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3. Siwon, El salvador del Rayito de sol por dayanstyle

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Notas del capitulo:

Estan detras de las Parejas otra vez??? Los secuestraran???

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Alguien llegara a la manada... y traera muuchos problemas al pobre Heechul y a los demas....

 

A leer...

Heechul entró en la cocina y vió a Luhan junto al refrigerador. Tomó el jugo y caminó hacia el gabinete de las tazas. Heechul vió cuán extraño caminaba Luhan. Sonrió.

— Veo que tu pareja también te castigó.

— Pero valió la pena. —Luhan se rió— ¿Cuándo lo hacemos de nuevo?

 

 

 

— Necesito que me prometas que no irás a ningún lado sin un lobo de escolta. —Siwon jaló a Heechul a sus brazos, besando el cuello y mordiendo su piel.

— Lo prometo. Sé cuidadoso. Mi papá es uno de esos imbéciles. No esperes que solo te entregue a Kibum. ¿Tienes la fotografía que te di?

— Sí. —Siwon le besó la punta de su nariz antes de alejarse. Tomó su chaqueta de cuero y sacó la pequeña foto escolar que Heechul le había dado. Siwon se sintió más protector al ver al joven sonriendo en la fotografía. El niño tenía confianza en su mirada y una encantadora sonrisa. Pensar que su padre estuviera abusando de él, enojaba más a Siwon.

— Puedo manejar cualquier trampa de tu padre. Compórtate. Te amo. —Siwon se fue a recuperar al herido jovencito.

 

 

 

Heechul y Luhan le pidieron a Kang In que los llevara a la cafetería. Heechul necesitaba sacar de su mente la ausencia de Siwon y el ver a su hermano de nuevo. Habían tratado de hablar con Baekhyun para que viniera con ellos, pero el pequeño no había dejado el cuarto desde que llegó a casa del hospital. Además de eso Jong Dae estaba “desaparecido en combate”.

— No van a salirse de mi vista ninguno de los dos, ¿verdad? Kang In llevó la camioneta Navigator a un lugar del estacionamiento frente al café. Heechul notó que Kang In revisaba los alrededores antes de dejar que salieran del vehículo. Cuando él se sintió seguro, Kang In le quitó el seguro a las puertas.

— Prometemos comportarnos. —Heechul lo juró y levantó la mano haciendo el saludo de los boys scout. No quería hacer enojar al enorme lobo. El tipo parecía que disfrutaba causar dolor. Kang In medía un metro noventa y ocho con muy anchos hombros.

No, gracias.

Aún con Kang In escoltándolos, Heechul recordó que dejó su cartera en el asiento trasero. Le prometió a Kang In ir corriendo directo a la camioneta y regresar al interior. Con dudas, Kang In asintió.

Justo cuando Heechul estaba cerrando la puerta para regresar al café, el moreno apareció por la parte de atrás de la Navigator.

— Entonces, chico de alquiler, ¿cuánto por trabajar para mí? Mi nombre es Ji Hoon, me dicen Rain soy el Alfa de la manada del Este. —Le dio a Heechul una diabólica sonrisa. La piel de Heechul se erizó al pensar en estar cerca de ese horrible hombre.

— No sé de lo que estás hablando. —Heechul se alejaba mientras Ji Hoon se acercaba.

— Puedo reconocer a una puta a un kilómetro de distancia. Pago muy bien. Vamos, eres un profesional. No tengo que enseñarte nada. —Ji Hoon alcanzó a Heechul justo cuando Kang In llegaba por el otro lado de la camioneta.

