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Orgullo vs Amor por Shinjimasu

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Pasaron casi dos semanas. Shitagi evitaba a toda costa al príncipe: no lograba descubrir si lo que le había dicho era verdad o no pero no quería tocar el tema, le resultaba muy doloroso por lo que tampoco quería hablarlo con él.

Vegeta estaba casi todo el día en la cámara de gravedad. Sabía que Shitagi no quería verlo e incluso en algún momento llego a creer que él ya no vivía en la casa con él, pues su contacto ahora era nulo. Solo una vez se habían topado, una única y accidental vez. Él estaba en la cocina, comiendo algo y pudo sentir como el chico se acercaba. Realmente quería verlo y se quedó ahí a esperarlo. Shitagi solo lo miro un par de segundos pues no sabía que Vegeta estaba adentro pero  no logró tolerarlo y salió de ahí.

Vegeta no estaba tranquilo con nada de eso, aún recordaba esa mañana en la que había decidido dejarlo justo cuando apenas habían comenzado. Sin duda, para él, este tipo de sentimentalismos no le afectaban, pero sabía que para Shitagi esa única noche había sido  algo bastante importante a pesar de que fácilmente podría catalogarse como algún tipo de violación.

Lo más seguro era que él se sintiera utilizado, humillado y peor aún, tomado como solo un simple objeto sexual, pero absolutamente nada de eso era cierto. Él mismo asesinaría sin dudarlo a cualquier insecto que se atreviera a decir eso… pero no podía hacerlo consigo mismo.

Ya no lograba concentrarse, la culpa lo dominaba poco a poco y eso, aunado a que trataba de ignorar por completo el tema, lo estaba volviendo loco. No podía dejar de pensar en él, en cuanto debía odiarlo. Al parecer el hecho de dejarlo no había sido la mejor idea después de todo, pero ¿Y si en realidad todo era algo hormonal? ¿Y si su cuerpo lo necesitaba solo por el hecho de haber tenido sexo? No, estaba seguro que eso no había sido solo sexo, por el contrario, pudo experimentar algo que jamás había sentido. Antes jamás hubiera besado el cuerpo de un hombre, nunca. Incluso en las pocas veces que se había unido con alguna fémina de los planetas que invadía junto a Nappa, solo obtenía lo que necesitaba y luego se iba, solo eso. De haberse encontrado en una situación similar hubiera ido en busca de una mujer cualquiera y la habría violado e incluso asesinado para librarse de problemas, pero no, habíalegido a Shitagi en su lugar, a un hombre. No podía evitar aceptar que había sido la primera vez que en verdad hizo el amor con alguien y  ahora, ese acto tan especial solo quedaría en su mente como un recuerdo de la única persona que lo había querido en verdad… a menos claro que él hiciera algo para remediarlo.

Esa mañana, la Corporación Capsula solo aguardaba a dos seres dentro de él: Shitagi y Tama, Vegeta no estaba ahí y los padres del chico habían salido.

Cuando el muchacho despertó se sintió extraño, como si tuviera un vacío que no lo dejaba tranquilo. Pensó en el saiyajin y comenzó a preocuparse. Entró a su baño y cuidadosamente abrió la puerta que daba a la habitación del guerrero pero él no estaba ahí. Bajó las escaleras y buscó por toda la casa: las habitaciones, la sala, el comedor, su laboratorio, el jardín, la cámara de gravedad, pero no logro encontrarlo.

-¿Vegeta?- se atrevió a llamarlo, sin lograr evitar sonar algo triste. ¿Acaso él se había ido? Cuando esta idea cruzo su mente se asustó y corrió a la parte trasera de la casa, a un espacio en el que su padre guardaba las naves, pero afortunadamente todas estaban ahí.

Se recargó en la pared y se dejó caer al suelo, sentándose. No podía aceptar la idea de que Vegeta se hubiera ido ¿Por qué lo hizo? ¿Acaso le molesto sentirse ignorado? No, eso no podía ser, él era demasiado orgulloso como para sentirse menos ante él. ¿Entonces?

Estaba muy preocupado. Vegeta había vivido con él y su familia todo ese tiempo, no conocía a nadie más, ni la ciudad, ni ningún lugar donde pudiera refugiarse.

Alzó su rostro. Ahora la Corporación Capsula le parecía demasiado grande, incluso temía levantarse del suelo, no quería sentir el vacío de la enorme casa en la que vivía.

Y de esa manera pasó casi una semana. Shitagi dormía una vez que era vencido por el sueño, quedándose hasta tarde mientras esperaba ver llegar al guerrero, pero eso no sucedía. Días y días de estarlo esperando se volvieron una costumbre para él, una terrible y enferma costumbre.

Esa tarde estaba en su laboratorio, analizando algunos planos. Estaba cansado pero tenía que trabajar. Afuera llovía, Tama dormía sobre sus piernas y una taza de café adornaba su escritorio desordenado.

Estaba muy cansado y sentía cómo el sueño comenzaba a dominarlo. De pronto escuchó un ruido y se volteó a ver hacia la puerta, creyendo ver una sombra que pasaba. Llevo su mano a su frente mientras intentaba despertar.

