Estoy esperando a mi hermana. Me cuesta mucho no irme a la casa de Niko, aunque sé que Anya está con él, ya no quiero pasar mucho tiempo lejos. Mi hermana es quien me llamo, o más bien a Niko, porque no tengo idea de donde deje el teléfono. Él amenazo con golpearme si no hacía que mi hermana le dejara de molestar. Sé que a Niko no le molesta mucho estar con Victorie, pero… creo que Niko ya se dio cuenta que mi hermana también sabía sobre lo que yo siento por él, y no se lo tomo muy bien que digamos.
Veo entrar a Victorie, ella no me ve inmediatamente y tengo que levantar la mano para que me vea y camine hacia mí.
— Drew ¿Cómo está eso de que no tienes teléfono? Es difícil estar buscándote por medio de Niko. Hoy fue muy grosero— se queja, cruzándose de brazos apenas se sienta.
— ah, si… Niko no está de buen humor últimamente.
— Él no era grosero conmigo— más bien, Niko no tiene idea de cómo tratar con una chica.
— ¿Qué vas a pedir?
— ¿Tú no vas a comer?— la comida me da asco, pero al menos todavía puedo disimular un poco.
— iré con Niko cuando termínenos, comeré allá— quizá si llevo suficientes papas fritas… ¿Por qué sigo con esto? Victorie se levanta a pedir.
— ¿Y bien?— me dice, regresando— ¿Por qué está molesto Niko?— ella me ve, sé que no dejara que me vaya sin haberle dicho, pero Victorie es la única que sabe todo lo referente a Niko, nunca le oculte nada.
— se entero de que le gusto.
— ¿¡En serio?!
— Shh, no grites. Pero si, y no, yo no se lo dije— le digo antes de que pregunte. Por la cara que pone, se no qué sabe si reír o sorprenderse. Al final solo sonríe un poco, puedo ver la emoción brillando en sus ojos. Ah, las mujeres son demasiado románticas.
— ¿entonces ya están saliendo?— pongo los ojos en blanco.
— por supuesto que no. ojala hubiera sido así— ahora sí, Victorie ríe.
— eso te hubiera gustado mucho. Entiendo porque estaba molesto entonces, aunque no entiendo porque. Niko no es una persona violenta— ¿estamos hablando del mismo Niko? Seguro que no— entonces ya lo sabe… ¿y te sigue hablando?
— sí, aunque creo que en cualquier momento va a golpearme.
— bueno… pudo ser peor. Si sigue hablando contigo entonces ya paso la peor parte— la miro con todo el escepticismo que soy capaz de reunir.
— dudo que Niko sea como los chicos con los que has salido.
— no me reclames a mí, hermanito, eres tu quien eligió al chico mas difícil que pudo encontrar— arg, odio que tenga razón. Los primeros meses después de que comencé a sentir algo por Niko intente salir con otras personas, no funciono— pero Niko me agrada.
— sí, espero que yo le siga agradando. No ha querido hablar sobre eso.
—Claro que no querrá hablar sobre eso. Ósea, se supone que eras su amigo— no lo digas como si hubiera hecho algo malo— y en cambio, pasaste años enamorado en silencio. Deberías decirle todo eso, aunque se moleste más. Si no pueden seguir viéndose a la cara después de eso, entonces no tenían futuro.
— ¿¡Qué clase de conclusión es esa?!
— La mía— me sonríe. ¿Por qué siempre tienen que ser chicas las que me digan qué hacer? Más bien, a las que termino contándoles mis penas. Eso me pasa por no tener un amigo, y de preferencia un amigo gay. Compro dos hamburguesas y tres órdenes de papas fritas antes de irme y acompañar a mi hermana. Y si, supongo que hablar con Niko será lo que siga, mas me vale revisar primero su habitación.
— ¿Hoy no tienes ensayo?— le pregunto cuándo es él quien me abre la puerta. Aun es temprano, y puedo oír a los empleados de su casa.
— no tenía ganas de ir. No vas a comerte eso ¿verdad?
