Le dolía la cabeza.
No sabía porqué, pero había pasado mala noche, no había conseguido descansar lo suficiente y ahora la falta de sueño le empezaba a pasar factura.
- ¿Necesita una aspirina, señor?
Giró su cabeza apoyada en el asiento del coche para mirar a Somi, quién estaba sentada a su lado. Era una asistente eficiente. La gente la veía demasiado joven, y dada su juventud, nadie había querido darle una oportunidad, pero él había visto algo en ella, ese desempeño que él también había tenido años atrás cuando empezó a meterse en este mundo, y no dudó en contratarla. No se equivocó. Aunque la gente podía decir que Minho raramente se equivocaba con las personas.
- No, gracias. Y llámame Minho, me haces sentir mayor.
La chico rió suavemente, asintiendo con la cabeza. Minho se recostó en su asiente cerrando un momento los ojos. Debería estar consultando su agenda, pero pronto llegarían a la agencia, así que aprovecharía el trayecto para apaciguar un poco el dolor agudo sobre su frente.
Llegaron antes de lo que le gustaría, y tardó unos segundos en salir del vehículo al ver una aglomeración de personas, periodistas y cámaras en la puerta de la entrada, lo que significaba una cosa: había un escándalo.
Minho cerró los ojos al abrir la puerta de coche y rezó para que el protagonista de la exclusiva no fuera Jonghyun.
En cuanto puso un pie en la acera, todo el mundo se dirigió hacia él. No le extrañaba, Minho, como mánager de Jonghyun, se llevaba mejor con la prensa que el cantante. Jong siempre había tenido cierta aversión a los periodistas, y a las cámaras. Si tenía que hacer una entrevista, la hacía, obviamente, a veces más por Minho que por otra cosa, pero siempre le salía su vena profesional cuando lo ameritaba. Pero tener a seis o siete personas preguntándote por algo le atosigaba, y Minho siempre estaba ahí para dar la cara por él, para sonreír a la cámara y dar una explicación.
Así que cuando la puerta del coche se cerró, Minho se recompuso del pequeño estupor principal, y avanzó con una sonrisa cordial hasta la entrada de la agencia. Rezó una vez más que la noticia no fuera sobre Jonghyun.
- ¿Es cierto lo que dice la exclusiva?
- ¿Jonghyun tiene una relación sentimental?
- ¿Él y Sohee han tenido una cita amorosa o es profesional?
- ¿Es verdad que Jonghyun va a cantar la canción principal del drama de la actriz?
- ¿Se van a casar?
Minho se detuvo en seco, justo en el momento en que la puerta del edificio se abría.
¿Qué?
Miró a la chica que había formulado la ultima pregunta, y vio que tenía una revista en la mano, donde en la portada salía una pareja en una cafetería. Incluso con gafas de sol puesta. Minho podía reconocer a Jonghyun en la fotografía. No contestó, solo entró en el edificio y respiró un par de segundos, porque su dolor de cabeza se había multiplicado y a eso se le estaba sumando un mareo desagradable.
- Somi.- Llamó, sabiendo que su eficiente asistente estaba tras él.- Consígueme una de esas revistas, estaré en mi oficina. Y, creo que al final sí voy a necesitar una aspirina.
El día se le estaba empezando a hacer largo y eso que todavía no había empezado.
Cuando la puerta de su despacho se abrió sin llamar, Somi entró, y dejó tres revistas sobre su mesa. Jonghyun era portada en todas.
¿Por qué no podía pasar desapercibido? ¿Tanto le costaba no llamar la atención?
Minho sabía, muy en el fondo, que sí, le costaba. Jonghyun era una de esas personas que podría haber destacado en una familia de doce hermanos. Tenía ese don de llamar la atención de todo el mundo, por no decir que le encantaba ser el centro de atención a dónde fuera. Siempre destacaba, siempre llevaba la nota discordante, siempre había tenido ese punto de inflexión entre lo llamativo y lo atractivo. Siempre en boca de todos. Por eso la gente solo tenía dos formas de ver a Jonghyun; o lo amaban con locura, o lo odiaban con todo el alma.
A veces Minho lo odiaba hasta amarle, y otras lo amaba hasta odiarle.
En ese punto no sabía qué sentimiento ganaba a cual.
- He traído las revistas principales, las que más se han venido hoy.