-Creo que me estoy volviendo loco- se dijo.

-Tú ya estás loco- contestó una voz.

Shitagi miró la puerta y pudo ver a Vegeta, recargado en el marco con sus brazos cruzados. Se levantó y pensó en correr a abrazarlo pero no lo hizo. Oculto la felicidad que sintió y se sentó de nuevo, dándole la espalada –¿Qué quieres Vegeta?-

-Bueno, veo que sigues siendo igual de distraído que siempre: por si no lo notaste, no estuve aquí por casi una semana- respondió.

-¿A si? No me di cuenta- contestó serio.

-¿No te interesa saber donde estuve?-

-No, no me interesa lo que hagas-

-Tienes carácter terrícola, eso es algo admirable de tu parte- sonrió –Pero ahora necesito que escuches algo…-

-No estoy de humor para tus tonterías-

-¿Tonterías? Ni siquiera sabes lo que voy a decirte-

-Pues sea lo que sea no me importa- contestó saliendo del lugar. Sentía un terrible nudo en su garganta y no esperaba que él lo viera así, no quería que supiera lo que en realidad le había causado su ausencia, todo el dolor que le causó.

-¿En verdad vas a mostrarte tan orgulloso justo ahora?- pregunto él, causando la molestia del chico.

-¿Quieres ya dejarme en paz? ¡No quiero que juegues conmigo ahora!- le dijo sin detenerse, bajando las escaleras –Solo quiero olvidar todo lo que ha pasado-

Vegeta también bajó las escaleras y se plantó frente a él –La mente no puede olvidar nada, solo bloquea lo que quiere… y si eso llegara a pasar, tu cuerpo aun seguiría reaccionando con el mío… igual que yo- le dijo

-“Solo fue sexo” Vegeta, “no te lo tomes tan en serio”- repitió Shitagi las palabras que él le había dicho aquella  mañana.

-Para ti fue más que eso-

-¡Por supuesto que lo fue!- exclamo él ya sin lograr contenerse –¿Acaso creíste que fue un arranque de lujuria? ¿Por quién me tomas Vegeta?- le dijo caminando de nuevo.

-Nunca creí que significara tanto…-

Shitagi se volteó y lo miró, pero en lugar de mostrarse molesto se puso muy triste –¿Que no significo tanto? ¿Acaso tú no sentiste nada? ¿No te provoque nada más que placer?-

Vegeta no le contestó, no podía decirle lo que sentía por él.

-Sí, eso creí- respondió mientras se alejaba.

El guerrero lo miró alejándose. No lo pensó dos veces y lo alcanzo, sujetándolo por su cintura mientras la acercaba a él.

-¡Suéltame Vegeta!- exclamo él intentando zafarse -¡Déjame!-

Pero el guerrero no tenía intenciones de hacerle caso. Lo volteo y aprisionó sus muñecas contra la pared, mirándolo de frente.

-¿Podrías comportarte como un hombre, por favor?- preguntó mirándolo de frente.

-¿Qué piensas hacerme ahora, eh? ¿Acaso vas a “satisfacerte” de nuevo?- gruño Shitagi sollozando.

-Esta es la única forma en la que vas a escucharme, no pienso seguirte por toda la casa-

-¡Ya te dije que no quiero hablar cont.…!- dijo, pero fue interrumpido por un dulce beso que le dio el guerrero.

-Hablas demasiado- le dijo con una sonrisa sin alejarse de su rostro.

-Eres un idiota- respondió él.

-Quiero que sepas que eso que te dije… no fue cierto-

-¿Y ahora de la nada debo creerte? ¿Acaso crees que soy estúpido?- gruñó

-Por supuesto que no, tú no puedes saber lo que pienso, porque algunas veces incluso yo lo ignoro-

-¿Entonces por qué lo hiciste Vegeta?- dijo mientras se formaban lágrimas en sus ojos –¿Por qué te aprovechaste de lo que siento por ti? Me hiciste creer que no valía nada-

-No me gusta esa impresión que tienes sobre mí. Sabes que no soy un hombre cariñoso o sentimental, pero acepto que lo que dije no fue correcto, no tenía por qué haberlo dicho: no me aproveché de ti, jamás podría hacerlo… ahora tú eres solo mío y no me permitiría dañarte- le dijo apenado.

-No te creo-

-Hay muchas cosas que desconoces de mí y de mi raza…- contestó –Debes entender que para mí no es sencillo expresarme de esta manera, mucho menos comenzar casualmente con una relación sexual con otro hombre-

-¿Y cómo sé que esto no es una mentira?-

-Supongo que tendrás que confiar en mi- le dijo soltándolo –Eres muy sensible y eso me hace sentir extraño contigo… pero si el dejarte tranquilo es mejor para que estés bien, supongo que puedo mantenerme lejos-

Shitagi lo miró, no veía mentira en sus ojos y con un veloz movimiento haló su rostro hacia él y lo besó. Lo abrazó por su cuello mientras saboreaba dulcemente su boca, sintiendo como él lo acercaba a su cuerpo.

-Te creo Vegeta- susurró a su oído.


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