- ¿Todo esto es un sueño? Acaso... ¿nada fue verdad? Nada... nada ¿nada....?
"Tú estas loco Jaeger, completamente loco, estas solo, nadie te necesita... solo duerme y no vuelvas a despertar... nunca lo hagas"
- Esa voz... siempre está en mi cabeza... ¿quién eres? --divagué en mis pensamientos por un momento pero nuevamente la palabra "NADA" volvió a aparecer en mi cabeza. Nada.... ¿nada de lo que ocurrió fue verdad?-- entonces..... ¿Todo fue un sueño?El capitán Levi, los chicos, el escuadrón ¿nunca existieron?
Aquellas preguntas se repetian una y otra ves en mi cabeza incansablemente haciéndose eco, una y otra ves, una y otra ves, una y.... ¡terminarían por volverme loco!
¡¿Cómo era eso posible?!
Yo fui transformado contra mí voluntad en un titan, nunca quise serlo y ahora... me encuentro en un lugar que desconozco, mi padre está conmigo y al parecer mi madre nuevamente no esta a mi lado, nuevamente este maldito mundo me la ha arrebatado, nuevamente me tocará vivir un mundo sin ella, un mundo que desconozco; solo... completamente solo porque las personas que yo conocía al parecer aquí, no existen.
No existen...
Armin, mi amigo y Mikasa mi prácticamente hermana, los chicos del escuadrón 104: Jean, Connie, Marco, Reinner, Bertolt, Thomas, Mina, Annie, Ymir, Christa y Sasha, todos ellos no estan... tal ves si estuvieran no me sentiria tan solo, si tan solo tu estuvieras.... junto a mi...
-Flash-Back-
- "¡¿Q-qué signifi... porqué hizo eso Capitán?!" --no podia creerlo el Capitán Levi me ¿besó?--
Realmente no podía creelo, estábamos discutiendo y prácticamente gritandonos, vi que levantó su mano en forma de puño: me golpearia, y estaba bien.
Yo lo insulté.
"¡Además de viejo eres un maldito enano de mierda!"
Vaya coraje el mio para insultarlo de tal manera, me preparé para recibir el golpe, esperaba sentir un certero puñetazo en mi cara para después sentir lentamente como la sangre invadiría mi boca pero.... nada de eso ocurrió, sentí un ligero roce en mis labios y para cuando abrí los ojos pude verificar que el Capitán me estaba besando.
- Se me antojó --me respondió divertido por mi reacción de desconcierto total ¡¿qué más quería?! si ni en mi putos sueños eso sucedía y ahora.... No, esto es un sueño, si seguramente estaba soñando despier....--
¡ESPERA! Nuevamente sentí como los labios del Capitán presionaban contra los míos, tan finos y suaves, dios.... son tan cálidos...estaban húmedos, seguramente los humedeció antes de besarme, su lengua delineando los míos con una sutileza..... ¡mierda! ¡Amo a este hombre...! --
- ¿Oi, estas bien? --me preguntó, pero no podía responderle ¿cómo podría si yo estaba inmerso en mi propio mundo? ¡Los labios del Capitán eran la gloria!-- Mocoso si sigues poniendo esa cara de mujer moja bragas lo tomaré como una invitación --no podía creerlo ¿acaso yo le gusto al Capitán?--
No lo creo, solo está jugando conmigo, tal cual como hizo antes.
Pero si hace unos par de minutos estaba que me mataba con la mirada porque yo lo hice enojar, pero no tenia la culpa que el estúpido cara de caballo me molestara diciendo que mi cuerpo era como el de una mujer.
¡Por Dios! ¡¿Cómo le puede decir eso a un hombre?!
Además ... ¿por qué diablos tenia que tocar mi abdomen justo cuando el Capitán iba pasando? Por su culpa después él se enojó conmigo, pero en primer lugar ¿por qué le molesto tanto que peleara con Jean? Aquello era prácticamente rutinario, no había día en el que no tuviera alguna disputa con el.
