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Mr. Wonder por sakura9801

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Notas del capitulo:

¡Privet mis queridos lectores! ¿Cómo están? Espero que se encuentren muy bien, ya que yo me siento muy, muy, muuuuuuuuy feliz de traerles la segunda parte de este two-shot dedicada a mi OTP *w* 

Por lo general, cuando mis FF tienen un (1) o más, son aclarados al final, pero en esta ocación, los pondré iniciando para que escuchen la música mientras leen, sin más que decir... ¡Chicos ya saben que hacer! 

(1) Shake it! By: Da-Little:

https://www.youtube.com/watch?v=pfx7wkJRZuI

(2) Digital Love By: Daft Punk: 

https://www.youtube.com/watch?v=QOngRDVtEQI

(3) Mr. Wonder ver Da-Little: 

https://www.youtube.com/watch?v=M3F0daTaL3k

Aquí estan de igual manera los atuendos de los chicos:

Yuma: https://ae01.alicdn.com/kf/HTB1uEV1PVXXXXb_XFXXq6xXFXXXW/Latest-Coat-Pant-Designs-Burgundy-Groom-Tuxedos-Casual-font-b-Wine-b-font-Red-Wedding-font.jpg

Kaito: https://ae01.alicdn.com/kf/HTB1CwjNHVXXXXcrXpXXq6xXFXXX8/Moda-2015-hombres-chaqueta-chaqueta-de-hombre-camisas-de-vestir-para-hombre-dise%C3%B1o-asim%C3%A9trico-delgado-militar.jpg_640x640.jpg

III: https://s-media-cache-ak0.pinimg.com/originals/85/76/3c/85763cea19509f04fa831af7951eac33.jpg

ALLEN: ACLARACIONES: -Diálogos- , "resaltar frases o ironías", /Recuerdos/ y «Pensamientos»

LAVI: Agradecemos los hermosos comentarios de Eri-san y Luca-san, son un amor de personas. 

KANDA: Pónganse cómodos y traigan algo de beber. 

YO: Este capítulo contiene muuuucha cursilería, aguas que puede causar embolia, bueno no tanto así XD Sólo habrá muchos feelings.

TODOS: ¡Disfruten su lectura! 

Mr. Wonder

Capítulo 2: Fantasía

La noche pasó tranquila, la suave brisa mañanera movía las ramas de los árboles, los rayos del sol golpearon su rostro durmiente, gruñó, poco a poco abrió sus ojos, su escritorio fue lo primero que vio, se había quedado dormido en su cama, situación que era inusual pues a él le gustaba dormir en su hamaca.

Se incorporó y frotó sus ojos para despabilarse, se estiró mientras soltaba un bostezo, giró su cabeza para ver su reloj, las 9:00 AM, era algo temprano, la ventaja era que no tendría escuela, usualmente un viernes del mes lo ocupaban para hacer una reunión de profesores o algo así, para ser sinceros no sentía sueño, decidió levantarse para tomar una buena ducha.

Una vez bañado y vestido, bajó a la sala para ver si su hermana y abuela estarían despiertas, en efecto, cuando se asomó, ambas mujeres ponían la mesa para poder desayunar.

— ¡Oh! —su hermana se sorprendió—. Yuma, no pensé que te levantarías temprano—formó una sutil sonrisa—, bueno, no te quedes ahí parado y ayúdanos a poner la mesa, ya vamos a desayunar.

Tan sólo asintió, sin decir mucho acomodó los platos y palillos, su hermana lo miró extrañada, cada vez que reprochaba a su hermano para que ayudara, éste siempre se quejaba, pero por alguna razón lo veía distraído, su instinto femenino le decía que algo había ocurrido. No pasó mucho tiempo para que la familia se sentara a desayunar, tanto Akari como la abuela Haru miraban preocupadas al menor, en cada comida Yuma era una máquina de habla pero esta vez se le veía algo decaído.

—Sabes Yuma—la Tsukumo mayor habló—, ayer vi el mensaje sobre la fiesta—trató de entablar una conversación.

—Sí—respondió sin mucho ánimo. 

—Me pareció una buena idea—su hermano sólo atino a mover la cabeza— ¿Irás con alguien?

—…—se quedó en silencio unos momentos—. Sí

—Me imagino que Kotori-chan irá contigo—fue el turno de Haru para hablar.

—No, un amigo me invitó, ¿Recuerdan a II…digo a Michael?

— ¡Ese lindo muchachito! —la abuela sonrió—. Me alegra que aceptaras ir con él, es todo un caballero, además de un buen prospecto Yuma.

— ¡¿Qué significa eso abuela?! —sintió el calor inundar sus mejillas.

—Eh…con que era eso—susurró para ella—. Entonces debes ir muy guapo para el baile—esta vez fue el turno de Akari de sonreír—Yuma, necesitas comprar un nuevo atuendo—se levantó decidida.

—Esperen…—una pequeña gota bajaba de su sien.

Las mujeres de la familia se entusiasmaron con la “cita” del pequeño Yuma, no paraban de decirle que el peli-rosa era un buen partido, no entendía lo que querían decir. Le agradaba que su familia tratara bien a III, pero Yuma sabía muy bien que su relación con él era sólo de amistad, soltó un leve suspiro, si iría al baile con su amigo era para pasar un buen rato y divertirse pero… ¡Ah! Odiaba a su mente, no importaba que hiciera, siempre de alguna u otra forma terminaba pensando en Kaito.  

Agitó su cabeza negando varias veces, decidió no pensar en eso y continuó con sus alimentos, al finalizar su hermana recogió la mesa y (como de costumbre) le gritó para que ayudara a limpiar los platos, tan sólo gruñó entre dientes y ayudó. Cuando por fin terminaron miró el reloj, ya casi eran las once de la mañana, su amiga no tardaría en llegar. El sonido del timbre resonó en la casa, Akari fue quien recibió a la peli-verde con una sonrisa.

—Pasa Kotori-chan.

—Gracias Akari-san—sonrió de lado y entró a la casa—. Hola Yuma—saludó algo apenada, aún se sentía triste, su estómago dolía debido a la culpa que sentía.

— ¡Hola Kotori! —una sonrisa se formó en su rostro— ¿Dormiste bien?

—Sí

Su mejor amigo le daba una radiante sonrisa pero sabía que se sentía triste por lo ocurrido, desvió su mirada al suelo. Sentía que debía hacer algo pero no sabía que hacer. Percibió un agradable calor en su hombro, alzó su vista para ver a Yuma a los ojos, sin necesidad de decirle nada, Kotori le entendía perfectamente. “No te preocupes”, la sonrisa de sus labios creció un poco, suspiro algo aliviada.

— ¿Cuál es el plan para hoy? —el moreno se llenó de energía.

—Kotori-chan, ¿ayudarías a Yuma a comprar un nuevo atuendo? —la abuela Haru se acercó a ambos chicos.

— ¿Nuevo atuendo?

—Sí—Akari sonrió—. Yuma irá junto con Michael, debe verse muy bien para el baile, en una cita se debe dar una buena impresión—guiño su ojo derecho con picardía.

— ¡Ne-chan! —un pequeño rubor se formó en sus mejillas— ¡Que no es una cita!

— ¡Esta bien! —la chica tomó de la muñeca a su amigo—. Entonces, debemos irnos Yuma, será un largo día, ya sé a dónde iremos. 

