Otabek miró preocupado su celular, parecía que su pareja no se la estaba pasando bien.
El moreno conocía el talento de Yuri y su carácter, conocía bien lo insufrible que podía llegar a ser, se habían conocido hace tanto tiempo que simplemente sabían a la perfección lo que el otro pensaba con solo ver sus gestos, por lo mismo sabía bien que su omega pronto terminaría por explotar, olvidando como debería comportarse
—¿Qué te aqueja hermano? — La voz del mayor obligó a Otabek a volver a la realidad, JJ estaba en la puerta, mirándolo con una sonrisa en los labios. — pensé que tener los permisos que tu pareja necesita te tendría feliz, pero parece ser todo lo contrario.
—No es eso Jean. — el mayor hizo una mueca, odiaba el tono que Otabek solía usar para nombrarlo. — ¿papá te mandó a llamar?
—Insiste en que es minuto que encuentre una pareja y siente cabeza, que no puedo seguir dando vueltas por el mundo como un soltero. — JJ se sentó mirando al piso, esperando las palabras del otro.
—En realidad es aconsejable, eres el hijo mayor…
—Sabes que eso no es lo que interesa a nuestro padre, el siente que es un poco deshonroso que alguien como yo sea su hijo.
—Debes dejar de ser tan duro con él. — Otabek se sentó sobre la cama y miró a su hermano. — ¿Aún quieres encontrar a tú omega? Pensé que después de lo que pasó con Yuri te habías rendido.
—Acepte lo de Yuri, solo por ustedes, eres mi hermano, era realmente estúpido que obligaran al pequeño omega a casarse conmigo, cuando obviamente eres su alfa.
Ambos se quedaron en silencio, ese episodio había sido bastante difícil para su familia, semanas después la madre de JJ había muerto, dejando no solo a un chico de 16 años con el corazón roto, además era huérfano, había perdido a la única persona que lo había amado de forma incondicional.
Otabek había estudiado por años en el extranjero a petición de su madre, quien evitaba por todos los medios que se mantuviera en la casa cerca de su hermano mayor.
Su padre le había pedido que volviera, haciéndole saber que se haría pública el compromiso de su hermano, con el pequeño omega que de alguna forma su padre había conseguido le asignaran.
Su casa estaba repleta de personas, todos haciendo ruido, era algo que realmente incomodo, sabía que sería un evento importante y que probablemente no eran solo ellos los que estarían presentes. Sonrió pensando en cómo debía sentirse el mayor, en como probablemente este se sentía el Rey del lugar.
Otabek tocó la puerta, siendo rodeado por los brazos de su hermano en cosa de segundos, JJ y el habían sido realmente cercanos, cuando su padre había mandado a JJ a Canada con sus abuelos Otabek había llorado por semanas, tenía 5 años y su hermano mayor se iba lejos, luego cuando JJ pudo volver, fue turno de Otabek para ir lejos.
—Hermano. — JJ aun lo rodeaba entre sus brazos, para Otabek fue sorprendente ver que su hermano se había convertido en todo un hombre, que el tiempo había marcado sus facciones, en que sus voz era unos tonos más dura que antes. —te he extrañado.
—Jean, me hiciste falta hermano.
Ambos hablaron por varios minutos, hasta que las dudas de Otabek se hicieron presentes. —Hermano, cuéntame, ¿quién es el Omega? Papá se escuchaba feliz, no entiendo…
—Mamá está muriendo…—Jean lo interrumpió, con gesto desolado en el rostro. —Lo único que le pidió a papá es que me deje ser feliz, que me ayude a ser alguien bueno.
—Hermano lo siento, yo no sabía. —Otabek sabía que su hermano había crecido lejos de su madre, por todo lo que había pasado años antes, pero no era justo, la mujer siempre había sido una gran persona y ahora simplemente estaba muriendo.
— El omega, se llama Yuri, es un angel, su cabello es rubio, como rayos de sol, te juro que nunca vi algo tan bello como él, aun no tiene su primer celo, pero quiere que desde ya sea oficial.
Otabek sonrió pensando en su hermano y en lo melancólica que podía llegar a ser su sonrisa.
Cerca de las 7 su padre les pidió bajar, cuando un dulce aroma lleno el pecho de Otabek, al pie de las escaleras pudo reconocer a un joven, su aroma lo llamaba y su pecho simplemente saltaba por la emoción, la corbata le cortaba la respiración, el muchacho rubio lo miraba con el rostro sonrojado, ambos se acercaron bajo la atónita mirada de sus familia.
El muchacho jadeaba, mientras su aroma se esparcía por el aire.
JJ no necesito mirarlos mucho más, su hermano había encontrado a su omega, tomó la mano de su madre y le sonrió, para acercarse a su mejilla y luego de un sonoro beso susurrarle. —perdóname mamá, creo que no seré yo el que se comprometa hoy.
—Lamento lo que paso con Yuri, Jean, ese día nuestros cuerpos solo se volvieron locos, quería que nadie lo mirara —pero JJ se puso de pie alejándose de la cama
—Me alegra que no le llegará el celo ese día, te imaginas la cara de todos, mientras amos, no te pongas a pedir disculpas cuando ha pasada tanta agua bajo el puente, él es tú omega destinado, no creo que yo fuera alguien que pudiera hacer feliz a la damisela…
—No lo llames así…
—Al menos déjame bromear contigo hermano. —el ruido de la casa terminó por llamar la atención de ambos. — me gustaría viajar contigo a Japón.
—Jean, sabes que no voy…
—Sí, lo sé, pero prefiero estar lejos de casa por este tiempo. — Otabek se quedó en silencio, pero podía que era de esas pocas veces en que su hermano le estaba pidiendo un verdadero favor, no podía dejar de dudar, Yuuri no se llevaba bien con él, no quería indisponer a su pareja. — solo déjame viajar contigo, me quedaré en un hotel, no te llamaré y no te molestaré, hemos estado lejos tanto tiempo, al menos quiero permanecer en el mismo país que mi hermanito unos meses.
Otabek sabía que su fuerza flaquearía, no negó más, sabiendo que si no su hermano terminaría haciendo alguna estupidez, hasta hacerlo aceptar, aunque en el fondo deseaba que él pudiera ser feliz, que encontrara eso que él había compartido con Yuri al verse por primera vez.