"Problemas En El Tiempo... 2° Parte"
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—¿Y qué se siente tener esos poderes? —, preguntó Ben al otro castaño.
La cuestión era esta. Ben, Sam y Danny, llevaban unos interminables minutos dentro de aquel vórtice y aún no habían llegado a su destino. Según el chico fantasma, podía ser que Reloj trataba de ser lo más discreto posible y los envió por el camino largo.
Claro que, aunque Danny sabía cuándo permanecer callado y observando, Ben no quería ni siquiera hacer eso. Es decir, el castaño de ojos verdes estaba aburrido y porque no, intrigado por saber que diría aquel chico de ojos color ámbar.
—Al principio se sintió raro, pero ya con algunos años entrenando y usándolos, uno llega a acostumbrarse —, respondió nervioso.
—¿Y yo uso esos poderes? —, aquella pregunta era la que más andaba flotando en su mente.
Y era verdad, Ben sabía que era mitad humano, mitad Anodita, y aunque aparentemente para su abuela y prima, él no poseía aquellos grandiosos poderes, según sus hijos llegados del futuro, era ya un experto en el uso de su parte Anodita.
—Sam medito un poco acerca de responder o no a la pregunta del que se convertiría en su papi —Si no están mal mis cálculos, ya deberías estar a punto de poder usarlos —, vio confusión y asombro en los ojos verdes de Ben —. Quiero decir, según mi papi, él uso sus poderes por primera vez, cuando algo malo lo puso bajo demasiada presión, y bueno, él mismo nos contó a mi hermano y a mí, que no podía recordar la razón de la aparición de sus poderes, pero que recordaba que el Omnitrix estaba inservible en esos momentos.
Sam recordó aquel día como si hubiera sido ayer. Fue unos cuatro o cinco años atrás, tal vez hasta seis, cuando sus propios poderes hicieron acto de aparición.
Recordaba que cuando sin querer lanzó una esfera de luz verde a su tío Rook Ben se asustó demasiado y aun cuando dio mil y una disculpas a su tío y abuelos, estos solamente aceptaron las disculpas y trataron de calmarlo. Decir que sus padres no estaban preocupados, era mentir, porque tanto Blonko, como Ben lo abrazaron y calmaron como pudieron.
También recordaba que fue en ese mismo instante cuando pregunto a su papi, ¿cómo había descubierto sus poderes?, y bueno, Ben ni siquiera lo recordaba, lo que, es más, nunca hubiera tomado en cuenta el tema de sus poderes, si no fuera por su hijo. Cabe decir, que fue el mismo Ben, él que le pidió a Gwen entrenar a Sam, después de todo y según el mayor, si él aprendió de la mejor, ¿por qué Sam no?
Aunque si lo pensaba, la manera en la que su padre descubrió sus poderes era un tanto sospechosa, casi como si hubiera sido obligado a olvidar la razón, y casualmente Ben tenía el Omnitrix completamente inservible, ¿podría ser que...?
—¡Eso suena genial! —, externó Ben animado —. Si tuviera esos poderes, sería imparable, y no me iría nada mal cuando el Omnitrix no sirva —, miró el reloj en su muñeca y lo pico varias veces.
—¡Miren! —, Danny se hizo notar con esa sola palabra —. Parece ser que ya llegamos —, señaló la luz al final de aquel vórtice.
Los tres se vieron obligados a cerrar los ojos, debido a la intensa luz que cada vez brillaba aún más.
Para cuando abrieron los ojos, estaban en lo que parecía un parque. Los tres comenzaron a caminar, mirando todo a su paso.
—Y bien, ¿dónde se encuentra ese chico? —, Phantom pregunto aquello, mientras se cruzaba de brazos.
—Podría rastrearlo, pero no tengo idea de cómo es —, respondió nervioso el castaño de dorados ojos.
—Puff, es como yo, solo que sus ojos son azules y le encanta presumir ante cámaras y personas —, Ben respondió aquello con una prepotente sonrisa —. Aunque si lo pienso bien, creo saber dónde está.
Sam y Danny se miraron intrigados. Ambos estaban algo curiosos por conocer a ese otro Ben, aunque Sam era el más intrigado por conocer a la otra versión de su papi, más porque su papi ya le había contado lo extraño que se sentía ser el maestro de su versión de otra dimensión.
—Aunque sería más rápido si pudiéramos ir volando —, Ben miro con molestia el Omnitrix, pero el objeto no daba ni señales de querer funcionar.
