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Catarsis. por Rk5

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Notas del capitulo:

Nueva actualización de Catarsis, espero que les guste tanto como a mi me gusto escribirla, nos leemos abajo.

 

Rk5.

----Karlha---

 

Esa noche planificaba que fuera la ultima, no creí que en el tercer intento de suicidio me funcionara… gracias al fallo de aquel enfermero se me otorgo una oportunidad mas de abandonar este pesado mundo.

 

Ya sentía un cansancio mental, físico, degradante y corrosivo. Solté las amarras sin ningún problema, tenia sedantes en las venas, pero eso no logro impedirme en generar un torniquete en el cuello con las mangas de la misma camisa.

 

Ahhhhh dulce ahogo, esa era mi única opción, ya había liberado demasiada información, tanta que se podría terminar con el caso en un santiamén si solo ella….aquella chica, fuera mas astuta. Si no me mataba yo, otra…aquella incógnita lo haría, quizás no ahora ni mañana, pero toda mi vida estaría eternamente amarrada a ella por el simple hecho de ser su confidente.

 

Ya no podía contra mi mente, esta ya me había jugado una mala pasada en anteriores ocasiones, y absolutamente en todas, lograba ganarme. La solución era simple y la oportunidad había aparecido como una luz en un cielo nublado, ese era mi escape, seria libre si hacia todo bien, todo correcto, sin dudas y menos lamentaciones, ya tendría tiempo para arrepentirme, mientras me hacían el funeral.

 

Todo se hacia borroso y el oxigeno rogaba en entrar por mis pulmones, sentí presión en las sienes, delante de mis ojos corrieron pequeños pixeles de colores diversos que flotaban de un lugar a otro, exactamente, para donde mirara.

Me sentía débil, ya no podía (aunque quisiera) soltarme la tela del cuello, este seria el dulce final de Karlha Racors, ¿quien diablos se recordara de mi nombre al momento de verlo en la lapida? ¿Cómo terminaría Alexia ante esto? Eso era lo que mas me provocaba gracia, la angustia en los ojos de aquella enfermera, “Se ha muerto tu paciente Alexia, lamentablemente estas fuera del caso” jajajajajaja eso seria satisfactorio, ¿no? Le di la esperanza al hacerle pensar que era la elegida para esto cuando en realidad fue por otro motivo un poco más ficticio.

 

Perdí el conocimiento, los pulmones me ardían y el cosquilleo ya estaba cociéndome el esternón, maldita Alexia, ni en estos últimos momentos puedo sacarte de mi cabeza, señora bastarda.

 

Vaya….la infinidades de cosas que puedes hacer cuando nada es imposible, cuando flotas en un espacio sin profundidad ni fondo, donde el dolor ya no existe, donde la sensación corporal se reemplaza por cambios de temperaturas ambientales.

 

Ya no eres un cuerpo delimitado sino una entidad que navega en un espacio sin fin, eso era yo en estos momentos, lamentaba pensar que esto era TODO lo que abarcaba la palabra “muerte”.

Sentía más emoción al haber escuchado miles de veces las historias cristianas que delimitaban el fin de la vida en tres alternativas, cielo, infierno y purgatorio, a esto que era un infinito sin sensaciones agravantes o desagradables.

El ahora no cabía en ninguna de las tres opciones, quizás en el purgatorio, bien conocido también como limbo.

Camine por el delgado hilo de hielo que visualizaba bajo mis pies, y salte a una laguna que estaba al extremo de este.

Ingrese a un recuerdo de mi infancia, por lo que note, a uno bien bello…si se pudiera decir así, ahí estaba mi amada…aquella chica extremadamente bella, inteligente, emocionalmente atrayente que tomaba mi mano y me guiaba por las calles cuando oscurecía, el ocaso se delimitaba en el horizonte, era entre naranjos, azules y morados que luchaban en el cielo para solo perder ante la capa de azul que venia persiguiéndolos.

Le seguían con prisa, sabia que algo me esperaba, comenzó a trotar y yo, ingenuamente le seguí, llegamos hasta nuestro lugar secreto, unas rocas aplanadas que estaban cercanas a un cerro, a unos minutos de nuestras respectivas casas.

 

-Tu sabes porque estamos aquí Karlha, ¿cierto?

 

-Si…ahora abrázame tarada.

