CUARTA LUNA LLENA: Un Triste Destino
Nuevamente la luna llena en el cielo y el cambio inminente llegó. Sonidos ahogados, un grito e hipidos lastimeros llegaron a sus oídos, quebrando lo poco que aún quedaba de su marchito corazón.
El olor de sangre fresca era intenso e impregnaba el ambiente. La bestia presentía la muerte arrastrándose victoriosa entre los escombros podridos del laberinto y no tardó en correr tras de ella entusiasmado, ansioso por lo que encontraría. El laberinto nunca presupuso desafío para el instinto del lobo pues lo cruzaba como si de un prado encantado se tratase. Corría y oteaba el viento siguiendo la dirección correcta.
Su parte humana que casi siempre dormitaba ante el infinito dominio de la criatura primitiva, decidió solo por esta vez echar un vistazo, solo uno para saber qué era lo que acontecía. ¿Cuál otro mal había ocasionado esta vez? Tal vez era un deseo masoquista para culparse más de lo que ya pesaba sobre su espalda, pero aun así ansiaba saber.
Se heló impotente sin apartar la vista del cuerpo inerte de la persona que una vez conoció. No podía gritar, no podía hablar del pesar que lo inundaba; solo pudo aullarle a la luna implorando un inexistente perdón a lo que había ocasionado.
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Moviéndose entre los sinuosos pasajes del laberinto, daba órdenes precisas para no caer en las mortíferas trampas. Poco fue el tiempo que podían lamentar su pérdida. Su corazón estaba resquebrajado y su pecho ardía por la llaga interna que sangraba; pero aunque las lágrimas enturbiaban los ojos de Hermione, se mantenía firme en su cometido de guiarles por el laberinto. Correr por sus vidas era algo normal cada luna llena y esa no fue su excepción.
El corazón de Harry aun escocia por la culpa y desamparo de su previa acción; nada podía apartarle de su sentir la crueldad que albergaba haber terminado con una vida por su mano y peor aún, la de su mejor amigo…
"Fue lo mejor, Potter" fue lo que le dijo Malfoy a modo de consuelo. Su raciocinio estaba de acuerdo ya que era él o todos los demás… y el sentido común fue el que ganó una batalla limpia pues no podía ser de otra manera, pero no por ello se callaba esa parte de su cerebro que se esforzaba en recordarle uno a uno aquellos momentos preciados que compartió con el que era su mejor amigo. Como fue que le conoció abriéndole los brazos sin más a una vida que le fue negada y por tanto que jamás pensó tener; una vida donde la amistad y amor fueran los ingredientes principales del panorama… no solo le dio el amor fraternal, sino una familia amorosa y un lugar al cual pertenecer…
Una mano cálida tomó la suya y al instante la regresó a ver. No quería rememorarlos porque dolía la espina lacerando su alma y hacia que su mente se enturbiara.
-Deja de pensar por un momento que no puedes solucionar nada- le dijo el chico de ojos grises observando a su alrededor, evitando a toda costa coincidir sus orbes con los suyos.
El moreno le regresó el apretón concentrándose en ello y el peligroso laberinto exclusivamente. Ya después lloraría todo lo que pudiera hasta que su corazón dejara de sangrar.
-Gracias Malfoy…-
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-Por aquí no- dijo Hermione deteniéndose abruptamente ante la nube de gas toxico que reverberaba en el pasillo frente a ellos. Revisando el mapa hizo esa anotación que antes no estaba y viró a un lugar que consideraba más seguro.
-¿Qué nos quieres matar Hermione? Ten más cuidado- rechistó Lavander lanzándole una peligrosa mirada.
-Déjala en paz Lav, Hermi hace su mejor esfuerzo- pidió Luna disminuyendo la velocidad para alcanzar a Neville quien estaba más al pendiente de los sonidos del licántropo que de otra cosa.
-Tengan cuidado con el suelo… este camino es peligroso, pero nos lleva a una sección más tranquila…- dijo Hermione ignorando todo lo que podía las palabras entre ofensivas y delirantes de la otra Gry.
Ernie era mucho más hábil con el pergamino, pero Hermione no desistía en su cometido. Tenía que estar concentrada en ello si quería que todos sobrevivieran y al menos de esa forma no recordaba que Ron ya no estaba con ellos.
