Jong In levantó la vista cuando Baekho se aclaró la garganta. ─ Lo siento, Alfa, pero hay un hombre en la puerta que dice ser el hermano de Baekhyun y exige que lo entreguemos. Para el archivo, él es un imbécil.
─ ¿Baekhyun está aquí? ─Luhan alejó la taza y se enderezó. Su intrigada mirada iba de Baekho a Jong In ─ ¿Por qué nadie me lo dijo?
Jong In alejó la vista de Luhan y entrecerró los ojos hacia Baekho. Dejó la taza en la mesita de noche, y se giró hacia su pareja. ─ Porque necesitas descansar. Chanyeol está con él. Él está bien.
─ ¿Por qué lo tiene Chanyeol? A Baekhyun no le gustan los extraños. Necesito verlo. ¿Qué hermano? ─Luhan estaba intentando salir de la cama pero los brazos de Jong In alrededor de su cintura lo detenían, y lo regresaron hacia atrás. Eso exactamente era por lo que no quería que Luhan supiera acerca de Baekhyun. Su pareja necesitaba descansar, no necesitaba ir ahora a ayudar a alguien más.
─ Ahora regreso. ─Jong In sacó las piernas a un lado de la cama, pasando por encima del recientemente limpiado lio.
Encontró a Chanyeol en una de las recamaras del segundo piso, sentado en una silla junto a la ventana, acunando a un joven de pequeña estatura con el cabello castaño. La mirada de Chanyeol nunca se alejó de Baekhyun mientras le decía. ─ Si, ¿Alfa?
Jong In sabía por el tono que el comandante estaba enojado. Bueno, ni modo. ─ Tengo a un airado hermano en la puerta del frente queriendo que le regresen al jovencito. ─Jong In señaló con la cabeza hacia Baekhyun.
Chanyeol gruñó, acercando más a Baekhyun. ─ Dile que se largue. Baekhyun es mío.
─ Sabes muy bien que esto tiene que manejarse. ¿Qué edad tiene?
─ Veinte. La suficiente edad para tomar sus propias decisiones. ─Jong In vio como Chanyeol le murmuraba al oído a su pareja. Al ser un lobo Timber, tenía un oído excepcional. ─ Está bien, lindo bebé. Él es el novio de Luhan. ─Chanyeol besó la sien de Baekhyun.
El corazón de Jong In se calentó ante la fragilidad del hombre en los brazos de su comandante. ─ Baekhyun, necesito que me digas si quieres quedarte con Chanyeol o quieres irte con tu hermano. Lo que sea que decidas me aseguraré que suceda. ─Jong In se apoyó en una de sus rodillas, tratando de evitar que su altura fuera otro factor que asustara a Baekhyun. Si él quería quedarse con Chanyeol, él no iba a permitir que al delgado --santa mierda, él estaba tan flaco como un esqueleto-- hombre lo intimidaran.
─ Chanyeol. ─Baekhyun murmuró sobre el pecho del comandante.
─ ¿Decides quedarte con Chanyeol?
Baekhyun asintió.
─ Necesito que digas sí o no.
─ Él ya le dio su respuesta, Alfa. Él…
─ No uses ese tono conmigo, comandante. Necesito oír claramente las palabras de lo que Baekhyun quiere. No quiero que esto regrese y me muerda a mi o a Baekhyun en el trasero. Estoy aquí por él ─Jong In señaló a Baekhyun─ para asegurarme que sus deseos sean respetados. ─Jong In vio a Baekhyun de nuevo.
Baekhyun levantó la cabeza y habló claramente. ─ Yo. Quiero. Quedarme. Con. Chanyeol.
─ Eso es todo. Chanyeol, prepárate para la batalla. No creo que su hermano vaya a ceder tan fácilmente.
Chanyeol asintió.
Jong In fue a tratar con el hermano en la puerta del frente. Encontró al tipo de pie con la espalda apoyada en la puerta viendo con cautela a los Centinelas en el estudio. Si el hermano supiera que acababa de entrar en el hogar de una manada de lobos…probablemente no estaría actuando como un imbécil. El tipo tenía un aire que a Jong In no le gustaba.
─ ¿Puedo ayudarlo? ─Jong In fingió ignorar quien era el hombre. Quería ver su egocentrismo de primera mano.