 

Me cubrió el cuerpo con sus brazos, ella siempre había sido más alta que yo, más fuerte y comprensiva, al abrazarle obligo a mis piernas a doblarse y caer apoyadas en la piedra mas alta, su cuerpo era mi almohada y para nada me negué en apoyarme gustosa, desde ahí se podía ver todo el cielo extendido ennegrecido encima de nosotras, las estrellas brillaban bastante, y su voz me acogía con seguridad.

 

-Karlha……daría todo por estar así contigo toda mi vida.

 

-…… ¿Siempre eres tan melancólica?

 

-No, solo contigo.

 

 

Su respiración estampaba mi piel exactamente en el cuello, su mentón estaba apoyado en mi hombro.

 

-Tú sabes que no podremos por siempre….

 

-Tienes razón, pero déjame engañarme por mucho tiempo más, amo tenerte así.

 

-¿Así como?

 

-Encima de mí, aquí conmigo, no allá, donde te hacen daño, donde sufres, no soporto tener que limitarme a tocar tu piel por los golpes…

 

-No son solo golpes….y lo sabes.

 

-Odio todo…….odio no poder tenerte, odio no estar siempre en tu mente.

 

-Lo estas…

 

-Karlha…

 

-¿Qué?

 

-¿Puedo tocarte?

 

Le mire, sus ojos estaban extraños, consumían mi cuerpo con mucha potencia, sabia a que se refería, pero en serio, no quería que me tocara de esa forma….no quería que se sintiera obligada por todo lo que me había ocurrido.

 

-No.

 

-Por favor………

 

 

Fui la primera en besarle, no podía aguantar tanta ternura de ella, el ruego era innecesario, estaba ahí, entre ceder o no, dejar que las cosas sucedieran naturalmente o buscar el momento preciso para ello….preferí lo segundo.

Logre detenerme cuando estaba sentada en sus caderas, su lamida en mi clavícula me hizo reaccionar.

 

-Acá no, no podemos aquí, además, tu sabes lo que ganare al llegar tarde.

 

-AHHHH justo cuando se venia bueno.

 

-Vamos andando, no quiero que te reten.

 

-Me da lo mismo que me reten, yo no quiero que te castiguen a ti.

 

Ayudo a levantarme sin ningún problema y caminamos otra vez hacia las angustiantes calles del barrio, la realidad azotaba nuestras mentes y las dejaba sumisas, sabíamos lo limitada que era nuestra existencia, lo poco sustentable que era nuestro amor, pero aun así, no podíamos dejarlo, era como una droga del cual te haces adicto porque te hace sentir demasiado bien.

 

El recuerdo se hizo difuso, la escena se congelo, se elimino, dejándome otra vez como una protagonista en un infinito oscurecido, camine mas, y mas, y mas….algo brillaba al fondo, no tenia nada que perder así que corrí hasta la luz, provenía desde un agujerito pequeño, para ser exacta, en el pomo de la puerta.

 

Del otro lado se escuchaban gritos y sollozos de una niña pequeña………..

 

No….no vería por la chapa, solo podía hacer oídos sordos, apoye mi espalda en la madera de esta y me deje caer contra el piso, dentro de la habitación continuaba el escándalo, golpeteos, zamarreos, llantos, cosas rasgándose… ¿podía hacer algo? ¿Podria cambiar en algo? ¿Este era el tan famoso infierno?

 

Frustrada solo me mantuve en silencio, como siempre lo había hecho, el piso comenzó a subir de temperatura, tuve que levantarme porque me quemaba la piel, ¿Qué mierda es todo esto? ¿Por qué me ocurre esto?

 

El piso comenzó a cambiar de color, a un oxido rojizo, ya no era cerámica sino hierros calientes, daría lo mismo correr, todo el piso era del mismo material, deje que me quemara la planta de los piel, que se consumiera mi ropa, que mi propios cabellos se chamuscaran, deje que mis mismos deseos se consumieran….

 

El piso me trago y termine cayendo en una cama, la cual conocía muy bien, el recuerdo comenzó, y yo como un pequeño títere, comencé a actuar junto con el.

 

-No sabes cuanto he deseado esto Karlha….

 

Ronroneo en mis oídos, ella estaba encima de mí, tomaba mis brazos y los estiraba para poder disfrutar más de mi piel….ahhhhh, esto debía ser el cielo.

Suspire extasiada, si, esta debía ser mi primera vez con mi ex, nunca creí que la muerte te hiciera pasar por toda tu vida poco a poco y en secuencias cronológicas.

 

-Ahhhhhhhhh….

