Mierda. Oh, mierda. Chanyeol lamió la herida cerrándola, palmeó suavemente las mejillas de Baekhyun. —Vamos, lindo bebé. Abre esos hermosos ojos para mí.
Baekhyun gimió y sus ojos se movieron.
—Estás bien bebé. Déjame ver esos ojos. —Chanyeol estaba aliviado de ver que su pareja se movía. Se maldijo por perder el control. Sabía que nunca debió de haber tomado tanto de su frágil pareja. El peso de Baekhyun no le permitía cometer muchos errores.
—Chanyeol, nosotros tenemos que hacerlo de nuevo. —Baekhyun le estaba sonriendo.
Chanyeol se quedó con la boca abierta. ¿Que había creado? Se percató de que Baekhyun no era tímido en la cama como lo era fuera de ella. El hombre estaba comenzando a ser una bestia.
Chanyeol sacudió la cabeza, divertido. —No hasta que ganes peso, mi caliente pequeña pareja. —Acomodó las almohadas juntandolas se acostó de espaldas y jaló a Baekhyun con él. Su pareja se acurrucó en el ángulo de su brazo.
—En ese caso, voy a comerme la cocina entera. —Baekhyun se rio graciosamente.
—Duerme ahora, lindo bebé. Puedes comerte la cocina entera mañana. —Chanyeol jaló las mantas sobre ellos, y apagó la lámpara de su lado.
—Está bien, Papi.
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Ricky entró en la cocina se detuvo, salió y entonces volvió a entrar. Si, él había visto bien. Baekhyun estaba sentado ante la mesa con prácticamente toda la despensa frente a él. ¿Qué infiernos? ¿Él tendría lombrices?
—Hey, chico. ¿Hambriento? —Ricky comenzó a alejar cosas. Sabía que Baekhyun no iba a comer todo eso. Ricky guardó los dos tarros de mantequilla de cacahuate con las tres bolsas de papas. Una bolsa de pasta sin preparar fue guardada en el fondo de la gaveta Ricky se preguntaba qué planeaba Baekhyun hacer con eso. Él guardó las tres latas de atún y la bolsa de harina en el gabinete. Ricky iba a tener que hablar con Chanyeol. El pequeño parecía confundido acerca de la combinación de alimentos.
—Voy a comerme esas cosas. ¿Podrías devolvérmelas, Ricky? —Baekhyun iba a tomar la botella de aceite de cocina pero Ricky fue más rápido.
—¿Y cómo ibas a comerte la harina? ¿Hmm? ¿Mezclada con el aceite y esparcida sobre el atún? —Ricky finalmente había retirado la mayoría de las cosas de la mesa. Se sentó frente a la pequeña mierda y se le quedó viendo fijamente.
—Yo necesito ganar peso por Chanyeol. Así él puede…olvídalo. —se ruborizó Baekhyun.
Ricky sonrió, palmeó el dorso de la mano de Baekhyun. —Sé por qué. Pero comer harina cruda, y aceite de cacahuate solo hará que te enfermes. Dile al viejo Ricky qué es lo que quieres, y te lo prepararé.
—Me gustan esas cosas que hiciste para mí y Chanyeol la primera noche. —Baekhyun tenía una expresión de concentración. —Eran largas y redondas y tenían carne y un poco de queso blanco. Oh y esa salsa y el queso arriba también.
—Eso es Manicotti. Eso lleva un tiempo. ¿Quieres ayudarme a prepararla? —Ricky tomó los artículos que iba a necesitar para hacer ese plato, los dejó todos en el mostrador.
—Está bien. —Baekhyun se lavó las manos, preparándose para ayudar.
Luhan entró corriendo a la cocina. —Baekhyun, tus cosas están aquí.
Baekhyun y Luhan corrieron al estudio. Había cajas por todos lados. Algunos de los centinelas ayudaron a Baekhyun y Luhan a abrir las cajas y dejar la nueva ropa en el sofá para que Baekhyun la examinara. La pila seguía creciendo cuando Baekhyun vacío la última caja. Su lindo abrigo estaba ahí.
—¡Es del mismo color que en la pantalla! —Baekhyun se lo puso acariciando la suave tela. Él se puso la capucha y pasó su mano por la peluda piel.