—Entonces yo te llevo. —
Ben miro a Sam y de alguna manera sintió orgullo al ver que aquel chico usaba sus poderes para crear una especie de rueda dé luz verde, que servía de apoyo para poder flotar sin ningún problema. Ben no dijo nada, sonrió satisfecho y subió a aquella rueda, claro que tuvo que ser rápido al agarrarse de los pies del chico, si no quería caer, porque Sam sin duda era rápido para flotar por la ciudad. Miró nervioso tras de sí y no se sorprendió al ver al chico fantasma siguiéndoles el paso.
—Muy bien, ¿por dónde hay que ir? —, preguntó Sam en voz alta.
—Al centro de Bellwood —, dijo Ben de la misma manera.
Fue cuestión de unos minutos para que llegarán a dicho lugar. Y aun cuando todas las personas los miraron con rareza, siguieron en sus asuntos e hicieron como que no vieron nada.
—Qué lugar más extraño —, Phantom solo se dedicaba a observar el raro comportamiento de las personas de aquel mundo. Era casi como si estuvieran acostumbrados a ver rarezas.
—Llegamos, pero no veo a ningún Ben de ojos azules —, Sam buscaba por todos lados algún indicio de la persona por la que fueron.
—No puede ser que me haya equivocado, aún si es más joven en esta época —, Ben se mostraba algo confundido, ¿será que se haya equivocado?
Iba a decir algo, cuando de la nada, aquel alienígena al que él denominaba como "Fuego", estaba cayendo a gran velocidad. Y de no ser por Sam, seguramente causaría un gran revuelo, debido a la posible destrucción que hubiera causado.
Con prisa se acercó al alíen, el cual perdió la transformación y se volvió en un niño de unos diez años.
—¿Estás bien? —, Ben pregunto preocupado al chico de ojos azules, el cual lo miro con sorpresa.
—Puedo estar mejor —, respondió apenas —. Pero no creo estarlo por mucho.
Ben y sus acompañantes no entendieron a lo que se refería el chico, pero al ver hacia donde señalaba Ben 23 lo entendieron. Ben y Sam vieron con sorpresa y asombro a aquel hombre al que Reloj describió como aberración, mientras que Danny veía con enojo que su otra versión se les acercaba a gran velocidad.
—Puedo decir con seguridad, que esto es muy malo —, murmuró Sam con nerviosismo.
—Ben ayudo a su versión de ojos azules a ponerse de pie —. Creo que es hora de regresar donde Reloj se encuentra —, sugirió alarmado.
Danny asintió no muy a gusto. Quería pelear y volver a encerrar a ese maldito de Dan Phantom, pero sabía que todo se resolvería si llevaban sano y salvo al Ben de esa dimensión donde el otro grupo se había ido.
Claro que su otra versión, no estaba muy de acuerdo con dejarlos ir así sin más y eso lo demostró al lanzarles un rayo de hecto plasma.
—No va ser tan fácil escapar —, sonrió maquiavélico al ver a sus futuras víctimas —. Y veo que no solamente me divertiré con las dos versiones de Ben Tennyson y con su futuro hijito —, dijo aquello con falsa tristeza —. También podré obtener mi venganza en contra aquel que se atrevió a encerrarme —, miró con odio a Danny.
—Definitivamente, este es un mal día —, dijo Ben de manera nerviosa.
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Rai, Rook y Dark se encontraban algo desconcertados al ver aquel lugar. No habían pasado ni cinco minutos desde que llegaron, pero no precisamente llegaron al hogar que Raimundo había descrito con lujo y detalle. El lugar era nada más y nada menos que la base de los Plomeros.
—Creí que apareceríamos en tu casa —, murmuró Dark a un confundido Rai.
—Yo también pensé lo mismo —, respondió igual de confundido —. Según mis padres, cuando estaban en espera de mí, vivían en un departamento en lo que reunían para una casa, lo que, es más, mi padre no le permitía a mi papi acercarse siquiera a este lugar.
—Posiblemente Ben se metió en problemas y mi versión futura lo trajo aquí para mantenerlo a salvo —, dijo Rook con calma.
Rai asintió ante esas palabras. Aunque eso solo hizo que se preocupara por lo que pudo haber ocurrido. Iba a decir algo, para tratar de animarse y no pensar en lo malo que era si habían llegado demasiado tarde, pero un repentino dolor a todo su cuerpo, le hizo encorvarse y mirar alarmado a sus acompañantes.