 

Era querida, amada, besada y tocada como yo quería, me preguntaba lo justo y necesario, a pesar de dolerme casi todo mi cuerpo, no podía rechazar su contacto físico y mucho menos no sentirme estremecida, todo era a tal punto, que no podía verle a los ojos por vergüenza.

 

-Te amo Karlha….

 

Eso era algo nuevo, no podía responderle ya que solo brotaban gemidos de mi boca, muchas veces entrelace jadeos de dolor con los de placer, solo para ocultar lo obstinada que era y así tenerle por más tiempo.

 

Si esto era mi vida…….rogaba que no continuara por la secuencia de esta misma.

 

 

Sabia que finalizaría aquel suceso, solo acepte la derrota absoluta y me entregue completamente a los hechos que vendrían mas adelante...

 

Bajo un telón que cubrió completamente la habitación y al subir,  ya no era ella quien me tocaba,  sino,  como bien saben, ambos hombres ambiciosos,  asquerosos y desbordantes de egoísmo.

La cama se prendió fuego,  los tres nos quemamos fusionando nuestros pellejos calcinados en una parte específica del colchón,  que repugnante...

Su obsesión de poder ante mí solo me demostraban lo insignificantes que fueron en mi vida, ellos querían todo de mi,  la vida, la libertad,  una vida normal,  no,  nada me permitieron,  me arrebataron todo,  y aunque esto era el tan conocido limbo,  deseaba volver a matarme una y otra y otra vez si fuese necesario solamente para acallar los recuerdos que gritaban en mi cabeza como multi voces agresivas que deseaban destruirme poco a poco.

 

Ahhhhhhhhh....respire profundo,  ¿Cuando dejaría de existir? ¿Cuanto faltaba para dejar de revivir todo?  ¿Por que diablos debía ser todo tan complicado? ¿Acaso nunca merecí la felicidad por el simple hecho de haber nacido como consecuencia de un embarazo accidental?

No... no era por eso que sufrí todo esto,  era porque me lo merecía, dentro de mi,  alguien me lo decía repitiendo en susurro "mereces que te rompan el corazón una y otra vez".

 

La ultima parte conciente de mi vida,  la ultima donde fui conciente de mis actos, donde fui feliz y libre aunque fuera por un momento venía.....

 

La promesa estaba cumplida "Te ayudare a matarlos Karlha,  lo juro,  pagaran todo lo que han hecho" esa voz furiosa retumbo en el lugar donde solo mi conciencia flotaba.

Una luz repleto en infinito y me transporto a la entrada de mi antigua casa,  ahí estaba mi novia, recargue el arma, lo pensé bien, recordé las flagelaciones que sufrí,  los abusos sexuales....aquello fue el detonante perfecto para olvidarme de todo lo que hacía....ellos morirían hoy,  costase lo que costase.

 

Entramos sin meter bulla,  mi novia dijo que se encargaría del menor,  subió las escaleras con velocidad,  yo misma le había dicho que ha esta hora él se bañaba, era perfecto para que lo ahogara.

Mientras tanto, volví a revisar la cantidad de balas en mis bolsillos, calzaban a la perfección por si me equivocaba y fallaba,  algo que no ocurriría ya que conocía muy bien esa arma, había tenido el placer de disparar y acostumbrarme a ella como si fuera propia.

Manos a la obra,  espere parada en el living,  mi madre camino hacia mi para regañare por haberme escapado la noche anterior, pero no alcanzo a golpear,  una bala le atravesó a quema ropa su vientre, el chaleco se mancho instantemente de un rojo oscurecido y comenzó a propagarse por toda la caja torácica.

 

-¿Sabes porque hago esto,  cierto?

 

Le dije mientras le sonreía,  me dirán enferma (lo he sido desde hace mucho) pero disfrute su mirada de terror, ese miedo en sus pupilas y las palabras en penosas sílabas repitentes...

 

-¿Por qué?

 

Cayó al piso mientras se sostenía el estomago, no le serviría de nada,  pronto me ocuparía de ella.

Mi padre entro por la puerta trasera e ingreso sin aviso al living,  quedo pasmado al ver a la poza de sangre de mi progenitora.

 

-¿Pero que has hecho Karlha?

 

-Lo mas satisfactorio de mi vida...

 

Le dispare sin previo aviso en las piernas haciéndolo caer,  me acerque a él con majestuosidad,  y le mire con burla.

 

-Vaya,  nunca creí que te arrodillarías ante mi, sinceramente,  deseaba verte morir hace tiempo...

 

-Ahhhh maldita.

