CAPÍTULO 8: “LA ENFERMEDAD QUE ENLOQUECE A UN GENIO”
TRAS 10 MINUTOS DE caminar en completo silencio, Kyu Jong y Geun Suk llegaron a su destino. La casa de Kyu Jong no tenía los lujos a los que Geun Suk estaba acostumbrado, pero le pareció una casa bastante cómoda para vivir. Sonrió mientras imaginaba cómo sería su vida a lado de Kyu Jong en una pequeña casa como esa, y para sus sorpresa la idea le pareció estupenda. En realidad todo le parecía perfecto si Kyu Jong era parte de ello.
K –“¿Por qué decidiste meterte en líos con esos rufianes?” – inquirió Kyu Jong mientras sacaba lo necesario para curar las heridas de Geun Suk.
G –“Oye, no es como si yo hubiera ido a buscarlos. Ellos me siguieron a mí, y por supuesto que traté de evitarlos, pero son muy astutos”
K –“O tú eres muy tonto” – dijo sin ocultar el enfado en su voz. Geun Suk se quedó atónito, pues él no había hecho nada malo para que Kyu Jong estuviera enfadado. Estaba a punto de replicar, pero Kyu Jong se giró hacia él y lo apuntó con un dedo –“¡Eres un inconsciente!” – gritó –“¡Por Dios Geun Suk! Ese barrio es el más peligroso de Seúl, ¿cómo diablos se te ocurre dar un paseo por ahí tú solo y a estas horas de la noche?” – Geun Suk frunció el ceño y se puso de pie para enfrentarlo.
G –“¡No fui a dar un paseo!” – replicó –“Intentaba regresar a casa y de pronto me di cuenta de que esos tipos me estaban siguiendo. Creí que si caminaba por ahí podría perderlos”
K –“¡Claro! Inteligentemente creíste que podías perderlos en un callejón oscuro. Muy brillante, Suk”
G –“¡No es mi culpa! Jamás había recorrido ese lugar y no sabía por dónde ir. Además…” – cuando Geun Suk levantó un brazo, inmediatamente lo atravesó una fuerte punzada –“¡AHH!” – gritó mientras con su otra mano apretaba su herida para tratar de aliviar el dolor.
K –“¡¿Lo ves?! ¡Esas son las consecuencias!” – Kyu Jong se acercó a Geun Suk, lo tomó por los hombros y lo obligó a sentarse –“Déjame ver tu herida” – Geun Suk estuvo a punto de negarse, pero le dolía tanto que decidió permitir que Kyu Jong lo ayudara –“Quítate el abrigo, será más fácil para mí” – Geun Suk obedeció sin replicar. Kyu Jong lo ayudó cuando tuvo que sacar el brazo herido –“Esto se ve mal” – murmuró. La herida no era profunda, pero sí era grande. Además seguía brotando sangre, aunque no en una cantidad alarmante.
G –“¿Va a quedarme cicatriz?” – bromeó. Kyu Jong rió involuntariamente y el corazón de Geun Suk dio un vuelco.
K –“Tranquilo, ‘guapo’, eso no pasará” – dijo devolviéndole la broma y llamándolo ‘guapo’, haciendo clara referencia a la forma en que aquellos delincuentes lo habían llamado. Kyu Jong se limitó a curarlo mientras Geun Suk, feliz y enternecido, no apartaba los ojos de él. Estaba seguro que Kyu Jong se preocupaba por él, aunque intentó no malinterpretarlo y se dijo que habría hecho lo mismo por cualquiera. Aún así no podía evitar que su corazón le golpeara el pecho con una fuerza impresionante, tal como si estuviera luchando por salirse de su cuerpo. Luego de varios minutos, todas las heridas de Geun Suk estaba tratadas. Eso deprimió un poco a Geun Suk, porque eso significaba que tenía que irse ya de ahí. Se puso de pié y tomó su abrigo, que de hecho había quedado inservible.
G –“Gracias por todo Kyu Jong”
K –“Descansa, y por favor la próxima vez intenta pasear por otros rumbos” – Geun Suk asintió y se giró, pero justo cuando llegó a la puerta Kyu Jong agregó una frase que dibujó una sonrisa en su rostro –“Te veo mañana” – quizá no lo era, pero eso había sonado como una promesa para Geun Suk, y por supuesto que la iba a cumplir. No importaba qué, mañana regresaría al restaurante y volverían a verse de nuevo.
