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CUESTIÓN DE TIEMPO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, espero que les guste lo que viene

Capítulo 9.- Crisis

 

- Hey… qué hacen aquí?, hola bebé – Seiya venía caminando por el pasillo y no se esperó la visita que le llegó al hospital, Max estaba usando su pijama lo que era por demás extraño y Kanon estaba con él

- Me duele el pecho papi, mi papi Kanon se asustó y me trajo a verte

- Mmmmm… tu papi Kanon hizo muy bien, vengan, vamos a revisarte, quieres escuchar mi corazón mientras caminamos? – Seiya sacó un estetoscopio de su bolsillo y lo acomodó en las orejas de su hijo, miró a Kanon que lucía preocupado y señaló su rostro indicando sus ojeras, Seiya miró a Max y asintió, el niño tenía ojeras bastante pronunciadas y estaba pálido, no lo había dejado así en la mañana, Kanon había dicho que iba a trabajar desde casa y de paso cuidaba a Max, pero al verlo así entró en pánico y lo trajo al hospital

 

Max estaba sentado en la camilla de uno de los consultorios de la planta baja, Seiya lo estaba mirando pero al poco tiempo llegó el Dr. Kotara, el que sonrió al ver a Max que estaba escuchando el corazón de Kanon con un estetoscopio mientras Seiya escuchaba con otro sus pulmones, el castaño tenía el ceño fruncido, y se incorporó cuando su colega entró

- Vaya, creo que en unos años tendremos competencia – James Kotara sonrió con afecto al pequeño que le sonrió también

- Yo quiero ser médico como mi papito

- Eso me parece muy bien, cómo están sus pulmones?

- Está congestionado pero no escucho nada en sus pulmones, ya nos traen los resultados de los rayos x y así sabremos, gracias por bajar tan rápido James

- No podía no ver a mi paciente favorito, déjame escuchar tu corazón, eso es… mmmm… - el Dr. Kotara frunció el ceño, el pequeño no tenía neumonía como Kanon había supuesto, esta no sería la primera vez que le diera neumonía, sino era algo un poco más complicado, su corazón estaba empezando a fallar, su ritmo era bastante lento y eso no era bueno

- Suena bien? – preguntó el pequeño

- Lo he escuchado sonar mejor, pero no pongas esa carita, que tal suena gelatina de uva? – el médico alborotó el cabello del niño y le sonrió

- Voy a tener que quedarme aquí otra vez? – preguntó el pequeñito muy triste, él había estado emocionado por volver a la escuela, pero al parecer eso ya no lo iba a poder hacer

- Será solo por unos días, hay que monitorear tu corazón, recuerdas que hablamos de esto? – preguntó el médico hablando directamente con el niño, que asintió y se volteó buscando a Seiya que lo abrazó y le besó la cabeza

- Te vas a quedar conmigo papi?

- Si mi vida, aquí nos vamos a quedar – respondió Kanon, Seiya sonrió aliviado, el cambio de ciudad de Kanon no pudo haber llegado en mejor momento

 

Max estaba acostado en su cama y miraba a Kanon que le estaba leyendo una historia, el pequeñito no quería dormirse sin ver a su papi Seiya, lo habían llamado porque había habido una emergencia y había bajado hacía un par de horas

- Me perdí lo mejor de la historia? – Seiya llegó corriendo y sonrió al ver a Kanon acostado en la cama con Max, el pequeño lo estaba abrazando y peleaba por tener los ojos abiertos

- No papi, llegaste justo a tiempo

- Genial

 

Seiya jaló una silla y se sentó junto a la cabecera de Max, el pequeño tomó su mano y ahí eventualmente cerró los ojos dejándose llevar por la voz de Kanon que siguió leyendo la historia hasta que estuvo seguro de que su pequeñito se había dormido, con mucho cuidado y con la ayuda de Seiya se levantó y acomodaron de mejor manera a Max en la cama, Seiya miró el monitor cardíaco y estaba leyendo la cartilla, su cara reflejaba toda la preocupación que lo embargaba

- Hey… no te preocupes más de lo que debes – Kanon lo abrazó por la espalda y besó su hombro, Seiya se zafó del abrazo y caminó hasta el otro lado de la habitación junto a la cabecera de Max, Kanon se frotó el arco de nariz en donde sus lentes usualmente reposaban, se cruzó de brazos y preguntó: Y ahora qué te pasa?