- ¿Qué dicen?.- Preguntó, porque ni si quiera quería tocar una sola página de todo aquello.
- Está dice que se ha visto, en exclusiva, al cantante Kim Jonghyun salir de una cafetería con la actriz Ahn Sohee. Dicen que posiblemente estaban teniendo una cita porque los dos se veían muy sonrientes.
Minho asintió, asimilando las palabras. No queria mirar las fotografías, porque tal vez lo que decía la revista tenía sentido, y él prefería no encontrárselo.
- La segunda dice que, directamente, son pareja. Que seguramente Jonghyun está trabajando en la canción del drama que está rodando Ahn, y por eso se han vuelto cercanos, hasta tener una relación sentimental.
Bufó, negando con la cabeza. Hasta se habían inventado su propia historia de amor.
- Y la tercera dice que un testigo que estaba en la cafetería los vio muy cariñosos, y asegura, que Jonghyun podría haberle pedido matrimonio ahí mismo.
Minho alzó la cabeza, mirando a Somi asombrado, su asistente se encogió de hombros, sin más que aportar.
- Iré a hablar con Jonghyun.- Finalizó, levantándose de su escritorio, y cogiendo la ultima revista porque parecía que era la mas coherente.- Si viene el fotógrafo de la sesión de Taemin dile que me espere unos minutos. Y recuérdale a Jinki que necesito la maqueta del disco de Jonghyun.
- ¿Quieres que ponga una demanda contra esta revista?.- Señala Somi, a la última publicación, la que decía que Jonghyun se iba a casar.
- Déjame primero hablar con él, pero seguramente el señor Lee querrá poner una reclamación por falsa difamación.
Somi asiente, sabiendo que al director de la compañía no le gustaba los rumores ni los escándalos con los artistas que estaba comprometidos con la agencia, lo que significaba que Jonghyun estaba en problemas.
- Seguro que podremos solucionarlo.
- Eso espero.- Suspira el mánager, antes de salir para hablar con su rubio amigo.
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A cada paso que daba hacia la sala de ensayos donde estaba Jong, su ira iba aumentando, sus dientes se apretaban con más fuera, y la dichosa revista se arrugaba más contra su mano.
No sabía que le jodía más, las mentiras que decían de Jonghyun, que su amigo no le hubiera puesto sobre aviso o el escándalo que se había extendido, y absolutamente todo el mundo lo sabía, incluso mientras pasa por los pasillos de la agencia, la gente murmuraba a su espalda. No, lo que más le jodía era que estaba celoso. Le molestaba que Jonghyun hubiera tenido una cita con una de esas chicas bonitas, con cara de inocencia.
A Jonghyun no solían durarle mucho las parejas, pero él nunca se acostumbraría a verlo cariñoso con alguien. Cada vez que el cantante le aparecía con que le gustaba una chica, a Minho se le quitaba el sueño. Le sentaba mal que una persona ajena entrase en la vida de Jong, pero todavía le sentaba peor, la alegría que le embargaba cuando esa persona salía de su vida, cuando Jonghyun le decía que el nunca se enamoraría de nadie. Sabía que ese nadie, le incluía a él mismo, pero él ya era su mejor amigo, sabía desde el día que le conoció que su amor iba a ser platónico.
Cuando entró en la sala, la música a todo volumen le dio la bienvenida. Jonghyun ensayaba una coreografía en el centro de la habitación, frente a un espejo. Ni si quiera le miró, no podía hacerlo porque sentía que las venas le ardían. Cerró la puerta y apagó el equipo de música, dejando la sala en silencio, haciendo que Jong se girase y le prestase toda su atención a él.
- Min.- El tono meloso que había utilizado para llamarle dejaba en el aire un: "no te enfades mucho conmigo". El problema era que Minho no estaba solo enfadado, estaba enfadado y celoso.
- ¿Puedes explicarme qué es esto?
Jonghyun se acercó a donde estaba él, miró la revista que le tendía, donde la portada estaba llena de fotos suyas y un titular en grade con letras rojas ponía; ¿Kim Jonghyun y Ahn Sohee tienen una relación?.
- ¿Una revista?.- Preguntó inocentemente.
- ¿Crees que estoy de humor, Jonghyun?
- No, lo siento. Yo... No fue una cita, en serio.
- ¿Si no era una cita, entonces qué era?
- Solo... Tomamos un café, apenas fueron quince minutos. Ni si quiera sabía quién era ella hace dos días.
