Regresamos a la normalidad? No. No precisamente, más bien regresamos a lo que quizás por el mes restante reconoceríamos como normal pero nuestras vidas jamás regresarían a la normalidad por que jamás había habido normalidad en ellas así que si regresar a lo peculiar y extraño era lo normal entonces que así fuera era un alivio.
A Yuki le había salido tremenda barriga de un momento a otro, no era una barriga normal, me pareció que estaba a punto de explotar, estaba severamente preocupado por el, por el bebé y por todo, pero más por Yuki, ahora que tenía una nueva oportunidad no quería que nada me quitará el poder hacerlo feliz. En cambio Yuki trataba en vano de hacerse el fuerte aunque en sus ojos de conejo asustado se miraba el miedo que llevaba dentro, quizás no miedo a morir pero si temía por la vida del bebé... Yuki... Su sonrisa falsa...
- Quieres más albóndigas de pulpo Yuki.
- Si quiero un poco más por favor.
- Cuanto?
- No mucho, unas doce estarían bien.
Asentí y tome su plato. Cuando el monstro entro.
- Yukito como te sientes.
Le dio uno de esos calurosos abrazos y yo le mire con rabia.
- Hey! No tan fuerte, tus brazos de monstro pueden aplastar a Yuki.
- Lo siento Yukito te hice daño?
- Claro que no Sakura- Dijo mi conejo de nieve que era siempre tan amable- Touya estaba bromeando no le creas
- No bromeaba, los monstro usualmente no saben medir sus fuerzas...
- Hermanoooo!
- Touya no deberías decir eso.
- Voy por más albóndigas, hey monstro quieres comer?
- Si.
- Ya sabía ...
Salí de la habitación rumbo a la cocina, Sakura se había ofrecido a quedarse por las tardes con Yuki mientras yo me iba a trabajar, este no podía levantarse de la cama más que para ir al baño y solo cuando alguien pudiera acompañarle, Yuuko había sido muy explícita era una situación delicada.
La semana transcurrió en paz, yo atendía a Yuki por las mañanas y aunque detestaba dejarle por las tardes era irracionalmente ilógico lo feliz que era. Había dejado una vida universitaria en la capital con un gran futuro para residir en Tomoeda y trabajar haciendo de todo un poco y era inmensamente feliz.
El sábado siguiente vinieron en procesión Yuuko sama y su asistente Watanuki, ese chiquillo que era la reencarnación de Clow y la fastidiosa de Rubymoon.
- Como te has sentido Yukito?
- Bien aunque con mucha hambre.
Dijo tímidamente Yuki.
- Por dios están tan gordo e hinchado como una piñata- Dijo Rubymoon, Yuki se puso rojo de inmediato y sonrió de aquella manera que decía que se tomaría ese comentario de la mejor forma posible.
- Hey no lo molestes Rubymoon- Intervine yo- Aquí la única que parece una piñata por esos cachetes inflados eres tú.
- Pero Touya querido...
- Basta!- reclamo Yuuko sama- Si van a pelear será mejor que se salgan!
Yo me fui a sentar al lado de Yuki en la cama y este tomo mi mano con fuerza, me acerque a su oído y dije.
- No le hagas caso a esa tonta, tu así te ves mil veces mejor que esa polilla de plástico de cuarta. No sabes las ganas que me dan de hacerte cosas sucias...
Yuki se puso aún más rojo y cariñosamente me beso el maxilar.
- Gracias Touya.
- Por que?
- Por ser tan bueno conmigo...
- Tonto, yo soy el que debería darte las gracias por ser mío.
- Vamos a hacer una nueva prueba de ultrasonido y además tengo que volver a tomar muestras de sangre está bien.
Yuki asintió, el ultrasonido fue el menor de sus problemas las alas del bebé eran más nítidas, tenía largas y hermosas plumas en las cual estaba envuelto, me parecía maravilloso, era nuestro hijo o hija, era nuestro. Sin embargo aquello de las muestras de sangre fue todo una tortura para el pobre Yuki, sus venas se habían vuelto un mapa de papel excesivamente delgado imposible de descifrar, Yuuko sama lo pico cinco veces, la sexta le lastimo ya una vena, la sangre de Yuki tenía retardo para coagular y ver cómo corría sin parar era algo que me aterro y enfurecio.
