— ¿Nikolai?— arg, como detesto que me despierten. Conozco la voz de la empleada que hace el aseo. Nadie más en esta cada me llama Nikolai. Ruedo en la cama, cubriéndome la cabeza con el grueso cobertor— su padre le está esperando.
— Ya voy— gruño. Estúpidos vampiros que no se quisieron largar de mi habitación. ¿Para qué carajo me quiere mi viejo ahora? ¿Qué mierda es tan importante que no puede esperar a que me levante yo? Solo meto los pies en los zapatos y camino a la salida.
— hare el aseo… ¿no sabe dónde están las llaves de las habitaciones?
— Ni puta idea— están en mi mochila para variar. Mishka llega, dando saltitos.
— algunas puertas están trabadas.
— no se— respondo, pasando de largo. Mi viejo no está en la sala, pero lo escucho en la cocina. No tengo hambre, quiero dormir como en coma todo el día. Tengo que aguantar a Drew y al idiota ese ahora también.
— ah, Niko…
— ¿Qué quieres?— me dejo caer en una de las sillas, alcanzando la caja de cereal. Meto la mano para agarrar un puño y llevármela a la boca.
— ¿estás bien?
— ¿ah? Claro que si ¿me veo mal?
— no, no es por eso. Me han dicho que has ido frecuentemente al hospital, pero no te he visto— tsk, como no. Sé que le preocupo al viejo, pero la verdad para mí es muy agobiante estar con él ahora— ¿pasa algo?
— no... Espera, sí. Tengo un proyecto final sobre empleos, ya vez como se ponen de pesados con esa mierda, no quiero quebrarme la cabeza si puedo hacer el trabajo en el hospital.
— ah, era eso— mucha gente cree que nos parecemos, pero yo nunca he pensado que nos parezcamos— está bien entonces. Les diré a algunas personas para que hablen contigo.
— no lo ocupo.
— no te preocupes— joder que no me preocupo, pero no pienso ni de broma hacer un trabajo falso por alguien como ese imbécil. Idiota Drew, me las cobrare si tengo que escribir una sola palabra del supuesto trabajo.
— ¿vas hoy al hospital?
— sí.
— Voy también— anoche, el imbécil dijo que si queríamos que las cosas salieran bien ocupamos que Drew no esté hambriento. Y hace como dos noches se acabó la última bolsa de donación que traje. No lo hago por ese imbécil.
— Acaba de desayunar y nos vamos— Drew es muy idiota para que las cosas vayan mal sin ayuda, vamos, o sea ¿de entre todas las personas que estaban esa noche en el bar tenía que ser Drew al que mordieran? Si eso no es tener mala suerte entonces sí que es idiota por dejarse morder.
Bueno, eso ya no es mi asunto. Lo que quiera ese idiota no es interesante para mí, claro eso pensaba antes de que involucrara al tonto de Drew. Ojala no hundiera venido nunca, solo traerá problemas y el idiota de Drew es tan ingenuo… ah, la receta ¿Dónde dejaran esas cosas? Solo porque es divertido todo esto es que lo hago, Drew es mi amigo y aunque será un tarado y además gay, bueno me agrada lo suficiente para preocuparme un poco por él.
— ¿Tienes trabajo?— pregunto, cuando al fin llegamos al maldito hospital. Ni me interesa si va y abre el estómago de alguien o solo le da pastillas para la tos, solo quiero saber si mi viejo no me estará siguiendo todo el maldito rato.
— sí, tengo unas cirugías menores, pero puedo hablar antes con…
— ya te dije que no. no ocupo tanto, solo unas cosas— me quejo, saliendo del carro apenas se para— solo iré a dar una vuelta por ahí— ¿Por qué es tan fácil robar en un hospital? Si no tuviera que seguir llevándole estas cosas a Drew ya me habría burlado de todos ellos.
No llevo más para esos dos, solo para Drew. Me da lo mismo si van y muerden a quien sea ¿y Drew? En algún momento tiene que hacerlo también, a mí no me gustaría vivir bebiendo de estas cosas por quien sabe cuánto. Solo pensar en beberla me da asco. ¿Vivir para siempre? Jamás, nunca si puedo evitarlo. ¿Para qué prolongarla? Como si vivir sesenta o noventa años no fuera mucho. Entiendo muy bien porque Drew quiere matarse, asusta vivir tanto. ¿Para qué quiero vivir tanto? Como si la vida fuera tan interesante como para vivir tanto.