—Se te ve bien, pequeño. —Jongdae sonrió.
—Gracias, Jongdae. ¿Dónde están mis botas?
Luhan se las dio. Baekhyun metió los pies en ellas, pavoneándose por todo el estudio. Los centinelas silbaban y gritaban. Baekhyun brillaba.
Baekhyun corrió a la oficina de Jongin y abrió la puerta. Se detuvo al ver a Jongin de pie, se veía realmente grande y atemorizante. Baekhyun vio alrededor había seis personas más, incluyendo a Chanyeol, mirándolo fijamente. —Lo siento. —Tomó su abrigo cerrándolo y salió corriendo del cuarto. Chanyeol le gritó que se detuviera.
Baekhyun se giró con lágrimas en sus ojos. —¿Te causé problemas?
—No, lindo bebé. ¿Qué es lo que quieres? —Chanyeol se agachó apoyándose en una rodilla y limpió las lágrimas que bajaban sin control de los ojos de Baekhyun.
—Traigo mi nuevo abrigo y botas y quería mostrártelas. ¿Estás seguro de que no estás en problemas?
—No estoy en problemas. Gírate y muéstrame tu nuevo abrigo y botas. —Chanyeol se puso de pie y sonrió cuando Baekhyun se giró, agregando un poco de contoneo a sus caderas. Levantó un pie girando su tobillo de un lado a otro para mostrar su bota y repitió el proceso con el otro pie.
—Te ves lindo en tu nuevo abrigo y tus botas también son lindas. Voy a tenerte que invitar a salir para que puedas mostrarlas. —Chanyeol le dio un guiño.
—Te ves realmente bien, pequeño. —Jongin lo halagó.
Baekhyun miró detrás de Chanyeol para ver a todos los chicos que estaban en la oficina parados en el vestíbulo.
Baekhyun caminó hacia Jongin, inclinando el cuello hacia atrás para verlo. —Siento no haber tocado. Por favor no te enojes con Chanyeol.
Jongin se rio y le revolvió el cabello a Baekhyun. —Puedes entrar cuando quieras. No estoy enojado con Chanyeol.
Baekhyun asintió y regresó con Chanyeol, escondiéndose detrás de él.
—Te ves realmente bien, Baekhyun.
Baekhyun vio alrededor de su pareja. Había un hombre de pie sonriéndole. Él era realmente alto y tenía el cabello negro y rubio mezclado. Baekhyun pensó que él era realmente hermoso.
—Gracias, Minsoo. —Chanyeol llevó a Baekhyun de regreso al estudio y dejó que le mostrara toda su ropa nueva.
—¿Puede alguno de ustedes chicos ayudar a mi pareja a llevar las cosas a nuestro cuarto? —Chanyeol levantó a Baekhyun y le dio un profundo y caliente beso.
—Toda tu ropa es muy linda, bebé.
Baekhyun le murmuró al oído. —Gracias, papi —entonces se rio graciosamente.
—Quiero que selecciones algo para esta noche. Voy a llevarte a cenar. —Chanyeol dejó a Baekhyun con su ropa y regresó a la reunión.
Kevin, Minho, Ricky, y Chan Hee ayudaron a Baekhyun a llevar todo el cargamento al cuarto. Ellos incluso le ayudaron a acomodar las cosas. Los cuatro hombres opinaron sobre lo que Baekhyun debería de usar para su cita. Baekhyun pensó que eso también era divertido.
Luhan se sentó junto a la ventana viendo a los cuatro grandes guerreros luchar sobre el mejor atuendo que combinara con el nuevo abrigo rosa brillante de Baekhyun. Esta casa definitivamente había atravesado una metamorfosis desde su llegada y la de Baekhyun. Los centinelas acostumbraban a llegar a jugar billar o dardos. Beber y ver deportes en la televisión o jugar a las cartas. Rascarse las bolas y eructar. Aburrido.
Desde su llegada, los hombres se relajaron. Jugaban videojuegos con el estéreo a todo volumen, se hacían bromas unos a otros y discutían sobre quién era el más imbécil. Luhan amaba eso. Ellos incluso le cambiaron el nombre a la casa del Alfa. Ahora era conocida como ‘El estudio’. Le iba bien, dado que todo sucedía ahí en el estudio. El estudio se convirtió en ‘el’ lugar en el que se encontraban si no estaban patrullando. Ellos incluso habían olvidado que tenían sus propias casas, caían sobre uno o dos sofás mientras jugaban o hablaban.
