— Chanyeol me dijo que no lastimaste a Heechul —dijo Baekhyun mientras entraba a la cocina.
—Bueno, me alegra de que se haya aclarado. —A Siwon ya no le importaba mucho que todo el mundo supiera ahora acerca de su pareja. Lo que él y Heechul hacían no era asunto de nadie. Solo apestaba que Heechul estuviera ahora tan avergonzado. Eso y el hecho de que su hermano había matado la poca felicidad de Heechul de ver de nuevo a Kibum.
— Me voy a la cama. Buenas noches —Baekhyun se despidió de Siwon mientras salía llevándose su refrigerio.
El pequeño chico era adorable. Siwon se recordó que Baekhyun y Luhan solo cuidaban a su pareja. Apreciaba eso pero aún odiaba que lo descubrieran.
Tomando la fruta que Heechul le había pedido de la cocina, Siwon se dirigió a la recámara. Ese había sido un largo día.
Se detuvo a la mitad de la escalera e inclinó la cabeza. ¿Qué era ese ruido? Siwon vio sobre su hombro al vestíbulo y no vio nada. Era muy tarde en la noche, y la mayoría de los Centinelas y las tres parejas estaban en sus cuartos. Los otros seis Centinelas deberían estar patrullando en el bosque. ¿Entonces quién estaba deambulando alrededor?
Siwon dejó el tazón en los escalones, sus ojos revisaron el área del frente. El ruido creció y en segundos lobos corrían por el pasillo de la cocina que justo acababa de dejar.
Esos lobos no le eran familiares. Siwon sabía que todos los lobos se parecían en su forma de lobo, y esas bestias no eran ninguno de ellos.
La agresión que ellos demostraban no presagiaba nada bueno. Los intrusos tenían las orejas hacia atrás. Sus dientes fuera y trataban de atacar a Siwon.
Siwon cambió, desgarrando sus pantalones cuando tomó su forma de lobo Timber. Se enfrentó a los lobos grises. A pesar de que era mucho más grande, ellos eran numerosos. Al parecer eran siete en total.
Siwon lanzó la cabeza hacia atrás y aulló, alertando a los otros mientras subía las escaleras. Los siete no se quedaron juntos. Cuatro subieron las escaleras. Esto no podía estar sucediendo. Siwon dejó la pelea que había iniciado y corrió detrás de ellos. Tenía que llegar junto a Heechul.
—¡Siwon! —El grito de su pareja con toda la fuerza de sus pulmones venía desde su recámara.
Siwon cayó sobre sus cuatro patas cuando saltó a través de la puerta abierta. Su pareja estaba acurrucada en una esquina, acorralado por un lobo gris que le gruñía.
El guerrero no se detuvo a pensar. Siwon saltó sobre la espalda del intruso y usando su gran peso derribó al lobo gris.
Heechul se arrastró en cuatro patas hacia el cuarto de baño, y cerró la puerta tras él. Siwon estaba agradecido de que su pareja usara el cerebro durante una crisis. Era un alivio no tener que mantener un ojo en su pareja durante la lucha.
¿Cómo estos siete habían logrado evadir a los Centinelas que estaban patrullando?, esa era una buena pregunta. ¿Estarían los Centinelas en el bosque también siendo atacados? ¿Cuántos habían logrado traspasar?
Siwon podía oír la pelea en el pasillo mientras cerraba la mandíbula en el lobo bajo él. El lobo gris luchaba, moviéndose y dándole zarpazos con sus garras para liberarse. Siwon no lo iba a permitir. No con su pareja detrás de la puerta del baño.
Siwon aplicó presión, mientras que el lobo debajo de él buscaba sus puntos débiles y enterraba las garras en la piel de Siwon. Su lobo sacudió la cabeza vigorosamente adelante y atrás tratando de quebrar el cuello del lobo gris.
Gruñó fuerte cuando vio a Heechul asomarse entreabriendo la puerta. Heechul debió de oírlo porque rápidamente la cerró.
Siwon estaba cansado de jugar. Necesitaba ver lo que sucedía en el pasillo. Siwon quebró el cuello del lobo gris, un gruñido salió del intruso cuando cayó muerto.
No queriendo dejar el cadáver en la habitación con su pareja. Siwon lo jaló al pasillo con él. Después de dejarlo afuera, aulló hacia la habitación. Heechul asomó la cabeza de su escondite, al ver el cuarto limpio corrió a través de éste y cerró la puerta de la recámara.
Satisfecho de que su pareja estaba a salvo y seguro. Siwon regresó su atención hacia los otros lobos. Chan Hee y KyuHyun, luchaban contra dos lobos grises en el pasillo. Los intrusos parecían demasiado determinados. ¿Qué era lo que buscaban?