Me moleste con Yuuko pues no dejaba de picarlo.
- Tranquilo estoy bien- Dijo mi conejo de nieve intentando disimular su dolor.
- Yuki...
Sentí una rabia terrible, por que no podia ser yo el que sintiera aquel dolor? Maldita sea!
- Abrázame Touya
Ordeno mi amado y yo obedecí, el escondió su rostro angelical en la cuenca de mi cuello y yo sentí como se tensaba cuando la aguja le penetró la frágil piel.
Al fin se pudo obtener una muestra de sangre, después de esto Yuuko sama ordenó que todos saliéramos pues quería hacer una revisión completa de Yuki pero este objeto pidiendo que yo me quedara. Yo! Yo! Me sentí feliz y tonto, el había pedido que yo me quedase a su lado y no la reencarnación de Clow se quedará a su lado, sabía que era estúpido tener celos a esta altura pero igual siempre tendría celos hasta del agua que tocaba el cuerpo de mi Yuki cuando se bañaba.
Sus piernas eran tres veces su tamaño normal, su vientre estaba a punto de reventar y sus fuerzas eran mínimas.
- El bebé debe estar causando opresión en su columna, dime algo a veces sientes la sensación de que no sientes las piernas?
- Si, eso es muy frecuente también siento que no puedo respirar con facilidad.
-Dolor?
Yuki me miro un momwnto y luego bajo su mirada para asentir.
-Mucho?- Pregunto Yuuko sama?
Yuki asintió, pero eso era algo que yo sabia asi que bese su mano y acaricie sus cabellos para transmitirle el que estaba a su lado. Con el y para el.
- Debe estar aplastado muchos órganos, unos contra otros; es indispensable que te lleve a mi clínica.
- Tu clínica?- Preguntamos yo y Yuki al unísono.
- Es la casa de la señora Yuuko, ella insiste en llamarle clínica- Dijo Watanuki con singular alegría.
- Calla Watanuki o pasarás a las filas de la oficina del desempleo
Watanuki puso una cara de arrepentimiento por decir aquello y nosotros nos reímos. Luego de esto Yuki dijo:
- Es tan grave Yuuko sama?
Ella medito su respuesta durante unos minutos; el silencio fue interpretado de una manera aterradora.
- Lo es, ya te había dicho que este embarazo era muy peligroso. Tú vida y la del bebé están muy comprometidas, no digo esto con afán de asustarte, es mejor que estés tranquilo pero que cuides bien de ti, por ningún motivo se te ocurra hacer algo tonto. En cualquier caso y por si algo sucediese dime... Si hay que escoger...
Yo me aferre a la mano de Yuki con demasiada intensidad y no le dejé terminar su pregunta.
- No será así, el y el bebé van a estar bien, así que no hay por que preguntar eso!
- Calma Touya- Dijo Yuki intentando refrenar mi coraje hacia la pregunta- Todo va a estar bien.
- Exactamente, entonces no tiene por que hacer esas preguntas.
- Calma, Yuuko sama solo se preocupa por nosotros.
- De igual manera no me gusta que pregunté eso, y no vamos a responder, todo va a estar bien, tú vas a estar bien, el bebé va a estar bien y yo voy a estar bien de acuerdo?
Tome el rostro de Yuki entre mis manos, estaba tan pálido, busque en sus ojos mil respuestas positivas a esa pregunta pero no halle más allá del reflejo de mi rostro.
Yuki me abrazo y yo a el, todo iba a estar bien, tenía que ser, tenía que ser.
- Esta bien si no quieren decidir ahora pero entonces cuando quieres que se te ingresé a la clínica?
- No quiero ir a ninguna parte doctora, se que todo estará bien, me gusta estar en mi casa y Touya tiene que trabajar y si estoy en otra parte el se quedaría solo aquí.
- No, podría irme contigo.
- Pero quedaría muy lejos de tu trabajo.
- Y que importa? Me levanto más temprano y se acabó!
- No, estarías muy cansado.
- Yuki...
- No me iré. No quiero. Quiero que nuestro hijo nazca aquí en nuestro hogar.
- Yuki...
Su mirada paso de ser aquella mirada bondadosa y suave a una mirada llena de decisión y control, era como si la mirada de Yue se hubiera colado por los ojos de Yukito.
