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eres mi esposo por kansagisama

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Notas del capitulo:

hola a todos!! se que me tarde siglos con este nuevo capitulo pero no podia corregirlo porque tenia mucho trabajo u.u

en fin espero que lo hayan esperado y les guste este nuevo que les traigo.

Las semanas siguientes del accidente,  Hinata había optado por cambiar su itinerario completo; para poder atender a su esposo en el hospital.

Luego de la escuela, comía en casa con su hija y luego pasaban directo al hospital para ver si habían mejoras, tristemente seguía igual. Kageyama por desgracia no despertaba y los médicos habían dicho que por lo menos sus heridas iban sanando y que la inflamación en su cabeza ya había disminuido. Aunque eran buenas noticias el aun se sentía angustiado. Nada cambiaria para el hasta que lo viera despertar y se asegurara que estuviera bien.

Desde entonces,  Hinata paso aquellas semanas hablándole, contándole su día a día, haciendo que Hiyori se relacionara con el (aunque ella prefería jugar con sus muñecas) y por supuesto teniendo visitas de Kuro quien lo ayudaba en todo lo que podía junto con Kenma. También recibía visitas de algunos compañeros del trabajo del mayor. Aunque eso no era frecuente y debes en cuando, recibía la visita de una hermosa mujer de cabellos largos y negros, que trataba con cariño a su esposo. Ella había mencionado que era la secretaria de su edificio. También le había dicho que se alegraba de que Kageyama tuviera a tan buen amigo quien venia a cuidarlo a diario y él se había limitado a asentir ante eso y no corregir en decir que era su esposo y no su amigo. Pero en esos momentos, donde pasaba sus tardes en esa fría habitación blanca, el terminaba estando tan cansado que solo quería usar sus energías en cuidar de su marido. Nada mas. Por lo tanto preferia no corregir nada.

Así que cada día dejaba a Hiyori en la estancia infantil un rato para corresponder con los cuidados que necesitaba el mayor.

***

Una tarde Hiyori enfermo y el no pudo ir al hospital, se quedó en casa a cuidar de la pequeña, a esperar que la fiebre bajara y durmiera. Hinata se durmió esa noche a orillas de la cama, tomando la mano de su hija y pensando en su esposo al que no había logrado ver.

A la mañana siguiente había recibido una llamada del hospital, la llamada fue tan rápida que el solo salto ante la noticia. Se aseguró que su hija estuviera cubierta correctamente, verifico que ya no tuviera fiebre y salió de casa a toda prisa. Al llegar al hospital entre jadeos observo a su esposo que se encontraba erguido en su cama, su mirada daba a la nada. Y el lloro de felicidad de verlo despierto, sentado. Corrió a su lado y lo abrazo. -auch..- exclamo el hombre al sentir la presión en su cuerpo.

 -oh.. lo siento, son los nervios, yo... por Dios no tienes idea de lo preocupado que he esta...

-¿quien eres?- dijo. Hinata lo miro un momento y luego sonrió nervioso. -no digas cosas así, no me da gracia- afirmo. Pero Kageyama lo miro con la ceja alzada en duda. No estaba entendiendo quien era esta persona tan confiada que lo había abrazado. Al no ver respuesta divertida por parte de su esposo, decidió acercarle a su hija, tal vez con el hiciera bromas pesadas pero no con su pequeña.

-mira Kageyama, Hiyori te extraño mucho, dile hola a papi- exclamo. Y los ojos del moreno se abrieron asustados. Sin ni una chispa de gracia ante el comentario.

-¿disculpa? ¿que has dicho?- exclamo molesto. Hiyori se coloco a su lado jalándole la prenda, cuando el volteo a verla ella comenzó a llorar abrazándose a Hinata.

-no llores, ya,  ya es papi, mi amor- pero ella no dejo de llorar, negando con su pequeña cabecita. Kageyama se tallo el frente algo irritado. -por favor, ¿puedes callarla? Me duele mucho la cabeza- exigió. Y Hinata asintió cargando a la menor en sus brazos, susurrándole canciones.

