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IMPERDONABLE por Liss83

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Notas del capitulo:

Me extrañaron?

A medida que Tom contaba la historia y Remus se enteraba de algunos por menores, Sirius no daba crédito de las astucias de su hijo y sus amigos, se sentía dividido entre la preocupación por los riesgos que esto implicaba, orgulloso de la aventura en la que se habían metido los niños, y furioso porque un auror de su nivel había sido burlado por un puñado de adolescentes, que a su parecer, no le llegaban ni a los talones a los originales. Remus se acarició el abultado vientre mientras Tom bebía café.

 

 

 

-          Es por eso que quiero su ayuda – finalizo este dejando la taza en la mesita de centro

-          ¿Eres consciente de lo que hiciste y lo que pasara? – dijo Sirius con voz seria

-          Si – contesto este – y asumo completamente la responsabilidad de mis actos

-          ¿Ya pensaste en Harry? ¿En James? – exhorto el auror

-          Estarán bien – dijo cerrando los ojos –. Moví algunos hilos y llegado el momento alguien les borrara la memoria a James. Si lo interrogan, él será inocente. No sabrá nada

-          ¿Y Harry? – susurro Remus, pero no insistió al ver la mirada perdida de su amigo

-          Te ayudaremos – dijo Sirius -, yo, como inefable, se cómo devolverte tu alma. Pero ni creas que lo hare para que huyas de tu responsabilidad. Tu deber es cuidar de tu familia y eso harás  hasta el final. Y créeme, ese no será cuando Harry se entere de la verdad

-          ¿No lo entiendes? – dijo Tom – nunca me perdonara. Y no puedo vivir con su odio

-          Harry jamás te podría odiar – dijo Remus – eres su padre. Su ejemplo a seguir

-          No – dijo con tristeza –, ese es James

-          ¿Entonces por qué es el rey de Slytherine? – dijo el hombre lobo

-          Confía en el amor que le diste a tu familia – dijo Sirius

-          En lo que no confió – susurro Tom –, es en merecerlo de vuelta

 

 

 

*                                                 *                                                 *

 

 

 

Todo el estudiantado estaba entusiasmado por que en unos días seria el baile de Halloween, y hacia dos semanas que estaban buscando pareja. Debido a que habían corrido algunos chismes sobre su ruptura, y debido tanto a la vigilancia que Severus le había puesto a Draco, como el exceso de tarea que tenía Harry, cortesía de su suegro, no se había visto a la pareja en público durante este tiempo, por lo que más de uno se había atrevido a mandarle lechuzas a ambos estudiantes solicitándoles ser su pareja para la ocasión. Giny fue una de ellas, quien un viernes en la noche le mando una lechuza café con una carta perfumada que decía:

 

 

 

“Querido Harry:

Me atrevo a mandarte esta carta, después de saber que ya no interferiré en tu relación con Malfoy. Lamento mucho el saber que te lastimo. Pero no te preocupes, tú eres fuerte y podrás salir adelante. Además, no estás solo. Habemos personas dispuestas a darlo todo por ti, porque en verdad te amamos. Y que mejor oportunidad que asistir juntos a la fiesta de Halloween. Como amigos, claro. Pero eso Malfoy no lo sabrá, y se dará cuenta que nada de lo que haga te podrá lastimar

 

Atte.

 Giny W”

 

 

 

Draco no daba crédito a la insolencia de esa chica que prácticamente se le ofrecía a Harry sin el menor descaro, cuando este le enseño la carta a la noche siguiente que se vieron en la torre de astronomía

 

 

 

-          Ya estoy harto, Harry – exploto el rubio rato después de conversar – sino fuera porque es la hermana de Ron te juro que…

-          ¿Acaso dudas de mí, dragón? – dijo Harry sorprendido y un poco dolido

-          Claro que no – dijo corriendo a esconderse entre los brazos de su novio – pero es que me molesta que…

-          Me estas ocultando algo, ¿Qué paso? – dijo Harry con voz severa. Y aunque compartían mentes, respetaban la intimidad del otro – Draco… – dijo cuando este no contesto – no quiero recurrir a tus memorias, quiero que tengas la confianza suficiente para decírmelo tú mismo

-          Hace unos días me intercepto en la sala común… – dijo nervioso –, tenía un olor a… ya sabes

-          No, no se – replico Harry – ¿A qué olía?