—Chicos, chicos, chicos. Creo que deberían dejar que Baekhyun lo elija. Después de todo es su cita. Dejen los atuendos que ustedes creen que debería usar y él elegirá uno de entre los cuatro. —Luhan negó con la cabeza. Hombres.
Todos ellos hicieron lo que Luhan sugirió, esperando a ver cuál atuendo ganaba. Baekhyun caminó de adelante hacia atrás frente a la ropa extendida en la cama. Sus manos cerradas detrás de la espalda, parecía más un general inspeccionando la línea de las tropas. Luhan se rió.
Baekhyun finalmente se detuvo, señalando unos jeans negros de cadera baja y una camisa de vestir blanca brillante.
Minho gritó, lanzando los brazos al aire. —Chico, tienes buen gusto. —Minho echó sal sobre la herida de los otros tres que se apartaron. Minho se rio. —Bebés perdedores.
Baekhyun caminó hasta quedar frente a Minho, viéndolo fijamente. —¿Por qué tus ojos cambian todo el tiempo?
Los otros tres se colocaron al lado de Baekhyun, jalándolo hacia ellos. Luhan veía con curiosidad porque ellos estaban actuando de esa manera. Él también lo había notado, pero nunca preguntó. Baekhyun decía lo que pensaba. El guerrero jaló su trenzado cabello sobre sus hombros, acariciándolo.
—Recuérdame decírtelo después, pequeño. Ahora tienes que bañarte para tu cita. —Cuando Baekhyun salió a hacer lo que se le dijo, Minho se giró hacia sus amigos. —No vuelvan a hacer eso de nuevo. ¡Nunca lo lastimaría!
—Lo siento, hombre, solo recuerda que noqueaste al último que preguntó —Chan Hee murmuró.
—Ese tipo era un imbécil, y lo saben. Él me seguía provocando y molestando. Por eso lo noqueé. —Minho tomó la ropa no elegida y la guardó, tratando de calmarse. —No puedo creer que mis amigos realmente creyeran que podría lastimarlo. Yo mido dos metros. ¿Cuánto más que Baekhyun? ¿Medio metro? Bastardos.
—Lo siento, hombre. —Kevin jaló ligeramente su trenza.
—Está bien. —Minho retiró su trenza de los dedos de Kevin y chocaron sus nudillos.
—Está bien, ahora que eso se resolvió, váyanse. Baekhyun necesita vestirse. —Luhan apuró a los hombres a salir del cuarto y cerró la puerta.
Baekhyun salió del cuarto de baño solo con una toalla, secándose el cabello con otra. —Vamos a ayudarte a prepararte, amigo.
Luhan cepilló el hermoso cabello de Baekhyun queriendo jugar con él más que cepillarlo. Agregó algo de hidratante, entonces le dio a Baekhyun una crema para que se pusiera en el cuerpo. Una vez que Baekhyun estaba vestido, le dio algo de loción. Declarando que estaba listo, Luhan bajó las escaleras.
—Guau, mama, mírate. —Minho silbó.
—Luces bien, amigo. —Chan Hee guiñó.
—Oh, mi dios. Estás impactante, Baekhyun. —Ricky había estado esperando en el estudio con la comida de Baekhyun. —Supongo que no vas a necesitar esto. —Ricky llevó el plato a la cocina. —Te lo guardaré para más tarde, ¿está bien?
—Está bien. Gracias, Ricky. —Baekhyun se sentó nervioso, esperando a Chanyeol, quería complacer e impresionar a su pareja. Esperaba que a Chanyeol le gustara la ropa.
—Te ves genial, lindo bebé. Voy a darme una ducha y estaré listo. —Chanyeol entró al cuarto besó a Baekhyun en la frente y subió las escaleras.
Diez minutos después Chanyeol escoltaba a Baekhyun a la camioneta, levantándolo al asiento de pasajeros y poniéndole el cinturón, dándole un rápido beso en los labios antes de apurarse a su lado. Baekhyun lo veía babeando. Chanyeol siempre se veía bien. Pero esta noche él se veía para comérselo. Baekhyun quería correr hacia la recamara y tener mucho sexo con él. Se rio graciosamente.