— no, le dije a mi hermana que comería contigo, para que no me molestara con que tenía que comer algo en el Burger King— Niko no necesita más, me quita la bolsa y comienza ir a su habitación. Apenas llega, lo primero que saca son las papas fritas— ¿no has comido?
— Comer si, cenar todavía no… lo que me recuerda— se levanta y abre la puerta— ¡Viejo, Drew está aquí!— escucho un “no hay remedio entonces” y Niko cierra la puerta— mi viejo quería que saliera con la hija de la enfermera, para aclarar no se qué mierda.
— Oh…— no estoy celoso, no tengo por qué estar celoso— si quieres puedo volver un rato mas…
— no quiero ir, ah, en realidad es un jodido fastidio. Te dije que no podía jugar a la familia feliz, se suponía que iríamos todos a cenar otra vez.
— ah…— debería sentirme mal por no dejar que Niko tenga una familia normal, que dios sabe que le caería de maravilla, en cambio aquí estoy, alegrándome de que no vaya. ¿Siempre fui tan egoísta? ¿O solo fue desde que me convertí?..— mi hermana dijo que habías sido grosero con ella.
— sí. Imagine que ella lo supo todo el puto tiempo. ¿En serio todo el jodido mundo lo sabía?
— no es…
— Olvídalo, no quiero saberlo— sigue entretenido comiendo papas. Debería hablar sobre eso ¿no? sobre lo que siento. No sé en qué podría ayudar.
— ella lo sabía. No sé si era obvio o no— él me dirige una mirada que antes me haría callar— se lo dije aunque más bien ella me descubrió.
— Drew…
— no me preguntaste nada, y sé que no quieres saberlo, pero yo quiero contarlo. Sé que me dijiste que no me enamorara de ti…
— cállate, mierda, solo cierra la boca.
— Posiblemente paso cuando rescataste a Mishka, no lo sé— Niko se queda inmóvil, sus ojos perdidos. ¿Está recordando cuando paso eso?— no pensaba decírtelo.
— ¿No? arg, en serio no sé qué me molesta más— pasa su mano libre por el cabello— eres realmente un idiota.
— ¿Por qué? enamorarse no es nada idiota— me molesta un poco que no tome en serio lo que le digo. Niko comienza a decir que si lo es, pero le ignoro porque alguien viene. Es raro que pueda sentirlo, porque nunca siento cuando se acercan los vampiros, los siento ya que no puedo hacer nada.
— ¿Al menos estas escuchando?— el tono malhumorado de Niko me hace mirarlo, le hago una seña para que se calle. No sé de qué servirá, porque no estoy escuchando precisamente. Espero que la presencia pase de largo, pero no. viene en dirección aquí. Me levanto— ¿Drew?
— alguien viene—Niko no se mueve, yo quiero salir corriendo, pero sé que no tendré tiempo para nada. ¿Puede ser Anya? Mi respuesta llega cuando entra por la venta, como si fuera una clase de ente siniestro.
— ¿En serio?— Niko rueda los ojos cuando ve a Soren— tsk ¿no es muy tarde para ir con mi viejo?— intento no sonreír, porque de ningún modo está bien esto, que Niko prefiera ir con su padre solo para no ver a Soren… ¿Por qué esta Soren aquí? No solo Soren, también viene el otro vampiro que parece el guardaespaldas. Como si Soren necesitara uno.
— ¿me perdí de algo?
— no mucho…— respondo, porque Niko no dice nada. Espera ¿no vino a… a convertirlo? No, dijo que iba esperar… pero, ¿y si no? no puede hacerlo ahora, ¿o sí? Aun no estoy listo para que lo haga, vamos, Niko aún me odia. Soren parece saber que estoy pensando, y parece divertirse mucho con mi reacción. Niko murmura algo en ruso, ah, dios, espero que no sea nada muy grosero. Soren le responde, aun sonriendo.
— Soren— el otro vampiro habla.
