-Buenos días Vegeta- lo saludo Shitagi en la cocina.
El saiyajin solo lo vio. No tenía ánimos de estar cerca de él después de lo que había pasado la noche anterior. Aún estaba muy confundido, no sabía que le había sucedido en ese momento. ¿Acaso el hecho de vivir tanto tiempo en la Tierra le estaba afectando en verdad?
Quizá todo era causado por sus hormonas…
“Eso debe ser” se dijo mientras se sentaba frente a él para desayunar. Lo más probable era que se sintiera atraído en ese momento; después de todo, losa saiyajin eran una raza que se caracterizaba por su poca participación femenina dentro de sus comunidades, por lo que muchos caían en la necesidad de tener contacto con hombres en encuentros casuales para satisfacer sus necesidades. Aunque él nunca tuvo necesidad de caer en eso, el hecho de que ya hubiera pasado mucho tiempo desde la última vez y sabiendo que toda su raza había sido exterminada, no era extraño que se sintiera extraño en ese momento. Eso era todo.
No se hablaron durante todo el desayuno y cuando terminaron, el guerrero se levantó y salió por la puerta de la cocina sin decir una sola palabra. Shitagi, al verlo, también se levantó y lo siguió.
-¿Vegeta?- lo llamó.
-¿Qué?- respondió sin voltearse.
<Mmm>-¿Esta bien si te dejo solo por algunas horas?-
-¿Acaso me estas pidiendo permiso?- respondió con una sonrisa burlona.
-Por supuesto que no, solo quiero asegurarme de que no te meterás en problemas-
-¿Entonces piensas que no sé cuidarme solo? ¿O acaso te preocupas por mí?- contestó volteándose -O peor aún ¿Piensas que soy un maldito salvaje?-
-¿Qué? ¡Yo nunca dije eso! ¿Acaso olvidaste todo lo que te dije ayer?-
-Tal vez solo lo ignoro- le dijo, no teniendo ni idea de lo que él le estaba diciendo.
Shitagi intentó tranquilizarse y suspiró -Veo que nunca podremos llevarnos bien ¿Cierto?-
-¿Por qué querría llevarme bien contigo? Solo eres un terrícola-
-No lo sé ¿Quizá porque vivimos en la misma casa?- contestó con ironía –No podemos pelear todo el tiempo-
-Yo no tendría la necesidad de “pelear” contigo si tú no fueras tan terco-
-¿Terco? ¡Yo no soy el que se pasa todo el día encerrado en esa cámara para hacerse más fuerte!-
-No cambies el tema, no hablamos de mí, sino de TUS descuidos-
-¡Mis descuidos! ¿De verdad? ¿Cómo cuál?-
-¿Acaso no has perdido el tiempo en tonterías con ese patético humano en vez de encargarte de tus patéticos planos?-
-¿Te refieres a Yamcha?- preguntó molesto.
-¿Acaso hay otro?-
-Vamos Vegeta, Yamcha no tiene nada que ver en esto- le dijo mirándolo –A menos claro que pienses que paso más tiempo con él que contigo- agregó en una sonrisa burlona.
-¿Qué? ¡Esas son estupideces!-
-Bueno, entonces, si yo me “distraigo” como tú dices, es porque tengo que cuidar que cierto saiyajin no destruya la casa-
-Entonces deja de preocuparte-dijo mientras se quitaba su playera y la arrojaba a un lado de ellos, entrando a la cámara de gravedad.
-¡Vegeta, sal de ahí, no hemos terminado!- le ordeno el chico –¡No me obligues a entrar!-
-¡Largo!- grito el guerrero desde adentro.
Shitagi lo miro molesta y le hizo una mueca. Se volteó y se topó con la playera del guerrero. Dio un suspiro y la levanto del suelo, pero al tomarla una extraña esencia varonil recorrió su rostro hasta llegar a su nariz: ya antes había percibido ese peculiar aroma en Goku, pero el de Vegeta le resultaba bastante cautivador y atractivo.
-¡Hola Shitagi! ¿Qué haces amor?- pregunto Yamcha, quien había llegado sin que él se diera cuenta, haciéndolo sobresaltar, dejando caer la playera.
-¡Yamcha! No te escuche llegar… me asustaste- respondió, tomando nuevamente la prenda del suelo.
-¿Qué es eso?-
-¿Esto? Es de Vegeta, es un poco descuidado con sus cosas- contestó entrando a la casa, tratando de que él no notara el rubor que apareció en sus mejillas.
-Deberías dejarle en claro su posición en esta casa. Yo nunca estuve de acuerdo en que se quedara aquí… sabes que es un tipo peligroso- respondió algo molesto.
-No te preocupes Yamcha, en todo este tiempo no ha habido problemas, además Vegeta ha cambiado su carácter- dijo con una sonrisa, colocando la playera doblada sobre el sillón mientras tomaba su chaqueta –Yo confío en él-
-No cabe duda que tienes un gran corazón Shitagi-
El chico sonrió –¿Nos vamos?-
-Por supuesto- respondió Yamcha.
