Este mundo, poco a poco, se derrumbaba.
Mi mundo. Ya había olvidado lo que era ése mundo, lo que había soñado años atrás, la esperanza que sentía en ese entonces. Recuerdo un adorable aroma salir de la cocina, sentía un cosquilleo en mis manos, y sonreía. Recuerdo ser adorado por eso, era un niño infantil e hiperactivo, pero siempre había estado acompañado de personas que me querían. Mi sonrisa... era radiante.
Allí estaba mi yo de pequeño, siempre riendo, con las mejillas manchadas de chocolate. Mi barriga dolía así que fui a buscar protección a los brazos de mi madre, ella me besó en la frente y me dijo que siempre, siempre, me cuidaría. Yo le creí.
¿Por qué me dejaste solo, mamá?
Ahora yo estaba sentado junto a mi padre viendo la televisión. Ese día Iruka-sensei nos había traído la película que yo estaba esperando hace tiempo poder ver, una de acción, aunque con 12 años era realmente infantil me gustaban las del tipo pelea. Comía palomitas sin parar mientras veía a los héroes. ¡Yo quería ser un héroe!
Pero mi papá siempre estaba tecleando en su celular, o hablando por teléfono, pero él me tranquilizaba diciendo que como era adulto podía hacer dos cosas a la vez. Jamás sospeché que él realmente no tenía idea sobre qué iba la película, o que ni si quiera le gustaba. Yo pensé, como un niñato, que él estaba feliz a mi lado. Él a veces me decía que era lo mejor que le había pasado en la vida.
¿Entonces por qué te fuiste, papá?
Recordaba más y más, absorto en mis pensamientos. Sabía que no era bueno que hiciera eso, muchas personas me habían repetido que lo mejor era concentrarse en lo que va a venir, porque o sino... estaré acabado. Realmente sentía pena por mi yo niño, ese adorable niño rubio, que pensaba en ser el mejor.
Era tan ingenuo.
Miré la foto que sostenía con las manos por última vez. Salía una mujer de cabello rojo haciendo un gesto gracioso con cierta burla, sus ojos resplandecían amablemente, y usaba un atuendo común. El hombre, que sostenía a un bebé en brazos, tenía el cabello rubio y los ojos azules, éste guiñaba a la cámara divertido. El bebé era yo. Sentí un nudo en la garganta, apretando fuertemente los dientes, los extrañaba tanto, no había día en que despertara sin pensar en qué hubiera pasado si hubieran estado ellos aquí. Quería volver a ver películas con mi papá, quería que mi mamá me protegiera. Por favor, quería volverlos a ver.
Prendí un encendedor y vi como la foto se iba quemando hasta sólo quedar la mitad de ésta, luego la tiré a la basura. Ya no era débil.
Hoy era un día diferente, hoy no lloraría, hoy...
Caminé descuidadamente por las calles de Konoha, llevaba a mi espalda una mochila roja, podría haber sido un estudiante cualquiera. Pero la cosa era que, aquí, ya nadie era un estudiante cualquiera. Niños, ancianos, mujeres embarazadas, hombres, estudiantes, familiares, amigos... todos podían matarte.
Este mundo, poco a poco, se derrumbaba.
Hace tiempo se supo que la existencia de humanos no era la única en nuestra tierra, se cree que esto es desde mucho antes de lo que pensamos que es y que simplemente las autoridades no pudieron seguir guardando el secreto. Todo se descontroló, hablar sobre ellos era inevitable, los humanos comenzaron a disminuir drásticamente en todas las partes del mundo. Al principio tomaron medidas, el gobierno procuró aniquilarlos a todos...
... el problema era que no sabíamos quiénes eran vampiros, y quienes no.
¿La nieta del anciano? ¿El anciano? ¿El estudiante? ¿La profesora? ¿Quién? ¿Quién?
A los identificados se los ponía en la lista rápidamente, los humanos tenían la prioridad de memorizarse quién era un vampiro y si tenían la mala suerte de encontrárselo llamar a la policía. Pero, ¿se podía confiar en la policía? ¿Y si la policía tenía infiltrados vampiros? No era seguro. La gente comenzó a desconfiar, el estado de ánimo "normal" desapareció, todos estaban alerta. Se preguntarán, seguramente: ¿Cómo es que aumentó tanto la población de vampiros?
No lo sé. Ellos al principio actuaban desde las sombras, si asesinaban a alguien los humanos jamás tendrían la descabellada idea de decir: ¡Fueron los vampiros! Son extremadamente silenciosos, como animales, y sus instintos van más allá de lo que yo, como persona, podría describir. Las autoridades máximas por supuesto que ya sabían de la existencia de estos, y pensaron que podrían lidiar con unos cuantos, pero no contaban con que hubiera más. Que esa "escases" pasaría a ser "mayoría".
