-¿Cómo que tenemos un sobreviviente?- avienta el informe al jefe.-es imposible señor…
-cálmate Keplers, esto es un asunto que requiere mucha discreción.
El galo no puede ocultar la sorpresa de lo que mencionó su superior, este espera algo más del pelilargo pero al no decir nada, saca del escritorio otro archivo, este mucho un poco más denso del anterior y se lo extiende a Camus, el mencionado lo toma y comienza a ojear el archivo, examinar con atención el reporte general del dicho caso, lo lee sin dejar nada sin su atención.
El expediente “El hombre de sueños” son de los casos más extraños registrados por la unidad, no era mucho a diez cuartillas que hablaban más que nada de sus víctimas, sus misteriosas desapariciones para luego ser encontradas varios días después con signos de tortura y un corte limpio que daba fin a su sufrimiento era un peculiaridad en una pequeña ciudad muy cerca de la costa y rodeada por una inmensa zona forestal.
El nombre del caso fue impuesto principalmente porque cada cuerpo mostraba signos de estrés prolongado, agotamiento, alteración metabólico y desgaste muscular que solo podía causar la privación del sueño, aunque esa teoría fue puesta a prueba porque los cuerpos se les hallaba pequeñas partes quemaduras y cortes con algo que nunca pudieron descubrir, sin embargo la otra razón que llevo a toda la unidad el nombrar así ese caso, fue que todas las victimas de ese asesino eran infantes que no pasaban de los 12 años, por lo que lo hacía un sujeto muy peligroso para la comunidad; procuraron que toda la unidad encargaba del caso tuviera mucha discreción por toda la información que llegaban a sus manos, todos los conocedores del crimen no hablaba del caso para evitar a que hubiera fugas de información, y esta llegara a la prensa local y alterara a las masas, principalmente a los residentes civiles que en su mayoría eran familias con hijos de edad de preferencia del ignoto y pusiera en peligro la tranquilidad que tiene la ciudad.
Camus se tomó su tiempo, que incluso toma asiento al frente del escritorio bajo la atenta mirada del capitán Jonathan Lina, veterano de la estación y uno de los que estuvo presente en la investigación, observa al pelilargo que leía con mucha intriga el caso en sus manos, finalmente termina de leer el antiguo reporte, aunque no deja de observar las notas realizadas.
-La última víctima fue hace diez años, Camus- el mencionado levanta la cabeza por encima del folder.- no fue encontrado un cuerpo luego del lapso de una semana, además de que cesaron las desapariciones, aquellos a cargo del caso se nos hizo raro este movimientos del ignoto, sin embargo no hubo más pistas a seguir por lo que la investigación se vio truncada.
-¿Qué paso con la familia del niño? Acaso no presionaron, es muy raro que una familia deje a un hijo así.
-Un par de meses, mínimo tres llamadas al día, sin embargo la familia del niño sufrió un accidente, no tenemos más datos de lo que paso ya que esto paso fuera de nuestra jurisdicción, pero por lo que pude enterarme aunque no es del todo cierto es que todos murieron.
-entiendo, entonces suponiendo que la persona que encontramos, fuera esa última victima, no tenemos modo para saber si es esta o no, ya que no tiene familia alguna
Jonathan solo afirma lo dicho por Camus y este solo se deja caer un poco más en la silla, los minutos pasa sin poder mencionar alguna palabra convincente para los dos hombres, continúan examinando los informes sin poder llegar a una solución posible.
-no lo se.-habla Camus-algo me dice que esto no tiene relación a este caso ¿Cómo se saben que no es otro crimen, porque específicamente un caso que se cerró hace diez años?
-Hace una hora llamaron e informaron que un joven de rasgos exóticos, presentaban una severa desnutrición como varias cicatrices en todo el cuerpo, aunque no presento algún rostro de penetración anal, ni de índole sexual, eso me hizo recordar este caso, tal vez encontramos a la última víctima de este criminal serial.