Estaba dispuesto a todo... ese beso cada ves era más y más..... intenso.
El primero que recibía... mi primer beso, quería sentirlo, sus manos rodearon mi cintura atrayéndome a su cuerpo pero la puerta de biblioteca fue abierta y tal ves esa sería la única oportunidad que tendría de confezarle como realmente me sentía...
- ¡Enano! Te estaba... upss --era Hanji-san, la líder de escuadrón y yo....yo salí corriendo apenas ella entró, ¿que significaba ese beso? Probablemente nunca sabré el significado tras lo ocurrido--
-Fin Flash-Back-
Si tan sólo en ese entonces me hubiera atrevido a preguntar... tal ves no sentiría esta punzada en mi pecho y este maldito nudo en la garganta cada ves que te recuerdo Levi.
Levi... y pensar que sólo soy capaz de llamarte así, por tu nombre en mis pensamientos... no sabes cómo me gustaría que los escucharas Levi, no sabes cuánto. -
L-Levi... ¿existirás en este mundo?
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- ¿Por qué de pronto tienes tanto interés en el? Es extraño viviendo de un ermitaño como tu, que solo escribe novelas encerrado en su departamento, ni siquiera compartes con tus editores, y ¡oh! Sin mencionar lo mujeriego que eres enano --preguntó la mujer de lentes mientras veía las muecas que Levi hacía ante sus comentarios certeros-- ¡Ya sé! Te peleaste con esa mujer, la pelirroja esa de la farándula ¿o no?. --sólo hubo silencio como respuesta, además del chasquido que Levi dejó escapar al desviar el rostro de la fiera mirada de su amiga-- No, no creo que sea eso, tu te aburres y las dejas como si fueran un trapo viejo que por cierto ya usaste para quitar tus ganas de sexo --entonces no dijo más, si bien es cierto para ella era habitual regañarle como si se tratara de un adolescente, tal cual como lo hacía con su ahijado, pero después de vivir años con el azabache aprendió a leer todas sus expresiones y sabía cuando detenerse antes que de éste le increpara-- Ok, no diré más sólo responde: ¿por qué estas en mi casa y cómo carajos entraste si no tienes las llaves?
Diálogos así eran bastante comunes en la relación que ambos llevaban como amigos. Levi era un reconocido escritor literario mientras que Hanji una destacada científica y doctora en el Hospital Base, sin embargo, sus títulos no tenían gran importancia, no para ellos, si no que era solo una manera de encajar en la sociedad, sin recibir aquellas tontas críticas o el qué dirán, aún así ambos estaban complacidos de llegar con el pasar de los años a la vida que tenían.
Para Levi era costumbre huir de su gran pero no tan ostentoso departamento, y por lo mismo, su ruta de escape segura era la casa en un condominio bastante tranquilo en donde Hanji vivía. Debido a su trabajo, era reconocido no sólo en literatura, de ves en cuando escribía cuentos oníricos, fantasías, incluso una leve inclinación al romance, uno empedernido, uno idealizado, uno que él deseaba encontrar y plasmaba en sus escritos.
Levi, quien era apodado como: "L. Holms", pero esa no era toda su historia.
Levi Ackerman provenía de una familia humilde, aunque sólo vivía con su madre y de ves en cuando los visitaba su tío; su padre era un N/N, no valía la pena conocer al maldito que violó a su madre. Aunque muchas veces pensó en buscarlo y tomar venganza, pero llego a la sana conclusión que incluso ese pensamiento significaba darle importancia a quien no la merecía, pero también estaba su tío, hermano de su madre aunque dudaba que el no hubiera tomado cartas en el asunto tras enterarse al tiempo después del abultado y no desapercibido vientre de su pequeña hermana.
Kenny Ackerman era su tío, con quien no llevaba una mala convivencia pero sí ambos tenían un carácter explosivo en el cual muchas veces diferían y terminaban discutiendo hasta incluso llegar a los golpes, aunque claro, de una manera casi bordeando entre ternura y horror, Kuchel; la madre de Levi los separaba.