- Bien entonces así será Yuki, como tú decidas.
- Gracias por apoyarme- Dijo sonriendo y volviendo de nuevo a su propia mirada.
Yuuko sama asintió sin mucho entusiasmo...
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El bebé susurre... El bebé...
Me había comenzado el embarazo justo entrando el octavo mes y todos los síntomas se habían dejado venir, náuseas, mareos, hambre al triple, todo, absolutamente todo me pasaba al mismo tiempo. Mi vientre era una enorme bola que me impedía sentarme derecho, me pesaba demasiado al pararme y planteando una situación divertida en si hubiera podido usarlo como mesa de desayuno y cena pues era algo realmente voluminoso. Touya y los Kinomoto todo el tiempo estaban a mi lado y me ayudaban en todo, era algo vergonzoso ser tan dependiente pero al final todo se resumía en que todo era por cuidar la vida del bebé. Además era muy agradable sentirse tan amado, así que yo intenté cooperar en todo lo que pude y aún a pesar de que mi cuerpo me estuviera matando del dolor, intenté no ser una carga ni poner mala cara.
La doctora Yuuko vino el fin de semana para hacerme un chequeo, el ultrasonido salió bien, hermosas y largas plumas ya tenían forma, era un ángel en el estricto sentido de la palabra. Sentí en mi interior el estremecimiento de Yue, estaba emocionado como yo y todos los demás. Escuchamos nítidamente el latido de la vida de nuestro hijo y una lágrima resbalo por mi mejilla, la emoción era tan grande y sentida que no pude evitarlo, Touya me abrazo posesivamente y me beso la frente. Una familia...Mi familia.
Pero tal como sucede en cualquier situación donde la magia está presente no todo era tan fácil como se creía, yo sabía desde siempre que la vida del bebé o la mía podrían estar en peligro y eso era algo inevitable, yo no deseaba dejar a Touya pero si era por salvar a nuestro hijo era un precio muy barato.
Hasta ese momento solo Yue, Yuuko Sama , su asistente y Clow sabíamos aquella condicionante pero era evidente que Touya debía saberlo y Yuuko Sama soltó la noticia con la seriedad debida aunque a pesar de ello Touya no lo tomo muy bien, aferrado a conservar todo a su lado, ese era el hombre que yo había elegido y por eso lo había elegido, su tenacidad, su pasión para luchar por lo que ama sin importar que, ese era el humano fantástico del que una pobre identidad falsa como yo se había enamorado. Como dije Touya no se lo tomo a bien la cuestión de elegir si el momento se daba que más que darse era un hecho, a quien salvar, al bebé o a mi.
-No será así, el y el bebé van a estar bien, así que no hay por que preguntar eso!
- Calma Touya, todo va a estar bien.
La mirada de Yuuko Sama me dijo " El no va a elegir por que sea como sea el pierde" mi corazón se estremeció. No era justo con Touya. Para mi era el fin y nada mas pero los que yo dejaba atrás... Mi bebe, mi amado Touya... Para ellos debería suponer una verdadera prueba, requeriría toda su valentía el seguir.
- Exactamente, entonces no tiene por que hacer esas preguntas.
- Calma, Yuuko sama solo se preocupa por nosotros.
- De igual manera no me gusta que pregunté eso, y no vamos a responder, todo va a estar bien, tú vas a estar bien, el bebé va a estar bien y yo voy a estar bien de acuerdo?
Este me miro y pude ver su miedo, quería respuestas buenas, respuestas que le dejaran satisfecho pero yo no las tenía y eso me partió el corazón, no quería verlo por que entonces la verdad saldría por mis ojos así que le abrace y le susurre a Yuuko Sama.
" El bebe susurre.... El bebé, salva al bebé..."
Ella asintió, había captado mi decisión; Touya perdóname, por favor, es egoísta irme pero se que la harás de buen padre, se que lo amarás como yo te amo a ti y que solo es cuestión de tiempo y de que seas paciente para volvernos a ver... Yuuko sama planteo la idea de internarme de nuevo pero si me quedaba poco a tiempo a su lado nada en el mundo me alejaría de el, llevaría los recuerdos de mi Touya conmigo siempre
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