Luhan envolvió su brazo alrededor de la cintura de Heechul y lo jaló hacia atrás. Heechul estaba congelado ante la escena que se desarrollaba frente a él. ¿Por qué no podía escapar de su pasado? ¿Por qué lo seguía cuando todo lo que quería era comenzar de nuevo? Parecía que correr cuatro estados de distancia a una tranquila ciudad no fue suficiente. Qué tenía que hacer, ¿Dejar el planeta? La sensación de vacío que había sentido en su interior durante tanto tiempo comenzó a instalarse de nuevo en él. ¡No! No le permitiría al imbécil destruir lo que Siwon había trabajado tan duro para construir en el interior de Heechul.

Las parejas vieron cómo Kang In envolvía con su gran mano el cuello del lobo. — Si no estuviéramos en este momento rodeados por testigos humanos, desgarraría tu jodida garganta. Lárgate al infierno, Ji Hoon. Ahora. —Kang In soltó al otro lobo. Heechul vió cómo Ji Hoon se acomodaba la camisa, mirando a Heechul antes de irse.

Aunque Heechul sabía que ya no vivía esa vida, las palabras de Ji Hoon lo hicieron sentirse como una sucia puta de nuevo. Entró al café, con la mirada en el suelo, sintiéndose sin valor y degradado.

Luhan apretó su cintura. — Hey, Siwon puede patearte el trasero si te ve de esa forma. Levanta la cabeza. Sé orgulloso. La opinión de alguien solo debe importarte si esa persona te importa. ¿Te importa lo que ese tipo Ji Hoon piensa?

— Infiernos, no. —Heechul levantó la cabeza y tomó una profunda respiración— Gracias, Luhan.

— Es por eso que estoy aquí. Y debes saber que a nadie en la casa le importa tu pasado. Confía en mí.

 

 

 

Siwon veía la casa que le había causado a su pareja años de dolor. Parecía como cualquiera de las otras casas estilo rancho en la cuadra. Pero las apariencias engañaban. Se preguntaba cómo se vería Heechul de niño jugando en el jardín frente a su casa. Cómo había aprendido a montar en bicicleta o cómo llegaba a casa después de la escuela. Su pareja había crecido en esa casa.

Heechul le había dicho cómo su madre había huido con su jefe. ¿Podría la vida de su pareja haber sido diferente si su madre se hubiera quedado? ¿Podría ella haber protegido a sus pequeños niños?

Ella tenía que saber del monstruo con el que los dejaba. Tenía que haber visto los signos. ¿No le preocupaba? Se supone que las madres protegen a sus hijos de los demonios que se esconden en el armario y bajo la cama, no envolver como regalos a sus pequeños y entregarlos.

Una parte diabólica de él esperaba que ella hubiera obtenido lo que se merecía. Esperaba que ella viviera en un perpetuo infierno justo como en el que ella había dejado a sus hijos. Ella no merecía menos que la sentencia que les había dado a sus hijos.

Minho palmeó el hombro de Siwon. — ¿No es ese el chico?

Siwon vio la foto de nuevo. El adolescente que caminaba en la banqueta se parecía al de la foto, ligeramente.

El que venía usaba lápiz labial negro, y pintura de uñas negras. Sus orejas tenían piercing desde arriba hasta el lóbulo de las orejas y una barra de metal perforaba su labio inferior. Usaba una fea camiseta negra y holgados jeans negros. Con cadenas colgando por todos lados y botas de combate negras.

— Creo que es él. —Santa mierda, ¿Qué le había sucedido al chico del que Heechul hablaba con tanto cariño? ¿Qué fue de ese niño? Eso no importaba. Kibum se iría con ellos hoy— Vamos.

Los tres guerreros salieron del vehículo rentado. Ellos caminaron por la banqueta como soldados de Lucifer. Un aire de oscuro depredador los rodeaba. Todos ellos median más de un metro noventa y cinco. Siwon tocó a la puerta del frente y luego se apartaron, sus manos cerradas frente a él. Sus hombros cuadrados.

La puerta se abrió. Un hombre de edad estaba frente a ellos. Tenía una constitución robusta y mucha arrogancia. A Siwon le desagradó inmediatamente.