— ah, sí, ya voy. Que impaciente— Niko les dirige una mirada fulminante— chico, tengo una idea.
— ¿eh?
— una idea para entrar. En realidad son dos, pero no sé cuál será mejor. Las dos son una completa locura, pero funcionaran— se sienta en el puff de Niko, que solo resopla. Espera ¿una locura? Eso no me gusta— y para los dos ocupas desaparecer.
— ¿Qué?— Niko también habla, los dos estamos mirando a Soren, solo que yo con sorpresa y no con molestia como Niko. Soren comienza a reír.
— vas a desaparecer de los túneles. Una semana, quizá más.
— yo… ¿no voy a ir?
— Anya me dijo que tienes amigos por ahí ¿notaran tu ausencia?— pienso en Isolde y en Lorraine, incluso en Heiner.
— creo que si— no entiendo a dónde quiere llegar. Soren deja de sonreír, pero sigue de buen humor. Yo no me he acercado a él, más bien, estoy lejos, lo más lejos que me permite la habitación.
— vas a quedarte aquí hasta que yo lo diga— ¿quedarme?
— ¿Y no van a venir a buscarme?— no entiendo el plan, ¿quedarme aquí? No tengo problema con eso, me gusta mucho quedarme aquí y tengo más posibilidades de estar con Niko, de vigilar que no haga tonterías.
— no, bueno, quizá, pero estarán pensando que te paso otra cosa. No tienes que saber nada más, solo quédate aquí. Vendré seguido a ver que todo estén bien— Niko vuelve a gruñir algo en ruso— yo también te extrañe— ahora soy yo quien gruñe.
— ¿entonces puedo quedarme aquí?
— sí, ¿no es estupendo? Pero… no tienes que salir para nada, empezando hoy— su voz es amenazante, me recuerda lo que paso, y sospecho que esa es su intención, recordar que tengo que hacer exactamente lo que él me diga.
— ¿Por qué?
— porque eres torpe, dejaras muchos rastros y mi plan no va a funcionar si te descubren antes de tiempo.
— como si tu plan fuera a funcionar— otra vez Niko— si es todo lo que viniste a decir, lárgate ya.
— Shh, Shh. No querrás hacerme perder la paciencia, Niko. Esto es importante, no puede haber errores. Ann se encargara de distraer a cualquiera que se acerque.
— Tú— ¿me están hablando a mí? la mirada de Sanya me hace querer ocultarme— es importante que no te atrevas a salir de aquí.
— no lo hare— no se me ocurrió ni por medio segundo.
— dame la camisa que traes puesta— no lo pienso, solo me la quito y se la arrojo.
— vaya, no sabía que ahora te gustaban rubios, Sanya— alcanzo a ver cómo le mira mal, parece que a la única persona que realmente le agrada Soren es Anya.
— Sabes que eso no es así— le gruñe. Yo les dejo seguir con la discusión, me da lo mismo para que la quieran, ya no lo voy a volver a usar. También ignoro la queja de Niko de que me estoy acabando su ropa. Él usa la ropa un poco más grande, y aunque soy más alto, no tenemos mucha diferencia en cuanto a complexión, su ropa solo me queda un poco corta, y entallada.
— Como sea, hay cosas que hacer— el entusiasmo de Soren es demasiado excesivo, no me gusta— ah, y chico, recuerda: Si te atreves a salir, lo sabré— Niko resopla. Yo tengo con que tomarme más en serio las palabras de Soren. Les veo irse, aun discutiendo, o al menos Soren se va quejando de porque no puede quedarse también.
— Que molestos— El olor de la hamburguesa me llega hasta donde estoy— ¿en serio tienes que hacerles caso?
— ah, sí. Solo quiero que todo se acabe ya y poder tener una vida más o menos normal.
— claro… no sé cómo aguantas eso. Todos te mangonean— yo me pierdo viéndolo llevarse las papas fritas con captsu a la boca— ¿y qué vas hacer?