Un vampiro es fácilmente identificable por su sangre, ya que ellos portan sangre de otras personas, y las muestras de ADN pueden confirmar quién es quién. Al principio era obligatorio para todos los humanos ir a hacernos muestras de ADN todas las semanas, se podría sospechar de los que no iban, o directamente matarlos.
Pero... era obligatorio.
La gente dejó de hacerlo cuando se dio cuenta de que se estaban identificando como humanos, que los vampiros fácilmente podrían reconocerlos, o... porque incluso podría ser una trampa. Nadie confiaba en nadie desde los atentados que comenzaron a ocurrir, la gente iba a tomarse muestras, y los vampiros también iban camuflados entre la gente. Todo acabó en una masacre.
Actualmente la gente ya no hace eso. Y las autoridades están tan desquiciadas por el poder, por mantenerlo todo controlado, que simplemente matan si no cumples sus reglas. Los más millonarios se aislaron en lugares apartados del mundo con su gente, otros se especializaron en comprar armas, creando su propio ejército contra vampiros, para protegerse. Nosotros... la gente económicamente normal... no puede hacer nada al respecto para sobrevivir. Solo esperar.
Simplemente llevar una vida "normal". Estando alerta siempre, teniendo un arma bajo la ropa. El mundo se volvió un lugar depresivo.
Y a mí me dejó de importar todo. Indudablemente no podemos acabar con los vampiros, no hay control entre nuestra gente, y no podemos confiar en nadie. Cuando un vampiro te muerde o mueres o te transformas en uno, y si seguimos así sucesivamente... el mundo se quedará sin humanos.
Y los vampiros morirán por eso.
Y todos, todos... moriremos.
¿Por qué luchar cuando nuestro destino ya está escrito?
—Uzumaki Naruto.
Levanté la vista y vi a mi compañera de clase. Estaba mirándome dudosa, no sabía qué pretendía, ni si quiera sabía cuál era su nombre. Tenía unos ojos aperlados preciosos, que me hubieran parecido atractivos de no ser tan inexpresivos, aunque no podía criticarla por eso. Le respondí con un "¿Qué?" seco, no tenía intenciones de hablar con nadie como la mayoría de la clase. Todos vivíamos con miedo sobre quién podría ser nuestro amigo, aunque fuera humano, algún día podría llegar a transformarse en un vampiro y traicionarnos. Es algo paranoico.
Habían pasado 30 minutos y el profesor aun no llegaba, podría haberle pasado algo. Quizás está muerto. Una absoluta lástima.
—Qu-Quiero... saber... me gustaría...
Empezó a balbucear y fruncí levemente el ceño, no le entiendo una mierda a esta niña.
—Lo que ella quiere preguntar es si te gustaría salir con nosotras —Dijo otra voz, si no mal recordaba, de una de las chicas más hermosas del salón. Ella tenía el cabello rosado, e increíblemente siempre sonreía. En otro mundo... en otro lugar... ella me hubiera gustado.
— ¡S-Sí! —Asintió complacida por su ayuda— S-Sakura planea una reunión escolar, i-irá la mayoría del curso... b-bueno, no, no todos... pero... todos los que puedan.
Estas dos niñatas son increíblemente valientes. ¿A quién se le ocurre salir mientras el mundo muere? Me quedé callado por un momento, claramente no iría con ellas, pero me sentí extraño, hace tanto tiempo que no notaba normalidad en una conversación. Pensar en un simple plan de salida con amigos... me hizo sentir bien.
— ¿Cómo te llamas....? —Le murmuré a la chica tímida.
—¿E-Eh? —Se sonrojó levemente—...Hinata Hyūga.
—Está bien. —Me paré del asiento haciendo algo de ruido, quizás demasiado sin querer— ¿Puedo saber por qué Hinata y tú quieren salir a una reunión escolar? Soy tonto. Pero en todo lo que hemos estado juntos jamás, jamás, nadie ha organizado nada así. Me parece... extraño.
Ellas se miraron inexpresivamente, siendo conscientes de la atención que estaba sobre ellas de las demás personas presentes, lo que responderían podría influenciarles en el futuro para bien o para mal. Sakura sonrió, pero parecía triste, luego avanzó hasta quedar frente a la pizarra y miró a cada estudiante en el salón.
—Todos vamos a morir. Y el país está cayendo, se está hundiendo, todos estamos desapareciendo. ¡Este es el fin! —Gritó valientemente, todos se tensaron ante las afirmaciones de ella, todos estaban conscientes de lo verdaderas que eran. Sentí mis cuerpo temblar— Es algo que hay que reconocerlo, algo que todos sabemos. Y nosotros... somos simples niños. ¿Saben cuánto nos queda por vivir, todas las experiencias que podríamos tener? —Una lágrima traicionera se deslizó por su mejilla— No sé ustedes, pero yo quiero hacer todo tipo de cosas antes de morir. Quiero salir, quiero jugar, quiero reírme... y sé que pueden pensar mal de mí. Pero yo no me resignaré a no hacer nada el resto de mi vida sólo porque sé que éste es el fin.