Todos disminuyeron la velocidad y trataron de hacer lo que Hermione hacía. Ese pasaje era oscuro y sinuoso. Ernie había escrito que había trampas en el suelo y en las paredes, por tanto, Hermione se esforzaba por seguir todo al pie de la letra. No quería más sorpresas por la noche.
Neville por su parte, sabía lo indispuesto que estaba Harry por la pérdida de Ron pues aunque también había sido su amigo, nunca había sido tan cercano como lo fue Harry así que se cercioró de ser la guardia trasera y estar lo más alerta posible. Alentó a Luna a acompañar a Hermione en la delantera, donde sería de mayor utilidad.
La rubia asintió gustosa dándole unas palmaditas a Neville antes de acelerar el paso para alcanzar los varios metros que la separaban de Hermione. No sabía porque, pero presentía que todo a partir de ahí iría bien, tenía que ser porque tanta muerte que había dejado esa experiencia debía de ser recompensada de alguna manera, o al menos eso solía decir su padre. Tal ensimismada estaba que apenas y logró escuchar la advertencia de Hermione que pedía que se cubrieran.
Exhaló una bocanada de aire reaccionando tardíamente. Había sentido dos pinchazos. No parecía nada grave o eso esperaba y al igual que todos los demás, no dijo nada cuando Hermione preguntó si se encontraban bien. Llevó su mano a revisar su mejilla y apenas parecía un corte, pero lo que le asustó un poco fue algo oscuro manchar sus dedos al tocar su estómago. Cerró sus ojos subiendo la cremallera de su abrigo y se dio ánimos. "Lograremos salir de esta…" se dijo sin aminorar la marcha.
El caos verdadero se armó en menos de un segundo después y Lavander comenzó a gritar histérica.
-¡Que alguien la haga callar!- pidió Hermione en un decibel más alto. No quería atraer la atención del licántropo que ya se percibía tremendamente cerca o de lo contrario sería desastroso.
Los ojos desorbitados de Lavander mirando hacia el suelo donde Luna estaba desplomada, consternó a todos. Luna luchaba porque un grisáceo ser soltara su pierna y forcejaba desesperada; Draco palideció al identificar a las criaturas.
-Joder… un grupo de gorros rojos…- retrocedió por instinto chocando con Harry y este a su vez con Neville quien perdiendo el equilibrio se golpeó contra la pared cubierta con enredaderas.
Luna luchaba por soltarse y ponerse en pie, Hermione sosteniéndola por los hombros trató de ayudarle; la herida que le produjo el gorro rojo en la pierna era tan profunda que dolía si quería apoyarla.
-¡Maldición Longbottom! ¿Por qué ahora? ¡No pudiste caer en un lugar mejor!- vociferó Draco al ver al pelinegro atrapado en lo que le parecía lazo del diablo –¡intenta tranquilizarte!- le pedía pero el chico no parecía reaccionar; solo batallaba con todo su ser para soltarse sin apartar la vista de Luna.
Las gruesas lianas rodeaban su cuerpo y cuello impidiéndole pronunciar palabra; sofocándolo. Draco peleaba con la planta y Harry trataba de cortar con la navaja de Ron las ataduras de Neville, pero crecía demasiado rápido y comenzaba a enredarse en sus manos.
Lavander observaba la escena sin saber qué hacer, podía asegurar que era ahí donde morirían todos. "Ya no tarda en llegar el lobo, ya no tarda…" decía comenzando a hiperventilar. Algo tocó su pierna y con horror regresó a ver que era otra de esas criaturas que tanta risa le habían producido en el tercer año cuando las vieron en clase. Eran horriblemente peligrosas y sanguinarias pese a su pequeño tamaño.
Sin contener sus gritos, la pateó antes de que utilizara el característico mazo que siempre traían consigo. Llenándose de adrenalina por un instinto de supervivencia comenzó a atacar los que se encontraran a su alcance con la piedra más grande que encontró.
-¡Estúpida cosa! ¡NO VOY A MORIR ASÍ, NO MORIRÉ ASÍ!- gritaba entre cada golpe que daba sin importarle que sus uñas se quebraran y la sangre que salpicaba en su rostro y ropa.
Hermione finalmente liberó el tobillo malherido de Luna y le ayudó a ponerse en pie.
-Sigan avanzando Mione, nosotros ya las alcanzamos- exclamó Harry ideando un plan que esperaba que diera resultado. La castaña dudó uno segundos, pero sabía que debía de poner a Luna a salvo porque estaba muy mal herida. Lavander como saliendo de un trance al terminar con las criaturas maceradas en el piso, volvió a su temeroso ser y corrió tras Hermione y Luna que comenzaban a alejarse.