Después de tomar el dinero y despedirse de su familia, ambos jóvenes partieron en dirección a las grandes tiendas de ropa de Hearland, Kotori le hablaba sobre los posibles outfits que podría usar, no entendía mucho de la moda para ser sinceros, si fuera por él hubiera usado su traje rojizo que tiene en su armario. ¿Cuál es el problema con eso? Bueno según las mujeres de su familia: “no es lo apropiado” “debes ir casual” “es feo” principalmente lo último era lo que más recalcaba su hermana, al final se resignó y accedió a comprar otro atuendo (el lado bueno es que Akari le dio dinero) Así que ¿Por qué no?

No tardaron en llegar a las tiendas, el de ojos rojos miraba impresionado la cantidad de locales. ¡Eran muchos! Maniquíes por doquier, carteles en las vitrinas ofreciendo ofertas o descuentos, las personas entrando y saliendo con una buena cantidad de compras, nunca imaginó que la industria textil fuera tan expensa. 

— ¡Vamos Yuma!

Tomó la mano contraría y corrieron para empezar a recorrer cada tienda para encontrar el atuendo ideal. Mizuki tenía una idea en mente, en definitiva haría que Yuma se viese muy guapo para la fiesta, para que III lo notara, para que todos lo notaran, para que Kaito lo notara. 

Las horas pasaron volando, el peli-negro se sentía desfallecer, fácil habían recorrido ya más de 10 tiendas y aún no conseguían encontrar la ropa ideal, no sabía para cuando terminarían ¿Por qué comprar ropa tenía que ser tan cansado? Deberían considerarlo un deporte extremo. 

—Kotori ¿podemos ir por algo de comer? —habló a duras penas. 

— ¿Eh? Pero apenas comenzamos…—sacó su celular de color rosa para comprobar la hora, se sorprendió pues ya marcaban las tres de la tarde—. Está bien, comamos algo. 

Pararon a un local de comida que estaba cerca de ellos, Yuma se sentía muy feliz, compartir momentos así con su mejor amiga hacían su corazón latir con fuerza, crear memorias, recuerdos, era algo que le gustaba hacer con las personas que más quería, como desearía crear uno con… ¡No! No debía pensar en él, había decidido olvidar sus sentimientos, claro que todos sabemos que era una vil mentira. ¿Cómo puedes engañar a un corazón enamorado? ¿Cómo superar esos sentimientos que lleva guardando por más de un año? 

La hora de comer terminó y reanudaron la búsqueda, Kotori iba adelantada unos cuantos pasos, se detuvo enfrente de un gran local, SenseNu by Oriol decía en la entrada, la peli-verde le hizo señas a su compañero para que entrara. 

— ¡Wooah! —exclamaron en coro, una gran tienda con variedad de ropa para hombre, a la moda, moderna, casual y sobre todo con un buen diseño. Los chicos recorrieron la  tienda.

Había atuendos muy elegantes y bonitos, los ojos rojos miraban todo a su alrededor hasta que su vista se topó con un traje de color gris, lo observó fijamente, ahora que pensaba mejor, se supone que los invitados irían bien vestidos. ¿Cómo iría III? ¿Sus amigos? ¿Cómo se vería Kaito en traje?

¡Ba-Thump! ¡Ba-Thump!

Llevó su mano hacía su pecho, su corazón latía con fuerza, no podía verse pero juraba que toda su cara estaba roja al punto de cubrir sus orejas, tan sólo imaginarse a Kaito vestido de traje…Tenía la seguridad que se vería elegante pero sobre todo muy…

«Apuesto»  

—Yuma—su amiga tocó su hombro para llamar su atención.

— ¡No estaba pensando en nadie! —negó violentamente con la cabeza mientras soltaba una risa nerviosa.

— ¿Qué pasa contigo? —enarcó una ceja—. No hay tiempo para jugar, ven, la señorita nos ayudará a elegir la ropa—lo tomó de su muñeca y lo jaló hacía los probadores.

Y así empezó la odisea de nuestro querido Yuma, ni siquiera él sabía como había terminado encerrado en el probador cambiándose cada cinco minutos, ambas mujeres debatían si le quedaba bien o no. Soltó un suspiro, por quien sabe ocasión se cambiaba.

— ¡Yuma, prueba esto! —su amiga le arrojó otra muda desde arriba del probador.

Pasaron alrededor de diez minutos, por fin se abrió la puerta del pequeño cuarto, ambas chicas abrieron sus ojos con alegría y asombro. ¡Se veía muy bien!

— ¡Te ves excelente Yuma! 

Chris volteó reconociendo aquella voz, desde la caja, pudo ver a Yuma quien se veía en el espejo, parpadeó un par de veces, valla casualidad que compraran en la misma tienda de ropa, sus ojos observaron al chico, su amiga tenía razón, sí que se veía atractivo, no pudo contener una sonrisa, sabía que cuando su discípulo viera al joven de ojos rojos se quedaría impresionado.

Tomo sus compras y salió de la tienda, ahora sus pasos lo dirigían hacía la gran torre de la ciudad, debía entregar lo recién comprado, sus labios formaron una sonrisa, ya quería ver la expresión de ambos chicos cuando se vieran el día siguiente.

El sol comenzó a ocultarse, ambos amigos salían de la tienda satisfechos, lo recién comprado era muy lindo, Kotori estaba ansiosa por ver las miradas de todos cuando vieran al moreno, sí, había logrado un excelente trabajo eligiendo su ropa. Continuaron su camino con tranquilidad, continuaban platicando sobre cosas triviales hasta llegar a casa de la chica.

—Nos vemos mañana Kotori—sonrió.

— ¡Sí! Nos vemos en el baile Yuma, descansa—dicho esto se metió a su hogar.

Yuma soltó un pequeño suspiro, se dio la vuelta y fue directo a su hogar, la calle estaba muy tranquila, alzó su cabeza para ver al cielo, sentía una pequeña opresión en su pecho, para ser honestos sentía muchos nervios de ver al rubio, su puño apretó las asas de la bolsa. ¿Qué pensaría al verlo vestido así? ¿Le gustaría? ¿Pensará que se ve bien? Se abofeteó mentalmente, no le importaría…a quien engañaba por su puesto que sí, sintió sus mejillas calientes, por un momento se imaginó la voz de Kaito diciéndole lo bien que se veía… ¡¿Por qué pensaba eso?!  era tan absurdo.

Decidió no pensar más, ya lo había decidido, pasaría un momento muy divertido con III, con sus amigos y se distraería de todo.

 

El día había llegado, el baile que la ciudad esperaba por fin se celebraría, todos estaban emocionados, ya querían bailar con esa persona especial y claro divertirse. Los trabajadores de la torre continuaban sus labores, terminando los preparativos para la fiesta.

Siendo las cuatro de la tarde, casi cinco, nuestro querido Kaito observaba como hacían su trabajo, no se sentía cómodo con ese tipo de cosas, pero por petición de su hermanito debía divertirse, soltó aire por la boca. Se sentía ansioso, ahora que se lo preguntaba… ¿con quien iría Yuma? ¿Kotori? ¿Ryoga?

—Tsk—chasqueó su lengua. ¿Por qué le importaba?

No entendía, después de todo él iría con Dorowa, el de ojos rojos podía ir con quien quisiera pero… ¿Por qué le molesta la idea que valla con alguien más? Llevó su mano  hacía su cuello, sus ojos platinos miraron como los trabajadores acomodaban el equipo de sonido pues la banda ensayaría antes del evento, espera… ¿tendría que bailar? ¿eso se hace en una fiesta?

—Estas muy pensativo—escuchó una voz a sus espaldas.

