Al día siguiente al medio día...
En la NUS...
Zangetsu
Aproveché mi tiempo de descanso en el restaurante para venir a comprobar si lo que dijo Tiffany es cierto. Por lo que, en la recepción pregunto dónde queda la facultad de relaciones exteriores, y al llegar a la zona, veo a Sen sentado en el pasto que hay frente al edificio, pero a su lado está un tipo rubio de aspecto llamativo, están riendo y hablando muy amenamente ellos solos, a pesar de que también están ahí Renji e Ichigo.
Ahora veo que la pelirroja no mentía, Sebonzakura parece muy interesado en ese tipo, y yo creyendo que era el único en su corazón. Que idiota fui, bajé la guardia confiando en su aparente sinceridad, y esto es lo que me gané, que él me esté engañando y jugando con mis sentimientos. Pero ya no más, esto que nació entre nosotros, muere aquí y ahora, él no es nada mío y nunca lo fue, me queda muy claro.
En la tarde...
Mientras espero que lleguen mis aconsejados, me quedo sentado perdido en mis pensamientos
-admito que hace mucho no te veía, pero aún sigo sabiendo cuando algo anda mal contigo, ¿qué sucede?- me habla Nnoitra trayéndome al mundo real
-estoy decepcionado porque ahora sé que mi pareja me es infiel con otro extranjero- respondo apretando la manos en puños
-¿qué acaso no me dijiste que era alguien noble y dulce?- contesta pensativo
-por lo visto esa personalidad no es más que una fachada para esconder que se burla de mí, todo este tiempo me ha hecho creer que ama cuando eso no es más que una vil y retorcida mentira- respondo molesto
-¿lo has visto con esa otra persona?- pregunta acercándose
-sí, ese cabron le agarraba la mano con mucha confianza, y Senbonzakura no le decía nada, es más le sonreía con cariño- respondo levantándome de golpe y recordando todo con amargura
-entonces aléjate de él, no lo busques ni le hable más, poco a poco se irá dando cuenta de que sabes la verdad, y tendrá que aceptar que su juego se ha acabado- contesta tocándome un hombro desde atrás
-ya estamos aquí- dice Muramasa llegando junto a Soujun
Por más molesto que esté no pienso retirarle mi ayuda al hermano de Sen, después de todo él no tiene la culpa de que el menor sea un mentiroso
-Zangetsu, una mujer pregunta por ti en la puerta- me habla el Kuchiki acercándose
-la estaba esperando, vengo en un momento- respondo para luego dar media vuelta y dejar el lugar
Me dirijo a donde está Tiffany y la veo en el mismo sitio de ayer
-¿y bien?- pregunta al verme
-tenías razón, Senbonzakura me traiciona con otro occidental- respondo algo cabizbajo
-debiste creerme desde el principio, pero bueno, eso ya no interesa. Ahora lo que debes hacer es regresar conmigo a Guadalajara; y no porque quiera que volvamos a tener una relación sentimental, sino porque allí es donde está tu verdadera vida, no aquí pordebajeandote para poder vivir medianamente bien- contesta aproximándose, y por primera vez, después de mucho tiempo, permito que me abrace para reconfortarme
-no puedo irme y dejar aquí a Santiago, pasé cinco años de mi vida sin poder verlo, y ahora que volvemos a estar en el mismo país y la misma ciudad, no quiero estar lejos de nuevo- respondo en cuanto nos distanciamos
-dudo mucho que él quiera irse de aquí, pero igualmente tú eres el más importante, deberías sólo preocuparte por tu bienestar y futuro- contesta tocándome un brazo
-no soy tan egoísta como tú, para mí mi familia está antes que cualquier otra cosa. Buscaré la forma de convencerlo- respondo lacónico
-como tú quieras, pero deja que me encargue de conseguir los tiquetes. Sería muy bueno que nos fuéramos de una vez los tres, ya que me queda poco tiempo de estadía en este país- contesta con una sonrisa
-de acuerdo, entonces tú encárgate de eso, por mi parte, tengo que volver al trabajo- puntualizo aún serio
-bien, nos vemos después- culmina antes de darme un beso en la mejilla como despedida
Acto seguido gira sobre sus talones y se va por donde vino, al tiempo que yo me encamino a la sala para volver con los demás
Mientras la charla entre el Coyote y la pelirroja...
Nnoitra
Soujun se me acerca con disimulo
-como supongo que conoces muy bien a Gabriel y a su hermano, debes saber qué les ocurrió a sus padres, ¿te molestaría decírnoslo?- me pregunta interesado
-es algo muy triste, además les prometí que no se lo contaría a nadie- respondo algo afligido
-también somos como de la familia, así que confía en nosotros- me trata de persuadir
-cuando Gabriel tenía quince años, y Santiago nueve, sus padres tuvieron que viajar por un asunto de negocios a un país de Oriente Medio, pero no les advirtieron de los peligros que podían correr, así que, en un tiroteo propiciado por ISIS que iba dirigido a los cristianos en una persecución, ellos desafortunadamente perdieron la vida.
