Con el campo de batalla nublado por el polvo. Muchos profesores estaban preocupados y expectantes por lo que sucedería, aunque a decir verdad eso lo hacía más emocionante, el saber que detrás de esa cortina de “humo” saldría un valiente ganador que se llevaría el trofeo a la mejor escuela de magia.
Mientras tanto severus detrás de esa cortina veía con miedo como matias estaba en suelo boca abajo escupiendo sangre. ¿qué había pasado? Él astuto dragón había reflejado el hechizo que matias le había lanzado con la gema que tenía incrustada en su frente. Dando al menor en todo su cuerpo, dejándolo fuera de juego e inconsciente.
Severus ahora estaba solo sin un escondite cercano, pues con toda esa polvareda no podía ver nada. La única ventaja que tenía era la nimbus que había encontrado y que aún estaba manchada algunas partes con la sangre de allen.
El dragón en cambio no lo perdía de vista, lo podía ver. esperaba un movimiento en falso del humano y ahí acabaría todo.
….pasaron unos segundos….
-locomotor mortis-susurro severus apuntando con su varita a las patas del dragón, haciéndolo caer. Este quiso repetir la acción de reflejar el hechizo como con el otro, pero no le salió bien, porque severus fue más rápido aparte que el otro chico grito el hechizo y a severus no pudo oírlo.
No espero más y En una rápida acción vio la oportunidad y montando la nimbus se elevó en los cielos apartándose de la incontenible furia del animal, siendo perseguido y casi alcanzado por las llamas que el dragón expulso.
Dio un suspiro de alivio cuando no lo alcanzo el fuego, y viendo como la cortina de polvo ya iba desapareciendo, supo que tendría más ventaja para ver.
Pero el dragón no pensaba lo mismo y volvió a hacer más y más polvo con su enorme cola, moviéndola de un lado a otro como un perro, mientras clavaba más sus garras en la tierra, mirando a todos lados en su búsqueda.
-Protego Totalum-severus se cubre con ese hechizo y vuela en picada hasta situarse por encima de la cabeza del dragón, viendo a su alcance la gema.
Es en ese momento cuando siente otra vez esa mirada sobre él, su adversario ya se había dado cuenta de su presencia y ahora rugía con fuerza, mientras botaba fuego en su dirección.
El coliseo de batalla estaba protegido por otro campo de protección para proteger a los espectadores, así que no había gran daño.
En cambio, otro era el caso de severus, que con gran dificultad escapaba de esas llamas de fuego rojizo, que con un solo toque le dejarían graves heridas en su piel. Debía tener sumo cuidado si no quería terminar como matias.
- “a la mierda todo!!”-pensó severus. Era hora de arriesgar y ganar…o en el peor de los casos perder y sufrir un gran daño. Pero debía ser positivo, eso se lo había inculcado tanto tom que ahora le daba el valor de hacer cosas que antes no se hubiera atrevido a hacer.
Esa batalla duraría siempre si seguía huyendo, a parte que los signos de cansancio ya se hacían presentes, estaba todo sudoroso y su respiración acelerada. También jadeaba un poco y sus piernas ya estaban por rendirse.
“Es ahora o nunca”. La poca energía que tenía la usaría en ese hechizo que había estado preparando para una ocasión como esta, aunque originalmente la pensaba usar contra los merodeadores por si lo volvían a molestar o por si hacían alguna jugarreta para molestarlo durante los juegos.
Severus no se dio cuenta en qué momento se había parado encima de su escoba, manteniendo un extraordinario equilibrio, para su fortuna un fuerte viento paso, no tanto para hacerlo caer, pero si para llevarse todo rastro de polvo. Y el aún seguía estático sin perder su vigor y su mirada penetrante, fija en su adversario.
Todos los espectadores estaban atónitos con la osadía del joven hechicero. En cambio, este ya no estaba nervioso, solo bastaba conjurar el hechizo correctamente, aunque no estuviera 100% seguro que lo lograría, pues aún no estaba del todo seguro las consecuencias que traería decirlo deliberadamente y que tan efectivo podría ser, pero valía intentarlo.
No le dio oportunidad al dragón de volver a expulsar su fuego, pues con su varita alzada lo señala y recita:” Sectumsempra”-dicho esto sale una luz verde resplandeciente muy fuerte que pega de lleno a la frente del animal, acto seguido ve como cortaduras de gran longitud aparecen en la frente y también en todo el cuerpo, dejando un camino de heridas.
El silencio sepulcral del coliseo, lo hacen salir de su leve trance, fue muy impactante para el ver como su hechizo había logrado tal efecto, mira la gema desprendida de su posición ahora en el suelo completamente ensangrentada.
El hechicero veía con pena como el dragón aún seguía retorciéndose en el suelo del dolor por las cortaduras que seguían apareciendo en su cuerpo.
-voy a terminar tu dolor…lo siento-se disculpó severus arrepentido y recogiendo la gema se distancia unos metros y dice-Vulnera sanentur.
Rápidamente se ve como empiezan a sanar las heridas, y desaparece todo estrago de marcas y heridas.
Los aplausos no se hicieron esperar, el joven hechicero resultaba todo un genio, no solo había creado un hechizo tan poderoso sino también una cura. Los elogios no se harían esperar, todos esperaban estrechar su mano y conversar con él.
Ése joven tenía un gran futuro por delante y muchos ya querían tenerlo de aprendiz.
Pero entre toda esa gente, había alguien que no le gustaba toda esa atención que su amigo recibía, sí...a tom no le agradaba que tantos magos quisieran llevarse a severus. No le gustaba sentir esa extraña opresión en su pecho, le hacía tener pensamientos no tan buenos. En definitiva, debían volver a su escuela y que todo volviera a ser como antes, con severus haciendo pociones y sus demás amigos molestando y jugando como siempre.
-no refunfuñes tanto tom, te vas a volver viejo y amargado-comenta un divertido james, intentando vanamente en sacarle un tema de conversación.
Pero otra vez es ignorado, tom ni siquiera le había prestado atención, porque seguía viendo a severus como era alabado por los otros tutores y profesores metiches.
-severus me sorprendió-dice james esperanzado en captar su atención y lográndolo pues tom lo mira dudoso esperando que prosiga-ahh , no esperaba que creara un hechizo, eso es todo un logro, pero fue aterrador lo que puedo hacer.
-si…él lo iba a usar en ustedes-comenta con media sonrisa socarrona.
Dicho esto, se levanta de su asiento y se va rencontrar con su amigo, dejando a un james con la boca abierta por la conmoción de saber que si hacia alguna bromita contra sevy iba a salir muy mal herido. Mejor no tentar su suerte y no acercársele mucho. Aunque de todas maneras no planeaba hacer algo en principio, ya no le interesaba, era un juguete que había pasado de moda.