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5. Los Ojos de Minho por dayanstyle

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Notas del capitulo:

helloooooo.... para mis querid@s lectores les tengo una propuesta... si llegamos a los 15 rw o 100 leidas antes del final de la tarde les tengo TRIPLE ACTU HOYYYYY... en ofertaaaaaa ... parezco desesperada.. pues sip.. heheh

a leer

— Necesitas ir al puerto. Ahí hay un pescador que tiene una información que necesito. Habla con él. —El Alfa Jong In lanzó un sobre en el escritorio esperando a que Minho lo tomara.

— ¿Qué contiene el sobre? Se siente como de la mafia. —Minho lo levantó sosteniéndolo firme.

— No lo hagas. No es para que tú lo abras. Dáselo a Suk Jin. Él sabe qué hacer. Espera a que te de la información.

Minho se encogió de hombros mientras se dirigía a la camioneta. Él necesitaba un maldito decodificador en ocasiones para entender a su Alfa.

Minho llegó a la camioneta, abrió la puerta y subió. Se quedó sentado un momento recordando la última vez que había visto a su Alfa actuar misteriosamente. El Alfa Jong In había enviado a su Beta Siwon a una misión. El lobo había viajado cuatro distritos para buscar a alguien solo para descubrir después que Jong In lo había enviado a una misión falsa. Pero resultó que Siwon encontró a su pareja.

El Alfa Jong In les había dicho a algunos de ellos que desde que reclamó a Luhan, él había estado teniendo sueños. Ese sueño hizo que Jong In enviara a Siwon a ese lugar.

Minho se preguntó si esto era por otro sueño de Jong In. El Alfa no le dijo a Siwon acerca del sueño hasta después de que el Beta regresó a casa. Jong In dijo que el sueño le persuadió a no decir nada y mandar a Siwon a donde tenía que ir con el pretexto de buscar a alguien.

¿Esto sería la misma cosa? Cuando tuvo la tentación de abrir el sobre, Minho sabía que él no iría contra las órdenes de su Alfa. Haría justamente lo que se le había ordenado, se dirigiría al puerto y descubriría qué era todo esto.

El pensar que su pareja podría estar ahí, hizo que el corazón de Minho se acelerara. Encendió el motor y llevó la camioneta por el camino de grava para dirigirse a la carretera.

No le tomó mucho tiempo, quince minutos. Los shifters no vivían lejos de la ciudad. El lugar de la manada estaba localizado en lo profundo del bosque en las afueras del camino principal de la ciudad, pero muy bien escondido a la vista. Ellos necesitaban tierras donde correr libremente y espacio que les permitiera a sus lobos patrullar los terrenos.

Su manada era pequeña comparada a la de otros. Ellos eran solamente quince en total. Doce Centinelas, un Comandante, un Beta y el Alfa. Ellos eran una manada gay, una manada que Jong In formó siglos antes cuando los Alfas los echaban y cazaban por ser gay. Gracias a Dios, ellos vivían ahora en un mundo más civilizado.

Minho entró al estacionamiento, y apagó el motor de la camioneta. Caminó por el muelle seis hacia el bote de Suk Jin. Gritándole al pescador, Minho esperó. Era descortés solo abordar un bote privado. Él mismo se enojaría si alguien abordara sin ser invitado. Si tuviera uno.

Suk Jin salió de abajo, bajando al muelle y estrechando la mano de Minho.

— Me alegra verte, Minho.

El tipo era de mediana edad, alrededor de los cuarenta y cinco con entrecana barba; un hombre amistoso.

— Jong In me envió. Me pidió que le entregara esto. —Minho sacó el sobre y se lo entregó al hombre. Sus ojos vieron alrededor del puerte, buscando alguna otra alma, pero ellos estaban solos. El aire no traía el olor de su pareja. Minho fue discreto acerca de eso.

Suk Jin les ayudaba ocasionalmente pero no tenía idea de que ellos eran shifters, un secreto que Jong In y la manada guardaban celosamente en sus pechos. Ningún humano, aparte de sus parejas, sabían de su existencia, y ellos planeaban mantenerlo de esa forma. Era menos complicado.

Suk Jin tomó el sobre ofrecido, lo abrió y vio el interior. El humano se apresuró a cerrarlo viendo alrededor.

¿Qué él…? Quizás Jong In había perdido el control y decidió en su lugar ser de la mafia. Mierda, estaba aburrido alrededor de la casa.

— Sígueme. —Suk Jin vio alrededor una vez más y llevó a Minho abajo a la cocina de la nave. Minho se apoyó contra el mostrador de la pequeña cocina mientras Suk Jin iba al camarote. Él podía oír a Suk Jin hablar suavemente y dos voces responderle. Ser un lobo Timber, le daba un oído excepcional y Minho escuchó claramente.