- Nada… es solo que… nada, no me hagas caso – Seiya meneó la cabeza y bajó la mirada para luego acariciar la cabeza de su retoño que dormía, Kanon se volvió a acercar y lo volvió a abrazar pero notó la incomodidad de Seiya, así que lo soltó

- Ya no te puedo abrazar?, es eso?

- Kanon… - Seiya estaba cansado, había tenido un torno de 18 horas y ahora ya iba más de 24 despierto y corriendo por todos lados en ese hospital, estaba mal genio y preocupado por su hijo

- Ok., si tú no quieres un abrazo, yo si quiero uno, no solo tú estás preocupado por Max, no solo tú estás angustiado de que no se haya podido recuperar y no haya podido regresar a la escuela, no solo tú tienes que cargar con esto en los hombros, Max es nuestro hijo, y puede que no seamos pareja ahora pero somos sus padres, juramos que íbamos a afrontar todo juntos por Max, juramos que nada interferiría en lo más importante que es nuestro hijo

- Lo sé… lo sé… es solo que… yo…

- No te preocupes y no lo pienses, te amo y yo sé que tú lo sabes, no te voy a presionar de ninguna manera porque te conozco, sé que odias que te presione y en estos momentos no estás como para eso, pero… así te cueste reconocerlo, me necesitas y necesitas en quien apoyarte así como yo te necesito, juntos saldremos adelante de eso,  nuestros problemas de pareja los arreglaremos en algún punto de nuestras vidas, ahora Max es lo importante

- Diablos… - Seiya miró a Kanon y bajó su pose defensiva, sintió alivio al destensionar sus hombros, sin haberlo notado lo había estado haciendo

- Diablos qué? – preguntó Kanon, Seiya sonrió ligeramente y cubrió las distancias para abrazarlo, Kanon lo estrechó contra su pecho acariciando suavemente su espalda y besando su cabeza

- Tu siempre sabes que decir para hacerme sentir mejor, tú sabes que es lo que quiero escuchar y sabes cómo tranquilizarme, cómo lo haces?

- Te conozco Seiya, simplemente sé cómo eres y cómo funciona esta cabeza tuya – Kanon sonrió y volvió a besar su cabeza

- Eso es trampa – respondió Seiya con una sonrisa apretando un poco a Kanon en su abrazo, el peliazul rió bajito y dijo:

- No… porque tú también me conoces a mí, más que nadie la verdad

- Eso si…

 

Esa noche fue muy larga, Max tuvo la respiración pesada y dificultosa por lo que Seiya casi no pudo dormir, a la madrugada, Kanon lo acomodó en el sillón y lo cobijó con una colchita de cuadritos que Aioros había traído en sus rondas de la noche, por lo que cuando Shun llegó en la mañana al hospital, encontró a Kanon sentado en el sillón, estaba profundamente dormido y abrazaba a Seiya que estaba completamente acurrucado en él, ambos muy juntitos cubiertos por la pequeña manta, Max estaba despierto y se estaba secreteando con Aioria, que había sido lo suficientemente sigiloso como para no despertar a los preocupados padres

- Hola Shun, qué haces aquí? – preguntó Aioria, a él se le había olvidado contarle a Shun que Max estaba de vuelta en el hospital

- Como nunca, ayer no hubo nadie en casa a lo que llegué en la noche y nadie nunca llegó, entonces asumí que Max estaba aquí, no me equivoqué aparentemente – Shun no sabía cómo sentirse al ver a Seiya apoyado completamente en Kanon, si hasta lo estaba abrazando y todo