COMO ERA DE ESPERARSE, el desayuno se volvió algo escandaloso cuando la madre de Hyun Joong supo que Young Saeng se había desmayado. Su preocupación casi rebasaba la exageración, pero para Young Saeng era linda la forma en que aquella mujer cuidaba de él.
SRA. KIM –“¿De verdad no te hiciste daño?”
S –“Estoy bien. Ye Sung me llevó a la enfermería y me trajo a casa, ahora ya estoy perfectamente” – Hyun Joong tensó su mandíbula cuando escuchó a su esposo.
SRA. KIM –“¡¿Cómo puedes descuidar a tu esposo en esta situación, Hyun Joong?!” – Hyun Joong quería decirle que no lo había descuidado, quería decirle que estuvo cuidando de él por varios minutos pero que tuvo que resolver un asunto y había tenido que dejarlo sólo por un momento. Quería decirle todo eso, pero su orgullo fue más grande.
L –“Tenía asuntos qué atender. Además, él jamás logrará convertirse en enfermero si se desmaya por esas cosas tan simples” – dijo con indiferencia. Se puso de pié e hizo una reverencia –“Y si me disculpan, tengo que irme ahora” – tomó sus cosas y se retiró sin dedicarle una sola mirada a Young Saeng.
AQUELLA TARDE Sung min no tenía ánimos de volver a casa. No quería llegar y tener que lidiar con el mal humor de Kyu Hyun, porque parecía que últimamente cualquier mínima cosa que pasaba en casa le molestaba. Estaba tan cansado de pelear con él que prefería quedarse más tiempo en la facultad con sus amigos o quedarse en la biblioteca a leer un poco. Sin embargo ese día tenía algo importante que hacer, y por ello se encontraba frente a la casa de Jung Min. Lo meditó mucho durante la noche anterior y llegó a la conclusión de que definitivamente tenía que hablar con él lo antes posible. Tocó el timbre con sus manos temblorosas, y unos segundos después Jung Min abrió la puerta. Su expresión era de sorpresa, y no era para menos. Ellos habían logrado tolerarse por Hyung Jun, pero en realidad no se consideraban como amigos, por ello estaba tan sorprendido de verlo ahí.
SM –“Hola, Jung Min”
J –“Hola” – Jung Min rascó su nuca con nerviosismo y se movió un poco –“Es una sorpresa verte aquí. ¿Quieres pasar?” – dijo lo más amable que pudo.
SM –“Gracias” – Sung Min entró a la casa e inmediatamente tomó asiento en el sillón. Debido al embarazo ahora se cansaba con mucha facilidad, y el haber caminado hasta ahí lo había dejado exhausto –“Disculpa, el embarazo me agota demasiado” – dijo avergonzado –“Supongo que Jun ya te lo había contado”
J –“Sí, mencionó algo al respecto” – Jung Min pudo ver el semblante pálido de Sung Min –“¿Estás bien? ¿Puedo ofrecerte algo?” – Sung Min negó con la cabeza.
SM –“No, muchas gracias. Sólo necesito recuperar el aliento” – sonrió tímidamente y sobó sus piernas para que dejaran de temblarle –“Supongo que te preguntarás qué estoy haciendo aquí”
J –“Supongo que vienes a hablar de Jun”
SM –“Bueno, Jun tiene algo que ver, pero en realidad en esta ocasión es de mí de quien quiero hablarte” – Jung Min arqueó una ceja y cruzó sus brazos mientras observaba con desconcierto a Sung Min.
J –“¿De ti?”
SM –“Supe por Jun que tener un hijo no está dentro de tus planes”
J –“Sung Min, discúlpame de verdad, pero creo que eso es algo que debemos resolver sólo nosotros”
SM –“Lo entiendo, y créeme que no voy a intervenir o a intentar que cambies de opinión. Como dije antes, esto es más sobre mí y el futuro de mi hijo” – Sung Min sonrió con tristeza y empezó a jugar con sus manos –“Voy a ser directo contigo, el embarazo me está matando” – el primer pensamiento de Jung Min fue que Sung Min estaba exagerando, pero cuando vió las lágrimas en sus ojos supo que algo grave estaba pasando –“Yo sufro de anemia, y cada día que pasa mi cuerpo se está debilitando más. Los médicos dicen que no voy a lograrlo, ni yo ni mi bebé”
J –“Yo… no tenía idea” – murmuró Jung Min con un nudo en la garganta.