Y si al final uno termina como ese imbécil, mucho menos.
La casa no está sola cuando llego, las empleadas andas de allá para acá con el aseo. Ah, ¿Qué tengo que hacer ahora para que no me vean escondiendo esto en el refrigerador? Arg, demasiadas molestias por ese torpe de Drew. Me debe una muy grande solo por esto. Me toma solo como treinta segundos meter todo como sea en lo primero que veo y que sé que no se usara.
Ahora solo quiero regresar a dormir. Ah, mi cama. Sin quitarme nada me dejo caer sobre ella, suspirando de placer. Como detesto a ese vampiro, nunca me llevare bien con personas como él.
Está dañado, lo sé.
Nunca se puede confiar en la gente así, yo no confiaría en él, ni en mí. Él solo hará que todos hagan lo que quiere sin importarle nada más. Antes me habría valido un pepino lo que dijera, pero, joder, justamente tenía que ser Drew el idiota que eligió para lo que sea que quiere. Ojala estuviera tan muerto como se supone debe estar.
Muerto… muerto como Drew. ¿Cómo matas a un vampiro? Córtale la cabeza. Quémalo hasta que queden solo sus cenizas. Atraviésale el corazón con una estaca… o algo lo suficientemente puntiagudo.
Ah, si el muriera todo seguiría tan sencillo como siempre. Si tan solo él muriera…
Joder, ¡Claro que él puede morir! ¿Acaso no compre esa cosa para cazar vampiros? Ja, no debe ser muy difícil clavarle lo que sea mientras siga siendo de día. ¿Dónde lo deje? Ah, ya. Aun son las seis, hay sol. Solo enterrarle una estaca, y si puedo, también esa chica se va. Tengo las llaves, tengo la estaca… bien dije que no deberían confiar en mí.
La habitación que está cerrada esta junto a la que usa Drew ¿no habrá cambiado? Bah, qué más da, si no es solo me salgo y ya. Esto es muy divertido ¿Por qué no lo había hecho antes? La puerta rechina un poco cuando la cierro. Mierda, esta tan oscuro aquí adentro… pero puedo ver una cosa sobre la cama. Pequeño… ¿es la chica? Sí, es esa. ¿Debería matarla ahora? ¿Dónde quedo ese imbécil? Iugh, espero que no esté con Drew o definitivamente también le cortare la cabeza a Drew, le dije que no hiciera mariconadas en mi casa.
— ¿Qué planeas hacer exactamente con eso?
— Mierda— murmuro, sintiendo como se me enchina la piel por la sorpresa. Ah, maldito bastardo, debería estar como muerto en algún lugar. Pero no, el muy imbécil está solo, sentado, en la silla del tocador, con los brazos cruzados. Me recuerda a la actitud que toman las personas cuando van a darte un sermón por hacer algo supuestamente mal.
— ¿y bien?
— Es obvio ¿no?— levanto la daga, que venía en el dichoso equipo— ¿Por qué no estás como ella?
— tenía varias décadas sin ver uno de esos, que nostalgia.
— ¿y a mi qué? ¿Por qué estas moviéndote? Haces más difícil que te mate.
— oh ¿quieres que me quede quieto? No seas ridículo. No todos los vampiros ocupamos dormir tanto y mi presagio fue correcto, hice bien en no confiar en ti.
— tsk ¿y? ¿Vas a matarme ahora?— no pienso disculparme por nada con él. No soy hipócrita, lo quiero bien muerto y si digo que lo siento o que no era mi intención…. Pff, sonare como un mocoso que no sabe lo que quiere.
— Me gusta tu osadía— ¿Q…? ¿Cuándo…? Su mano aprieta mi garganta. Malnacido… ¿Quién le dijo que podía…?— sí, me gusta esa mirada. ¿Sabes? Sería muy fácil matarte, con apretar un poco aquí— me cuesta respirar, pero no voy a rogarle. Si me va matar que lo haga y ya— pero me sirves más vivo.