- Vamos afuera – Aioria se levantó y besó a Max en la frente, Shun también lo hizo y le sonrió al pequeño que le sonrió también, ese era un muy buen cambio de actitud en el niño, a Shun si le había dolido la hostilidad en Max, pero como que en los últimos días eso había ido bajando, al salir Aioria cerró un poco la puerta y Shun miró como Seiya se movió un poco y abrazó de mejor manera a Kanon, eso le picó el corazón al muchacho de ojos verdes que preguntó:

- Qué pasó con Max?, no que estaba mejor?

- No… el tiempo se va acercando, pensábamos en seis meses, ahora más bien pensamos en dos o tres más – el semblante de Aioria era bastante preocupado

- Para el trasplante? – Shun palideció y volvió a mirar a Max que había cerrado los ojos y parecía dormir

- Si, ahora si es en serio que estamos moviendo todas nuestras influencias pero… aún no hemos tenido suerte, el tipo de sangre de Max es complicado

- Qué tipo de sangre tiene?

- A negativo

- Dioses… y no hay nada más que podamos hacer?

- Lastimosamente no…

 

Esa mañana Shun no pudo concentrarse en el trabajo, quería estar en el hospital, quería ir allí por Seiya y por Max, quería hacer algo por ellos, él siempre se sentía inútil en lo que a Max respectaba, y estaba de pie frente al esqueleto del orfanato que ya estaba tomando forma cuando recibió una llamada que lo cambió todo

 

Shun corría por los pasillos del hospital y el corazón se le fue a los pies cuando vio a Seiya que estaba en los brazos de Kanon pero se estaba cubriendo el rostro con las manos, era obvio que lloraba, Shun nunca había visto llorar a Seiya en su vida, nunca, así que pensó lo peor, en especial porque la habitación de Max estaba vacía

- Qué pasó? – a Shun le faltaba el aliento en ese punto

- Max está en terapia intensiva, parece que lo van a entubar, no podía respirar – explicó Aioros con tono serio

- Y qué podemos hacer? – preguntó Shun mirando a todos los allí reunidos, Aioria meneó la cabeza, Aioros bajó la cabeza, el sentido de impotencia nunca fue tan grande es Shun, y fue Kanon el que contestó:

- Hay que esperar, solo podemos esperar

 

Así que esperaron, eventualmente Seiya dejó de llorar pero parecía un fantasma en vida, estaba pálido como la muerte y su expresión era vacía, Kanon lo sostenía, ambos estaban sentados en uno de los sillones, Aioros había ido a terapia intensiva por noticias, a Seiya obviamente no le dejarían entrar, Aioria había sido llamado para una cirugía de emergencia, así que solo Shun estaba allí con la pareja que estaba en silencio

- Tienen hambre?, les puedo traer algo de comer? – preguntó Shun casi a las 8 de la noche, él no había almorzado ese día y en ese punto se moría de hambre, Seiya levantó la mirada y meneó la cabeza con una pequeña sonrisa

- Eres muy amable Shun, pero no nos podemos mover de aquí hasta tener noticias, deberías ir a cenar y también a dormir, nosotros nos quedaremos – contestó Kanon muy cordialmente y con una pequeña sonrisa

- Yo puedo quedarme para que ustedes vayan a dormir, les hace falta una buena noche de sueño

- Gracias Shun, en verdad gracias pero no podría dormir si sé que mi bebé continúa en terapia intensiva y no tenemos noticias – dijo Seiya con una triste sonrisa, Shun tomó sus cosas y se puso de pie, caminó por el pasillo y al regresar la mirada vio como Kanon acomodaba su chompa envolviendo a Seiya en ella y haciendo que se recueste en su pecho, demonios…

 

Seiya se había quedado dormido en algún punto de la noche, pero despertó de un salto cuando olió café muy cerca de su nariz, él estaba acurrucado en el pecho de Kanon y era Aioros el que les había las bebidas para el frío