Suk Jin decía. — Les prometo que él no los lastimará. Yo no los lastimaría y no los entregaría a alguien que pudiera hacerlo.

Una voz con fuerte acento contestó. —Pero él es un extraño. No dejaré que lastime a Ren.

Suk Jin de nuevo. — No lastimará ni a Ren ni a ti. Ve con él. Él es un valiente guerrero que puede protegerte.

La voz con el mismo acento de nuevo. — ¿Lo prometes?

— Lo prometo, mi joven amigo.

Minho se enderezó cuando oyó que se acercaban. Suk Jin salió con dos jóvenes detrás de él. Ellos se veían aterrados y, y, «mierda». Minho se inclinó hacia uno de los hombres oliéndolo más cerca, sintiendo mil tormentas eléctricas recorrerlo.

«Mío».

El joven se apartó viendo a Suk Jin y a Minho.

Jong In lo había enviado a una de las misiones de sus sueños. ¿Por qué infiernos el Alfa no podía salir y decir “ve y consigue a tu pareja”? ¿Para qué era todo ese secreto de mierda? — ¿Quiénes son ellos, Suk Jin? —Minho tenía que saber si se trataba de Ren, si no, él necesitaba saber cuál era el nombre de su pareja.

— Él es Ren. —Suk Jin tocó suavemente el hombro de uno de los hombres. No era su pareja.

— Y él es Taemin.

Taemin. El nombre causó un estremecimiento por la columna de Minho. Él se sentía nervioso, sabiendo lo mucho que necesitaba controlarse. Los músculos firmes en su lugar, previniendo saltar y tomar a su pareja en sus brazos. Tragó saliva, tratando de agregar humedad a su garganta.

— ¿Qué edad tienen? —Minho necesitaba saber con lo que estaba tratando. ¿Tendría que esperar a que su pareja fuera mayor de edad para reclamarlo? El pensamiento causó que le doliera el cerebro. Sus células rechazaban la idea de no tener al pequeño hombre con él, era doloroso.

— Ren tiene dieciocho y Taemin veinte.

Minho exhaló. Él no iba a esperar. Todo lo que tenía que hacer era convencer a Taemin para que aceptara el dulce sexo y la mordida. Sí, no había problema en que un humano lo aceptara como un shifter. Eso estaba regalado…o eso esperaba.

Taemin se acercó e inclinó el cuello hacia atrás para ver a Minho a los ojos. Minho quería tomarlo y reclamarlo justo en ese lugar. Dios, él era tan tentador. Su corazón se aceleró y la sangre latía a través de él. Finalmente, después de ciento setenta años había encontrado a su pareja. La prisa era embriagadora cuando vio a los ojos a su pareja. El guerrero luchó por controlarse. Solo asustaría a su pareja si sus caninos se extendían mientras sus ojos cambiaban a carmesí.

¿Qué infiernos le estaba sucediendo? Esta pérdida de control de sus emociones tan abrupta era frustrante. Quería reclamar a su pareja y darle espacio al mismo tiempo. Lanzarse ahora solo le causaría confusión.

— Tus ojos. Ellos…cambian. —Taemin lo vio con una mezcla de asombro y miedo. Minho cerró los ojos momentáneamente. Solo estar cerca de Taemin y oír su voz era un riesgo a su salud mental. Él conocía la anormalidad de sus ojos que constantemente se arremolinaban y cambiaban de color. ¿Eso asustaría a su pareja?

Minho también notó que el destino tenía un pequeño peligroso sentido del humor; enfatizando la palabra pequeño. Taemin era igual de pequeño que Baekhyun, la pareja de su Comandante. Baekhyun medía un metro sesenta. Minho medía dos metros. ¿Qué jodidos se suponía que iba a hacer con este chico? Tenía una urgencia de poner a Taemin en su regazo y meter su mano en su espalda(N/T: refiriéndose a los muñecos ventrílocuos). Genética.

— No entiendo esa palabra. —Taemin dio un paso atrás mientras entrelazaba sus dedos con los de Ren, jalándolo más cerca.

— Uh, Suk Jin. ¿Ellos son novios o algo así? —Minho no compartiría a su pareja. Ellos se veían cómodos uno con el otro. Igual que los dos lobos centinelas en su manada, Baekho y Ricky. Ellos no eran pareja pero seguro como el infierno que actuaban como una.

— Primos.

Gracias a Dios.

— ¿Vamos a ir contigo? —preguntó Taemin.

— Sí. Vamos, chicos. —Minho se giró y subió las escaleras, entonces recordó la petición de Jong In— ¿Tienes información para mí, Suk Jin?