—No creo que sea eso —, Rai dijo aquello de manera nerviosa y con un gran trabajo.
—Rook lo miro dudoso y preocupado —¿Qué te hace decir eso? —, inquirió.
—Porque sentí un dolor muy raro en todo mi cuerpo y porque ahora que me doy cuenta, mi mano izquierda se está haciendo transparente —, respondió completamente nervioso —. Algo le sucede a mi papi.
Tanto Rook como Dark vieron con asombro que el joven Revonnahgander decía la verdad. Ambos miraron completamente preocupados que cada vez se hacía más transparente la mano del joven Plomero y no fue hasta ese entonces que Rook se le acerco.
—¿Crees saber dónde está Ben? —, Blonko lo tomo de los hombros.
—No lo sé...creo que está en el laboratorio de Blukic y Driba, no estoy seguro —, sin que Rai se lo propusiera, sus piernas cedieron a su peso y cayó de rodillas —. Creo que algo está causando que comience a dejar de existir.
—¡No permitiré eso! —, exclamó Rook decidido.
Solo basto una mirada del Plomero mayor, para que Dark entendiera lo que quería. El joven fantasma tomó de las manos a los Revonnahganders y se hizo transparente junto con sus acompañantes, para después hacer gala de sus demás habilidades y comenzar a flotar y atravesar paredes. Todo de manera rápida y precisa, hasta dar con el lugar que Raimundo había mencionado.
Cabe decir que cuando llegaron, vieron al Rook de la dimensión 23 con una rara daga en la mano. Pero lo que más les preocupo, fue ver que aquella arma estaba manchada de sangre y que justo en el piso, un Ben más grande se encontraba abrazándose así mismo, mientras una mancha de sangre se hacía notar del vientre abultado que el castaño poseía.
—¡Aléjate de él! —, siseó Rook con furia, mientras se disponía a atacar a su otra versión.
—No hasta que ese maldito mocoso desaparezca por completo —, murmuró Rook 23, mientras veía con odio a esa versión suya que tanto detestaba.
Ambos Rooks solamente se veían entre sí. Cada uno con un odio diferente en su ser, pero que, de alguna u otra forma, se relacionaba.
Mientras que Dark, usaba sus poderes, para trasladarse de manera desapercibida, junto con Rai, justo al lado de Ben, el cual no podía estar más asustado y sorprendido como lo estaba ahora.
—¿Qué está sucediendo?, ¿quiénes son ustedes? —, Ben miro con desconfianza al par a su lado y sin proponérselo, sus ojos comenzaron a brillar.
—Dark se puso nervioso ante las preguntas, aunque más nervioso estaba al darse cuenta de que el castaño estaba a punto de sacar a relucir sus poderes de Anodita —. Nosotros somos... ¿Cómo le respondo? —, miró nervioso a su cuñadito, pero este estaba más ocupado observando que ya no tenía una mano —¿Me creería si le digo que somos del futuro y que este chico es su hijo, el cual está desapareciendo, debido a la herida que usted tiene en el vientre? —, de manera extremadamente rápida, formulo aquella retorcida pregunta.
Ben miro sorprendido al revonniano y luego a su herido vientre. Y fue cuando se dio cuenta de que el joven estaba comenzando a desaparecer y casualmente esa desaparición estaba relacionada con la herida que el mismo tenía ahora mismo.
—Necesito asistencia médica —, murmuró algo muy obvio.
—Eso lo sé, pero también sé que debe permanecer en calma o de lo contrario podría empeorar —, Dark trato de calmarlo.
Ben asintió no muy seguro, luego recordó algo muy importante que su prima le había enseñado por si acaso. Se concentró lo suficiente para hacer sus manos brillar y las dirigió a su vientre. Poco a poco comenzó a sentir alivio al dolor que le habían causado y solo pudo suspirar aliviado hasta sentir que la herida había desaparecido.
Con cansancio miro al que supuestamente era el hijo que en esos momentos esperaba y sonrió con calma al ver que poco a poco comenzaba a hacerse sólido y visible.
—¿Cómo pude olvidar que mi prima me enseñó a curarme con mis poderes? —, se preguntó sintiéndose como un completo tonto —. Lo malo, es que ahora estoy demasiado cansado para pensar bien.