 

Trato de golpearme pero sin ningún problema lo esquive, le mande una patada en la cabeza que lo hizo azotar contra el piso.

 

Verlo ahí,  indefenso,  tembloroso y en pánico solo me hizo disparate en el pecho,  diablos,  solo quería en el estomago,  pero el desgraciado se movió.

Quería hacerle mil cosas,  mi mente se lleno de pensamientos obscenos, sangrientos, violentos...

Pero lamentablemente, su vida escapaba rápidamente de sus manos en forma de gorgoteos calientes carmesí.

Solo pude pegarle una vez mas antes de mandarle la ultima bala, en el corazón.

 

-Muérete de una putada vez,  bastardo.

 

Quedo quieto en el piso,  la sangre tiño la alfombra y su cadáver decoraba el piso.

 

-¡NOOOO KARLHA! ¡¿POR QUE LO HAS HECHO?!

 

-Cállate desgraciada, vienes tú....

 

Me acuclillé para observarle con más detención, sudaba de dolor y comenzaba a empalidecer.

 

-Jajajaja ¿quien lo diría? Nunca te esperaste esto,  ¿cierto?  Estabas continuamente con tus narices en los pantalones de papá que ni si quiera te percataste que estabas en mi mira hace bastante tiempo.

 

-Ahhhhhhhhh.....¡te odio!

 

Unos forcejeos se escuchaban arriba,  esa debía ser la ejecución de mi hermano, como deseaba ver su pequeño cadáver flotando en la tina.

Mi madre miro hacia las escaleras con terror,  supo enseguida que yo no era la única dentro de la casa.

 

-Pues,  ahora tendrás más motivos para hacerlo jajajajaja.

 

-NOOOOO maldita,  no te atrevas a hacerle algo a...

 

-¿A quién? ¿A tu hijo favorito? Con gusto, acabara peor que ustedes,  por lo menos el sentirá el mismo apoyo que yo recibí de él,  su continuo ahogo y opresión.

 

-No lo hagas por favor.... Hija,  no hagas esto.

 

-¿Y donde estuviste tú cuando te pedí ayuda? ¿Por que no me apoyaste cuando te dije que papá me violó? ¿Por que hiciste oídos sordos? ¿Por qué?

 

Comencé a llorar de rabia,  esta señora la cual le decía madre... Me había fallado no solo una vez, sino dos, y quizás, más adelante, una tercera, e incluso, me hacia la culpable de los actos deplorables carnales que me hacia mi progenitor.

¿Pero que tipo de madre apoyara incondicionalmente a su pareja sin siquiera darle amor y cariño a sus hijos? No… no era a sus hijos a quienes no les daba la atención necesaria, era a mi quien no deseaba darle aquello… yo era la culpable de sus males, su agresividad injustificada, ese odio que puedes obtener de cualquiera, menos de tu madre, estaba presente en ella, calándole los huesos, hirviéndole la sangre, picándole las manos cada vez que me golpeaba, sí, porque ella nunca me amo, nunca me quiso como yo se lo rogaba con tanta necesidad.

 

En ese momento, en ese preciso y extraño momento, comencé a tener lastima de mi misma, un repudio hacia mi misma, ¿Por qué dejaste que todo esto llegara hasta este punto? ¿Por qué debías generar una rabia inexplicable para darte cuenta que no fuiste querida desde que naciste? ¿Por qué esperaste tantas cosas buenas de seres tan malévolos como estos? Sencillamente, la respuesta estaba ahí, porque todos te hacían creer que la familia existía, porque el mal provenía fuera de casa y que tus padres ahuyentarían los problemas. Por desgracia, la maldad estaba puertas adentro, y esa misma putrefacción lleno mi ser con cada manoseo de mi parte, el lobo no rondaba en el bosque, el lobo ya había probado a la caperucita y cada vez que podía, mordisqueaba sus huesos.

 

Le mire por ultima vez, sus simples explicaciones banales eran inútiles, nada de lo que me dijese, excusas en su mayoría, podían hacerme cambiar de opinión, si tenia el arma aun en las manos es porque tenia un propósito con ella y no seria el fin sin antes terminar todos los planes pensados.

 

Recargue la pistola completamente, aun me quedaban balas, dos para ser precisa, estas dos tenían nuestros nombres por si algo salía mal, mas mal de lo que ya estaba la situación.