SM –“Siendo honesto sé que yo no voy a lograrlo, pero mi bebé puede salvarse. Lo sé, estoy seguro y voy a luchar porque él se salve” – Jung Min cayó sentado en el sofá, aturdido y descolocado –“Te preguntarás por qué estoy diciéndote todo esto, y la razón es simple. Quiero que cuando yo muera, Jun se haga cargo de mi bebé, quiero que lo cuide como su propio hijo. No confío en nadie más”
J –“¿Qué pasa con Kyu Hyun? Él es el padre de tu hijo” – Sung Min agachó la mirada y lloró con más fuerza.
SM –“Kyu Hyun no quiere al bebé. Al principio estaba feliz, igual que yo, pero cuando se enteró que voy a morir si continúo mi embarazo todo cambió. Él desprecia al bebé y quiere que aborte, pero yo no pienso hacerlo”
J –“¡Por Dios!”
SM –“Lo más probable es que termine separándome de él, y dudo mucho que quiera hacerse cargo del bebé”
J –“¿Jun sabe de esto?”
SM –“Jun sabe que el embarazo puede matarme, pero aún no le he dicho que mi deseo es que él se haga cargo del bebé, primero necesitaba hablarlo contigo. Sé lo que piensas de los hijos, y por eso quiero saber tu opinión”
J –“No entiendo”
SM –“Yo sé perfectamente que Jun va a aceptar sin importarle nada más, y es probable que eso signifique que tú te alejes de su lado, es por eso que necesitaba hablarlo primero contigo antes de decírselo a él” – Sung Min, desesperado, tomó las manos de Jung Min –“Yo no quiero ser el responsable de su separación, y es por eso que si tú me dices que no estás de acuerdo con esto yo lo entenderé y jamás le voy a hablar a Jun del tema. Sin embargo, si me dices que estás de acuerdo, yo voy a dar por hecho que cuando yo muera tú estás dispuesto a formar una familia con Jun y a convertirte en un padre para mi hijo. ¿Lo entiendes?” – Jung Min, completamente aterrado, se puso de pie y se llevó las manos a la cabeza despeinando su cabello y caminando por la sala.
J –“¡No puedes estar hablando en serio!” – exclamó –“Tú no puedes morir. Eres muy joven, tienes un esposo y…” – Jung Min sintió escozor en sus ojos y paró en seco –“¡Maldita sea Sung Min! ¡Simplemente no puedes morir!”
SM –“Tampoco quiero morir, pero si debo hacerlo para salvar la vida de mi hijo, entonces no pienso luchar” – Sung Min limpió sus lágrimas y sonrió con tristeza –“Piénsalo Jung Min, tienes unos meses antes de que deba tomar una decisión. Si realmente no estás dispuesto todavía puedo decirle a mis padres que se hagan cargo, pero debo confesarte que no me gustaría para nada que mi hijo tuviera una infancia tan severa como yo la tuve”
CERCA DE LAS 10 de la noche, Sung Min llegó al fin a su casa. Había decidido ir al médico para confirmar que todo estuviera bien, y para su fortuna tanto el bebé como él estaban en perfecto estado. Después decidió ir por informes sobre cursos de maternidad y demás cosas sobre cómo sobrellevar el embarazo. Estaba tan emocionado con todo eso que no se percató de lo tarde que era, ni de las 20 llamadas perdidas que tenía en el celular. Apenas cruzó la puerta, Kyu Hyun fue hacia él y lo envolvió en sus brazos.
KH –“¡Por Dios Sung Min! Me tenias muy preocupado, incluso estuve llamándote cientos de veces” – Sung Min se sintió emocionado al ver que Kyu Hyun estaba cariñoso, y no enfadado como los días pasados.
SM –“Lo siento, se me fue el tiempo. Hoy pasé a visitar a Jung Min porque tenía que reclamarle por hacer llorar a Jun” – mintió. Kyu Hyun se tensó y alejó el cuerpo de Min.
