TERCERA LUNA LLENA: Una Cruel Decisión.
Remus lo sabía. Sabía que había vuelto a matar. Percibía aun el sabor metálico de la sangre en su boca y sus manos estaban manchadas con vestigios de lo que ahora era piel muerta y desgarrada. El lobo no se había dado abasto y nuevamente sufría las consecuencias.
"¿Por qué no se detiene?" pensó dejando caer su cabeza contra el pecho.
Recordaba fragmentos de la noche anterior entre sus momentos despiertos por el fuerte somnífero. Corría sin rumbo por el laberinto, las criaturas de todo tipo que ahí habitaban, se ocultaban de él como si temiesen sobre su destino nada más verle. Había escuchado a sus alumnos y percibió el cálido fuego quemarse en círculos de humo que se alzaban en el aire. Cuchicheos y palabras que para la bestia no tenían sentido, pero que le alertaba lo cerca que estaba de sus presas y en su boca casi podía saborearse antes de tiempo, el festín que se daría.
La sangre manando cual dulce manjar en su garganta y el chascar de la carne resquebrajándose aún podía aun escucharlos. Quería apartar esa sensación que se apoderaba de él, pero no podía.
Los mortifagos se acercaban entre burlas y cuanto ansiaba abalanzarse contra ellos, pero su cuerpo no respondía. "Maldita sea…" se dijo lanzando un gruñido. Un golpe se propino contra su mandíbula y solo pudo volver a quejarse.
Los escuchaba hablar. Decían algo sobre una mordida y una transformación y reían.
"No…" dijo su voz haciendo eco en su mente "no puede ser…"
¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨
Los pequeños rayos naranjas del amanecer comenzaban a despunta sobre las colinas y las altas paredes del laberinto, pero ninguno de sus habitantes parecían más tranquilos por ellos. Como cada noche había habido una nueva víctima y ahora Ron había sido mordido por el hombre lobo.
-Estamos muertos, ahora si estamos muertos… no solo habrá un hombre lobo, sino dos… ¡seremos presa fácil, presa fácil!- vociferaba Lavander caminando de un lado a otro -¿para eso hemos sobrevivido tanto…?-
-¿Podrías guardar silencio Lav? Tus comentarios no ayudan en nada- pidió amablemente Luna midiendo el tamaño del astro nocturno con sus dedos, intuyendo el tiempo estimado de su posterior encierro –creo que esta vez tendremos cerca de 31 o 32 días si bien nos va-
Hermione apenas escuchaba lo que sucedía a su alrededor. Su mente taladraba en un hueco zumbido que no la dejaba estar. ¿Cómo había pasado eso? Se le había hecho sospechoso el comportamiento de Ernie y más con las últimas palabras que le dirigió; pero no hizo nada… ilusamente creyó que nada malo pasaría. Ahora Ernie se había ido y Ron ahora tan pálido como un fantasma, sufría entre agónicos gemidos y delirantes fiebres. Había perdido demasiada sangre, si no fuera porque Neville vendó su hombro con parte de su ropa y Harry que lo había estado procurando con paños húmedos, sabía que desde hacía horas lo hubiera perdido.
-¿Hey Granger no me digas que quieres asesinar a la comadreja idiota?-preguntó Malfoy con el usual siseo de su voz. Hermione se sobresaltó por sus palabras y le lanzó una mirada furiosa –mira que el díctamo está por allá… eso parece Belladona… pero si quieres darle eso, no te detengo…-
-¡Deja de ser un idiota por un momento, quieres!- gritó dejando fluir las lágrimas por sus mejillas después de tanto esfuerzo. Había intentado sobrellevar el hecho de que Malfoy estuviese acompañándolos en su mismo destino y más aún había sentido empatía con él tras escuchar su historia, pero no estaba para sus ironías y sus cosas.
-Pero Malfoy tiene razón, eso que tienes en la mano es belladona…- dijo Neville entre dientes mirando las flores color malva con matices blancos que traía entre manos y trató de sonar aún más positivo –aquí tengo el díctamo blanco… es mucho mejor al que teníamos en la escuela…-
Draco no pudo más que estar de acuerdo, pero su humor tampoco estaba para soportar la actitud que todos estaban tomando. Era obvio para él que la comadreja pobretona era una parte fundamental del trío dorado, sin embargo no comprendía como podían ser tan ingenuos para pensar que realmente todos lograrían sobrevivir.