Debido a ello, Levi ganó experiencia en combate cuerpo a cuerpo. Su tío, era un boxeador de las calles, uno que ganaba dinero en peleas callejeras y uno a quien le encantaban las apuestas, aunque también por culpa de él perdieron su hogar, fue uno de los detonantes que lo incentivó a querer salir adelante y darle una mejor vida a la luz de sus ojos, Kuchel Ackerman, su madre.
- No tengo dónde más ir, no seas molesta cuatro ojos --reclamó cruzándose de brazos y piernas mientras se acomodaba en el sofá de la sala-- Además....la última ves no reclamaste, esto estaba hecho un desastre ¿Cómo es que siendo una solterona acumulas tanta mierda? --y si, con "mierda" se refería a basura--
Hanji sonrió, y con ello, Levi ganó.
- Por lo menos no huyo de mis parejas Don Juan --nuevamente Hanji había ganado territorio en el diálogo, Levi huyó por ese motivo, ya no le era suficiente tener una aventura loca de una noche como solía ser, se sentía vacío, siempre sintió que algo le faltaba pero no estaba seguro de qué era, entonces ella suspiró, de alguna manera podía entenderle--
Desde que eran niños Levi la acogió en su hogar, Hanji era una niña de los barrios bajos, una que siempre desde las 6am estaba sentaba en el suelo de una alameda pidiendo limosna, pero pese a su precario estado de desnutrición esa sonrisa sincera de oreja a oreja siempre estaba presente. De alguna manera y pese a que era el polo opuesto de Ackerman hijo sabia saber llevar el temperamento que éste tenia. Por otra parte Kuchel, no era una mujer adinerada ni nada por estilo, ella se ganaba la vida limpiando lujosas mansiones de personas que estaban podridas en dinero, y debido a ello pudo juntar volver a surgir y postular para las pequeñas casuchas que el gobierno facilitaba, dándole un nuevo hogar donde vivir a su pequeño pero gran adolescente guerrero, quien además de ser becado en la universidad por sus excelentes calificaciones, trabajaba de medio tiempo en un Café Late ganando lo necesario para ayudar con los gastos básicos del hogar, además de también iniciar su vida sexual al tener a tanto cliente que se le insinuaba por ser un chico bastante atractivo solo que un poco bajo referente al promedio de estatura estándar.
- ... ¿El mocoso ya despertó? --preguntó sin más al ver como la castaña comenzaba de despejar los papeles que tenía sobre la mesa para servir la cena, el hecho de tocar el tema del mocoso Jaeger es porque sabía Hanji dejaría de insistir en llenarlo de preguntas-- Y quiero mi propia habitación porque no quiero volver a dormir contigo y sentir tus planos pechos en mi cara.
- ¡Oh ya lo sé! ¡Y no soy tan plana! --reclamó frunciendo el ceño-- Sabes que de todas maneras te tengo un cuarto aquí y sobre mi sobrino.... Él despertó --nada le daba más vergüenza que recordar esa ves que Kuchel los sorprendió durmiendo justos como si fueran una pareja, aunque claro la madre de Levi sabia la clase de vida que esté llevaba y que Hanji seguía siendo la niña que ella acogió y crió junto a su hijo--
-... Hanji... --llamó al ver como toda esa euforia que la caracterizaba desapareció apenas tocó el tema del menor-- De....de seguro mañana estará mejor ¿dijiste que era fuerte no? --y ahí estaba el, intentando animarla de alguna forma, era su hermana después de todo, y podía entender su dolor. Levi nunca conoció a Eren directamente, debido que en ese tiempo el estuvo en el extranjero terminando sus estudios, pero no era necesario verlo para tener una imagen del moreno. Hanji cada ves que le llamaba era para presumir la hermosura de ahijado que tenia, lo cual para Levi era molesto pero más le convenía atender el llamado a encontrarse lleno de mensajes y también fotografías no sólo en su celular, sino, grabadora, correo electrónico, y medios sociales, Hanji si sabia como ser insistente.
