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Bloodless por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

 

Bueno, este capitulo vendria siendo como el final, aun queda uno mas, pero es más un epilogo (y por eso no la pongo como finalizada) A los que tuvieron la paciencia para llegar hasta este punto, pues gracias, espero que les guste lo que de seguro esperan desde hace muchos capitulos.

La sala ya está vacía, o eso parece a simple vista.  Detengo a Niko cuando veo que la sala no está sola, aun quedan unos cuantos vampiros. Ninguno parece estar interesando en nuestra llegada.  Me cubro la nariz, intentando no prestar atención al olor a sangre y a quemado que llena todo.

— Drew…

— Deberíamos volver, las cosas todavía no terminan—  estoy preocupado por Victorie también, se que está bien, que ningún vampiro ha pasado por aquí, porque este es uno de los caminos y no nos topamos con nadie, pero hay más caminos también.   

— Parece que esta por acabar— murmura— volvamos con tu hermana— me alegra tanto que lo diga que casi puedo regresar corriendo. Niko cojea un poco, no me dijo que también se había lastimado un pie.

— ¿quieres que te…?

— ¡Soren!— ambos nos giramos, yo más rápido que Niko, la voz de Anya fue muy audible. Apenas veo lo que está pasando, mi cuerpo parase adivinar lo que pasara, porque pongo la mano para que Niko no avance, incluso doy varios pasos para atrás, pero soy más lento en procesar lo que veo.

Es muy tarde cuando vemos como Anya termina en medio de Soren y la espada. Solo de ver casi puedo sentir yo mismo el dolor que ella debe estar sintiendo. No se oye nada mas, luego… luego Anya solo… ella solo… dios, solo se va.

— ¡Ann!—  solo porque estoy sujetando a Niko no sale corriendo hacia allá. Niko comienza a gritar en ruso  cosas que no entiendo, intenta soltarse, pero le tengo tan bien agarrado que es imposible para él. Nunca había tan fácil sujetarlo.

— Niko…—  maldición ¿no puede quedarse quieto? No quiero lastimarlo, ah, vamos el mismo se va a lastimar si sigue forcejando. El grito que da Soren cubre los gritos de Niko, hace que desee cubrirme los oídos— vamos, Niko…— es una suerte que sea más alto, porque sería realmente difícil moverle. Le logro atrapar los brazos, y le abrazo, pegándole a mí. Con mi mano impido que mire lo que va a pasar.

— suéltame…

— tenemos que irnos.

— ¡Drew, joder, Ann…!

—  No hay nada que hacer Niko,  Anya ya no está—  ¿ese soy yo? Mi voz es anormalmente calmada, me asusta— no hay nada que podamos hacer por ella ahora— Niko jadea, deja de moverse.

— ¿nada?

— No—  le hago caminar hacia atrás. Me concentro en su rostro, necesito estar atento a algo. Niko no parece querer moverse, le tengo que levantar unos tramos. Me sorprende dar vuelta y encontrar el pasillo donde estábamos. Escucho los cada vez más débiles y erráticos latidos del corazón de mi hermana. No pasara esta noche.  Suelto a Niko, él solo se queda de pie mientras yo voy a ver a Victorie.  

Ver a mi hermana me causa dolor, un dolor extraño. ¿Anya en serio está muerta? Claro que está muerta, la vi  volverse polvo. ¿Cómo paso eso?  Hace un rato estaba aquí, trajo a Victorie, ella… salgo a pasos rápidos de la habitación. Creo que estoy hiperventilando, pero no siento gran cosa, la falta de aire no me afecta.  Me voy a la habitación más alejada que, la que está al fondo del pasillo.  Me siento en la cama, doblando las rodillas y poniendo mi cabeza en medio. Me paso las manos por mi cabello.  Esto es culpa mía ¿no?   Ojala nunca me hubiera convertido, ojala Soren nunca se hubiera fijado en Niko, así yo nunca tendría que haberle defendido. Mi respiración es lo único que escucho, no me calma.