—Chris.

—Hola Kaito—se acercó al menor—. ¿Por qué esa cara? 

—No es nada—desvió la vista.

El albino no le creyó, lo conocía muy bien y sabía que algo le molestaba, sonrió al pensar las dos posibles causas, la primera debía ser por cierto peli-negro y la segunda…

—Espero que todos se diviertan en el baile—decía mientras observaba las reacciones del contrario—. Será romántico ver a las parejas bailar—notó como los hombros del rubio se tensaron un poco, había acertado—Kaito, no me digas que no sabes bailar.

El otro no dijo nada, endureció su gesto y volteó la cabeza, Chris soltó una pequeña risa.

—Bien, aun tenemos tiempo, te enseñaré.

— ¿Qué? —sintió como el mayor lo jalaba hacía él, su cara chocó contra el pecho del albino—Oye, Chris no tengo porqué…

—Vamos Kaito, no me digas que dejarás a tu cita sin bailar, eso sería descortés. 

Sus manos se movieron con rapidez, tomó la mano de su discípulo para ponerla en su hombro, sin dudar, posó su mano en la cintura contraria, de reojo notó como Kaito estaba avergonzado, su sonrisa (discreta) burlona no se hizo esperar.

—Sólo dejas que la música te guíe—sus cuerpos se movieron lentamente con ritmo—. Lo más importante del baile es que siempre debes de ver a tu pareja a los ojos.

Tenjo no dijo nada, la música que sonaba era gracias a la banda, no era complicado seguir el ritmo, de nuevo su mente comenzó a divagar, sentía como el calor se le subía al rostro, era ridículo, imaginarse a él y a Yuma en esa situación…

 

Miraba atento su reflejo, se dio la vuelta y apreció su espalda, modelaba mientras sus ojos rojos veían su atuendo, no pudo notarlo en la tienda pero en verdad era uno muy bueno, Kotori se lució escogiendo la ropa. Se acercó al espejo para observarse de pies a cabeza.

Zapatos negros, pantalón de mezclilla negro opaco, las prendas hacían lucir sus piernas más largas, mientras que en la parte de arriba: una camisa blanca de botones negros, sobre ésta un chaleco de color gris, un tono más opaco y para finalizar un saco color guinda.

No se veía mal, su atuendo resaltaba un poco su cadera y cintura, tomó la loción que su padre solía usar, se puso un poco en su cuello y muñecas, al parecer ya estaba listo, miró su reloj, eran ya las siete y media de la noche, el tiempo había volado.

No muy lejos de ahí, una lujosa limusina se acercaba a la residencia Tsukumo, III se sentía nervioso, tragó saliva, su corazón latía muy rápido, esperaba verse bien, sus ojos repasaron su atuendo, zapatos cafés, un pantalón de mezclilla azul oscuro, su camisa morada en un tono muy claro y su saco color rosa claro. Inhaló y exhaló para calmarse, se veía bien, esta vez su mirada esmeralda se posó sobre el pequeño ramo de rosas rojas que llevaba, no pudo evitar sonreír.

Prontamente llegó a su destino, se bajó de su vehículo y camino a la entrada de la casa, acomodó su cabello para después tocar el timbre. Escuchó algunos ruidos detrás de la puerta, ésta se abrió dejando ver a una anciana quien le sonreía amablemente.

—Oh, buenas noches Michael, valla, te ves muy guapo—alagó—. Mi nieto se sorprenderá de verte.

—G-gracias—sus mejillas se tiñeron de un ligero rubor.

—Ven, pasa, Yuma no tarda en bajar—ofreció cariñosamente.

El peli-rosa entró al hogar y esperó en el sillón, su corazón latía con fuerza, se sentía como si estuviera en un manga shojo o una de esas películas románticas escolares. El sonido de alguien bajar hizo que alzara su cabeza, fue entonces que un notorio sonrojo se apoderó de sus cachetes, su corazón bombeó con fuerza toda la sangre.

—Hola III—saludó alegre el de ojos rojos.

—Hola…—estaba sin habla, Yuma se veía muy bien.

— ¿Estas bien? —ladeó su cabeza, movió su mano enfrente de su cara para llamar su atención.

—Ah, ¡Sí! Estoy bien—sonrió apenado—. Y-yo te traje esto—extendió el ramo—, espero que te gusten.

— ¡Son muy lindas! —la alegría se reflejó en su rostro—. Gracias III—el contrario sólo asintió, cada vez que Yuma sonreía era como si viera un ángel—. ¿Nos vamos?

La abuela Haru se encargó de poner las rosas en agua y su hermana de despedirlos.

—Que les valla bien y diviértanse.

Michael le abrió la puerta a Yuma, así ambos fueron a directo a la torre donde se celebraba el baile.

Torre Heart 8:15 PM.

Haruto iba hacía el cuarto de su hermano para ver si ya estaba listo, toco un par de veces, tras escuchar “adelante” abrió la puerta.

— ¡Hermano! —entró emocionado—. Wooow ¡Te ves muy bien! —sus hermosos ojos dorados brillaron al ver al mayor.

— ¿Tú crees?

Chris había elegido la ropa para él, en un principio intentó negarse a aceptarlo ya que el albino lo había comprado, al final tuvo que aceptarlo pues hubiera sido de mala educación rechazar el regalo de su mentor. Kaito no sabía mucho de moda pero sabía y confiaba en que Chris tenía un buen gusto.

Zapatos negros, un pantalón de mezclilla gris de un tono obscuro, una camisa blanca larga con botones dorados, una corbata a rayas negra y para finalizar un blazer blanco.

— ¡Vamos hermano! —lo tomó de la mano—. ¡Ya esta empezando la fiesta! —el rubio no pudo evitar sonreír, ver a su hermano feliz era algo que su corazón disfrutaba.

 

El baile para celebrar el día de los enamorados daba inicio, las parejas felices entraban al salón hermosamente decorado, corazones de diferentes tamaños y tonalidades de rojo colgaban del techo, las luces cálidas contrastaban con los colores, los carritos inteligentes transportaban la comida para los invitados, en una parte del salón se encontraba un gran pastel en forma de corazón, la banda tocaba un poco de música para empezar a crear un ambiente agradable. 

Dorowa llegaba al salón, estaba algo nerviosa pues era la primera vez que estaría con Kaito en una situación que no fuera de trabajo, arregló un poco su vestido morado, caminó con tranquilidad por el salón buscando a su pareja, no paso mucho tiempo para que su vista enfocara al Tenjo menor, era señal de que Kaito estaba cerca, se acercó para llamar la atención del pequeño, el peli-azul la miró y giró donde su hermano para indicarle que Dorowa ya estaba ahí. La mujer sintió como el ritmo de su corazón se aceleraba, sintió su cara caliente, en cuanto el rubio la miró directamente sintió como su sonrojo aumentaba. ¡Dios! Se veía muy guapo. El rubio se acercó a ella. 

—Hola—saludó con su tono habitual de voz.

—Hola Kaito—su voz sonaba tímida—. T-te vez muy bien—desvió su vista apenada. 

—Gracias, tú también—devolvió el cumplido. 

—Vamos a disfrutar el baile—dijo, con algo de pena, tomó el brazo de su acompañante quien no dijo nada, sólo caminaron para ir cerca de la banda.

Kotori entraba emocionada, la decoración le había encantado, atrás de ella venían sus demás amigos, al igual que la peli-verde observaban atentos el salón, todo contrastaba y hacía sentir el ambiente romántico y agradable. Mizuki caminó unos cuantos pasos, a lo lejos logró ver una pequeña cabellera azul.