- ¿Te puedo pedir un favor? --preguntó con calma, lo que indicaba que estaba por pedir algo serio, lo cual era realmente extraño en ella-- Le prometí a Eren que estaría con el mañana, pero no podré, tengo trabajo que atender y no puedo dejar de atender a mis pacientes por el... --el azabache estuvo a punto de negarse a su pedido, ya sabía que rumbo estaba tomando la conversación, y el no era la persona más adecuada, odiaba a los mocosos, sobretodo a los de la edad de Eren por ser tan hormonales-- Levi por favor, y te doy una copia de la llave para que no me rompas más la chapa de la puerta.
Un excelente incentivo, Levi accedió.
- Pero que ni se le ocurra que le leeré cuentos, no soy una maldita niñera.
No pudo evitar formar una ligera sonrisa cuando se percató del brillo en los ojos de la castaña quien tomo su manos y las besó con premura, para después darle un sonoro beso en la mejilla, sin embargo, hasta ahí llego su límite.
Ahora debía bañarse debido a las babas que Hanji dejó a propósito en su mejilla izquierda.
- Eres asquerosa, ¡maldición madura de una ves!
- Y tu encuentra una pareja estable y deja esconderte aquí gruñón, mamá llegara en una semana, y créeme que es ella quien insiste en querer conocer a sus nietos. Lástima que seas casi gay.
- ¿Huh? ¿Gay? ¿Qué putas te hace pensar que sería un maldito afeminado?
- No lo sé, tal ves porque no tienes pareja, y la mayoría de los escritores lo son~ Ah y no pienso que seas el "afeminado" sino el que da, y bien duro.
Sugirió divertida mientras escuchaba los insultos que éste dejaba salir de sus labios como si de un rezo se tratara, le gustaba molestarlo. Sabía que su amigo no tenía ese tipo de inclinaciones y que incluso le molestaba ese tipo de personas precisamente por lo afeminados aunque no tenía nada en contra de ellos, pero a Hanji le encanta ver lo explosivo que Levi era.
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Por alguna razón Levi despertó intranquilo, dormir en otra habitación no era desagradable, aunque la cama no estaba nada mal, no era la suya por lo que le complicaba el poder dormir, cabe mencionar que esa noche la lluvia se intensificó por lo que el ruido se hacía insoportable, pero no así para Hanji quien tenía el sueño pesado, ella solo roncaba mientras que Levi intentaba calmar su respiración agitada debido a un mal sueño. No quería entrar en crisis.
- Esa maldita mirada.... ¿Cuánto tiempo planeas seguir torturándome? -preguntó sabiendo que no obtendría respuesta-
Su sueño no era vivido, de hecho no tenía imagen alguna, excepto esos ojos llenos de vida que de un momento a otro desaparecían. Un escenario negro, dos luces verde-azuladas intensas, risas que hacían eco, llantos, peleas para después ver como ese ser de sus sueños se iba de su alcance.
Decidió tomar una ducha helada, necesitaba poder despejar su mente y la mejor salida para Levi era una pluma y un pequeño cuaderno que siempre llevaba consigo.
Tal ves Hanji le consentía un poco, o demasiado. Levi era su hermano, y sabia que este solía pasar más tiempo en su casa que en la propia, de hecho la habitación de Levi era más amplia que de la propia dueña de casa. El azabache se encontraba escribiendo en su escrito, porque si, era suyo o mejor dicho se apropió de el cuando limpio la cochera de la castaña y vio aquel pequeño tesoro el cual rescató.
No tenía nada claro en mente, solo pensamientos un tanto enigmáticos, depresivos y por sobretodo en busca de una respuesta.
Eran las 03:17am.
"Ese día, esa noche, ese momento, en un instante.
Todo fui, todo cuando era, toda mi esencia, todo...desapareció.
Dime ¿cómo se siente morir?.
