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3. Siwon, El salvador del Rayito de sol por dayanstyle

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Heechul vió las marcas de mordidas en el espejo. Trazó con su dedo una a una las heridas selladas, su pene comenzó a endurecer al pensar en la manera en que Siwon hundió sus dientes en él. ¿Por qué le gustaba eso? ¿Estaba enfermo?

Disfrutaba el dolor de esa manera. Heechul recordó la primera vez que él se había cortado. Sentía como si el dolor se fuera a través de sus heridas. Aliviaba la presión. Nunca dejó que nadie lo supiera y nunca dejó que uno de sus clientes lo hiciera. Esto era demasiado personal, demasiado íntimo.

Heechul se puso la camisa y se la abotonó. ¿Luhan y Bekhyun se lo dirían a todo el mundo? ¿Se alejarían de él ahora?

— Hey, deja de pensar tan duro. —Siwon entró al cuarto y envolvió sus brazos por detrás de Heechul— Oí que tuviste visita. —Su pareja se inclinó y besó la parte de atrás del cuello de Heechul.

— Genial, ahora todo el mundo va a saber que Heechul es un loco enfermo. —Jaló el cabello detrás de sus orejas y pasó la punta de sus dedos por el lavabo, rehusándose a levantar la mirada.

Siwon lo giró, puso sus nudillos bajo el mentón de Heechul haciendo que su pareja lo viera. — Mírame, rayito de sol. Déjame aclararte algo en caso de que aún no lo hayas descubierto. Soy un mordedor, siempre he sido un mordedor y puede ser que siga siendo un mordedor por siempre. ¿Qué crees que haría con una tímida pareja en la cama?

Heechul quería objetar, pero apretó los labios manteniéndose en silencio.

— Mi pene está tan duro como para clavar clavos solo con pensar en hundir mis dientes en ti. Necesito una pareja que pueda aceptar el dolor. Tú eres esa pareja. Nunca te avergüences de lo que compartimos juntos. —Siwon señaló hacia la puerta del cuarto de baño— ¿Crees que esos Centinelas de abajo, son extremadamente conservadores en la cama? Infiernos, no. He oído sus historias. Lo que te gusta es moderado comparado con lo de esos kinkys bastardos.

La mirada de Heechul fue hacia el bulto en los jeans de Siwon, lamiendo sus labios, miró a su pareja por entre sus largas pestañas. — Sabes, puedo ayudarte con eso. —Heechul trató con su más seductora sonrisa.

— Apuesto a que puedes. —La voz de Siwon era gruesa cuando respondió.

Tocaron a la puerta. — Joder. Aguanta ese pensamiento-. Siwon se inclinó sacando la mitad de su torso por la puerta del baño— Adelante —gritó.

— Uh, Jong In y yo llevaremos a nuestras parejas al centro comercial, y queríamos invitarte y a Heechul.

Heechul movió sus manos y negó con la cabeza.

— Quizás en otro momento. Gracias por pensar en nosotros.

— Seguro. Hasta luego.

— ¿Qué fue eso, rayito de sol? ¿No quieres conocer a la gente con la que vivimos? —Su lobo lo subió al mostrador, acunó su cara y se inclinó a besarlo.

— No estoy listo para enfrentar a esos dos pequeños chicos. Lo haré, solo que no ahora. —Parecía que cada vez que estaba alrededor de ellos algo sucedía. Ahora era más feliz disfrutando a su pareja.

— Como quieras, rayito de sol.

Heechul envolvió sus brazos alrededor de su pareja levantándolo del mostrador y dejando que se pusiera de pie. Permaneció tranquilo mientras Siwon lo desnudaba. Ellos entraron en la ducha. Siwon lavó su cabello. La piel de Heechul se erizó ante la sensación de las manos de su pareja recorriendo su largo cabello.

Ellos ni siquiera habían tenido sexo y Heechul estaba cerca de correrse.

 

 

Siwon justo había terminado de secar a Heechul con la toalla, cuando alguien golpeó fuerte en su puerta y gritó su nombre. Envolvió su cintura y cruzó el cuarto.

— ¿Qué, Chan Hee? —Siwon gritó.

El Centinela se disculpó por la interrupción. — Jong In ha llamado a todos los centinelas al área de comida del centro comercial, Baekhyun se ha perdido.