— ¡Haruto-kun! —gritó para llamar su atención.

— ¡Kotori-san! —el menor sonrió al verla—. ¡Me alegra que vinieran! —miró a todos los demás, fue cuando se percató que faltaba alguien—. ¿Y Yuma? —se preocupó, pensaba que tal vez el moreno no asistiera debido a lo que paso con su hermano mayor.

—No te preocupes, él viene en camino—la chica pudo notar como el de ojos dorados se tranquilizaba ante la aclaración—. ¿Está todo bien?

—Sí, sólo que pensé que Yuma no vendría.

—Por tu hermano ¿cierto? —Haruto la miró con sorpresa—. Yuma me contó lo que pasó, me sentía culpable, fue mi idea ir a la torre y por eso escuchó la invitación de Dorowa-san a Kaito.

—No te sientas así—trató de animarla—, no sabías que eso pasaría. 

—Sí, pero al final, me alegra que Yuma venga con alguien. 

El menor estaba por preguntar quien era la pareja del moreno cuando una voz conocida los interrumpió. 

— ¡Kotori! ¡Haruto! —los nombrados voltearon para ver a un sonriente Yuma y a su lado III quien les sonreía.

— ¡Yuma! —dijeron en coro.

Se acercaron para saludar, Haruto se sentía feliz de que su amigo asistiera, si algo quería era que todos sus seres queridos pasaran un buen rato, su vista dorada se enfocó en el acompañante de Yuma, fue entonces que se dio cuenta de la mirada del peli-rosa, una cálida y sonreía cada vez que veía al moreno, al parecer su hermano tenía un rival amoroso, su cerebro comenzó a trabajar, sabía que el rubio no era el mejor interactuando con las personas y mucho menos en hablar sobre temas románticos. ¡Ya lo había decidido! Ayudaría a Kaito. Sus ojitos brillaron con decisión.

— ¡Kotori-san! Ven, necesito hablar contigo—la tomó de la muñeca y la arrastró consigo.

— ¡Espera, Haruto-kun! —intentó hablar pero el menor ya la había llevado lejos.

— ¿Qué le ocurre a Haruto? —el de cabello negro ladeo su cabeza confuso. 

—Puede que sea un amor infantil—dijo divertido Michael—. Vallamos por una bebida Yuma—con timidez dobló su brazo para que su pareja lo sostuviera. 

El de mirada rojiza sintió algo de vergüenza, una pequeña sonrisa se formó en su rostro, con suavidad tomo el brazo contrario y caminaron hacía los carritos para tomar una bebida.

 

Haruto y Kotori se encontraban algo alejados de todos, la chica miraba con duda al niño.

— ¿Qué pasa Haruto-kun? —dijo mientras recuperaba un poco el aliento.

—Veras Kotori-san, estaba pensando—sus ojos miraron directo a los contrarios—, ¡Ayudaré a mi hermano a estar con Yuma! Sé que mi hermano siento algo por él pero no es muy bueno hablando sobre sus sentimientos, también sé que Yuma debe sentirse de la misma manera—tras la declaración Mizuki sonrió.

—Yo también quiero ayudar, Yuma siente algo por Kaito pero no quiere decirle sus sentimientos, este baile era la perfecta oportunidad pero…—hizo una breve pausa—…están con diferentes personas. 

—Debemos hacer algo… ¿pero qué?

—Tengo una idea—sonrió decidida—. Sólo necesitan un pequeño empujón.

 

Yuma miraba con curiosidad el salón, se veía muy bonito, notó a varias parejas acarameladas, soltó un pequeño suspiro. ¿Dónde estaría Kaito? Apretó un poco sus labios, quería verlo y a la vez no, sabía que Dorowa estaría con él. 

— ¿Yuma? ¿Esta todo bien? —la voz de su acompañante lo sacó de sus pensamientos, III le extendía el vaso para que lo tomara. 

—Sí, no es nada—tomó el vaso—. Gracias—bebió un poco, sus labios no se despegaron del vaso, su mirada nuevamente recorría el salón. 

¡¡BA-THUMP!!

Sus hermosos ojos rojos brillaron, sintió mariposas revolotear en su estómago, oh dios. ¿Por qué de la nada el salón se sentía tan caliente? A lo lejos pudo ver al chico que lo traía loco, estaba parado viendo su bebida que traía en la mano, Yuma no podía despegar su vista de él, simplemente no podía, cuando estaba en la tienda, imaginó como se vería el rubio pero ahora que tenía al real ahí…

«Kaito...» 

Tenjo por su parte no sabía que hacer exactamente, su pareja se servía otra bebida, habían charlado un poco pero nada más, su mirada plateada observaba el líquido dentro del vaso, de repente, se sintió algo extraño, sentía una mirada insistente sobre él, alzó la cabeza sólo para encontrarse unos grandes luceros carmesí. 

¡¡BA-THUMP!! 

Maldijo a su corazón por latir con tal fuerza, su vista miró de pies a cabeza al moreno, apretó el vaso que traía en su mano, ese molesto cosquilleo que sentía en su cuerpo aparecía otra vez, su boca se resecó, nuevamente maldecía por sentirse así pero no podía evitarlo, había visto a Yuma con su ropa del colegio, con la ropa que normalmente usa y ahora que lo veía vestido así… se veía tan…

«Hermoso» 

El mayor sintió un fuerte impulso de ir hacía él, quería hablarle, quería escuchar su voz. Tsukumo sentía su sonrojo crecer, esperaba que el rubio no se diera cuenta de eso, su mente y corazón anhelaban ir con Kaito, Yuma no era el único que se sentía de esa manera, Kaito deseaba lo mismo, querían estar juntos.

Su mente debatió si debía ir hacía donde estaba su rival, decidido, Yuma dio un paso hacía el frente para comenzar a acercarse. Se frenó al ver a la peli-morada pararse junto al rubio, rompieron el contacto visual cuando el otro se giró para verla, sintió una fuerte opresión en el pecho, mordió su labio inferior. ¿En qué estaba pensando?

Kaito miró de reojo al menor, vio que desviaba la mirada y le sonreía cálidamente a alguien, ahora en su campo de visión se encontraba III, el hermano menor de Chris, sintió como su corazón daba un vuelco. ¿Por qué esta con Yuma? Se molestó y era doblemente molesto saber que estaba celoso de saber que Michael era su cita.

— ¡Buenas noches damas y caballeros! —la voz del cantante de la banda hizo que cada uno de los presentes le prestara atención—. ¿Se la están pasando bien?

Los gritos de alegría y emoción llenaron el lugar, ahora el ambiente estaba encendido para empezar a tocar.

—¡Bien, es momento que se reúnan para empezar a bailar!

 

(1) En esta noche de tristeza y fría soledad

Buscando palabras que quiero desaparecer.

Pasemos por la puerta secreta

¡Here we go! ¡Oh yeah, Oh yeah!

 

Comenzó a cantar, seguido de la melodía, las personas no tardaron en comenzar a bailar. III le extendió la mano a Yuma quien feliz aceptó, sus amigos no tardaron en unírseles, todos bailaban animados, Kotori y Haruto les imitaban, no tardarían en poner en marcha el plan.

—Vamos a bailar Kaito—invitó la mujer.

—Pero yo no sé como…

—No importa—lo interrumpió—, sólo déjate llevar—lo tomó de la mano para llevarlo a la pista.