-          A sexo – dijo Draco sonrojado – dijo que ustedes… Yo no le creo, pero me molesta que viva levantando rumores

-          Y ahora que tu papá hace hasta lo imposible para mantenernos ocupados – dijo acariciándole el cabello – y lejos el uno del otro no ayuda, ¿Cierto?

-          Perdóname – dijo Draco abrazándose a Harry y escondiendo su rostro el pecho de su novio

-          Draco, yo sé qué hace tiempo… – se removió incomodo pero en vez de alejarse del rubio lo aferro más a él – Hermione me dio para que lea unos libros sobre el enlace y…

-          ¿Y? – dijo el rubio

-          Dice que para que el lazo se complete… – se aclara la garganta – no quiero que te sientas presionado. Yo no…, bueno, si… pero…

-          Yo… - dijo Draco mas rojo que antes – Neville… también me dio un libro, sobre el lazo, y… ¿Cuándo…?

-          Halloween es este fin de semana – dijo Harry acariciándole el brazo

-          Según el libro, debemos hacerlo lentamente, ósea de a poco – se corrigió nervioso – quiero decir… no debemos… la misma noche…

-          Claro – susurro Draco estremeciéndose

-          Dragón, si no estás cómodo… – dijo Harry

 

 

 

Draco hizo acopio de todo su valor Gryffindor y se enderezo hasta quedar sentado frente al moreno para mirarlo directamente a los ojos, sonrió débilmente tomándole el rostro entre sus manos  y mordiéndose el labio se acercó lentamente a los contrarios. Harry lo sujeto por la cintura, ya que cuando sus labios se unieron sintieron que algo dentro de ellos exploto, sus manos cobraron vida propia cuando se colaron bajo la camisa del rubio quien se estremecía al sentir como una corriente eléctrica lo recorría concentrándose mayormente entre sus piernas. Draco abrió más la boca para darle mayor acceso al moreno. Lentamente fue acostado en el suelo mientras tímidamente él también colaba sus manos bajo la camisa de Harry. Las manos de este se deslizaron hacia abajo para acariciarle los muslos por encima de la tela del pantalón que estaba bastante ajustado entre sus piernas. Un gemido se quiso escapar de sus labios pero murió en ellos, ya que Draco no dio tregua ni un segundo mientras devoraba  su lengua.

Cuando sus pulmones les exigieron aire, separaron sus labios, pero mantuvieron unidas sus frentes mientras sus respiraciones se controlaban nuevamente

 

 

 

-          Te amo, Draco – susurro Harry en su oído mientras le besaba el cuello – haría lo que fuera por ti

-          ¿Entonces por qué aun respira? – siseo una voz detrás de ambos sobresaltándolos

-          ¡Papi! – dijo Draco con un pequeño grito aventado a Harry que cayó de espalda un metro más allá

-          Camine, señor Malfoy – exigió Severus – estará castigado el resto de la noche y los siguientes dos sábados

-          ¿Qué? – gritaron ambos adolescentes al mismo tiempo poniéndose de pie de un salto

-          ¡No puede hacer eso! – dijo Draco atónito

-          ¡El próximo sábado es Halloween! – dijo Harry alzando la voz

-          ¡Harry y yo iremos a la fiesta! – dijo Draco dándole una patada al suelo

-          Creo que no – dijo Severus con una sonrisa de victoria en los labios –. Camine señor Malfoy. Señor Riddle, el toque de queda para su casa acaba de sonar

-          Profesor – dijo Draco sin pensar – no es justo…

-          ¿Quiere ampliar sus días de detención, señor Malfoy? – dijo el profesor con tono burlesco

-          Ve Dragón –dijo Harry – ya lo solucionaremos. No te preocupes. Permiso profesor – y sin más, Harry se marchó.