 

Apunte sus piernas y dispare, apunte sus hombros y le dispare, el grito estallo en la casa, como deseaba tirarle las últimas dos en la boca, pero ese no seria un buen final…

 

-Ahora, si me permites madre…

 

Me senté en sus caderas y apunte el cañón en el centro de su pecho, su respiración esa profunda y con varios sonidos gruesos pausados, ese, supuse que debía ser la sangre en su nariz, me miro con pánico, rogaba por su vida, rogaba para que no le matara…

 

-Por favor hija…. Te dejare estará con esa mujer, dejare que tengas una mejor vida….pero no me mates….por favooooor…

 

Lloro por varios minutos, jale el seguro del arma y respire con dificultad…

 

-Adiós, mamá…

 

¡PAHHHH! ¡PAHHHHH! Dos sonidos graves se insertaron en la piel reventando el corazón, por su boca salió un montón de sangre oscura espesa manchándole la quijada, cuello y cabello…movió la boca tratando de hablar mientras sus respiraciones fueron mas cortas, con menos profundidad y mas agitación.

Le observe sus brillantes pupilas llenas de lágrimas, poco a poco una tela grisácea cubría su iris. Ya era hora de acabar con todo esto… su ultima bocanada fue la mas profunda y lo ultimo que vi de ella, fueron esos ojos completamente opacos.

 

Me levante del cadáver, recargue las últimas dos balas y subí hasta el baño, ahí estaba el cuerpo azulado y moreteado de mi hermano, contenía marcas en el cuello, brazos y su boca estaba abierta, vaya, que desperdicio de agua…

 

Busque a mi novia por los cuartos hasta que la encontré en la habitación de mis padres mirando asustada para todos lados…

 

-¿Podemos irnos ya? Termine todo…ya soy libre…

 

Vio mis manos ensangrentadas, el arma y comenzó a entrar en pánico.

 

-¿Pero que has hecho?

 

-Tranquila…termino todo.

 

Quería abrazarla, deseaba que me reconfortara de todos los actos criminales que habíamos hecho, que me apoyara y huyéramos de aquí lo antes posibles, lejos de todo lo malo…lamentablemente…eso no ocurriría fácilmente.

 

Éramos unas adolescentes adormiladas en una realidad que no nos correspondía, jugamos a ser criminales para mejorar nuestra detestable situación, hundí a la chica que amaba en unos crimines que yo sola debía haber hecho…que yo sola debía haber realizado, y por lo mismo…haberlos pagado en la cárcel o en el psiquiátrico sola.

 

Trate de acercarme pero sin darme cuenta el filo de un cuchillo corto mi pierna derecha.

 

-¿Pero que haces?

 

-ALEJATE DE MI….MONSTRUO…

 

-Pero amor…

 

Di un segundo paso y volvió a cortarme, le mire asustada, ella no era así, ¿que demonios ocurría?

La sangre me recorrió las piernas y comencé a asustarme, no fueron cortes tan superficiales como creía…

Solté el arma y me acerque otra vez, obtuve el mismo resultado pero esta vez fueron 6 cortes mas y una patada que me dejo botada de rodillas en el piso.

Dejo caer el cuchillo y salio corrió por al lado mío evitándome completamente, como sino existiera… ¿Pero por que? ¿Acaso ella también me traicionaría? ¿Por qué me pasaba todo esto? Quede en shock, no tenia fuerzas para levantarme y huir…no podía arrástrame mucho tampoco, me dolían los músculos, ya no tenia fuerza al respecto…mi propia novia me había traicionado…ya nada valía la pena.

 

Mis palpitaciones iban al ritmo de las escaleras, se cerró la puerta de un portazo y el silencio reino…

 

No podía alcanzar el arma detrás de mi, pero si la navaja, me estire con la ultima fuerza que me quedaba y la tome entre mis manos, bañe el mango con mi sangre para eliminar las huellas de ella, tampoco podrían encontrar sus huellas en mi hermano ya que estaba ahogado en agua, quizás sus huellas estarían en toda la casa, pero ambas nos colocamos los mismos calzados, no habían testigos excepto yo…así que ella, seria inocente completamente si yo moría… así debía ser todo, todo se inicio y se acabo en un día, en un día donde ella, mi novia, no debía pagar el delito que la familia Racors creo.

 

Corte mis muslos, parte de mis brazos, pero ya no podía mas, comencé a sentirme mareada… hubiera sido mas fácil si la pistola estuviera en mis manos…pero a veces, es necesario más de una bala…

Caí desmayada en la alfombra, la sangre brotaba en goteos, suspire agotada, física y mentalmente ya había saturado mi límite.