-¿La persona que encontraron no presenta alguna herida con respecto a relación sexual forzadas ni fluidos?, ¿tal vez una víctima de tráfico de blancas?, no sería la primera vez que se encuentren a personas con esas características.- cuestiona Camus, recordando varios cosas de trata de gente, en algunos testimonios, muchos de hechos presentaban cortes y golpes, pero ninguno que tuviera relación a un contacto sexual entre sus captores y ellos, esta peculiaridad era más presentes entre los hombres o mujeres jóvenes que no pasaban de los 18 años aproximadamente.
-eso mismo pensé pero los médicos informaron que la persona que lo encontró, lo descubrió a las afueras de la ciudad entre las vías férreas, al límite del bosque de coníferas, al norte de la ciudad.
-toda esa zona es una reserva ecológica, puede que los tratantes tenga una casa de seguridad escondida entre los árboles, sería complicado para nuestra gente cruzar entre el bosque, sin que llamaría mucho la atención a los sujetos, por si acaso se tratarse de ellos.
-puede ser pero igual que a nosotros, para ellos sería complicado el acceso y mas por la cantidad de gente que se moviliza, y si lo colocamos para el asesino en ese tiempo, ingresar a ese bosque con un solo individuo sería mucho más complicado que ahorita, ya que no existían caminos y una ruta segura, era mucho más fácil perderse si no es que se conociera muy bien el terreno- cuestiona Jonathan- sin embargo no quiero dejar de lado esta teoría, así que ve y habla con el chico, también quiero que te entreviste con el testigo y el doctor a cargo del chico- El ojiazul asiente, se levanta a retirarse- Por cierto ve con Elsetetra al hospital.
Camus vuelve asistir y sale de la oficia, afuera de esta maldice en su lengua natal al tener que hablar con ese hombre y no es que lo odiara, simplemente no puede soportarlo.
Kardia Elsetetra, un hombre de procedencia griega, con un peculiar cabello y ojos color azul eléctrico, era tal vez de los mejores de la unidad con solo siete años de servicio, 3 más que Camus, sin embargo la forma de tratar los casos hace que algunas veces choquen uno por la seriedad y frialdad, y otro por el cinismo con el que trata a las víctimas, por lo que muy raras veces era colocado para trabajar en equipo, por lo general se le ve participando en las redadas de narcóticos o infiltrado en alguna banda delictiva.
Mientras que a él, Camus Kepler, de descendencia francesa, que no hace mucho regreso a esa zona donde represento una parte significativa de su infancia para luego ir a vivir a la capital de la nación invernal bajo la tutoría de sus abuelos paternos, no más de cuatro años que ingreso a las fuerzas policiacas en el área de análisis conductual delictiva, logrando el puesto gracias a la ágil en pensamiento y mente, como la gran habilidad en la lógica por lo que su labor siempre era al frente de un laboratorio o en las oficinal más que en el campo, aquello le era mucho más fácil que tener una relación personal con una persona, aunque no siempre se lograba lo que uno desee y debes en cuando tiene que hacer labor en campo.
Por lo general prefería trabajar con Clare Trisk o con el capital Lina, la joven oficial sabía de la incomodidad que tiene para trabajar con las multitudes, por lo que ella siempre se encargaba de mantener a sus compañeros lejos de él cuando trabaja en la oficina, aunque claro algunas veces no se puede y tiene que ir a trabajar con los demás de la estación, acto que tiene que soportar con gran resignación, mientras con el capital él lo matiene de un lugar a otro entre los laboratorios, oficiales cadetes que muy pocas veces se puede quejar del oficio por lo que lo hace olvidar la incomodidad que tiene al estar en contacto con otras gentes, sin embargo las veces que puede disfrutar su labor, llevando ante la justicia los criminales que perturban la paz de aquellas tierras donde paso una buena parte de su infancia.
Fue al escritorio de Kardia y no encuentra, eso no le extraña para nada pues al veces que le toca ir por esa sección este no suele pasar un pies y hacer un labor de escritorio, por lo que se dirige hacia las celdas de la estación encontrándolo charlando con algunas prostitutas, ellas reían tal vez por un chiste que les contaron, se queda en la entrada de la habitación de las celdas observar lo que haría su tan “respetable” compañero.