— Drew—  Niko está en la puerta, tiene la mirada un poco ausente. Yo no me siento mejor. Anya no era tan amiga mía, pero me agradaba, me caía bastante bien, ella me ayudo varias veces.

— Te traeré agua— le digo, notando que se está frotando las manos.  Debe haber agua por aquí, en algún lado. El pasillo donde estaban casi todos los vampiros, ahí debe haber.  Encuentro una cubeta llena hasta  la mitad.  Niko está en el mismo lugar donde le deje— ven—  entro a la habitación, jalándolo del brazo.

—  Al fin— hunde las manos en el agua, y se moja la cara. Las gotas oscuras resbalan por sus mejillas.

— Es toda la que hay— no alcanzara para limpiarse como debería. Rompo un trozo de tela vieja del colchón— usa eso— Hace un gesto cuando lo exprime. Ah, su mano— deja te ayudo— Niko me observa tomar la tela, y luego pasarla por el brazo que tiene lastimado. Aun sin la suciedad, tiene un aspecto bastante feo— esto se ve mal.

—  no quiero lucir bien precisamente— murmura. Suspira, recargándose en la pared. Casi nada después se vuelve a sentar.

— ¿Qué haces?—  pregunto cuando veo que se está quitando la camisa con una sola mano.  Solo he visto una vez a Niko sin camisa. Me parece que fue hace siglos.

— no  voy a poder limpiarme con la mano así. 

— ah…— el agua esta fría, creo, aquí abajo esta frio, Niko puede enfermarse. Aun así, mojo y exprimo la tela y luego la paso por el otro brazo de Niko. Voy frotando hacia arriba, los hombros. Ahogo una exclamación cuando veo un moretón en la parte superior de la espalda— ¿duele?

— No tanto—  yo creo todo lo contrario. Suspiro, me sorprende que pueda moverse todavía.

— También te lastimaste el pie ¿no?— él me dice que si, y veo la marca de la mordida en el cuello. Tengo que limpiar eso también. No puedo creer que alguien más hiciera esto, ya dudo bastante al dejar que sea alguien más quien le termine convirtiendo.

—Ten cuidado, imbécil—  Niko se aparta. Ah, he usado mas fuerza de la que debí. 

— Lo siento— me da una mala mirada y luego vuelve a sentarse como estaba antes. No es culpa de Niko, debió pasarla muy mal. Me cuesta imaginarlo.

— Ann está muerta— dice, casi he terminado de limpiar la sangre en su cuello. Siento un malestar en el pecho.

— Si—  logro decir después de un rato intentando encontrar mi voz.

—… deberías largarte antes de que acabes igual— ¿ahora de que está hablando?— tu hermana, Ann…— recuerdo lo que me dijo Anya.

— no estoy para tus cosas— murmuro. No estoy de humor para oírle decir tonterías. Niko se voltea a verme,  por unos momentos pienso que va a golpearme, le creo capaz aunque tenga roto el brazo. Cierro los ojos, esperando. El golpe nunca llega, al menos no como yo espero, pues Niko si me sujeta, pero me besa.  

¿Qué demonios…? Abro la boca de la sorpresa al sentir como me muerde. No logro entender mucho de lo que está pasando ahora. Intento hablar, pero simplemente no puedo decir nada cuando Niko me está besando. Él…

— Niko… no…—  murmuro cuando está técnicamente sobre mí, solo puedo pensar en sus manos en mi cabello y su boca en la mía. Él no me dice nada, solo me observa.  Intento detenerle cuando se inclina para besarme otra vez, pero rayos… soy demasiado débil ante Niko, mucho más si él es quien me besa y no tiene camisa.  Y no él no es el único que tiene un problema con la sangre. El sabor metálico está presente en la boca de Niko, todo en él huele a sangre, muchas heridas en su cuerpo.