Mientras tanto, Vegeta ya había reiniciado su entrenamiento. Había sentido el KI de Yamcha y agradecía que se lo hubiera llevado. A veces prefería quedarse completamente solo y entrenar en paz. Comenzó por prepararse en un nivel, pero pensó que a ese paso jamás lograría su objetivo, así que comenzó a aumentar la gravedad en intervalos de tiempo cada vez más cortos. Sin duda se estaba forzando de más, obligando a su cuerpo a dar el doble de su mayor esfuerzo y por lo mismo llegó el momento en el que fue imposible soportar la presión y cayó al suelo. Con un enorme esfuerzo logro regresar la gravedad a su punto inicial y segundos después se desmayó.
No había manera en la que su cuerpo soportara toda esa presión.
Cuando abrió sus ojos se encontró sobre una gran roca, rodeado por una aurora dorada: su pelo y sus ojos se habían aclarado… por fin se había convertido en el legendario Súper Saiyajin. A sus pies podía ver a Kakarotto y a sus patéticos amigos derrotados, probablemente muertos. Era tal su satisfacción que se elevó y lanzo un poderoso Galick Ho, destruyendo todo lo que había en el lugar. Parecía un niño emocionado, derribando cosas por todos lados y asesinando gente. Era como revivir viejos tiempos. Estuvo así por varios minutos, volando en línea recta a una gran velocidad, lanzando múltiples Ganadas Infernales por todo lo que sobrevolaba. Cuando creyó haber recorrido una distancia considerable regreso por el mismo camino, solo para deleitarse con la destrucción que había provocado. No había avanzado mucho cuando observo un territorio familiar, pero el polvo impedía reconocerlo. Cuando pudo enfocar logro distinguir la Corporación Capsula, o más bien, o que quedaba de ella. Se acercó con cierto asombro, pues nunca hubiera creído estar tan cerca del lugar donde hasta entonces vivía. De hecho, aquello nunca cruzó por su mente.
Bajó y comenzó a examinar la débil estructura que aún se mantenía en pie: había muchos escombros y maquinas destruidas, incluso su cámara de gravedad estaba destruida. Mientras avanzaba una extraña sensación recorría su cuerpo, un raro y agudo dolor dentro de él, algo parecido a un remordimiento que no lo dejaba gozar el momento.
Se dispuso a salir del lugar cuando paso por el laboratorio del chico, encontrándolo milagrosamente con vida.
“¿Shitagi?” lo llamó.
El chico, al escucharlo, lo miro molesto “Ahora estarás feliz… asesinaste a mis amigos y a toda esa gente inocente”
“Espera, yo…”
“¿Cómo pudiste hacer eso Vegeta? ¿Es así como me agradeces todo lo que he hecho por ti?” le dijo llorando.
“Yo jamás te pedí que…”
“Sin duda fue un error que revivieras”
“Oye, sabes que yo…”
“¡No quiero volver a verte… te odio Vegeta!” gruño con dolor mientras salía corriendo del lugar.
“¡Shitagi!” la llamo “¡Espera…!”
-¡Shitagi!- exclamó Vegeta sobresaltado, enderezándose de golpe para caer directo en los brazos del chico frente a él.
-Tranquilo Vegeta, todo está bien- respondió tiernamente Shitagi mientras lo abrazaba –Solo fue una pesadilla-
Era cierto, Vegeta estaba sobre su cama, agitado y sudando; la Corporación Capsula estaba bien y el chico también lo estaba. Temblaba un poco, pero se calmó al sentir su dulce cariño. Podía percibir su dulce aroma y se permitió cerrar sus ojos un momento, permitiéndose sentir el cuerpo del chico. Su respiración se reguló y por enésima vez confirmó que lo anterior solo había sido un sueño. Alzó su cabeza un poco pero sintió como el chico aun lo tenía sujeto y se permitió reposar su frente sobre su hombro, escuchando los latidos de su corazón
-¿Te sientes mejor?- pregunto dulcemente Shitagi.
-¿Por qué estás aquí?-
-Quise regresar ante- le dijo –Creí que me necesitabas-
-No debiste hacerlo- respondió mientras se alejaba de él –Yo no te necesito, ni aquí ni ahora-
-Y supongo que tú hubieras logrado salir solo de la cámara de gravedad-
Vegeta la miro serio –Por supuesto que lo hubiera hecho… ya te lo dije, NO te necesito- respondió mientras de levantaba de la cama.
-Ah, no creo que sea buena idea que te levantes de esa forma…- intento detenerlo, tomando su brazo con gentileza.
El guerrero la volteo a ver y por unos segundos sus miradas se cruzaron. Comenzó a sentirse dominado por él de nuevo, por su suave mirada, sus bellos ojos azules, pero reaccionó antes de que él se diera cuenta de su situación. Frunció su entrecejo, mostrando una mirada molesta que supero a la del chico, haciendo que él lo soltara con cierto temor.
-Creo que será mejor que me vaya- le dijo Shitagi mientras avanzaba hacia la puerta –Buenas noches Vegeta-
El guerrero la observo salir “¿Qué me está pasando?”