// Pensamientos //
+++++++++ Separación de Escenas ++++++++++
----------- Flash Back -----------
CAPITULO ANTERIOR:
Caminaba a paso lento, hoy su brazo dolía más que nunca, seguro por el frio. Estaba por llegar a su casa cuando una figura lo intercepto. Su corazón se paralizo al verlo.
-Potter – Dijo más para sí que nada, esos hermosos ojos verdes brillaban intensamente – Hoy no es día de inspección.
-No, hoy solo vengo a hablar contigo.
2 – TRATANDO DE ENTENDER…
Había armado la grande en el cuartel al gritarle a su jefe en la forma en que trataban a los mortifagos ya sentenciados y supuestamente condenados al exilio, uno que parecía más miserable que la vida misma. Mas impactado quedo al ver las nulas reacciones en los rostros de sus superiores es más le habían encomendado una nueva misión para que se olvidara de tonterías del pasado, pareciera como que no les importara para nada o eso era demasiado normal ahí. ¿Acaso eso era justicia? Azkavan en si ya era malo y hacer en el peor, porque seguir entonces torturándolos y humillándolos cuando ya ellos nos poseían nada. Se marchó más irritado que nunca y no contento con eso se metió a los archivos de la prisión a hacer lo que más odiaba, leer. Era el héroe del mundo mágico, nadie, absolutamente nadie le negaba nada. Empezó con algunos nombres desconocidos hasta que su curiosidad llego hasta Draco Malfoy. Lo que encontró en ese expediente fue terrorífico, incluso había una parte sellada con un encanto muy poderoso que tuvo que usar parte de su poder para lograrlo abrir. Ahí vio la realidad macabra y real de lo que se podía hacer en el nombre de la justicia y que al final no era más que tortura, hecho solo por odio y venganza.
Con dolor en su corazón y no entendiendo mucho el porqué, el expediente secreto especificaba en detalle el macabro hecho del aborto obligado y asesinato de un ser humano inocente, se dio cuenta que la gente que él creía era justicia ahora eran verdugos sangrientos, eso lo dejo aún muy confundido.
Acudió a sus amigos y ninguno supo explicarle bien los hechos de los cuales ellos también desconocían. Todo había sido ocultado rápidamente por el ministro.
Pero había algo en el interior de Harry que le gritaba que debía saber, que debía buscar y proteger a un ser inocente. ¿Pero ese ser era Malfoy? ¿Cómo si hasta lo que se acordaba eran enemigos? Malfoy, Malfoy, Malfoy siempre Malfoy aparecía en su cabeza, en sus sueños, en su vida misma.
Entonces recordó algo… Una sensación, no, más bien un anhelo… El estado de coma lo había hecho dormir para recuperar su cuerpo ¿Y su alma quien la recuperaba? Estaba marcado tanto por el dolor que su mente prefirió bloquear el sufrimiento que enfrentarlo. Eso lo tenía con constantes pesadillas e imágenes borrosas, en sus sueños se veían escenas de dos personas en penumbras se encontraban en la torre de astronomía del colegio y se juraban amor eterno. Un amor puro que sobrepasaba la crueldad de afuera y tapaba la tristeza de la guerra ¿Qué era todo esto?
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Entraron en silencio a esa pequeña habitación, muy pobre pensaba Harry comparado con la gran mansión que habitaba antes el rubio, pero los tiempos eran otros y él no había ido ahí a hacer una visita de cortesía, estaba en una misión y también iba decidido a buscar respuestas. Unas que sus amigos más cercanos le negaban a responder o simplemente no sabían cómo hacerlo. Lo que volvió del coma, la recuperación fue muy lenta. La batalla final había sido tremenda en magia y explosiones, el propio Harry había estado más muerto que vivo. Había olvidado casi todo lo que había pasado antes y durante la batalla. Sabía que algo faltaba, su corazón se lo gritaba y sus instintos también. Pero no había respuestas y “nadie” parecía que mentía en ocultarle algo. Para distraerse y remediar en algo todo lo que había provocado la guerra decidió ser auror y seguir protegiendo a la gente que más lo necesitaba.
Draco le indico que se sentara en el único asiento que tenía mientras le ofrecía algo parecido a un café, no lo miraba a los ojos. Este lo hizo en silencio pero sin bajar la guardia. Aunque no podía dejar de sentirse extraño ante la presencia del rubio, tan delgado, tan tristes y etéreo. Y para Draco ese Harry ya no era SU Harry, era un auror y de seguro venía a lo que todos hacían, burlarse y torturarlo, nada más.
-Hace tiempo que no te venia Malfoy y por lo que veo tu vida ha cambiado mucho – Draco lo miro ahora con sus ojos vacíos solo por unos segundos, notando el tono frio y distante del moreno – Estoy aquí por dos cosas. La primera es como auror, hay un grupo de mortifagos que todavía no han sido retenidos y se sabe que están reclutando antiguos mortifagos a la causa, creemos que puedan ponerse en contacto contigo en algún momento.