Chan Hee y KyuHyun finalmente dominaron a sus oponentes y Siwon se unió a ellos mientras bajaban a cazar a los restantes.
Todo se quedó en silencio cuando oyeron garras subiendo las escaleras. Un gruñido salió del pasillo de abajo que le recordó a un trueno. Siwon conocía ese gruñido. Había solo un lobo que se oía como una bestia del infierno.
Jong In.
El Alfa lentamente caminó por el pasillo hacia ellos. Siwon realmente podía oír la madera del piso crujir bajo su peso. Los dientes de Jong In estaban fuera mientras se dirigía hacia ellos sin dejar de ver el camino.
Jong In era un cazador. Siwon lo siguió, viendo sobre su hombro la puerta de su habitación para revisar que siguiera cerrada.
Había otro cadáver cuando ellos dieron vuelta en la esquina. Baekho gruñía sobre él. Eso hacía cuatro lobos grises muertos. ¿Dónde estaban los otros tres?
Siwon levantó la cabeza cuando un lobo gris salió volando desde la recámara del comandante Park, golpeándose contra la pared antes de caer al suelo. Chanyeol dejó el cuarto gruñendo y saltando sobre el bulto que ya no se movía. Siwon sabía cómo se sentía.
Jong In lentamente giró la cabeza directamente hacia Siwon. O pensó que el Alfa lo había hecho hasta que Jong In pasó sobre él y rodeo la esquina. Siwon y los otros lo siguieron rápidamente. Siwon llegó a la esquina justo a tiempo para ver a Jong In saltar sobre el lobo gris, ambos giraron por la escalera.
El tazón de frutas que había dejado voló cuando los lobos caían. Jong In abrió las mandíbulas, enormes como el infierno, Siwon lo pensó mientras veía cómo caían sobre el cuello del lobo gris, casi arrancándole la cabeza del cuerpo con la fuerza de los caninos del Alfa.
Jong In era el más grande lobo Timber que había nacido, desde el hocico a la punta medía un metro ochenta de largo y pesaba ciento treinta y cinco kilos. El lobo gris no tenía oportunidad.
Jong In cambió. — Siwon, Chanyeol, vayan con sus parejas. Quédense con ellos. Queda uno y es mío.
Siwon no necesitó que se lo dijeran dos veces. Pudo oír a Jong In decirle al guerrero E.Den que fuera con Luhan y lo protegiera con su vida.
Jong In no estaba jugando.
Siwon cambió a su forma humana y se dirigió a su recámara. -Abre, soy yo, rayito de sol.-
La puerta se abrió y Heechul se lanzó a sus brazos. — ¿Qué sucede? ¿Qué está pasando? Pensé que eras tú viniendo por la puerta. Pensé…—Heechul soltó las lágrimas mientras Siwon levantaba a su pareja y la llevaba a una de las sillas.
— Te tengo rayito de sol. —Heechul se acurrucó en sus brazos, sollozando— Estás a salvo, bebé. —Siwon jaló fuerte a su pareja hacia su pecho, rodeándolo con sus brazos. Apoyó su mejilla en la cabeza de Heechul. Cerrando los ojos con el alivio de que su pareja estuviera ilesa.
Todo lo que podía ver eran las imágenes del lobo gris arrinconando a su pareja. Siwon quería salir al pasillo y matar de nuevo al hijo de puta. No quería volver a ver nunca esa expresión de terror en su pareja.
Heechul deslizó sus brazos por el cuello de Siwon. Sollozando mientras abrazaba fuerte a Siwon. — ¿Ya se terminó?
— No, falta uno. Jong In lo está cazando ahora. No será capaz de esconderse. Los lobos Timber tienen un oído superior y mejores habilidades de rastreo. Es solo cuestión de tiempo que Jong In lo encuentre.
— Tenemos que escondernos, Siwon. —Su pareja trató de moverse en sus brazos.
— No, no tenemos. Quédate tranquilo, rayito de sol. —La idea de que Siwon se escondiera era absurda. Nunca en su vida se había escondido de alguien y no iba a empezar ahora. Incluso con la necesidad de proteger a su pareja, Choi Siwon no bajaba su cola.
Siwon tomó el cabello de Heechul en su mano e inclinó la cabeza de su pareja hacia atrás. Siwon tomó posesión de la boca de su pareja y Heechul respondió hermosamente. Su pareja parecía abrirse a él.
— Quítate los pantalones. —Siwon gruñó en la boca de Heechul. Su pareja se levantó ligeramente mientras jalaba la tela saliendo de ella. Heechul los lanzó al suelo antes de montarse a horcajadas en el regazo de Siwon, con sus rodillas a ambos lados de las caderas de Siwon.