— Voy en camino. —Siwon y Heechul se pusieron sus ropas y bajaron las escaleras, casi cada camioneta estaba saliendo. El camino de grava estaba lleno. Eso era una triste vista.

Ellos llegaron al centro comercial media hora después, rompiendo algunas leyes de tránsito para llegar tan rápido como pudieran. Siwon encontró a Chanyeol y Jong In parados a un lado viendo hacia la multitud. Chanyeol parecía que estaba por matar a cada persona que estaba ahí. Podía decir que el comandante estaba luchando por evitar cambiar.

— Lo encontraremos. No pierdas la esperanza. Él es inteligente, Chanyeol. —Siwon le pidió a Heechul que se quedara con Luhan mientras ellos recorrían el centro comercial y el área alrededor. Ellos no encontraron nada.

Oyó a Jong In gritar: — Vámonos. —Todos los guerreros se dirigieron a la entrada.

Ellos llegaron al frente de una casa que Ricky le dijo que pertenecía al hermano de Baekhyun, quien era el que lo había secuestrado. Esta mierda parecía ser cada vez peor. Ellos entraron al lugar y lo encontraron vacío. Después de revisarlo, no encontraron pistas. Eso estaba mal, considerando que los lobos eran los mejores rastreadores, pero no puedes rastrear cuando no dejaron nada qué encontrar.

El comandante estaba literalmente arrancando la cabeza de todos. ¿Qué podían hacer sus hombres? Todos ellos estaban asustados mientras Chanyeol desgarraba la casa buscando a su lindo bebé. El teléfono celular de Chanyeol timbró.

Siwon vió al Comandante caer de rodillas y gritar.

 

 

 

Heechul los acompañó mientras catorce lobos furiosos entraban al hospital en una depredadora marcha. Heechul y Luhan estaban en el centro. Nadie alejaba la vista de ellos. Los centinelas estaban cerrados a modos de protección debido a la preocupación por las parejas.

Jong In fue quien habló con la enfermera para saber en dónde se encontraba Baekhyun. Heechul podía decía que Chanyeol estaba hecho un lio. El feroz guerrero caminaba como un zombi. La enfermera señaló los elevadores. Ellos tomaron los tres y subieron. Luhan lo sorprendió tomando su mano y apretándosela.

De nuevo fue Jong In quien habló. Cuando la enfermera preguntó si todos eran familia de Baekhyun, Jong In le informó que todos ellos lo eran. Eso hizo que Heechul realmente se sintiera que pertenecía a esa mezcolanza de hombres. Una cálida sensación lo recorrió.

Chanyeol fue guiado al fondo mientras todo el mundo tomó asiento. Siwon jaló a Heechul en su regazo, acunándolo y meciéndolo. Heechul sabía que Siwon se sentía aliviado de que estuviera bien y con él. No podía ni imaginar por lo que Chanyeol estaba pasando.

 

 

 

Heechul estaba sentado con Luhan en el estudio tratando de imaginar cómo jugar ese maldito juego. Frustrado lanzó el control al suelo. — Oficialmente apesto para esto.

—Solo te falta práctica. Al menos no lo lanzaste al televisor como lo hizo Jong In cuando se enojó. —Luhan se reía.

— Créeme, pasó por mi mente. Necesito una gruesa y grasosa hamburguesa. ¿Hay un lugar en la ciudad? —Hombre, él también podría agregar unas papas fritas. El pensar en eso le hizo agua la boca. También sería bueno una malteada.

— Si, veré quién nos puede llevar.

Luhan regresó frustrado, diciéndole a Heechul que la mayoría de los Centinelas estaban afuera patrullando o en el hospital y los que estaban ahí, bueno, bastardos perezosos.

— ¿Hey, Hee? ¿Estás en contra de robar un auto? —Luhan revisó alrededor de ellos para asegurarse de que nadie lo escuchara. Eso hizo que Heechul hiciera lo mismo.

Heechul levantó la cabeza. — Uh, ¿sí? ¿Por qué?

— Porque estaba pensando en “tomar prestado” el carro de uno de estos flojos. —Luhan se puso de pie, viendo hacia la esquina del pasillo.

— Realmente no es una urgencia, amigo. —¿Ese pequeño chico estaba tratando de mandarlo a la cárcel? O peor, enfrentarlo a la ira de un lobo.