-¿Tú también lo crees?
-Por supuesto – Dijo primero con seguridad el moreno pero luego se arrepintió al ver la cara de absoluta decepción del rubio, algo tenía Malfoy que hacía un efecto extraño en él.
-No creo que me busquen – Dijo más para si el rubio mirando hacia la pared – Estoy absolutamente limitado a usar magia y en la forma en que me encuentro soy más un estorbo que una ayuda.
-Un mortifago siempre lo será aunque no posea magia – Volvió a hablar tontamente Harry y se arrepintió nuevamente. Draco volvió a mirarlo con esos ojos tan tristes y vacíos. Levanto la manga de su camisa varias tallas más grande y le mostro su brazo casi mutilado, apenas se notaba la marca ya que había una horrible quemadura que deformaba la piel desde la muñeca hasta el codo. Harry abrió los ojos grandemente por la sorpresa.
-No tienen como contactarse conmigo, ya no hay marca.
-¿Esto te lo hicieron en Azkavan? – Pregunta estúpida ya que sabía perfectamente la respuesta.
-Esto fue parte de mi castigo, como dijiste anteriormente, un mortifago para ustedes siempre lo será – Había tanto dolor en sus palabras que el moreno trago saliva – Así que no me buscaran.
Ambos se miraron en segundos, Harry quiso pararse y abrazarlo porque algo en su interior le decía que debía hacerlo así que no se movió de la silla de donde estaba.
-Igual te mantendré vigilado – Le soltó, más para salir del paso – Lo segundo es para decirte estuve revisando tus expedientes en prisión – El rubio ahora si se sorprendió pero guardo silencio – Fueron muy crueles contigo, sinceramente creo que no merecías ese trato – Draco dejo escapar una solitaria lágrima de sus ojos – ¿Él bebe era de Voldemort?
-No, nunca lo fue – Dijo firmemente el rubio, sintiendo rabia que más encima fuera él el que se lo preguntara.
-¿Y quién era el padre entonces? – Harry pensaba que las preguntas eran estúpidas pero de verdad es que necesitaba saber.
-De alguien que dijo quererme mucho – Volvió a hablar con amargura Malfoy.
-¿Y dónde está el ahora?
-Olvidándome – Draco miro a Harry con tal intensidad que traspaso su alma, Potter se paró rápidamente de la silla y se acercó al rubio rápidamente tomándolo de los brazos.
-Legeremens – Dijo veloz el moreno y entro en la memoria del rubio como un rayo veloz, Draco apenas pudo si quiera respirar por el impacto del hechizo.
Las imágenes fueron como flashes fotográficos: Se veía a Malfoy tirado en el suelo en Azkavan empapado de pies a cabeza tiritando de frio / Luego a varios aurores golpeándole una y otra vez / Después uno quemándole el brazo con su varita haciéndolo gritar sin control / En otra ocasión como lo sujetaban fuertemente y le arrancaban al bebe, los gritos de horror eran tan fuertes que traspasaban sus oídos y su corazón latía. El charco de sangre tapaba el suelo y las risas de los verdugos al ver tal acto heroico / Luego cambio a una llanto suplicante donde a la nada un agonizante Draco Malfoy suplicaba a alguien para que volviera por él, que lo rescatara de tanto dolor… Pero nadie acudió y el seguía vivo aunque tratara una y mil, veces de suicidarse, seguía en pie, respirando / Su último día había salido de prisión con la frente sangrante y la marca del rayo recordándole siempre una y otra vez todo lo que había perdido por amor, por ilusionarse y creer /
Cuando Harry iba a buscar más en el pasado para saber quién era el que hacia tener tales esperanzas en el rubio fue expulsado de su mente. La última resistencia de Draco había actuado y lo había sacado de ahí.
-¡No vuelvas nunca más a meterte en mi cabeza! – Le grito por primera vez el rubio y comenzó a sollozar - ¡Vete! ¡¿Acaso no te basta ya con destruir mi vida completamente?!
-Lo siento – Dijo arrepentido – Yo no quería… Solo…
- ¡Vete! ¡Ya basta de tanto dolor! ¡Fuera!
Y Harry se fue dejando al rubio desconsolado en el cuatro, por primera vez se sintió impotente y miserable, las imágenes que había visto y sentido eran horribles, además estaban las palabras que le había gritado “¡¿Acaso no te basta ya con destruir mi vida completamente?!”
¿Qué significaba eso? ¿Acaso el había tenido algo que ver?
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Vigilarlo se había vuelto monótono aunque para nada aburrido, es mas disfrutaba mirarlo, Harry oculto bajo la capa nadie lo veía mientras que él podía observar todo a su paso.
