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Si decides irte... por Kouhai_Miku

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Notas del capitulo:

La canción es original. Ojalá les guste el aniversario! 

Muchas personas se pusieron a mí alrededor para escucharme y al final me aplaudieron. Uno en particular se quedó a pesar que yo ya no estaba tocando nada. Se acercó a mi banca y me pregunto si podía sentarse, le dije que estaba bien, que yo ya me iba.

 

No piensen mal, no es como si las personas me disgustaran ahora pero, entenderán que no quiero estar con nadie, mucho menos un desconocido.

 

— No hijo, quédate. — Era un anciano aquel que me pidió asiento. Asentí con la cabeza y me quede sentado a su lado. Se veía de unos sesenta o setenta años. — Esa interpretación nunca fue tocada con tanta tristeza. —Comentó.

 

— ¿Se nota demasiado? — Acaricie mi violín.

 

— Has pasado por cosas muchacho. Tú mirada cansada, sin brillo y ojerosa me lo está gritando. — ¿Quién era este hombre?

 

— Viví una vida normal, con y sin problemas. Con un esposo, con una familia. — Ni idea, pero tengo extraña confianza con él.

 

— Me gustaría saber más. ¿Cómo está tu marido?

 

— Esta en paz. Por fin encontró esa tranquilidad que tanto deseaba.

 

— Mi más sentido pésame muchacho. — Lo entendió bien, parece alguien muy sabio.

 

Repentinamente la alarma de su reloj comenzó a sonar, parece que tiene cosas que hacer.

 

— Tengo que irme, debo recoger a alguien en el aeropuerto. Si necesitas hablar por favor llama a este número. — Me entregó una tarjeta donde sólo venia impreso su teléfono.

 

— ¿Cómo puedo llamarlo? — Se levantó y empezó a caminar.

 

— Con el nombre de Watari. — Se marchó en su auto.

 

Watari, Watari, Watari, Watari... Ah que me suena ese nombre. Quizás alguna vez escuche que alguien lo mencionaba, pero por extraño que suene, el rostro de Beyond apareció en mi mente cuando escuche ese nombre. Jamás conocí a su familia porque dijo que no tenía más que a su hermano, el cual tampoco conocí, ni siquiera en fotos. Pero no le seguí insistiendo, porque al parecer tenia horrorosos recuerdos. Algo atormentaba a Beyond, y no me di cuenta hasta años después de casarme con él.

 

Noté como una cuerda se había aflojado, intente afinarla descuidadamente. La cuerda se rompió, el puente también. Solté una leve risa. Esto siempre te ocurría a ti por distraído B.B.

 

A veces Beyond era torpe.

 

*Flash back*

 

En un día normal en casa, sin trabajo que hacer, con dos años de casados ya – de hecho era su aniversario – Beyond y Light se tiraban palomitas entre sí en el sillón. Todo comenzó con un bonito juego de cacharlas pero luego se convirtió en una guerra a muerte.

 

— Tu fuerza no es rival para mis habilidades. — Alardeó el castaño de veintiún años de edad.

 

— ¿Eso crees? Pues observa. — Lo que hizo Beyond fue trampa, acorraló a Light en el suelo y le tiro toda la bolsa de palomitas a la cara.

 

— ¡Tiempo fuera, tiempo fuera! —Exclamaba intentando quitar la mantequilla de su rostro.

 

Beyond le lamió la mejilla como un perro, Light empezó a reír por las cosquillas. Pero lo que no sabía el castaño es que Beyond tenía algo planeado. Bajó sus besos al cuello, y la risa se convirtió en gemidos, volvió a subir pero esta vez a sus labios y ambos empezaron a entrelazar sus lenguas al ritmo del otro.

 

— Tramposo. — Murmuró Light.

 

— Es pura estrategia. —El sonriente pelinegro paso sus manos por la espalda de su querido esposo, cargándolo y llevándoselo al sofá. Después, le quito lentamente sus ropas. Aunque no era la primera vez que tenían relaciones y mucho menos sería la última, Beyond aún se ponía nervioso y Light más.

 

— ¿Podrías ir más rápido? —Pidió.

