Capítulo 2.- Punto de quiebre
Shun se mantuvo alejado de Seiya por algunos días, el castaño tampoco hizo mayores intentos por buscarlo y entre ellos se formó una tensión bastante extraña, a simple vista nada había cambiado, los habitantes de la mansión Kido no se dieron ni por enterados pero para Shyru si fue bastante evidente que su castaño amigo estaba por el camino de la amargura
- Vas a acabar con todas las palomitas de la casa, otra vez viendo televisión?, en serio Seiya? – Shyru había entrado al cuarto de entretenimiento y había encontrado a Seiya, el que infaltablemente había estado allí en las tardes por más de una semana
- Ya me cansé de estudiar, no tengo ánimos de salir, está haciendo frío y me va a dar gripe
- No te va a dar gripe, no sigas de flojo y mejor acompáñame a correr, me voy a ir al parque central, quieres ir? – Shyru se había sentado junto a Seiya y le palmoteó la pierna
- No… hace frío y no hay poder humano que me separe de mi cobija, ve tu solo, no creo que te pierdas, o si? – Seiya se acurrucó de mejor manera tapándose con su cobija y sonriéndole a Shyru que la tomó de una de las esquinas y la jaló, pero Seiya se abrazó a ella y no la soltaba, ambos amigos reían mientras forcejeaban por la cobija y en eso estaban cuando Shun se aclaró la garganta sonoramente, al verlo, Seiya se incorporó de mejor manera en el sillón y preguntó:
- Qué pasa?
- Siento interrumpir – dijo Shun y su tono era algo seco
- No estás interrumpiendo – contestó Seiya de lo más fresco, Shyru no hizo ni dijo nada, se quedó de pie junto al mueble pero se sentía por demás incómodo, no le agradaba la manera en la que Shun lo miraba
- Estoy buscando a mi hermano, no lo han visto?
- No, no ha venido por aquí – contestó Shyru en el tono más normal que pudo, Shun lo miró nuevamente, arqueó una ceja y sin decir nada más salió de la habitación, Seiya se sentó de mejor manera y se estaba calzando los zapatos cuando dijo:
- No te estreses, Shun está loco, no le tomes en cuenta
- Ustedes volvieron?, qué pasó?, no me has contado y no he querido preguntarte porque el tema es medio… delicado pero… me miró de una forma que…
- No hemos vuelto porque técnicamente no podemos romper, nunca hemos estado juntos así que no podemos estar separados, me duele la cabeza solo de pensar en esto, créeme
- Lo siento amigo
- Ya vamos a correr
- Vamos a ir a correr? – Shyru arqueó una ceja al preguntar esto, el castaño se encogió de hombros y respondió:
- No que querías ir a correr?, ahora vamos, no estoy de humor de ver a Shun pasearse delante de mí la tarde entera, eso le ha dado por hacer últimamente y me tiene hinchado
- Para que veas que te quiero, luego de correr te invito un café, qué tal suena?
- Suena bien – Seiya sonrió sinceramente y juntos salieron de la mansión, a lo que caminaban por el jardín en dirección al portón principal charlaban y reían despreocupadamente, sin darse cuenta de que unos ojos verdes los miraba desde uno de los ventanales, Shun tenía el ceño fruncido y suspiró cuando los perdió de vista
Esa noche, la cena fue por demás silenciosa, la sobre mesa fue inexistente porque apenas la comida terminó, Seiya se disculpó y se fue a su habitación, dijo que le iba a dar gripe y que mejor se bañaba pronto y se acostaba, Shyru fue al vivero, dijo que tenía que ver algo referente a su proyecto de botánica, Hyoga no había llegado, Ikky fue el único que tomó café porque Shun también se había disculpado a lo que acabó la cena
Seiya efectivamente se había duchado y luego de secarse el cabello, fue a la cocina, se hizo una limonada caliente y se acostó temprano, si había algo que el castaño odiaba era estar con gripe, y ahora se sentía algo congestionado, pero eso no fue impedimento para que a la media noche su puerta se abriera, Shun entró a la habitación del castaño y sonrió al verlo profundamente dormido hecho bolita en la cama. El muchacho de ojos verdes le pasó el cerrojo a la puerta y se desnudó, se metió a la cama y abrazó el cálido cuerpo de su amante que abrió los ojos cuando sintió suaves besos en su nuca
- Shun?