En cuanto se les informó sobre el fallecimiento de sus progenitores, Gabriel tuvo que consolar a su hermano durante casi toda una semana, y luego abandonó el colegio para poder trabajar como lavaplatos en un restaurante; entonces, con ayuda económica de mis padres y el sueldo del mayor, se pudo financiar el estudio del pequeño, y trasladar los restos de los señores Coyote a México.
Para cuando el pelinegro tenía veinte, y su hermano catorce, ya había dejado de ser un simple lavaplatos, para ser un cocinero, y luego un chef, de ahí en adelante su situación económica mejoró y podían llevar una vida más cómoda- les relato con parsimonia
-eso explica porqué son tan desconfiados y cerrados ante los que los rodean, porque están acostumbrados a tenerse sólo el uno al otro- analiza Muramasa
-sé que esto no me incumbe, ¿pero de qué estaban hablando tú y tu amigo cuando llegamos?- cambia el tema el pelinegro
-me contaba que hoy atestiguó que su pareja lo engaña con un sujeto rubio, yo le aconsejé que mejor guarde la distancia, y así muy pronto el chico se dará cuenta de que ya sabe la verdad, y no se atreverá a acercársele- respondo sincero
-entiendo, ¿y quién es esa mujer que vino a buscarlo?- pregunta curioso
-si no me equivoco es Tiffany Bustamante, la ex de Gabriel- respondo desenfadado
-ya veo, ¿sabes de casualidad para qué lo necesita?- me cuestiona con ganas de saber más
-creo que ella quiere que retornen todos juntos a Guadalajara- contesto pensativo
-que interesante- responde con tono enigmático
De repente se oyen unos pasos, y veo a mi amigo venir con un semblante preocupado, esa pelirroja lo convenció. Lo único bueno de esto es que todos estaremos en casa muy pronto.
En la noche...
Byakuya
Física y mentalmente preparado salgo al escenario, de inmediato observo a todos los presentes en el público, y entre ellos reconozco a ese pelirrojo, amigo de mi hermano. Sé muy bien que lo tengo loquito por mí, y eso me genera una satisfacción algo oscura.
Miro a mi primo y asiento para que coloque mi canción, un segundo después Gangsta de Kehlani comienza a sonar, y yo empiezo a mover mi cuerpo cadenciosa y sensualmente. De pronto se me viene una idea a la cabeza, y me bajo de la tarima para ir donde ese tipito de cabellos rojizos y bailarle especialmente a él
-ni se te ocurra ponerme un solo dedo encima, puedes mirar pero no tocar- le digo en cuanto veo sus manos dirigirse a mi piel
-con ese cuerpo de ninfa, y no me dejas cumplir una de mis fantasías, que cruel- responde comiéndome con la mirada
-tú no eres suficiente para mí, Renji Abarai, cuando lo vas a entender- le susurro con malicia seductora para provocarlo, torturándolo
-dame la oportunidad de mostrarte quien soy, y te prometo que no te arrepentirás- responde con tono de súplica
-sinceramente dudo de que no me arrepienta, ya que no me mereces- contesto bajándolo de su nube
-Zangetsu no es el único hombre que vale la pena en el mundo, Byakuya, abre los ojos- me rebate molesto
Sin pensarlo dos veces le doy una fuerte cachetada por descarado
-no eres nadie para reclamarme por a quien sí y a quien no amo, igualado atrevido- le grito
De inmediato me alejo dejándolo con la palabra en la boca, y subo al escenario a terminar mi espectáculo. Cuando se acaba la música regreso a mi camerino con paso rápido y orgulloso; ese tipo es un cínico, si antes consideré darle una mínima esperanza de estar conmigo, ahora no le permitiré ni que se me acerque, para que chupe por majadero.
En casa de Ukitake...
Jushiro
Estamos en mi habitación Shun y yo, desnudos y abrazados, besándonos sobre mi cama. Le suelto el cabello a mi amado, y él pasa sus dedos por las hebras de mi larga melena blanquecina
-te amo, Juju, todo en ti es más que perfecto- me habla cuando nos alejamos
-toda mi vida he soñado con oírte decir eso- respondo mientras siento como su hombría irrumpe en mi interior como ha venido haciendo desde hace media hora
-no puedo evitar el querer siempre tenerte entre mis brazos- contesta sin parar el movimiento de su cadera, a la vez que me hace recostar bocarriba en la cama y él acomoda su cuerpo sobre el mío
-es imposible que alguien pueda separarnos, tú y yo estaremos juntos hasta que se nos acabe el amor o muramos- respondo en cuanto nos quedamos quietos un momento
-así será, mi cielo, este amor durará para siempre- contesta aproximándose a besarme el cuello, y luego se aleja mirándome sonriente
Shunsui
Contemplo a Jushiro como si fuera una aparición divina, pienso que esto es lo que los dioses me tenían destinado, volver a los brazos de mi mejor amigo de la infancia, quien ahora es mi amor.