 

— Lo siento.

 

— No te disculpes, no quise hacerte sentir ma...

 

— No, no es eso. Pero...

 

— No, mira, yo quiero que...

 

— Pero necesitamos que...

 

— Pero debemos de...

 

Estos dos eran un par de idiotas.

 

Al final, sí hicieron el amor. Beyond sacó su lado “macho castigador” e hizo a Light gritar y gemir como nunca. Lo hacia así porque era especial y no sabía porque. Llegaron al clímax y quedaron recostados juntos, muy juntos.

 

— Feliz aniversario, mi amor. — Le dijo Light acurrucado en el pecho del de veinticuatro años.

 

— Ah... — “¿Es nuestro aniversario?”, se preguntaba.

 

— ¿”Ah”? — Metió la pata.

 

— Si, si, feliz aniversario amor. Yo... –

 

— No te acordabas. — Demonios, sí que había metido la pata.

 

— ¡Claro que me acordé! Es más, te tengo un regalo. —Light relajó su expresión, por un momento creyó que Beyond no recordaba tan importante fecha.

 

— Iré a bañarme arriba, también te tengo algo. — Así, se marchó. Beyond observó cómo Light se alejaba, recordando que las primeras veces ni siquiera se podía parar.

 

Él también tomaría una ducha en el baño de abajo, como siempre Beyond terminó en cinco minutos y Light en media hora.

 

Estaban preparados, Beyond jamás se había sentido tan aliviado de tener un regalo por adelantado. Light tenía algo escondido en su espalda, pelearon por quien mostraría el regalo primero, pero al final, Light gano. No era raro, el castaño tenia al pelinegro comiendo de la palma de su mano.

 

— Y-Yo... Bueno, hace unos años mi abuela me dio estos anillos. —Los mostró, eran dos plateados aros con incrustaciones de diamantes. — Me dijo que se lo diera a la persona con quien quiero pasar el resto de mi vida... Estos eran los primeros anillos de bodas de mis abuelos, los del séptimo aniversario de mis padres y ahora... son nuestros. — Estaba tan rojo como una manzana, no Light, Beyond.

 

— L-Light... ¡Te amo demasiado! —Le abrazó, besuqueó y apapachó. Beyond a veces se comportaba así de infantil.

 

Se pusieron los anillos y se sonrieron emocionados, no se los iban a quitar nunca, ni aunque su vida dependiera de ello.

 

— Bueno, mi turno. —Beyond tomó su guitarra. —Yo no te tengo un regalo tan caro, lo siento. Te escribí una canción.

 

— ¡Espera! —Tomó su teléfono, puso la grabadora. —Ahora sí, continúa. — Estaba ansioso, nunca nadie le había escrito una canción.

 

Iba a comenzar a tocar, probo las cuerdas pero, una se rompió.

 

— Uh... —Ambos soltaron una carcajada. — Ni modos. — Fue a la cochera por su teclado, Beyond era muy talentoso en la música.

 

Light miraba atento y con su característico brillo en los ojos, Beyond empezó a tocar el piano y parecía una melodía triste.

 

Aquellos recuerdos vagos de nuestro empezar

Miraba los mensajes viejos en el celular

No puedo recordar mi vida cuando no estabas

Tú y tus ojos castaños que no paran de brillar.

 

Si no sabía amar me lo enseñaste tú

No creía en el amor hasta que te vi venir

Cada que sonríes siento el deja vú

Y ese sentimiento de niño renace en mí.

 

Inevitablemente

Me encerraste en una celda de la que no quiero escapar

Asegurando con la dulzura de tu perfume

Con la promesa de aquel juntos por siempre

Y un corazón lleno de sueños

 

Inevitablemente

Aunque te parezca un cliché.

Estabas tú entre esos sueños.

 

Dejé todo atrás por abrazarte

Dejé de estar solo gracias a ti

Sonrisas sinceras volvieron a mí

Y cada día que te miro es así

 

 Me entregaste eso que una vez perdí

Me enseñaste las palabras que no podía decir.