- Pues en las fotos parece que os conocéis muy bien.
- Minho, coincidimos en la radio, me dijo que le gustaba mi música, tomamos un café y ya está. Sabes cómo son las revistas, ni si quiera pensé que nos sacarían fotos.
- ¡Es que tu nunca piensas en nada!.- Explotó Minho, porque cada vez que veía las fotos lo único en que se fijaba era en la sonrisa de Jong, en la sonrisa que le dirigía a ella.
- ¡No me grites!
- ¡Eres un maldito Idol, Jonghyun!.- Gritó, sin hacerle caso.- Por supuesto que van a sacarte fotos de todo lo que haces, si no es un reportero, será una fan, pero las fotos siempre acaban en el mismo sitio. Estoy cansado de repetirlo.
- Lo siento.
- No lo sientas, simplemente no lo hagas. No me sirve que te disculpes porque siempre es la misma historia. Cada vez que sales en la portada de una revista no es por algo que hayas hecho bien, siempre es porque has discutido con un compañero, porque le has hablado mal a un reportero o por una historia amorosa. Tendras suerte si Lee SooMan no te echa está vez.
- Lo siento.
- Y debiste habérmelo contado, soy tu mánager y tengo que enterarme por las revistas de lo que haces.
- Que seas mi mánager no significa que tenga que contártelo absolutamente todo.
Minho se congeló. De repente su mente frenó todo pensamiento, la sangre en sus venas se heló y su corazón relantelizó sus latidos.
A veces le destrozaba la lejanía con la que Jonghyun le trataba, como si el fuera prescindible en su vida, como si no lo hubiera compartido todo con él.
Pero Minho siempre hacia tripas corazón, siempre sabía que en el fondo Jong no lo decía en serio. Quería creer eso. Así, como lo hacía siempre, se tragó el nudo en la garganta antes de hablar.
- Pero se supone que soy tu mejor amigo.- Dijo, sin gritar por primera vez en toda la conversación.
El cantante tuvo la decencia de sentirse culpable, con la vista clavada en el suelo dócilmente.
- Lo siento, Min. No quería decir eso, lo sabes. Tu eres lo más importante para mí, si no te conté lo de esa chica es porque ni si quiera le di importancia. ¿Me perdonas?
Parecía que en cualquier momento pudiera ponerse a llorar. Y si había algo que a Minho le destrozase más que la lejanía del rubio, era verle llorar. Le había visto demasiada veces con lágrimas en los ojos, y se prometió a si mismo que él haría todo lo posible para que Jonghyun siempre tuviera una sonrisa en la boca. Suspiró derrotado, la ira y los celos se le iban evaporando del sistema y ahora solo le dejaba un hueco en el estómago y una desazón en el pecho.
- Está bien.- Dijo, tirando la maldita revista al suelo y abriendo los brazos.
Jong no tardó ni dos segundos en tirarse contra él en un abrazo.
- Lo siento.- Repitió el rubio.Minho volvió a suspirar con su cabello, apretándole un poco más contra su pecho.- No volveré a hacerlo ¿vale?. Me portare bien, iré del trabajo a casa y de casa al trabajo. Ni un solo escándalo más.
- Vale.- Minho se apartó de él, rompiendo el abrazo, mirando a su reloj de muñeca.- Tengo que irme.
- ¿Vendrás a mi sesión de fotos mañana?.- Pregunto esperanzado, poniendo ojitos dulces.
- No, iras con Somi, porque todavía estoy disgustado contigo y no querré verte.- Mintió, solo por molestar a Jonghyun, cerrando la puerta antes de que pudiera replicar.
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- Eres consciente de que esto ed inaceptable ¿no?.
- Sí, señor.
Y ahí estaba, Lee SooMan, con expresión severa y mirada reprobatoria. Se sentía como en el Instituto cada vez que lo llamaba el director porque se había metido en un lío. La diferencia es que era Jong quien la había cagado y que ahora no le iban a dar una reprimenda como en el Instituto, sino que había la posibilidad de quedarse sin trabajo. Se le contraía el pecho de solo pensarlo.
SooMan suspiró, dejando la revista que le traía de cabeza en una esquina de la mesa, para poder entrelazar los dedos.