— solo cállate, solo calla—  me besa de nuevo, con esa ferocidad de antes. Esto… no puedo con esto. Mi lado egoísta es muy fuerte en estos momentos.  Le beso también, pasando mis manos por su espalda, le sujeto del cabello.   Puedo sentir casi todo en Niko, su pulso, su piel caliente… me despego de su boca solo para lamer la herida en el cuello, esa que alguien más le hizo. Le podría morder, será tan fácil solo clavar mis dientes ahí…  en cambio, solo le sigo besando los hombros.  Debería preguntar si esto es lo que creo que es, si es lo que Niko  pretende justo en estos momentos, porque yo… esto no es lo que quiero, no ahora ni este lugar.

— Niko…  esto…—  Niko jadea en mi cuello, siento que se me eriza la piel.

— en serio eres un caso perdido— gruño, qué más da. Ninguno está en condiciones de pensar  en las consecuencias. Sé que Niko solo quiere olvidarse de todo, como siempre, está huyendo de la realidad. ¿Cómo lo es? Fácil. Yo tampoco quiero pensar en lo que paso, yo también quiero escapar de toda esta mierda. Por eso, me giro, sin soltar a Niko, dejo que caiga sobre la cama. Suelta un quejido,  que solo hace que quiera seguir. De algún modo… esto es más erótico de lo que parece.

Sus manos jalan de mi cabello otra vez  para besarme,  le beso.   Su piel todavía tiene olor a sangre.  Bajo besando sus hombros, el estómago.  No puedo pensar en nada más que en dos cosas, en la sangre y en Niko.  Solo quiero más de eso. Niko no me detiene, no me sorprendo por eso, todo es un caos en mí. Me detengo solo cuando llego al pantalón, realmente me molesta detenerme.  Es un buen momento para detenerme... Ja,  no, no lo es.   Niko me empuja… soy yo quien le mira mal ahora, no quiero parar.  Él solo dobla las rodillas y comienza a desatar las correas de las botas.  Esto es tan… todo menos romántico.  Suelto una risa que no tiene nada de feliz. No me sorprende que sea así si es de Niko de quien hablamos.

— Apresúrate antes de que vuelva a pensar y quiera golpearte—  nos vamos arrepentir de esto en algún momento. De nuevo es él quien hace que no me detenga, vuelve a besarme y la poca cordura que había regresado a mí se evapora.  Cuando me muerde y la sangre llena mi boca, pierdo por completo el control.

Le hago caer con fuerza sobre la cama, sí que queja no lo escucho.  Sus uñas me hacen daño en la espalda,  yo solo tironeo de su pantalón hasta sacarlo.  Desde que me convertí en vampiro, siento calor, me gusta sentir este calor.   Su mano intenta detenerme, pero la sujeto y la llevo a mi boca, le muerdo, probando la sangre de nuevo y luego le beso la boca.   Esto no está bien… no está…  lo próximo que se es que mi pantalón esta lo más abajo que se puede al estar de rodillas. Sujeto una de las piernas de Niko, y entro en Niko, solo así… sin más.  Niko jadea, quizá fue un grito, sus dientes se clavan en mi hombro.

— dios, Niko…—  me golpea, pero no siento nada más que el placer, la lujuria y el calor.  Me besa de pronto, su boca sabe a sangre, me sigo moviendo, sintiendo el calor de alguien vivo, el calor del cuerpo de  Niko.  Sus rodillas se clavan en mis caderas, la posición es realmente… se me escapa un gemido.  Algo parecido a uno también proviene de Niko, el sonido me eriza la piel.  Niko se arquea, su cabeza se reclina hacia atrás dejando al descubierto el cuello.  La herida me molesta, odio ver eso en su cuello.

— Drew, no te…—  su mirada esta vidriosa, perdida.   Le dejo de escuchar cuando le muerdo en el mismo lugar donde tiene la anterior mordida.   Su sangre… su sangre bajando por mi garganta, sus manos en mi espalda y sobre todo, estando dentro de él, sintiendo lo muy caliente que es todo, lo difícil que es moverse que vuelve todo más erótico.   Ahora si puedo escuchar claramente un grito ronco, el cuerpo de Niko se pega al mío… no me detengo, todo esto… todo este éxtasis… sangre, sexo… calor…  siento que me ahogo en todo esto.   Luego, termina… así, tan pronto como inicio todo. Despego mi boca de su cuello, jadeando. Me siento mareado.