 

-demonios!!- dijo un exhausto hombre. Ambos lo miraron contemplando a Kuro quien se desataba la corbata. -recibí tu mensaje y vine de inmediato- dijo. Saludando al pelirrojo para luego voltearse hacia la camilla. -¿Kuro?- pregunto Kageyama sonriendo al verlo.  Al parecer a él si lo reconocía

 -¿que demonios paso? ¿porque estoy en este lugar?, carajo me duele mucho la cabeza- exclamo irritado. El mayor lo observo no entendiendo lo último. Miro a Hinata quien agachaba el rostro entristecido mientras acariciaba a su hija.

-tenemos que ver al doctor- dijo Kuro tomando a Hinata de las manos.

 

***

-esto no puede ser verdad... ¿y por cuanto tiempo será esto doctor? ¿podra recuperar la memoria pronto o...-

-eso no se sabe con exactitud, la mente es muy compleja todo depende de la persona, del golpe. A causa de su accidente es incierto pero con rehabilitación y con ayuda de su familiares y amigos es posible que favorezca a su recuperación, Tal vez enseñándole fotos viejas, hablándole de cosas familiares; él sea nuevamente capaz de recuperar la memoria faltante-. Tanto Hinata como Kuro asintieron empeñados en ayudar en todo lo que pudieran.

 

***

-¿estas seguro que quieres que te deje por hoy solo? Podríamos empezar la rehabilitación hoy mismo- pregunto. Dejando a la familia en la entrada de su cabeza y el menor afirmo mirando a su esposo quien ya había salido del auto mirando desde lo bajo su "nuevo" hogar. Uno que no era tan nuevo porque ya llevaba viviendo ahí mas de 5 años. -estaré bien kuro, por ahora no seria bueno abordarlo con demasiadas cosas, debe estar cansado- y Kuro tenía que aceptar que era cierto. Hinata conocía muy bien a Kageyama. -de acuerdo. Intentare pasarme mañana después del trabajo- dijo. Despidiéndose de la pareja -hasta luego amigo- exclamo. El moreno lo miro y despidió de igual forma con un asentamiento de cabeza. Una vez estando en el silencio de su hogar Hinata intento abordar a su esposo, pero no sabia por dónde empezar. No sabía si era correcto hablarle como siempre lo había hecho o si debía ser mas formal. Todo era tan bizarro, en tantas formas posibles.

 

-me he quedado aquí solo porque mi identificación apunta este lugar- dijo el moreno. Viendo directamente a los ojos marrones del chico frente suyo. -en cuanto pueda me iré, no voy a causarte problemas- comento. Pero Hinata negó acercándose demasiado, mas de lo que el otro quisiera. -no es ni un problema, aqui vives Tobio. Este es tu hogar, nosotros somos tu familia- afirmo. El moreno lo contemplo solo por un segundo para desviar la viste e irse directo hacia el sofá.

 

-por favor no digas eso, no puedo creer que en verdad estoy casado. Cuando ni siquiera he tenido planes de estar con alguien en mi vida- concluyo. Dejando su maleta sobre el sillón para empezar a desempacar.

 

-pero lo estas...!! Se que ahora no lo recuerdas pero...

-no se ni quien eres...-

-Hinata shouyo, tu esposo- exclamo. Pero antes de poder decir algo mas noto como el mayor posaba sus manos sobre su cabellera en un claro ejemplo de molestia. Justo ahora se daba cuenta que no estaba ayudando en nada. Solo estaba presionándolo, algo que no debería hacer..

 

-lo siento... no debería hostigarte así, debes estar cansado y....- alzo la mirada encontrándose con los ojos negros del mayor y solo sonrió. -¿quieres cenar? Te preparare algo- comento. Dando media vuelta para ir a la cocina. Una vez fuera de la vista del pelirrojo Kageyama se recostó en el sofa con la vista en el techo analizando los sucesos del día. En donde toda su vida había cambiado, pasando de un alumno de último año de universidad  y ahora al parecer siendo "hombre de familia". Algo que, si le hubiesen dicho eso hace tiempo se hubiera reído en la cara de la pobre alma que se atreviera a decir semejante tonteria. Pero ahora.... parecia que todo había cambiado y él estaba menos que conforme con esta nueva vida. En ese momento reconsidero la idea de simplemente irse, podía pedirle a Kuro pensión por un tiempo en su casa porque por lo menos a él si lo recordaba. Estaba pensando eso cuando unas pequeñas manos lo hicieron salir de sus pensamientos obligándolo a mirar hacia abajo topándose con la pequeña niña de cabellos rizados y anaranjados que vio esa tarde. Su supuesta hija. La niña que llevaba un largo vestido y unos pañales que sobre salían de entre las ropas se movió a su lado jalándole las prendas. El la contemplo por un segundo acariciando sus pequeñas manitas, ella sonrió y Kageyama sintió algo extraño al verla. Algo que no le gusto.