- Qué novedades hay? – Seiya se incorporó de un salto y Kanon casi riega su café

- Está estable, crítico pero estable, pero… si no tenemos mejoría pronto… es complicado Seiya, tu sabías que esta era una posibilidad – Aioros tomó la mano de su discípulo y la apretó con suavidad, esto era lo peor que Aioros le pudo haber dicho jamás

- Pero teníamos tiempo, esto no debía haber pasado, no nos hemos descuidado en su medicación y…

- Seiya… tienes que verlo con lógica, estás hablando como padre, no como médico, esta era una posibilidad real, tú lo sabes, yo sé que has cuidado a ese niño con tu vida, todos nosotros lo hemos hecho, pero nada es seguro en esta vida, no todos los organismos reaccionan igual, sé que mis palabras suenan huecas pero… es todo lo que puedo ofrecerte – Aioros apretó nuevamente la mano de Seiya y Kanon lo abrazó, Seiya lloró y se refugió en el pecho del peliazul que se estiró en el asiento y de su bolsillo trasero del pantalón sacó su teléfono celular, al verlo sonrió y contestó:

- Mi señor, llegó ya?

- ¿?

- Enseguida bajo, le estaré eternamente agradecido por esto mi señor

- Julián está aquí? – preguntó Aioros algo sorprendido, el Dios de los mares usualmente no viajaba mucho si podía evitarlo, él vivía en Asgard y desde ahí lo manejaba todo

- Si, Aioros podrías arreglar que mi señor Julián entre a la sala en donde tienen a Max?, necesitamos que sea algo privado, por favor – Kanon se puso de pie y jaló a Seiya para que haga lo mismo

- No creo que sea posible

- Es necesario Aioros, mi señor puede ayudar a mi hijo – Kanon explicó con urgencia

- Ayudarlo? – preguntó Seiya

- No solo tu Diosa puede obrar milagros

- Julián puede curar a mi hijo? – Seiya no lo podía creer, el brillo volvió a sus ojos

- Completamente no lo creo, pero le podría dar un poco más de tiempo hasta que podamos conseguir un corazón nuevo para él

- Aioros por favor – Seiya miró con ojos suplicantes a su maestro que inmediatamente contestó:

- No se diga más, lleven a Julián al segundo piso, los encuentro ahí

 

Aioros corrió por los pasillos, Kanon y Seiya hicieron lo propio hasta que llegaron a la planta baja, en el área de recepción del hospital estaba de pie Julián Solo, vestía traje y un abrigo, se veía sereno aunque cansado, Seiya asumió que acababa de bajarse del avión, pero al verlos sonrió

- Gracias mi señor, gracias por venir – Kanon estrechó la mano de Julián que le sonrió y luego estrechó la mano de Seiya

- Tu hijo tiene mucha suerte de ser tu hijo, solo espero que Saori no se entere de esto, así que cuento con su discreción – dijo Julián empezando a caminar por el pasillo, Seiya lo guiaba pero lo regresó a ver cuando lo dijo, qué tenía que ver su diosa con esto?

- Por qué?

- Porque ella no está de acuerdo, luego de que me llamaste, la llamé yo a ella, a la final ella está más cerca y quería evitarme el viaje si te soy sincero, pero me dijo que ya había hablado de este tema con Aioros y que eso afectaba el gran diseño y el plan universal, que las almas humanas no son para ser eternas y muchas cosas más, le dije que no quería convertir al niño en sireno o algo así, que solo necesitaba una mejoría porque su corazón tenía defectos de nacimiento, y me salió con una explicación filosófica del destino, de la vida y muchas niñerías más, así que le dije que olvidara que se lo pedí, pero a raíz de eso me llama sin cesar, y ahora está molesta porque ya sabe que estoy aquí – Julián habló directamente con Kanon al inicio, luego con Kanon y Seiya, era palpable la furia en el castaño

- Aioros ya se lo había pedido?