KH –“¿Por qué hiciste eso? ¡Sabes que no estás del todo bien!” – replicó. Sung Min sonrió para tranquilizarlo y le dio un fugaz beso sobre sus labios.
SM –“No pasa nada, el bebé y yo estamos bien”
KH –“Me alegra que tú estés bien” – sonrió y acarició la mejilla de su esposo.
SM –“Él también lo está. ¿No te alegras por nuestro bebé?” – Sung Min tomó la mano de Kyu Hyun y la colocó sobre su estómago; pero contrario a la reacción que esperaba, Kyu Hyun la retiró en un santiamén. Era como si su mano le hubiera quemado con sólo tocar su vientre.
KH –“No, Sung Min” – respondió con severidad –“Honestamente no me alegro, porque significa que tú no estás bien. Lo siento, en serio lo siento, pero no puedo alegrarme por esa cosa que te está arrancando de mi lado”
SM –“¿Cómo puedes ser tan cruel?” – dijo con lágrimas en los ojos –“¡Es tu hijo, Kyu Hyun!” – Kyu Hyun, harto de la misma discusión, tomó por los hombros a Sung Min.
KH –“¡¿Qué harías tú si estuvieras en mi lugar?!” – gruñó –“¿Permitirías que me dejara morir por salvar a una cosa que ni siquiera puedes ver?” – Sung Min lo miró aterrado, con el corazón adolorido y un nudo en la garganta –“¡Respóndeme Sung Min! ¡¿Permitirías que yo muriera?!”
SM –“¡No lo sé!” – gritó. Kyu Hyun quedó helado por unos segundos, después lentamente fue soltando a Sung Min.
KH –“Entonces… eso quiere decir que no me amas”
SM –“¡Por el amor de Dios Kyu Hyun! ¿Cómo puedes decir eso?”
KH –“No me amas Sung Min, simplemente no me amas. Yo tengo claro lo que siento, yo tengo claro que te amo más que a nada en este mundo y por eso no quiero que nada te pase”
SM –“No quise decirlo de esa manera”
KH –“Eso no importa. La situación aquí es que puedes renunciar a esa cosa que llevas en el vientre y que te está matando. Más adelante tenemos oportunidad de ser padres, pero tú prefieres morir y matarme a mí también”
SM –“¡No, Kyu Hyun! ¡No es así!” – Sung Min se acercó y tomó las manos de Kyu Hyun –“No puedo renunciar a él, es nuestro bebé. Tuyo y mío. ¿Eso no significa nada para ti? Intenta amarlo Kyu Hyun, estoy seguro que cuando nazca este bebé y lo tengas en tus brazos, en ese mismo momento se va a convertir en tu vida entera”
KH –“¿Sabes? Lo he pensado muchas veces, y he intentado amarlo como me pides, incluso cuando supe de su existencia yo lo amaba. Sin embargo, me di cuenta de que si él nace, entonces cada vez que lo vea recordaré que es la causa de que tú no estés conmigo. Yo no puedo amarlo Sung Min, simplemente no puedo amarlo”
TODO PINTABA PARA ser un día normal, sin embargo cuando Sung Min apareció con los ojos rojos y la expresión sombría todos supieron que algo había pasado. El siempre caballero Ye Sung fue quien se levantó y lo abrazó sin decir una palabra. Luego de unos segundos todos se encontraban sentados esperando escuchar el relato. Sung Min decidió confesarles a todos la verdadera situación con su bebé y con Kyu Hyun.
YS –“¡Kyu Hyun sí que es idiota!” – gruñó Ye Sung.
HC –“No estoy de acuerdo, sólo creo que se está dando por vencido” – repuso Hee Chul –“Sung Min, ¿en serio estás dispuesto a tener a ese bebé a pesar de saber que puedes morir por ello?”
SM –“¡Por supuesto que sí! No importa qué pase conmigo, sólo quiero que mi bebé esté bien”
DH –“Min, piénsalo un poco por favor” – agregó Dong Hae con los ojos llorosos –“No te digo que lo abortes, pero deberías buscar más opiniones. Deberías hablar con tu médico y buscar una forma de que ambos puedan vivir”
SM –“He hablado con Yong Hwa, él es un gran médico. Él no me da muchas esperanzas, pero dice que si logro subir mis niveles de hemoglobina podemos lograrlo”
S –“¡Excelente Min!” – Young Saeng abrazó a Sung Min con ternura.