 

Quedo pausada la escena, me vi a mi misma cuando tenia 13 años, las estupidez que hice y la poca empatía que tenia en mi misma. Mire al horizonte donde cada pieza de mi casa era un fragmento de recuerdo… a ver… ¿cual querría volver a ver?

Camine por los pasillos y el sin fin de habitaciones se desplazaban mas y mas allá, ¿había una remota posibilidad de volver a estar viva? ¿Haría algo al respecto?

 

Visualice una habitación donde estaba Alexia mirándome con terror, era cuando le había olido la blusa, que gracioso, vivir dopada me había hecho menos violenta que antes, pero no menos obsesiva y no menos depresiva.

Otra habitación, una Alexia tratando de dar lo mejor de si, hablándome con un falso cariño, otra habitación, cuando estaba contándole mi vida, el beso que le di y su nula respuesta hacia mí…

Llegue a las ultimas dos piezas, en una estaba yo ahorcándome con la camisa y en la otra estaba yo en una camilla con los signos vitales muy alterados.

 

Ahhhh, que tonta soy, me di cuenta muy tarde de todo, ¿Qué haría ahora? ¿Revivir cada uno de los recuerdos anteriores tantos buenos como malos o simplemente volver a la vida?

 

Iba a ingresar en el recuerdo de mi último intento de suicidio pero algo me interrumpió los pensamientos.

 

-¿Como puedes ser tan desagradable maldita estúpida? ¡KARLHA! Se que me oyes, vuelve ahora, te necesito… vamoooos.

 

Esa voz la conocía, sonaba como mi ex novia pero me retaba aun peor, Alexia, esa ingrata oportunista debía estar retando mi cuerpo físico.

Retrocedí de la habitación entrando al pasillo, vi la de al lado y ahí estaba ella, sentada al lado de mi regulando los signos vitales, cambiándome el suero. Se le veía agotada, cansada y de mal humor.

Sonreí sin querer, sentía felicidad al saber que le hacia sentir tan mal hasta en ese estado, una mano se apoyo en mi hombro haciéndome saltar del lugar, era mi ex, aquella chica que amaría incondicionalmente y para toda la vida…

 

-¿Qué haces aquí?

 

-No Karlha, esa es mi pregunta, ¿Qué haces tu aquí?

 

Me tomo con fuerza y trato de hacerme ingresar con violencia a la escena del suicidio… agarre sus brazos con miedo, esta maldita quería que muriese.

 

-¡SUELTAME MALDITA TRAIDORA!

 

-Debías haber muerto Karlha, ni eso hiciste bien…

 

-Te odio tanto…..tanto desgraciada….

 

Algo dentro de mí se activo, una parte que estaba olvidada se relleno de acciones y recuerdos…la clave de todo esto ya tenía nombre y apellido…por fin seria libre.

 

-Ya me acorde de tu apellido maldita…jure hace mucho que me olvidaría de ti y de tu nombre para solamente serte fiel por el enorme aprecio que te tenia, así nadie podría saber que tu también fuiste culpable del homicidio…ya esto ya se acabo…Alexia, deberá saberlo todo.

 

Utilice su fuerza para mi beneficio y la lance a ella al recuerdo, corrí antes que me arrepintiera e ingrese sin dudar a la escena de mi misma en coma…esto debía acabar ahora ya.

 

Abrí los ojos y una luz se calo entre mis pestañas, tenia un respirador en mi nariz y boca, intravenosas en mis brazos, y con las 4 extremidades amarradas, quien lo diría, desperté muy pronto al parecer… Vi al lado si estaba Alexia, y si, estaba durmiendo apoyada en la silla.

 

¿Había sido todo aquello un sueño? ¿Estaré muerta? Trate de hablar pero me dificultaba un poco, respire profundo, trague, y vi otra vez a Alexia, algo debía decirle… ¿pero que era? Se me había olvidado la misión por la cual había vuelto a ser conciente.

 

Ahhh ya me acorde…. Debía decirle, quien demonios era mi ex pareja…pero por ahora, solo podía descansar hasta tener la suficiente fuerza para revelarlo.

Notas finales:

Esto esta tomando forma, espero sus comentarios, (si son buenos o malos no importa, solo deseo leer sus opiniones) espero que les haya gustado, deseo leer sus teorias, poco a poco vamos llegando al final de todo esto.

Feliz dia de las madres jajaja, especialmente para la madre de este capitulo, que por cierto, si existe y me inspire de este inhumano.

Rk5 despidiendose.


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