 

 

 

Severus estuvo a punto de sonreír, pero noto como los labios de su hijo se curvaban en una disimulada sonrisa que no le presagiaba nada nuevo. Camino hacia su oficina asegurándose que su hijo lo seguía. Al entrar cerró la puerta le echo un hechizo insonorizador y agitando su varita hizo aparecer un servicio de té con pastel de calabaza, el favorito de su hijo.

 

 

 

-          Muy bien hablemos – dijo Severus

-          ¿De qué quieres hablar? – dijo Draco cruzando los brazos

-          De lo que acabo de ver – dijo el pocionista rogándole a Merlín toda la paciencia del mundo

-          No estábamos haciendo nada malo – protesto el rubio

-          Estaban a punto de tener sexo – dijo Severus

-          Somos una pareja, papi – dijo Draco – las parejas tienen sexo. Tú lo tienes con mi papá

-          Tu papá y yo somos adultos, hijo – dijo acariciándole el cabello

-          Harry y yo pronto cumpliremos dieciséis años y seremos mayores de edad – dijo bebiendo de su te

-          El sexo se debe practicar de manera responsable, Draco – dijo el pelinegro cada minuto más nervioso – y ustedes están demostrando no serlo. Primero esa absurda búsqueda, después la fusión de su magia, ¡los pudo haber matado!, y ahora esto – el rubio miro hacia otro lado – Antes teníamos una excelente relación… y ahora – continuo mientras buscaba su mirada – cada día te siento más lejos. Entiendo que estas creciendo y quieres descubrir mil cosas  pero…

-          ¡Lo que te molesta es que lo haga con Harry! ¿no? – dijo Draco alzando la voz mientras sus ojos empezaban a escocerles – vives peleando con el tío James y no te interesa si yo soy feliz o no

-          No es así, hijo – buscando su mirada – no niego que es… divertido… hacer… – se pasó las manos por la cara en señal de desesperación – sé que James, Sirius y yo nos comportamos infantiles la mayor parte del tiempo, pero no tiene nada que ver con ustedes.

-          ¿Entonces por qué insistes en separarme de Harry? – dijo el rubio llorando – yo lo amo y cuando termine el colegio nos iremos lejos donde nos separen jamás, donde…

-          No digas eso – susurro Severus abrazando a su hijo contra su pecho – shhh, nadie los va separar. Yo no lo permitiré

-          Pe…per…o si…siem…pre que esta…a…mos jun… jun…tos – dijo Draco entre sollozos – tú… tú…

-          Algún día – empezó Severus suavemente mientras le acariciaba el cabello –, y aunque desearía que falten siglos para eso, tendrás hijos y cuando ellos crezcan y se enamoren desearas retener el tiempo para que jamás se vayan de tu lado – dijo besándole el cabello –, no  perderlos…

-          Tú jamás me perderás, papi – dijo el muchacho abrazándose  a él

-          Ya te perdí mi amor, ya no eres más un bebé – susurro Severus – prácticamente estas casado y yo no me resigno, no puedo

-          Harry y  yo… aun… no… – también susurro Draco – pero Neville y Hermione nos dieron un libro donde dice que…

-          Lo sé – dijo Severus –, no quiero que lo hagas por presión. Tienes que hacerlo porque sientes que es el momento correcto

-          Hoy… antes de… que nos… encuentres… – dijo Draco sonrojado – Harry y yo lo hablamos y creemos lo mismo. Iremos de a poco, así el día que se cumpla el año de la fusión estaremos listos, pero sin hijos aun – se apresuró a aclarar por lo que Severus sonrió – seremos responsables, al menos en eso

-          ¿te puedo decir un secreto, y no se lo dirás a nadie ni bajo tortura? – susurro Severus y Draco asiento sonriendo de manera cómplice – estoy feliz con tu elección. Harry es un buen chico y todo un Slytherin, por muy Potter que sea, sé que te hará feliz. Solo procura que mis nietos sean así de lindos como tú y no se parezcan al espanto que te conseguiste por suegro

-          Te quiero papi – dijo Draco abrazándose a él

 

 

 

Los días pasaron y tras un arreglo en sus castigos, ambos chicos estuvieron libres para el gran baile.