SM –“El problema es que el bebé sigue creciendo, y yo sigo debilitándome muy rápido. En pocas palabras, el bebé está muy sano aquí adentro, pero yo me estoy muriendo” – Hee Chul se levantó en ese momento y dio un fuerte puñetazo en la mesa asustándolos a todos.
HC –“¡Vuelve a decir eso y seré yo quien te matarte!” – gritó. Hasta ese momento se había mantenido tranquilo, incluso indiferente con la situación, pero al escuchar decir a Sung Min que estaba muriendo encendió su furia. Lo cierto era que a pesar de ser un hombre que jamás demostraba sentimientos abiertamente, Sung Min se había convertido en un gran amigo para él y lo adoraba. Sus ojos empezaron a aguarse, pero se negó a dejar salir una sola lágrima –“Tú, Sung Min, a partir de ahora vas a triplicar esfuerzos si es necesario y vas a luchar más duro para que tú y ese conejito que llevas dentro vivan, ¿entiendes?” – Sung Min asintió –“Entonces sécate esas lágrimas y ponte de pie, de hecho todos pónganse de pie. Hoy no vamos a entrar al resto de las clases porque tenemos que celebrar que voy a tener un hermoso sobrino muy pronto”
YS –“No creo que sea buena idea ir a beber, puede ser…”
HC –“No hablo de ir a beber, Ye Sung” – interrumpió Hee Chul –“¿Acaso crees que soy un inconsciente?” – replicó indignado –“Lo que quiero decir es que vamos a ir a mi nueva casa y yo mismo voy a preparar comida saludable que Sung Min y el bebé puedan comer sin problemas” – Sung Min fue el primero en ponerse de pie. Se limpió las lágrimas, sonrió ampliamente y levantó ambos pulgares.
SM –“No voy a deprimirme más. ¡Mi bebé y yo queremos celebrar!” – Young Saeng se levantó, mordió su labio y empezó a jugar con sus dedos con timidez.
S –“Yo… en realidad no sé si pueda acompañarlos. Estoy casado y no creo que sea correcto salir con tanta frecuencia” – Hee Chul de inmediato puso una mano frente al rostro de Young Saeng y la agitó en repetidas ocasiones.
HC –“¡Oh, no! Tú vienes con nosotros” – sentenció –“Sólo dile a Hyun Joong que será algo sano y sin alcohol y estoy seguro que no se negara, incluso puedes invitarlo, dudo que Min se niegue”
SM –“Yo no tengo problema con eso” – aseguró Sung Min. ‘¡Pero yo sí que tengo grandes problemas con ello!’ pensó Ye Sung mientras se cruzaba de brazos.
DH –“¡Mira eso Saeng!” – exclamó Dong Hae –“Creo que lo llamamos con la mente. Hyun Joong está justo ahí” – Hyun Joong iba caminando a sólo unos metros de ellos. Young Saeng no dudo en ir con él y avisarle de los planes.
S –“Hola Hyun” – saludo alegremente. Hyun Joong lo miró, pero no dijo nada –“¿Sabes? Sung Min tuvo un problema con su esposo y nosotros queremos animarlo un poco. Hee Chul se ofreció a hacer una comida en su casa para todos nosotros, incluso dijo que tú estás invitado”
L –“No cuentes conmigo”
S –“Entonces, ¿está bien si voy con ellos?” – Hyun Joong logró ver que el resto de sus amigos no estaban lejos, y no le habría importado de no ser porque su mirada se cruzó con los ojos retadores de Ye Sung.
L –“No eres un niño para preguntarme cada mínima cosa, ¿o es que acaso no puedes decidir por ti mismo si yo no estoy? Puedes hacer lo que quieras Young Saeng, a mí no me importa en lo absoluto. ¡Es tan molesto que me molestes por este tipo de cosas!” – pronto la pareja se convirtió en el centro de atención. Hyun Joong no le dio importancia a este hecho, pero Young Saeng sintió su rostro arder por la vergüenza. Se sintió tan humillado que de pronto la vergüenza se convirtió en rabia, la cual no pudo contener.
