"Dimensión 23"
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Ya habían pasado varias horas desde el encuentro con el Ben de esa dimensión, y decir que no se encontraba furioso por no tener lo que quería sería mentir. Para empezar, él estuvo viajando de mundo en mundo para hacer infelices a sus otras versiones, pero al ver al Ben de ese lugar, fue como volver a ver al suyo, por ello quiso llevárselo consigo y recuperar un poco de su felicidad.
Y justo ahora, estaba recordando a su difunta pareja. Rememorando el día que lo conoció y pensó que era un niño riquillo y caprichoso, no pudo evitar sonreír con aires llenos de tristeza al saber perfectamente que su Ben era todo menos eso.
---FLASHBACK---
Acababa de arribar en el planeta tierra, y ya era oficialmente un Plomero. Por fin podría enorgullecer a sus padres y ayudar en todo lo que pudiera a todo ser inocente que lo necesitará, además, estaba sumamente ansioso de conocer al gran Azmuth en persona.
Si no es equivocaba y claro que no lo hacía, el gran y afamado creador del Omnitrix se encontraba justo en ese planeta y según sus fuentes, estaba instruyendo al portador del arma más poderosa jamás creada, obvio, le picaba un poco la curiosidad por saber quién era digno de tener no solo el Omnitrix, también las enseñanzas de Azmuth.
Y para su suerte, lo primero que vio al dar un paso siquiera, fue la gran pantalla que se encontraba en el cuartel, y justamente mostraba la imagen de una gran pelea, para ser más precisos, un gran Vaxasauriano peleaba contra un grupo de lo que parecían humanos con extrañas habilidades. Miró sin entender a todos sus compañeros Plomeros, los cuales solo animaban a un tal Ben.
—Temo preguntar, pero ¿no haremos algo? —, dudoso se acercó a un superior, el cual lo miro divertido.
—No es necesario. Veras, la persona que se está haciendo cargo, es nada más y nada menos que el aprendiz del gran Azmuth y portador del Omnitrix. —, le explico, mientras mostraba la pelea —. Además, ya fueron al lugar dos escuadrones, uno para ayudar en el arresto y el otro para ayudar con los daños de la pelea —, le palmeo el hombro —. Así que despreocúpate hombre, es tu primer día.
El Revonniano miró una vez más la pantalla, sintiéndose ansioso por conocer a la persona que luchaba con valor contra aquel malhechor, en verdad tenía ganas de conocer al que respondía con el nombre "Ben".
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Su suerte cambio en cuestión de días, había demostrado no solo sus habilidades en batalla, también en inteligencia y estrategia. Según escucho, era de los pocos Plomeros que prometían ascender rápido a Magistrado, lo cual era bueno, más si de un momento a otro, llego al cuartel el mismísimo Azmuth.
Según los cuchicheos de los chismosos, el Galván estaba buscando ayuda para entrenar a su aprendiz, obvio, buscaba a alguien que prometiera grandeza en todo lo que se refería a ser un Plomero y para su suerte, él fue el elegido para hablar con Azmuth.
—Sabrás que estoy buscando a alguien con capacidades como la tuya. —, Azmuth miro al joven Revonnahgander con seriedad —. Y al saber tu nombre investigue sobre ti y tu familia.
Él se sorprendió al saber eso, pero no se molestó, eso era lo más obvio, más si se trataba de entrenar a un héroe.
—Y bueno, imaginando tus razones al unirte a los Plomeros, debo decir que me agradas Rook Blonko, así que espero y puedas ayudarme y sorprenderme.
El Revonniano solamente asintió alegre, no creyendo del todo haber conseguido la aprobación de Azmuth. Y se aseguraría de no fallarle en nada. O eso era lo que quería hasta que por fin lo conoció a él.
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Ciertamente esperaba que el aprendiz de Azmuth fuera un hombre valeroso y gentil con toda especie, pero cuando vio quien era Ben Tennyson se sintió sumamente decepcionado. El chico en cuestión era lindo sí, pero lindo en el sentido que se veía frágil, y no en el buen sentido, es decir, ¿era posible que el héroe que vio era en realidad un simple chico adolescente y escuálido?, no lo creía posible y es que Ben era eso, un chico de diecisiete años, mucho más bajo que él y obvio, mucho menos adiestrado en el combate.