Dark y Rai se preocuparon al ver al embarazado castaño llevarse una mano a la cabeza, pero descartaron todo lo malo al ver que Rai seguía en su estado existencial y no un ser que desaparecía de poco en poco.
—Ahora que recuerdo, mi tía dijo que es muy difícil usar los poderes cuando están en espera de un hijo. Todo porque el bebé no solo absorbe los nutrientes, también la energía de la madre —, dijo para sí mismo Rai.
Dark solamente asintió nervioso, para después ver al par de Rooks pelear por todo el laboratorio. Miró decidido al castaño y luego a Rai.
—Creo que debemos llevarlo a un lugar seguro o ese loco logrará su objetivo —, sugirió el chico fantasma.
—No es que no quiera nacer, es solo que, si Rook muere, no habrá nadie que salve a mi papi en el futuro y tampoco nacerá Sam. Debemos controlar al Rook 23 hasta que mi hermano llegue con ese chico —, Rai se negó rotundamente a hacer lo que el fantasma había sugerido.
—Entonces yo llevare a Ben Tennyson a un lugar seguro, pero que este dentro de la base y tú, mientras ayuda a tu padre.
Dark no dejo que Rai se negara. Simplemente uso sus poderes y comenzó a atravesar paredes con un cansado Ben a cuestas. Rai por su parte, solamente suspiro, para después sacar su arma a la vista.
Definitivamente ayudaría a controlar a ese loco para así evitarse más problemas.
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—¿Crees poder aguantar por mucho tiempo? —, Ben pregunto aquello a un muy agotado Sam.
—La verdad no, pero debo tratar o de lo contrario ese par nos va a matar.
Sam había creado un campo de fuerza alrededor de él, Ben y el Ben 23, debido a la monstruosa pelea que ambos Phantom estaban dando. Y aunque sus poderes no fueran rivales para los de un fantasma, al menos servían para protegerse de esa clase de daños que ambos fantasmas ocasionaban en el lugar.
—Lo que yo creo es que Danny Phantom no aguantará mucho en contra de ese loco —, murmuró Ben preocupado —. Si tan solo pudiera utilizar el Omnitrix.
—Yo podría ayudar. —
Ben y Sam se miraron entre sí, no muy convencidos, todo porque lo que menos querían ahora, era que Ben 23 saliera herido, al menos no cuando ese chico era la clave para detener al Rook 23.
—Lo siento, pero eso no puede pasar —, respondió Sam con seriedad, mientras colocaba su mano derecha en el rostro del chico —. Y para evitar algún acto heroico, deberé adormecerte —, con calma se acerco al más joven de los Ben —. Somnus —
Ben se sorprendió al ver al chico de azules ojos, caer al suelo profundamente dormido. Miró sorprendido a Sam y este volvió a concentrarse en el campo de fuerza que los protegía.
—¡Wow!, ¡eso fue genial! —, preguntó con sorpresa.
—¿Eso?, es solo una habilidad que aprendí hace poco. Es muy útil cuando hay locos peligrosos y difíciles de detener —, respondió como si nada.
Ben no dijo nada más, se concentró en ver con completa impotencia como Dan Phantom, apaleaba a su joven versión. Como tenía ganas de poder usar el Omnitrix y así convertirse en Frío para poder ayudar en aquella feroz pelea.
Negó con premura y observo detenidamente a Sam, el cual también parecía querer ayudar, pero hasta el mismo podía decir que, aunque sus poderes alienígenas eran asombrosos, ese par no era ni humanos, ni alienígenas, y mucho menos eran fantasmas del todo. Así que pelear contra ellos no sería una pelea fácil ni predecible.
—¡¿Qué haremos ahora?! —, preguntó Ben alarmado al ver al chico fantasma caer al suelo completamente inconsciente.
Sam se preocupó con aquel desenlace y sin que el mismo se lo propusiera, deshizo su poder protector y miro al inconsciente Ben 23.
—Esto es lo que haré ahora —, de entre sus ropas saco un raro collar con el dije de una moneda dorada y se lo coloco al castaño de ojos azules —. Esto lo mantendrá a salvo y lo bueno es que no podrá despertar hasta que no estemos donde mi hermano esta.
—¿Qué se supone que hiciste? —, cuestionó Ben preocupado.