— Bueno, amigo, a mí sí me urge. Nos vamos. —Tomó un juego de llaves del tazón de vidrio mientras se dirigía a la puerta del frente. No tenía ni idea a qué vehículo pertenecía las llaves. Luhan presionó el botón para quitarle la alarma y la camioneta al final de la línea encendió las luces.

 

 

— Uh, Jong In, creo que necesitamos mudarnos. —Minho entró en la oficina del Alfa, confundido.

— ¿Por qué haríamos eso, Minho?

— Porque alguien se robó mi camioneta.

 

 

— Hey, Heechul, ¿Qué hace ese tipo? —Ellos se encontraban frente a la ventanilla para pedir su orden. Las papas fritas se estaban cocinando. Luhan vio cómo un chico de apariencia morena con un gorro salía de una Hummer y entraba al restaurante.

Dos muy musculosas mujeres lo siguieron. Entraron por un momento y luego salieron. Recorrieron la calle como si estuvieran perdidos. Luego Luhan vio cómo los tres cruzaban la calle hacia ellos y pasaron por la ventanilla del conductor, ellas entraron al sitio de comidas rápidas donde se encontraban y el tipo se quedó afuera.

— No sé, pero el tipo parece que te está mirando. —Heechul vió con cautela al tipo que parecía estar jugando con su MP3, levantando la mirada hacia Luhan cada pocos segundos.

— Solo relájate y no hagas contacto visual. —Heechul se recargó, deseando que la maldita comida les fuera entregada. Sentía que conocía al tipo, pero no quería preocupar a Luhan.

— ¿Por qué él me está mirando? —Luhan murmuró. Ambos tenían las ventanillas abajo.

Las dos mujeres salieron. — No sucede nada ahí adentro —Una de ellas le dijo al sujeto. Ellos vieron al trio cruzar la calle, el tipo subió a la Hummer y ellas caminaron en la calle pavoneándose y saludando a los carros que pasaban.

— Uh, Heechul, ¿Son prostitutas?

— Eso creo, Luhan. No sabía que en tu tranquilo pueblo hubiera. —Heechul se tensó en su asiento, extremadamente incómodo. Esa situación le trajo muchos malos recuerdos.

Sabía que Luhan no sabía nada de su pasado, pero aun así se sentía avergonzado con el pequeño chico. Sentía como si tuviera un gran letrero de neón en la cabeza señalándolo como puta.

El musculoso moreno encendió la Hummer y se dirigió hacia donde estaban ellos, estacionándose a la derecha de su camioneta, salió. Se apoyó contra la parte de atrás de su vehículo mirando una vez más a Luhan.

«Mierda...» Ellos tenían que irse de ahí. Justo cuando el hombre se enderezó para dirigirse a ellos, una camioneta Navigator negra se colocó frente a ellos. Las puertas se abrieron y dos muy enojados hombres salieron. «Oh, joder».Luhan estaba cerca de lograr que los mataran.

Siwon y Jong In se acercaron a sus ventanas.

— Sal —el Alfa le ordenó a Heechul.

Heechul salió y Jong In tomó su lugar. Viendo hacia la Hummer, el tipo no estaba por ningún lado. Heechul subió en el asiento del pasajero de la Navigator mientras Siwon subía en el asiento del conductor.

No hablaron en el trayecto a la casa.

 

 

 

Bueno, maldición. Ni siquiera consiguió su hamburguesa y sus papas. Siwon en silencio lo guió arriba de las escaleras.

— Quítate la ropa. —Siwon le ordenó— Toda.

— Hombre —Heechul murmuró bajo su respiración mientras hacía lo que se le dijo. Luhan le debía un gran momento por esto. Siwon parecía que podría masticar clavos. Para nada era bueno. Él prefería a un lobo caliente que a un lobo enojado en cualquier día, pero parecía que iba a tener a ambos ahora.

— Acuéstate sobre tu espalda y levanta las manos arriba de tu cabeza. —Mientras Heechul hacía exactamente eso, Siwon fue al armario y regresó con dos cinturones. «¡Oh, mierda!» ¿Él iba a ser golpeado?

Siwon aseguró sus muñecas en la cabecera de la cama entonces las jaló para asegurarse que estaban tensas. — ¿Te duele?

— Sí.

— Bien.

