Los días en el palacio pasaron lentamente,la nieve jamas se derritió,jamas se evaporo,no cambio,permaneció estatica frente a la vista de Ciel.La misma vista todos los días,blanca vista mortal.Por alguna extraña razón olvido el bello color vivo del pasto verde,el sentir del cálido sol en su cara o la dulce sensación de la tierra fresca entre sus dedos.¿Porque esos recuerdos se alejaban más y más?,¿porque lo único que podía pensar de ahora en adelante era en la nieve?...¿porque?...
Soliá haber veces en las que Sebastian tendría que salir de casa y el rey tendría que encadenar el tobillo de Ciel,el pobre rey aun temiá que escapara.Ante esto,Ciel no le dio importancia y coopero dando su propio pie,no quería complicar las cosas.
Dentro de la mente de Sebastian logro pensar que tal vez,Ciel ya había caído en el amor junto a el.Pero aun faltaba para ello,no podía ilusionarse tan rápido.Ya habían pasado meses de ningún tipo de contacto físico,la última vez fue cuando se bañaron por primera vez.La primera intención de Sebastian era bañarse inocentemente con Ciel pero...verlo frente a el lo tentó,se había lamido los labios con avidez viendo la tierna silueta de su principe.
Lo toco,el gimió un poco.Ciel le gustaba.Sebastian presentía que si continuaba tocando partes entre las piernas tiernas llegaría a desencadenar aquellos deseos pasionales que acorralaba dentro de su ser.Se alejo antes que fuera tarde.
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Hoy el rey y su pequeño Ciel gustaban de dar paseos por los aposentos.Como hoy,no hablaron,solo caminaron por el járdin.Después de unas semanas Ciel logro "acostumbrarse" a la soledad del palacio congelado,no flores,no pasto,no cálido sol...nada colorido.
Y esto en algún lugar profundo lo entristecia.
-Sebastian...- Musito jalando un pedazo de tela para atraer la atención de su enamorado.Sebastian detuvo la caminata bajando la mirada a la zafira de Ciel,el sonrio tiernamente y sus ojos se iluminaron un poco -¿Que sucede pequeño?- Estiro la fría mano cepillando el sedoso cabello de Ciel.
Cerro los ojos sintiendo la agradable sensación de la mano acariciando su cabello,gustaba de ese tipo de caricias.Sebastian acabo cuando la mano se arrastro hasta las mejillas sonrojadas de Ciel.
-Sebastian..- Repitió poniendo un semblante triste.
Cuando noto el cambio brusco de su adorable rostro a uno triste lo tomo entre sus fuertes brazos y lo acerco cerca de su pecho en consuelo.No le gustaba verlo llorar después de aquella vez...
-Yo...extraño las rosas y flores...- Hablo después de unos segundo ocultando su cara en el pecho de Sebastian,el hombre ladeo a un lado la cabeza pensando en algo que ya tenía,su mente se traslado a el jardín artificial que le dio como regalo -Pero mi amor,tu ya tienes un jardín para ti solito- Acaricio el cabello de Ciel.
-No son reales...- Dijo sin animo.
Sebastian hizo una mueca triste y bajo a Ciel de sus brazos -¿Acaso no te gusta el jardín?- Paso sus dedos en las mejillas del niño,ahora que veía mejor su linda carita noto el ligero cambio del tono de piel,su piel siempre fue blanca,pero ahora....esa piel parecía tan limpia y pulcra,las pocas pecas que el sol le había regalado habían desaparecido.Su cara se había vuelto tan pálida.Sebastian no podía encontrar más hermoso a Ciel...
-Si..pero...- No quería ofenderlo,no era su intención decir que su regalo fuera feo.Era hermoso.
-¿No te gusta?-
-Si..pero...aquellas rosas cuando trato de tocarlas son tan solidas que no puedo moverlas ...y me termino cortando- Timidamente alzo sus brazos y le enseño las palmas de sus manos.Sebastian abrió ampliamente sus ojos al ver muchos rasguños en las tiernas manos,se hinco a la altura de Ciel y tomo las dos manos,observo los rasguños alarmado -Perdoname tanto,te he echo daño de nuevo- Un nudo se armo dentro de Sebastian al verlas.
Desde que Ciel llego a esta solitario lugar,Sebastian constantemente experimentaba la palabra dicha por muchos amantes "Deseo algo para cuidar y proteger...".Lo que antes tomaba como burla cuando miraba a las parejas bien abrigadas caminando de la mano sobre la nieve,se había vuelto su realidad.Cuidar a una persona más que a su vida.
Muchas veces durante el invierno lograba ver parejas sin casa vagando por las calles de los pueblos,ellos hacían cualquier cosa para que su novia no pasase frío,les daban su único sustento de calor y las abrazaban.Muerte por hipotermia ocurría al día siguiente.El observaba todo mientras paseaba con su lujoso trineo,era curioso.
¿Sacrificarse por una persona?,sonaba patetico en los oídos de Sebastian.Los humanos pueden olvidar aquella persona y buscar otro que llenara ese hueco.Si realmente amaban a ese hombre o mujer,¿porque iban tras de otro?.Lo encontraba hilarante,los humanos demostraban que no podían amar puramente.¿Sacrificarse por una mujer lo olvidara al pasar de los años?.
Ahora se encontraba aquí Ciel...tenía que cuidarlo.Vincent aun podría tener sus sospechas sobre el y volver en cualquier momento,si la relación continuaba de esta manera le dolería tanto que dejaría a Ciel volver a la comodidad de su casa.Con todo el dolor de su corazón,tomaría en cuenta la sugerencia de su hermano y trataría de olvidarlo,buscaría a otra persona,no se arrepentiria jamas de amar tan intensamente aquel niño,pero no podía continuar así...el planeo mucho para estar a su lado,no podía dejarlo ir así nada más...pero...
-S-sebastian?- tartamudeo cuando Sebastian quedo paralizado sujetando su mano.
El rey parpadeo pensando con claridad,una brillante idea aparecio.
-Ahora vuelvo-