—¿Qué es tan divertido, bebé? —Chanyeol encendió la camioneta, dirigiéndola por el camino de grava.
—Nada. —Baekhyun se sentó con sus manos entrelazadas sobre el regazo, nervioso. Esperaba no avergonzar a Chanyeol haciendo algo estúpido. Esta era su primera cita y él quería que todo saliera bien.
—Puedo sentir tu nerviosismo. ¿Qué sucede?
—¿Puedes sentirme? —Baekhyun se movió tratando de calmarse.
—Si, puedo sentir tus emociones cuando estamos cerca uno del otro, como en el mismo cuarto o en la camioneta. Ahora dime qué sucede, lindo bebé.
—Es solo que no quiero cometer algún error y avergonzarte. —Baekhyun bajó la cabeza, viendo sus jeans.
—No te preocupes por eso. No puedes avergonzarme. Recuerda eso. Tendría que preocuparme por lo que la gente piense y la verdad no me importa. —Chanyeol le palmeó la rodilla.
Llegaron al frente del restaurante y el valet tomó la camioneta mientras ellos se dirigían al interior. Chanyeol era el perfecto caballero. Le ayudó a Baekhyun a quitarse el abrigo y le sacó la silla, incluso colocó la servilleta en su regazo.
Chanyeol ordenó por ambos.
La comida llegó, y los ojos de Baekhyun se abrieron más ante la deliciosa apariencia de la pasta. El queso estaba derretido por todos lados. Él comió cuidadosamente, no quería hacer un lio.
La cita estaba yendo más que bien y Baekhyun estaba pasando un buen momento. Le preguntó a Chanyeol dónde estaba el cuarto de caballeros, murmurando que tenía que orinar.
Chanyeol se rió y le señaló el camino.
Baekhyun terminó y estaba lavándose las manos cuando dos hombres entraron. Ellos lo veían divertidos. Baekhyun trató de apurarse en secarse las manos así podría irse.
Uno de los hombres lo acorraló. —¿Eres un gran hombre, twink (mariquita)? Te rento por esta noche. Infiernos, por más si eres bueno. —Tomó el pene de Baekhyun a través de sus pantalones.
Baekhyun le golpeó la mano alejándola. —Detente. No me toques.
—Vamos, bebé. No te hagas de rogar. Al menos aún no. —El otro hombre jaló la espalda de Baekhyun hacia su pecho, empujando su entrepierna en el trasero de Baekhyun. Él luchaba por liberarse, pero el otro tipo empujaba su entrepierna por el frente de Baekhyun, aplastando sus penes entre sí.
Baekhyun comenzó a gemir. Quería a Chanyeol. Él no quería a esos hombres tocándolo y empujándose dentro de él. El tipo de atrás metió su mano dentro de la parte de atrás de los jeans de Baekhyun y apretó su trasero.
—¡Detente! —Baekhyun luchó contra ellos, dando tumbos para liberarse. El tipo de atrás se tropezó y su mano salió de los pantalones de Baekhyun. Baekhyun corrió a la puerta, uno de los hombres le gritó pequeña puta.
Baekhyun corrió hacia Chanyeol, lanzándose hacia él, llorando.
—¿Qué sucede, Baekhyun? —Chanyeol se puso de pie, jalando a Baekhyun a sus brazos.
—Esos hombres en el baño t–t–trataron de tener sexo conmigo —Baekhyun lloró en el pecho de Chanyeol.
Chanyeol jaló a Baekhyun a sus brazos, cruzó el restaurante, golpeando la puerta del baño al abrirla. Él bajó a Baekhyun entonces lanzó al primer tipo hacia la pared, tomando al segundo hombre por el cuello y levantando, sus pies dejaron el suelo. Chanyeol gruñó cuando el primer hombre se tambaleaba hacia la puerta, tratando de salir. —No, ni una mierda que lo harás. —Lo tomó del cuello de la camisa y lo jaló hacia atrás. Chanyeol repetidamente lo lanzaba contra la pared de azulejos hasta que la policía irrumpió en el cuarto de baño.