- Sé que no es culpa tuya, en el fondo haces un gran trabajo con Jonghyun y uno brillante con Taemin. Pero esto es una mala publicidad para nuestra agencia.- Dijo, señalando a la revista.- Los padres de nuestros trainees no van a querer que sus hijos estén en nuestra agencia si de mayores van a ser como Kim Jonghyun.
Minho respiró hondo, e intento no tomarse ese insulto disimulado como personal. No podía reclamarle nada. No cuando Jonghyun tenía un máster para meter la pata.
- Lo sé.
- Eres el mejor mánager que tengo, y Jonghyun un gran cantante, con talento natural. Por eso le voy a dar una oportunidad más, pero quiero que la noticia desaparezca, haz lo que quieras, pero no quiero ver el nombre de Kim Jonghyun en una revista que no sea para decir el buen trabajo que hace con su próxima álbum, ¿queda claro?
- Sí, señor. Gracias.
Se puso en pie, haciendo una reverencia pronunciada y saliendo del despacho. Suspiró apoyándose en una pared cercana. Se sentía sofocado. Sin duda esa estaba siendo una mañana difícil.
¿Y ahora qué iba a hacer?
Sabía cómo era la prensa del corazón, y sabía que ahora que tenían una exclusiva no iban a dejarla pasar, no cuando también contaban con un personaje tan polémico como Jonghyun. Solo esperaba que su amigo dijese la verdad y no se metiera en más problemas.
De repente una idea le iluminó la mente.
Caminó por los pasillos, mientras marcaba el número de Somi. No la dejo ni contestan antes de hablar.
- Somi, ¿estás con Taemin?
- Sí, ¿quiere que se lo pase?
- Por favor.- Minho esperó, caminando rápidamente hacia su oficina, hasta que la voz aniñada de Taemin se hizo presente.
- Hola, Minho hyung
- Hola Tae. Te va a sonar raro pero... Necesito que me hagas un favor.
¿Cómo hacer que la gente se olvidase de una noticia? Dando otra más impactante.
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Minho no era de las personas que tenía manías o costumbres, pero ahora se le hacía imposible no morderse las uñas por los nervios.
Asomó la cabeza con cuidado por la puerta para mirar la pequeña sala donde estaban algunos periodistas sentados, unas cuantas cámaras y una mesa con un asiento vacío. Tenis que acordarse de regalarle algo a Somi por haber sido capaz de convocar una rueda de prensa en tan poco tiempo. Esa niña a veces le alucinaba.
- Minho hyung.
El aludido dejó de espiar en cuanto reconoció la voz a su espalda.
- Hola Tae.- Saludo al menor, con un pequeño abrazo.- ¿Estás seguro de hacer esto?
Taemin se encogió de hombros, con una pequeña sonrisa.
- Claro, ya te dije que quería ser sincero con mis fans, hyung.
Minho asintió, consciente de eso, pero aún así inseguro. Taemin se había sincerado con él antes de debutar, cuando todavía era un trainee, y fue Taemin quien le dijo que quería que sus fans supiesen a quien estaban apoyando, aunque supusiese tener un fandom más pequeño que el resto. Minho tuvo que admitir que admiraba ese aplomo que tenía, pero él no estaba tan seguro, y no sabía cómo Taemin podía perecer tan tranquilo en ese momento cuando él estaba a punto de vomitar el estómago.
Estaba siento el peor día de su vida.
Si su idea salía mal, ya podía despedirse de su trabajo, y no solo él, seguramente Jonghyun y ahora Taemin, se quedarían en la calle también.
Si su idea salia bien, Jonghyun tendría que besarle los pies solo por el mal rato que estaba pasando en ese momento.
- Vale.- Asintió Minho, más para él que para el menor.- Pues es hora de ser sinceros.
Taemin asintió, y se dirigió a la sala donde la prensa le esperaba. Se sentó tranquilamente frente a la mesa blanca donde descansaban varios micrófonos. Sonrió a los periodistas, con esa sonrisa fácil y agradable que había conquistado a miles de personas en su temprano debut, y miró a Minho una vez más antes de decir:
- Soy homosexual.
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Se llevó un trozo de carne a la boca, masticando distraídamente mientras leía con atención el artículo de la revista.
Solo levantó la vista cuando notó que se sentaba alguien frente a él.
- Hola, Min.