- Eso es lo que me dijo, pero no te estreses, tu diosa es temperamental y es muy celosa con todo, ella debe velar por toda la humanidad pero a gran escala, en teoría ella podría curar a tu hijo definitivamente, nunca he intentado hacer algo así yo, pero le prometí a Kanon que por ustedes lo haría

- Gracias mi señor, no sabe lo que esto significa para nosotros – dijo Kanon y lo dijo de corazón

- Lo sé, si puedo ayudar lo hago con gusto

 

Aioros venía por el pasillo y tenía varias prendas en las manos, era un conjunto verde completo de quirófano que Julián rápidamente vistió, Seiya lo llevó hasta la cama en donde Max estaba acostado, su hijo estaba entubado y dormía, no podían mantenerlo despierto si estaba entubado, Julián lo miró y sonrió con tristeza, se acercó a la cama y puso su mano en su frente, luego fue bajando hasta su pecho, puso la mano totalmente extendida y cerró los ojos

 

Seiya tenía el corazón en la mano y con mucha sorpresa vio como una luz verdosa azulada envolvió a su hijo, una paz lo invadió, Seiya sintió como si estuviera en una boya y flotara en el mar, no sabía cómo explicarlo, era algo que nunca había sentido antes, y por primera vez las palabras de Kanon cobraron sentido para él, Kanon solía decir que su señor Julián tenía una calma que lo bañaba todo, que se tomaba su tiempo para hacer las cosas, que nada lo perturbaba ni lo angustiaba y que eso era bastante contagioso, que en cambio Saori era una atarantada niña que no sabía qué hacer con ella misma, mucho menos con la tierra

 

Seiya abrió los ojos y se acercó a su hijo que seguía dormido, pero al parecer Julián ya había hecho lo que vino a hacer

- Tu hijo tiene un defecto congénito en el corazón, lo sabes, verdad? – Julián miró a Seiya a los ojos cuando preguntó esto

- Si señor, es una condición bastante rara que la hemos tratado desde que era bebé

- Tu amor y cuidados lo han mantenido hasta ahora, pero su tiempo  se acerca, si yo no venía hoy, el pequeño no hubiera llegado al fin de semana

- Pero… su doctor nos dijo que teníamos tiempo – Seiya dijo esto con desesperación, Julián no pudo evitar el enternecerse, él sabía que el niño era adoptado pero él sentía claramente la fuerza del amor de los padres de ese niño, en verdad que tuvo mucha suerte de ser adoptado por Seiya y Kanon

- No… su tiempo se está agotando, pero eso es lo que hemos comprado hoy, tiempo para él y para ustedes, tiempo para que busquen un nuevo corazón o tiempo para que se hagan a la idea de su partida, sé que es sumamente duro lo que te estoy diciendo, sé que eres su padre y no hay nada peor para un padre que tener a un hijo enfermo, este pequeñito es fuerte pero no inmortal

- Entonces, tenemos un poco más de tiempo con él?, cuánto tiempo?

- Difícil de decir, un par de meses tal vez, no más – Julián puso la mano en el hombro de Seiya que lució extremadamente triste, pero el Dios de los mares le levantó el mentón y le dijo: - Aprovecha el tiempo que te doy, ámalo y cuídalo como lo has hecho todo este tiempo, busca un nuevo corazón y cuando lo encuentres avísame, una ayuda extra a tus médicos no está por demás, los trasplantes son complicados en niños tan pequeños, pero yo me aseguraré de que todo salga bien, y si tu diosa te da algún problema, la mandas a que hable conmigo directamente – Julián sonrió, Seiya no pudo evitarlo y lo abrazó

- Muchas gracias mi señor, lo siento… lo siento mucho… - Seiya se separó y recuperó la compostura, Julián le acarició el rostro y dijo:

- Tu alma es pura, ya me lo había dicho pero no se lo había creído, vaya… él tiene razón en amarte

- Kanon?