—Le puse un collar hechizado. Mi tía Gwen los hizo para protección, así que tome prestados dos. Uno lo tengo yo y el otro se lo deje a Dark en caso de que lo necesite —, explicó como si nada —. Ahora a enviarlo a un lugar seguro —, Sam se acercó al oído del durmiente castaño y susurro unas cuantas palabras —. Abeo exorior —, solo basto eso para que Ben 23 fuera rodeado por un escudo de maná verdoso, desapareciendo de poco en poco de aquel lugar —. Ahora tendré que pedirte que vayas a ocultarte, porque no tengo energías para enviarte a ti junto al Ben de azul —, dijo Sam, mientras se quitaba la chamarra.
Ben no tuvo oportunidad para decir algo en contra. Cuando menos se lo espero, Sam le había lanzado a la cara aquella chamarra, y para cuando destapó su cara, el chico ya estaba usando sus poderes para proteger de una muerte segura al chico fantasma.
—Vaya, vaya, así que ese es el poder del hijo de Ben Tennyson —, Dan Phantom solamente sonrió con diversión —. Aunque he de admitir que esperaba más de ti. Más que nada, porque llamaste la atención del hijo de mi peor versión —, vio con odio al chico inconsciente.
—Eso no es para nada de su incumbencia —, retó Sam con enojo, mientras sus manos se veían envueltas de una luz verde brillante.
—¡Oh, pequeño!, pero claro que me incumbe, después de todo, eres alguien muy especial para el hijo de ese maldito mocoso. Eso quiere decir, que, si te elimino a ti, el pequeño Fenton sufrirá demasiado tu pérdida —, dijo aquello, con una voz macabra y los ojos brillando con rencor.
Sam estaba preparado para pelear con todas sus fuerzas. Para ello tuvo que ir con todo y sacó a relucir su forma Anodita. Por lo general él no tenía permitido eso, debido a su enfermedad.
Según su tía Gwen y hasta por palabras de su bisabuela Verdona, esa enfermedad le impedía hacerse uno con su lado alíen. Pero en esos momentos no le importaba su vida. A Sam le importaba salvar el futuro del papi de su amado novio y si para ello debía arriesgarse, entonces lo haría con mucho gusto.
Al principio se defendió muy bien. Incluso llegó a hacerle frente a los salvajes poderes de aquel hombre, pero conforme pasaban los minutos, comenzaba a perder velocidad, precisión y fuerza, lo que, es más, había comenzado a respirar con pesadez y mucho trabajo.
Fue justo eso lo que el malvado Dan Phantom estaba aprovechando ahora.
—Veo que ya te cansaste niño —, murmuró divertido, para después lanzar un hecto rayo al chico.
Sam no pudo evitar caer agotado y herido al suelo. Sin siquiera darle tregua, el hombre fantasma uso su grito fantasmal y destruyó todo a su paso, pero lo peor fue que logró lo que quería. Que Sam perdiera, no solo su forma alíen, también el conocimiento.
—Muy bien, es hora de acabar con esto —, sonrió con maldad, mientras se acercaba al chico —. No es nada personal en tu contra, pero si quiero obtener mi venganza a lo grande, tú debes morir —, dijo con sus manos preparadas para lanzar un rayo, para así acabar por fin con Sam Rook.
Ben miro con preocupación cuando Sam cayó y no se levantó. Hizo un intento por hacer que el Omnitrix funcionará, pero el aparato no podía estar más muerto. Vio una vez más al chico y se horrorizo cuando el hombre fantasma estaba a punto de eliminarlo. ¿Acaso iba a permitirlo?, es decir, siempre se encargó de salvar al mundo, pero, ¿no podía salvar a su familia?, ¿no podía proteger ni salvar al que sería su hijo en un futuro?, eso hizo que pensara seriamente en lo que la palabra "héroe", quería decir.
Sintió una furia incontenible y algo que estaba muy bien escondido, logró salir por fin.
—¡¡ALÉJATE DE ÉL!! —, gritó furioso.
Dan Phantom solamente comenzó a reír divertido. Viró a ver hacia el chico del Omnitrix, dispuesto a dejarlo inconsciente en lo que acababa con su venganza, pero se quedó perplejo al ver que Ben Tennyson había adquirido la misma forma Anodita que aquel chico de ojos ámbar.
—¡No permitiré que le hagas daño! —, siseó furioso, mientras lanzaba lejos al fantasma.
Danny, el chico fantasma, despertó de golpe y se sorprendió al ver que su contraparte malvada estaba siendo apaleado por un extraño chico de brilloso cuerpo color verde. Vio hacia unos metros que Sam estaba inconsciente y se le acerco preocupado.
