Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Amor Inmortal por LevitaHatake

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos. Bienvenidos (¡al fin!) al segundo capítulo de este fanfic.
Creo que no hay disculpa válida, pero aun así lo voy a intentar…
 Lo siento mucho
:c  Me avergüenza haber tardado demasiado en actualizar, en especial cuando tal vez este capítulo no vaya a ser la gran cosa ni tan largo…
A veces me ocupo en mi otro fanfic, escribiendo otras cosas, en mi trabajo o simplemente en otras cosas personales.

Quiero agradecer a los lectores que han estado al pendiente de este fanfic, no saben qué bonito se sintió leer sus comentarios y ver el interés que tienen por ver continuar esta historia. Muchas gracias <3

Una última cosa más; si acaso tengo alguna lectora fantasma que es de México, específicamente de los estados afectados por el pasado terremoto del 19 de Septiembre, quiero mandarles mis mejores vibras, fuerza y cariño.
Fuerza México, mi país, nuestro país, es fuerte y solidario. 

r13;Buen día, Doffy.

 

 

Corazon y Law se encontraban caminando por el gran campamento de aquel pequeño ejército liderado por aquel par de hermanos de apellido Donquixote. Habían desayunado y Rosinante ya se había encargado de conseguir ropa apropiada para el pequeño Law; ambos vestían sencillas camisas de algodón de un percudido color blanco, mallas de un oscuro color café y unos sencillos (y algo desgastados) botines de piel casi del mismo color de sus mallas.
Law se sentía perfectamente bien, las heridas ya no le molestaban y le había asegurado a Corazon que podría salir y hacer cualquier actividad sin problema.

 

 

—Buen día, Rosinante… ¿Y qué tal está tu crío?—saludo Doflamingo con sorna mientras miraba con atención al niño que iba al costado de su hermano. El hombre llevaba ropa igual de sencilla que su hermano, la única diferencia era que la camisa de este estaba teñida de un ligero color rosado.

 

 

—Se llama Law, recuérdalo, por favor…

 

 

—Lo sé, lo sé, no te molestes… Entonces, ¿ya estás listo para enseñarle el campamento y todo lo que se requiere para estar aquí?

 

 

—Sí, Law ya se siente mucho mejor, así que, tal y como tú lo deseaste, todo avanzará rápido—respondió Corazon con voz optimista—. Tengo un presentimiento...

 

 

— ¿Ah sí? ¿Sobre qué?

 

 

—Creo que Law será un buen espadachín, tuve un sueño al respecto… Soñé que Law usaba una espada fácilmente a la primera semana de tomar entrenamiento.

 

 

—Vaya… Pues entonces llévalo con Diamante, para esta hora ya debe de estar entrenando a los más jóvenes, Law podría hacerse un espacio ahí.

 

 

—Sí, precisamente nos dirigíamos para allá. Bien, nos vemos más tarde. 

 

 

— ¡Mucho cuidado, no quiero que se quede sin un brazo, sería una molestia más!—exclamó Doflamingo en tono de broma provocando un fastidio más en su hermano menor quien esbozo una mueca de desagrado un tanto infantil.

 

 

Y Corazon y Law continuaron su camino.  

 

 

—Disculpa a mi hermano, es algo… irreverente—comento el rubio de cabello espeso mientras le echaba una mirada amistosa a Law—, pero es una buena persona, si no fuera por él muchos de nosotros aquí no estaríamos vivos ni con la suerte de tener una buena comida y un lugar seguro donde dormir.

 

 

 

Law observo a lo lejos a varios grupos de soldados que se encontraban ejercitándose, personas limpiando, organizando o acomodando algo, otros se encontraban cargando costales de suministros y otros pocos solo charlando mientras se tomaban un descanso.

 

 

—Nosotros nos conocemos como “el ejercito del ave carmesí”—continuo narrando Corazon sin detener sus pasos—. No sé si ya hayas notado los banderines que se pueden ver por los alrededores…

 

 

—Pero hay dos aves en la bandera—dijo Law con voz neutra—. Hay un ave de color blanco también.

 

 

—Ah, bueno, verás… Esa ave me representa a mí, pero no quise que… Bueno tú me entiendes, prefiero dejarle toda la fama a mi hermano, aunque insistió en representarme gráficamente aunque sea en las banderas—explico el hombre con cierta vergüenza mientras se rascaba la nuca—. Él es el ave carmesí… Le va muy bien ¿no?