- Si… Kanon

 

Seiya se quedó junto a su hijo y vio maravillado como sus signos en cuestión de minutos se estabilizaron en los rangos normales, con la ayuda de Aioros y del médico de terapia intensiva, lo desentubaron y vieron como el niño respiraba normalmente por sí solo, el color le volvió al rostro y luego de unos minutos, abrió los ojos y sonrió al ver a su padre a su lado

- Papi, me puedes sacar esto? – Max señaló la vía en donde tenía conectado un suero, Seiya meneó la cabeza y dijo:

- No, no te lo puedo sacar

- Pero ya estoy bien, hasta estoy sentado y todo eso, mi amigo Julián dijo que voy a estar bien y que no debo tener miedo

- Tu amigo Julián? – Seiya arqueó una ceja y se sentó en la cama de su hijo, tomó un vasito con agua y con un sorbete se lo dio de tomar

- Si, él vino y me acarició la mejilla, me dijo que voy a estar bien y que no me preocupe por nada, que tú estás buscando un nuevo corazón para mí y que hasta que eso pase, yo voy a estar bien, entonces me puedo sacar esto?

- No mi vida, tienes que ser paciente

- Ayyyy papi

 

Julián había salido de la habitación y se había quedado hablando con Kanon, el general marino abrazó con muchas gratitud a su Dios y se sintió completamente aliviado cuando se fue, más o menos media hora más tarde, Seiya salía con Max en brazos, el pequeñito estaba dormido pero ya no tenía conectado nada en ninguna parte, el Dr. Kotara no se explicaba su súbita mejoría y había recomendado que pase la noche en observación, tanto Kanon como Seiya sabían que su hijo estaba perfecto, pero no podían explicárselo a su médico, así que aceptaron quedarse con la esperanza de que le den de alta al día siguiente

- Duerme Seiya, Max está bien – Kanon estaba sentado en el sillón y estaba cansado, Seiya estaba de pie junto a la cama de su hijo que dormía, el castaño lo estaba contemplando dormir

- Si, yo lo sé, es solo que… Julián dijo que nos dio un par de meses, hemos esperado un corazón para Max por más de un año, y si nunca hallamos un donante? – Seiya estaba angustiado, la cura de Julián no era permanente, Kanon se puso de pie y fue hasta Seiya, lo abrazó y besó su frente al decir:

- Nuestro hijo va a estar bien, yo sé que Aioros, Aioria y tú, están moviendo cielo y tierra buscando un corazón para Max, lo van a hallar, yo tengo confianza y fe en ustedes

- Quisiera tener solo un poco de tu seguridad – susurró Seiya abrazando a Kanon de vuelta, estos días habían sido muy duros, pero la preocupación y la angustia si los había unido, Seiya se sentía cómodo en los brazos de Kanon, como antes solía sentirse

- Hombre de poca fe, todo va a salir bien ya lo verás, ven… duerme un poco, yo miro a Max, pero tu duerme, ok., de los dos el que menos ha dormido esta semana eres tú, no me gustan tus ojeras y no quiero que te enfermes

- Mañana que vayamos a casa voy a dormir por dos días seguidos

- Quisiera ver eso, siempre dices lo mismo y nunca lo cumples – Kanon llevó a Seiya al sillón y se acomodaron, a los pocos minutos ambos estaban profundamente dormidos, el cansancio era evidente y cuando Aioria pasó en sus rondas en la madrugada sonrió al verlos abrazados y acurrucados en el sillón mientras Max dormía en la cama

 

Notas finales:

Chan chan chan...

Julián es un ídolo, Saori... me reservo los comentarios, ustedes podrán imaginarse lo que Seiya está pensando de su diosa

No se pueden perder los capítulos que vienen, el final ya se acerca y todo está en punto de ebullición, espero que les guste lo que viene, saludos, bye

 


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