algo grosero y lo que menos quería era molestarte. Sabes que te aprecio mucho y no quiero terminar así contigo. Nos conocemos desde hace muchos años y… acepto que no fui lo suficientemente honesto contigo, no como debió haber sido. Tú eres una maravillosa persona y no supe mantener nuestra relación o al menos no como yo lo hubiera querido… nunca debí hacerte daño-
-No tienes que angustiarte tanto Yamcha- lo interrumpió él dulcemente –Yo también acepto que no fui o suficientemente concreto contigo, supongo que pudimos haber evitado todo esto si hubiéramos hablado antes y aceptar que algo no funcionaba, si yo te hubiera dicho mis inquietudes claramente-
-Supongo que tienes razón, no pude darme cuenta de lo que tenía contigo, de valorarte, de demostrarte cada día mi amor hacia ti y es por eso que vengo con el único objetivo de que me perdones-
-Ambos cometimos errores Yamcha, en verdad no tengo nada que perdonarte-
-Gracias Shitagi- sonrió –Y también quiero que cuentas con mi apoyo para lo que quieras, es decir… tal vez como pareja fui un desastre, pero como amigo espero no decepcionarte-
-Aprecio de corazón lo que me acabas de decir Yamcha, también puedes contar conmigo-
Yamcha sonrió para luego ponerse en pie –Bueno, pues, tengo que irme ya, le prometí al maestro Roshi ayudarle con unas cosas y ya se me hizo algo tarde-
-Está bien, otro día platicaremos- dijo él mientras se levantaba y avanzaba a la puerta.
-Nos vemos Shitagi- se despidió.
-Cuídate Yamcha- respondió observándolo mientras se alejaba.