Veía como las personas se movían de un lugar a otro, su pareja comenzó a bailar, se sentía algo bobo, él no era así, no hacía esas cosas, giró su vista y vio a su pequeño hermano bailar con Mizuki, suspiró, él era la razón por la cual accedió estar en la fiesta, le prometió que se divertiría y así sería, se movía ligeramente siguiendo la música. Dorowa sonrió, estaba feliz de ver a Kaito convivir y lo mejor es que era a su lado.

A medida que la canción sonaba las personas se movían más animadas, Yuma y III tenían una gran sonrisa en sus rostros, ambos disfrutaban de la música.

—Esta noche no pararáel moreno cantó alegre.

Porque ahora oh es como soñar—siguió la letra el peli-rosa.

La sonrisa de Yuma se ensanchó, al parecer no era el único que se sabía la letra, Michael al ver esa hermosa expresión sintió sus mejillas arder y su corazón latía con fuerza, disfrutaba mucho cuando estaba al lado de ese chico.

— ¡Yeah yeah yeah! —con ese último canto la canción terminó, todos aplaudieron y el cantante hizo una reverencia en señal de agradecimiento—. ¡Muchas gracias! —recibió otra ovación—. Ahora es momento de dar paso a una canción más lenta, tomen a sus parejas y disfruten de nuestra siguiente canción.  

La guitarra acompañada con los demás instrumentos empezó a sonar, las parejas se acercaron más para poder bailar.

 

(2)Last night I had a dream about you

In this dream I'm dancing right beside you.

 

Nuestro querido Yuma se puso algo nervioso, se sentía extraño bailar tan cerca, sintió como su compañero lo tomaba con suavidad de la cintura, al verlo pudo ver un pequeño sonrojo en su rostro.

Dorowa no se quedaba atrás, se acercó un poco más a Kaito y lo tomó por los hombros, con algo de duda, llevó una de sus manos a la cintura de la mujer, como había dicho Chris sólo se dejó llevar por la música.

 

Don't stop come a little closer
As we jam the rhythm gets stronger

There's nothing wrong with just a little little fun
We were dancing all night long

 

La melodía seguía su curso, Yuma era guiado por III, se estaba divirtiendo, a pesar de no estar con el rubio como hubiera querido, estar con el peli-rosa era agradable, se sentía feliz de tener un amigo con el cual podía confiar y disfrutar. Sintió como el agarre de su acompañante se hizo un poco más fuerte y lo atrajo hacía él, el menor alzó el rostro para ver de lleno unos hermosos ojos esmeraldas, los cuales brillaban con dulzura. 

 

Seguía la música como su mentor se lo había explicado, no dejaba de sentirse raro, nunca antes había bailado y mucho menos tener así de cerca a alguien, miró a la peli-morada, se le veía risueña, entendía que ella estaba enamorada de él. ¿Qué debía hacer? ¿Corresponderle? Tal vez sólo así se olvide de sus sentimientos hacía Yuma, escaneó su rostro, sí, era muy linda y tenía muchas cualidades, se preocupaba por él, en ese momento pensó que sería la mejor opción.

Los ojos marrones miraron con timidez a los platinos, poco a poco acortó la distancia entre sus rostros, Kaito no dijo nada, sólo dejó que se acercara, había decidido, dejaría que pasara… 

¡BA-THUMP! ¡BA-THUMP!          

Sintió un fuerte dolor en su pecho, en un momento de duda había desviado la mirada, su corazón le dolía. ¿Por qué Michael abrazaba a Yuma? ¿por qué Yuma correspondía el abrazo? Ver los delgados brazos del moreno alrededor del cuello del peli-rosa le hizo molestarse y más porque quería ser él quien tuviera al menor en brazos. Se alejó bruscamente de su pareja, la de cabello púrpura lo miro confundida.

—Lo siento, tengo que ir al baño—se excusó, hizo caso omiso al llamado de su pareja, por ahora necesitaba calmarse.

Entró al baño y cerró de un fuerte portazo, sus pasos lo dirigieron al lavamanos, se recargó sobre éste, su corazón punzaba. ¿Por qué estaba enojado? ¿Por qué estaba celoso? Era frustrante, Yuma era libre de hacer lo que quisiera, si quería tener pareja ¡adelante! ¿qué le importaba? Suspiró pesadamente, abrió la llave para dejar el agua correr, se mojó la cara varias veces para despejarse, se incorporó, sus ojos vieron su expresión en el espejo. ¿A quién quería engañar? Le importaba y mucho, chasqueó la lengua, era doloroso saber que sus sentimientos no eran correspondidos. 

Después de unos minutos salió del baño, notando que la canción había terminado, algunas parejas continuaban bailando mientras la banda tocaba, el cantante había hecho una pequeña pausa para beber algo, suspiró. ¿Ahora qué? Quizás deba ir a buscar a Dorowa, después de todo la dejo sola, comenzó a caminar para poder buscarla. 

— ¡Hermano! —giró su cabeza, el menor corría hacía el con una gran sonrisa—. ¿Cómo estás? ¿Te estas divirtiendo? 

—Sí—acarició con suavidad su cabello azulado. 

— ¡Me alegra! —sonrió de oreja a oreja, eso ayudó a calmar la ansiedad que el mayor sentía— ¡Ven, necesito que veas algo! —lo tomó de la mano y lo llevó consigo. 

Yuma caminaba hacía un carrito para comer algo, sintió una mano tocarle la espalda, al girarse, se encontró con su mejor amiga. 

— ¡Ven rápido Yuma! —lo tomó de la mano—. ¡Encontré algo y debes de verlo!

El moreno dijo algo pero su amiga no le hizo caso, un plan sencillo era el que había pensado, conocía muy bien a su amigo, si se encontraba bajo el escenario perfecto abriría su corazón, pero para lograrlo, debían hacer que los jóvenes enamorados se encontraran solos. 

Los hermanos Tenjo llegaban al balcón del salón, el mayor miró con confusión a su hermanito.

— ¿Ya viste la luna? —habló rápidamente el peli-azul—. Tiene un hermoso brillo—sonrió, Kaito alzó la cabeza y era verdad, aquella redonda esfera brillaba en el cielo nocturno, sus ojos quedaron prendados por tan magnifica vista.

Esto hizo que Haruto se sintiera contento, conocía a su hermano y si algo le gustaba mucho, era ver el cielo nocturno cubierto de estrellas y el resplandor de la luna, si se sentía cómodo, podría hablar sobre sus sentimientos, claro teniendo a la persona indicada junto a él. Miró de reojo la entrada del balcón, Kotori se acercaba con Yuma, entonces se fue alejando lentamente para irse tratando de no llamar la atención de su hermano.

—Oye, Kotori ¿no es más fácil decirme que encontraste?

— ¡Nope! Debes de verlo por ti mismo—sus mirada naranja vio al oji-dorado asentirle, indicándole que estaba listo, estuvieron a unos cuantos pasos del balcón, la chica se volteó y miró fijamente a su amigo—. Suerte Yuma y no lo olvides ¡Kattobingu!

— ¿Eh? —antes de pedir una explicación, su amiga lo empujó para que saliera, gracias a la fuerza aplicada y el estar desprevenido casi cae al suelo si no es porque chocó con la espalda de alguien—. ¡lo siento! No era mi…—contuvo la respiración al darse cuenta con quien había chocado.

— ¿Yuma?

Sintió una corriente eléctrica recorrer su espalda, hacía tanto tiempo que no escuchaba esa voz decir su nombre.