Tratando de tranquilizarse, Harry tomó las manos de Draco.
-¿Qué estás haciendo Potter?- preguntó el chico sin comprender porque le estaba valiendo un comino la seguridad de su disque amigo. Pero antes de comenzar a echarle pleito, el moreno lo cayó con la mirada.
-Quiero que te enfoques en tu centro y conjures un lumus solem…-
-¿Estás loco? ¿Qué esta es una clase de Trelawney y tengo que abrir mi ojo interno? Yo no sé hacer magia sin varita, Potter-
-Pero yo si- dijo seriamente -Neville no va a calmarse y es la única solución… solo concéntrate-
El rubio lo miró como si se le hubiese zafado el último tornillo bueno que le quedaba en la cabeza, pero aun así siguió su descabellada idea. No estaba seguro de que funcionaría. Jamás había hecho algo así pero si con ello lograba saldar su deuda por no haberle matado de buenas a primeras cuando llegó al laberinto, lo intentaría y cerró sus ojos.
El moreno habló en voz baja pero claramente remarcando cada una de sus palabras. No hubo vacilación en su tono. Era casi como si rogase a algún poder supremo que lo ayudase.
Escaso como una vela en la oscuridad, algo se iluminó; una pequeña mota de luz que salía de sus manos unidas. Harry sintió como la fuerza del lazo del diablo menguaba en su muñeca contraria y trató de esforzarse aún más. Neville jadeó sintiendo como la luminiscencia resplandecía un poco más y percibió como su cuello era liberado.
Harry sostuvo a un Neville inconsciente cuando por fin la planta cedió su agarre y Draco cayó de rodillas exhausto.
-¿Cómo te sientes Malfoy?- preguntó Harry echándose a la espalda a Neville. Pese a que sus piernas temblaban por la magia utilizada, se sentía satisfecho de que su plan funcionó.
-Como mierda Potter…- exclamó el rubio recuperando el aliento -¿esto es lo que sientes cada que usas magia sin varita?-
-Siempre- dijo alargándole la mano para ayudarle a pararse.
-Merlín Potter… tú y tu complejo de héroe…- rodó los ojos agotado, siguiéndole sin más.
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Sin nada más que bloqueara su camino, llegaron a una zona despejada. Todos pudieron respirar más tranquilos al ya no escuchar pisadas cerca y los aullidos parecían alejarse.
-¿Cómo supiste que funcionaría Potter?- preguntó el rubio dejándose caer en la piedra más lisa que encontró tras revisarla que no tuviera algo nocivo o letal a su alrededor.
-No lo sabía, pero valía la pena intentar...- dijo el chico alzándose de hombros, decidiendo que era hora de encender el fuego -Ya lo había intentado con Ron y Mione antes pero no había funcionado- esbozó una cansada sonrisa recordando la agotadora travesía en busca de los horrocruxes junto con sus queridos amigos. En ese momento en el cual creía que era lo más peligroso a lo que se enfrentaría "pero que equivocado estaba…" se dijo con un suspiro.
-¿Y porque jodidas funcionó conmigo?- preguntó Draco regresando a ver su mano que aún se sentía cálida por la magia circundante.
-Porque extrañamente sus magias son compatibles…- contestó Hermione mirando por los alrededores, cerciorándose que estuviesen en la parte del laberinto que creía que estaban. Draco arqueo una ceja escéptico -Leí sobre la combinación de magia una vez en la sección prohibida y pensé que sería útil...-
-Y lo fue...-murmuró Neville sintiendo un repentino alivio de volver a respirar.
Todos se quedaron callados por un momento analizando que tal estaban. Todos poseían una que otra herida en las mejillas, brazos y piernas por las púas propulsadas como misiles contra ellos, pero nadie se quejaba de que algo estuviese mal.
Neville pese a sus propias heridas, estaba más preocupado por Luna quien lucía mucho más pálida que de costumbre y se apresuró a desgarrar su propio abrigo para hacer una atadura en su tobillo lastimado.
-Estoy bien Neville… no te preocupes- le dijo con una cansada sonrisa el momento que el chico limpiaba con el dorso de su muñeca su mejilla con sangre seca.