 

 

Law no respondió a esa última pregunta, se limitó a mirar seriamente al rubio que seguía un tanto intimidado por recordar ese detalle. De pronto recordó algo especial que había notado…

 

 

—Entonces tu nombre verdadero es Rosinante—comento Law con la misma voz calmada de antes.

 

— ¿Cómo?

 

—Tu hermano, te llamo así cuando lo saludamos.

 

—Oh, cierto… Sí, me llamo Rosinante. Tú puedes llamarme como quieras, Corazon o Rosinante, de la manera que sea más cómoda para ti.

 

 

 


Pronto llegaron a una zona que parecía un pequeño campo de batalla, era un espacio circular de aproximadamente siete metros de ancho y de largo, rodeado de un grupo de jóvenes y niños que animaban a los que se encontraban luchando dentro de aquel circulo. Una chica de largo cabello negro atado en una cola de caballo, y que tendría aproximadamente la misma edad de Law, se encontraba atacando con una espada de madera a un chico muy robusto que le sobrepasaba por un par de cabezas en altura.

 

 

 

— ¡Vamos, Baby…! ¡Con más fuerza y velocidad! ¡Atácalo como si lo fueses a matar!—gritó un hombre de altura impresionante, sumamente delgado y de abundante cabello castaño.

 

 

 

Y la chica dio una fuerte estocada que termino derribando al chico regordete al suelo. La multitud de jóvenes y niños de alrededor alabo con gritos y silbidos la hazaña de la niña.

 

 

— ¿Lo hice bien, señor Diamante?—pregunto la chica después de recuperar el aliento. En sus ojos color violeta había una evidente ilusión de recibir un buen comentario sobre la hazaña que había logrado hacer.

 

 

—Vas mejorando, ciertamente. Sigue así, Baby—dijo el hombre mientras tomaba la espada de madera que había usado la niña— ¿Corazon? ¿Qué haces aquí?—y al decir esto último en su rostro una fugaz expresión de aversión se dejó ver hasta que fue reemplazada por una expresión de indiferencia que pretendía ser lo más cortes posible.

 

 

—No sé si recuerdes que ayer tome bajo mi tutela a este chico—y Corazon poso sus manos en los hombros de Law—. Su nombre es Law y, tanto como por órdenes de mi hermano y preocupación mía porque este pequeño se vuelva fuerte, queremos que tome entrenamiento lo más pronto que se pueda.

 

 

—Pues si Doffy lo ordena, así será—declaró el hombre mientras cruzaba los brazos y se inclinaba para ver a Law más de cerca—. Veamos…

 

 

Diamante se puso a inspeccionar al niño. Law pudo apreciar el rostro de aquel hombre que miraba con atención sus brazos y piernas, noto con desagrado que su cara era un tanto grotesca, los gruesos labios que este sujeto tenía le parecían desagradables y los ojos azules que le miraban con desaprobación le hicieron tener una aversión instantánea hacia él.

 

 

—Es muy débil para empezar mi entrenamiento, necesita condición—decreto Diamante recobrando su postura y alzándose cuan alto era—. Debes llevarlo con Lao, después de unas semanas con él puede venir conmigo.

 

—Vaya, entiendo… Entonces nos retiramos, hasta entonces—y Corazon dio la vuelta junto con Law.

 

 

 

Cuando ya se habían alejado de aquella zona de entrenamiento, Law se atrevió a preguntar…

 

 

— ¿Acaso ese tipo te molesta?

 

— ¿Qué? ¿Diamante? ¿Por qué lo dices?

 

—La manera en que te miraba y hablaba…

 

—Ah… No es que a mí me moleste, me da igual, pero a él… Nunca le he caído bien—admitió Corazon sonriendo con cierta incomodidad.  

 

— ¿Por qué?

 

—No lo sé con exactitud, pero tengo mis teorías…—y lanzo una risa que trato de disimular a toda costa.

 

— ¿Y cuáles son tus teorías?—cuestiono Law mirando de reojo como el rubio seguía riéndose por lo bajo.

 

— ¿No le viste la cara?—soltó Corazon resignándose a reír sin pudor alguno—. Debe estar frustrado por ser tan feo…

 

Law miro a Corazon totalmente extrañado de su repentino comportamiento infantil; el joven rubio siguió riéndose hasta que noto que Law lo observaba con cierta vergüenza.