—¿Estas bien? —, le llamo, mientras palmeaba sus mejillas.
—Sam abrió con mucho trabajo sus ojos —No lo creo, ese tipo es muy fuerte —, murmuró con trabajo, mientras apretaba su ropa, justo en la zona del pecho.
—Pues no sé quién es el que le está ganando, pero parece que está de nuestro lado.
Sam no entendió a lo que se refería el chico fantasma, hasta que vio a un Anodita pelear contra ese hombre. De la sorpresa que le causo se sentó y busco con desesperación a su papi, pero no había nadie.
Luego miro hacia la pelea y lo entendió muy bien. Ahora todo tenía sentido, tal vez y solo tal vez, sus padres olvidarían lo ocurrido cuando todo se resolviera, pero de algo estaba seguro. Todo ese embrollo, debía suceder para que sus padres descubrieran cosas que en un futuro les servirían.
—Parece que es mi turno —, dijo divertido Danny, mientras sacaba aquel aparato con el que siempre atrapaba a los fantasmas.
—¿Cómo es que tienes ese poder? —, preguntó furioso Dan Phantom.
Pero por más que tratara de comprender o hacer que Ben hablara, este estaba absorto en su mundo. Ben solamente pensaba en el poder que ahora sentía.
Danny aprovecho la distracción y la reciente debilidad de su versión malvada y lo atrapó de manera rápida dentro de aquel aparato.
—Al fin el problema se solucionó —, suspiró tranquilo.
—No del todo —, murmuró Sam preocupado —. Ben —, llamó con preocupación al castaño, pero este ni lo miro —. Se lo que sientes. Crees que ese poder es lo mejor que hay y quieres sentir la libertad que te hace sentir, pero este no es el momento para perder el control —, estaba nervioso de que justo ahora, Ben se fuera directo al espacio y perderse por quien sabe cuántos años, como solía hacerlo su bisabuela Verdona —. Por favor papi, debes controlarte. Eres tú el que domina, no el poder.
Ben poco a poco comenzó a regresar a la normalidad, cayendo de rodillas ante la reciente debilidad y pérdida de todas sus fuerzas. Miró sonriente al par frente a él y con algo de esfuerzo, levanto el pulgar en señal de victoria.
—Ganamos —, murmuró cansado.
Sam asintió alegre de haber podido evitar algo muy malo y sin evitarlo, abrazo con fuerza al que algún día, lograría convertirse en su muy querido papi.
—Supongo que ahora podemos ir a nuestro siguiente destino —, dijo Danny apenado por interrumpir aquel momento.
El par de castaños asintió de acuerdo, y ambos se pusieron de pie. Ahora solamente debían ir donde Ben 23 se encontraba y llamar a Reloj para que los ayudara con el traslado.
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—¡Deja ya de pelear! —, Rook logró evitar un ataque mortal por su otra versión —. Nosotros solamente queremos ayudarte a recuperar la estabilidad de tu universo.
—Lo único que logrará hacer eso, es destruir el tuyo.
Rook 23 iba a usar el mismo ataque que uso para sacar de su camino a la versión futura de aquel Rook, pero un disparo hacia su muñeca, causo que soltara su arma y abrazara la zona afectada. Miró con odio al causante y se arrepintió de no haber logrado acabar a ese chico cuando tuvo la oportunidad.
—Mi padre dice la verdad —, Rai se lanzó justo frente aquel revonniano de la dimensión 23 —. Justo ahora, mi hermano menor fue en busca de Ben 23, al menos su versión pasada.
—Imposible —, susurró sin creerlo —. Paradox dijo que él no podía hacer nada.
—No fue Paradox el que nos ayudó a hacer lo imposible, posible —, respondió Rai seriamente —. Si bien la mayoría conoce a Paradox por sus hazañas relacionadas con los viajes en el tiempo, fue el mismo profesor, el que nos revelo que hay alguien con más poder y más libertad para remediar lo que esta ocurriendo en estos momentos —, explicó seriamente —. Así que, si en verdad te importa tu Ben, será mejor que nos ayudes a reparar el daño que ocasionaste, porque el verdadero enemigo es el Kai de tu mundo, mezclado con Fantasmático.