─ ¿Quién eres? Ya hablé con uno de los musculosos. Quiero que traigan a mi hermano Baekhyun ahora. ─Si, él era un imbécil. Jong In se enderezó en todos sus dos metros con diez centímetros.
Él no podía tolerar que un macho, o un macho humano, llegara a su casa y diera órdenes.
Eso no sucedería.
Vio al idiota que era demasiado tonto para darse cuenta que tenía una amenaza de muerte frente a él. Jong In comenzó a preguntarse cómo había sido la vida de Baekhyun viviendo con ese imbécil. Nubes de tormenta se formaban alrededor mientras se preguntaba si ese hombre le habría puesto las manos encima a Baekhyun.
El hermano debió de notar el aura de amenaza alrededor de Jong In porque él finalmente dio un paso hacia atrás.
─ Él ha dejado muy en claro sus deseos de permanecer en mi casa…bajo mi protección. Le sugiero que se vaya. ─Jong In sintió que los Centinelas lentamente se acercaban hacia él, sintiendo una estática de tormenta en el aire. Ellos avanzaban lentamente, vigilando.
El hermano debió de haberlo notado. Su mano tomó la perilla. ─Mi hermano no es lo suficientemente inteligente para tomar sus propias decisiones. Tengo la custodia legal sobre él, y haré que me lo regresen. ─El hombre giró la perilla y salió por la puerta del frente dejando la puerta abierta. Jong In vigilaba mientras subía a su carro y levantaba grava con las llantas cuando se fue.
Con el insulto que el tipo le dio a Baekhyun, Jong In podía asegurar que nunca pondría sus mugrosas manos sobre su hermano.
─ ¿Qué fue eso? ─JongDae preguntó al lado de Jong In.
─ Un humano queriendo que su expectativa de vida realmente se acorte.
Cuando Jong In se dirigió de regreso con su pareja, se encontró a Luhan asomándose por el pasillo buscando señales de Baekhyun.
─ ¿Qué crees que estás haciendo? ─Luhan se sobresaltó con la fuerte voz de Jong In. Se giró con una gran sonrisa pegada en su cara.
─ Solo estirando mis viejos miembros. ─Levantó las manos sobre su cabeza y entrelazó los dedos juntos y se estiró exageradamente. ─ Esto fue suficiente por ahora. Supongo que regresaré a la cama. ─Luhan caminó con buen ritmo hacia su cuarto.
Jong In se rio y jaló a Luhan a sus brazos. ─ ¿Está mi pareja contando cuentos? Le hizo cosquillas ligeramente a Luhan en el abdomen. Sabía que seguía adolorido.
─ No sé de qué hablas. A la cama y hágalo rápido, chop, chop. ─Luhan levantó la cabeza en una postura real, tratando de esconder la sonrisa.
Jong In gruñó juguetonamente e hizo lo que su pequeño dictador ordenó. En lugar de regresarlo a la cama, se sentó en la silla con él, y jaló el edredón para rodearlo. ─ ¿Cómo te sientes bebé?
─ Mi estómago sigue un poco adolorido, pero ya no estoy mareado. La gripe se fue. ─Luhan se acurrucó en el regazo de Jong In.
Jong In había ordenado que nadie le dijera a Luhan acerca del veneno. No quería que su pareja enloqueciera, y quería que siguiera actuando normal, eso haría que el culpable creyera que se había escapado de eso y que bajara la guardia.
─ Tengo toda esta energía y nada qué hacer con ella. ─Luhan actuaba apático.
Jong In sabía detrás de qué estaba el pequeño chico caliente y el moreno estaba más que deseoso de dárselo. Estar recientemente emparejado lo tenía en un estado perpetuo de excitación, pero él quería estar seguro de que Luhan estaba completamente recuperado antes de lanzarse sobre él y follarlo casi hasta morir. Luhan no estaba totalmente recuperado así que Jong In podría solo follarlo hasta casi la inconsciencia. Sonrió al pensarlo.
El frente del pijama de Luhan se levantó, hablando de su deseo.
─ Hmm, ¿Que hay en tu regazo? ¿Mi bebé quiere algo? ─Jong In acarició con la nariz el cuello de Luhan, la urgencia por morderlo hacía que sus encías pulsaran tanto como su pene.