 

 

—Lo siento, no debí hacer eso… No se lo comentes a nadie, por favor—dijo Corazon una vez que recobro la compostura.

 

—No te preocupes, no lo haré.

 

—Gracias… Bueno, tenemos que ir con el señor Lao, creo que eso era lo más lógico desde el principio…

 

 

— ¿Por qué?

 

—El señor Lao se especializa en ejercicio, es un maestro de artes marciales, te ayudará a condicionar tu cuerpo de manera óptima—explico el hombre haciendo un ademan con su mano izquierda como si tratara de recrear un ejercicio físico.

 

 

—Entiendo…

 

 

Y siguieron el resto del camino sin hablar. Pasaron unos diez minutos y finalmente llegaron a las afueras de una tienda, Corazon llamo pero nadie contesto así que, instintivamente el rubio fue a revisar por detrás de la tienda y, tal como lo sospechaba, el señor Lao se encontraba entrenando ahí.
Law siguió a Corazon y se topó con la imagen de un hombre con una especie de extraño gorro que imitaba unas orejas de conejo que se encontraba realizando unas extrañas poses de algún arte marcial.

 

 

—Buen días, señor Lao…

 

— ¡Lao G!—soltó el hombre haciendo un ademan con sus manos tratando de formar la letra “G”.

 

—Sí, lo siento, señor Lao G… Disculpe, hoy traigo a un nuevo discípulo, su nombre es Law—dijo Corazon mientras señalaba al pequeño de cabello negro y ojos grises—. A partir de hoy vivirá aquí, y mi hermano y yo queremos que empiece a prepararse… Necesita tener una buena condición para empezar a entrenar con la espada.

 

—Sí, ya veo… ¡Entonces…!—y Lao G adopto una posición ofensiva en dirección al niño— ¡Vamos a comenzar con el entrenamiento…!—y movió rápidamente su mano derecha en intención de lanzar un golpe al pecho de Law.

 

 

 

Corazon se asustó al instante pero luego se sorprendió al notar que Law había evadido el ataque.

 

 

—Tiene buenos reflejos—comento Lao G asintiendo con la cabeza—. No te preocupes, ya verás que pronto este niño se volverá un soldado genial… ¡Genial! ¡Ahí hay una “G”!—exclamo con energía mientras volvía a formar dicha letra con sus manos.

 

 

—Me alegra escuchar eso… Bien, tengo que ir a atender unos pendientes, nos vemos más tarde Law, esfuérzate mucho—y el rubio le brindo una amplia sonrisa mientras le revolvía el cabello con cariño—. Señor, le encargo mucho a este pequeño…

 

 

Y Corazon se dio la vuelta para seguir con sus asuntos. Law fijo su mirada gris en la espalda del hombre de cabello rubio que se alejaba cada vez más…

 

— ¡Atento, niño! ¡Nunca pierdas de vista a tu oponente! ¡Prepárate, tenemos mucho que hacer…!

 

 

Law, mirando con cierta desgana al anciano, se propuso a enfocar su atención completamente en las indicaciones que le diera el mayor de ahora en adelante. El joven puberto había decidido que avanzaría lo más pronto posible…  

 

 

— ¿Qué tal? ¿Diamante ya está trabajando con el niño?—pregunto Doflamingo al ver que su hermano venía solo. El rubio con gafas extrañas llevaba unos gruesos pergaminos en su mano izquierda. 

 

 

—Con el señor Lao. Diamante dijo que lo llevara, ya después de que Law obtenga la condición adecuada, empezara su entrenamiento con espada—respondió Corazon mientras lanzaba un bostezo—. Tengo tanta pereza de limpiar mi ropa y armas…

 

 

—Siempre puedes pedírselo a alguien más, por eso tenemos una gran cantidad de personas en este lugar…

 

 

— Sabes que no me gusta hacer eso—le recordó el hermano menor mientras se llevaba una mano a la frente para luego pasarla entre su cabello—. Debo encargarme de mis cosas personales…—y suspiro con cierta molestia—. No recordaba que tengo que buscar más ropa y pertenencias para Law…

 

 

—Ja, ¿ya estas sufriendo los estragos de las responsabilidades paternales?—soltó el hermano mayor con una sonrisa burlona—. Como te dije, puedes pedírselo a alguien más…

 

 

—Si tomara esa salida fácil no sería un buen prospecto a padre ¿no lo crees?