—Kaito—parpadeó un par de veces—. Hola—sonrió nervioso, no sabía que hacer o decir.

—Hola…—no lo demostraba pero en su interior se encontraba de la misma manera que el de ojos rojos. 

— ¿Qué haces aquí afuera? —llevó sus manos atrás de su espalda, se sentía ansioso al tener al rubio de frente. 

—Sólo veía la luna—se giró y sus ojos miraron nuevamente la gran estrella, el menor se paró a su lado, sus luceros rojizos brillaron al ver el resplandor cubrir el cielo.  

El silenció reinó por unos minutos, ninguno decía nada, el mayor miró de reojo al peli-negro, tenía una gran sonrisa en su rostro, sus ojos brillaban con más potencia al ver el cielo nocturno. 

—Se ve muy hermosa la luna—dijo con tranquilidad. 

—Sí—respondió sin dejar de verlo, agitó levemente la cabeza, nuevamente se enfocó en la redonda luna. 

— ¿Cómo va tu trabajo? ¿Encontraste algo? —intentaba crear un tema de conversación.

—No hemos avanzado mucho, necesito esforzarme más. En cuanto más rápido encuentre las respuestas, podré obtener la energía necesaria—recargó sus manos en el mármol—. Pero no importa cuanto busque, al final no encuentro nada…—su voz se tornó seria.

— ¿Kaito? —giró su cabeza para ver al mayor, sus luceros plateados demostraban algo de frustración.

—Si lo consigo…—apretó ligeramente sus puños—, podremos abrir de nuevo el portal y podrás verle de nuevo—susurró.

—...Astral…—sintió una calidez invadirle y a la vez algo de culpa.

Tenjo se había estado esforzando para hacer que pudiera ver a su amigo de nuevo, se sentía feliz, por eso sus investigaciones duraban un buen tiempo, por eso trabajaba tan duro y todo era por él…pero, no quería que su salud se viera afectada, si algo le volviese a pasar a Kaito, no lo soportaría.

—Sí, me gustaría verle de nuevo, Astral es alguien muy importante para mi. Ese día decidí mi propio futuro, no culpo a nadie por lo que pasó—su menté recordó todo lo ocurrido tiempo atrás—. Los recuerdos que formamos se quedarán siempre en mi corazón—su rostro formó una sonrisa—. Me siento agradecido por lo que haces—su mano se colocó sobre la del mayor haciendo que éste observara aquel suave contacto—, pero tu salud es importante, no sé que haría si algo te pasara.

¡Ba-Thump! ¡Ba-Thump!   

Sus ojos color plata miraron a su rival, de nuevo esas sensaciones recorrían su cuerpo. Con un simple toque su corazón latía con fuerza, el calor recorría todo su ser. Su mente dejó de pensar, de nuevo, su cuerpo actuaba por su cuenta.

—Suenas como una madre preocupada—el moreno se ruborizo ante la aclaración—. Siento preocuparte—su mano acarició con delicadeza la cabeza contraria—. No haré nada imprudente, aunque es gracioso porque se lo digo a alguien que es más imprudente que yo.

— ¡Eso no es cierto! —hizo un leve puchero—. Sólo me preocupo por ti—desvió la vista al suelo.

—Lo sé, gracias.

Tras escuchar eso alzó su vista, por primera vez en la noche, luceros rojos y platinos se veían frente a frente, ninguno decía nada, era imaginación de Yuma o ¿Kaito estaba más cerca? Su mirada carmín se perdió en la contraria, era un momento que siempre quiso tener, estar a solas con el rubio, conversar, escuchar su voz…se sentía seguro, podía hacerlo, sólo necesitaba decirlo, dos simples palabras… 

—Kaito…—inconscientemente se acercó más al mayor—. Yo…—sintió su sonrojo crecer al ver la cara de su rival muy cerca, podía sentir su respiración, si se acercaba un poco más…

Kaito sabía muy bien que esta no era su forma de actuar, sus rostros están muy cerca, quería besarlo, quería sentir sus pequeños labios sobre los suyos… El recuerdo de III y Yuma abrazados llegó a su mente ¿Qué estaba haciendo? Se alejó del menor mientras desviaba su vista al suelo.

Yuma lo miró confuso, ¿había visto mal? Por un momento pensó que él y Kaito… sacudió su cabeza un par de veces, debía decirle lo que sentía, era el momento indicado.

—Tengo que decirte algo…—habló tratando de no sonar nervioso—, verás, yo desde hace tiempo…

—Tienes que irte—interrumpió—. Tu pareja, debe de estar buscándote—dijo en su tono habitual.

—Pero…—intentó retomar la palabra.

—Vete—su tono de voz sonaba frío y cortante—. Quiero estar solo.

Apretó sus puños y mordió su labio inferior, su corazón se contrajo, un fuerte dolor inundó su pecho.

—Siento haberte molestado—trato de hablar sin que su voz se cortara—. Adiós—se dio la vuelta y caminó lo más rápido que pudo.

Tanto Kotori como Haruto observaron a su amigo caminar lejos del balcón, eso no indicaba nada bueno, la chica llevó una mano a su pecho, tal vez era cierto y Kaito no le correspondía a su amigo.

Sus ojos ardían, aguantaba las ganas de llorar, se sentía un completo imbécil ¿Por qué pensó en confesarse? Por un momento creyó que sería correspondido… ¡Valla estupidez! Sólo se iría a casa y se olvidaría de esos sentimientos, no importa como. 

Un sonoro y pesado suspiro salió de su boca, su mano despeinó un poco sus cabellos rubios, la opresión en su pecho no se iba, al contrario, crecía más y más. Si ahora Yuma tenía pareja debía rendirse, se enfocaría en enterrar el amor que había surgido. 

—Kaito—una voz conocida se escuchó a sus espaldas. 

—Dorowa—miró sobre su hombro para ver a la recién llegada.

—Ve.

—¿…? 

—Debes ir con Yuma. No dejes que tus dudas lo alejen.

—No sé de qué me hablas—dijo algo irritado.

—Lo amas

Ante la declaración el cuerpo se giro completamete para verla a la cara, sus hombros se tensaron, había sido descubierto.

—No puedes negarlo, cuando lo ves, tus ojos brillan de una manera que nunca había visto, una mirada llena de cariño—sonrió derrotada.

Le dolía admitirlo, había perdido, por mucho que su corazón doliera sabía que Yuma cuidaría de Kaito, lo protegería y sobre todo le amaría.

—Yuma logró hacer lo que yo no pude, no puedes rendirte, sé que él también siente lo mismo, al igual que tú, él te ve con amor.

—Dorowa…—su vista se clavó en el suelo—. Aunque le diga mis sentimientos, ya no tengo oportunidad, él… 

—Eres muy inteligente tratándose de duelos pero en cuestiones del amor eres un tonto—la última palabra la dijo con un toque de mofa—. Cuando te fuiste durante el baile, pude verlos, Yuma se disculpaba con Michael, no podía corresponderle.

—Entonces…

Aún tenía una oportunidad.

—Ve por él—le indicó con una sonrisa.

Sus piernas se movieron, al pasar de largo musitó un “gracias” a su compañera, Dorowa sintió como dos finas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, se sentía triste pero si el chico que amaba podía sonreír y estar en paz, ella también lo estaría, si algo anhelaba era ver al rubio feliz.

...