─ Quizás. ─Luhan bromeó, girando la cabeza para permitirle a Jong In mayor acceso. Jong In llevó la mano dentro de los pantalones de Luhan. Pasó su pulgar por la húmeda cabeza del pene, tomando el presemen y apretando ligeramente.
─ Definitivamente diría que sí. ─Jong In deslizó su otra mano dentro del pijama y llevó su dedo por la grieta de Luhan hacia el arrugado agujero.
─ Está bien, sí. Sí. Sí. Sí., Ahora fóllame. ─Luhan gimió.
Jong In envolvió un brazo alrededor de la cintura de Luhan, levantándolo y desgarrándole los pantalones con la otra mano. Bajó a su regazo a su desnuda pareja, viendo el hermoso pene, era largo y delgado, la cabeza del pene era de un profundo rojo. El corto vello púbico rodeaba su pene. Sus bolas estaban sobre el regazo de Jong In. Recorrió con su dedo el pene de su pareja absorbiendo su belleza.
Jong In veía al pene de Luhan moverse ante sus caricias, el presemen se escurría por un lado de la cabeza del pene. Estaba fascinado ante la íntima caricia, viendo el contraste entre sus bronceados dedos y la pálida piel de Luhan. Su pareja gimió.
─ ¿Qué es lo que quiere mi bebé? ─Jong In siguió deslizando el pulgar alrededor humedeciéndolo.
─ Tú, sostenme hacia abajo y exige que se te obedezca.
Las cejas de Jong In se elevaron. El pensar en dominar a Luhan hizo que su pene se marcara en sus jeans. Sus caninos bajaron y sus ojos brillaban. ─ Ve a la cama, colócate sobre tus manos y rodillas. Mantén tus hombros abajo.
Luhan bajó de su regazo e hizo lo que se le dijo. Levantó su trasero al aire, movía sus caderas en un patente deseo de lo que quería.
Jong In se desnudó y subió detrás de Luhan, colocó su mano en la espalda sosteniéndolo. Él lubricó y metió dos dedos dentro del apretado agujero que esperaba de Luhan. ─ Maldición ─Jong In sostuvo a su pareja con la mano que seguía en la espalda y comenzó a mover los dedos. Dios, eso era sexy. Él sostuvo a Luhan en su lugar, agregando un tercer dedo. De nuevo. Luhan comenzó a empujarse hacia atrás. Jong In veía asombrado como sus dedos eran tragados repetidamente.
─ Détente. Mueve tus rodillas sepáralas más y ofréceme tu culo. Muéstrame lo mucho que quieres que mi pene esté enterrado en ese apretado agujero. ─Luhan se quedó quieto mientras Jong In sacaba sus dedos. Y después separó sus nalgas, presentando su agujero rosa. Jong In se inclinó y recorrió el delicioso y arrugado agujero. Su lengua se deslizaba dentro y fuera de Luhan, masajeando sus bolas y lamiendo su sabor. Era almizclado y picante. Delicioso.
Jong In se arrodilló, lubricando y alineando su pene con Luhan aun separando sus nalgas. Esa era la más erótica imagen que Jong In hubiera visto. ─ No tienes permitido correrte hasta que yo te diga, ¿lo entiendes?
─ Si, señor.
El pene de Jong In pulsaba en su mano. Él no iba a durar. Jong In se empujó pasando el anillo de músculos, gruñendo ante la sensación, colocó sus manos a los lados de la cintura de Luhan, viendo su pene ser tragado mientras la piel de Luhan se estiraba alrededor de su eje. Ver los dedos de su pareja tan cerca solamente agregaba excitación. Esa era una sumisión ofrecida como ninguna otra.
Jong In oyó que la puerta se abrió. Giró la cabeza. ─ ¡Fuera! ─El moreno gruñó alrededor de sus caninos.
KyungSoo se giró y salió de la habitación.
¿Qué fue todo eso?
─ No te muevas. ─Jong In le ordenó mientras Luhan comenzó a retirar sus manos de donde separaba sus nalgas. Se empujó mientras sus bolas comenzaban a subir y apretarse. ─ Sube tus brazos arriba de la cabeza y dame tu cuello.