Niko también jadea, su pulso… parece que no se detendrá jamás de lo rápido que se escucha. Su piel cubierta de sudor…

— Niko…—  le aparto los cabellos de la cara,  sus labios están rojos, le beso otra vez.

— voy… a matarte, puto pervertido—  le abrazo, pegándolo a mí.

— No me molestaría morir justo ahora—  Niko ya no dice nada, escucho su respiración hasta calmarse, su pulso ir bajando hasta sonar normal,  quizá un poco rápido.  El cansancio me hace sentar los ojos ¿esta amaneciendo?   Espero que mañana sea mejor.

 

Cuando despierto, siento que no ha pasado tanto como debería.  ¿En serio Soren logro su objetivo?  ¿Anya está muerta? Me estremezco al recordar cómo solo se hizo polvo, como solo ya no estaba. Mi hermana ahora está convirtiéndose en algo como yo. ¿Y Niko? Tengo un fugar recuerdo de lo que paso anoche, fugaz porque me acabo de dar cuenta de que estoy solo aquí.

— ¿Niko?— mi voz hace eco en el pasillo, me siento tonto porque sé que no está aquí, no le escucho. Su ropa no está tampoco, ni la linterna que traía Anya cuando llego aquí con Niko y Victorie.

¿En serio Niko no puede quedarse quieto al menos unas horas?  ¡Este lugar es enorme!  Y además todavía puede haber vampiros por aquí ¿Cómo rayos se le ocurrió moverse?   Que impudente…

— ¿Drew?— la voz me congela literalmente casi cuando salgo al túnel.  Me giro solo para ver a Victorie en la puerta del cuarto donde la deje. Esta despeinada, la cara sucia y la camisa manchada de sangre, pero ahí está, de pie y mirándome con curiosidad— ¿Eres tú? ¿Dónde estamos?—  ella da dos pasos alejándose de mi cuando me muevo, aun así termino abrazándola como si yo fuera un niño. 

— Victorie— balbuceo varias disculpas mientras ella me acaricia el cabello— Auch ¿Qué fue eso?— le reclamo cuando me golpea el brazo, y no con poca fuerza. Me enderezo, mirándola.

— ¡¿Por qué no me dijiste lo que te había pasado?! Idiota, estuve muy preocupada pensando en lo que pasaba contigo y tú… y…—  sus ojos se clavan en sus manos, luego me ve. Casi puedo leer sus pensamientos en sus ojos.

— no podía decírtelo.  No quería que estuvieras involucrada en todo esto, pero… lo siento, no hubo opción. Estabas muriendo… moriste.

— ¿Estoy muerta?— sacude la cabeza— esto da mucho miedo ¿Qué querían esos sujetos? ¿En qué demonios te metiste, Drew? ¿Y Niko? Estaba conmigo…

— Mierda—  tomo de la muñeca a Victorie  y comienzo a caminar— se largo, no se a donde fue

— ¿ah? Oye espera…— sigo andando a pasos largos, no quiero correr por si paso algo por alto. Sin embargo, le escucho apenas nos acercamos al pasillo que lleva a la sala donde fue todo— ¿Qué es eso?­— suspiro de alivio.

—  Niko—  la suelto y ahora si salgo corriendo. La sala está sola a excepción de Niko, de pie delante del lugar donde Anya… ah…  me acerco, dejando que mis pies hagan ruido. Niko no se gira cuando llego a su lado, tampoco me dice nada. En la mano que no tiene lastimada trae un listón color negro—… lo siento.

— ¡Niko!— los dos nos giramos, Victorie corre hacia nosotros y tengo que detenerla para que no salte sobre Niko— ¿estás bien? que genial— ella no habla en susurros. Niko sonríe.

— es bueno verte consiente.