¿Cómo se siente desaparecer?.
¿Cómo se siente regresar a la nada?.
Dime ¿qué debería sentir ahora?.
No puedo ver nada, no puedo percibir sonido alguno, no puedo....sentir nada...
¿En dónde quedó tu calor?.
¿En dónde quedó el brillo de tu mirada?.
¿En donde quedó el perfume de tu piel?.
Dime...en esta inmensa y profunda oscuridad ¿en dónde estás tú? Tú, el que juró seguirme hasta la muerte"
-Me pregunto.... ¿Quién es?.... --susurró para sí mientras dejaba su bolígrafo de lado releyendo su escrito, no importaba si era fantasía o una simple poesía, todo, absolutamente todo giraba en torno a esos ojos de sus sueños, giraba en torno a esa sonrisa producto de sus pensamientos--
- "¿I'm tired of getting hurt?" --preguntó la castaña al tomar uno de los borradores del azabache, ella despertó por hambre, y al ver la luz que provenía de la habitación de su amigo no pudo evitar sentir curiosidad. Ella sabia que no había tiempo ni lugar para cuando a Levi le llegaba la inspiración pero también sabia sólo con leer el título de su nuevo borrador que ésta ves se trataba de él, de su historia, de su vida, de sus sueños y preocupaciones-- Es mejor que duermas. Toma, bebe esto y acuéstate ya es tarde. --Dijo al dejar junto a sus escritos una taza de té negro con té verde humeante, lo necesario para que relajara su cuerpo y lograra conciliar el sueño-- Necesito que me acompañes esta mañana para presentarte con mi lindo ángel, te aseguro se llevarán bien, a el le gusta leer.
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"Eren... Eren no, no me dejes... ¡Eren!
Aún puedo recordar la última vez que pude verlo, es su voz la que me despierta cada día al recordar su mirada angustiada.
Si nada es verdad... Entonces..... ¿Por qué duele tanto?
-Capitán.....
Mierda....soy un inútil.
Él creía en mi, todos creían en mi. Yo le prometí vivir, le prometí permanecer a su lado... Les prometí libertad, pero no pude controlarme. Nada bueno hay en mí, debería ser eliminado.
06:30am
- ¡Oh! Eren, estas despierto. ¿Cómo te sientes? --preguntó Hanna al acercarse y checar sus signos vitales, un procedimiento molesto para el castaño--
- Estoy bien, ya no quiero dormir --era lógico viniendo de un adolescente de 16 años, internado ya hace tres años, confinado a una habitación personal quien solo pedía poder salir y ver el exterior-- yo... Quisiera ir al baño...
- No puedes, tienes la chata* has tus necesidades ahí.
Era denigrante aquel trato sobretodo para una persona que estaba físicamente estable, o eso pensaba Eren al respecto, quien mostró su profundo malestar al fruncir el ceño al ver la chata que la enfermera sostenía en sus manos. La verdad era que sus músculos estaban muy débiles al permanecer postrado por tres años, la poca actividad física que poseía eran las veces se rehusaba a recibir el medicamento logrando ejercer una fuerza sorprendente para sus flácidas piernas y brazos, una en la que requerían alrededor de cinco hombres para poder inmovilizarlo. Las otras ocasiones eran cuando su padre o su tía Hanji salían al jardín concediéndole un momento de paz, a demás, de ejercitar las delgadas piernas del moreno.
- Es asqueroso --se rehusó-- Esa mierda ni siquiera está realmente desinfectada, ¡solo es ir al baño maldición! Y aunque quisiera tienen este hospital rodeado de cámaras, si intento fugarme no creo ni siquiera llegar al final del pasillo.
- Bien.... Te llevaré en la silla de ruedas --aceptó mientras anotaba en el libro de observaciones el proceso evolutivo que Eren presentaba, mostró lucidez, ahora la pregunta era: por cuánto tiempo duraría--
-Ah.... N-no.... Puedo caminar, no es necesario.
- ¿Enserio...?