Los ojos de mi amado viajan desde los míos hasta mi torso trabajado y fuerte, de inmediato noto que se muerde el labio inferior con lascivia.
La razón por la que tengo este cuerpo musculoso, es porque necesito tener un buen estado físico para poder seguir ayudando en todo lo que se requiera en el colegio, no porque quiera lucirme. Por otro lado, no niego que de vez en cuando me paso por el gimnasio, pero la mayoría de todo este aspecto se lo debo a las abdominales, sentadillas, y lagartijas que hago cada día y cada noche.
De pronto siento la mano de mi pareja sobre una de mis nalgas, apretándomela
-hasta esto en ti es duro- comenta travieso
-ah si, ¿y qué tal esto?- respondo embistiéndolo con malicia
-¿también te parece duro?- agrego oyéndolo gemir
-sí, porque no- contesta con tono sensual
-que sucio, Juju, pero debo admitir que ese lado deshinbido tuyo, me excita- respondo saliendo de él, y haciendo que se gire de cara al colchón
Él entiende mi intención y apoya el peso de su cuerpo sobre el lecho, levantando su bello trasero hacia mí
-hazme sentir que tan salvaje es esa bestia que tienes entre las piernas- me incita para que vuelva a entrar en él
-tranquilo, mi vida, que esta noche sabrás porque a los latinos nos consideran tan buenos amantes- respondo sujetándole las caderas con algo de fuerza para marcar mis dedos en esa piel suave y tersa como la crema
Él sonríe coquetamente, y yo vuelvo a tomar posesion de lo que me pertenece, de hecho todo Jushiro me pertenece, por lo que, como no suelo permitir que alguien me quite lo que es mío, ningún otro podrá atreverse a robármelo o sino sabrá quién es Samuel Batista.
Apartamento de los Kuchiki...
Sen
Sou ha actuado muy extraño toda la noche
-¿porqué no dejaste que fuera a buscar a Zan?- le pregunto cruzado de brazos mientras me siento en el sofá
-porque él no quiere verte- responde serio
-¿cómo así que no quiere verme?, ¿de qué hablas?, te hicieron daño los tragos ¿o qué?- contesto mirándolo con fastidio
-Sen, Zangetsu piensa que le eres infiel con Ian- responde tocándome un hombro
-¿quién te dijo eso?, no puedes estar hablando en serio- contesto sin poder creer lo que me dice
-hoy fui a Adrenaline en la tarde como lo he estado tratando de hacer últimamente, y vi muy molesto a tu novio, aproveché que una mujer lo fue a buscar, y le pregunté a su amigo que qué estaban hablando cuando Muramasa y yo llegamos, a lo que me respondió que Gabriel le contó que se sentía decepcionado porque descubrió que su pareja lo engaña con otro extranjero- responde seguro
-¿y no te dijo quién era esa dichosa mujer?- pregunto presintiendo la respuesta
-dijo que era Tiffany Bustamante, la ex de Zan- contesta recordando la charla
-maldita, y mil veces maldita, esa trepadora se atrevió a llenarle la cabeza de cucarachas. Pero que ni piense que la dejaré que me quite a mi pelinegro, porque no sabe de lo que soy capaz- respondo enojado golpeando el cojín del sofá donde estoy sentado
-y no has oído todo, la muy estúpida quiere convencer a los hermanos Coyote de que regresen con ella a México- contesta bastante indignado también
-tranquilo, Sou, no la dejaremos ganar, se está metiendo con la familia equivocada, ni tú ni yo, y muchísimo menos Byakuya vamos a concebir que esa perra se salga con la suya- respondo convencido
-¿éstas seguro de que él nos va a ayudar a desenmascararla?- me cuestiona preocupado
-lo hará por Zan, te lo aseguro, pero no sólo él, Jushiro, Jugram, Nnoitra, y el mismo Starrk, también nos echarán una mano si se lo pedimos- respondo sin dudar
-de acuerdo, pero hay que identificar si tiene algún cómplice- contesta pensativo
-quién más que Ian, debieron haberse aliado para separarnos a Gabriel y a mí. Ya decía yo que su aparición tan repentina en la Universidad era bastante sospechosa- respondo analizando la situación
-muy bien, entonces yo hablaré con Santiago, el pelinegro, y nuestro hermano, y tú con el peliblanco y el rubio- contesta con tono de hacer un acuerdo
-ok, así quedamos, entre más seamos mejor saldrá todo- puntualizo asintiendo
Ya lo verás Tiffany Bustamante, regresarás a tu país con las manos vacías y el rabo entre las patas, porque no nos resignaremos a que te lleves a alguno de los dos Coyote, ellos ahora pertenecen aquí, y aquí se quedarán.