- Esperabas a alguien más? – susurró el peliverde acariciando el pecho del castaño por dentro de su pijama
- Claro que no, qué haces aquí?
- No te parece un poco obvio? – Shun volteó a Seiya y buscó sus labios para unirse en un muy necesitado beso, el castaño lo abrazó profundizando el beso y dejándose desnudar, Shun fue quitando su ropa, prenda a prenda lo desnudó para fundirse en un posesivo abrazo. Seiya estornudó y se dejó caer en las almohadas, Shun sonrió ante esto y le dijo: - No te preocupes, cuando acabe contigo vas a quedar como nuevo
- Te vas a contagiar
- No me importa
- Ok., yo cumplí con advertirte, si te quieres contagiar es tu problema, solo que digo que me trates con cariño porque estoy gravemente enfermo – respondió el castaño sonriendo y acariciando los costados de su amante que se había sentado sobre su cadera y se había agachado a besar su cuello
- Yo te haré sentir mejor, tu solo relájate
- Ok doctor Shun
Seiya aflojó el cuerpo y se dejó hacer, con una sonrisa en los labios sintió los suaves besos de su amante que bajaron desde su cuello hasta su vientre deteniéndose en su pecho, Shun era muy hábil en lo que hacía y no le costó mucho trabajo tener a Seiya hecho un pudín en la cama, por lo que el castaño no se quejó cuando el muchacho de ojos verdes se acomodó de mejor manera entre sus piernas
- Ahora lo vamos a hacer así? – Seiya frunció el ceño cuando sintió que Shun le levantó una pierna y estaba aplicando lubricante en su entrada
- Si, y no te quejes, que yo te doy el culo la mayoría de las veces
- No me quejo, solo preguntaba – el castaño abrió de mejor manera las piernas y se mordió los labios cuando el primer invasor dedo se abrió paso en su intimidad
- Yo creo que deberíamos hacerlo más seguido así, afloja… eso es… - Shun introdujo un segundo dedo y eso hizo que Seiya se quejara al decir:
- Por lo menos bésame cuando estés haciendo eso
- Ya ya ya
Shun se estiró y besó al moreno en los labios, Seiya se estaba moviendo inquieto en la cama, era algo incómodo lo que su amante le hacía, y el castaño se arqueó completamente cuando Shun se acomodó de mejor manera sobre él y lo penetró
- Shun… dioses…
- Seiya… mi Seiya
El muchacho de ojos verdes sostuvo de mejor manera las piernas de su amante al empezar a moverse en su interior, Seiya se mordía los labios mientras se movía acompasadamente en la cama, pronto la habitación se llenó de jadeos y gemidos de placer, Shun sonreía con anticipación, le encantaba tener rendido a sus pies al fuerte Pegaso que lo llamaba por su nombre y lo apretaba contra su cuerpo entre ardientes besos y mordidas
- Más fuerte… más rápido… eso es…
- Así?, te gusta?... claro que te gusta… - Shun había aumentado el ritmo de sus caderas haciéndole ver luces al castaño que se contorsionaba en la cama en completo éxtasis, pronto llegó para ambos su momento cumbre de placer y llegaron con explosivos orgasmos
Seiya estaba recostado sobre su espalda y sostenía el cálido cuerpo de Shun que estaba acurrucado en su pecho, ambos tenían las respiraciones algo erráticas pero se sentían completamente satisfechos
- Estás celoso? – Preguntó Seiya flexionando su pierna y sonriendo ante el hecho de que Shun lo estaba abrazando con fuerza y posesividad
- Yo???, nunca… - Shun se incorporó y frunció el ceño, Seiya se rió con ganas lo que ocasionó que Shun le diera un almohadazo y se levantara enojado de la cama
- Ya no te enojes, ven acá
- No, suéltame Seiya – el castaño también se levantó de la cama y trató de abrazar a su muy enojado amante
- No no no, no te voy a soltar, ven acá… dame un beso… - Seiya abrazó a Shun y le besó el cuello, el peliverde seguía resistiéndose pero no lo estaba haciendo con mucho convencimiento y pronto se rindió a los besos de Seiya y se dejó llevar nuevamente a la cama
- No, no así… - Shun se revolvió y trató de quitar a Seiya de encima suyo, el castaño se había acomodado entre sus piernas y había empezado a mover las caderas para estimularlo