El menor asintió con una sonrisa forzada, solo quería caminar. Estar acostado permanentemente era doloroso, ya que además de ser etiquetado como "el hijo loco del Dr. Jaeger" era denigrado como si se tratara de un lisiado.
Hanna caminó hasta la repisa más cercana para retirar desde el interior la llave de las esposas que Eren tenia puesta en sus muñecas, con cuidado vigilando la reacción desinteresada del moreno lo dejó en completa libertad.
-Tu mano..... Escúchame Eren, es inútil que la muerdas --acotó al sujetarlo de sus brazos y ayudarle a sentar a un costado de la cama, ya que sus pies los cuales estaban amarrados con sabanillas se encontraban libres colgando desde el borde de la cama, Eren jugaba como un niño moviendo sus deseos y balanceando sus piernas, pero éste no respondió al llamado de Hanna-- Ya sea mientras duermes, cuando despiertas, siempre te lesionas, sin embargo, lo sorprendente es que luces saludable.
- Ya se los dije, soy un titan.
-.... --prefirió guardar silencio pero no pudo evitar sonreír al ver el quebrado estado mental del menor-- ¿Qué? Vaya....realmente puedes caminar....
Eren parecía un pequeño cervatillo dando cada paso con un cuidado extremo y la ves torpe, sujetándose del brazo de la pelinegra mientras avanzaban a un paso sereno.
- Un...un poco más lento...
- Realmente puedes andar... Luego de tanto tiempo dormido. Increíble.
(...)
- "Es una ciudad normal. Hay edificios desconocidos...y maquinas desconocidas" --aquello eran sus pensamientos, era todo lo que el podía observar desde la pequeña ventanilla del baño, en la cual el observaba estando parado sobre el Wc y así alcanzar a ver un poco del mundo exterior por sus propios ojos-- ¿Un...muro? --preguntó al silencio mientras observaba como la imagen de las murallas se abrían paso entre las calles de la ciudad-- ¿Hay una....pared? --no, no la había, pero dentro de sus recuerdos la muralla estaba justo en ese mismo lugar--
"¿Qué significa esto? No sé exactamente si esto es el pasado el futuro..."
- Desde aquí escapar es imposible. Es demasiada altura, además la reja se interpone... --y es que la última habitación en el quinto piso en la que él se encontraba había un baño al fondo al cual podía recurrir, porque sabían que éste no podría huir--
- ¿Eren, se encuentra usted bien? --preguntó la mujer quien esperaba fuera la puerta--
- "Pero es inútil siquiera intentarlo, no sé nada sobre éste lugar, debo investigar inmediatamente.... Papá... no, tía.... Hanji-san, ella puede ayudarme a conseguir información previa".
- Señor Eren, ¿debería entrar? Por favor salga. --insistió al tocar la puerta--
- S-salgo en un momento... --al salir trastabilló con sus propios y aletargados pies chocando con la puerta debido a haber estado por un tiempo soportando su peso, pero ella lo sostuvo, después de todo su trabajo era cuidar de Eren-- Enfermera.... ¿Por qué la ciudad tiene una muralla?
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- Oi... Hanji --llamó el azabache el sacudir el cuerpo de la mencionada-- .... Hanji --pero no respondió y sinceramente Levi no tenía ni la paciencia ni la disposición para seguir insistiendo, simplemente tomó el vaso de agua que la castaña acostumbraba a dejar sobre la cómoda y lo dejo caer lenta y dolorosamente sobre su espalda--
- Mmnn... ¡Ngh! ¡Hyaaaaaa! --gritó al girarse y terminar por recibir el resto del residuo sobre su busto mojando no sólo su pijama, sino también sus sábanas-- ¡Maldito demonio! ¡¿Qué tienes contra Morfeo?!
- Que es un puto flojo y que ya deberías estar aseada para salir, el desayuno ya está listo. Es tarde son más de las 07am.