-Al menos yo no digo ser un valiente Gryffindor y me la paso lloriqueando por los rincones…- Hermione se paró de golpe, herida por sus palabras –y ni me veas así que esta vez un golpe tuyo no me va a doler, he recibido peores pese a que tienes la mano pesada- dijo el rubio cruzándose de brazos.
-¡Eres un maldito insensible! ¿Cómo puedes ironizar y tender al ridículo en una situación como esta? ¡Ernie murió de forma tan brutal y salvaje que ninguno de nosotros pudo hacer nada! ¡Ahora Ron esta así! ¡Las probabilidades de tener éxito son cada vez más escasas!-
-Pero al menos tu remedio de novio ahí tirado no está muerto- refutó mordazmente y Hermione contuvo la respiración al mismo tiempo que su llanto. Quería gritar tan fuerte hasta que le doliera la garganta, quería rebatirle con todas sus fuerzas, pero era cierto. Era cierto que no perdió a Ron de milagro, que Ernie le dio la oportunidad de albergar esperanza…
-¿Y de que sirvió haberlo salvado?- preguntó Lavander algo trastornada, procurando alejarse lo más que podía del cuerpo moribundo de Ron -¡cuando sea la siguiente luna llena nos asesinará a todos! ¿Qué no lo entienden?-
-Pero pueden llegar a salvarnos Lav. Estoy segura que los que quedan de la orden del Fénix y el ED aun podrán encontrarnos y…- Luna intentaba verle el lado positivo, sabía que debía de haberlo.
-¡¿Que no has entendido la realidad?! ¡Nadie vendrá a salvarnos! ¡Estamos aquí como cerdos en el matadero, esperando la hora de nuestra muerte! ¡Hemos sido marcados y aunque no lo sepamos ya estamos muertos! lo hemos estado desde que decidimos el lado al cual nos uniríamos…-
-¡Suficiente!- pidió Neville ajustando las hojas que había mascado sobre la pronunciada herida de Ron a modo de bálsamo. La hemorragia había cesado totalmente y el herido ya estaba respirando más pausadamente –Hablar de ese modo no nos llevará a ningún lado Lavander…- dijo tan cansado, cediéndole la labor de seguir aplicando las flores y hojas a Hermione quien se moría por ser de utilidad.
-En cuanto estemos mejor, seguiremos trazando el camino del mapa, con suerte encontraremos una salida antes de terminar el día y si no, siempre encontraremos un plan B ¿entendido?-
-Es imposible, imposible…- dijo la chica bajando la voz, pero ya no hizo más para contrariarlo. Neville suspiró pesadamente y regresó a ver a Harry, quien como cada fin de luna llena, estaba meditabundo en el rincón más apartado del claro, culpándose de todo lo que hasta ese momento les había pasado. Lo comprendía, vaya que sí, pero aunque no empatizaba con su autolamentación, no se interponía en ella.
¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨
Tras mucho deambular por el laberinto, buscando sin descanso alguno idea de donde podría estar la salida, el milagro no ocurrió.
Como con cada caída del sol, todos se sumieron en profundo sueño gracias a la pócima somnífera de sus brazaletes y despertaron con dolor en la celda. Ron sufría en silenciosos espasmos y todos temían sin decirlo sobre lo que les depararía la siguiente luna.
-Sigo sin poder creer que Ernie se sacrificara de esa forma… eso iba en contra de su temperamento- dijo Neville rompiendo el silencio en el que se habían sumergido. Hermione con aprehensión sujetó el pergamino entre sus manos buscando una forma de ocupar su mente; Ron descansaba sobre sus piernas, aun dormido pero más tranquilo. La fiebre había desaparecido pero aunque la herida en su hombro lucía mejor que en la madrugada, parecía que nunca sanaría.
Por todos los libros que había leído comprendía que era 100% seguro que Ron se convertiría en hombre lobo la próxima luna llena, lo sabía de antemano, y por ello el dolor sin amortiguar golpeaba en su pecho apretando su corazón.