 

Inevitablemente

Caí en tu mirada otra vez

Quería tenerte conmigo eternamente

Me ahogué en tus risas sin saber

Que nada era para siempre

 

Y contigo quiero estar

Contigo quiero estar

Aunque todo pronto se quiebre.

 

Light soltó lágrimas mientras escuchaba el hermoso cantar de su marido, le encantaba verlo hacer lo que le apasiona y ahora se lo estaba dedicando completamente a él. Era un momento único, en el que ninguno de los dos podía dejar de mirarse, como si todas las luces se apagaran y ellos solo existan en ese vacío cubierto de aquella melodía. Era emotiva, transmitía sentimientos que ambos entendían a la perfección, pues lo sentían en todo su cuerpo.

 

Inevitablemente

Me aferré a la idea de tenerte

Y que tu cuerpo sea mío solamente

Que jamás te irás de mi lado aunque ya sé

Que nada es para siempre

 

Y contigo quiero estar

Contigo quiero estar

Aunque mi corazón se rompa en mil pedazos.

 

La canción terminó y Light se levantó precipitadamente del sillón para abrazar a Beyond. Estaban tan felices de tenerse el uno al otro.

 

*

 

La tarde entera estuvieron haciendo estupideces, Light y Beyond jamás se habían reído tanto en sus vidas. Tomaron el auto y fueron hasta donde la carretera los lleve. La primera parada fue una playa donde Beyond perdió sus zapatos porque quería sentir el agua. La segunda parada fue a una tienda de zapatos. La tercera fue a un restaurante de “todo lo que puedas comer”, durmieron un rato en el auto por lo llenos que estaban, uno de ellos vomito – y no fue Light –. La cuarta parada fue a un refugio de mascotas, adoptaron un gato que al descuidado del de ojos rojos se le perdió en la quinta parada; un parque. Rindiéndose en su búsqueda, asumieron que el gato ya había ido lejos. (En realidad se lo llevó una niñita pero Beyond se lo ocultó a Light para que nadie se pusiera triste. Ya se lo diría cuando crezca).

 

Fueron a un centro comercial donde compraron cosas innecesarias. Llegaron a casa con media dulcería en mano y se acostaron nuevamente en su sillón. “Vieron películas”, sí, entre comillas porque en realidad estuvieron besuqueándose toda la noche.

 

[FIN DEL FLASHBACK]

 

Estaba contemplando ese anillo, me lo quite por un momento y note que mi piel era levemente más pálida en donde estaba. Lo volví a poner en su lugar, seguía igual de brillante.

 

 

 

 

 

[EXTRA: Una falda]

 

— ¡Por favor!

 

Esa era la voz de Beyond suplicando.

 

— ¡Ni en el más húmedo de tus sueños!

 

Y Light rechazando. Ambos en su habitación, viernes por la noche, a punto de acostarse, hasta que a Beyond se le ocurrió sacar a flote una idea que ha tenido desde hace bastante.

 

— ¡Sólo es por un momento, no habrá fotos!

 

Y esa idea era...

 

— ¡He dicho que no y es mi última palabra!

 

Que Light se pusiera una falda.

 

Y no cualquier falda, una mini falda de cuadros color rojo y negro, como una colegiala. Y por si fuera poco, también unos alargados calcetines blancos para complementar el “cosplay”.

 

— ¡Seré tu mejor amigo!

 

— ¡Si tanto quieres ver hombres con falda, busca en internet o úsala tú! — Con esta frase, Light se arropó con los cachetes inflamados y el ceño fruncido. — ¡Te casaste con un hombre, no con una colegiala! — De ahí en más, el castaño murmuró cosas en japonés demasiado bajo como para que el pelinegro llegue a entenderlas.

 

[Más tarde...]

 

Un ruido irrumpió el sueño del nipón, las luces estaban apagadas, exceptuando la del baño de la habitación. Extrañado, el joven universitario se acercó con lentitud a la puerta, para luego abrirla de golpe.

 

—... Ay Beyond...

 

— ¡¿Qué?! Tú me dijiste que lo hiciera.

 

Light lo miro un poco divertido, para luego cerrar la puerta y volverse a acostar.

 

Notas finales:

Dos capítulos seguidos, jajaja, como flash:v 


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