 

Hinata entro a la habitación justo cuando escucho a Hiyori llorar, el mayor se encontraba de pie mirando hacia afuera de la ventana, concentrado y el solo sostuvo a la menor que se encontraba sentada en el suelo lloriqueando.

 

-la cena esta lista- comento. El pelinegro asintió yendo hacia el comedor en silencio.

 

***

 

-¿que harás hoy?- comento Kageyama al ver al menor terminar de arreglar a la niña. Hinata le miro Y sonrió sosteniendo a su hija para salir de casa. -vamos al colegio, ahí trabajo y hiyori se queda en la guardería- dijo.

-puedes tomar lo que quieras, siéntete libre- aseguro para salir de casa.

Una vez estando completamente solo en la nueva casa. Kageyama decidió que seria buen momento para ver los alrededores del vecindario. Tomando su ramera salió de ahí sin rumbo. Camino por las calles de un lado a otro, se detuvo a comer cuando le dio hambre y cuando se dio cuenta ya era tarde por la noche. Decidió que era buen momento de volver.

****

La puerta se abrió y Kageyama noto las luces apagadas, suponiendo que Hinata estaba dormido ya, arrojo su ramera sobre el respaldo del sofá, escuchando un quejido. Se inclinó notando al pelirrojo recostado en el mueble, profundamente dormido. Una vez que lo miro de frente, sentándose en la mesita de estar pudo notar con claridad el rostro del menor. Que era tan blanca a la escasa luz de la lampara, el cómo sus cabellos rizados hacían una peculiar forma al caer en su frente cubriendo esas largas pestañas. Y por primera vez desde que lo vio pudo Imaginar que si era cierto el hecho de que estaban juntos no le sorprendería tanto. Después de todo Hinata parecía su tipo o al menos del tipo con el que tendría un buen a costón porque lo cierto es que en su mente jamas paso el hecho de establecerse con alguien. La relación mas larga que había logrado en su vida era una de 3 meses. Así que despertar una mañana y descubrir que tenia incluso una hija que ya caminaba parecía algo salido de una mala película.

 

Miro de nuevo al hombre frente suyo y suspiro. Su segunda noche y al parecer tendría que dormir en el baño.

 

***

Hinata despertó con un terrible dolor en el cuello, uno que atribuyo a su mala postura y el lugar donde se encontraba. Podría haber pasado la noche en su suave cama pero prefirió quedarse despierto esperando a Tobio quien no había llegado en toda la tarde a casa.... Abrió grande los ojos y salto del sofá recordando que, en efecto su esposo no había estado todo el día ahí. El había tenido un mini infarto cuando las horas pasaron y el mayor no había vuelto. Una persona normal en términos normales pensaría que su marido le estaría engañando y por eso no volvía, pero el no estaba experimentando términos normales. Su esposo tenia amnesia ¿y si no recordaba donde vivía?, ¿y si estaba perdido?, ¿habia llevado dinero? Rogaba porque si. Sus pensamientos de paranoia fueron interrumpidos al oír a su pequeña llamarlo desde su habitación. Se apresuró a su lado, notando como ella ya quería bajar de la cuna, era peligroso dejarla sola mucho tiempo. La tomo y salio de ahí rumbo a la cocina.

Una vez preparado el desayuno intento hacer que comiera pero como era costumbre ella no quería, en su mente infantil era hora de jugar con Papi. Arrojándole la comida en la cara. -no Hiyori, no!- exclamo. Bajando sus manitas para que se estuviera quieta. La inocente lucha duro unos momentos hasta que la puerta del baño se abrió mostrando a Kageyama quien se rascaba la cabeza adormecido. Hinata lo miro caminar en calzoncillos hasta la cocina. Tomar su taza azul de la repisa y servirse café. Después lo vio dirigirse hasta el comedor y sacar un pan tostado del compartimiento de los panecillos. Todo tan sincronizado como si estuviese familiarizado con ello.