Siwon se inclinó y levantó una de las piernas de Heechul extendiendo sus caninos. El pene de Heechul golpeó su bajo abdomen cobrando vida. Siwon rozó su pantorrilla, recorriéndola con sus dientes del tobillo a la rodilla, causando que la piel se volviera de gallina y el pene se levantara.

— Muérdeme, por favor. —Heechul gimió con una voz que invitaba al sexo.

— Si mi pareja quiere ser un delincuente, tendrá que aceptar su castigo. No mordidas. —Siwon lo mordía pero no rompía la piel. Heechul se estaba volviendo loco, quería que su pareja hundiera sus dientes. «¿No mordidas?»

— Entonces quiero un abogado. Me declaro no culpable. Ahora muérdeme, ¡maldición!

Siwon sólo se reía, siguió su no agresivo asalto. Heechul trataba de empujarse con las piernas al interior de la boca de Siwon y forzarlo a romper la piel, pero Siwon no lo permitía.

— Compórtate.

— ¿Dónde está la diversión en esto? Por favor, pareja, muérdeme.

— No.

— Entonces desátame. Yo puedo encargarme de esto.

— No.

Heechul comenzó a luchar, jalando sus brazos, tratando de soltarse de los cinturones, pero Siwon los había asegurado firmemente. No se movían. Siwon palmeó duro su muslo y Heechul gimió. Un sonido de necesidad.

— Dije que te comportes. —Siwon cruzó sus brazos sobre su pecho— ¿Entiendes lo que hiciste hoy? Tú y la pareja del Alfa estuvieron en riesgo no solo de ser secuestrados sino de cualquier otra potencial amenaza.

— No. —La voz de Heechul era de total inocencia.

— Ah, mi pareja agrega otro cargo. Mentir. —Siwon tomó de la mesita de noche una delgada pieza trenzada y comenzó a atar precisos nudos alrededor del pene y las bolas de Heechul— Ahora, no te vas a correr hasta que te lo permita.

Siwon mordió duro en la parte interna del muslo de su pareja, Heechul gritó. Podía sentir sus bolas tensarse y su pene pulsar, Siwon levantó la cabeza y mordió la parte interna del otro muslo.

— Por favor, oh, por favor. Déjame correrme. Te prometo que haré lo que quieras. —Heechul sabía que podía darle la luna a Siwon si él desgarraba el maldito cordón de su pene. El dolor lo estaba llevando a nuevas alturas, pero él no podía liberarse. Tenía que recordar robar otro auto.

Siwon selló la herida y besó su camino hacia la grieta del culo de Heechul, entonces empujó las piernas y mordió las nalgas. Heechul seguía rogando.

Heechul vió cómo Siwon se desnudaba y tomaba dos cinturones más. Ató los tobillos de Heechul, asegurándolos en la cabecera también. Heechul se sentía como un contorsionista.

Vió cómo Siwon tomaba algo rosado del cajón junto con la botella de lubricante. Inclinó el cuello para ver, pero con sus piernas arriba de su cabeza era imposible. Siwon subió a la cama situándose a la altura de su hombro.

Siwon empujó algo duro en el culo de Heechul, mientras hundía sus dientes en el hombro de Heechul. Siwon movía el objeto duro, dentro y fuera de su culo mientras chupaba la rota piel. Heechul gritaba jalando las ataduras con la fuerza de su lujuria, dolor y placer recorrían su cuerpo fuertemente amarrado.

— ¿Quieres correrte? —Siwon dejó la carne con la que se había dado un festín.

— Por favor —Heechul rogó en un ahogado murmullo.

Siwon sacó el objeto de su culo, lanzándolo a un lado. Heechul logró ver el dildo. Siwon se subió a los pies de la cama y hundió su pene, colocando sus manos en la parte trasera de los muslos de Heechul. Siwon se empujó dentro de él con toda su fuerza. Solo cuando Heechul pensó que perdería la cabeza con toda esa lujuria que lo consumía, Siwon desanudó su eje. — Córrete.

Heechul hizo erupción con fuertes gritos, sus caderas se movían empujándose hacia el pene de Siwon.

Heechul estaba aturdido. Se estremecía mientras lo último de su semen era disparado en su interior. Siwon retiró los amarres. Su lobo cayó a su lado exhausto. Heechul estaba demasiado adolorido como para moverse.

....

Notas finales:

UHH LEMON..

dejen rw


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