— Ah… quedarme, claro— logro responder y desvió la mirada porque me ha volteado a ver. ¿Le resultara incomodo que me quede? No pensé en eso. Bueno, de todos modos iba a quedarme aunque le incomodara o no. porque, al menos ocasiono algo en Niko ¿no? si está molesto o incomodo, es mejor a que me ignore.
— entonces ya sabes dónde meterte.
— Aún es temprano para dormir, tú tampoco vas a dormirte ahora— le reclamo. Aun quedan muchas papas. Niko me sonríe— tú solo no quieres seguir hablando conmigo.
— vaya, me sorprendes.
— lo dejare por ahora.
— Mejor para siempre— ruedo los ojos.
— ¿Tan malo es que este enamorado de ti?— se queda inmóvil, masticando una papa despacio. Me responde un rato después.
— no lo he pensado. Realmente lo he evitado deliberadamente— el que no diga groserías con eso me causa escalofríos.
— ¿Evitas todo lo que no te gusta?— me dirige una sonrisa torcida.
— eso hacen las personas, Drew.
— pues yo no me alejo de lo que me gusta. No deberías tenerme miedo— rayos, no debí decir eso. Estoy esperando el reclamo de Niko, pero en cambio, solo le oigo reír, y con ganas.
— no seas ridículo, no tengo miedo de ti. Solo mírate— ah, en serio…
— Entonces no tengas miedo de mis sentimientos— Niko deja de reír, pero aun hay diversión en su mirada. Niko no me responde. ¿Es eso? ¿Solo tiene miedo de los sentimientos? Creo que he tocado el límite de mi suerte por hoy.
Claro, que eso pensaba ese día. Cinco días después, en serio que aun no tocaba el límite de mi suerte.
— Oye ¿vas a salir?— los primeros dos días que me quede, todo fue bien, Niko y yo hablamos como si no pasara nada extraño. El tercer día, comenzó la sed. ¿Cuándo fue la última vez que bebí sangre? Soy muy idiota, no recordé ese detalle cuando me dijeron que no tenía que salir para nada. De haberlo sabido, hubiera salido ese día. Desde ayer me encerré en la habitación donde me quede.
— No…— me recuerda a la primera semana que estuve así— lo siento, pero…
— ah, bien— Niko no insiste. Sabe lo que me pasa. Ahora con menos razón debo estar con él, solo quiero volver a beber su sangre. Le siento acercarse otra vez— Drew, Ann me acaba de decir que tendrás que quedarte más— solo se me escapa un gemido de frustración. La puerta se abre, pero como estoy recargado contra ella, la empujo.
— Niko, será mejor que no entres… no quiero…— no sé si termino la frase, solo puedo concentrarme en los latidos de su corazón.
— tsk… no puedo volver al hospital.
— Está bien, no te preocupes— intento sonar bien, pero no puedo contener la agonía de mi voz— ya pasara— agradezco inmensamente cuando amanece, porque no puedo sentir nada. Nada de nada, y agradezco la nada.
Lo primero que noto cuando despierto, es que no estoy en la misma posición como me dormí. Eso y el intenso olor a Niko. Abro los ojos, Niko está sentando en el borde de la cama, leyendo un libro, nuevo al parecer.
—realmente estas hecho mierda ¿no?
— ¿Qué haces aquí? Niko, vete… no quiero morderte. No sabes cómo… como se siente…
— si te traigo a alguien, no vas aceptarlo ¿verdad?— traerme… ¿quiere que muerda a alguien aquí mismo?— además, seria problemático tener que ocultar un cadáver…
— Niko, no digas estupideces— me pierdo en el azul de sus ojos cuando me mira. Le veo cerrar el libro, que hace un sonido sordo. No me he movido, sigo sentado, tirado más bien, junto a la puerta.
— tampoco puedo ir al hospital por sangre. Arg, realmente no hay mas opción— le veo reclinarse un poco, y tomar algo de color negro.
— espera… ¡¿Qué estás haciendo?!— eso es una navaja— Niko… ¡Oh, mierda!, no, no…— me intento levantar, pero no siento las piernas.