— ¿Qué paso aquí?— pregunta ella. Ah, hubiera sido mejor que no dijera eso.

— Salgamos de aquí— digo, levantando la linterna. Victorie nos mira, pasando sus ojos entre nosotros. Parece entender que algo importante paso. No se escucha nada, este lugar parece haber quedado vacío.

— Drew ¿tú me…? ¿Tu lo hiciste?— Victorie se señala.  Casi puedo sentir el cambio en Niko, y camina más rápido, lo cual no es mucho considerando que apenas puede apoyar uno de sus pies.

— no, yo no… fue Anya.

— oh, ¿la novia de Niko? ¿Debería agradecerle?  

— Victorie— siseo. En serio ella no tiene nada de tacto, y yo que pensé que al menos había entendido algo.

—  No era mi novia—  Niko responde. No se gira a vernos— Ann está muerta, no tiene caso que le agradezcas nada—  Victorie me mira, horrorizada. Solo le digo que si con la cabeza, y ahora si se queda callada.

—  ¿Quieres que te ayude?— pregunto a Niko. Me dirige una muy mala mirada.

— Esto es culpa tuya— gruñe, dando un manotazo a la mano que había extendido.  Hace un gesto de dolor.

— Niko…

— Jodete…— suspira— tengo que ir al puto hospital, llévame al hospital de mi viejo.

— Claro—  salimos a la calle, pero parece que llegamos a otro planeta.  Supongo que tengo la misma expresión de confusión que Niko y Victorie.   No se me ocurre que más hacer más que caminar y esperar a tomar un taxi en la calle. Me da un ataque de risa al ver que mi cartera sigue en mis pantalones.  Ninguno de nosotros tiene tan buen aspecto, pero Niko  nos supera con mucho. Irónicamente, nosotros somos los que estamos muertos. Se queda dormido a penas y entramos al taxi. El chofer nos mira por el retrovisor un par de veces, pero estoy más nervioso por otras cosas. Tengo que despertar a Niko para bajar del taxi y ahora si viene tan dormido que tengo que apoyarlo en mí para que no se caiga, y para la suerte o mala suerte, es la enfermera Lucy quien nos recibe primero.

—  dios ¿Qué les paso?— oh, no, no ahora ¿Qué se supone que le voy a decir? balbuceo cosas que no yo entiendo, Victorie se queda callada, jugando con sus manos.

— Me caí de una motocicleta—  Niko se endereza, su tono burlón de siempre—  algo muy idiota en realidad.

— ¿estás bien?

— me duele el brazo, creo que está roto.  

— Llamare a tu padre, ven por acá y…— se alejan,  suspiro aliviado. Niko voltea solo una vez antes de girar  por el pasillo, y me sonríe.

— ¿Qué hacemos ahora?— Victorie tiene una expresión entre molesta y fascinada. Ah, aun tengo mucho que explicarle.

— Esperemos un poco—  le hago sentarse en la sala de espera— ¿y tus zapatos?

—  me los quite para intentar escapar. Aun así Niko me tuvo que cargar, creo… es confuso— solo asiento con la cabeza— ¿vas a contarme que paso?—  suspiro y en voz baja comienzo a contarle todo lo que paso desde que me encontré con Soren en el bar.  Me cuesta hablar de Anya, y de Donovan, Heiner, Isolde, Lorraine… no se qué fue de ellos. Bien pudimos pasar sobre sus cenizas.

— ¿sabes? Vayamos a casa y regresemos. Estas llamando mucho la atención.

— Bien—   llegar a casa es sencillo cuando Victorie comienza a seguirme el paso— Drew, mi garganta…

— Sangre— es todo lo que le digo. Entrar a mi casa me hace sentir tan bien, como si no hubiera pasado nada.

— esto es muy raro.  

— Apresúrate, tendrás toda la vida para quedarte viendo tus zapatos—  quiero regresar al hospital.  No había pensado que tendré que hacerme cargo de mi hermana.  Me aterra pensar que si no puedo cuidarme a mí mismo ¿Qué hare con alguien más? Soren también desapareció desde entonces.  Estoy completamente perdido.