— ¿Puedo ayudarle en algo? —preguntó mientras cerraba ligeramente la puerta.

Siwon se empujó hacia adentro, haciendo a un lado al hombre. - ¿Dónde está Kibum?-

— ¿Qué infiernos creen que están haciendo? Salgan de mi casa antes de que llame a la policía. —El padre trató de sacar a Siwon, pero Siwon no permitió nada de eso. Lanzó al tipo al sofá gruñéndole. Jonghyun fue al pasillo mientras Minho se quedaba junto a la puerta con sus brazos cruzados frente a su pecho.

— Llámalos. Quiero ver que les expliques cómo has abusado de tu hijo durante muchos, muchos años. Me envió Heechul para rescatar a su hermano de tus jodidas y enfermas manos. —Siwon dio un paso hacia el sofá— Niégalo si quieres. Me aseguraré de que Heechul testifique sobre los años de tu perversión.

— ¿Quién eres? —El padre preguntó aterrado.

— Alguien que puede dejarte con vida. Será mejor que nos permitas salir de aquí con Kibum y nunca lo contactes de nuevo.- Siwon se inclinó su cabello caía como un peligroso velo mientras gruñía— Nunca.

Jonghyub regresó a la sala con un atemorizado Kibum a su lado. El chico tenía una mochila colgando de su hombro y veía fijamente a su padre con repulsión. Le escupió a la cara, entonces se alejó, dirigiéndose a la puerta.

Siwon le gruñó una vez más al padre. — Si veo tu cara de nuevo, me aseguraré de que estés en un ataúd. —Con eso se giró y desapareció.

 

 

 

Heechul levantó la vista cuando tocaron a la puerta de su recámara. Luhan estaba ahí con una gran sonrisa.

— Siwon llamó. Viene en camino con Kibum. Ellos deben estar aquí en cualquier momento.

El corazón de Heechul comenzó a acelerarse. Siguió a Luhan por las escaleras y se quedó en el estudio a esperar la llegada de su hermano. ¿Cómo actuaría Kibum? ¿Lo odiaría por no estar ahí? ¿Aceptaría a Heechul con los brazos abiertos? ¿Su padre habría abusado de su hermano cuando él no estuvo ahí para protegerlo?

Su mente era un remolino de ansiedad para cuando la puerta del frente se abrió y los cuatro hombres entraron.

Heechul se puso de pie y se secó las manos en el frente de los jeans. Vió a su hermano y se quedó con la boca abierta.«¿Kibum?» No había manera. Ese no podía ser él. ¿Podría? ¿Cómo su hermano había cambiado tan drásticamente en cuatro meses?

— Kibum. —Heechul llegó a él y lo abrazó. Su hermano se tensó, no regresó el abrazo. Después de un momento, Kibum empujó a Heechul.

— Suficiente. ¿Eres un marica o algo así? Déjate de sentimentalismos.

A Heechul se le cayó la cara. ¿Quién infiernos era ese chico y dónde estaba su dulce y confiado hermano? Se apartó sin palabras.

Siwon envolvió en sus brazos a Heechul. ¿Por qué su hermano actuaba de esa manera?

— Si, veo que lo eres. Solo no intentes esa mierda homo conmigo. —Kibum cruzó sus brazos sobre su pecho viendo fijamente a Heechul.

Sentía como si su hermano lo hubiera abofeteado verbalmente. Heechul supuso que lo hizo. Luchaba por encontrar algo qué decir, pero las palabras lo evadían. Envolviendo los brazos en su cintura, Heechul se apartó. Eso no era lo que se esperaba, no de Kibum. ¿De dónde venía todo ese odio?

— Cuida tu lengua, jovencito. Es a mi pareja a la que le hablas.- Siwon le gruñó a su hermano. Dio un paso hacia Kibum. Heechul pensó que de seguro Siwon iba a estrangularlo.

