Me hubiera gustado quedarme afuera.
Cuando entramos al lugar me costó reconocer qué era en realidad, ya que obviamente fue manipulado por las siguientes personas que estuvieron en este lugar, por dentro habían cambiado ciertos aspectos esenciales para reconocer en dónde estábamos. Pero al ver un cuadro que nadie se dio la molestia de quitar leí, claramente, lo que no quería.
"Manicomio Schlange".
Allí lo recordé. Mi mamá solía visitar a un amigo en este lugar, cuando estaba en funcionamiento, y siempre hablaba de aquello en secreto con mi padre. Por lo que sé es un viejo manicomio fundado por una familia alemana, no puedo recordar el nombre, pero fue uno de los primeros lugares en desaparecer y caer gracias a la llegada de los vampiros, la gente se olvidó rapidamente de él porque las personas no suelen prestar atención a otras personas. Así que, ¿quién se preocuparía por un manicomio con gente completamente loca? Todos terminaron olvidandolo, si no lo hubiera estado viendo ahora mismo y me preguntaran por él posiblemente diría que fue destruido o algo, porque tampoco aparece a simple vista en el camino. Es un lugar apartado.
Las paredes estaban hechas de cemento y en las pocas ventanas que habían estaban unidas a barrotes de hierro, del grosor de un brazo de un niño promedio, el ambiente era peculiar, como si el silencio se hubiera puesto de acuerdo para permanecer allí sin interrumpsiones, respetandolo. Al entrar había un gran cuarto con un par de sillones desaliñados, atrás de estos, en la pared de al fondo bajo las escaleras, se acumulaban una cantidad de cajas dejando polvo al rededor de estas. También había una clase de "recepción" al principio, aunque estaba vacía de lo que comunmente se encontraría y sólo permanecia una silla atrás del escritorio. Antes allí atendían a la gente, y es mejor no pensar en qué sucedió realmente en este lugar.
—Escucha... —Empezó Sasuke, deteniéndome. Lo vi hablándome seriamente, y por primera vez sentí que tenía que escuchar su advertencia—... éste lugar es uno de los centros de reuniones más importantes de nuestra raza. Los vampiros nunca se quedan en un lugar, pero hay alrededor de 300 habitaciones en este lugar. ¿Comprendes? Pueden haber más de 300 vampiros reuniéndose aquí, y ni siquiera yo podré salvarte si te metes en un lío.
Tragué saliva.
—Intentaré no causar problemas.
—Tú ya de por sí eres un problema.
—Éste lugar no parece un manicomio. ¿Cómo lograron eso?
— ¿Tsk, tú crees que los humanos son los únicos que saben construir cosas?
Avanzó y lo seguí rápidamente, no quería quedarme atrás por nada en el mundo. El azabache parecía conocer bien el lugar y me pregunté qué tan familiarizado podría estar con él, todo sobre Sasuke era un maldito misterio para mí. Pensé en el cambio radical en que me encontraba ahora, hace unos días yo jamás hubiera imaginado estar en un lugar hospedado de vampiros, lo único que tenía en mente era dormir en mi casa, ir a la escuela, e intentar sobrevivir un día más. Era notable que habían removido varias cosas del establecimiento y editado el lugar para verse lo más hogareño posible, pero ni aun así se quitaba la sensación de estar en un sitio para locos, dementes, asesinos. Llegamos a un pasillo y tuve que mirar al suelo rápidamente para seguir caminando.
Había personas apoyadas en las paredes, muchas más que las de abajo, no deduje cuantas. Yo y Sasuke solo pasábamos por ahí como si nada, sentí mi corazón acelerarse cada vez más, escuchaba los murmullos de esos monstruos y sentía la forma en que me miraban. Con ojos penetrantes fijaban su vista en mí, un humano, y sonreían grotescamente, se lamían los labios. Una de mis fobias era ser visto por mucha gente, hacer el ridículo, y sentirme observado de esa manera no ayudaba a que dejara de temblar y ponerme pálido.
—¿Qué hace un humano aquí?
...
—Debe ser algún juguete del Uchiha.
...
—Ow, Uchiha, ¿no compartes?
...
—Pobrecito. Qué injusto.
...
—Guardame algo de él.
...
—Es lindo. Debe ser un marcado.
...
—Tsk. Qué asco que esa cosa siga respirando.