Tenemos poco tiempo de haber llegado cuando el padre de Niko  nos ve y se dirige a nosotros.  Le pongo tan poca atención, que solo logro entender que esta agradeciéndonos por haber traído a Niko.

— ¿Podemos pasar a verlo?— Victorie pregunta, y tengo que sujetarla para que no comience a dar brincos por querer ver las luces de los carros de la calle.

— claro, habitación 57—  agradezco apresuradamente y  pasamos rápido.

— Drew, ¿puedes intentar aparentar un poco? Estas siendo más obvio de lo normal.   

— Estoy preocupado ¿sí?— pero todo está bien, Niko está durmiendo en la cama, no hay nada de aparatos ni nada que indique que está mal a excepción del yeso en el brazo.  Ya no luce tan mal como en los túneles.

— Te preocupas por nada— nos sentamos, y le sigo contando un poco ahora de lo que podemos hacer y lo que no.  Me quedo callado un rato, viéndola.  ¿Anya convirtió a alguien más? no puedo recordar que me dijera algo así.

— Estoy feliz de que estés aquí todavía— ella sonríe, y puedo ver sus colmillos. Observa a Niko, y de  pronto se pone de  pie— ¿Victorie?

— Lo recuerdo— murmura— recordé algo— me mira, entrecerrando los ojos—  me dijo que estaban saliendo. ¿Por qué no me lo dijiste tu?— sus brazos en las caderas y la expresión molesta. No entiendo que me quiere decir.

— ¿de qué estás hablando?

— De que estas saliendo con Niko— también me levanto.

— yo no estoy… espera ¿eso te dijo él?

— ¡Si! eres un mal hermano—   realmente no me pregunte mas cual era la relación que tengo con Niko— ¿Por qué sonríes así? das miedo.

— Porque estoy saliendo con Niko—  ella no me entiende, claro que no porque no conoce como yo a Niko.  Es irónico todo lo que tuve que pasar para poder decir al fin eso.

Porque si Niko lo dice, entonces estoy saliendo con él.

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Todo luce tranquilo visto desde arriba.  Nada paso, así como nada pasaba en la ciudad. Los humanos pueden seguir siendo tan ignorante s de todo como hasta ahora.  Ah, no se pueden ver las estrellas.

¿Qué se supone que debo hacer ahora? He pasado siglos obedeciendo órdenes, sirviendo a alguien.  Ya no tengo órdenes que seguir…

 

—  Voy a morir— es lo que escucho cuando cierro la puerta después de volver a la habitación de Gast.

— eso no va pasar.

— quizá no. pero no voy a engañarme, sé que lo has sentido, algo pasara esta noche. 

—… si.

— deja que pase.

— ¿Qué? eso no… eso es imprudente— Gast sonríe, sentado élegamente en la cama.

— te engañas.  Algo va a pasar, y tú dejaras que  pase, es una orden— le miro con reproche— Donovan, mira a tu alrededor. Este mundo… ya no es de nosotros ahora mismo. Ese chico lo ha demostrado— entiendo lo que me dice— ¿Cuántos de nosotros podremos integrarnos a él? ¿Cuántos podrán dejar atrás las costumbres y vivir ahora? Los clanes van a desparecer consumidos por la modernidad.

— entiendo.

— yo mismo he vivido ya demasiado. Donovan, si muero mañana…  destruye todo lo que puedas.

— ¿seguro?

— Es hora de morir, encárgate de no dejar huellas aquí, ningún vampiro que no pueda integrarse debe ser destruido—  me está pidiendo algo que nunca había hecho antes. Dejarle morir y destruir todo su legado— y déjame morir. Es una orden.

— como digas…

 

 No creo que queden muchos vampiros por aquí.   No sé cuántos murieron ni cuantos escaparon. ¿Qué debería hacer ahora?  No deseo integrarme a ningún grupo, y sin embargo quiero hacer algo.

— ¿Pensando sobre el futuro?— Heiner ríe en la entrada de la azotea donde estoy.