Y bueno, se dijo, tal vez no sea tan malo, es decir, el chico es conocido como héroe, así que podría ser que las apariencias engañan. Error. Al pasar el tiempo con ese chico, se dio cuenta que para él, pelear contra alienígenas era un pasatiempo, fama y fortuna, cosa que para un Plomero como él, era ayudar a quien lo necesitará. Simplemente, Ben le cayó mal y no se explicaba como Azmuth podía permitir siquiera que se quede con el arma más poderosa.
—Tennyson, ¿podrías al menos prestar atención?
Y allí estaba ahora, perdiendo su tiempo en enseñar a ese malcriado un poco de defensa.
Según Azmuth, el chico podía defenderse con ayuda del Omnitrix, pero debía aprender a hacerlo también como humano en caso de una falla técnica, y claro que el mismo pensaba eso, pero ya llevaban dos semanas entrenando y el chico solo se la pasaba hablando con esa maldita cámara que los seguía por todos lados.
—Lo siento viejo, pero es que es imposible, la cámara me ama —, Ben solo le sonrió divertido.
Rook lo miro mal, sabía que al decir "viejo", era un término usado como apodo en la tierra, pero para él, eso significaba o que lo estaba insultando o simplemente lo veía más viejo, cosa relativamente imposible, porque el solo era dos años mayor que aquel mocoso.
Lo miro inquiridoramente, analizándolo de arriba abajo. Ben era un chico castaño, un cabello algo largo a su parecer, pero que le quedaba bien con esa coleta baja. Ojos azules que aunque siempre estaban atentos a la fama y no sus enseñanzas, siempre irradiaban luz. Y bueno, había que admitir que si había visto más de ese cuerpo, que aun con estar delgado y bajo, se le hacia antójable. Se sonrojo al llegar a la conclusión de que lo único bueno en ese chico era su belleza externa.
—Lo dejaremos por hoy —, le dijo ya cansado.
Y como siempre, iba a irse sin despedirse y voltear a ver al chico, pero ese día algo cambio. Ben se movió rápido y se situó delante de él y por la cara llena de enojo que se traía sabía que no terminarían en nada bueno.
— ¿Sucede algo Tennyson? —, le pregunto calmado sin llegar a perder su seriedad.
—Y todavía lo preguntas. Si no estás a gusto ve y dile a Azmuth que te rindes, lo que, es más, yo personalmente se lo diré.
Bien, Rook lo miro atónito, no creyendo como le había respondido Ben. Es decir, el chico siempre le mostraba una sonrisa burlona y de un momento a otro le hablaba furioso.
— ¿Qué te hace pensar eso? —, quiso saber. Lo más seguro para él, era que Ben solo estaba haciendo un berrinche.
—Y no, no hago un berrinche —, le aclaró —. No porque sea rico significa que soy caprichoso y berrinchudo, tal vez lo fui a los trece, pero tuve un excelente mentor que me ayudo a cambiar. Y para que te lo sepas, mi mentor fue mi versión de otra dimensión y él tenía un muy buen compañero, irónicamente su nombre era Rook Blonko.
Rook se sorprendió, aunque pensándolo bien, eso no sonaba tan raro si se trata de Azmuth y su aprendiz, pero lo que si le sorprendía era que, en otro universo, Ben lo tuviera de compañero.
— ¿Por qué me dices eso?, ve al grano —, eso era lo que quería saber, Ben repentinamente comenzó a revelar aquello y quería saber la razón.
—Ben rió —. Azmuth dijo que necesitaba un compañero y como él había visto tu desempeño en la otra dimensión comenzó a investigar sobre ti, créeme, se sorprendió al saber que aquí también eras un Plomero, el mejor de hecho.
—Rook se sorprendió, pero fue más sentirse halagado por tal honor —. Eso no me lo esperaba.
—Pero veo que tú y el Rook de mi mentor son muy diferentes. Para empezar, el de la otra dimensión siempre se preocupa por Ben, y no le importa en lo absoluto que Ben sea infantil y fastidioso, pero tú, no has dejado de mirarme con fastidio, solo te basaste en lo que hago y como me veo, más no trataste de conocerme, lo siento, pero no puedo tener un compañero así.