Siwon gimió cuando el pene de Heechul quedó atrapado con el suyo. Los tomó ambos en su mano. El pre-semen que drenaba del pene de su pareja era suficiente para lubricarlos. Empezó a acariciarlos lentamente.
— Rápido, por favor. Rápido y duro —Heechul rogó.
Si era eso lo que su pareja quería. Siwon deslizó su mano izquierda alrededor de Heechul sosteniendo a su pareja. Siwon bombeó sin misericordia. Heechul arqueó la espalda cuando Siwon deslizó la yema del pulgar sobre la ranura en la corona del pene de Heechul.
— Siwon. —Heechul gruñó mientras inclinaba su espalda más hacia atrás. Su cabello rozaba el suelo. Siwon quería comérselo en el desayuno, se veía condenadamente bueno.
Heechul gritó mientras Siwon veía su pene disparar el semen que se extendió por el abdomen de su pareja. Heechul encajaba las uñas en los brazos de Siwon mientras salía de su orgasmo.
Siwon estaba ahí, lanzó su cabeza hacia atrás gritando el nombre de Heechul. Su pareja cayó hacia adelante tomando la boca de Siwon, besándolo con fuego y desesperación.
— Siwon —Baekho gritó desde el otro lado de la puerta.
— Jódete, no puede haber algo de paz aquí. —Siwon siguió besando a su pareja, sin importarle el guerrero.
— Siwon, te necesitan abajo. —Baekho gritó fuerte.
— Eres necesario aquí —Heechul murmuró en la boca de Siwon, pasando su lengua por el labio inferior de Siwon. Heechul lo mordisqueó dándole una diabólica sonrisa.
Siwon jaló el cabello de Heechul fuerte y mordió su hombro. Su pareja gritó, empujando su pene contra el abdomen de Siwon.
— Maldición, Siwon, ¡Sal! Eres el Beta. Tienes que estar aquí.- Baekho golpeó con su puño la puerta de la recámara.
Heechul gruñó algo como mudarse del país o algo así. Su pareja se deslizó fuera de su regazo, tomó los pantalones de su pijama mientras entraba al cuarto de baño.
Siwon limpió su abdomen con la camiseta que estaba en el suelo antes de tomar unos pantalones de algodón de la cómoda.
Siwon abrió la puerta de la recámara furioso como el infierno. -Tu sentido de la oportunidad apesta, Baekho.-
— Lo sé, no quería interrumpir, pero Jong In nos quiere a todos en su oficina en diez minutos. —Baekho se giró y se fue.
Siwon vio sobre su hombro cómo Heechul salía, sin restos de sus orgasmos. Ellos ni siquiera habían llegado a la mejor parte. -Recuérdame acosar a Jong In la siguiente vez que esté en la habitación con Luhan.-
Besó a Heechul rápidamente, sabiendo que si se quedaba más tiempo la manada entera tocaría a la puerta.
Su pene estaba duro como una roca y su disposición fastidiada, Siwon a regañadientes se dirigió a la oficina de su Alfa.
— Me alegra que puedas unirte a nosotros. —Jong In se reía.
Siwon no lo encontró divertido.
— Quiero descubrir exactamente lo que Ji Hoon se propone.-Jong In se recargó, acariciando su labio inferior con su pulgar, sumido en sus pensamientos.
Siwon soltó una respiración, resignado a estar el resto de la noche con la manada. — ¿Soy yo o ellos estaban más determinados que nunca?
— No, yo pienso lo mismo —Chanyeol le aseguró.
— Creo que ellos están tras las parejas —Baekho sugirió.
— Esa es mi suposición. —Jong In se pellizcó el puente de la nariz, exhalando fuerte— Necesito que algunos de ustedes entre al territorio de la manada del Este y descubran lo que ese psicótico se propone.
—Yo voy. —El guerrero E.Den se ofreció— No me gusta que los pequeños sean amenazados de esta manera. Me alegra que mi pareja no esté aquí.
— ¿O qué? ¿Le permitirías subir en ti como si fueras un jungle gym? —Jong Dae soltó una carcajada.
— A los niños les gusta eso —E.Den murmuró.
— Está bien, ¿podemos regresar al tema aquí? —Jong In se inclinó hacia adelante— E.Den y Baekho pueden ir. Sé que tienen algunas personas de confianza allí. Vayan con ellos, y descubran exactamente por qué el Alfa Ji Hoon; y uso el titulo holgadamente, está detrás de las parejas.
Siwon se puso de pie para irse.
— No tan rápido Beta.
Maldición. Por una vez Siwon pensó que él podría salir de la oficina de Jong In rápidamente. No era su noche.
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