— has escapado.

—  No tenía ganas de hacer un espectáculo ayer… ¿Qué harás ahora?—  vuelvo a mirar el cielo.  Hay un vampiro nuevo cerca— ¿vas a buscar venganza?

— no.  

— pues yo iré al sur. No estoy listo para estar en otro clan, creo que probare la vida de nómada un tiempo. Intentare buscar a algunos de los amigos que tenía aquí. Me vendría bien la ayuda de alguien como tú ¿sabes?

— no lo dudo.

— ¿Qué dices?—  ¿Qué digo? ¿A quién obedecería?  Ah, que tonto. No tengo que obedecer a nadie más.

— Supongo que está bien—  Heiner es el vampiro más reciente que conozco, aprender algo de este mundo nuevo podría ser fácil— debo hacer algo antes de partir—  el ultimo recuerdo de los caídos,  debo hacer una oración en su recuerdo.

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Niko estuvo realmente de mal humor casi las cuatro semanas que han pasado desde que le pusieron el yeso.  Desde los reclamos que recibí por haberle hecho más heridas de las que tenía (de pronto tenia moretones por todos lados) hasta las quejas por haber perdido su collar y su navaja.

— detesto esta porquería.  

— te lo van a quitar mañana ¿no puedes esperar?—  Victorie está sentada en el suelo, leyendo uno de los libros de Niko sobre vampiros.   Aun así, han sido los días más felices de mi vida hasta ahora. Todo ha sido tan tranquilo, no hay vampiros presionando por cualquier cosa,  paso las noches con Niko, enseñando a Victorie lo poco que se sobre cómo actuar.   A veces vamos a nuestra casa o al departamento que tengo. No hemos visto a ningún vampiro, y ninguno quiere regresar a ese lugar.  Ser vampiro no es tan difícil y quizá nunca lo fue, solo sigo siendo yo. Lo único que me preocupo fue el hecho de que ahora no hay nadie que pueda convertir a Niko, yo sigo sin querer hacerlo. Ahora… pienso que tenemos más tiempo para eso.

— No puedo hacer nada—  Niko esta recargado en mí, intentando ver televisión. Este tipo de cosas ahora es más común, aunque…— si intentas besarme otra vez te golpeare aunque tenga la mano así.

— te darán otras dos semanas.

— Valdrá la pena— sonríe, y no me deja besarlo— rayos, mi viejo se pondrá más pesado si pasa, así que en serio no lo intentes. Tienes suerte de que no tenga mi navaja ahora.

— conseguiré otra—  y así, discusiones como estas son todos los días. Niko se queda dormido pronto. Deberíamos irnos pronto. Victorie levanta la cabeza, y luego se pone de pie.

— ¿Drew?

— No digas nada— yo conozco esto…  los pasos se oyen más claros, y luego la puerta se abre, y Victorie se oculta tras de mí— ¿Soren?

—  Aww, chico ¿a quién más esperabas?—  ¿Qué…? creí que ya estaba… que él…

— ¿Qué haces aquí?—  logro decir. No parece nada diferente.

— yo nunca rompo una promesa— sus ojos observan a Niko, y siento que el estómago se me congela. ¿Ahora?... yo…

— ¿Drew?—  Soren observa curioso a Victorie.  Soren no va a detenerse, no sé si puedo ver esto…  tomo de la mano a Victorie.

— sí, quizá debas salir.

— ¿Qué hare cuando…?

— ese ya no es mi problema.  Tal y como prometí— sonríe.

— Lamento mucho la muerte de Anya— los dos vemos a Victorie, yo le  presiono la mano. No confió en Soren. Él se da la vuelta, de frente a  Niko. No quiero que lo toque,  pero… quiero a Niko para mí.

—… la muerte no es lo peor que le puede pasar a alguien— no me pasa desapercibido el listón negro que trae atado en la muñeca, a juego con el que Niko usa en el cuello— no desaproveches la oportunidad que te dio.

— Vamos— murmuro, sacándola.