- Si… y a ti te va a gustar, abre las piernas, eso es…
- No se vale, yo quería hacerte el amor a ti – dijo Shun entre suspiros, Seiya le estaba acariciando el miembro de una forma por demás deliciosa
- Ya me lo hiciste, ahora quiero hacértelo yo a ti, relájate… eso es…
- Seiya… dioses… - Shun se arqueó en la cama cuando su amante lo penetró, el castaño buscó sus labios y se unieron en un profundo beso para luego darse placer como solo ellos sabían hacerlo, cambiaron de posición varias veces en la cama y entre jadeos y gemidos llegaron nuevamente a la cima del éxtasis para luego dejarse caer sobre las sábanas
- Te amo… - Seiya estaba acostado sobre su estómago, tenía una pierna ligeramente flexionada y los ojos cerrados, Shun lo miró pero su amante parecía profundamente dormido
- Seiya? – Shun tocó la mejilla del moreno pero no obtuvo respuesta, esta era la primera vez que Seiya le hablaba dormido, wow…
Shun se levantó tratando de no mover mucho la cama, juntó su ropa, se vistió en silencio y salió de la habitación, en el pasillo casi se choca con Shyru que salía y tenía su termo en las manos, el caballero dragón usualmente tomaba agua en las noches y había ocasiones en las que le tocaba rellenar su termo porque se le acababa el agua, y esta noche era una de esas noches, Shyru se quedó estático en el pasillo y Shun también, luego el muchacho de ojos verdes caminó a su cuarto sin decir nada, entró y cerró la puerta, Shyru sonrió, meneó la cabeza y fue a la cocina
En los días que siguieron, la vibra tan densa que rodeaba a los chicos de la mansión como que se diluyó, Seiya volvía a mostrarse como siempre, Shun también, los otros chicos no sabían lo que pasaba, claro… a excepción de Shyru que lo miraba todo con preocupación por su castaño amigo, pero como se acercaba el fin del semestre optó por no decir nada, todos ellos estaban ocupados con sus materias y cosas como para dividir su atención a lo que no les incumbía
Justo antes de la semana de exámenes, llegó a la mansión una visita bastante inesperada, los antiguos caballeros dorados Shaka de Virgo, Aioros de Sagitario, Mu de Aries y Aioria de Leo, llegaron de visita en su paso por Japón, a los chicos de bronce les dio mucho gusto ver a sus antiguos camaradas que se iban a quedar un par de semanas antes de continuar su viaje, los hermanos Aioros y Aioria pertenecían a la organización de médicos sin fronteras que patrocinaba la fundación de su diosa, Shaka y Mu prestaban su ayuda regularmente pero ellos lo hacían de forma esporádica, al igual que los dioses guerreros de Asgard y las Marinas de Poseidón, Kanon era el que más acudía a las misiones de solidaridad, en contra de todo pronóstico, al Dragón Marino le agradaba mucho ir de país en país prestando su ayuda a los más necesitados
- Maestro, tiene que venir más seguido, estas costillas le quedaron fantásticas – todos los caballeros estaban en una improvisada mesa en el patio de la mansión, habían decidido hacer un asado y Seiya había disfrutado de esas costillas inmensamente
- Ya sabes mis dotes culinarios, quieres más Seiya? – ofreció Aioros que estaba acabando de asar una nueva remesa de costillas
- Por favor maestro, eso ni se pregunta – el joven castaño se levantó y fue hasta la parrilla para recibir su nueva ración
- Me parece bien que tu apetito no haya disminuido ahora que estás en semana de exámenes, ya quiero que te desocupes para poder pasear contigo por la ciudad
- Solo me falta esta semana, tengo el último examen el jueves, es el más complicado y es para el que he estado estudiando todos los días, pero creo que ya me bebí la ciencia, me va a ir bien, ya lo verá – el castaño menor le sonrió a su maestro que le acarició la mejilla y lo mandó de vuelta a la mesa
- Y tu Shyru?, ya acabaste o no todavía? – preguntó interesado Mu, el antiguo caballero Dragón era el que menos estuvo esa semana en casa
- No, me faltan dos exámenes, para el examen del martes el profesor Seiya me tiene que dar unas clasesitas
- Yo???