S –“¡BIEN!” – gritó –“¡Haré lo que yo quiera!”
EN CUALQUIER OTRA situación, Hyun Joong se quedaría en casa esperando impaciente a que su esposo regresara; sin embargo la espera era tan inquietante que incluso lo asfixiaba. Jamás en toda su vida se había sentido tan inquieto como ahora. De hecho, últimamente le estaban sucediendo una serie de cosas que ni él mismo siendo un genio lograba comprender; justo como ahora, que no sabía cómo había llegado al restaurante del padre de su esposo.
K –“Aquí está la cena” – Kyu Jong, curioso, se sentó frente a él –“Es un poco extraño verte aquí solo. ¿Dónde está Young Saeng?” – Hyun Jong frunció el ceño y metió un bocado a su boca mientras elevaba los hombros –“¿No sabes? ¿Va todo bien en su matrimonio?” – Hyun Joong volvió a elevar los hombros.
L –“En realidad no lo sé” – admitió después de un rato –“Últimamente no tengo ni la menor idea de qué demonios está pasando conmigo, y eso es frustrante”
K –“¡Vaya! Incluso los genios tienen cosas que no entienden” – murmuró burlón.
G –“¿Quieres hablarlo?” – inquirió Geun Suk, quien acababa de llegar con una botella de vino –“Podemos beber un poco mientras nos cuentas qué pasa” – Hyun Joong asintió.
K –“Bien, suéltalo genio. ¿Qué hiciste esta vez?” – esa pregunta disgustó a Hyun Joong, pero en ello había algo de razón. Esta vez él había actuado mal y estaba consciente de ello.
L –“Bueno, creo que últimamente no he sido yo mismo y me he comportando como un idiota” – Kyu Jong se vió tentado a reírse, pero ver al que una vez fue su rival de amores tan angustiado lo hizo preocuparse –“He tratado a Young Saeng fríamente, y le he dicho cosas que en verdad no quería decir”
K –“¡Te advertí que no le hicieras daño!” – replicó Kyu Jong.
G –“Tranquilízate Kyu Jong, dejemos que Hyun explique cómo sucedió todo”
L –“No hay mucho qué explicar” – Hyun Joong bebió un sorbo de vino para aclararse la garganta antes de seguir –“Desde que apareció ese tipo, Ye Sung, me siento extraño. Siempre que lo veo me siento irritado y con unas ganas tremendas de darle un puñetazo en el rostro, especialmente cuando lo veo portarse tan atento con mi esposo. A mí me parece irritante, sin embargo parece que Young Saeng está encantado con ese tipo” – en esta ocasión Kyu Jong no pudo reprimir su risa, incluso Geun Suk también echo a reír. Hyun Joong los fulminó a ambos con la mirada –“¡¿Se puede saber qué es lo que les resulta tan gracioso?!”
G –“Hyun, ¿realmente no lo entiendes?”
L –“Pues no Suk, francamente no lo entiendo”
K –“Lo que sucede aquí es que tú estás celoso”
L –“¿Celoso? ¿Yo celoso?” – Hyun Joong bufó –“¡Por supuesto que no! ¡Eso es absurdo Kyu Jong!”
K –“Escucha, genio. ¡Gracias a ti me he convertido en un veterano de los celos por más de 5 años! ¿Crees que no sé de lo que hablo? Yo reconozco los celos; y tú, amigo, estás muriendo de los celos al imaginar que algo pueda pasar entre Saeng y ese tipo” – Kyu Jong volvió a reír –“Creí que no sería posible, pero incluso el genio, el alien de hielo, está sufriendo de una enfermedad que lo enloquece llamada celos”
LA COMIDA QUE SUPONÍA ser para una celebración terminó siendo una reunión de quejas y lamentos. Sung Min volvió a llorar por su situación y Hee Chul volvió a quejarse de su reciente acosador. Young Saeng por su parte, decidió lamentarse en silencio y escuchar atentamente. Así fueron pasando las horas, hasta que el sol empezó a ocultarse en el horizonte y la noche empezó a caer.