Hinata, sacando toda la valentía que en su interior se esconde, también da un paso al frente y mira a los demás. Está sonrojada e insegura, y pienso que debería haberme fijado más en ella de lo que he hecho. Y de pronto me dan ganas de abrazarla, de decirle que me siento igual que ella.
—Y-Yo... —Susurra, reprimiéndose mentalmente— E-Estoy segura que todos nos sentimos igual. También quiero salir, hacer amigos... tener novio... p-pero la desconfianza que nos han dejado... t-todos vivimos aterrados. Y los entiendo, si no quieren salir con nosotras, o si tienen miedo... pero por favor... —Esta vez mira directamente hacia mí—... n-no piensen que tenemos malas intenciones con esto.
Acto seguido algunas manos se alzaron, algunos chicos que jamás habían comentado algo empezaron a hablar, muchos dijeron que querían ir, otros que el espectáculo que estaban dando daba pena. Pude ver a mi alrededor como la gente hablaba, algunos entusiastas sobre lo que les gustaría hacer sin limitaciones, y otras como las chicas se dirigían directamente hacia Sakura para abrazarla, o hacia Hinata, compartiendo la misma idea de que les gustaría salir. Supe desde ese momento que la gente podía hacer amigos, que quizás... no todo estaba perdido.
—¡Está bien! —Una chica rubia gritó con ánimo, un ojo estaba cubierto por su cabello— Todos los que quieran venir vengan conmigo, les enviaré por número la dirección... hoy nos pondremos de acuerdo con todo. Nadie está obligado a ir.
Sentí algo en mi garganta, y mi corazón comenzó a latir desesperadamente, era la primera vez que veía tanta gente feliz... o tanta gente hablando. Claramente la mayoría lo hacía con timidez, pero todos participaban, yo estaba tan sorprendido que simplemente veía a las chicas. Ese hermoso espíritu tan... humano. Una sonrisa se extendió por mi rostro inconscientemente.
— ¡Yo... también quiero ir! —Grité impulsivamente.
Después de eso, aun sonriendo, me estrellé sin querer el rostro de alguien. Mi corazón se detuvo, era la única persona que no había hablado, ni siquiera había levantado los ojos de su libro. No sé por qué, pero me sentí hipnóticamente incómodo, él parecía ignorarlos a todos. De repente levantó la vista y me miró.
Jamás había visto unos ojos tan vacíos. Me asusté.
No me di cuenta que Ino se acercaba hacia mí por atrás, recordaba su nombre porque obviamente destacaba mucho, y colocó una mano en mi hombro amigablemente. Ante el tacto mi cuerpo se tensó y me corrí rápidamente, casi por instinto, no me gustaba que las personas me tocaran. Ella me miró como comprendiendo.
—Bueno, Naruto, dame tu... —Después se fijó en el chico que estaba mirando, y se sonrojó— ¿Sasuke...? ¿S...Sabes si él irá?
Sasuke. Sí, Sasuke Uchiha. Jamás había olvidado su nombre... por alguna razón... a veces me daban ganas de hablarle. Él, al igual que yo, siempre estaba solo. Miré a Ino y negué con la cabeza.
—Pregúntale. —Solté.
—No. —Murmuró, nerviosa— Hay rumores... él... podría ser peligroso. Es sexy, demasiado, pero....
Fruncí levemente el ceño ante su comentario, sintiendo el egoísmo de los humanos. No importa cuantas palabras bonitas digan, todos aquí seguiremos desconfiando del otro... interiormente todos queremos sobrevivir. Y todos sentimos miedo, quizás, esta salida no sea una buena idea. Los rumores sobre Sasuke le daban cierta reputación, era famoso en la escuela, todos sabíamos cómo había acabado su familia. Su hermano era un vampiro y acabó asesinando a todas las personas de su aldea, él fue el único sobreviviente, y aunque le han hecho miles de exámenes ADN algunas personas aún sospechan que él podría ser igual que su hermano.
¿Y cómo no sospechar de una persona así? Sasuke era... Sasuke era...
...frío.
Había algo hipnóticamente peligroso en él.
Aun así me sentí mal excluyéndolo, quizás porque tengo experiencia de primera mano en eso.
—Yo le preguntaré —Murmuré fulminándola con la mirada— Sé lo que dicen de él, pero... ¿No crees que tiene los mismos derechos que tú?