Mizuki miraba al suelo con deje de tristeza, otra vez por su culpa su amigo había salido lastimado, creyó que esta vez las cosas marcharían de acuerdo a lo planeado, estaba segura que Yuma sería correspondido, suspiró, si no fuera por ella, no le hubiera dado falsas esperanzas.

— ¡Kotori-san mira!

El niño jaló un poco su vestido para llamarle, se sorprendió al ver a Kaito correr a través el salón, sus ojos buscaron a su mejor amigo, estaba cerca de la entrada, se levantó decidida, otra idea había cruzado su mente.

— ¡Vamos, Haruto-kun! —tomo al pequeño de la mano y cruzaron el salón.

Cuando se percató ya estaba corriendo por el lugar buscando aquel chico que hacía que su corazón sintiera miles de emociones, su vista rápidamente escaneaba el lugar, a lo lejos pudo ver a Yuma, quién caminaba directo a la salida. Apresuró el paso, empujó alguna que otra persona, pero poco le importó.

— ¡Yuma! —gritó tratando de llamar su atención, pero la música opacaba su voz.

Era extraño, pensó que alguien le gritaba, pero el resonar de la melodía ahogaba cualquier sonido, no quiso darse la vuelta. ¿Para qué? De repente, una mano tomó su muñeca, dio un pequeño brinco por la impresión, volteó su cabeza y su en su rostro se dibujó la sorpresa.

— ¿Kaito…? —sus ojos lo miraban asombrado— ¿Qué...? 

—Quiero decirte algo—se adelantó a decir—. Yuma yo…—maldición, las palabras se quedaban atoradas en su garganta.

— ¿Cómo la están pasando?

La voz del cantante se escuchó por todo el salón, las personas respondieron eufóricas

— ¡Me alegra verlos tan felices! Ahora, a petición de una hermosa señorita, la siguiente canción esta dedicada a una linda pareja pero tienen unos problemas ¡Olvídenlos y tomen a su persona especial para bailar! 

(3) Enséñame Mr. Wonder, el mundo que nunca pude ver

Tú comenzaste a narrar, una historia sobre un mundo ideal

Toma mi mano…quiero que me lleves,

Así que llévame esta noche. 

La melodía era hermosa, el piano era un excelente acompañante, Kaito se giró para mirar a Yuma. ¿Desde cuándo actuaba por instinto? La verdad no le importaba, esta noche le haría caso a lo que su corazón sentía, no pensaría en nada más.  

—Yuma—le extendió su mano— ¿Me permites este baile?

¡¡BA-THUMP!! ¡¡BA-THUMP!!

El calor golpeó su rostro, su sonrojo fue tan grande que cubrió sus orejas. ¿Había escuchado bien? Kaito le había pedido bailar, juraba que su corazón saldría disparado en cualquier momento, sus ojos miraron la mano del mayor, tímidamente alzó la suya, aceptando la invitación. Una pequeña sonrisa se formó en el rostro del rubio, con delicadeza tomo la mano de su acompañante, caminaron hasta quedar en la pista, estaban frente a frente.

—Esto, Kaito, yo no sé como…

—Esta bien, primero debes acercarte.

Jaló con suavidad a su acompañante para atraerlo, tomó la mano contraría para colocarla en su hombro, Yuma sentía su rsotro arder, era irónico, Kaito siempre ha sido serio y en cierta parte rudo y ahora, sostenía su cintura con gentileza, sus manos se encontraron y lentamente las entrelazaron.

—Sólo deja que el ritmo de la música te guíe.

Comenzaron moverse lentamente, Yuma sentía que iba a desmayarse de la vergüenza, el cosquilleo en su estómago se hacía más fuerte, el corazón le golpeaba el pecho con una increíble velocidad. Con sutilidad miró a su pareja de baile, en cuanto sus iris chocaron con los contrarios no pudo evitar desviar la mirada. ¡Oh dios! Kaito lo observaba fijamente. Él sería la primera persona en morir de vergüenza, ya lo podía ver en las noticias.

—Otra cosa importante cuando bailas—deslizó su mano para tomar el mentón del menor y alzarlo—, debes mirar a tu pareja en todo momento.

¡Hey Dj! Nunca pares la música

Quiero bailar contigo en el piso

¡Hey Dj! Nunca pares la música

Nuestros corazones bailan juntos, hay amor.

 

¡¡BA-THUMP!! ¡¡BA-THUMP!!

Ahí estaba de nuevo, el palpitar de su corazón, cada vez que miraba esos grandes ojos rojos sentía su cuerpo estremecer, quería que sólo lo viesen a él. Bailaban al compás de la música, sus sentidos se enfocaron en el chico que tenía en frente, observaba a detalle las facciones de su rostro, sus pestañas largas, su cara fina, sus mejillas sonrojadas era una invitación para acariciarlas, ese cabello negro alborotado que desafiaba toda ley de la física, Yuma era perfecto.

—S-sabes—tartamudeó el más bajito—.Vestido así, t-te ves m-muy guapo.

Fue el turno de Kaito para sonrojarse, las mariposas revoloteaban inquietas en su estómago. ¿Cómo lograba hacerle sentir tanto?

—Tú también, te ves hermoso.

—N-no creo que a un chico se le pueda decir que es hermoso—infló un poco sus cachetes para hacer un mohín.

— ¿Enserio? —no pudo evitar sonreír.

El peli-negro devolvió la sonrisa, sus pies seguían moviéndose lentamente, cualquiera que los viera, sin ningún problema podría decir que aquellos dos estaban enamorados, sus ojos se delataban, ese hermoso brillo, mirándose como si tuvieran enfrente a un ángel, la sonrisa traviesa que compartían, un amor tan puro y sincero.

 

Me enseñaste una hermosa visión, un hermoso atardecer.

Un hermoso sentimiento, crece en mi interior.

Nubes de color rosado van cubriendo el cielo de colores

¡Hey! Quiero estar a tu lado por siempre.

 

Kaito deslizó sus manos para abrazar la cintura de su pareja, Yuma sonrió cálidamente, se dejó hacer, recargó su cabeza en el pecho del rubio, abrazándolo, sintiendo un calor agradable, ambos chicos tenían una sonrisa, era un momento mágico, ambos habían soñado con esto, juntos, encerrados en su mundo, enfocándose en el calor del otro, no podían pedir nada más.

El oji-plata sintió un aroma agradable, el cabello de Yuma olía tan bien, se perdió en esa sensación, tan placentera, tenerlo entre sus brazos hacía que su corazón latiera a mil por hora. Deseaba que ese momento durara para siempre, pedía a algún dios misericordioso que eso no fuera un sueño y si lo fuese, por favor, no quería despertar nunca.

¡¡BA-THUMP!! ¡¡BA-THUMP!! ¡¡BA-THUMP!!

«Tu corazón late tan rápido... ¿Es por mi?»

Con ese mismo pensamiento se abrazaron con un poco más de fuerza,ambos sabían que sus corazones latían como uno sólo.

 

Kotori tenía sus manos sobre su pecho, sus ojos estaban cristalinos gracias a las ganas de llorar, se sentía tan feliz, por fin, lo que siempre deseó, ver a su mejor amigo feliz, no sólo la chica se sentía así, Haruto sonreía tiernamente al ver a la pareja, le agradecía a Yuma por haberle salvado, pero sobre todo, de haber salvado a su hermano.

Los demás amigos de Yuma los miraban con sorpresa, no podían creer que Tenjo Kaito, aquel ex cazador de números, el duelista serio y frío estuviera en una situación romántica y más con alguien como Yuma, en definitiva eran dos polos opuestos.