Finalmente la noche del treinta y uno de octubre llego para regocijo de todos. Severus se había comprometido a ayudarle a Draco a conseguir un disfraz que deje a todos sin habla. Harry en cambio había mandado que le llevaran uno de cuento de hadas muggle. Se puso un hechizo glamur que lo hacía ver como si su cuello colgara hacia un lado como el de Nick Casi Decapitado. No le había comentado a nadie la cantidad de lechuzas que había recibido donde lo invitaban a la fiesta, de las cuales la mitad eran de Giny, por lo cual muchos dieron por sentados que la leona seria la afortunada

En la sala común de la torre de Gryffindor todo mundo estaba agitado dándose los últimos toques o esperando a sus parejas. Todos enmudecieron cuando Harry Riddle entro en la sala, su ropa manchada y más el hechizo que se había puesto le daba un aspecto espantoso.

 

 

 

-          Harry – dijo Giny sonriendo entrando en el lugar – nadie me aviso que habías llegado

-          Acabo de hacerlo – dijo este consiente de que todos los miraban extrañados cuando la joven se colgó de su brazo – no te preocupes

-          Te ves muy bien – dijo Giny de manera coqueta

-          Solo quería estar a la altura de mi pareja – dijo Harry sonriendo

-          Creo que lo estas – contesto Giny  acercándose a darle un beso

-          ¿Me demore mucho? – pregunto Draco entrando vestido de una túnica azul cielo sencilla, su pelo caía libremente por su espalda, a la altura de su oreja izquierda llevaba un Kennedia nigricans, que era una flor que parecía dos pajarillos juntos con el cuerpo amarillo y la cabeza negra

-          Te ves… – susurro Harry corriendo a su lado

-          Malfoy, – dijo Giny – no sabía que ya había conseguido pareja. Harry y yo…

-          Voy a ser la envidia de todos – continuo Harry besándole la mano – mi hermoso veela

-          Me encanta tu disfraz – dijo Draco sonriendo – pareces un príncipe, mi príncipe

-          Yo más bien, quiero ser tu esclavo – le susurró al oído logrando que el rubio se sonrojase – ¿Nos vamos?

-          ¡Harry! – dijo Giny – ¿y yo? Todos creen que iremos juntos. No me puedes dejar…

-          Giny – dijo el moreno – lo siento. Olvide que estabas aquí. Espero que tu pareja llegue pronto. Permiso

 

 

 

Sin más, la pareja salió por la puerta sin prestar atención a los susurros de su alrededor. La pelirroja corrió a su habitación para encerrarse. Bajo ningún motivo debían verla o seria el auténtico hazme reír, después de haber dicho que esa noche harían publica su relación con Harry, por lo que El Profeta mandaría un reportero para cubrir el evento

Al llegar al gran comedor lo vieron convertido en un gran salón de baile. La música resonaba por todo el lugar al grado de hacer vibrar los vidrios. Los profesores no estaban presentes, por lo que los estudiantes se sentían en la libertad de beber cerveza de mantequilla con total libertad. La decoración asemejaba un cementerio a la media noche. El techo había sido encantado para que pareciera que llovía con truenos terribles, se escuchaba el soplo del viento golpeando contra puerta y ventanas de donde colgaban enormes telarañas.

 

 

 

 En cuanto Harry y Draco entraron de la mano al lugar, todos volcaron a verlos haciendo una especie de pasillo por donde pasaron hasta llegar al centro de la pista. Allí Harry tomo al rubio de la cintura mientras este se abrazaba a su cuello y este apoyaba su cabeza en el hombro de su novio. La pieza era lenta por lo que ambos cerraron los ojos al sentir como sus magias se reconocían mutuamente mientras salían de sus cuerpos y se entrelazaban envolviéndolos a ambos. Un luz los envolvió  mientras duro la pieza musical, tiempo en el que nadie se atrevió a interrumpir. Eran la pareja perfecta. Como perfecto seria el reportaje que Rita Skeeter que lanzaría al día siguiente sobre el romance del hijo del auror mas prestigioso del Reino Unido con el hijo de un presunto seguidor de Aquel que no debe ser nombrado

Notas finales:

prometo volver mas seguido. nos vemos la proxima semana. besos


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