— Los encontré escondidos en la cubierta de mi bote bajo una lona. Al parecer dos grandes y feos coreanos los robaron de sus casas y los trajeron por el mar en una gran caja de carga. Había otros tres hombres con ellos, pero ellos se los llevaron en una van. El feo coreano quería quedarse con estos para él.

Minho gruñó. — ¿Mercado negro de humanos? ¿Esclavos sexuales? ¿Qué?

— No lo sé. Ellos no lo saben. Infiernos, me alegra haberlos encontrado. Buena suerte, Minho. —Suk Jin estrechó su mano y Minho se apresuró a llevar a su pareja y su primo al muelle. Vio alrededor mientras dirigía a los hombres a su camioneta.

— Necesito que se acuesten abajo —Minho le indicó a Ren y a Taemin. Minho se colocó en cuclillas— En la parte de atrás de la camioneta. —Él palmeó el asiento trasero del interior de la camioneta.

Ren dio un paso adelante, inclinó la cabeza totalmente hacia atrás para verlo fijamente. — Mal coreano. No retardado.

Minho sonrió mientras ambos entraban atrás. — Lo siento, no quería ofenderte. Necesito que se queden abajo mientras salimos de los muelles. No quiero que el feo coreaano vea a alguno de ustedes dos.

— Roger that. (N/T: En radiocomunicaciones se usa para decir que el mensaje fue recibido) —Ren dijo mientras se ponía cómodo.

A Minho realmente le gustaba ese chico. Su pareja, era más tranquilo. Parecía cínico. El pequeño chico veía a Minho con cautela.

Después de salir de la marina a salvo y atravesar la pequeña ciudad, Minho se estacionó, abrió la puerta trasera de la doble cabina y suavemente ayudó a Taemin levantándolo por la cintura y lo bajó. Ren saltó del asiento trasero al suelo.

— Hola, Corea. —Ren extendió sus brazos totalmente y giró en círculo. Taemin le habló en su lengua nativa. Se veía enojado.

Ren bajó la cabeza y entrelazó sus dedos frente a él.

A Minho le gustaba la actitud y chispa de Ren. Él no quería que lo desalentara. — Está bien, Taemin. Permítele actuar de esa manera, amor.

Los ojos de Taemin se abrieron más, dio un paso atrás y tomó a Ren de la mano. Minho no podía imaginar cuál parte de lo que dijo molestó a su pareja.

Los guió al interior, donde el ruido del estudio era abrumador. El estudio era en donde todos se encontraban cuando no estaban patrullando. Había una docena de shifter guerreros que patrullaban los terrenos, manteniendo a las parejas de los shifter a salvo de peligros.

El estudio era el lugar para estar. Una gran pantalla de televisión, video juegos, billar, bar, y cómodos sofás. Jong In había decidido dado que no podía deshacerse de sus huéspedes y que él tenía montón de habitaciones, que todo el mundo viviera bajo el mismo techo. Bien para Minho. Él estaba cansado de ir y venir de su departamento al estudio.

Ren corrió detrás de Taemin cuando oyó los gritos y el entusiasmo. Levantó la vista para ver a Minho. — ¿Guerra?

Minho se rió. — No, grandes hombres jugando juegos de niños.

— Oh. Me gustan los juegos de niños. —Ren caminó hacia Minho y deslizó su pequeña mano en la suya. El pequeño chico era definitivamente sociable. Él iba a ajustar perfectamente aquí. Su pareja Taemin, veía a Ren pero no dijo nada.

Minho suavemente tomó la mano de Taemin y los guió al caos.

— Hey, Rana. ¿Niños del centro recreativo?

Minho gruñó. Todo se quedó en silencio.

— Uh, está bien. ¿Niños del vecindario?

— Cállate de una jodida vez, Jong Dae. —Maldición, el tipo en ocasiones era un impertinente. Minho exhaló profundamente y regresó su atención hacia los guerreros en el cuarto. También estaban las cinco parejas, que pertenecían a los cinco guerreros afortunados que los habían encontrado— Todo el mundo, él es mi pareja, Taemin, y él su primo Ren.

— Jong Dae, eres un imbécil. —El guerrero pelirrojo, Ricky, se carcajeó.

— Jódete, Rick —Jong Dae le contestó— Lo siento, Minho. ¿Se me permite maldecir alrededor de ellos?

— Jódete, Jong Dae —Minho gruñó.

Baekhyun, la pareja del Comandante Park, corrió hacia ellos. Sus mechones castaños saltaban sobre su cabeza. Ren se acercó y tomó un mechón.

— Es suave tu cabello. —Le sonrió.

— Me agrada, Minho. ¿Puedo quedarme con él? —Baekhyun saltaba con unos grandes ojos de cachorrito rogándole a Minho.

— Ellos son humanos, lindo bebé. No puedes quedarte con ellos. —Chanyeol levantó a su lindo bebé en los brazos.