-por eso pienso que su trabajo es el más importante de todos chicas, sin ustedes que sería de nosotros que no tendríamos unas buenas piernas entre las pelotas.
El pelilargo se aclara la garganta hasta lograr la atención del moreno, captando la atención del susodicho y las chicas.
-Tomatito- en ese momento lo deseo golpear-¿Qué haces aquí, no era este tu día libre?
Las prostitutas se rieron por el apodo que tenía Kardia etiquetada a la persona del pelirrojo, Camus rueda la vista invocando toda la paz que puede tener en su ser, antes de darle un merecido golpe en la cara.
-El jefe quiere que vallamos al hospital central- ignora el apodo con el que lo tenía marcado- quiere que entrevistemos alguien ahí.
-entonces manos a la obras, chicas, algún día les llamare- las prostitutas ríen por la sugerencia- no dejen de ser tan bellas y serviciales con el mundo.
Las sexoservidoras se despiden de los oficiales mostrándolos pronunciados senos entre los escote, Kepler las ignora siguiendo de cerca a su nuevo compañero.
-por cierto como te fue con Tasha, las chicas me comentaron que seguiste mi consejo y hablarte con ella, verdad que es muy bella, con esos senos y esa cabello rubio, sabe moverse muy bien que…
-no quiero hablar de eso- lo dice Camus de forma cortante.
Kardia lo observa extrañado por las palabras dichas por unos segundos antes de reírse a carcajadas, llegándose a doblar hacia delante.
-no me digas que te volvieron a robar “tomatillo”- se ríe de la vergüenza de Camus- eres la primera persona que sé que le roban putas sin que se den cuenta, diablos Camus con razón eres un asco con las relaciones entre personas y yo queriendo ayudarte con tu “problema”.
Sin embargo él galo lo ignora sin prestarle mucha atención a las burlas de Kardia por su problema de comunicación, el hecho de querer quitarse todo el estrés del trabajo con una buena prostituta y sexo fácil, no tenía que ser del interés del griego, aunque este no tuviera en su vocabulario el concepto de discreción y tuviera que difundir su problema con más de la mitad de la estación.
-¿Cuál es el caso, ahora pelirrojo?-cambia de tema como de tono de voz, un poco más serie, sin esa chispa de burla que suele tener el mayor
-un joven fue encontrado a las orillas del tren de la línea norte, el sujeto que lo encontró lo llevo al hospital más cercano.
-entonces que se encarguen los foráneos, debe ser un caso de extravió en la zona ecológica.
-eso hubiera sido fácil, pero el joven que encontraron presentó características que al capital Lina llamaron la atención.
-¿en serio?, sería la primera vez que veo a ese hombre interesado en algo más que al trabajo.
-El jefe tiene la sospecha de que ese hombre tiene relación a un caso de hace 10 años.
-¿diez años?,¿Como es posible?
-no tengo ideas, pero el jefe quiere descartar la idea, tiene la ilusión de que ese joven está relacionado al caso “el hombre de sueños”, saber que ese caso ha sido el mayor fracaso que a tenido el estación y el está dispuesto a describir a ese asesino que acabado con la vida de esos niños.
Los dos hombre fueron a sus escritorios, Kardia toma su arma, junto con una chaqueta negra colocándosela por encima del hombre, mientras Camus ve por su arma y placa, como el café que Clare le iba a traer antes de ir con el jefe.
-Los vamos “tomatillo”- menciona habla jugando con las llaves de la patrulla, Camus toma un chamarra e igual que Kardia colocándosela sobre el hombro avanza a la salida del piso.
-podrías dejar de llamarme así, estamos en un caso, no en la escuela Kardia.
-solo quiero que rías un poco Camus, era la única persona que no sabe diferencias de una broma.- El mencionado solo se encoje los hombros sin darle mucha importancia al argumento de su compañero.
Los dos hombres salen de las oficinas de la estación y suben a la patrulla de Kardia hacia el hospital para poder hablar con ese chico misterioso.
Continuara...