El moreno no dijo nada, solo le dirigió una mirada rápida a Jonghyun y se llevó una porción de arroz a la boca. Jonghyun suspiró, sabiendo que su amigo todavía estaba algo reacio a perdonarle del todo, pero sabía que si ese día se había sentado con él a comer en el comer de la agencia, era porque seguramente ya no estaba tan enfadado.
- Te alegrará saber que tu niño de oro es portada ahora.
Eso sí captó plenamente la atención de Minho, mirando como el cantante le tendía la revista que estaba leyendo. En la portada se leía claramente un: "Lee Taemin confiesa ser gay". Había estado tan ocupado de evitar a la prensa que no se había parado a pensar en si su idea había funcionado del todo. Sabía que toda la gente hablaba de la confesión de Taemin, y que las redes sociales estaban echando humo, y sobretodo que tenía a decenas de reporteros esperándole en la entrada de la agencia, su teléfono no había dejado de sonar, preguntándole si podía programar una entrevista con el Idol, y Somi estaba ya cansada de rechazarlos a todos.
Pasó las páginas con rapidez para saber qué era exactamente lo que ponía en el artículo. Hablaban del shock mediático que había supuesto la noticia entre los fans y los no fans de Taemin, decían que el cantante había perdido bastantes fans, que algunos no eran capaces de seguir a un cantante con esas tendencias, pero también decía que la mayor parte de su fandom estaba intacto, que muchos apoyaban el valor y la sinceridad de Taemin y que, sorprendentemente, su fandom no había disminuido en miembros, sino que había aumentado y había posicionado a Taemin como el cantante con más fans masculinos dentro de la industria.
Minho sonrió satisfecho y tranquilo. No le hubiera gustado hundir la carrera de Taemin, y agradecía que no fuera así, de hecho, ahora mismo estaba en todo su auge.
- Lo que me alegra es tú no salgas en la portada.
- ¿Por qué no me dices de una vez que prefieres al niño ese antes que a mi?.- Pregunto melodramático el rubio.
Minho quería molestarse con él, pero le era imposible no sonreír cuando Jonghyun se ponía en plan niño mimado.
- Vas a conseguir que te apunte a clases de teatro como sigas siendo tan dramático.
- No me cambies de tema.
- No lo hago.- Jonghyun le miró durante unos instantes, con una mirada tan densa que Minho reprimió las ganas de revolverse en su asiento.- ¿Qué?
- ¿Te gusta?
Minho parpadeó, y tardó varios segundo en asimilar la pregunta, no por lo que le había preguntado, sino por la seriedad con la que Jonghyun la había realizado, como si se lo estuviera preguntando enserio y estuviera preocupado de la respuesta.
- ¿Quién?.- Cuestionó tontamente, solo para admirar un poco más el ceño intranquilo del rubio. Su corazón empezó a palpitar rápidamente, dejándose encandilar por una pequeña esperanza.
- Mi madre en bragas, ¿quién va a ser?
- No me gusta Taemin.- Respondió tranquilamente, pero el ceño de Jong no se desfruncia.
- Pero es bonito. A ti te gustan los niños bonitos.
- ¿Desde cuándo sabes quién me gusta?
- ¿Pero te gusta o no?.- Minho sonrió levemente, sabiendo por el tono de voz que el rubio se estaba impacientando.
- No, Jong, no me gusta.- Dijo lentamente, haciendo que el aludido levantase la mirada, y suspira se aliviado. Minho a veces pensaba que su mente era masoquista, porque ni is quiera sabía porqué se empeñaba tanto en satisfacer a Jonghyun.- Es bonito, pero es solo un crío.
- No tanto.
- En dos meses cumple dieciséis, ni si quiera es mayor de edad.
Jonghyun se atraganto, tosiendo sin control alguno.
- Bromeas.- Minho negó tranquilamente.- Parece que tenga veinte.
- Sí, el cabello rubio le hace parecer mayor.- Comentó con paciencia, y luego señaló a la revista.- Por cierto, me debes una.
Jonghyun sonrió brillantemente, con los ojos iluminados, Minho sabía que Jonghyun en realidad le agradecía con ese gesto que estuviera ahí, a su lado.
- Te debo mucho, Min.- Dijo suavemente.
A Minho se le paró el corazón por un instante, sin saber interpretar la mirada intensa que le estaba dedicando su amigo. Y supo que si tuviera que volver a repetir él día tan desastroso que tuvo, lo haría, solo por Jonghyun y su sonrisa.