—Creo que es cierto lo que dicen—habló Tetsuo—, los opuestos se atraen—sonrió al ver a su amigo de la infancia tan contento al lado del rubio—. Sí hace llorar a Yuma no se lo perdonaré.

—Para resumir, todos estamos felices por Yuma-kun—dijo el presidente de la clase.

—Me siento feliz por Yuma-ura—habló el más bajito del grupo—, pero que envidia, ojalá y yo pudiera encontrar a alguien-ura.

— ¡No es justo! —se quejó Cathy— ¡Envidio a Kaito! —empezaba a hacer berrinche— ¡Yo quería a Yuma para mi!

Gracias a su enojó pateo uno de los carritos que llevaba comida, gracias a la fuerza del golpe, éste salió volando, la comida fue dar a la cara de unas cuantas parejas.Los chicos sudaron frío al ver las caras molestas.

—Lo siento-nyan.

Intentó disculparse, fue en ese momento que tuvieron que correr por sus vidas para no ser alcanzados por la furia de las personas.

Michael se encontraba recargado en uno de los grandes pilares de mármol, su mirada esmeralda observaba a la pareja bailar, soltó un pequeño suspiro.

— ¿Estas bien? —sintió una mano posarse en su hombro, al ver quien era, formó una sonrisa.

—Sí, no te preocupes hermano—Chris apretó un poco más el agarre.

—Estoy feliz por Yuma—habló con suavidad—, más le vale a Kaito cuidarlo y darle mucho amor.

El albino no dijo nada, miró a su discípulo, era la primera vez que lo veía así, sólo Yuma podía sacar ese lado del rubio, sabía que Tenjo cuidaría muy bien de él, después de todo, el peli-negro era lo más preciado para Kaito.

 

Enséñame Mr. Wonder, el mundo que nunca pude ver

Tú comenzaste a narrar, una historia sobre un mundo ideal

Toma mi mano, quiero que me lleves,

Estoy muy asustado, no quiero despertar de este sueño yeah…

 

—Oye, Kaito, sí yo…si yo te hubiera invitado al baile… ¿Habrías aceptado? —bajó el tono de su voz debido a la pena.

—Yuma…

Abrió sus ojos sorprendido, sintió una mezcla de alegría y enojo, la primera por saber que el menor tenía intenciones de ir con él desde el principio, la segunda por haber dudado y no atreverse a preguntarle, esta vez no lo haría.

—Sí.

— ¿Enserio? —se despegó un poco para ver la cara del mayor—. Entonces, ¿por qué…?

—Porque pensé que era lo mejor—respondió sabiendo la pregunta que le haría el moreno—. Creí que así estábamos mejor, pero me equivoqué, siento que no hubiéramos venido juntos.

—No importa—se atrevió pasar sus manos por detrás del cuello del rubio—. Porque ahora estoy contigo, disfrutando de este momento—le sonrió dulcemente—, estoy feliz de estar a tu lado—volvió a recargar su cabeza en su pecho.

En verdad, ese chico hacía que sus emociones salieran a flote, con unas simples palabras, con una sonrisa, su corazón estaba en paz, agradecía por haber conocido a Yuma.

—Yo también, estoy feliz—susurró cerca de su oído—, de estar contigo.

Su voz sonaba tan rara, era un tono diferente, no era el que ocupaba cuando hablaba con su hermano, era uno mucha más profundo y lleno de sentimientos, lleno de amor, ah, seguía insistiendo, él no se comportaba así pero no podía evitarlo.

Se había enamorado. ¿Qué más podía hacer?

 

Toma mi mano, quiero que me lleves.

A ese mundo ideal.

 

—Donde puedo sentir un aroma a coco—el de ojos rojos se atrevió a cantar en voz baja, acción que no pasó desapercibida por el mayor.

—Eres mi maravilloso milagro… —le cantó al oído.  

Ese fue un momento que Yuma jamás olvidaría, sintió su interior brincar de felicidad, una faceta de Kaito que le mostraba sólo a él, una que pudo escuchar y sentir, no podía aguantar más, quería decirle lo que sentía, hacerle saber lo mucho que lo amaba.

 

¡Hey Dj! Nunca pares la música

Quiero bailar contigo en el piso

¡Hey Dj! Nunca pares la música

Nuestros corazones bailan juntos, hay amor.

 

Se separaron un poco para verse a los ojos, el mundo les dejó de importar, ese momento era de ambos, tan perfecto y mágico, no podían pedir más. Por fin lo habían encontrado:

Su mundo de fantasía.

Kaito llevó una de sus manos hacía el rostro del menor, con ternura acarició su mejilla, Yuma sonrió por el contacto, sus dedos jugaron un poco con el cabello rubio, tan suave, los ojos platas miraron los labios contrarios, quería probarlos, ser el dueño de esa dulce boca.

 

Mr. Wonder… ohh

Yeah… Yeah…

 

La canción estaba terminando, no se dieron cuenta, no prestaban atención, perdidos en la mirada del otro. Acortaron la distancia entre sus rostros, sus respiraciones chocaban, Yuma fue cerrando sus ojos poco a poco, Kaito le imitó, sólo un poquito más y… 

¿Recuerdan cuando los amigos de Yuma corrían por sus vidas? Digamos que en la persecución, Tokunosuke y Cathy resbalaron haciendo que varios carritos chocaran entre sí,de varios que se estrellaron, uno fue a dar contra la pared, éste empezó a humear y acto seguido se prendió en llamas.

*¡BEEEP! ¡BEEEP!*

Los rociadores automáticos hicieron su labor y dispararon a chorros el agua para apagar el pequeño incendio que se había formado. Las personas corrían como locas por el salón tratando de cubrirse, otras intentando atrapas a los amigos de Yuma, en resumen, un completo caos.

Kaito sintió como su cabeza era empapada por el agua, deteniendo su acción, se separó un poco molesto, tenía unas inmensas ganas de ahorcar gente, su momento perfecto con Yuma había sido arruinado.

— ¡Haha! —la risa de su acompañante lo sacó de sus pensamientos.

—Yu-

Unos suaves labios lo interrumpieron, prontamente se relajó, cerró sus ojos para dejarse llevar, sus bocas se movían lentamente, juntó más sus cuerpos, a pesar del agua, a pesar de que las personas seguían corriendo por doquier, ese momento era el mejor de su vida, probar esa boca que tanto había deseado, era perfecto.

Se separaron lentamente, el peli-negro tenía una gran sonrisa en su rostro.

—Kaito, te amo.

—También te amo—se acercó para juntar sus frentes—, te amo tanto.

Se sonrieron cómplices, sí, su alrededor era un caos, pero ¿Qué importaba? Lo único relevante es que ahora estaban juntos, ninguno dudaría, ni tendría miedo, desde ahora harían lo que siempre habían deseado, crear nuevos recuerdos, compartir cosas juntos, pero sobre todo amarse, por fin podrían estar en su fantasía.

¿No es así señor maravilla?

The End. 

 

Notas finales:

¡Aquí termina este two-shot! ¿Les gustó? ¡Dejen sus reviews por favor! 

Les dije que esto iba a ser muy dulce y cursi, me gustó mucho el resultado final, estoy muy satisfecha. 

Cupidense mucho, les mando muchos abrazos y bbs. 

Agradezco de todo corazón a las personas que han leído, me ayudan a seguir mejorando, cualquier duda, critica constructiva. etc, es bien recibida. Espero que hayan disfrutado leer este FF, así como yo disfruté escribirlo. 

See ya!


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