— yo no voy a servirte— le digo, sin mostrarle miedo. No siento miedo de él.
— chico, ah, mejor olvídalo. Dile a tu amigo que haga bien las cosas y nos iremos de aquí pronto.
— deberías hacer las cosas tú, idiota.
— un humano no entendería esto. Bueno, Niko espero que esto no vuelva a repetirse.
— no me llames así, te dije que soy Nikolai— solo a unas cuantas personas les dejo que me llamen así, y este no es una de esas personas.
— Que aburrido— arg, que sujeto tan insoportable. Tendré que buscar alguna otra manera de deshacerme de él, ahora me largo no soporto estar con él más tiempo o de plano intentare clavarle esto en la garganta. O donde sea, da lo mismo.
— ¿Cómo sabias que iba a venir?— no puedo evitar preguntarle. Drew será un completo fiasco como vampiro, y por muy insoportable que sea este payaso, pues algo sabrá. Que me diga que, para no repetir el error de hoy.
— conozco bien a los humanos, he vivido con ellos mucho, mucho tiempo. Puedo saber casi con certeza sus debilidades, sus anhelos… los humanos son tan patéticos a veces.
— lo dices como si no hubieras sido humano.
— Nunca fui humano— ridículo. Ah, que idiota soy ¿Por qué no solo abrí la ventana y ya? Ya que, igual ese imbécil no me hubiera dejado llegar hasta allá.
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— ¿quieres sentarte de una vez? Estas comenzando a molestarme.
— lo siento, estoy nervioso.
— Tsk— Drew no para de caminar de un lado a otro en el espacio que le deja mi sala. Anoche ese par le dijo que hoy pondrían en marcha su plan para que al fin Drew fuera con los supuestos otros vampiros— te juro que si vomitas te volveré a matar porque no sé cómo carajos explicar la mancha de sangre que vomitaras.
— no voy a vomitar.
— pues parece. Estas pálido— bromeo, viendo que no me entiende el chiste— solo haz lo que dice el tarado y ya.
— pero ¿y si me ponen hacer algo que no se?
— vas a una guarida de vampiros, no a una audición de talentos.
— Niko…— se queja, como siempre. Si fuera otra persona ya la hubiera golpeado por decir mi nombre con ese tono. Ja, siempre quise golpear a Drew, muchas veces me desesperaba como se portaba, y si nunca le pegue es porque de seguro se pondría a llorar como nena. Golpear a Drew se sintió bien. — tienes razón.
— pues claro ¿Qué esperabas?
— No quiero hacer esto— susurra, dejándose caer en el sofá. Umm, realmente se ve más mal que de costumbre— ni siquiera fui a hablar con mis padres.
— eh… no creo que vayas a morir o re morir, bueno entiendes ¿no? al menos no hoy.
— ¿eso va a animarme?
— no sé, es todo lo que tengo. Tómalo o déjalo— Drew sonríe. Ahora puedo notar sus colmillos cada que sonríe. Aun quiero que un dentista me haga unos así, se ven realmente geniales.
— ¿Qué es lo que van a tomar?— la chica vampiro, Ana o como sea entra por quién sabe dónde, solo la veo en la sala, mirándonos con curiosidad. Mishka se le acerca despacio, pero moviendo la cola.
— Nada— responde Drew. Parece que quiere preguntar algo mas pero no se atreve ¿Por qué no solo preguntas y ya?
— Ya estamos— y ahí está el imbécil mayor.
— eh, ¿no…? bien.
— ¿Qué se supone que va pasar ahora? Ya sé que irá a esperar como tonto a que alguien llegue por él pero ¿es necesario lo otro?— la mirada agradecida que me dirige Drew solo hace que quiera golpearlo ¿por qué no preguntas tú, idiota?
— es para darle más realismo. Ya que no quisiste morderla de verdad, solo di que lo hiciste. Estas alimentado y eso, di que todos los cadáveres que encontraron son tuyos— la voz del imbécil se escucha exasperada. No sé cuántas veces ya se lo repitió a Drew— ahora vamos.
— ¿no es muy ridículo ese plan? Ella…— señalo a la chica— dijo que podía seguir olores como si fuera un perro, ¿Cómo sabes que no van a reconocerte?
