Extra 1
Muchos comparan su vida como estar en una montaña rusa, a veces puedes estar arriba y otras puedes estar abajo. Otros creen que lo que hagan en su vida tanto bueno como malo, siempre tendrá una consecuencia “karma” es como se le conoce. Y otros más, solo creen que las cosas pasan por alguna razón.
En mi caso viví una buena vida, tuve unos padres excepcionales, tuve unos amigos increíbles. Lo mejor de todo es que encontré al amor de mi vida con quien pase los mejores momentos de mi vida. Es gracioso como fue el conocernos, y como nuestros amigos en común siempre decían que algún día terminaríamos casados. Cuánta razón tenían.
De hecho nadie se esperó que nos casáramos a los 18, pero con el apoyo de amigos y familiares. Pudimos lograr muchas cosas, no negare que siempre hubo problemas, pero creo que en cualquier matrimonio siempre habrá una que otra pequeña discusión.
Aun así, todas y cada una de las cosas vividas no las cambiaría por nada, fueron los 12 años más felices de mi vida, había pensado sorprender a Steve con algo que desde hacía meses tenía planeado, Natasha y Clint me habían ayudado, con cierta condición.
Ese día había salido temprano de mi trabajo, pensaba prepararle una deliciosa cena, aunque él y yo sabíamos que lo compraría en algún restaurant, por lo que manejaba con precaución, ya Steve me había dado la charla en más de una ocasión de tener cuidado.
Mire con atención como el semáforo cambiaba de color, y me dispuse a avanzar, quien diría que eso sería la ultimo que hiciera. Poco tiempo después solo era consiente de personas que hablaban con desesperación.
-¡Necesitamos más sangre!
¡Lo perdemos!
Poco a poco empezaba a sentirme cansado, y a mi mente vino la sonrisa de Steve, lo contento que hubiera estado cuando yo le contara la noticia. Los felices que habríamos sido los tres.
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A las afueras de un quirófano se veía a un rubio sentado en el piso, entonces escucho la puerta abrirse y rápidamente se levantó para acercarse al doctor. Pero la mirada triste hizo que la poca esperanza que había tenido se esfumara.
-Hicimos todo lo que pudimos, pero las lesiones del paciente eran muchas.
Steve dejo de oír las palabras del doctor, ya nada la importaba. El mundo que construyo con tantos esfuerzos había sido destruido como si una torre de naipes se tratara. Se mantuvo sereno, y no demostró ningún rastro de sufrimiento.
Solo cuando fue momento de despedirlo y enterrarlo, fue cuando pudo llorar, porque entendió que su amado Tony no volvería. Porque entendió que todos los planes que alguna vez concibieron para el futuro era algo que jamás pasaría. Porque supo que tendría que vivir una vida vacía, sin esa persona importante.
Simplemente lo odiaba.
Extra 2
Sabes Tony a veces me pregunto qué hubiera pasado, si ese accidente no te hubiera arrebatado de mi lado. Sueño con todos los momentos que quizás hubiéramos vivido. Pero sé que vivir en el pasado no es lo mejor. Pero no significa que voy a olvidarte, te amo como no tienes idea y eso jamás cambiara.
-Papá es hora de irnos.- un niño de 10 años, cabello castaño y unos preciosos ojos cafés lo miraban con atención.
-Ya voy Peter.
Han pasado 6 años desde que te fuiste, y aunque ya no duele. Aun te extraño.
Recuerdo los primeros meses solo me concentraba en el trabajo, pero mi dolor era tan grande que me ahogaba en el alcohol. Incluso pensé en morir, pero en las noches sentía tus caricias, además escuchaba tu voz, diciéndome que me amabas. Yo simplemente te rogaba que no me dejaras, mientras que tú respondías que jamás lo harías. Eso me salvo de hacer una locura, pero aún me sentía destruido por dentro. Nuestros amigos intentaban ayudar, pero no podían. No cuando me negaba a dejarte ir.
Entonces llego al vecindario Stephen Strange, un hombre amable pero un tanto extraño. No le tome mucha importancia, aun cuando este me visitaba todos los días. Fue hasta aquel día, donde me dijo que aún te encontrabas conmigo, y donde te vi una última vez. Que decidí cambiar, no quería imaginar cuantas veces me viste de esa forma. Cuantas veces mis acciones te lastimaron. Lentamente regrese a ser, esa persona de la que te enamoraste.
No negare que hubo ocasiones en las cuales solo deseaba rendirme, pero en esos momentos recordaba aquellas palabras, esas palabras que me salvaron de muchas cosas.
Luego algo más llego a mi vida. Ese algo era pequeño y con una mirada llena de inocencia y ternura. Natasha me conto como lo habías adoptado, y que ese día planeabas decírmelo. Llore nuevamente porque nuestra familia no estaría completa. Sin embargo decidí criarlo y contarle de ti. Quien pensaría que ese niño y tu tendrían muchas en común. No dudo que por eso lo escogiste, además de que tiene un gran corazón.
Peter Rogers Stark es sin duda un gran hijo, y te gradezco Tony por darme un último regalo.
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Peter se encontraba sentado en una banca esperando a su padre, quien había ido a comprar dos hot dogs. Miraba distraído y por un momento vio a una familia. Entonces se preguntó cómo hubiera sido su vida con su papa Tony. A pesar de que no lo conoció de manera directa recuerda en una ocasión que una persona lo visito en el orfanato, no recuerda mucho de esa persona pero lo que si tenía presente era la sonrisa tan bonita que tenía, y esos lindos ojos de color chocolate.
Su papá Steve siempre le contaba historias de su papá Tony. No había visto persona más enamorada como su padre, aun cuando su papá Tony ya no estuviera con ellos. Aun así, lo amaba, aunque no lo conociera, él lo amaba. Y eso jamás cambiaria.
-Te vez triste pequeño.
Dio un pequeño brinco al escuchar que le hablaban se sorprendió de ver a un hombre sentado a su lado. Normalmente se iría rápidamente, pero ese hombre le inspiraba confianza. Además se veía que tenía 18 años. Pero por alguna razón le recordaba a alguien.
-No es nada.
-Si no fuera nada, no tendrías esa expresión de tristeza en tu rostro.
-Es que me hubiera gustado conocer a papá.- respondió, sin mirar al chico. – El murió en un accidente, padre me cuenta cosas maravillosas de él. Pero a veces solo a veces desearía que el estuviera con nosotros.
-Entonces debe ser doloroso para los dos.
-Para mí no tanto, pero para padre si lo es. Pero ninguno de los dos nos rendimos.
-¿Por qué?
- Incluso si no puedes verme...- Empezó a decir Peter. – Incluso si estamos muy separados...- una sonrisa, aparecía en su rostro al recordar esas palabras que Tony le dijo a Steve. – Siempre estaré cuidándote...
De pronto sintió unas suaves caricias en su cabeza, mientras escuchaba una risita. Pero no era de burla, sino de felicidad.
-Espero que eso nunca lo olvides.
Peter no entendió las palabras del desconocido, y no logro preguntarle porque su padre llego y ese chico había desaparecido.
Peter tomo la mano de su padre, para irse de ahí. Mientras conversaban muy animadamente. Mientras a lo lejos eran observados por ese mismo chico.
-No lo olviden. Siempre estaré cuidándolos.