-Podrían lanzar una bombarda a la pared y hacer una salida…- exclamó pavorosa Lavander rompiendo el silencio impuesto. Todos al instante la regresaron a ver.
-¿Estas de coña Brown? ¡Apenas y puedo estar de pie y tú quieres una bombarda! ¿Se te ofrece algo más? ¿Qué tal si te aparezco un té de marca "vete al carajo"?-
-Basta Draco- dijo Harry sintiéndose muy cansado, estaba hecho trizas tanto física como emocionalmente.
-Ahh no. No me vengas con que tú también me llamarás por mi nombre-
-Es lo mínimo después de haber mezclado nuestras magias- dijo alzándose de hombros, como si fuese lo más lógico del mundo, pero el rubio no pareció comprender o mejor dicho, no quería comprender.
-Lo estás haciendo sonar demasiado sucio Potter- remarcó con saña su apellido. Sintiendo como un escalofrío recorría su espalda.
-No hay nada más íntimo que eso Malfoy...- dijo la castaña dando un suspiro, esperando que con eso fuera el último desafío de la noche. Ya no quería pensar ni huir, solo llorar hasta que le dolieran los ojos y la garganta y que el sueño fuera el único consuelo que llegara.
"¿Porque tuviste que irte Ron?" preguntó Hermione abrazando sus piernas en lo mientras que Harry avivaba el fuego.
El rubio boqueó un par de veces sin saber cómo refutar aquello. Era demasiado por digerir y solo se paró de su lugar.
-Voy a hacer guardia…-
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-¿Sigues pensando en lo de la magia?- preguntó Harry sentándose al lado del rubio meditabundo tras hacer su guardia. Neville fue el siguiente y estaba revisando los alrededores mientras todos en silencio dormitaban o hacían algo similar a ello ya que dormir con un hombre lobo suelto no era algo sencillo.
-Un poco- dijo el rubio torciendo la boca -se siente horrible... No sé cómo es que lo has hecho durante todo este tiempo…- comentó jugueteando con sus pulgares.
-Por necesidad- contestó desganado acomodando la cabeza de su amiga sobre sus piernas. Sus mejillas aún estaban húmedas y sus ojos rojos de tanto llorar.
-Soy el único que pudo dominar esa maniobra y con nadie me había funcionado... Por tanto es una fortuna que estés aquí- Malfoy abrió los ojos de par en par. No sabía cómo tomarse aquello. Podría sonar como un cumplido pero estaba seguro que era una maldición pues no podía ser de otra forma.
-¿A qué te refieres? ¿Estas planeando hacer lo que sugirió la loca esa? -Harry no contestó y perdió sus ojos esmeralda en las danzantes llamas que parecían llevarse entre sus círculos negros que se alzaban al cielo, su tristeza -no inventes Potter. ¡Es imposible!-
-No precisamente una bombarda, sino un patronus... Así podían encontrarnos y ayudarnos a salir de aquí-
-¡Es aún peor!- chillo desairado -aparte, no creo que haya nadie más esperando Potter ¿Cuál es la probabilidad de que aún no hayan masacrado a tu grupo suicida?-
Harry no contestó. Era obvio para él; no podían haber perecido todos. Sabía que allá afuera aun había en pie alguien dispuesto a luchar por las causas justas y tenía fe en que al menos uno de ellos lograría salir. Miró al chico a su lado cómo lo miraba entre atónito y como si hubiera algún problema con su racionalidad. Sonrió pensando que tal vez ese era el caso y solo se limitó a darle un apretón de manos. Extrañamente esa mano lograba tranquilizarlo.
-Sé que hay alguien…-
-¿Quién te lo asegura?- "estúpido Potter terco en mantener la bendita esperanza… él y su complejo de mesías…" se dijo molesto. Quería albergar esperanzas, pero por como pintaba el panorama, nada se veía muy alentador -y ¡es magia avanzada para hacerlo sin varita! Yo jamás lo he hecho y no creo poder…-
-Yo podría ayudar- dijo Luna con media sonrisa algo pálida. Su estómago dolía pero no perdería la expectativa de un mejor mañana aunque la situación no fuera la mejor.
-Luna... Pero ya lo intentamos y...-
-A lo que me refiero es que: Una varita para funcionar requiere un tipo de madera para albergar, un núcleo para catalizar y la magia en si para actuar. Con sus magias unidas yo podría utilizar la mía para catalizarlas y que salga con más fuerza-
-Pero eso no se ha probado Luna- dijo Neville negando con la cabeza -no sabes cómo podría afectarte ni mucho menos si funcionaría...- la rubia lo calló con su mano sobre su boca.