— vaya, también eres listo— ¿Cómo que también? ¿Por quién rayos me toma este sujeto?— pero todo está calculado. No van a aparecer justo en cuanto lleguemos, Anya ha estado dejando pistas, quizá no encuentren a Drew esta noche.
— si no pasa nada regresare a las cuatro treinta— repite Drew, parece que lo aprendió de memoria.
— ¿lo ves? No tienes nada de qué preocuparte.
— No estoy preocupado— es la verdad, me importa poco que las cosas salgan mal y se le eche a perder todo su estúpido circo. Lamentare si Drew muere, pero vamos, él solo se metió en esto.
— ¿Vas a venir?
— Me queda de camino— me encojo de hombros. También tengo una maldita curiosidad por saber que tanto hicieron que, joder tengo que ir. Somos los últimos en salir, afuera está nublado pero no creo que vaya a llover. Alemania tiene un clima muy raro. Caminamos en silencio un buen rato, Drew parece que vomitara o se desmayara. Sería muy gracioso si hiciera cualquiera de las dos.
— Llegamos— dice la chica. Es un callejón, oscuro para variar ¿no puede ser menos cliché? No sé, ¿una plaza pública o algo así? No hay personas tampoco, esto sí que parece la escena perfecta para un crimen o un vampiro.
— parece que no ha llegado nadie ¿Anya?
— Todo bien— Wow ¿Eso es lo que creo que es? Maldición, si, esa es la pierna de alguien. Y por el zapato de tacón podría pensar que es una mujer. ¿Está muerta de verdad? Interesante… ¿Qué mas habrá en ese callejón?
— Niko… ¿Podrías irte ya?
— ¿eh? ¿Por qué?— me detengo a unos pasos de entrar en el callejón, sin quitar la vista del cadáver. Ahora puedo ver la otra pierna, doblada en modo poco natural.
— solo…
— tsk, ¿no puedes esperar? No voy a quedarme tampoco.
— umm, Drew tiene razón, Anya… ¿podrías encargarte de que nuestro problemático Niko no se meta en problemas esta noche?— ¿ah? Como si me metiera en problemas por gusto, además ¿de que me tendría que cuidar? ¿De morir de aburrimiento?
— claro.
— oigan, no pueden…
— Vamos— la chica me da unos empujoncitos. Si fuera un chico, ya le habría dado un puñetazo en la cara.
— como quieran— me doy la vuelta, y la chica me sigue. Pues ya que, tampoco quiero verme involucrado con esos sujetos y tengo que ir a los ensayos con Carol.
— ¿A dónde vamos?
— ¿Qué? Tú vete a donde quieras pero vengas conmigo.
— Soren me dijo que fuera contigo.
— y luego dices que no eres su perra. Haz lo que quieras— si algo he de decir de esta chica, es que es muy silenciosa. Ni siquiera sus pasos suenan en las calles. Tengo que tomar un autobús para llegar a la casa de Carol, era mentira que me quedaba de paso.
— ¡Llegas tarde! ¿Cómo crees que vamos a iniciar sin el guitarrista?— dios, como grita esta chica. Carol está molesta, no ha podido hacer las supuestas audiciones para encontrar quien toque el violín en la banda.
— pues sin guitarra, dah.
— solo cierra la boca y ponte a tocar.
— sí, sí.
— hey Niko ¿Quién es ella?— mierda, me olvide por completo de esta chica. No ha dicho nada, solo está de pie, sonriendo.
— Soy su novia— ¿ahora qué mierda…? Todos me miran como si me hubiera puesto a recitar poemas de amor en medio del lugar.
— pff, ya quisieras. Solo viene conmigo, ignórenla— ruedo los ojos, suspirando— se llama Ana o algo así.
— Anya.
— Como sea— le contesto, yendo por mi guitarra.
— No seas tan idiota con ella— alguien me da un golpe en el brazo, pero da lo mismo. No me voy a poner a seguirle el puto jueguito este.
— No me molesta, ya sé que él es así— la voz de la tal Anya detiene la discusión que había entre Carol y los demás.
— sí, sí. Solo siéntate y quédate callada— le digo, y antes de que empiecen a gritar de nuevo, los sonidos de mi guitarra ahogan cada ruido. La música ahoga todo lo demás.