-Ernie sabía lo que hacía… me lo dijo cuando llegamos al laberinto… es por ello que me dio el mapa…- todos sorprendidos la regresaron a ver.
-¿De que estas hablando Hermione? ¿Cómo que sabía lo que hacía? ¿Sabía que el hombre lobo atacaría a Ron?-
La castaña mordió nerviosa su labio inferior y negó –No específicamente que atacarían a Ron… pero sabía que alguien moriría… estaba seguro de ello y me dijo "pase lo que pase, yo haré lo que tenga a mi alcance para ayudar… ya perdí a mis mejores amigos y no quiero perderlos a ustedes…"- suspiró -perdió sin más la esperanza...-
Como si una pesada loza se instalara sobre el pequeño grupo, todos con expresiones compungidas guardaron silencio. Todos recordaban que el paradero de Hannah Abott era desconocido pues no llegó con ellos a la celda, sin embargo Justin Finch-Flecheley si y lamentablemente fue uno de los primeros en caer en las garras del lobo.
El panorama no era alentador ni mucho menos las últimas palabras de su amigo. Hermione dando un largo suspiro se animó a continuar -De haber sabido la forma en la que actuaría habría estado más atenta… debí de interpretar las señales si tan solo hubiera puesto más atención…-
-Pero de todos modos no habrías poder hacer nada Hermi- dijo Luna tomando su mano de modo reconfortante –él escogió su destino al luchar por Ron, pensando que era lo correcto en su momento… así que ya no digas sobre él "hubiera", es como si estuvieras menospreciando su sacrificio y eso pondrá triste a Ernie- Hermione moqueó secando sus lágrimas con el costado de su mano y asintió.
-Seguro que a los malparidos seguidores del señor oscuro se les ocurre esta vez encerrarnos aquí a que Weasley nos asesine…- murmuró Draco ganándose la reprobación de Hermione y Neville.
-Lo dudo. Se les acabaría la diversión si nos morimos todos al mismo tiempo…- dijo Harry con los ánimos por los suelos.
-Bien dicho Potter- dijo Draco con animadversión –sabias palabras poco se oyen en estos días oscuros-
-Gracia Malfoy, hice mi mejor esfuerzo- le dio una sonrisa torcida.
Pese a que no estaba de humor para bromas, sentía que la ironía de Malfoy era como ácido en una herida abierta que, pese a que dolía, le hacía recordar su propia sobrevivencia que pendía de un hilo al vacío y le daban ganas de luchar con uñas y dientes, resistiéndose a perecer. Una extraña motivación, retorcida si se lo preguntaban; pero por momentos como esos agradecía que hubiera sido arrojado al laberinto con ellos porque de lo contrario ya se hubiese sumido en la agonía que lo arrastraba cada vez más a la desesperación.
-Pues me alegra que estén de mejor humor- dijo Luna sonriente –sé que todo estará bien, ya lo verán...-
¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨
Draco no simpatizaba con Weasley ni jamás lo haría, pero eso no evitaba que sintiera lástima por él. Todos estaban ensimismados en su propia miseria probablemente relacionando la tragedia del pelirrojo como algo que pudo haberles pasado a cualquiera de ellos. Se sobresaltó cuando una mano cálida tomó la suya. Regresó la mirada para encontrarse con un meditabundo Harry Potter que no apartaba su vista de su mejor amigo.
-¿Qué quieres cuatro ojos?- dijo en voz tan baja que pudo para no llamar la atención de los demás que dormitaban.
-Solo cállate y no molestes- contestó con voz ronca estrechando un poco más su mano. El rubio pensó en apartarla. No necesitaba ese contacto y jamás había estado cómodo con alguien más tocándolo, apenas y se lo permitía a sus padres y amigos, sin embargo, no se sentía tan mal ese ligero apretón cálido. No entendía porque el moreno había tomado precisamente su mano teniendo a tantos de sus amigos ahí cerca…
"Tal vez es por eso…" se contestó rápidamente. Consideró que tal vez por ellos no quería mostrar más signos de debilidad ya que ¿si su ídolo dorado se rompía, a quien le rezarían? Sin embargo, no era filántropo para andar haciéndole favores y le rebatió sin soltarse.