Luhan obedeció, girando su cabeza y exponiendo el área en la que Jong In quería hundir sus dientes. El moreno se apoyó en sus antebrazos, su mano derecha aún en las caderas de Luhan. Atravesó la piel con sus dientes, sosteniendo a su pareja en el lugar. Luhan gritó y rogaba por correrse.
─ Aún no. ─Jong In gruñó alrededor de sus dientes. Se empujó hacia Luhan tan rápido que pensó que el pequeño chico iba a atravesar la cabecera de la cama. Sus labios recorrieron el cuello de Luhan, chupando la herida, cuando un hormigueo recorrió su columna hacia sus bolas. Lanzó la cabeza hacia atrás, gritando el nombre de su pareja mientras se corría.
Su pareja gritó de placer mientras explotaba sobre las sabanas.
Jong In bajó la cabeza, sellando la herida y lamiendo la sangre que bajaba hacia el hombro de su pareja. La elevación de endorfinas hacía que su cuerpo se sintiera vivo. Lentamente movió sus caderas, soltando el agarre de las caderas de Luhan. Sacó su pene de la cálida vaina, acostándose de espaldas y jalando a su pareja hacia su pecho. Luhan se acurrucó y roncaba ligeramente minutos más tarde.
Luhan salió de la cama, tomó un pantalón de pijama y una camiseta, cerrando la puerta suavemente detrás de él después de vestirse.
Él buscó en los cuartos a Baekhyun. Sonrió al pensar en la ladeada sonrisa de su amigo, su lindo cabello castaño y su tranquila conducta. Baekhyun iluminaba el día de Luhan cada vez que lo veía. Él tenía una inocencia que hacía que Luhan quisiera protegerlo del mundo. Sus grandes ojos de cachorrito que siempre se volvían tristes cuando Luhan tenía que irse a casa. Eso le quebraba el corazón.
Luhan oyó pasos detrás de él. Oh, mierda. No esperaba que Jong In lo descubriera de nuevo. Estaba determinado a encontrar a su amigo. Esa casa era demasiado grande con demasiados cuartos. Podría durar una eternidad revisando cada cuarto. Luhan se deslizó dentro de la más cercana habitación, escondiéndose de los pasos que se aproximaban. Jong In le dijo que no fuera a ningún lugar sin escolta, pero él nunca dijo nada acerca de recorrer el interior de la casa. Si tecnicismos. Los amaba.
─ ¿Qué haces vagabundeando a estas horas de la noche?
Luhan sintió su corazón en la garganta. La voz era profunda como un terremoto, y pertenecía a E.Den. Estaba junto a la cómoda, acomodando la ropa limpia. ¿E.Den vive aquí? Luhan no sabía quién más vivía. Esa parecía una casa siempre llena. Él amaba eso. Él había odiado el silencio en su viejo departamento y aunque amaba su independencia, era muy solitario.
─ Uh, ¿camino dormido?
─ Prueba de nuevo, chorrito. ─ E.Den sonrió y sus ojos brillaban de alegría.
Luhan oyó la ducha. Sus ojos se abrieron más. ─ Lo siento, no quería interrumpir. Estoy buscando a Baekhyun. ¿Sabes en qué cuarto está?
E.Den vio hacia la puerta del cuarto de baño y su mirada se entristeció. Regresó a ver a Luhan y le sonrió. ─ No te preocupes por eso. Subiendo las escaleras a la derecha, la última puerta a la izquierda.
─ Gracias. Lo siento. ─Luhan salió antes de que E.Den pudiera responder algo más. Se preguntó quién se estaba bañando y quién tenía E.Den como compañía. No conocía sus preferencias sexuales. ¿Era con hombres o con mujeres?
Luhan aún estaba sopesando eso cuando lo empujaron contra la pared. Cayó sobre su trasero con un fuerte sonido. Levantó la vista y vio a KyungSoo viéndolo fijamente. Justo lo que necesitaba. El pequeño soplón iría corriendo con Jong In a decirle de su escape.
─ Veo que sigue siendo tu costumbre vagabundear por los pasillos.
Luhan se puso de pie, tratando de liberarse de la víbora, ignorándolo. Tenía un amigo a quien encontrar. Luhan no tenía tiempo para escuchar eso. Sintió una mano agarrar su cabello mientras su cuello comenzaba a tensarse. Trató de gritar, pero una fría mano cubrió su boca.
La oscuridad lo reclamó.