- Ok. Ok ya entendí, ¡Ah Levi! Retira una porción de Kuchen de manzana y ponla en un recipiente. ¡A Eren le encanta!
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- ¿Mu...ralla? --preguntó ella con una sonrisa socarrona-- - Si, mire la pared que esta allí --indicó señalando con su dedo tras la ventana del pasillo-- ¿Qué nombre tiene esa muralla?
- ¿Dónde...? ¿De qué está hablando señor? --preguntó al posicionarse detrás del castaño prácticamente susurrándole en su oído-- No hay ningún muro. Eren.
Miedo.
Su cuerpo respondió ante la contraria. Su voz le era familiar.
Tembló.
Su presión arterial aumentó, su vista le comenzó a fallar distorsionando las líneas de las baldosas obligándolo a sostenerse de ella quien le sonreía ampliamente.
- El...el muro...más exterior....y-yo lo veo, no estoy loco, ¿qué hay en el exterior? --preguntó al alzar el rostro y poder verla a los ojos pero ella le intimidaba, sus rostros estaban demasiado cerca para su gusto--
- No hay ningún mundo exterior Jaeger. Allí solo hay una ciudad --respondió al obligarle a caminar-- Tu no estas bien, no lo estas ¿verdad? Estas cansado, si eso debe ser. Eren todavía estas cansado. Está bien, es normal, ahora regresemos a la cama.
- P-pero.. Yo...puedo verlo, y-yo... ¡ugh! --el palpitar ensordecedor de su cabeza le estaba ganando, entonces decidió escuchar y creer en Hanna, la enfermera. El estaba errado, el estaba mal, el estaba cansado-- lo....lo siento....
- Me reconfortaria que utilices la silla de ruedas Eren. Recuerda tu no puedes caminar, no deberías caminar.
El camino de regreso a su habitación fue silencioso ya que Eren no emitió queja alguna pero para el menor fue de todo menos grato, sorpresivamente ruidoso, en el sentido de que Eren no dejaba de escuchar las voces de sus recuerdos, mejor dicho de sus recuerdos distorsionándose y alternándose con la realidad.
Tapando con ambas manos sus oídos intentando así callar el molesto ruido del andar de la silla de ruedas, el sonido de los tacos al pisar baldosa, la manilla de la puerta y el molesto olor a enfermo, ese olor a medicamento. El característico aroma de un hospital.
- "¿El muro no es visible? ¿Acaso....estoy loco después de todo? No.... Este mundo es el incorrecto" --la pelinegra estaba amarrando los pies del moreno mientras veía como este ignoraba cualquier procedimiento, era perfecto para inyectarle el sedante que necesitaba para así evitar que se lastimara durmiendo-- Algo está mal...mal....dónde.... ¿Dónde estoy....? ¿Qué hago aquí?
- Estas en el hospital, ahora quédate quieto --exigió al atar sus manos a las esposas para seguido tratar de inyectarle. Eren se tensó, generando un movimiento brusco al intentar retirar su brazo que terminó por romper la aguja en la vena braquial provocando un sangrado alarmista-- ¡Maldición! ¡Maldito estúpido! ¡Ya quédate quieto! --dijo al azar la voz con los nervios de punta por miedo a que llegara Grisha y viera la situación-- Eres una verdadera molestia, siempre dando problemas.
El menor no supo qué responder, si de verdad lo era tal ves nunca debió despertar, tal ves nunca debió tomar la vida que le pertenecía a su madre.
Tal ves simplemente debió morir.
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07:54am
- Levi, recuerda que las 3pm lo saco a pasear al jardín, a él le encanta --informó la castaña mientras manejaba rumbo al hospital, tubo que detenerse por un semáforo en rojo entonces ahí se percató del pequeño silbido que salía de los finos labios del azabache, se había quedado dormido con su libreta y bolígrafo en mano-- ¿Pero qué? --se preguntó al tomar la delgada libreta de terciopelo negra, en ella estaba anotado todo un organigrama del día correspondiente referente a los cuidados que tendría con el menor-- Woaa...parece una receta para cocinar...a excepción del final.
