---Karlha---
Era una completa desgracia, aún estaba con algunos sedantes en el cuerpo, el personal médico hablaba sobre mi posible traslado de vuelta a la habitación en la sección hermética, susurraban entre las paredes, decían que la seguridad aumentaría tanto en mi habitación como en el resto de los pacientes, claramente le temían a un motín o quizás a un intento de suicidio masivo, algo a mi parecer, ridículo.
De vuelta a la realidad, maldecía, Alexia, estaba en serios problemas, no se le veía concentrada últimamente, sus visitas eran bastante reducidas hacia mi, algo me hacia creer que era como el resto de estos trabajadores, molestos, inútiles, inservibles, un grano en el culo.
Cada cosa que me decían eran mentiras, “pronto volverás a tu habitación” “esta igual a cuando te fuiste”, eso tendría que revisarlo yo, era probable que hubieran quitado algunas cosas para evitar algún otro percance.
Una semana después ya estaba dentro de la habitación, sedada constantemente, con un chaleco de fuerza, privada de visitas solamente para el registro médico, las comidas, la dosis de sedantes diurnos y nocturnos y una visita de solo 30 minutos a las 15:30. Alexia solía ocupar solo 20, ya no esperaba a que quedara satisfecha sino que encontraba un momento de incomodidad para salir disparada por la puerta.
Algo que comenzó a hacerme enfadar de manera significativa, aún bajo los efectos tranquilizantes deseaba hacerle daño. Se alejaba de mí, se alejaba de lo que alguna vez tuvimos, aunque suene ridículo, un lazo de enfermera-paciente, esa relación que claramente había cruzado más de un par de veces.
-Detente señora.
Ya iba huyendo otra vez sin ningún tacto, volteo para mirarme con una sonrisa falsa y una calidez de la cual ya estaba más familiarizada.
-¿Qué deseas señorita Karlha?
-Deja de estar burlándote de mi Alexia, ya es suficiente, que me comporte como una estúpida no quiere decir que lo sea, jure que tendrías un poco más de confianza en mí, era un acuerdo…. ¿o ya te aburriste de mí por qué sabes toda la verdad?
-No se de lo que hablas, si quieres continuar esta charla, puedo, solo quedan –observó su reloj de bolsillo- 15 minutos.
-¿Te das cuenta que son solo 30 minutos del día en que me vez y tienes el privilegio de irte apenas en los 15?
-Lo lamento señorita.
Mostró una sonrisa más amargada, menos fingida.
-Creo que tú necesitas más un psicólogo que yo, ¿quieres hablarme algo de ti?
Alzo las cejas en forma interrogativa, frunció los labios y se acerco a la cama sentándose cerca de mi.
-Lo lamento, no puedo hablar sobre mi vida privada.
Tantee un poco el terreno provocándola, sabia que esto debía ser relacionado a Lauren…si era la misma, mi ex, como su pareja actual, quiere decir que estaba en un gran problema.
-Es Lauren señora…ella esta teniéndote así, ¿no? Una posición incomoda.
Deslizo sus ojos entre los míos y contuvo el oxigeno, suspiro, estaba cabreada.
-¿Tienes algo más que decirme señorita Karlha?, tengo que ver a otros pacientes.
-No puedes esconder a una fugitiva de la ley, ¿cierto? ¿O es mucho el peso de conciencia?
-…..
-Yo fui la única que la he escondido de manera satisfactoria, no había revelado nada de ella hasta hace solo una semana….habrías sido feliz en esa mentira Alexia…
Acerque mi rostro al suyo, ella simplemente desvío su mirada.
-Te sientes una mierda en estos momentos, lo veo en tu rostro, hueles a derrota, si no fuera porque estoy amarrada, ya estaría alzándote contra la pared….
-Karlha yo…
La interrumpí apoyando mi frente en la suya.
-Nada de Karlha, no se que quieres de todo esto, apuesto a que preferiste alejarte de la criminal antes de denunciarla… ¿me equivoco?
-…..
-Ahhhhh –suspire agotada- ¿por qué eres tan obvia?