— ¿Entonces puedo jugar con ellos? —Baekhyun veía a Minho, esperanzado.

Chanyeol se rió, besó a su pareja y lo dejó de pie. — Ellos no son muñecos. Muéstrales los alrededores y preséntalos.

Baekhyun tomó la mano de Ren y buscó la de Taemin, pero Taemin la apartó. Baekhyun se encogió de hombros y jaló a Ren hacia donde estaban las otras parejas.

Taemin dio un paso adelante, levantó la mano ligeramente y entonces la bajó, dando un paso hacia atrás. Él veía a su primo con ojo de águila, siguiendo cada movimiento. Minho observó todo, se arrodilló y le dijo. — Puedes ir con ellos. Nadie va a lastimar a Ren ni a ti.

Taemin lo vio por un momento entonces asintió y se unió a su primo.

— Tienes una cautelosa pareja, Minho. —El Comandante Park se acercó a él.

— Si, él y su primo fueron traídos ilegalmente a Corea. Aun no sé si se trata de tráfico de humanos o de esclavos sexuales.

— Suena lo mismo para mí. Me alegra que los encontraras a tiempo. —Chanyeol palmeó el hombro de Minho.

— A mí, también. Solo no sé qué hacer con Taemin. Él protege mucho a Ren. ¿Cómo me aproximaré a él?

— Muy cuidadosamente —Chanyeol le advirtió.

Minho soltó el aliento mientras Chanyeol regresaba a su juego de billar. Ren estaba por todo el lugar, platicando con todo el mundo mientras Taemin lo vigilaba.

El guerrero Minsoo entró al estudio viendo alrededor. — Estamos siendo invadidos por gente pequeña. Siento como que deberíamos de abrir una guardería.

— Espero que tu pareja sea de un metro veinte de alto —Minho soltó mientras se dirigía hacia Taemin.

— ¿Estás bien? —Minho se sentó al lado de su pareja, admirando su belleza. Su cabello era cafe liso casi hasta los hombros, sus ojos del color de la medianoche. Él era delgado y de apariencia delicada. Minho estaba temiendo que podía quebrar al hombre. Aunque su mirada le decía que él no era ningún ingenuo como la gente podría llegar a creer. Había una aguda intensidad en ellos.

— Sí. Solo es un extraño país. Extraño mi casa. Me preocupa Ren. —Taemin soltó un suspiro.

— Te prometo que ustedes dos están en el lugar más seguro posible. Cualquiera de los hombres de este cuarto los protegerá con sus vidas. —Minho quería pasar sus dedos por el sedoso cabello que caía de su pareja. Se veía como una cascada cayendo desde su cabeza.

— ¿Por qué? No nos conoces. Somos extraños.

Minho vio a Taemin saltar. Ren se había caído sobre su trasero. La cara de su pareja era de ira. — Ren, ¡ven!

Ren se veía devastado cuando se acercó hacia su primo y se sentó lejos de Minho. El labio inferior de Ren salió mientras veía a los hombres jugar billar. No era lugar para decirle a Taemin cómo tratar a su primo, pero a Taemin necesitaba que se lo aclararan.

— Nosotros protegemos a quienes no pueden protegerse a sí mismos. —Minho vio a Ren y le sonrió.

— ¿Como los superhéroes? —Los ojos de Ren se iluminaron— ¿Ustedes vuelan?

La cabeza de Minho cayó hacia atrás mientras se carcajeaba tan duro que las lágrimas bajaban por su cara. Ren estaba entrando en su corazón rápidamente. — No, Ren. No podemos volar.

Taemin reprendió a Ren de nuevo en su lengua nativa y los ojos de Ren se llenaron de lágrimas. Minho estaba comenzando a enojarse. ¿Por qué Taemin amonestaba a Ren de esa forma? El tipo era honesto y Minho amaba eso. Era divertido, excitable y lindo como un cachorrito.

— Lo siento, Minho, preguntar… como dicen…tonta pregunta.

Eso era suficiente. Minho no iba a quedarse aquí y ver que la chispa dejaba los ojos de Ren. —Parejas, por favor vengan aquí.

Luhan, Baekhyun, Heechul, Min Seok y Kibum se acercaron a Minho.

— ¿Qué sucede, ojos Stormy? —Baekhyun se rió graciosamente.

Minho le sonrió a su amigo. — ¿Pueden caballeros por favor entretener a Ren mientras hablo con Taemin?

— Seguro. Vamos, Ren. —Luhan le extendió la mano y Ren la tomó, viendo a Taemin como si pidiera permiso. Taemin asintió y Ren se apresuró hacia ellos, sin darle oportunidad a su primo de cambiar de opinión.

— Por aquí. —Minho guió a Taemin a la oficina de Jong In.

 continuara...

Notas finales:

dejen rw nenes


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