-Vale la pena intentarlo Neville…-
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Tras mucha deliberación en lo que siguió la noche en vela y parte del día siguiente, no llegaron a un acuerdo sobre como procederían ya que Lavander, Luna y Harry estaban de acuerdo en utilizar el patronus para pedir ayuda, pero Hermione, Neville y Draco estaban en contra por todas las consecuencias que traería.
-¡Pero es inútil Lunática… y tú Potter ni siquiera lo pienses! ¡Es muy riesgoso!- los dos referidos solo lo miraron sin expresión. Estaban más que cansados de discutir pero Draco no se rendiría. No sonaba bien y sentía que estaba en lo correcto al explayar su escepticismo –Además aunque salgamos ¿Qué conseguiríamos? El lord oscuro aun es invencible-
-No por mucho- declaró Harry poniéndole las manos sobre sus hombros.
-¿De qué hablas? ¿No me digas que acabaste con él mientras estabas aquí?- preguntó con burla, pero el moreno no se amilanó.
-Algo así…- el Slytherin arqueó una ceja. Realmente necesitaba que lo ilustrara –Hay algo que no te conté sobre porque estábamos en Hogsmeade…-
-Harry, no…- dijo Hermione queriendo acallarlo sobre el único secreto que quería mantener oculto, pero Harry continuó.
-¿Sabes lo que es un Horrocrux?-
-Claro… bueno, no es que haya visto uno pero mi familia es de más las antiguas ¿recuerdas? Son cosas oscuras de las que se hablan…- Harry rodó los ojos por el tono en el que lo dijo -¿y a que viene eso? ¿Qué ahora resulta que encontraste los Horrocruxes del cara de serpiente?- lo dijo como lo más loco y remoto que se le hubiese ocurrido, pero la serenidad del chico hizo que se le borrara la sonrisa maliciosa –no juegues…-
-No estoy jugando y si, destruimos casi todos… el ultimo estaba escondido en Hogsmeade y por eso estábamos ahí el día que nos capturaron… pero logré esconderlo…-
-¿Y eso de que nos sirve? Han pasado casi 10 meses de que eso les pasó ¿no crees que ya el lord ya lo recuperó y…?-
-Ten fe Draco- dijo poniendo sus dos palmas sobre sus mejillas para tener su total atención. El rubio se sonrojó por la cercanía pero carraspeó para que se alejara y dejara de usar su nombre a diestra y siniestra –estoy seguro que el grupo de Dean y Ginny lo encontró-
Quería gritarle que era demencial seguir una corazonada como si fuera un hecho al cien por ciento, que no podía ser tan ciego, pero no parecía el único que comenzaba a estar ilusionado.
-¿Entonces si haremos el patronus?- preguntó Luna con una radiante sonrisa.
Eso lo cambiaba todo para Neville y aunque aún tenía sus reparos, Hermione también esperaba lo mejor y por tanto decidieron que lo mejor era esperar a la siguiente luna llena cuando estuviesen menos cansados e intentarlo.
Sintieron la pesadez de la poción de su brazalete y se quedaron dormidos.
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Como siempre su cuerpo se sentía pesado y adolorido por la mala posición al dormir. "Malditos desgraciados…" maldijo Draco a los mortifagos del demonio que casi nunca daban su cara mínimo para poder escupirles.
El viento gélido movía su cabello obligándole a entrecerrar los ojos por la cantidad de polvo que se levantaba en ráfagas.
-Pero… ¿Qué?...-cuestionó con preocupación ante la excesiva cantidad de luz que había en el ambiente. Los otros 5 también estaban ahí comenzando a despertarse y solo podía sentir como la sangre abandonaba su rostro. Con forme todos se desperezaban pudo notar que no era una pesadilla en la que estaba y que era bastante real donde se encontraban.
-¿Porque aún seguimos aquí?- preguntó Lavander al borde del colapso -¿porque no estamos en la celda?-
Eso no presagiaba nada bueno y comenzaban a temer lo peor. Harry con un suspiro concino se puso en pie y declaró en voz alta aquello que cruzó la cabeza de todos pero que ninguno se atrevió a decir.
-Tal parece que ahora si va en serio lo de querer acabar con todos nosotros...-