La rutina del rubio era simple, muy temprano en la mañana se iba a trabajar, estaba ahí hasta casi el anochecer, nunca lo vio salir a almorzar o a colación, muchas veces creyó que lo explotaban por que el rubio trabajaba sin descanso una y otra vez. Al salir de ahí se iba a su casa y así volvía a la rutina del otro día. Solo algunas veces cambiaba cuando en el restaurant los fines de semana cerraban temprano y el rubio se iba a un parque. Se sentaba en un banco cercano al área de juegos de niños y los miraba jugar.
Harry juraría que el rubio se imaginaba a su propio hijo ahí, si es que estuviera y eso le dio nostalgia. Definitivamente le habían destruido la vida a Malfoy y él en parte había sido parte de eso. No le gusto eso, no cuando veía que el rubio no era dañino para nadie, era una víctima más de todo y eso lo angustiaba día a día.
De pronto vio a un niño llorando y Draco se acercaba a el rápidamente a consolarlo, efectivamente el niño estaba perdido y buscaba a su mamá. El rubio lo subió a sus hombros y camino con él pacientemente por todo el parque hasta que por fin la encontraron. Fue la primera sonrisa sincera que lo vio hacer y eso le encanto. Una vez terminado con lo del niño volvió a su puesto a lo mismo, mirar jugar a los demás.
Sin siquiera pensarlo Harry se acercó a él y se sentó a su lado, quería tenerlo cerca, quería consolarlo… algo en el fondo de su corazón se lo gritaba.
-¿Piensas en él? – Draco miro sorprendido que de al lado suyo le hablaban y no había nadie.
-Potter ¿Me vigilas? Ya te dije que no soy ningún aliado de nadie en esto y sácate la capa que parezco que estoy loco hablando solo – Harry se carcajeo al escuchar al antiguo Malfoy y le hizo caso.
-Lo siento, había olvidado que la tenía puesta – La doblo y guardo en su bolsillo mágico – Tu vida es muy monótona Malfoy ¿Por casualidad comes alguna vez? ¿O descansas?
-¿Estas preocupado por un mortifago?
-Solo por ti – Dijo sinceramente el moreno, eso hizo colorear las mejillas del rubio – Bueno… Eso sonó raro… Quiero decir…
-No te preocupes por mí – Dijo cambian do el tema rápidamente el rubio - El ministro tiene un hechizo en mi para no suicidarme así que no moriré – Dijo tranquilamente y a Harry eso le cayó muy mal. Ya que recordó las imágenes que el mismo había visto de las torturas -Tu vida debería ser mucho más entretenida que vigilar a un mortifago Potter ¿Qué dice tu novia al respecto de esto?
-¿Novia? Ha te refieres a Ginny, bueno nosotros acabamos antes de la guerra, yo no lo recordaba pero ella me dijo que un día me había acercado muy serio a hablar con ella y que le había pedido que termináramos. Hay varias cosas que no me cuadran después de que desperté, situaciones y sueños que son una especie de recordatorios de una vida que al parecer tenia – Draco guardo silencio escuchando atentamente, sabiendo que una de las cosas que había olvidado era a el mismo. Y Harry comenzó a sentirse muy a gusto al hablar de esas cosas con él.
-Lo importante es que estas vivo no. El mundo mágico debe sentirse feliz – Le hablo Draco para consolarlo.
-Puede ser pero… No entiendo… ¿Yo porque no siento esa tranquilidad? ¿Por qué siento que algo me falta? – Harry miro con sus pupilas verdes a los ojos grises vacíos de Draco con tanta sinceridad y anhelo – Hay alguien lo sé, hay alguien que me espera y yo… Por más que intento… No puedo recordarlo.
Draco al escuchar eso se paró rápidamente de ahí queriendo huir, sus ojos estaban llenos de lágrimas, ese alguien que lo esperaba era él o los despojos de él y sentía que no podía con ello, no podría volver desilusionarse y comprobar que Harry al recordar todo realmente no lo quisiera como decía quererle o lo aborreciera por sus cicatrices.
-¡Draco! ¡Espera! – Harry corrió hacia el rubio hasta que lo alcanzo y ahí pudo ver que sus ojos grises estaban anegados de lágrimas - ¡¿Qué demonios pasa?! ¡¿Por qué Lloras?! ¿Dije algo malo?
-No, no has dicho nada malo… Solo que…
-¡¿Qué?! ¿No entiendo?
-¡Era tuyo! – Dijo al fin el rubio en un arranque de locura y dolor, ya no podía seguir con esto, ya su corazón estaba demasiado roto para guardar más secretos y sobre todo cuando la persona que amaba tampoco tenía la culpa por olvidar.
-¡¿Qué?!
-¡Mi hijo era tuyo! – Las esmeraldas de Harry se abrieron enormemente y un dolor de cabeza con imágenes vagas vino al instante - Mi hijo era tan tuyo como yo lo soy de ti… Te amo Harry pero ya todo ha cambiado…
***** Continuara *****