- Si tú, y no te hagas el loco – Shyru le lanzó un pancito a Seiya que sonrió divertido al volvérselo a lanzar, Shun los miró y arqueó una ceja, a él no le acababa de convencer lo que Seiya le había dicho, de que él y Shyru eran solo amigos
- Ya ya ya… mañana en la tarde soy todo tuyo, porque en la mañana quedé de encontrarme con unos compañeros en el anfiteatro para una práctica
- Yo no sé cómo puedes estudiar medicina, te lo juro – esta vez fue Ikky el que habló y Seiya solo se encogió de hombros al responder
- Yo no sé cómo tú puedes estudiar arquitectura, tanto número, trazo y dibujo me marea
- Eso si, cada uno con lo suyo, y Kiki ya decidió lo que va a estudiar? – Ikky preguntó a Mu que meneó la cabeza y suspiró, su aprendiz no quería saber nada de la Universidad, quería quedarse en Jamir y profundizar su práctica con el polvo de estrellas y la reparación de armaduras
- No hablemos de Kiki que me duele la cabeza – respondió Mu, a lo que Aioros sonrió y pasó a la mesa las costillas, eso acabó con las conversaciones porque todos se dedicaron a comer con entusiasmo
Esa semana Seiya sintió a Shun bastante ausente, primero nunca estaba en casa, y cuando estaba pues se ocupaba con su maestro, Shun charlaba mucho con Shaka, pero eso no era raro, siempre había sido así desde que Seiya se acordaba, ellos tenían una relación bastante estrecha, mucho más estrecha que la que él tenía con Aioros, y eso era bastante lógico porque su maestro tenía en su hermano a su mejor amigo, Seiya era su discípulo, pero de cualquier manera ambos castaños se llevaban fantástico
Por varias noches Seiya esperó a Shun despierto en su habitación, pero el muchacho de ojos verdes nunca llegó, Seiya si se lo había preguntado pero Shun simplemente le dijo que estaba haciendo su maqueta en la casa de un amigo de la facultad y que no se preocupara por ello, Seiya no se lo peleaba porque él también la pasó ocupadísimo estudiando y se sintió libre por completo cuando el jueves dio su examen y extraoficialmente había terminado el semestre
Ese jueves Seiya llamó a Shun la tarde entera, él sabía que su amante tenía su último examen el día anterior, solo tenía que presentar la maqueta el viernes, pero Shun le había dicho que su maqueta ya estaba lista y terminada, entonces Seiya estaba algo preocupado porque su peliverde no daba señales de vida, esto era por demás extraño, Shun usualmente nunca se desaparecía, esa era la especialidad de Ikky, no de Shun
De cualquier manera, Seiya esperó verlo llegar para la cena pero no, Shun no llegó, tampoco llegó Shaka entonces todos asumieron que estaban juntos, eso tranquilizó a Seiya que luego de comer se fue al cuarto de la televisión y acurrucado en el sillón se quedó dormido
Seiya no supo qué hora era cuando abrió los ojos, el televisor continuaba prendido en el canal de películas y debía ser tarde en la noche porque estaban pasando una escena media subida de tono, atrás había quedado la película de acción que estaba viendo, el castaño se estiró como gatito, apagó el televisor y tomó sus zapatos, caminó por el pasillo pero se quedó estático al escuchar algo que le llegó al alma, volteó la cabeza hacia la derecha y sin mayores preámbulos abrió la puerta de la habitación más cercana a donde se encontraba, y al hacerlo, se le rompió el corazón
Seiya sintió como se le hacían nudo los intestinos, porque vio a Shun en la cama con Shaka, la pareja hacía el amor con abandono, jadeos y gemidos llenaban el ambiente y la muy fogosa pareja al inicio no se dio cuenta que tenían audiencia, fue Shun el que abrió los ojos y se quiso morir, él estaba arrodillado en la cama y se apoyaba en sus manos mientras Shaka lo sostenía de las caderas y lo embestía por detrás
- Por todos los dioses… Seiya… - Shun se quiso morir al ver los ojos cafés del que era su amante que lo miraban con dolor
- Qué??? – Shaka levantó la mirada y vio al caballero Pegaso en la puerta, su expresión era demasiado obvia como para no darse cuenta de la situación
- Lo siento… yo… yo… - Seiya no sabía que decir, Shun se quitó a Shaka de encima y se bajó de la cama pero Seiya cerró la puerta y corrió por el pasillo, bajó las escaleras y sin esperar nada salió de la casa, corrió calle abajo como alma que lleva el diablo, nunca en la vida se había sentido tan… roto…