El primer día de clases siempre es algo caótico, niños perdidos, algunos viendo pájaros volar, despistados y otros puntuales ya formados en uno de los recintos del gran complejo educacional, los profesores de a poco comenzaban a llegar y tomar su lugar en una gran mesa alojada en el escenario. Todos esperaban al representante de la escuela para que diera inicio al año escolar. Muchos comentaban sobre si algún día conocerían al director de la escuela, mientras un grupo de 5 chicos se preguntaban por que el viejo loco los había llevado hasta ese lugar.
Paso unos diez minutos y llego un hombre castaño de traje, se paro frente y se acerco al micrófono.
- Buenos días – nadie parecía poner atención - ¡ATENCIÓN! - los alumnos se ordenaron y miraron al castaño – bien – dio un suspiro – buenos días alumnos y profesores mi nombre para quien no sepa es Iruka Umino, el día de hoy comenzamos un nuevo año escolar. Este año tendremos un pequeño cambio – miro al un rubio alto – le pido Uesugi que usted y su grupo se queden después – el joven lo miro indiferente y asintió – bien este año tendremos muchos nuevos alumnos y habrá profesores nuevos que irán conociendo en el transcurso de la semana, el director me pidió que les comentara que a cualquiera que viera haciendo bullying a otro sera expulsado para siempre del colegio – los alumnos se miraron entre si – bien pueden pasar a sus salas, a los alumnos nuevos que no sepan cual es su clase pueden preguntarle a los chicos que están la entrada. Que tengan un excelente día.
Los alumnos comenzaron a dirigirse a sus clases, excepto un grupo de 5 chicos que estaban a un costado del recinto.
- Chicos suban acá – le dijo Iruka al quinteto – Uesugi acercate – le dijo al rubio cuando llegaron arriba – bien chicos ustedes saben que el señor Eiri estará con ustedes como apoyo en lo que necesiten académicamente y personal – el resto lo miro de muy mala manera, por lo que Iruka se sintió un poco incomodo – bien eh… Profesor Hatake – se acerco un hombre de pelo plateado y una tela tapando su rostro – el sera su profesor a cargo, su nombre es Hatake Kakashi y es maestro de artes marciales.
- ¿Qué? - dijo un castaño – Iruka, no nos sirve un profesor de artes marciales.
- Light tiene razón – dijo un rubio – lo nuestro es inteligencia no fuerza bruta.
- Mira chico – dijo Kakashi – no tengo la menor idea en que se especializa cada uno de ustedes – los miro a todos – a mi solo me pidieron que les diera disciplina a todos ustedes, pero – miro a Iruka – a mi me dijeron que era un grupo mas grande.
- Eh… - Iruka estaba un poco nervioso – bueno – conocía a los chicos y no estarían nada contento con la situación – ya les presente a su profesor, señor Hatake puede retirarse, ya le explicare después.
- Bien – miro a los chicos – nos vemos después cerebritos.
- Iruka – dijo el azabache – puedes explicarme que quiso decir con un grupo mas grande.
- Quiero que tomen esto con calma – sentía que se venia una tormenta – bien el director pensó que ustedes necesitaban un cambio de aire y conocer mas gente… siente que su grupo es muy cerrado y que el lugar donde están es muy grande – todos empezaban a matar con la mirada al pobre Iruka – entonces se le ocurrió que la única forma de que entendieran el mundo de afuera era que se involucraran con otros…
- Iruka por favor habla luego – dijo la única chica del grupo.
- Si bueno – se corrió hacia atrás para asegurar su vida – el director incluyo a un grupo de 5 chicos nuevos en el club de ustedes y ademas tendrán clases con ellos, por lo cual ya no tendrán que ir mas a su clases por nivel, se les enseñara otras materias y deberán compartir día y noche con los chicos nuevos…
- Parate ahí Iruka – dijo un castaño muy enojado al ver que este quería correr – quiero hablar con el director ahora.
- Light… sabes bien que eso no es posible – dijo algo temeroso – el me pidió que al entregar la información se fuera inmediatamente al club para que conocieran a los chicos nuevos.
- Sabes Iruka – dijo el azabache con mucho odio en sus ojos – dile al director que si no aparece a dar una explicación de esto me encargare de que no se reciba mas dinero en este colegio por parte de mi familia.
- Sasuke – dijo el rubio mayor – calmate – este lo miro sin entender – la verdad creo que podría ser divertido tener un lacayo cada uno – el resto lo miro con mas compresión – a mi me parece una idea que habrá que darle vuelta y deberíamos partir a conocer a nuestro nuevos “amigos”.
- Yuki – llamo el rubio menor – ¿te sientes bien? - le pregunto cuando lo miro.
- Claro – se acerco al representante de la escuela – Iruka no estés tenso – este salio detrás de una cortina – dile al director que si algo sale mal sera el responsable de la muerte de 5 chicos.
Y así se fueron a su club e Iruka se fue hacia donde el director con un miedo horrible.
En el club, se encontraba un grupo muy peculiar de estudiantes revisando las cosas que habían y otros ordenando sus propias pertenencias.
- Alguien sabe como son nuestros compañeros – pregunto el pelirrosa.
- Eso que importa Shu – dijo un moreno – lo importante es lo que podamos aprender y a quien podemos superar.
- Elle – dijo el rubio del grupo – a ti eso es lo que menos debería preocuparte, siempre eres el mejor – el moreno lo miro con aires de grandeza – en cambio yo me preocupo por cuantos bellos chicos habrá en este lugar, hace dos semanas que no tengo sexo.
- Naruto – dijo el pelirrojo – deberías cambiar esa actitud, no puedes ir por la vida queriendo tapar hoyo que veas.
- ¡Epa! - dijo el rubio – no me sirve cualquiera.
- Chicos – dijo la castaña entrando a la sala – ya deje mis cosas en este lugar y puse mi toque.
- Her – dijo el pelirrosa – no deberíamos tocar nada y si los compañeros se enojan.
- A quien le importa – dijo la castaña – este lugar también sera nuestro.
- Bueno – dijo un rubio parándose del sillón – yo no esperare todo el día los otros – se acerco a la puerta – ¿vamos? - pregunto a los otros.
- Si – dijeron a coro los otros.
Naruto abrió la puerta y choco con un castaño cayendo los dos al piso, uno de los grupo miraba con sorpresa y el otro estaba muriendo de risa. Mientras que el rubio y el castaño no dejaban de verse a los ojos mutuamente, uno con odio y el otro con lujuria.