-Te voy a cobrar...-
-Cuando salgamos de esta me pasas tu número de cuenta para depositarlo en el banco...- le respondió con un cansado suspiro acomodando sus gafas torcidas y rayadas comiéndose el "si salimos vivos de esta" que ansiaba salir de su boca.
-Ni pienses usarme de sustituto de tu novia que no te daré más que mi mano…- dijo lanzando un bufido.
-¿Cuál novia?-
-No te hagas Potter. ¿Pelos de zanahoria, pecosa a mas no poder, algo comadrejil?- Hary solo dio un "ahhh" antes de animarse a contestarle.
-Ginny ya no es mi novia… y no es porque haya muerto… bueno… eso espero que no le haya pasado…- dijo eso ultimo con un murmullo – ella no vino con nosotros si es lo que te preguntas… pero con respecto a tu pregunta, dejó de ser mi novia en séptimo año…-
-¿Qué? ¿No se te paraba cuando estabas con ella? Eso es ofensivo…- cuestionó alzando una ceja. Harry se atragantó con una carcajada –digo… esa chica estaba hasta las trancas por ti como para haberte dejado ir- el moreno se alzó de hombros.
-No fue por eso Malfoy… digamos que fue de mutuo acuerdo. Yo no estaba listo para una relación formal… ya sabes por todo eso de ser "él elegido", lo de luchar contra Voldemort y todo eso... y pues ella seguía enamorada de Dean Tomas, su ex, así que fue un rompimiento de mutuo acuerdo- se quedó meditabundo sobre eso.
-Wow el romance del siglo cayó en desgracia… si esas cosas les pasan a los famosos ¿Qué le espera a la gente común y corriente?- ironizó.
-Fue lo mejor para todos- afirmó -¿y tú con romance del siglo con Parkinson?- alzó una ceja mientras el otro rodaba los ojos.
-Eso fue solo cosa de un instante sin llegar a tercera base… Parkinson siempre fue como parte de mi familia, como lo es Granger para ti…- dijo torciendo la boca –aunque ella si sabía cuándo callarse – Harry espetó un "pues te diré…" –nada de eso Potter que ella no te respetaba, pero a mi si-
-¿Y qué le pasó?- Draco guardó silencio unos instantes. Aunque apreciaba esa recaudación de información, no le gustaba la parte en la que tenía que hablar de sus cosas privadas.
-No mucho… en un principio las cosas iban bien para ella y sus padres como la mayoría de los Mortifagos fieles, sin embargo el señor oscuro se deschavetó aún más y comenzó a dudar de los Parkinson por una nimiedad, comenzando a perseguirlos tachándolos de traidores al igual que a mi familia… pero por lo visto ella no corrió con la misma suerte que yo ya que no está aquí…- dijo el Slytherin rehusándose a seguir hablando de ello –Como sea… tal vez sea mejor eso a ser arrojado a ese laberinto mortal… no lo sé… Pero bueno, volviendo a lo que comentabas ¿porque dices que la comadrejita hembra no fue capturada? Digo, todo tu grupito de rebeldes siempre estaba junto ¿o no?- el ojiverde negó.
–La última vez que la vi, ella y Dean dirigían un grupo de resistencia en el norte con los Weasleys restantes, Cho Chang, Colin Creavey y muchos otros… sin embargo Hermione, Ron y yo nos trasladamos al sur; ahí nos alcanzó Luna y Neville y los demás para no perder la parte de Hogsmeade, sin embargo fuimos noqueados, traídos aquí y el resto es historia…-
-Así que a eso se refería Luna cuando juraba y perjuraba que vendrían a sacarnos…-
-¿Luna?- preguntó con un atisbo de sonrisa mientras las mejillas pálidas comenzaban a sonrojarse.
-Cállate… iba decir Lunática…-
-Ya…- contestó Harry no creyéndole mucho –es agradable conversar contigo Malfoy… al menos cuando no tienes una varita y un comentario hiriente sobre mis padres-
-Lo se Potter- sonrió con prepotencia -lo se…-.
¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨
Ron sentía su cuerpo pesado; supuraba por dentro con una embravecida carga y sus ojos a penas y podían mantenerse abiertos. Sabía lo que acarreaba ser un hombre lobo o algo parecido puesto que su hermano Bill había pasado por ello y su experiencia no había sido para nada placentera.
Miró unos segundos el rostro dormido de Hermione sobre su cabeza y notó las lágrimas secas manchar sus mejillas. Cuanto le dolía su sufrir y más aun siendo él el causante del mismo. Había sido descuidado y lo sabía; en ese momento lo único que deseaba con toda su alma es que una vez que partiera sus amigos consiguieran salir de ahí.
-Harry...-llamó con voz débil a su amigo que estaba recargado hombro con hombro con Malfoy.
-¿Ron?- cuestionó acercándose a él. Su semblante preocupado no era nada reconfortante, pero intentó notarse un poco más alegre de lo que ameritaba su estado -no te esfuerces camarada que has perdido mucha sangre- pidió el moreno. Ron por su impotencia exhaló un suspiro.
-No hay nada que hacerle ¿eh?- dijo más como un hecho a una pregunta.
-Así es...-dijo Harry sin afán de mentirle. Conocía a su amigo por tantos años compartidos y comprendía que mentirle sobre lo imposible solo lograría molestarlo.
-Quien diría que moriría antes de ese andrajoso hurón...- quiso reír pero lo único que salió fue una tos seca.
-Pues no todos tienen la suerte y carisma que tengo, comadreja idiota- contestó el rubio dándole la espalda.
-Lo sé...-dijo finalmente el pelirrojo regresando a ver a su novia y acarició su mejilla con cariño. Cuanto le hubiese gustado vivir más tiempo a su lado, casarse, formar una hermosa familia y envejecer juntos. Qué lindo hubiese sido ese panorama que ahora se pintaba como una lejana fantasía de su enfebrecida mente. "Tienes que ser fuerte Hermi…" pensó dándose ánimos para decir aquella premisa que se había implantado en su mente.
-Harry... Llegando el momento y si nadie viene a sacarnos de aquí… quiero que tú acabes con mi vida...-
-Ron... Yo no...- dijo contrariado.
-Por favor Harry... No soportaría la idea de hacerle daño a ninguno de ustedes... Ni siquiera a Malfoy y mira que toda mi vida estudiantil quise torturarle por sus tonterías... Pero ser despedazado o devorado en vida no es forma de morir...- Jugueteó con uno de los rizos de Hermione y pensó en lo mucho que siempre le había gustado su cabello –promételo Harry, por favor... Prefiero morir siendo un hombre a ser un monstruo...-
-Yo... Lo haré... lo prometo- dijo Harry luchando con el sentimiento que lo agobiada. Su primer y mejor amigo. ¿Cómo poder hacerlo sin que su alma se resquebrajara?
¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨*O*¨¨
El regreso al claro fue el más cargado de sollozos y despedidas que se hubiese presenciado. Neville por estratégica decisión apartó a Hermione para que no presenciara lo que estaba a punto de suceder, pese a que ella quería estar presente, el chico sabía que no era lo más aconsejable. Perder a un ser querido frente a sus ojos seria más de lo que podría soportar.
-Es hora camarada…- dijo el pelirrojo sonriendo al último instante de aliento que tendría. –Por favor… cuida de ella-
-Por supuesto…- dijo dándole un fuerte abrazo esperando que el tiempo de alguna manera se detuviera. Sintió la rápida respiración de su amigo y la luna comenzando a brillar en el cielo despejado. Las garras se clavaron en sus su espalda y comprendió que el momento había llegado. Con todo el dolor de su ser le clavó la daga en el corazón de su amigo antes de que finalizara la transformación. Se retorció un poco entre agónicos lamentos y un trémulo "gracias" antes de que cualquier sonido se silenciara.
Su cuerpo tembló y sus piernas finalmente se vencieron. Las lágrimas resbalando en su rostro has el suelo no se hicieron esperar.
-Hasta siempre Ron… gracias por ser mi amigo…-
¿Cuántas partes más de su alma podrían salvarse con tanta gente preciada que había perdido en el camino? No estaba seguro… solo esperaba que cuando todo eso terminara algo de él quedara en su interior…