El Rook 23 cayó de rodillas al oír aquello. Si lo pensaba con más calma, él no quería seguir haciendo daño a nadie y aquel joven Revonniano le estaba dando una esperanza para poder remediar lo que había hecho. Tanto daño fue el que causo y todo para que le dijeran que había hecho todo por lo que su Ben luchaba para impedir.
Miró a ese par, solo para ver que ambos lo miraban con lástima y enojo y supo creerles, después de todo, llevaba un buen tiempo queriendo detenerse a sí mismo.
—¿Qué fue lo que hice? —, preguntó abatido.
Ni Rook, ni Rai supieron cómo responderle, solamente se dedicaron a mirarlo con lástima y enojo.
Justo cuando pasaron unos minutos, Rai iba a decir algo, cuando una explosión se hizo presente por todo el cuartel. Rook y Rai se miraron preocupados, al recordar que Ben podía correr peligro.
—No tenemos tiempo, debemos salvar a Ben —, dijo Rook alarmado.
Rook 23 asintió y tomo de nueva cuenta su arma. Esta vez estaba dispuesto a hacer las cosas bien. Ayudaría en lo que pudiera y enmendaría su error.
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Dark llevaba por lo menos unos minutos con aquel embarazado Ben. Minutos en los cuales, solamente se dedicaba a hacer de oídos sordos ante las insistentes preguntas que el castaño le hacía.
Claro que con lo del Rook 23, tomó precauciones y le coloco aquel collar que Sam le había dado en caso de emergencias y vaya que no se arrepintió, porque justo cuando no se escuchaba pelea alguna apareció el verdadero problema.
—Hola, Ben Tennyson. —
Ben vio con asombro a aquel horroroso ser, no creyendo lo que veía. Fantasmático se veía muy mal, casi como si fuera una rara combinación de algo, pero, así como se veía mal, también poseía un aura que solamente le daba pánico.
—¿Fantasmático? —, murmuró nervioso Ben
—El mismo —, respondió con burla.
Después de eso, las cosas se pusieron problemáticas. Ni siquiera Dark pudo prevenir lo que ocurrió. Una explosión hizo acto de aparición en el lugar. Y para cuando el chico fantasma se dio cuenta de la grave herida que tenía en el vientre, ya era tarde.
Fantástico había desaparecido junto con Ben Tennyson y ninguno de los ahora tres Revonnahganders, llegaron para impedir aquello.
Rai solamente le dedico una mirada preocupada al novio de su hermano. Porque justo ahora, el ahora Dante perdía mucha sangre y esa herida no se veía para nada fácil de curar.
Rai comenzó a hacer presión en el lugar herido, mientras que ambos Rooks veían con impotencia que habían fallado. Claro que ninguno de los cuatro se dio cuenta de que alguien había entrado al lugar y para cuando lo hicieron, solo pudieron observar con sorpresa a una versión de Rook más grande.
—¿Qué ocurrió aquí? —, preguntó seriamente, mientras les apuntaba con un arma.
—¿Me creerías si te dijera que Ben y tu hijo corren peligro? —, preguntó Rai de manera nerviosa.
El Rook mayor solamente miro con detalle a los presentes, llevándose la enorme sorpresa de verse a el mismo y al doble, pero más sorprendido se mostro al ver al joven Revonniano y ver con lujo y detalle que el joven no solo se parecía a él, también a Ben.
—Creo que puedo escuchar todo lo que tienen por decirme —, respondió apenas.
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Ben despertó con mucho trabajo y para cuando se dio cuenta de que ya no estaba en la base de los plomeros, fue cuando vio frente a él a su versión de la dimensión 23, y ya no era lo que se dice un adolescente.
—¿Estás bien? —, preguntó preocupado.
—Si cuento que el Rook de tu dimensión casi hace que pierda a mi hijo y que Fantasmático me secuestro, supongo que sí, estoy más que bien —, respondió Ben con sarcasmo.
—¿Blonko te hizo qué? —, le pregunto alarmado.
—Ben enarco una ceja al oír como Ben 23 llamaba a su Rook —. Supongo que ambos nos debemos contar muchas cosas. Empezando con, ¿Dónde estamos?
—En un extraño lugar situado en la dimensión Fantasma, o al menos eso fue lo que Fantasmático me dijo. Al menos tu llevas unas horas aquí, yo llevo casi un mes y no tengo mi Omnitrix conmigo —, explicó con resignación.
Ninguno dijo nada más. Solo esperaban que lograrán dar con ellos o de lo contrario, Fantasmático se saldría con la suya.
Continuará