-¿por qué has tomado esa taza?- preguntó. El moreno lo miro alzando la ceja y luego miro la taza en sus manos. -no lo se ¿es tuya?- cuestiono. Entregándosela pero el negó sonriendo. -¿donde pasaste la noche?- esta vez intento no sonar presionante. No debía hostigarlo solo tenia que sonar casual. Kageyama se tallo el cuello sonriendo. -en el baño ¿donde mas si ocupaste mi cama? ¿No tienes un cuarto propio?- cuestiono divertido mientras mordisqueaba su desayuno. -estaba haciendo guardia, por si regresabas- dijo.

-pues no hiciste un buen trabajo, duermes como piedra- concluyó. Y Hinata se encogió de hombros apenado. -me hubieras intentado despertar- pero el mayor negó, era obvio que estaba cansado y no quería molestarlo.

 

***

-me marcho, si vas a salir avisa por lo menos y hazme el favor de lavar los platos del desayuno- exclamo. Tomando a la pequeña entre sus brazos para salir.

-espera!- Hinata volteo y Kageyama tomo las tazas en sus manos. -¿donde guardas los platos?-pregunto. El pelirrojo lo miro y sonrió resplandeciente ante eso. -tu ya sabes dónde- finalizó. Saliendo del lugar. Dejando a un extrañado hombre que no logro entender lo último.

 

***

Kuro saludo al menor mientras dejaba a Kenma en sus manos -¿y como esta nuestro hombre?- cuestiono.

-bien- respondió. -puedo pasarme hoy si quieres- comento y el acepto. Seria bueno para Kageyama si estaba con caras conocidas.

 

 

***

Hinata se encontraba haciendo la cena cuando el timbre de la puerta comenzó a sonar suponiendo quien era. Se dirigió abrir, saludando a Kuro que traía unas cervezas y a su niño a un lado. Al instante de entrar el menor corrió hasta Hiyori empezando a jugar con ella.

-buenas noches, lamento no llegar antes pero tenia trabajo pendientes- comento. Hinata negó con su cabeza. -si estabas tan ocupado debiste avisar, así no tendrías que preocuparte en venir hoy-

-¿y perderme una noche de tragos con mis viejos amigos? Eso jamas- exclamo. Dejando las cervezas en la mesa. Kageyama lo saludo, tomo una lata de la bolsa y se dispuso a ir con el grupo.

 

La noche transcurrió entre conversaciones amenas del día de ambos, el como se adaptaba en su nueva casa, planes en la semana. Hinata no quiso meterse demasiado ya que era inevitable sentir angustia cuando Kageyama mencionaba que deseaba buscar un empleo y construir su propia casa. Aunque Tetsuro ayudaba en hacerlo recapacitar por lo menos en un tiempo. Hinata sabia que una vez que algo se le metía en la cabeza a al moreno era imposible hacerle cambiar. Por lo mismo decidió no intervenir demasiado. Lo menos que quería era presionarlo.

 

-bueno me marcho. fue agradable verlos pero mañana trabajo y parece que alguien ya esta cansado- señalando a su pequeño que yacía dormido sobre almohadas en el suelo. Ambos hombres asintieron, despidiéndolo en la puerta. Hinata tardo mas tiempo hablando con el en la entrada y Kageyama entro para recoger las latas vacías. Miro a ambos hombres que charlaban amigablemente, notando como las mejillas del menor subían de colores por alguna cosa que su amigo hubiera dicho. Los siguió con la mirada hasta que sintió mojada la mano, notando que tenia escurriendo en sus manos una de las cervezas que exprimió sin motivo alguno.

 

-¿que le paso a la cerveza?- cuestiono el menor que ya había cerrado la puerta encontrando el piso sucio. El moreno se encogió de hombros, comenzando a limpiar el desastre. -estaba defectuoso, creo- comento. Hinata no le tomo importancia, levanto a la pequeña que igual dormía entre almohadas y peluches en el suelo. -llevare a Hiyori a dormir, buenas noches Kageyama- despidió y el mayor le devolvió el gesto.

 

Una vez limpio el desastre, acomodo su "cama", preparándose para descansar. Pero por mas que intento conciliar el sueño no pudo. Aun dentro suyo sentía la extraña sensación de irritación. Una molestia que emanaba de alguna parte. Y que se había activado en el momento que vio a ambos hombres charlar tan alegremente. Tal vez solo era el sentimiento de sentirse excluido entre ellos, después de todo Kuro era su mejor amigo. Y el pelirrojo su compañero momentáneo de habitación, no podía existir otra razón por la que se sintiera molesto.