Deseaba golpearla, estrellarla, tomarla con fuerza y hacer que reaccionara, sentía…sentía….no, celos no era la palabra correcta a esto, sentía decepción, una traición injustificada y ni si quiera sabia el porque…algo muy parecido a cuando Lauren me había dejado en plena escena del crimen.
-Karlha…ya no se que hacer….
Termino susurrando patéticamente, sollozaba en silencio. La mire, si, la sensación en mi estomago era extraña, no nuevo, pero si un sentimiento que ya creí que había desaparecido completamente de mi, algo que se había arraigado de mi personalidad, compasión.
Ahhhh, que situación mas mierdosa…
-Deja de llorar…no conseguirás nada así.
Eso solo la fomento a lloriquear más, sus pómulos estaba rojillos por sus lágrimas, aquellos ojos castaños estaban cristalinos, llevo sus manos a los ojos tratando de refregarlos.
Como odiaba sentirme así… era incomodo, no sabia como detenerla.
-Si sigues me veré obligada a callarte.
-Jajajaja ¿y como?
Sonrío con amargura, estaba molesta, no podía callarla a la fuerza aunque lo deseara….vi sus labios cercanos a los míos y opte por lanzarme a ellos mientras me miraba despistada.
-Así.
Termine besándola con fuerza, abarcando toda su boca para acallarla sin ningún problema, mordí su labio con mediana intensidad solo para verle triunfante.
Suspiro jadeante, me miro con seriedad, pero algo dentro de sus iris me inquieto, esto no me lo esperaba, por lo menos ya había dejado de ser patética.
-Karlha…
Susurro antes de volver a lanzarme encima de ella, caímos al piso ablandado, introduje mi lengua dentro de su boca, sorpresivamente, su lengua ya estaba esperándome, sentí sus manos acariciando mi rostro, ahora más que nunca, incluso más que antes, deseaba tener libre mis manos.
Detuvo el beso con bastante fuerza de voluntad, deseaba seguir, quería seguir, mi mente se había nublado, ni si quiera los medicamentos me hacían sentir así.
-Mierda.
Susurre entre los suspiros, no pensaba dejarme llevar de este modo, incluso mi cuerpo me abandonaba.
-Karlha….perdón.
Trato de alejarme para poder pararse.
-En serio no puedo, no debo tampoco, eres mi paciente y solamente eso.
-Pero dime la verdad, ¿Te gusto? ¿No? Deseabas ese beso.
-No puede volverse a repetir –miro su reloj otra vez- más encima estoy atrasada.
-Señora.
Le mire de nuevo atontada, ¡maldita bipolaridad! Contrólate Karlha, es solo ella…nada especial, contrólate, no puede gustarte esta tarada.
-Que no vuelva a pasar.
-¿Si no que?
-Bast…
La calle otra vez, esta vez ella se lanzo con fuerza contra mí, levanto mi cuerpo de encima suyo y logro recostarme en la cama, jadee cuando sentí su lengua pasar por mi cuello, cada parte de mi cuerpo comenzó a palpitar, especialmente mi vientre, era un matojo de nervios ansioso por el tacto de aquella tonta mujer.
-Adiós señorita Karlha.
Cuando logre volver en si, ella ya no estaba, jadeaba en silencio… ¿Qué acababa de ocurrir? ¿Había correspondido a mi beso? Estaba perdiendo mi toque, esto debía haber sido un castigo, no una recompensa lujuriosa.
Mire en techo de mi habitación, “concéntrate”, tenia solamente una misión ahora, no enamorarme de esta chica, no podía darme el lujo….quizás si solo volviera a ser alguien normal…idioteces, eso no pasaría, jamás pasaría, estaba enferma, era una psicópata, una homicida ante la ley, un rechazo de humano, ohh no…aquí vamos de nuevo….otra crisis…otra lágrima, otra derrota ya anunciada.
La temperatura bajo de mi cuerpo y con ello mi libido, en una hora más vendría otra enfermera para inyectarme la dosis nocturna.
-Esto debe para Karlha…
Fue lo último que dije antes de cerrar los ojos.