Sasuke se detuvo en seco así que casi choqué contra él, detuve mi respiración y me dije a mí mismo que debía mirar al suelo, pero era imposible, él se había volteado hacía la última persona que habló y la miró directamente. Ambos se lanzaban miradas con odio sin limitarse.
— ¿Tienes algún problema? —Preguntó Sasuke.
—Sí. Creo que todos aquí tenemos un problema —Repuso el chico de cabello rojo con hostilidad— no puedes traer a un humano aquí. Si quieres hacerle algo están las salas de abajo, uchiha.
Sasuke frunció el ceño.
—No lo voy a matar, si es tu problema, Gaara.
— ¿Vas a dejar que duerma aquí? —Se sumó a la conversación una chica de cabello rubio desordenado, alterada completamente, parecía desaprobar la escena frente a sus ojos— Eso va contra las reglas, es peligroso, e innecesario. Esta zona es sólo para nuestra raza. —Dice mirándome con asco.
Esta situación me recordaba a un vampiro entre los humanos, sólo que al revés. Se notaba en sus miradas que me odiaban, creo que odiaban el hecho de que Sasuke me estuviera tratando como un humano literalmente, para ellos yo era sólo comida, un juguete. Y para mí ellos eran monstruos que no deberían existir.
Nos odiábamos mutuamente. Y no, no existía aquello de ponerse en el lugar del otro, en éste mundo las cosas no eran así. La moral, todo lo que estaba bien, y todo lo que estaba mal, fue cambiando con los años. Sin darme cuenta más vampiros se sumaban a la conversación con curiosidad, sólo observaban desde lejos, no podía decir con certeza cuantos. Quizás no eran tantos como parecía pero no me atrevía a mirarlos a cada uno.
— ¿Qué dicen las 3 reglas? —Preguntó con calma Sasuke, aunque era obvio que ya se las sabía.
—Primero: Jamás revelarás la dirección de éste sector a un enemigo. Te castigarán por traición. Segundo: Las peleas, violencia, o cualquier cosa que éste involucrada con armas u ataques físicos deberán realizarse afuera. O en un lugar especialmente permitido. Tercero: Cualquier vampiro podrá ser hospedado aquí sí cumple con lo necesario, se respetaran sus pertenencias e ideologías. —Dijo de memoria el pelirrojo, con aires de superioridad— Y tú trajiste a un enemigo directamente aquí, sin intenciones de matarlo. Es un claro gesto de traición y burla.
Los ojos de Sasuke destellaron afilados, con un ligero color rojizo en ellos.
—Él es mi marcado. —Se acercó a Gaara bruscamente, como claro gesto de advertencia, él otro estaba impasible—Es de mí pertenencia. Si alguno de ustedes tiene algún problema con eso, ya saben qué pasará.
—¿Estás amenazándome, Uchiha...? —Murmuró con rabia Gaara.
Sus emociones chocaban metafóricamente entre ellos, cualquiera que los viera pensaría que una pelea estaba próxima, la tensión se sentía en el ambiente. Estaban las personas que apoyaban condicionalmente a Gaara y los que no querían meterse en una pelea con el Uchiha, además de que no les importaba. Yo no sabía qué hacer, ni si quiera sabía qué significaba ser un "marcado". La chica rubia que habló antes se colocó entremedio de ambos con el ceño fruncido y los apartó de una elegante maniobra.
—Las peleas deberán realizarse afuera. —Les recordó. Luego miró a Gaara y suavizó la voz— Así que por ahora larguémonos. ¿Bien? Tenemos cosas qué hacer.
—Temari...
Sentí las miradas de desaprobación hacia nosotros, el grupo de personas más cerca de nosotros se comenzó a apartar rápidamente, ellos de verdad tenían una agilidad sorprendente, tan rápido como llegaron ya no estaban. El azabache no dijo nada más al respecto y avanzó despreocupadamente por el mismo pasillo, le seguí sin hacer preguntas por ahora, era demasiado arriesgado. Doblamos un par de veces y si no hubiera estado con él me hubiera perdido en esa extraña estructura del edificio, era casi como un laberinto, vi de reojo más vampiros cerca pero estos sólo observaban y luego se marchaban. Seguramente todos tenían asuntos más importantes. Sasuke se detuvo en una puerta y sacó una llave del bolsillo que no me había dado cuenta que poseía, abrió la puerta y esperó a que entrara.
Tragué saliva y entré cohibido. Escuché la puerta cerrarse detrás de mí.