—Está bien. —Ella resopló, y antes se colocó delante de mi algo nerviosa, también era raro para ella hacer ese tipo de actividades— Pero dame tu número antes, quiero tenerlos a todos agregados por si acaso.
Saqué mi celular y empezamos a intercambiar números, sentí un ligero rubor en las mejillas, esto... intercambiar números con una chica... era tan raro. Era la primera vez que lo hacía, y sinceramente me hizo sentir genial. Es el tipo de cosas que hacía la gente normal, ¿no? Aunque sea por un instante...
Cuando terminamos tomé consciencia sobre lo que había decidido, iba a hablarle a él... a Sasuke Uchiha. No hablo con él desde que era un niño. Bien, no puede ser tan malo, sólo tengo que preguntarle si irá o no, después no me incumbe, sinceramente hago esto para probar... no tengo intenciones de relacionarme con otras personas más de lo debido. No soy tan tonto para atraer la atención de los vampiros.
Me acerqué a su pupitre y vi como sonreía por lo bajo, seguramente ya sabía a qué iba. Pero cuando estaba a punto de hablar entró una señora rápidamente a la sala, todos se quedaron callados y volvieron a sus asientos, lo cual tuve que hacer algo molesto. Ella tenía el cabello rubio y los ojos cafés, atrás de ella venían tres personas más, tenían aspecto de ser de servicio secreto o algo. Como las películas. Sólo que ya estaba acostumbrado a verlos.
—Buenos días, alumnos. —Habló con voz firme— Soy Tsunade, algunos ya me conocen, otros no. En resumidas cuentas soy una persona importante en esta ciudad, así que es mejor que me escuchen bien. —Su mirada era fulminante, parecía la clase de mujer que no aceptaba errores o te cortaba la cabeza si podía, sólo quería que se fuera y nos dejara en paz. Las cosas iban... tan bien. Era obvio que había malas noticias, ¿Por qué? Quiero disfrutar un día. Déjenme vivir. — Su profesor, Iruka Umino, fue encontrado muerto en su casa. Como sospecharán, la autopsia demuestra que no poseía ninguna gota de sangre en su cuerpo, claramente fueron esos monstruos de mierda.
Una chica junto a ella tosió. Muchas veces habían corregido a Tsunade por las malas palabras que decía, aunque realmente a nadie le interesaba mucho en estos tiempos. La rubia frunció el ceño y sonrió con autosuficiencia.
—Estamos revisando el área, así que no se preocupen, además hubieron algunos testigos sobre el sospechoso y será rápidamente atrapado. Los vamos a interrogar uno uno, por si acaso, y también les haremos pruebas de ADN. Pero no venimos solamente para informar eso. Desde hace tiempo hemos estado siguiéndole la pista a un grupo altamente peligroso de vampiros, estos suelen trasladarse de ciudad para no levantar sospechas, y se ha confirmado que se han detenido aquí, en Konoha. Y como es nuestro deber cuidar de ustedes, ya que son el futuro de nuestra humanidad —Pronuncia "futuro" con cierto sarcasmo, aunque es difícil de notar por su seriedad— las clases seguirán con normalidad pero el horario de salida será más temprano. También, se asignarán parejas con las cuales deberán estar todo el día, por lo menos en el horario escolar. Lo más estúpido que podrían hacer es ir solos a un lugar, por eso decidimos esto.
—También personas especializadas en esto estarán específicamente en estas áreas de la ciudad —Dice otra voz, de un hombre de cabello gris. Éste recién se da cuenta de que habló y sonríe apenado— Ah, mi nombre es Kakashi Hatake. Estaré vigilándolos. Si tienen algún problema, saben a qué número llamar, y en caso de emergencia pueden ir a estas zonas "seguras", nuestro equipo estará allí vigilando —Las otras personas comienzan a repartir papeles a cada estudiante: es como una clase de mapa marcado con "zonas seguras" y zonas a las que no recomiendan ir por estar muy apartadas, también hay instrucciones de emergencia para salvar nuestras vidas. Muy optimista.— ahora, las siguientes parejas serán...
Apoyé la palma de mi mano contra mi mentón y giré la cabeza, esto había sucedido antes, no es nada absolutamente nuevo. Iruka-sensei había muerto... y sólo me sentía la mitad de la mitad de pena que debería sentir. Estas cosas ocurrían a menudo, un profesor desaparecido, un alumno desaparecido, todos... era un sentimiento tan familiar. Es como estar en una guerra silenciosa, no sabes realmente quién es tu enemigo, y cuando menos te lo esperas ya estás dentro de las fuerzas contrarias. Un triste recuerdo vino a mi mente sobre ellos y tragué saliva.
" ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Papá.... No...! "
—...Uchiha y Uzumaki.
Sentí la afilada mirada de él sobre mí, y se me congeló la respiración.
Este mundo, poco a poco, se derrumbaba.