Decidió que no debía pensar mucho en eso, porque solo se fastidiaba más.

 

***

 

-¿todavía sigues buscando empleo?- preguntó al ver la cantidad de periódicos regados a lo largo del comedor. El mayor asintió. Necesitaba un empleo, se sentía inútil al no hacer nada en casa todo el día, no estaba enfermo, aun tenia una que otra herida en la cabeza pero no era nada que él no pudiera tratarse por si mismo.

 

-podemos hablar con Kuro, seguro conoce algún que otro lugar con un amigo suyo- afirmó. Para sacar de su bolsillo el teléfono y marcarle. La platica fue corta y concluyó cuando su amigo acepto en buscar un buen lugar en el que Kageyama fuera capaz de adaptarse y desempeñarse. Eso era algo que agradecía mucho del mayor desde la universidad, que el siempre estaba ahí cuando se le necesitaba.

 

En la tarde llego el mayor, trajo su laptop, algunos papeles de su trabajo así como información de trabajos que consideraba bastante interesantes para su viejo amigo. Este los miro, notando alguno que otro. Las primeras horas fueron laboriosas tratando de ver que era capaz de recordar el hombre y con base a eso escoger el trabajo. Desafortunadamente para ambos, tanto a Kuro como Hinata le fue difícil lidiar con el carácter del moreno que ya se sentía estúpido al no recordar tantas cosas como quisiera. Y si algo caracterizaba a Kageyama era el hecho que nadie podía tratarlo como un bueno para nada. Al final esa tarde terminaron desistiendo, con cervezas en manos y un Kageyama mas que molesto.

 

Kuro tomo su laptop y comenzó avanzar con algunos reportes pendientes. Había aceptado ayudar a sus viejos amigos, posponiendo su propio trabajo. En esos momentos extrañaba a su amigo quien era muy bueno en su trabajo, ahora a falta de el, tenia mas trabajo acumulado.

-¿quieres algo de cenar?- preguntó Hinata. El asintió, levantándose del sofá para ir hasta el comedor. Kageyama hizo igual pero antes de eso miro, el trabajo abierto de su amigo. Se sorprendió mucho al notar algo familiar.

 

-Kageyama tu cena se va a enfriar.... ¿Kageyama?- preguntó. Al verlo tan concentrado en el mueble. Ambos adultos se miraron extrañados yendo hacia el. Fue indisimulable sus expresiones al notar como observaba los documentos tan familiarizado con ellos. -este archivo no es correcto, fallaste con las modificaciones de la empresa. Mira- exclamo. Kuro se apresuro a su lado notando que era verdad lo que el decía. -¿como recuerdas esto..!?- pregunto sonriendo. ¿Acaso no se había perdido su memoria a partir de la preparatoria? ¿O acaso ya estaba volviendo a recordar?

-no lo se...- exclamo. Pensativo, dejando de lado la laptop. Era algo tan monótono en el que simplemente sintió que ya sabia que hacer. No estaba seguro si eso era al igual que recobrar sus recuerdos. O solo era pura casualidad. Pero lo cierto es que le provocaba una mezcla de vergüenza y felicidad. Por suerte no estaba solo en sus sentimientos. Kuro río palmeandole y Hinata salto tan alto que Kageyama temió que se golpeara contra la lámpara.

 

-joder!! Tal vez podamos hablar con nuestro jefe y explicarle tu situación, con suerte puedas volver al trabajo. Seguro entenderá, tu eres uno de sus mejores empleados- afirmo. Estrechando sus manos en son de victoria. Hinata asintió brincando y corriendo a lado de ambos hombres para abrazarlos. Para después ir directo a la mesa. Miro a ambos, que sonreían y Kageyama que mostraba esa típica expresion de timidez, Hinata sintió que el corazón se le aceleraba al verlo nuevamente alegre. Esto era de festejar. Con suerte su esposo volvería hacer el mismo hombre con el que se casó.

Notas finales:

intentare hacer esata historia interesante u.u ojala sigan leyendolo y si les gusto, una sugerencia o una critica por fas no duden en decirmela. gracias!!  intentare actualizar pronto, en serio!!

(no sean demasiados duras :C)


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