Y Blonko por fin lo entendió. Juzgo mal a Ben, sin siquiera tratar de conocerlo del todo, posiblemente él ya no era como demostraba ser, o eso entendió. Todo fue para ponerlo a prueba y había fallado enormemente, lo peo era, que lo comparaba una y otra vez con su otro yo, cosa que por alguna razón lo ponía furioso.
—Lamento si te ofendí. Y para enmendar mi error, quiero volver a comenzar, esta vez no cometeré ningún error —, se inclinó, esperando una aprobación del castaño.
—Ben suspiro resignado —. Solo una oportunidad, así que espero que no me defraudes.
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Así iniciaron, como simples conocidos. Rook se encargó de saber todo sobre Ben, desde su comida favorita, hasta sus pasatiempos, llevándose la sorpresa de lo solitario que era el chico. Ben no era del todo feliz, siempre trataba de llamar la atención y según el mismo chico, a sus trece años, era peor, y agradecía a la madurez por cambiarlo. Ben le contó que, al inicio de su adolescencia y parte de su niñez, sus padres no le prestaban atención, siempre diciendo estar ocupados, aunando la falta de su difunto abuelo, Ben era sumamente solitario. Fue así como dio con el Omnitrix y se encargó de hacerse famoso, de allí salieron las cámaras. Al final, decidió no hacer tanto escándalo publicitario y decidió concentrarse más en ayudar sin recibir nada a cambio.
Rook por su parte le conto su vida, revelando que su padre fue Plomero durante su juventud, pero decidieron jubilarlo debido a una lesión en batalla. Su madre era granjera y, por ende, él y sus hermanos también lo eran, pero a él le apasionaba más ser como su padre, razón por la cual, se esforzó en llegar a donde estaba.
Ambos rieron al conocerse por fin y sin que se dieran cuenta, algo más que amistad surgió, algo más poderoso y más hermoso, algo llamado... ¿Amor?
Así estuvieron por dos años y ahora era como ver a sus otras versiones, o al menos eso decía Azmuth, quien estaba más que satisfecho al ver al par de tortolos enamorados.
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Pero no todo puede ser miel sobre hojuelas y nubes rosas, no señor. En cualquier universo existe el amor, pero a su vez existe su contraparte, el odio.
Fue en una misión fatal, en la que repentinamente Ben fue desintegrado por una extraña persona enmascarada, y lo único que quedo de Ben, fue aquel aparato que le había salvado la vida innumerables veces, pero ahora, ni el arma más poderosa pudo hacer algo en un ataque sorpresa.
Ese día todo en Rook ensombreció y aquel anillo jamás conocería su dueño.
Por azares del destino, se encontró con el afamado profesor Paradox, a quien conocía no solo por boca de Azmuth, también por el mismo Ben, quien le contó las habilidades que el hombre poseía.
—Se lo suplico, ayúdeme a recuperar a Ben —, le pidió. Estaba desesperado por recuperar a la persona que más amaba.
Paradox solo lo miro con pena y Rook supo que no lo ayudaría. Hasta el mismo sabía lo imposible de su petición, pero ya no le importaba nada, el solo quería recuperar a Ben, pero para algo así, solo se necesitaba un milagro. Luego recordó que sus otras versiones siempre estaban a lado de Ben y se sintió furioso, odiaba que ellos tuvieran esa oportunidad y el no, especialmente del que tanto hablaba su Ben.
No fue difícil robar un artefacto con las habilidades que el buscaba. Viajaría de mundo en mundo y eliminaría la felicidad de sus otras versiones.
---FIN DEL FLASHBACK---
—Lo lamento Ben —, susurró dolido, mientras miraba aquel anillo.
Y eso hacía cada que podía. Pedía perdón cada vez que eliminaba un Ben, pero ahora, todo sería distinto, se llevaría al Ben de esa dimensión y trataría de hacer las cosas como antes.
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Aquella persona solo observaba de lejos, mientras sonreía, siempre seguía a Rook para ver lo que había causado, divertido por el sufrir no solo de aquel Rook, también de los otros.
—Pobre Rook, si supieras que tu Ben sigue con vida —, murmuró divertido.
Continuará