Jonghyun se acercó a su hermano. ¿Qué in…? Heechul notó que él estaba a modo de lobo protector con Kibum. ¿Qué estaba haciendo? Una luz se encendió en su cabeza. «Pareja».

Por la manera en que su hermano estaba derramando veneno, Jonghyun no tendría una oportunidad en el infierno de emparejarse con Kibum. Además del hecho de que su hermano solamente tenía diecisiete años, la situación se veía bastante fea por el momento.

— Oí que eras una puta en las calles. ¿Es cierto? —Kibum le soltó a Heechul.

Jonghyun sacó a Kibum del camino de Siwon quien se lanzó hacia él. Todo el pasado de Heechul lo golpeó en la cara con las palabras de su hermano. Todas las indecentes cosas que él había hecho para sobrevivir le llegaron en cámara lenta frente a sus ojos.

— ¡Con un demonio, Jonghyun, sácalo de aquí, antes de que golpeé su culo contra el suelo! —Siwon tomó a Heechul, jalándolo a sus brazos y subiendo las escaleras. Heechul lloraba histéricamente.

Siwon lo llevó a su habitación, sosteniéndolo fuerte contra su pecho. No podía creer que su hermano hubiera sido tan cruel. ¿Qué estaba mal con él? Recordaba al cariñoso jovencito. Alguien que admiraba a Heechul. Ese chico en la planta baja era el engendro de Satán.

No había manera de que pudiera acercarse a Kibum ahora. No hasta que pudiera manejar el desprecio que en su hermano parecía florecer.

— Lo siento mucho, rayito de sol. —Siwon frotaba su espalda. Heechul comenzó a llorar suavemente en sus brazos, no sabía qué decir. Aún estaba molesto por la mierda que le había dicho Ji Hoon. ¿Estaba todo el mundo de acuerdo para recordándole su sórdido pasado? Sería un maldito si le permitía a alguien más herirlo.

Heechul puso sus brazos alrededor del cuello de Siwon. — ¿Parece que no pueden dejar que lo olvide, huh?

— No tienes absolutamente nada de qué avergonzarte. Tú hiciste lo que tenías que hacer para sobrevivir. Sostén tu cabeza en alto sabiendo por lo que atravesaste y también que sacaste a tu hermano. Dale tiempo bebé. —Siwon lo acercó, dejando que Heechul supiera lo mucho que lo amaba.

— Hazme el amor, Siwon, demuéstrame que valgo.

Heechul se puso de pie y se desnudó mientras Siwon desabrochaba sus jeans y los bajaba a sus tobillos. Heechul tomó el lubricante y acarició el pene de su pareja mientras lo lubricaba. Lanzó la botella y subió al regazo del lobo. Dios, cuánto amaba a Siwon.

Siwon sostenía su pene mientras Heechul se empalaba. Lágrimas bajaban por su cara mientras comenzaba un lento ritmo. No era duro y doloroso como usualmente lo quería. Esto era diferente. Era sensual y lento.

Siwon tomó sus caderas mientras lentamente se movía dentro y fuera, Siwon se apartó, dejando solo la cabeza de su pene dentro de Heechul quien se deslizaba hacia abajo, sosteniendo su cuello y besándolo apasionadamente.

— Te amo, Siwon.

— También te amo, rayito de sol. —Siwon hundió su caninos en el hombro de Heechul mientras se corría, su semen hizo erupción entre el abdomen de ambos.

Siwon gruñó mientras cerraba la herida y se empujaba duro, gritando su liberación.

Heechul se acostó contra él, aun empalándose. Tomando el consuelo que la conexión le daba. No quería que Siwon saliera de él. Siwon era su caballero con brillante armadura. Heechul sonrió consigo mismo ante el cliché.

Lo sabía. Pasara lo que pasara, lo que sea que la vida le lanzara, Siwon estaría con él, amándolo, apoyándolo.

.....

Notas finales:

continuara...


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