— deja de ser tan marica.
— ¡estás loco, en serio! Vas a matarte tu solo— pero aun así, veo como con la mano derecha presiona el antebrazo izquierdo— joder, Niko… ¡puedo matarte!— me cubro la nariz, en un intento por no oler la sangre, pero es irremediable. El olor me llega, la sed me quema.
— pues no lo hagas y ya. En serio, idiota, si me matas…— lo próximo que se, es que caigo sobre Niko, sujetando su brazo entre mis manos. Un hilo de sangre, roja, caliente… con la lengua recorro el camino que hizo la sangre. Suspiro, gimo al saborearla. Encuentro la herida, y sin pensarlo mucho, hundo mis dientes ahí. La sangre me llena la boca, se me escapa entre los labios. La sangre, tan caliente. La sangre de Niko… no escucho nada mas, solo saboreo, pegando lo mas que puedo el brazo a mis labios. Suspiro.
— Niko…
— Oye, idiota— Niko me golpea el hombro, pero no siento el golpe— me estoy mareando— ¿Qué me quiere decir? No entiendo. Ah, espera… si. Me separo un poco. Estoy aturdido, mientras veo las gotas de sangre en el brazo de Niko. No puedo evitar lamerlas— mierda—Niko tiene un brazo sobre los ojos. El sabor de la sangre aun me tiene perdido, pero recuerdo vagamente que no tengo que beber más. Ya no hay sangre en el brazo de Niko, las heridas han comenzado a cerrar. Me estiro y le beso, no sé que estoy haciendo. Niko intenta empujarme, pero esta débil, he bebido dos veces su sangre. Vuelve a intentar empujarme, pero no puede. De pronto, me besa, Niko me regresa el beso con ferocidad. El beso tiene sabor a sangre. Sus manos tiran de mi cabello, me muerde el labio. Lejos de preguntarme qué carajos está pasando, le sigo besando. Un cabezazo me detiene.
— Joder— mascullo. No me dolió, pero sí que me ordeno las ideas.
— ¿¡QUE MIERDA ESTABAS HACIENDO?!— oh, dios. Me alejo de la cama, dispuesto a salir huyendo, otra vez. Pero Niko ni siquiera puede levantarse de la cama, se tambalea apenas se pone de pie y cae de nuevo.
— eso debería decir yo. ¿En que estabas pensando al cortarte de esa manera?— Niko me fulmina con la mirada.
— voy a… carajo— deja caer la cabeza en la cama— arg, esto es peor que las drogas— lo que paso comienza a entrar en mi conciencia. Yo estaba besando a Niko Besándolo de verdad. Nos besamos… y él esta comparado mi beso con las drogas.
— No fue tan malo— Niko ni siquiera me mira— ¿y qué pensabas cortándote de esa manera?
— es superficial, idiota. No iba a desangrarme por ti. Aunque siento que tú casi lo haces, joder creí que no iba a doler esta vez.
— no tenias que hacer eso, ¡Fue imprudente y peligroso!
— diría que me gustan las cosas imprudentes y peligrosas, pero eso del final me hacen querer ahorcarte.
— pero tú también…
— basta…
— pero…
— Que basta dije— ah, en serio. ¿Puedo sentir dos cosas a la vez? Porque en serio podría ponerme a brincar y reír de pura felicidad, pero también quiero seguir regañando a Niko por imprudente, todavía me dio un golpe cuando no debió hacer esfuerzos— y largo.
— ¿Qué?
— que te largues a otro lado, no puedo moverme y no voy a dejar que me lleves a ningún lado. Voy a quedarme aquí.
— oye, sobre lo que pasó…
— no.
— ¿ah?
— no hables— Pff, en serio… ¿en qué momento pensé que esto iba a ser fácil?— y deja de sonreír o voy a patearte la cara— oh… me volteo, porque ni siquiera sabía que estaba sonriendo, y ahora que lo sé, creo que no puedo dejar de sonreír.