YS –“¿Sabes algo, Young Saeng? Ya no puedo soportar esta situación”
S –“Bueno, tenemos que tener fe en que Sung Min va a lograrlo y que Kyu Hyun pronto va a recapacitar”
YS –“Es verdad que Sung Min me preocupa, pero esta vez no me refería a él. Claramente estoy refiriéndome a ti” – dijo mientras lo miraba fijamente a los ojos –“Dime algo, pequeño Saengie, ¿por qué te casaste con un tipo como él?” – Young Saeng quedó mudo. Hubiera querido decirle que se casó porque su amor unilateral de años había sido correspondido, pero debido a la situación se sintió incapaz de decirlo. Entonces, él mismo se preguntó por qué se casó con Hyun Joong. En realidad ahora no había una respuesta convincente para esa pregunta –“Lo siento, pero yo no creo que él te ame” – Ye Sung sabía que eso podía herir profundamente a Young Saeng, pero ya estaba cansado de verlo sufrir a diario por la frialdad del hombre que decía amarlo –“Si él te amara en verdad te trataría mejor, si él te amara de verdad te ayudaría con tus prácticas y te apoyaría en todo momento. Y si él te amara de verdad jamás te haría llorar” – Young Saeng lo miró y en ese momento Ye Sung quiso golpearse a sí mismo.
S –“Pero… Hyun es así, siempre ha sido así” – Ye Sung quiso retractarse de sus palabras y decirle que tenía razón, pero en verdad no estaba dispuesto a volver a ver llorar al chico de hoyuelos seductores a causa de Hyun Joong.
YS –“En ese caso… temo decirte que Hyun Joong nunca te ha amado” – sabiendo que Ye Sung podía tener razón, Young Saeng se levantó e hizo una reverencia.
S –“Creo que ya es muy tarde, debo irme a casa” – no esperó que nadie le respondiera, pues salió lo más rápido que sus piernas temblorosas le permitieron.
KIM HYUNG JUN tenía las rodillas temblando cuando atravesó la puerta. Él había ido sólo por curiosidad, pero se encontraba hecho un manojo de nervios porque sabía que si Jung Min se enteraba que estaba en ese lugar a punto de verse con aquel hombre seguro que se enfadaría mucho. Intentó alejar aquellos pensamientos y se sentó.
KIM HYUN JOONG, un genio con muchas cualidades que siempre había tenido cada aspecto de su vida bajo control absoluto, ahora se encontraba frente a la primera situación que no podía controlar. Si Kyu Jong tenía razón, él había sido infectado por una extraña enfermedad que puede enloquecer a los genios llamada ‘celos’. Llegar a esa conclusión no lo hizo sentirse mejor, más bien lo había dejado mucho más confundido que al principio.
¿Cómo se lidiaba con los celos?¿Había realmente una forma lo suficientemente efectiva para acabar con ellos?
Quizá entonces llegan las dos preguntas que más inquietaban a Hyun Joong.
¿Los celos se debían al miedo de poder perder el amor de Young Saeng para siempre? De ser así, ¿qué haría si un día Ye Sung de verdad lograba arrebatarle el amor de Young Saeng?
EL FRIÓ PEGÓ DE GOLPE en las mejillas regordetas de Young Saeng cuando salió de la casa, y más aún porque ya no pudo más y rompió en llanto. Caminó con rapidez por la cera de la calle iluminada sólo con tenues luces de los faroles, por ello casi no se distinguía nada, pero eso no lo hizo detenerse. Sin embargo, lo que sí lo hizo detenerse fueron unos brazos que rodearon su cintura desde atrás. Al principio se quedó rígido y no supo cómo reaccionar, pero pronto reconoció el dulce aroma de la fragancia que utilizaba Ye Sung.
YS –“Perdóname, por favor perdóname” – dijo en un susurro.
S –“Tienes razón, Ye Sung. Tal vez él no me ama, ¿por qué se casó conmigo entonces?”
YS –“No más, por favor. Te suplico que ya no llores más por él” – Ye Sung se apartó y obligó a Young Saeng a girarse. Entonces, teniéndolo de frente y tan cerca, decidió revelarle lo que su corazón le había gritado desde que lo conoció –“Te quiero” – dijo mientras acariciaba su rostro –“Estoy enamorado de ti” – lo atrajo en un abrazo y se aferró a él como si su vida dependiera de ello –“No regreses con él. Divórciate y déjame hacerte feliz”