— ¿Soy tu marcado? ¿Qué es eso? —Pregunté impulsivamente.
—Las personas no son las únicas desesperadas. —Se sentó en un sofá mediano que estaba desgastado, apoyando la cabeza en dirección al techo distraídamente— Es un método que usamos nosotros para separar la comida, por así decirlo.
—E...Explícate.
No me gustaba el sentido que estaba tomando la conversación. Él frunció el ceño.
—En algunos lugares que posiblemente no conozcas, porque estos temas no los dan en la televisión humana, los vampiros están muriendo de hambre. No hay humanos cerca, son lugares bombardeados, abandonados, que ni si quiera nuestra resistencia hace que seamos inmune. —Rió amargamente— Me pregunto cuánto tiempo pasará hasta que el mundo esté así completamente.
— ¿Por qué no van a otros lugares?
—Es muy difícil trasladarse sin que te descubran. Tsk, ya sabes cómo están las fronteras ahora. Además, cuando los vampiros estamos mucho tiempo sin beber sangre somos capaces de lo peor. No actuamos de forma cuerda, y tú no lo comprenderías. Volviendo al tema, hace tiempo, los pocos vampiros que sobrevivían a esto diseñaron algo así como un "juego" para separar cada humano de quién, y así tener una reserva de comida lista para no sufrir hambre. Ellos eran ingenuos y pensaban que todos haríamos las paces así.
— ¿U-Un marcado, no?
Me pareció horroroso sólo imaginármelo. Él sonrió de lado, disfrutando mi miedosa reacción con burla.
—Antes funcionaba. Un vampiro podía tener un máximo de 3 humanos marcados para él, humanos que proclamaba como suyos y nadie más podía tocarlos, o beber su sangre, si alguien lo hacía... él tenía el derecho de matar al otro vampiro. O si un vampiro quería beber del marcado de alguien también tenía que pelear por éste.
Me senté en el sillón de al lado con cierta timidez, Sasuke se veía por primera vez dispuesto a hablar, y yo tenía que intentarlo.
— ¿Si ya no funciona por qué lo dijiste allí afuera...?
—Oh, puedes hacerlo, y puede funcionar perfectamente. —Se lame los labios— Lo raro es que los demás vampiros respeten el acuerdo. Pero tranquilo, eres mí único marcado.
—Definitivamente no tuve que venir aquí... —Murmuré. Él no prestó atención— ¿Qué haremos mañana?
— ¿Haremos? —Rió irónicamente— Mientras intento que nadie te mate tengo que hablar con el jefe de aquí. La verdad, estoy metido en varios problemas.
—Eres pésimo tranquilizando a la gente. —Le dije con molestia— ¿Quién es el jefe de aquí? ¿Qué problemas?
—Su nombre es Orochimaru. ¿Recuerdas al pelirrojo de antes? Él es Gaara, está aquí por la misma razón que yo. Pero si quieres saber más, tendrás que esperar a mañana.
—Tú... —Susurré inseguro sobre lo que iba a decir. Él no miraba nada en específico—...a-allá dijiste que no me matarías. Cúmplelo, por favor.
No contestó. Bueno, no sé qué esperaba tener cómo respuesta de él.
Me paré precipitadamente sin decir nada más, estaba demasiado nervioso como para pensar con tranquilidad, necesitaba una ducha de agua con agua fría y luego simplemente dormir, si es que tenía la suerte de poder hacerlo. A Sasuke parecía no interesarle lo que hacía, creo que sabía perfectamente que no corría riesgo de que me escapara después de lo que vi allá afuera, prefiero estar encerrado con él que escapar y toparme con cientos de vampiros nada amistosos. Revisé en mis bolsillos con cierta esperanza, verdad que no tenía mi celular, luego se lo pediría a Sasuke. Abrí una puerta y por suerte si tenía baño, lo cual era muy extraño considerando que nos encontrábamos en una habitación al azar de un manicomio. Sasuke debía tener cierta reputación para conseguir estas cosas. Suspiré y entré, justo cuando mi celular comenzó a sonar en el bolsillo del vampiro.
....
Quería agua fría, pero no agua extremadamente fría como esa. No tenía toalla ni tampoco había una en el baño como normalmente hay, así que intenté secarme con mi camiseta de uniforme y me coloqué los pantalones simplemente, dejé la camiseta colgando a un lado para que se secara y salí del baño con el ceño fruncido. Me asomé al "living" (o la pequeña habitación con un sillón) para ver si estaba Sasuke y sólo vi latas de soda abiertas, recogí una y sólo estaba vacía. La arrojé descuidadamente.