08:00 Si la loca se apura estaremos a esta hora en el hospital.
08:15 Conoceré al famoso mocoso Eren Jaeger.
08:16 Me presento.. y no sé qué mierda hacer de aquí hasta las 6pm, ojalá se duerma.
Una ves que llegaron Grisha les dio la bienvenida, ya que el se encontraba en recepción indicándole los cuidados a seguir a uno de sus pacientes. Hanji ya tenía a un paciente en su consulta al cual debía atender mientras que el Dr. Jaeger de igual forma debía seguir con su trabajo.
- Recuerda quinto piso, habitación 104B. --reiteró Hanji mientras se cambiaba de un suéter a su característico delantal de médico-- Hanna Dives es la única autorizada para entrar y controlar a Eren.
- Sr. Ackerman --llamó Grisha al escuchar atento a las indicaciones de la mujer-- Cualquier problema que se presente hágamelo saber...
- Descuide... Yo.... --¿qué se supone debía decir ante una petición así? Conocía al Dr. Grisha porque fue el médico que atendió a su madre cuando ésta se le detectó cáncer de mamas, pero ahora estaba viendo al rostro de un hombre completamente abatido, demacrado y bastante más delgado que hace años atrás, tal ves no sólo perdió a su mujer en ese fatal accidente sino que por lo visto a su hijo también-- Cualquier situación anómala se lo haré saber, pero descuide, cuidaré de Eren.
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- ¡Por favor no! ¡No quiero! --Pedía entre lágrimas al ver como aquel líquido desaparecía de la jeringa-- ¡Ya no quiero estar a..quí...! Ti...para.....tía
-Esa loca no vendrá, tú no le importas Eren. Solo le das lástima.
-... --sus lágrimas aumentaron y su respiración disminuyó, el sedante comenzó a hacer efecto y el lentamente dejaba de responder-- ma... Mamá...
- Está muerta --respondió sin mas logrando ver en esos ojos verdes el dolor reflejado, pero no era suficiente-- Tú y solo tú la mataste, ahora duérmete y no despiertes más, créeme que liberaras a tu padre si lo haces.
- ¿Ya terminó con esa mierda? --ella se tenso mas no pudo evitar dar un ligero salto en su lugar, al girarse vio a un extraño de mirada afilada, quien prácticamente le gruñó con ira--
- ¿Qui..quién es usted? Llamaré a seguridad --amenazó mientras caminaba en dirección al teléfono fijo que se encontraba anclado a la pared--
-Adelante, llama a seguridad, pero esto no pasará por alto.
La enfermera dudó, aquel hombre era de presencia amenazante, y por lo visto de armas tomar, pasó frente ella cruzando miradas; el azabache logró divisar su nombre y cargo, vaya enfermera tenían contratada para cuidar al menor pero en éste momento ella no importaba.
El menor era totalmente ajeno a el, es más realmente no le importaba si éste presentaba una mejoría o no, no tenía nada que ver con el pero....le dolió, no sabía el porqué simplemente ver al menor dormir con lágrimas en los ojos fue algo que no esperaba, actuó de forma desinteresada, limpio sus lágrimas con una suavidad tal que incluso el desconocía poseerla, vió sus muñecas, presas de movimiento, lastimadas con leves moretones, notó mordidas en el dorso de su mano, sangre entremedio de sus uñas ¿qué tipo de cuidado tenían para con el? ¿Qué tan grave se encontraba el hijo del Dr. Jaeger?
-¿Aló? Si, hay un extraño en la habita.... Oh...y-ya veo. Disculpe las molestias --ahora estaba en problemas, debía hallar una forma de disculparse sin levantar sospecha-- Se-señor yo...
- Lárgate - Señor discúlpenme yo...es que él..
- ¡Que te vayas!
Hanna rápidamente abrió la puerta y salió a paso apresurado de ella, no podía controlar los latidos agitados de su corazón, él la descubrió.