— ¿Por qué? ¿Qué va hacer ahí? ¿Drew?— la abrazo, escondiendo la cara en su hombro.

— Es la única forma, no tengo más opción ¿verdad?—  no sé a quien intentó convencer. Ella me abraza, y luego me hace caminar.  No sé si entendió, o no.

— Piensa en lo que pasara cuando volvamos— Niko va odiarme, y armara todo un escándalo.  Pero… yo seré feliz.

Feliz porque Niko será como yo, feliz porque ya no puedo lastimarlo, ni el mismo podrá lastimarse.  Si, debería  estar muy feliz… quizá ya lo estoy. En unas pocas horas… tendremos toda una eternidad.

 

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Escucho los pasos desde antes de poder verle. Se quien es, y solo por eso no me muevo.  Sería muy fácil  irme.

No lo hago.

— ¿Qué estabas haciendo ahora?—  no le sonrió a Sanya. No necesito sonreír ahora

—  Terminando los asuntos pendientes que tenía por aquí— estoy por irme, largarme de la ciudad, sin nada, así como llegue.  Por un momento creo escuchar la molesta voz de Anya preguntando a dónde iremos ahora— iugh— debo olvidarme de eso— como sea, ya no tengo nada que hacer aquí, y supongo que no quieres que te de las gracias por participar en esto.

— no.

— bueno, entonces esto es una despedida…

— ¿Qué harás ahora?

— ah…— volteo a ver el camino en frente. Casi puedo ver cómo ha cambiado con los siglos. ¿Lo que hare ahora? Aunque no lo veo, puedo sentir la mirada de Sanya— Aun tengo una promesa que cumplir.

— la chica…

— prometí que iría a un lugar lejos, sin vampiros—  ah, estoy perdiendo un poco el control. Dejo de apretar los dientes.

— ella se encargaba de controlarte ¿no?

— querido, nadie me controla. ¿Por qué estamos hablando de eso? Nada ganamos hablando de los muertos.

— iré contigo. Alguien tiene que asegurarse que no causes mas desastres. 

— que poca confianza tienes en mí. No necesito a nadie, ni siquiera a ella, así que no quiero que vengas.

— No era una petición—  Ja, pero que obstinación.

— ¿en serio vas a dejar tu grupo? No creo que seas tan idiota.

— siempre has tenido razón con los clanes, Leif. Van a desparecer— realmente es idiota no verlo.

— y abandonas el barco antes de que se hunda.

— No es una broma. Temo que harás una locura— ahora si me suelto a reír, pero mi risa es seca, sin diversión.

— ¿una locura? ¿Cómo qué? ¿Inmolarme en el amanecer? ¿Saltar sobre una hoguera? No, Sanya. Morir es demasiado fácil, el verdadero reto es vivir—  no se me ha pasado ni siquiera por un segundo la idea de morir. Yo no voy a morir.   

— como sea, ya he dicho.

— Pero que molesto— de nuevo me encuentro con alguien que no hará lo que digo. Ah, como sea. Esta vez me permitiré algo de compañía, a donde sea que vaya. Eso le habría gustado a Anya, tener compañía, andar por ahí sin planes ni nada.  Un lugar sin vampiros… debe haber algo así. En su memoria lo hare,  no fingiré ser humano, pero hare lo que hubiera querido.

— ¿A dónde planeas ir?

—Dejare que eso sea una sorpresa— le digo, riendo.  Siento que he muerto otra vez, quizá un poco sí. Eso es lo bueno de vivir tanto tiempo, uno simplemente se acostumbra a lo malo de la vida. Y también a lo bueno.  

 

Notas finales:

 

 

¿Esperaban algo así por aca? Realmente fue difiicl manejar algunos aspectos en la historia debido a Niko, muchas cosas que quise hacer diferentes no quedaron como planee al inicio porque no quedaba con su forma de ser (No podia poner un momento realmente cursi como me gusta u.u) y al final quedo esto medio masoquista. 

Gracias por leer y nos leemos en el final.

 


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