— ¿Sasuke? —Pregunté pensando que se había ido.
Y ese pensamiento sinceramente me asustaba. ¿Quedarme sólo en un lugar lleno de monstruos? No... no, no quería eso. Abrí la única puerta que faltaba, la del cuarto (y no es que hubieran muchas puertas por así decirlo) con extremo cuidado y me encontré con un chico acostado en la cama de lado. Sólo distinguía su espalda.
No me digan que se durmió. ¡¿Los vampiros no son nocturnos?!
Me acerqué con cuidado sin saber exactamente qué hacer, y ahora que lo pensaba sólo había una cama. Bueno, considerando nuestra situación que haya podido conseguir un lugar dónde quedarnos estaba bien. Estaba decidido a irme al sillón cuando vi que él estaba afirmando algo en su mano, me tuve que sentar en la cama con cuidado y estirarme para agarrar aquél dichoso objeto.
Mi celular. Sentí mis manos temblar levemente.
Recibí un mensaje de la persona menos esperada en ese momento, y al ir leyendo vi cierta conversación.
[Abrir]
Para: Uzumaki Naruto.
De: Yamanaka Ino.
¿Estás bien? Las clases se cancelaron y en las noticias salió una pelea contra un grupo de vampiros. Ahg, todo esto me da escalofríos. No tengo el número de Sasuke y creo que fue cerca de su casa, ¿sabes algo de él?
[Recibido]
Para: Yamanaka Ino.
De: Uzumaki Naruto.
Estoy bien, gracias por preocuparte. Sasuke también lo está, acabo de llamarlo. ¿Por casualidad tienes noticias sobre la escuela, o más? Mi televisión no funciona.
[Enviado]
Yo no había enviado esto.
[Abrir]
Para: Uzumaki Naruto.
De: Yamanaka Ino.
¡Menos mal que contestaste! Ya nos habíamos preocupado con Sakura. Mm... la escuela retomará clases el jueves. Enviaron un comunicado, no sé si te llegó, sobre que era obligatorio asistir porque iban a tomarnos pruebas de ADN, y además iban a hacer un discurso especial. Es sólo un rumor, pero se dice que algunos alumnos estuvieron involucrados con lo de Titán. ¿Puedes creerlo? Me da escalofríos de sólo pensarlo.
[Recibido]
Para: Yamanaka Ino.
De: Uzumaki Naruto.
Qué horrible. Bueno, gracias por tu ayuda Ino, nos vemos el sábado. Cuídate tú y Sakura, las cosas están peligrosas últimamente.
[Enviado]
Me dio un tic en el ojo cuando leí la conversación que obviamente escribió Sasuke mientras yo me bañaba. ¡Es un pésimo actor intentando escribir como yo! ¡Es que no nos parecemos en nada! Además, las noticias que traía Ino no eran nada buenas... ¿nos habían identificado, entonces? Comencé a sudar, hoy era Martes, y el Jueves obligatoriamente teníamos que asistir... sería muy sospechoso no hacerlo.
Claro, esto no me tendría que preocupar siendo yo un humano y Sasuke el verdadero vampiro. Pero literalmente yo sería un cómplice de él. Aunque intente demostrar que era su rehén bien podría haberme quedado entre los oficiales en el atentado y hubiera abandonado a Sasuke, pero no lo hice, yo huí junto con él.
¿Por qué rayos hice eso? Es como si buscara continuamente un motivo para que alguien me mate. Yo no quería acabar como mis padres, definitivamente no, pero por más que lo niego siento que acabaré igual o peor que ellos. Já, ellos estarían decepcionados. Estoy entregando mi vida tan fácilmente que no valió la pena que ellos se sacrificaran por mí.
Soy un asco.
Me levanté de la cama rápidamente para irme pero una mano me agarró el brazo por detrás, me quedé estático, pensaba que estaba durmiendo.
— ¿Por qué enviaste mensajes con mi celular? —Pregunté lo primero que se me vino a la mente.