 

 

—Pues… No es tu verdadero hijo—declaro Doflamingo con un tono más serio—, además eres hombre… No es como si estuvieses preparado para conseguirle ropa, cuidados y demás a un mocoso. Aunque Law ya no es tan pequeño, por fortuna.

 

 

—Bueno será mejor que me apresuré a hacer esos asuntos.

 

 

—Adelante, recuerda que debes aprovechar este tiempo libre, solo tenemos dos semanas más para partir de aquí…

 

 

—Sí, lo recuerdo bien, Doffy. Nos vemos al anochecer…

 

 

 

Y el día transcurrió… Para cuando el sol ya se había ocultado, Corazon ya había terminado todos sus deberes: había conseguido un par de cambios de ropa más para Law, le había conseguido una pequeña caja de madera que le serviría como cofre personal hasta que requiriera algo más grande y seguro, también se había hecho con una nueva almohada y sabanas para él después de decidir cederle su cama a Law.

 

 

—Bien, ya está todo listo. Espero que le haya ido bien…—y el rubio salió de su tienda para ir a buscar a Law para luego cenar y preguntarle sobre su primer día de entrenamiento.

 

 

Al salir de su tienda, Corazon alzo su vista al cielo en el que ya se alcanzaban a ver ciertas estrellas y la luna en cuarto creciente. Varias fogatas ya estaban encendidas e iluminaban el campamento, varios soldados y demás personal se encontraban calentando sus alimentos para la cena y otros terminaban apenas terminaban sus deberes.

 

 

—Corazon…

 

— ¿Qué sucede, Doffy?

 

—Esta noche me gustaría que Law y tú cenaran junto con el resto de nosotros—propuso Doflamingo mientras sonreía ampliamente—. Quiero que todos lo conozcan de una vez…

 

 

—Ah… Sí, claro, no hay problema—balbuceo el rubio de cabello espeso—, solo déjame ir por…

 

 

 

Y Corazon paro en seco cuando vio que Law llego ante ellos.
El jovencito volteo a ver directamente a Corazon, dedicándole una extraña mirada, sus ojos grises tenían una expresión de una mezcla de orgullo y responsabilidad.

 

 

—Law… Justo iba a ir a buscarte… ¿Cómo te encuentras?—y el muchacho se arrodillo para ver más de cerca al niño y comprobar que no tuviera golpes— ¿No tuviste algún problema?

 

 

—Basta Corazon, no lo sobreprotejas—intervino Doflamingo al ver que su hermano menor inspeccionaba con cierta exageración a Law—. No luce herido, no exageres…

 

 

—Solo quería asegurarme de que estuviera del todo bien—terció Corazon frunciendo el ceño— ¿Te estoy incomodando, Law?

 

 

 

El pequeño negó con la cabeza. Corazon le sacudió el cabello en señal afectiva y Doflamingo decidió invitar a Law personalmente a la cena comunitaria del campamento.

 

 

—No quiero ir—respondió el jovencito de cabello negro.

 

— ¿Eh? ¿Dijiste que no? ¿Puedo saber porque te niegas?—inquirió Doflamingo con una expresión ceñuda aunque seguía sonriendo ampliamente. El rubio puso los brazos en jarras y se inclinó un poco para estar más cerca de Law.

 

 

—Doffy, déjalo, tal vez aun no quiere convivir con mucha gente…

 

 

—No, no, deja que me de su propia explicaciones—replico Doflamingo sin dejar de ver a Law quien ya le miraba con cierta hostilidad—. Estoy esperando, contéstame…

 

 

 

Corazon contemplaba nervioso como Doflamingo y Law se observaban con discordia.

 

 

—No me gusta estar con mucha gente—respondió Law con voz seria y sin dejar de sostener fieramente su grisácea mirada en el rostro sonriente y arrogante de Doflamingo—. Nunca me ha gustado estar entre tantas personas, menos aun cuando tengo que comer…

 

 

 

—Vaya, así que eres de ese tipo de gente solitaria…—y Doflamingo lanzo una suave risa mientras volvía a erguirse—. Bien por ahora no te molestes en acompañarnos a cenar, pero te lo advierto, pronto tendrás que ceder, aunque sea una sola vez al mes… Es esencial que conozcas a tus futuros compañeros, aunque sea en lo mínimo, ¿entendiste?

 

 

 

Law no respondió, así que Corazon le dio la indicación de que volvieran a su tienda. Doflamingo se despidió de ellos y en unos minutos el par ya estaba entrando en aquella campaña que ya estaba iluminada por las gruesas velas en las linternas de metal.