Él no dijo nada, como siempre. Me di vuelta tímidamente para ver sus ojos fríos mirando en mi dirección, no iba a soltarme, él era intimidante. Y yo no tenía idea de qué quería realmente de mí. Me jaló con cierta brusquedad e hizo que me metiera a la cama, no me rehusé, cuando él quería algo de un modo u otro siempre lo acababa consiguiendo. Bajé la vista avergonzado cuando me atrajo de la cintura hacia él, podía sentir su cuerpo pegado al mío perfectamente, mi corazón latía muy rápido. Mis manos terminaron enredadas en su pecho mientras oculté mi cabeza mirando hacia las sabanas, como si eso me distrajera de la situación.
—Pueden rastrearnos... —Susurré.
Esto estaba mal.
—D-Di algo...
Sentí su aliento en mi cuello y me estremecí, él dijo que no iba a matarme pero... ¿y si había cambiado de opinión? Yo me interponía en sus planes, claramente, lo mejor sería borrarme del mapa de una vez. Él no hablaba, apenas se movía con elegancia en las sabanas para adueñarse de mí, pero de alguna forma sentía como si con sólo un roce, un movimiento, él ya hubiera tomado control de mi cuerpo. Sentí su lengua en mi cuello lentamente, saboreando mis venas, mi cuerpo se había calentado precipitadamente por el nerviosismo y mis mejillas estaban rojas.
— ¿M-Me vas a morder...?
Levanté el mentón alejándome levemente para verlo, sus ojos estaban rojos y no mostraban expresión alguna. Me quedé viéndolo un rato, hipnotizado, y luego se acercó a mi cuello y comenzó a besarlo con deseo. Yo cerré los ojos instantáneamente, asustado, y mis dedos se enroscaron en su camisa, atrayéndolo.
—Sa...Sasu...ke...
Sentí leves mordiscos en mi piel, juguetones, pero aún no me había clavado los colmillos, sólo besaba y se divertía con el miedo que me provocaba. Si él quisiera matarme en este momento yo lo habría dejad, habría muerto para él sin pensármelo dos veces.
—No... —Me besó suavemente, pero fue más doloroso que cualquier otro beso— Aún no voy a morderte.
¿No querrás decir; aún no voy a matarte?
Sentí un cosquilleo inexplicable en mi cuerpo cuando habló, y me vi obligado a soltarle la camisa para acomodar mi rostro entre la almohada, mis ojos permanecían cerrados con inseguridad, como si de algún modo así desapareciera.
—No vuelvas a usar mi celular sin mi permiso.
Sasuke sonrió de lado peligrosamente.
—Lo que tú digas.
El vampiro se alejó de mí inesperadamente, de repente su peso en la cama ya no existía, abrí los ojos extrañado y me di cuenta que se había levantado. Me senté algo desorientado allí y vi cómo se colocó una chaqueta negra sobre los hombros despreocupadamente, ¿acaso iba a salir a esta hora? , apenas había llegado aquí.
— ¿A dónde vas? —Pregunté inexpresivamente.
—A comer. ¿No es obvio? —Respondió de mala gana.
Escuché como se marchaba y la puerta cerrarse afirmándome mi soledad. Todo lo que había sentido anteriormente se desvaneció, definitivamente me dejó sólo, y dudo que esa puerta sea lo suficientemente segura como para retener a algún monstruo. Me eché el cabello hacia atrás mientras suspiraba rendido ante la calamidad en esa solitaria cama, mis mejillas ardieron levemente al recordar unos momentos atrás, y cómo él hacía lo que quería. Sin darme cuenta, me dormí.
Sasuke Uchiha, deja de jugar conmigo, por favor.
No sé qué hora era exactamente, pero por lo que podía apreciar aún era de noche, no había dormido bien y por ende me desperté algo desanimado al escuchar la puerta de entrada abriéndose. Bostecé estirando los brazos mientras escuchaba el sonido de los pasos de Sasuke, me dolía todo el cuerpo, no había tenido un maldito día de descanso.
—Sé que estás aquí.
Mi alma se congeló. Esa voz no era de Sasuke.
—Uchiha...
Comencé a sudar cuando la puerta de la habitación se abrió, lentamente, como si se riera de mi desgracia. Mis músculos se tensaron, era increíble la rapidez del cuerpo para cambiar de emociones, un rato sentía cansancio y al otro la adrenalina me carcomía la piel. Apreté mis puños.
Ese dibujo en su frente, no era de Sasuke.
Ese pelo rojo, no era de Sasuke.
Esos ojos celestes, no eran de Sasuke.
Y definitivamente, esa mirada asesina, no era de Sasuke.
Gaara.