 

 

 

—Aunque sé que tal vez no fue la mejor manera de decírtelo—comenzó a decir Corazon quien tomo asiento para después quitarse sus botas de piel café y dejaba al descubierto sus pálidos pies—, mi hermano tiene algo de razón… Deberás convivir con el resto nuestros compañeros tarde o temprano—y al decir esto su voz dejo ver un tono de decepción—. Temo que no todos serán de tu agrado, pero no hay más remedio que trabajar unidos, para Doffy, todos somos una familia que debe protegerse entre sí.

 

 

Law se sentó en el suelo y se dedicó a mirar como Corazon examinaba los dedos de sus pies.

 

 

— ¿Te duele algo?—pregunto Law al instante de percatarse de que el rubio tocaba con mucha persistencia uno de los dedos de su pie derecho.

 

 

—No es nada…Es que hace rato me golpee contra algo y me lastime un poco. Bien, creo que iré a traer la cena…—y se puso de pie— ¿Quieres que te traiga una hogaza de pan junto con tu comida?

 

 

—No, gracias.

 

 

—Está bien, entonces comeremos lo mismo. Vuelvo enseguida…

 

Para cuando Corazon volvió, Law se encontraba practicando uno de los ejercicios físicos que le habían enseñado hoy. Inmediatamente el niño dejo la actividad y algo avergonzado volvió a sentarse en el piso mientras que el rubio reía indulgentemente y sonreía muy orgulloso.

 

 

 

—Parece que lo llevas muy bien…—dijo Corazon con alegría mientras le pasaba su platón de cena a Law—. No te avergüences, es bueno que aproveches cualquier momento para practicar…

 

 

— ¿Desde qué edad empezaste a entrenar?—pregunto Law mirando con atención al rubio que se sentaba frente a él.  

 

 

—Ah… Creo que desde que tenía como nueve años… ¿Cuántos años tienes, por cierto?

 

 

—Tengo doce años… Tal vez debí hacerme fuerte desde hace tiempo…—y el semblante de Law se oscureció bastante. El jovencito quedo inmerso en sus pensamientos.

 

 

— ¿Estas bien, Law?—Corazon sabía perfectamente que Law no se encontraba del todo bien, sin embargo, quiso ser un poco más discreto. El rubio rápidamente se imaginó que debía tratarse de algo respecto a la familia de Law y que, obviamente, el pequeño aun no quería contar.

 

 

—Sí… Espero volverme fuerte pronto, muy fuerte…—murmuro Law con voz seria y comprometida—. Quiero ser alguien que pueda proteger lo que sea…

 

—Ya verás que sí—declaro Corazon con toda seguridad mientras ponía una mano sobre un delgado hombro de Law—. Serás un hombre muy fuerte y valiente…—y el rubio le brindo una amplia y optimista sonrisa.

 

 

Entonces, con cierta duda, Law decidió devolverle una suave y tímida sonrisa a Corazon.
La cara de Corazon se tornó en una exagerada expresión de increíble sorpresa.
Law inmediatamente dejo de sonreír y pregunto con cierta molestia:

 

 

— ¿Qué te pasa? ¿Te ahogaste con algo o qué?

 

—Lo siento, pero es que… Fue muy raro verte sonreír así…

 

—Bien, no lo volveré a hacer…—terció Law volviendo a su normal semblante de seriedad. Había llegado a él una sensación de bochorno inmensa.

 

— ¡No, no, no…! No quise que te lo tomarás a mal…—exclamo Corazon haciendo ademanes de desesperación con sus manos—. Es bueno sonreír, por eso me sorprendió, pensé que tardaría mucho tiempo más para verte con una expresión así… Me alegra ver que ya te sientes mejor para poder sonreír…

 

 

 

Law le miro con cierto recelo pero en unos segundos más dejo atrás ese sentimiento de incomodidad y volvió a sonreír, pero esta vez con más confianza y naturalidad.
Corazon lanzo una alegre risa, sacudió el oscuro cabello del muchachito y prosiguieron con su cena en donde charlaron sobre qué actividades habían realizado durante todo el día.

 

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado (aunque tal vez haya estado muy breve :c )

Muchas gracias por leer y en especial por sus bonitos comentarios
Hasta la próxima, un abrazo~

Atte. Levita Hatake


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).